jueves, 31 de marzo de 2022

0455.- At the Zoo - Simon & Garfunkel

 

At the Zoo, simon & Garfunkel


     El 2 de abril de 1968 se publica bajo el sello discográfico Columbia Records el cuarto álbum de estudio del dúo Simon & Garfunkel, Bookends. El disco es un compendio de canciones grabadas entre septiembre de de 1966 y febrero de de 1968. El disco es un álbum conceptual que explora el viaje de la vida desde la infancia hasta la vejez. si la cara A nos relata las sucesivas etapas de la vida, en cambio la cara B consiste principalmente en material no utilizado para la banda sonora de la película El Graduado. Bookends vendió más de un millón de copias llegando a ocupar el puesto número uno en las famosas listas Billboard estadounidenses, llegando también a lo más alto en las listas del Reino Unido.

Incluido en este cuarto álbum de estudio del dúo se encuentra el tema At The Zoo. La canción fue lanzada como sencillo en febrero de 1967, y en ella su creador, Paul Simon, realiza un tributo a su ciudad natal, Nueva York. En un principio fue escrita para ser parte de la banda sonora de la película El Graduado, más concretamente para una escena que tenía lugar en el zoológico de San Francisco. Esta canción no sólo fue utilizada para anuncios de los zoológicos del Bronx y de San Francisco, también sirvió de base para que Paul Simon publicara en 1991 un libro para niños titulado Simon and Garfunkel at the Zoo, con unas bonitas ilustraciones de la ilustradora francesa Valerie Michaut.

1 artista, 3 canciones: Roy Orbison

Iniciamos una sección en el blog donde hablaremos brevemente la carrera de un artista y resaltaremos vuestros tres temas favoritos, la elección como casi siempre será a través de nuestras redes sociales, en el twitter de @7dias7notas donde cada 7 días os solicitaremos que nos dejéis vuestras tres canciones de un artista que la redacción propone.



ROY ORBISON

Roy Kelton Orbison nació en la ciudad de Vernon, al norte de Texas, el 23 de abril de 1936. Sus padres le regalaron una guitarra cuando apenas tenía seis años y no se separó nunca de ella. Dos años después el pequeño Roy Orbison asistió a diversos concursos que organizaba una estación de radio local. Ya en secundaria, Roy Orbison fundó su primera banda, la llamo Teen Kings. De esta agrupación saldría la canción “Ooby Dooby” que se convertiría en triunfo mínimo, pero el primero en la carrera de este cantante ya que logró posicionarla en la radio. 

Orbison pronto adquirió fama de compositor, pero ninguna de sus canciones se había convertido en un éxito que pudiera competir con su mayor rival musical: Elvis Presley. Fue en Mystery Records, donde Roy Orbison comenzó a forjar su espacio en la historia de la música, intérprete con una voz matizada y poderosa que acompañó de una imagen que mantuvo a pesar del paso de los años, donde resaltaban sus gafas oscuras. La canción "Claudette" un tema de los Everly Brothers fue el inicio de sus éxitos durante los años sesenta a los que siguieron otros como "Only the Lonely", "Crying" y "Pretty Woman" pelotazos instantáneos que lograron conquistar a los miembros de The Rolling Stones y The Beatles, con quienes hizo una gira en 1963. Como suele pasar en el mundo de la música, el ya famoso cantante pensó que firmando un millonario contrato con MGM, lograría arraigarse como una estrella mundial, no lo consiguió en parte culpa por los rumbos que tomaría el rock y la cultura popular a mediados de los años 60 y por otra parte al no saber dar una vuelta mas alla en su musica y quedarse instalado en el añejo y ya disfuncional Star System, a Roy Orbison se le veia anticuado, aquel que había transformado el sonido del rock durante casi diez años, se encontraba diluido en la escena a consecuencia de ola inglesa  y de músicos como Jimi Hendrix. Con la mala suerte a cuestas en 1966 su amor de secundaria y esposa Claudette — a quien había compuesto una canción— falleció en un accidente de motocicleta. Esta muerte, sumió a Roy Orbison en una profunda depresión; pero la tragedia no había acabado ahí, tres años después, dos de sus tres hijos fallecieron en un incendio. 

No fue hasta la década de los años 80 cuando la carrera de Roy Orbison pareció tomar nuevos bríos, no solo había canciones tributo cantadas por Van Halen o Linda Ronstadt, Orbison se había puesto una meta y era volver a la cima, entonces compuso canciones para un nuevo disco llamado Mistery Girls, donde colaboraron artistas de la talla de Bono de U2 y Elvis Costello. También logró cierto reconocimiento después de que su canción In dreams sonara múltiples veces en la película de David Lynch, Blue Velvet. Orbison se encontraba recibiendo quizá los frutos que había cosechado a lo largo de su carrera y  obtuvo un lugar en el salón de la fama de Rock and Roll, dos premios Grammy honorarios, pero de pronto la muerte le alcanzó de manera inesperada cuando estrenó su nuevo disco. Dos semanas después de su fallecimiento la canción You got it , llegó a los primeros lugares de la listas de popularidad en Estados Unidos y desde entonces ha sido reconocido como uno de los artistas más influyentes del rock y revistas como Rolling Stone, lo han colocado en la lista de los “100 mejores cantantes de todos los tiempos”. Con 25 albums de estudio Roy Orbison tiene un lugar de privilegio en la historia de la música, aunque la música y los que le rodean nunca supieron resaltarle.


VOTACIONES

1.- You Got It:  Con esos cambios de tono repentinos, las cuerdas, la percusión, los coros "do-do-do" (todo en esta canción es absolutamente romántico), "You Got It" te impacta como ninguna otra canción, y aunque lamentablemente resultó ser su canto del cisne, no podría imaginarse otra despedida para una de las voces más hermosas que jamás haya existido, y demuestra ser una maravillosa resumen de una carrera dedicada en gran parte al duelo por un amor no correspondido.

2.- In dreams: Fue utilizada memorablemente por David Lynch en su película clásica de culto, Blue Velvet, los sutiles toques instrumentales y la composición poco convencional de la canción la convierten en una pista aún más conmovedora; y el mejor sencillo del extenso catálogo del legendario vocalista.

3.- Crying: Una canción que juega en una liga diferente, se podria decir que prácticamente no tiene género, ya que tiene elementos de bolero, de vals, de pieza lounge, de balada country, de soul, pero no es nada de eso. Crying es el tour de force de Roy Orbison, es la canción que lo estableció como el escritor melódico poco ortodoxo que no teme haer una canción de rock y llevarla por distintas direccioness y estados de ánimo estructurales completamente diferentes. 

miércoles, 30 de marzo de 2022

0454.- America - Simon & Garfunkel


Estamos ante la pieza central del cuarto álbum de estudio de Paul Simon y Art Garfunkel. Bookends fue el álbum en el que el dúo comenzó a dejar atrás el folk rock por el que se hicieron famosos, ampliaron sus horizontes musicales con arreglos innovadores y utilizó a algunos de los mejores músicos de sesión de la industria, como el baterista Hal Blaine y el teclista Larry Knechtel, aunque la base de todo es la unión de esas dos voces mágicas.

 

America es esencialmente una canción de viaje por carretera, pero como todos los viajes por carretera, tiende a revelar tanto sobre los participantes como sobre las tierras que se recorren. El narrador y su compañera Kathy Chitty (a pesar de salir brevemente con Paul Simon, tuvo un profundo efecto en su arte. Porque además de recibir un grito abierto en 'América', también se la menciona en 'Homeward Bound' (1966) de Simon & Garfunkel y 'The Late Great Johnny Ace', en el primer álbum en solitario de Simon, 'The Paul Simon Songbook' sale en la portada. Y ella también es la inspiración detrás de una de las pistas que encontramos en el álbum titulada 'Kathy's Song') abordan un autobús en Pittsburgh, pasar el tiempo en el autobús con pequeños juegos sobre sus compañeros de viaje está muy bien, pero una especie de aburrimiento pronto se instala cuando se acaban los cigarrillos y se leen las revistas. “Y la luna se elevó sobre un campo abierto”, cantan Simon y Garfunkel, y sus voces transmiten tanto el asombro de presenciar ese fenómeno como la melancolía que tal vista puede provocar en un viajero cansado. De hecho, las siguientes líneas de Simon dejan al descubierto el alcance del dolor de su personaje: “Kathy, estoy perdido”, dije, aunque sabía que ella estaba durmiendo “Estoy vacío y dolorido y no sé por qué”, con esa confesión, se convierte en uno más en una larga lista de vagabundos que salen al camino abierto para llenar los vacíos en sus almas. Y ahí está la clave de la canción igual que él y su pareja, hay muchas otras personas que buscan el Sueño Americano. O más bien, lo que une nos une a todas las personas de la tierra, es que salen fuera de casa para poder cumplir sus sueños, aunque más importante es el hecho de que, al llegar al final de la narración, no se ha acercado más a descubrirla realmente que cuando comenzó su viaje. Y su optimismo menguante a lo largo del camino refleja esta realidad y en cierto modo, es como si estuviera reconociendo que el acto de perseguir el Sueño Americano, es como una búsqueda en vano, no hay que olvidar que esta canción fue escrita durante la década de 1960 cuando muchos tipos artísticos y de espíritu libre como Simon & Garfunkel se desilusionaron en términos de qué era exactamente Estados Unidos y qué tenía para ofrecer.

La Lengua Popular - Andrés Calamaro (Mes Andrés Calamaro)


Normalmente cerramos el mes dedicado a un artista con alguna de sus últimas obras, tras un recorrido que cronológico en el que repasamos sus discos más representativos, pero en el caso del #MesAndrésCalamaro, y tras haber arrancado con discos tan excelsos (Alta Suciedad) como impactantes (Honestidad Brutal) y desproporcionados (El Salmón), sentíamos que en el cierre era necesario también terminar en lo más alto. Tras varios años más bien erráticos en los que alternó nuevas propuestas con revisiones de cancioneros populares argentinos y de otros países sudamericanos, volvió al lugar que le correspondía con La Lengua Popular (2007), un disco tan sólido y tan trabajado como lo fue, en su momento,  Alta Suciedad.
Siempre es arriesgado tender puentes o establecer paralelismos con un disco tan emblemático y cargado de éxitos de la talla de Flaca o Loco, pero lo cierto es que existen varias similitudes que posicionan a La Lengua Popular a la altura de aquel primer disco tras la ruptura con Los Rodríguez. En primer lugar, no puede quedar sin mención la más que evidente mejora en la calidad del sonido y de las interpretaciones de los músicos, algo que se descuidó (a propósito) durante la cocción de El Salmón. Trabajar con un elenco estable de buenos músicos de sesión le dio al disco una homogeneidad y un acabado final en el que apenas se encuentran fisuras, dejando al oyente con la sensación de estar ante un disco grande en el que apenas sobra nada.

Los Chicos es, como lo fuera Alta Suciedad, una canción de arranque en clave de rock de guitarras y estribillos, con grandes momentos para desgañitarse cantando a coro con los ojos cerrados los liberadores y pegadizos "Lo-ro-los" del final. Con los cuchillos en los dientes tal y como menciona en Carnaval de Brasil, Andrés Calamaro pone toda la carne (argentina) en el asador y dispara con sus mejores armas, coqueteando por igual, y en la justa medida, con los tintes rockeros y los ritmos latinos de los que tanto ha bebido a lo largo de su trayectoria, aportando en la mezcla su habitual toque de melancolía y gracejo canalla a unas canciones que suenan más positivas y esperanzadas que en anteriores entregas.

Todas estas virtudes se conjugan y explotan en 5 minutos más, la auténtica obra maestra de este disco, un compendio de chulería, honestidad y sentimiento, en el que se abre en canal y reconoce sus errores ("Tengo cada insensatez, y me puedo equivocar...") antes de declararse profundamente enamorado ("...Pero no me equivoqué contigo"), añorando a la mujer amada en la soledad de una habitación de hotel, desde la que nos regala algunos de los mejores versos de su carrera ("Tengo abierto el minibar y cerrado el corazón, que sólo late por los dos”).

El romanticismo sube en intensidad en Soy tuyo, y Mi Gin Tonic mantiene el tono y aporta una nueva dosis de instrumentación y sentimiento canallesco, pero es con los ritmos de cumbia y la brillante letra de La espuma de las orillas con la que Calamaro vuelve a ponernos los pelos como escarpias ("Como siempre te vas a reír, de algo ganso que te diga yo, y te vas a dormir abrazándote siempre a mí”). Curiosamente, en esta canción vuelve a mencionar el Carnaval como si en algún momento el disco hubiera sido planteado en torno a una idea o temática común, que posteriormente se hubiera quedado en el camino, pero que de nuevo deja un poso de unidad que le sienta genial al disco.

La, de nuevo, sincera y sencilla declaración de amor de Cada una de tus cosas deja paso al ritmo y la temática argentina de Comedor Piquetero y a la sublimación de la filosofía canalla de un personaje al que es imposible no querer, un tipo que en lo más alto de su carrera se autodefine como Sexy & Barrigón ("...una mezcla de virtudes que escasean..."), a medio camino entre "Homero Simpson y Rolling Stone", que consigue al mismo tiempo hacernos sonreír y rasguear nuestras imaginarias guitarras. Con esto ya nos tiene ganados, y el tránsito hacia el cierre del disco es llevadero en De Orgullo y Miedo y, una vez más, sincero y desnudo en La Mitad del Amor.

Para el final nos deja la reflexión y el exceso de Mi Cobain, que bien podía haberse llamado La Lengua Popular, y que parece una declaración de intenciones sobre el tono emocional escogido para el disco. Pese a la referencia a Kurt Cobain en título y letra ("Super-pive cayó con un joint, se veía venir..."), Calamaro se aleja del "permanente peligro de extinguirse de nuevo como la ballena azul" y elije en La Lengua Popular el camino de la felicidad con un último brindis a la vida bohemia ("Mi Cobain no va a sufrir por los demás, y además la lengua popular se va a mojar, para tomar para no olvidar") El disco acaba, y con él el #MesAndrésCalamaro, y no puedo evitar sentir que, con ellos, se va un mes plagado de buenos momentos musicales, que se escapan ya como arena entre los dedos. El mes que viene tocará revisar otro gran artista, y eso debería consolarme, pero... ¿Para qué os voy a engañar a estas alturas? La realidad es que, en estos momentos, "si pudiera mataría por cinco minutos más".

martes, 29 de marzo de 2022

0453.- Jumpin' Jack Flash - The Rolling Stones



"Jack Flash el saltarín" es el protagonista de una de las canciones más míticas de The Rolling Stones. Jumpin' Jack Flash es un retorno a las raíces del blues rock de la banda anglosajona, y tiene la particularidad de que solo llegó a publicarse como single, pese a que lo hizo como anticipo del álbum Beggars Banquet, en el que finalmente no fue incluida pese a ser una de las primeras canciones que se grabaron para ese proyecto junto a Jigsaw Puzzle, Parachute Woman y Child of the Moon (esta última quedó también fuera del disco y acompañó a "Jack Flash el saltarín" como cara B del single). Compuesta por Mick Jagger y Keith Richards, y denominada por ellos mismos como "Delta blues supernatural a la manera del Swing londinense", el sonido diferencial de Jumpin' Jack Flash se benefició de la decisión de Jagger y Richards de hacerse con los servicios del productor Jimmy Miller, que había trabajado anteriormente con The Spencer Davis Group y Traffic.

El potente riff inicial de la canción está emparentado directamente con el de (I can't get no) Satisfaction. Interpretado por Keith Richards, fue fuente de polémica en el seno del grupo porque el bajista Bill Wyman reclamó haberlo compuesto, y se enfadó al no ver reconocida su autoría en los créditos de la canción, que como el resto de temas propios de los Stones llevó la firma de la dupla Jagger & Richards. Con aquel riff inicial en la cabeza, Jagger y Richards se marcharon a casa de este último para componer la canción, y tras pasar la noche intentando encontrar sin éxito una letra que encajara, Jagger se despertó por el ruido que había fuera y vio a un jardinero pasar por la ventana. Sorprendido, preguntó a Richards quién era ese hombre y Keith contestó: "Oh, es solo Jack, el saltarín Jack."

Los peculiares saltitos del jardinero Jack terminaron llevándole muy lejos, porque Jumpin' Jack Flash llegó al primer puesto de las listas del Reino Unido y al puesto 3 en las de los Estados Unidos. La revista Q la posicionó en el segundo puesto de las 100 mejores guitarras en canciones, y la revista Rolling Stone la situó en el puesto 124 de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. Y lo más importante, al escuchar su riff de guitarra hemos saltado todos como Jack el Saltarín en alguna ocasión. ¿No es verdad?

Grandes éxitos y tropiezos: Stevie Ray Vaughan

 

Stevie Ray Vaughan


     Hablar de Stevie Ray Vaughan es hablar no sólo de un magnífico guitarrista, también cantante, compositor y productor estadounidense que fusionó como nadie los géneros blues y rock. Desde la creación de su Double Trouble allá por 1978, se foguea por todo el estado de su Texas natal dando infinidad de conciertos, hasta que en 1982 se le presenta la oportunidad de tocar en el mítico Festival de Jazz de Montreux. Aquel concierto dejó impresionados a todos los allí presentes, incluso a David Bowie, quien se encontraba allí presente. Tanto es así que Bowie contrata a Stevie para que toque en su álbum Let's dance (1983), grabando en seis de los ocho temas que contiene el disco. Ese mismo año comenzaba su carrera grabando su primer álbum de estudio e iniciaba su ascenso a la cima del blues rock, una carrera que estuvo marcada por sus altibajos por sus problemas con sus adicciones, las cuales fue capaz de superar. Stevie conseguía susperar sus adicciones y recuperar su forma con la guitarra, y cuando parecía que todo se le ponía de cara el infortunio volvía a cruzarse con él en forma de accidente de helicópero el 27 de agosto de 1990 y se llevaba a uno de los mejores guitarristas de blues y rock de la historia. Con una discografía que se compone de 6 discos de estudio y uno en directo publicados en vida, entre ellos hay algún que otro altibajo, y si lo que que quieres es iniciarte en conocer la discografía de este excelso guitarrista, vamos a intentar ayudarte recomendando por que discos empezar y cuales dejar para el final si tu presupuesto no da para adquirirlo todo de golpe.

Estás tardando en comprarlo:



Tenemos claro que hay que empezar por su álbum debut, Texas Flood. En 1983, depués de su colaboración con David Bowie se le brinda la oportunidad de grabar su primer disco. El disco es grabado en tan sólo tres días y prácticamente casi todo grabado en directo, sin adornos ni florituras, lo que da una muestra de la calidad de Stevie y su Double Trouble, pues llevaban cinco años batiendose el cobre en directo concierto tras concierto. Texas Flood es un disco extraordinario, sin fisuras, donde Stevie demuestra por qué es considerado uno de los mejores guitarristas que han existido, siendo capaz de coger temas de estilos tan diferentes como funky, blues, rock e icnluso temas infantiles y darles su toque personal llevándoselos a su terreno. Un disco considerado todo un clásico entre los amantes del género. Tampoco puede faltar su segundo álbum de estudio, Couldn't Stand the Weather (1984), confirmando la evolución que se esperaba de él y que su disco debut no había sido una casualidad. Un disco a la altura de su primer álbum que además tuvo una gran aceptación de público y crítica y superaba las cifras de ventas de Texas flood, alcanzando el puesto número 31 en la famosa lista estadounidense Billboard 200

Si te queda pasta, llévate también:



En noviembre de 1986, después de salir de rehabilitación Stevie se había embarcado en la gira de promoción de su álbum en directo Live Alive. Una gira que comenzó con muchas dudas, aunque pronto quedaron disipadas por su buen hacer en directo. Este hecho, unido a que en esa época estuvo sumido en un proceso de separación de su por entonces mujer Leonora "Lenny" Darlene Bailey, hizo que estuviera casi dos años sin escribir y componer material nuevo. Stevie entraba en el estudio de grabación en 1989 dejando atrás sus problemas de adicciones, pero con una dolorosa separación y con muchas dudas sobre sus habilidades musicales y creativas después de alcanzar la sobriedad. Así nace In Step, grabado en 1989, un álbum que demostró que la calidad seguía ahí y que además supuso una gran exeriencia de crecimiento y que generó gran confianza en el guitarrista. Family Style (1990), lanzado un mes después del fallecimiento del artista. Stevie siempre había comentado que le gustaría hacer un disco con su hermano mayor Jimmie Vaughan, y es precisamente lo que hizo, su última grabación de estudio. A pesar de recibir algunas críticas donde se le echaba en cara la falta de estilos personales propios y que las canciones se alejaban demasiado del blues tradicional es una buena oportunidad para disfrutar de la calidad como guitarristas de los dos hermanos. 

Vuelve a dejarlo en el expositor:



Si apenas te queda dinero o ya te has gastado gran parte de tu presupuesto deja para otra ocasión Soul to Soul (1985). Stevie había llegado a un punto en el que su abuso del alcohol y las drogas empezaban a interferir en su música. A medida que avanzaban las sesiones de grabación de este disco en los estudios Sound Lab de Dallas, el guitarrista, al que se le permitió un ritmo más relajado de grabación, empezó a notar una falta de concentración. Los abusos empezabn a hacer mella en esa época, donde Stevie solía llegar al estudio a drogarse y jugar al ping pong. Todo esto desembocó en que cada vez le costaba más cantar y tocar las partes de guitarra. El álbum consiguió acabarse y alcanzó muy buenas cifras, el puesto 34 en la lista Billboard 200 y su certificación de disco de oro, pero adolecía de esa fuerza y energía de discos anteriores. Live Alive (1986) fue grabado tomando material de conciertos dados en aquella época en Austin y Dallas en julio y publicado en noviembre, y como el mismo reconocería más tarde "No estaba en muy buena forma cuando grabamos Live Alive. En ese momento no me dí cuenta de la condición en la queme encontraba. Hubo más trabajos de corrección en el disco de los que me hubiera gustado". Todo un ejercicio de honestidad y sinceridad. 

Si lo que buscas son canciones sueltas: 

Puedes comenzar con esta selección de cinco canciones propuestas por 7dias7notas para ir abriendo boca: 

1. Pride and Joy

2. Cold Shot

3. Texas Flood

4. Crossfire

5. Change It

lunes, 28 de marzo de 2022

0452.- Honey - Bobby Goldsboro

 

Honey, Bobby Goldsboro


     Entra en escena Booby Goldsboro, cantautor estadounidense de pop y country que consiguió una serie de éxitos en las listas de ventas durante la década de los 60 y los 70. En marzo de 1968, con la producción del cantante, productor, compositor y editor estadounidense Bob Montgomery, y del director de cine y televisión británico Jack Gold, publica bajo el sello discográfico United Artist su álbum Honey, a la  postre el más exitoso de su carrera. Dicho trabajo alcanza el puesto número 1 en las listas US Country Albums y el número 5 en la US Pop Charts de Estados Unidos, llegando incluso a tener éxito en las listas canadienses, alcanzando el puesto 41 en dicho país.

Incluido en este disco se encuentra la canción que da título al mismo, una lacrimógena historia que se convertirá también en la canción más exitosa de la carrera de Bobby. La canción fue lanzada como sencillo como adelanto del álbum en febrero de 1968, llegando a alacanzar el puesto número 1 en las listas Billboard Hot 100 Singles Chart y Billboard Hot Country Singles Chart de Estados Unidos. También llegó a situarse en el pueso número 2 en la lista Uk Singles Chart de Reino Unido. La canción fue escrita por el cantante y compositor estadounidense Bobby Russell, quien después de producirla el mismo junto con el componente del grupo Kingston Trio Bob Shane, se la entregó a Bobby Goldsboro para que la grabara. 

Bobby Russell tuvo la idea de escribir la canción al darse cuenta lo que había crecido un árbol durante cuatro años en el patio delantero de su casa. En la canción, una mujer planta un árbol y muere uno años después. Luego la historia relata la historia desde la perspectiva de su marido, quien echa la echa mucho de menos y se acuerda de ella siempre que ve el árbol. Esta melancólica y emotiva canción contó con multitud de fans y admiradores, y curiosamente también con algunos detractores, llegando a aparecer en algunas listas de la peor canción de la historia por encontrarla demasiado sentimental y empalagosa.

domingo, 27 de marzo de 2022

0451.- I got the feelin' - James Brown



El giro estilístico que James Brown dio del soul al funk tiene en I Got the Feelin' uno de sus momentos cumbre. El cambio dio sus frutos en muchas otras canciones, pero como el propio James Brown reconoce en el título de la canción, es aquí cuando se dio cuenta de que realmente estaba consiguiendo ese "feeling" sonoro que tanto había estado buscando, y es por canciones como ésta o la archiconocida Sex Machine por lo que se le recuerda como el "Padrino del funk".

Grabada en 1968 en Los Angeles, en los días posteriores a uno de sus celebrados conciertos de finales de los sesenta, y apoyada en la inclusión en el disco de la fiera sección rítmica que le acompañaba en vivo (con músicos tan relevantes como el saxofonista Maceo Parker o el guitarrista Jimmy Nolan, fue lanzada como sencillo y también como canción principal del disco del mismo nombre, alcanzando el primer puesto de las listas de R&B estadounidenses, y una no menos meritoria sexta posición en las listas de pop más comercial y predominante.

Una de las curiosidades que se recuerdan sobre la influencia de esta canción en las generaciones posteriores de músicos que admiraron la figura y la obra del Padrino del Funk, es que unos imberbes Jackson 5 la interpretaron ese mismo año durante su primera prueba para Berry Gordy, fundador de Motown, con un Michael Jackson de tan solo diez años de edad, clavando las inflexiones vocales y los movimientos de baile del que era uno de sus grandes ídolos.

Cargar la suerte - Andrés Calamaro (Mes Andrés Calamaro)

 

Cargar la suerte, Andrés Calamaro


     En noviembre de 2018 Andrés Calamaro publicaba su demiquinto álbum de estudio en solitario, Cargar la suerte, trabajo que recibió muy buenas críticas por parte de los especialistas en la materia, llegando incluso a ser comparado y poniéndolo a la altura de obras como Honestidad Brutal o Alta Suciedad. No se si se puede realizar dicha comparación, pero lo que si está claro es que Cargar la  Suerte es su mejor disco en los últimos veinte años. Para grabar dicho trabajo Andrés Calamaro se rodea de músicos de sesión consagrados como Mark Goldenberg, Joel Peskin y Brandon Fields, y otros más jóvenes pero con mucha proyección, entre los que se encuentran Aaron Sterling, Eric Kertes o Rich Hinman entre otros.

El disco, tal y como reconocerá el mismo Calamaro, fue grabado de forma urgente, en apenas cuatro días, en los Sphere Studios de Los Ángeles, California. Sin embargo, el hecho de haber sido grabado en tan poco tiempo no es sinónimo de mala calidad, todo lo contrario, pues como el artista argentino reconoce en posteriores entrevistas, esos días fueron memorables, para recordar. Tener en los arreglos a su mano derecha Germán Widemer y en la producción a Gustavo Borner fueron claves para la gran calidad de este trabajo. 

Siempre he dicho que la carrera de Calamaro al igual que el Doctor Jekyll y Mr. Hyde, tiene dos caras, la de sus discos de gran calidad y la de sus discos revirados, largos y excesivos. Por suerte, en Cargar la Suerte nos muestra su mejor cara, la del amable Doctor Jekyll, y nos regala un disco muy compacto y homogéneo, con doce temas donde todo está en su sitio y no sobra nada. El artista argentino nos regala un disco con una producción y un sonido cuidados al máximo, brindando un protagonismo que no suele dar a las guitarras, cosa que se agradece, dotando al álbum de un sonido con tintes de música americana. 



Comienza el disco con Verdades Afiladas, una historia de desazón y desamorel sencillo de apertura que sirve además de presentación para una banda que suena muy compacta. Todo está en sus sitio, un buen tema de corte pop-rock que a la larga se convertirá en uno de los más flojos del disco, lo que da una idea de la calidad de este trabajo. Tránsito Lento, un medio tiempo con tintes de blues rock marca de la casa donde la gran interpretación vocal está muy bien acompañada por el trabajo más que destacable por parte del saxo y de la guitarra slide. Con Cuarteles de Invierno llegamos a uno de los grandes momentos del álbum. Un tema con un toques a Led Zeppelin que ya nos avisan que algo grande está por llegar. Los arreglos de cuerda combinados con las secciones de viento son sencillamente maravillosos. Diego Armando Canciones, un medio tiempo con aires esos toques a música americana que nos acompañarán durante todo el disco y donde el artista hace su particular guiño a los cannabis y al mate. Las Rimas, tema en clave de rap que inmediatamente nos recuerda a temas como su clásico Paloma o Vigilante Medio Argentino. En Siete Vidas vuelve el Calamaro más rockero, con unos riffs muy contundentes y donde las referencias taurinas están presentes. 

En Mi Ranchera nos encontramos al Calamaro más desgarrador, una balada donde el artista se desnuda tan sólo como él sabe hacerlo, y lo hace acompañado de unos magníficos arreglos de cuerda y metal. Falso LV, otros de los grandes momentos del disco, un tema de corte blues rock con unos verso afilados y contundentes donde el artista realiza una soberbia crítica a la intolerancia que rodea al mundo actual. My Mafia con unas guitarras acústicas maravillosas es todo un canto a ese  círculo más cercano que a uno le rodea, ese que nunca falla. En Adán Rechaza vuelve a la senda del rock con riffs afilados y distorsionados, una canción que nos recuerda a esos grandes temas del rock argentino. Egoístas, con un sonido muy americano donde la base del tema está construido por el órgano Hammond y la brillante melodía vocal. Calamaro tiene en este corte por momentos ese sonido tan característico que hizo tan famoso a Los Rodríguez. Cierra este disco Voy a Volver, un tema con toques dylanianos y con un gran final orquestado. Un cierre a la altura de un magnífico disco y toda un declaración de intenciones, pues como bien reza el título del disco, volvería en 2021 para dejarnos su último trabajo hasta la fecha, Dios los Cría, pero eso es otra historia...

sábado, 26 de marzo de 2022

0450.- Luckie - Laura Nyro

 


Cantante nacida en el Bronx, por lo tanto, creció en la caldera multirracial de la Gran manzana de los postreros 50 y tempranos 60, y fue una de las primeras en dar cumplida respuesta a una gran cuestión, apenas esbozada antes. ¿Cómo te enfrentas a la vida si eres una mujer cabal en una sociedad tan pujante e innovadora como era entonces la neoyorquina? Pues salvaguardando tu sensibilidad. Laura Nyro recibió su educación musical en las calles del Bronx, donde salía de noche y se unía a los diversos grupos de doo-wop o grupos de chicas que animaban las calles, fue una de las primeras músicas que desafió el mito de la autenticidad, mientras escuchaban su voz, la mayoría de la gente creía que era negra, pero no, Laura era blanca, aunque deseaba ser negra, eso estaba fuera de discusión, y expresó su frustración con fuertes golpes de piano, y una voz poderosa e impredecible siempre fluctuó entre la ternura y la violencia. Aún confiando en el piano como su principal herramienta interpretativa, Laura incorporó cambios de ritmo, escalas modales, timbres inéditos y amplió la estructura convencional de la canción con desarrollos internos, haciendo con la balada algo similar a lo que The Incredible String Band estaba haciendo con la canción folk rock. Lanzó su primer disco en 1966 a la muy tierna edad de 19 años y se retiró a los 24 por falta de respuesta. ¿Todo puede suceder tan rápido? Bueno, parece que sí, sobre todo si lo que te importa es expresar tu interno carrusel emocional y te traen ‘al pairo’ otras consideraciones comerciales que no sean las puramente artísticas. Mientras tanto, artistas de lo más diverso hacían millones versionando sus composiciones. Su cancionero se convirtió en uno de los más cotizados de la época, tanto que su manager vendió los derechos comerciales a sus espaldas, ante la falta de éxito personal de su protegida.

 

Quizás lo más representativo de su música lo encontramos en su segundo álbum, Eli And The Thirteen Confession. Y nos vamos a detener en Lucky que comienza como una balada habitual de Nyro: ricamente texturizada y estilizada, pero impregnando la rabia y la pasión a través de los poros. Con una duración de dos minutos, la canción procede a subvertir todas las leyes de la apetecible teoría de la canción de Carole King. El ritmo se acelera, incorporando una acentuación sincopada, Laura se agita y “La confesión” termina con un bello motivo circular al piano. Pero curiosamente, la canción nunca parece estar en proceso de una transfiguración radical. Solo con su voz crea gran parte del atractivo de la canción, a veces triste, quejumbrosa, a veces alegre y chirriante, pero en todo momento infinitamente humana.  Si bien está un poco lejos de lo que estamos acostumbrados, es sin duda alguna, una balada exquisita.

viernes, 25 de marzo de 2022

0449.- The Garden of Earthly Delights - United States of America

0449 - The Garden of Earthly Delights - United States of America 

The Garden of Earthly Delights fue una de las mejores canciones del único álbum de los United States of America, y uno que son bastante fuerte y estaba repleto de innovación electrónica por la que la banda United States of America era más famosa. 

La melodía comienza con un sonido de teclado inclasificablemente extraño, tal vez el de un clavicémbalo electrónico, mientras que ondas escalofriantes y espeluznantes de frecuencias electrónicas del espacio exterior se modulan hacia arriba y hacia abajo. Se establece un ritmo similar a una jungla tribal, llevado por el bajo de Rand Forbes, mientras Dorothy Moskowitz canta una melodía hipnótica que, como presagia el título, el cual en realidad nunca se canta en la canción, y su letra que representa un jardín de delicias terrenales, o la mayoría probablemente el jardín del Edén mismo. 
Este Edén, sin embargo, es tan peligroso como tentador, y uno cuyos jardines venenosos, como señala con frialdad Moskowitz, son tanto letales como dulces. 

Arrestantes swoops electrónicos flotan por toda la pista, pero se vuelven particularmente explosivos en la parte final de los versos, cuando Moskowitz exclama "los encontrarás en sus ojos", la electrónica bombardea y burbujea como si estuvieran desapareciendo en el horizonte. Después del último verso, su voz se eleva de una manera especialmente fantasmal cuando comienza a sonar una melodía encantadora de serpientes, que no se escucha en ninguna otra parte de la canción, que quizás signifique la serpiente del jardín del Edén. 

The Garden of Earthly Delights tiene un sonido deliciosamente siniestro, tal vez reflejando la tentación que, cuando cedió, llevó a la humanidad fuera del jardín, una letra bastante ambiciosa para una canción pop o tal vez las delicias y peligros de la psicodelia. experiencia. La línea "los encontrarás en sus ojos" después de que se detallan todo tipo de horrores también podría sugerir las peligrosas tentaciones de una mujer, y cualquier acusación de misoginia podría atenuarse por el hecho de que la letra fue coescrita por una mujer.

Daniel 
Instagram storyboy 

Disco de la semana 268: Dirt - Alice in chains

 


Hoy hablamos de uno de los álbumes de rock más aclamados por la crítica al que acompaño una jugosa cifra de ventas, uno de los grandes exitos de principios de los 90, solo superado por Nevermind de Nirvana en el movimiento grunge. Si algo destaca este álbum es sobre todo sus caulidades temáticas, por encima de las musicasles, en el fondo es una obra maestra temática, o como antaño se llamaba, un álbum conceptual sobre la adicción a la heroína y sus efectos. Dirt ofrece una mirada cruda, desesperanzada y aterradoramente real de la vida de un adicto indefenso y sin esperanza. Layne Staley era tan esclavo de la heroína en 1992 como lo fue unos años más tarde cuando se llevó su carrera y luego su vida.

 

Inicia el álbum con Them Bones después de algunos riffs portentosos y un breve verso, irrumpe la canción y es casi un ligero alivio cuando se compara con la mayoría de Dirt . A pesar del humor negro de la canción, escucharla ahora, 30 años después de la grabación, ciertamente tiene una capa adicional de conmoción. Reflexionar sobre tu inminente muerte cuando llevas una cida de exceso no puede considerarse una predicción descabellada, viendo el destino de un gran número de los protagonistas del grunge. Dam That River le permite a Alice in Chains demostrar su heavy metal, accesible y extremadamente cabreado. Layne Staley, en muchos sentidos, es dueña de este número en particular, cantando de forma despectiva, los riffs al nivel de Godzilla de Jerry Cantrell y la percusión de Sean Kinney en particular lo acompañan perfectamente. Rain When I Die la descubrimos después de los dos primeros trallazos del álbum y se trata de la única canción del disco firmada por los cuatro componentes de la banda. Quizás se trata de la canción menos representativa de este discazo, pero a un servidor se le eriza el bello cada vez que la reproduzco. Será por algo. La intensidad con la que se vive esta canción sobrepasa lo épico. La pesadez apocalíptica de los seis minutos arranca con una pausada intro con guitarra distorsionada que sobrepasa el primer minuto de duración. La entrada de los coros de Layne introducen el riff principal que se irá repitiendo a lo largo del corte. El trabajo de guitarra es soberbio mientras que la batería pierde la batalla en una canción no pensada para este instrumento. El bajo cobra una tonalidad oscura que se desliza pesado en todo el corte. Sickman se caracteriza porque va cambiando entre versos contundentes y estribillos lentos y arremolinados, una gran canción en la que se te presenta la mente que tiene un adicto, te detienes en la letra y compruebas lo oscura que puede llegar a ser, tiene un ritmo de batería mecánico y cae en ese bosque inicialmente antes de expandirse en un descanso lento, como un vals. 


Rooster es la canción más alternativa, y quizás la más fuerte en general del álbum, es lenta y malhumorada con guitarras rasgueadas profundamente saturadas de coros que luego dan paso a guitarras penetrantes, distorsionadas y pesadas. Líricamente, la canción pinta un cuadro magistral del padre de Cantrell y su experiencia en Vietnam. La alternancia constante entre los versos de ensueño y los estribillos explosivos captura magistralmente los altibajos del combate, especialmente la experiencia en primera persona en Vietnam. Junkhead es una mirada al interior de las primeras etapas de la mente de un adicto. Inicia una narrativa donde vemos a Staley enamorándose de las drogas como una alternativa a la vida normal y luego descendiendo al infierno de la adicción. "Junkhead" es el tonto errante en las primeras etapas de su caída. No tiene la intención de glorificar la adicción o la heroína en absoluto. Dirt es una mirada brutalmente honesta a los pensamientos suicidas de Staley que nos esta diciendo que quiere volarse la cabeza, dicho con la cruda honestidad con la que se comprometió desde el principio de su formación. Se esforzaron conscientemente por una sinceridad brutal en su música, que es una de las cosas que los convirtió en uno de los actos más duraderos de la era grunge. "Dirt" no menciona específicamente las drogas, pero se ha identificado como parte de la narrativa de la heroína que es el segundo lado de Dirt., por lo que es justo sugerir que la locura descrita es, al menos en parte, la locura de la adicción, en la que Staley ya estaba profundamente involucrado en ese momento de su vida. God Smack sigue la misma temática de la droga, pero aquí es totalmente cruda, y tiene momentos en que se reprocha su adicción y la recrimina hablando en primera persona “¿Qué demonios has hecho? Métete en el brazo para divertirte de verdad, para que tu enfermedad pese una tonelada”. 


Iron Gland es principalmente ruido disonante y gritos de los miembros de la banda, pero al final de la pista, alguien dice rápidamente "Redrum", que parece ser una referencia a la película de Stanley Kubrick El Resplandor ("Asesinato" al revés). Hate to Feel es una curiosidad dentro del álbum y casi suena como si perteneciera a algún tipo de ópera rock. Angry Chair es una canción sobre la infancia de Layne Staley , el concepto de la "silla enojada" que se menciona en la canción proviene de cuando su padre lo castigaba sentándolo en una silla frente al espejo. Sin embargo, le da la vuelta y lo convierte en algo metafórico, donde la letra trata sobre la edad adulta. Down in a Hole contiene unas guitarras de estilo ochentero (únicas en el disco) y mantiene un ritmo de batería muy lento a cargo de Sean Kinney , dejando todo el movimiento a las guitarras y el bajo. Cantrell al principio dudó en presentar la canción a la banda, sintiendo que podría ser demasiado "suave", pero sorprendentemente obtuvo una respuesta positiva, la cancion habla sobre las inseguridades y dudas que tienes cuando estas llevando una relación amorosa. Cierra el álbum con Would? una canción que trata sobre la rehabilitación y sus consecuencias. La última parte de la letra se pregunta si el futuro es más prometedor. El guitarrista Jerry Cantrell escribió esta canción para el difunto cantante principal de Mother Love Bone, Andrew Wood, una figura muy influyente en la escena musical de Seattle. Wood murió de una sobredosis de heroína en 1990. Dos de sus compañeros de banda en Mother Love Bone, Stone Gossard y Jeff Ament, formaron Pearl Jam. Cantrell escribió que la canción trata sobre Wood, pero también sobre aquellos que juzgarían los problemas de drogas de Wood. "Siempre odio a las personas que juzgan las decisiones que toman los demás", escribe Cantrell. "Así que estaba dirigido a personas que emiten juicios".

Dicho todo esto, el álbum fue un éxito de crítica y, a menudo, se considera uno de los mejores discos de rock de la década de 1990. Aunque el estatus y la producción artística de la banda continuaron durante la mayor parte de la década, los problemas subyacentes nunca desaparecieron realmente. La banda dejó de hacer giras poco después del lanzamiento de Dirt, Staley más tarde también desapareció de las grabaciones y el grupo nunca alcanzó su potencial. Quizás si Layne hubiera podido encontrar el control de sí mismo y la banda hubiera permanecido unida, habrían madurado para alcanzar su máximo potencial. Ciertamente nunca sabremos en qué podrían haberse convertido. Pero que eso no desmerezca el hecho de que seguían siendo una muy buena banda a la que el rock actual le debe mucho.

jueves, 24 de marzo de 2022

1 artista, 3 canciones: Tears For Fears.

Iniciamos una sección en el blog donde hablaremos brevemente la carrera de un artista y resaltaremos vuestros tres temas favoritos, la elección como casi siempre será a través de nuestras redes sociales, en el twitter de @7dias7notas donde cada 7 días os solicitaremos que nos dejéis vuestras tres canciones de un artista que la redacción propone.


TEARS FOR FEARS 

Dúo Británico de New Wave formado por Roland Orzabal y Curt Smith, con 7 álbums de estudio, el ultimo publicado en este año 2022. Su carrera da inicio en 1980, en aquel momento el nombre de la banda era Graduate, posteriormente lo cambiarían por el de History of Headaches, hasta que definitivamente se quedaron con Tears for Fears. Fueron años donde publicarían algunos singles con una escasa repercusión. En 1981 firman con Phonogram Records y rápidamente en 1983 sacan al mercado su álbum debut, bajo el título de "The Hurting", con apenas 21 años marcan el camino de la música de los años 80, aunque no eran puristas de los sintetizadores, es difícil imaginar que el synthpop e incluso el darkwave hubieran ido en la misma dirección oscura y sofisticada que tomaron sin la presencia de Tears for Fears, este álbum sirve como puente entre los nuevos románticos como The Human League y sonidos más oscuros de la talla de Depeche Mode o Clan of Xymox. 

En 1985 graban su gran éxito, "Songs from the Big Chair", uno de los álbumes mas importantes de los 80, Shout y Everybody Wants To Rule The World son dos sencillos inolvidables que dominaron las ondas de radio en 1985 y aún se escuchan, fueron sin dudas los temas que todos recordamos del grupo, pero Songs From The Big Chair también ofrece otras joyas ocultas, como la hermosa y malhumorada pista I Believe o la inquietante The Working Hour

Pasarían 4 años hasta que Tears For Fears volvieran a lanzar una nueva producción. Es así como en 1989 nace "The Seeds of Love". Roland Orzabal y Curt Smith recortaron los sintetizadores y eliminaron toda la percusión electrónica, entregando un álbum lleno de clase y alejándose de sus primeros sonidos. Destacan distintas colaboraciones, en Woman in chains, Phill Collins toca la batería y Oleta Adams hizo una gran contribución al álbum con su voz y su interpretación ocasional del piano, la encontramos en las dos primeras pistas, también en Woman In Chains y The Badman's Song. El disco logró ser un éxito mundial, llegando al primer puesto en Inglaterra y al Top 10 americano, y vendiendo millones de ejemplares. Después de The Seeds of Love, Orzabal y Smith discuten por diferencias creativas y deciden disolver el grupo e iniciar sus carreras independientemente.

Siete años más tarde Orzabal, vuelve a editar otro álbum como Tears for Fears, esta vez bajo el título de "Raoul and the Kings of Spain" (1995), un trabajo más contemplativo que revela su herencia española, mostrando así una nueva influencia musical latina, dotado de algunas melodías encantadoras que podemos encontrar en canciones como Falling Down, Sketches Of Pain o Los Reyes Catolicos, mientras tanto la canción principal de apertura, Humdrum And Humble como Don't Drink The Water son números más estimulantes que funcionan muy bien. 

Tuvo que pasar casi una decada para encontrar en el mercado "Everybody Loves a Happy Ending" (2004). Después de la separación y de la guerra fría que tuvieron, Roland Orzabal y Curt Smith finalmente se reconciliaron y sacaron el primer álbum bajo el estandarte de Tears For Fears en nueve años, y el primero con Smith desde The Seeds Of Love, podríamos pensar que volverían al synth pop temprano de The Hurting pero nada mas lejos de la realidad, es álbum es una continuación de The Seeds of Love y un homenaje a The Beatles, facturando un disco lleno de melodías soleadas y bastante digno.



En este 2022 y cuando nadie se lo esperaba publican "The Tipping Point", la muerte de la mujer de Roland Orzabal se cierne sobre estas canciones como el fantasma del que hablan en el tema principal. ¿Es este el mejor álbum que han hecho? No, ese honor todavía se lo lleva uno de los dos primeros, aunque esos discos tampoco son perfectos. Y, sin embargo, este es su mejor álbum desde Seeds of Love de 89, y la narrativa se suma a la profundidad de estas canciones.


VOTACIONES

Nuestros amigos se han decantado sin duda por los dos grandes estandartes de su segundo album, dando como favorita Everybody Wants To Rule The World aunque a poca distancia encontramos Shout, en tercer lugar un empate entre Mad World, Woman in Chains y Change. Mencion especial para un curioso tema titulado Elvis should play ska.

1.- Everybody Wants To Rule The World: ¿Una canción pop con letras filosóficas que exploran la eterna batalla del hombre entre el autocontrol y los deseos y cómo pueden implicar la destrucción personal y social? Inaudito. "Everybody", es quizás considerado el pináculo de la carrera del grupo y el más representativo de su sonido general. Es el punto medio entre la oscuridad, la psicoterapia influenciada por The Hurting y el pop humanista y soleado de The Seeds of Love . 

2.- Shout: Puede no ser tan inteligente como "Everybody Wants to Rule the World", pero compensa con creces su falta de complejidad lírica con uno de los ritmos más estruendosos de todo el pop de los 80. La botella de vidrio que se rompe y la percusión del cencerro combinados con esa enorme caja de ritmos hacen que cada compás de esta canción sea absolutamente cautivador. La canción es tan abrumadoramente grande que logra que su tiempo de ejecución de seis minutos parezca increíblemente corto
 
3.- Woman in Chains: Debajo de un instrumental exuberante, tan suave como una nube, se esconde una de las canciones socialmente más vanguardistas que jamás se haya convertido en un éxito del Top 40 de EE. UU. Roland reflexiona sobre el lugar de las mujeres en el mundo y presenta posiblemente su mejor combinación de música y letras hasta la fecha. La canción comienza pequeña pero se construye extremadamente bien. 

0448.- Who Needs The Peace Corps? - Frank Zappa

 

Who Needs The Peace Corps?, Frank Zappa


     Frank Zappa concibió con sus Mothers of Invention el tercer álbum de estudio, we're Only in It for the Money, como un álbum conceptual. Con este disco Zappa pretendía realizar toda una sátira de la clase política, tanto de derecha como de izquierda, así como de la cultura hippie. Y fue capaz de ir más allá realizando su particular sátira del Sgt. Peppers Lonely Hearts Club Band de los Beatles. No hay más que fijarse en la portada de dicho álbum, una portada donde colaboró el mismísimo Jimi Hendrix. Este álbum fue concebido por Zappa como parte de un proyecto llamado No Commercial Potential, que incluía además los discos Lumpy Gravy, Cruising With Ruben & The Jets y Uncle Meat.

We're Only in It for the Money abarca rock, música experimental y rock psicodélico, con segmentos instrumentales que se derivaron de de las sesiones de grabación de su segundo álbum de estudio, Lumpy Gravy (1967), y que fue publicado inicialmente como un disco instrumental en solitario, más tarde fue reeditado y publicado después de Only in It for the Money por el propio Zappa con sus Mothers of Invention

Este disco fue grabado a caballo entre los estudios Capitol de Hollywood, y los Mayfair y los Apostolic estudios de Nueva York. Mientras Zappa grababa este álbum experimentó con multitud de técnicas de grabación. Como ejemplo de esos experimentos, Zappa descubrió cuando grababa en lo estudio Apostolic que las cuerdas del piano de cola que allí había resonaban si una persona hablaba cerca de esas cuerdas. Se le ocurrió entonces poner a varios oradores cerca de las cuerdas para que improvisaran diálogos utilizando temas propuestos por Zappa. Artistas como Rod Stewart, Eric Clapton y Tim Buckley se prestaron a participar en dicho experimento. El sello discográfico Verve censuró varias partes de temas y pistas sin el consentimiento, participación o permiso de Zappa, algo que molestó mucho al artista, tanto que se negó a aceptar premio alguno alegando que "Prefería que el premio se lo entregaran al tipo que modificara el disco, porque lo que se escucha reflejaba más su trabajo que el del propio Zappa".

Incluido en el álbum se encuentra el tema Who Needs the Peace Corps?, un tema que refleja perfectamente la idea que tenía Zappa en la mente, realizar toda una sátira de los movimientos flower power y hippie de la época. Zappa lo hace desde la perspectiva de un joven poco sincero que viaja a San Francisco para participar en el  movimiento del Summer of Love. Toda un crítica a aquellas personas que seguían la moda hippie llevando avalorios de cuero por todo el cuerpo, el pelo largo y fumando marihuana, sin importar reflejos sociales y opinión política alguna. La canción fue interpretada en directo por Zappa y sus Mothers durante los primeros años de la banda, dejando de hacerlo al desvanecerse el movimiento hippie.

miércoles, 23 de marzo de 2022

0447.- Koeeoaddi there - The Incredible String Band


The Incredible String Band fue grupo pionero de folk psicodélico británico fundado en Edimburgo, Escocia en 1965 por los multiinstrumentistas y compositores Robin Williamson y Mike Heron, con el banjoista Clive Palmer. Las raíces de la banda se encuentran en el dúo acústico de folk/bluegrass Robin WILLIAMSON (guitarra, voz) y Clive PALMER (banjo), quienes comenzaron a actuar juntos en el área de Edimburgo, Escocia, en 1963. El dúo agregó al músico folclórico multiinstrumentista Mike Heron y tomó el nombre de INCREDIBLE STRING BAND después de ser descubierto por el legendario productor Joe Boyd en 1965. El grupo resultante fue firmado por Boyd para Elektra Records en 1966 y lanzó un debut de estudio aclamado por la crítica. Pero cuando Palmer dejó la banda para un largo viaje a Afganistán y más tarde a la India, los dos miembros restantes se disolvieron. Se reformarían un año después como dúo con Williamson agregando varios sonidos nuevos y exóticos como oud, gimbri y tamboura como resultado de sus propios viajes al este (en Marruecos). Esto se convirtió en el núcleo de un grupo que, junto con la novia de Williamson, Licorice McKechnie, los artistas invitados y el miembro ocasional a corto plazo demostrarían ser bastante prolíficos y exitosos. La banda lanzó una docena de álbumes a partir de 1967 y realizó numerosas giras ante multitudes cada vez más grandes. La reputación de la banda mejoró durante estos años gracias al fuerte respaldo de íconos musicales como Bob Dylan, Paul McCartney o Robert Plant (quien una vez afirmó que Led Zeppelin aprendió su oficio al escuchar un álbum de ISB).

Sin duda su mejor trabajo fue The Hangman's Beautiful Daughter donde Robin Williamson y Mike Heron se encargan de la mayoría de las melodías vocales en este disco, y tienen una cualidad fascinante, casi parece que estás siendo hipnotizado mientras lo escuchas, es cierto que tiene un estilo de canto poco ortodoxo, y puede parecer un poco desagradable escucharlo por primera vez, pero a medida que profundizas, descubres que las voces son excepcionalmente complementarias a la música en cuestión. Las canciones en sí son difícilmente pegadizas y tienden a entretejer atmósferas y estados de ánimo. Sa primera canción, Koeeaddi There, (el título proviene de tiradas aleatorias de un dado) es una de las canciones más encantadoras y únicas que puedes escuchar, una delicatesen, tanto lírica como estructuralmente, todo fluye a la perfección realizando una música de cuento de hadas para adultos. A veces, una canción puede hacer su propia magia, y no me refiero a la "magia" o una canción pop perfecta o la forma en que una canción captura perfectamente un momento "mágico", me refiero a la magia ritual, del tipo que los practicantes podrían etiquetar como magia verdadera, es fácil escuchar esta canción como una especie de ritual misterioso si te la tomas en serio.


On the Rock - Andrés Calamaro (Mes Andrés Calamaro)


On the Rock - Andrés Calamaro #MesAndresCalamaro

En el mes de Andrés Calamaro vamos con su duodécimo álbum que fue editado en el año 2010. 
Este su duodécimo álbum titulado On the Rock, Calamaro vuelve con una propuesta donde aparecen un colaboradores en sus canciones y las ya acostumbradas interpretaciones de Calamaro. Los estilos que el artista introduce en el álbum, están sujetos a diferentes estilos como el flamenco, la cumbia, la ranchera, el funk o el rap, mientras que las segundas se basan, sin miramientos, en el rock de toda la vida. 

También las letras se mueven entre las explícitas y las metafóricas y Calamaro se muestra inspirado por momentos, mientras que en otras le cuesta el encaje de los versos.

On the Rock, producido por Candi Caramelo Avelló  un habitual de la banda de Andrés Calamaro al bajo y Guido Nissenson otro nombre familiar para los seguidores, es un disco exuberante en cuanto a sonido y rico en texturas. El título parece provocador con los puristas del género, ya que aquí tienen presencia la cumbia y la ranchera, el rap y el flamenco, siendo uno de los álbumes más eclécticos de un músico ya de por sí valiente y desprejuiciado.

On the Rock empieza con Barcos, una canción con sabor flamenco y portuario colaboran el vocalista Diego el Cigala y Niño Josele a la guitarra, con una letra misteriosa que habla de destinos errantes, tal vez de la emigración, tal vez de los amantes. Dirá Calamaro al respecto “La escribí pensando en la amistad que permanece, y en medio de la letra hay una interferencia onírica que es la imagen del interior del barco de esclavos; aun así acepto un nuevo desarrollo o interpretación; no tengo la última palabra con mis letras, pueden reorientarse, son de todos; está escrita en primera persona y la primera persona es cada uno”.

Continúa Te extraño es una épica y anhelante pieza con alma de bolero, dominada por el piano y en el que El Langui aporta un recitado. El El pasodoble de los amigos ausentes, guitarrero y con aire a Los Rodríguez, es nostálgico y según Calamaro supone “una carta de despedida a un Madrid marginal, donde hay poca diferencia entre el vendedor y el cliente”.

La canción Todos se van, con puro sonido Calamaro y recubierto de almíbar, hace referencia a la levedad y, parafraseando a Sr. Chinarro, parece el lamento de quien solo lee “fechas de caducidad”. Precisamente de la necesidad de aprovechar el tiempo y superar las crisis internas trata. Los divinos, una oda al camino, personal e intransferible, que a veces da vértigo pero es lo único que el ser humano tiene: “y no existen los destinos / ni siquiera los divinos / Desafinan los metales / sin principios ni finales”. Colaboran en el tema Rubén y Leiva, ya ex Pereza.

Con un tono más rockero vuelve con Flor de samurai, obra a medias de Calamaro y Gringui Herrera, guitarrista y fiel escudero del músico durante prácticamente toda su carrera. Supone una continuación lógica de Los divinos, invitando a no perder tiempo en rencores y seguir adelante: “qué satisfacciones / a tan alto precio / si olvido mi desprecio”

Insoportablemente cruel, paradójicamente, es ciertamente despechada y rencorosa, aunque quizá no tan demoledora como avisa el título. Se va por los sonidos del jazz y colaboran la exitosa banda de rap fusión Calle 13 y el fantástico trompetista Jerry González, aquí con sordina. También destaca el soberbio piano de José Reinoso. La cumbia Tres Marías hace referencia Charo, la hija de Andrés, que tuvo con la actriz argentina Julieta Cardinali. Vicentico colabora en esta bonita canción.

Te solté la rienda, un clásico de la ranchera obra de José Alfredo Jiménez que en España popularizó a finales de los años 90 el grupo mexicano Maná, es aquí revisitado por Andrés con la ayuda de otro habitual del género, Enrique Bunbury, digerible aunque imposible de comparar a la versión del maestro. Me envenenaste devuelve las guitarras al primer plano, y parece ironizar con épocas pasadas de Calamaro, el reverso de canciones como “Crucificame”. 

Gomontonera, otro rock poderoso, retoma el tema de la emigración: “por tierra en un tren de promesas, y por mar en gomón y patera”. El perro, quizá un homenaje a Ramones, mantiene el ritmo vigoroso. Firma la letra el poeta argentino Marcelo “Cuino” Scornik, colaborador habitual de Calamaro. El texto es reivindicativo, mandando un recado al país natal del músico: “Qué lástima, Argentina / eras un bizcochuelo / ahora eres gelatina”.

Con On the Rock Andrés Calamaro continuaba el camino trazado en el quizá más afinado “La Lengua Popular”, y tras años de vaivenes en lo creativo desde las grabaciones caseras de “El Salmón” hasta los discos de versiones del folclore latinoamericano, encauzaba su talento en una línea reconocible. Este duodécimo álbum no será como lo que nos está acostumbrado a dar un artista tan versatile como Andrés Calamaro, pero no podemos dejarlo pasar de lado. 

Daniel 
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martes, 22 de marzo de 2022

Grandes éxitos y tropiezos: Arctic Monkeys



Nuestro siguiente protagonista en la serie de artículos sobre Grandes Éxitos y Tropiezos es el grupo Arctic Monkeys, formado por unos chavales de Sheffield que nos devolvieron la esperanza en el rock alternativo justo después de que el globo de sus admirados The Strokes se nos acabara pinchando un poco. A lo largo de su carrera, los Arctic Monkeys han sufrido una evolución bastante drástica, y son el perfecto ejemplo de por qué esta sección es necesaria. Aquellos que busquen en los últimos discos la fiereza de las guitarras de sus primeras obras se llevarán una sorpresa que podría no resultarles agradable, y lo mismo ocurriría si alguien, enamorado de la sofisticación y los guiños crooner de los últimos discos, buscara esas señas de identidad en sus primeras entregas ¿Quieres comprar un disco de Arctic Monkeys? Esta es nuestra propuesta para que vayas sobre seguro.


Estás tardando en comprarlo: 

Whatever people say I am, that's what I'm not (2006) está considerado uno de los mejores discos de debut de una nueva banda, y en su momento muchos compararon el movimiento sísmico del aterrizaje de los "monos árticos" con el shock que en su momento produjo la aparición de los mismísimos Beatles. Con el tiempo, la euforia se fue rebajando y quedó claro que aquellas comparaciones no eran reales, pero el reconocimiento al talento de los Arctic Monkeys y de sus líder y frontman Alex Turner se ha mantenido casi intacto (a pesar de algún tropiezo que contaremos más abajo). El disco es una sucesión imparable de enérgicas y descaradas canciones de rock urgente y por momentos desenfrenado. Canciones como The view from the afternoon, I bet you look good on the dance floor, fake tales of San Francisco, Still take you home o When the sun goes down siguen haciendo que la adrenalina se dispare cada vez que las interpretan en concierto o suenan en la radio o en los pubs, recordándonos que con este disco dieron un golpe seco y duro sobre la mesa, haciendo saltar todos los vasos. Mi disco favorito de los de Sheffield, el que siempre quiero poner en el coche pero no me dejan, porque mi mujer y mis hijos prefieren poner el Favourite Worst Nightmare (2007).


El título de aquel primer disco era totalmente premonitorio (Lo que sea que la gente dice que soy es lo que no soy), ya que los Monkeys fueron alejándose paulatinamente de la urgencia y las guitarras a máximo volumen que les caracterizaba con cada uno de sus discos posteriores. Esta transformación de violento gusano a virtuosa mariposa se fue cocinando a fuego lento y disco a disco, y los frutos más brillantes se recogieron en el álbum AM (2013), en el que influenciados por bandas como The Black Keys (con los que compartieron gira) entregan un disco de rock con influencias cercanas al blues y a sonidos más propios de bandas estadounidenses. Siguen siendo rotundos en temas como R U Mine, y alcanzan la perfección con Do I wanna know, pero hay temas más pausados como Arabella, Why'd you only call me when you're high o I wanna be yours, en los que una electricidad más comedida combina en su justa medida con la nueva sofisticación reinante.


Si te queda pasta, llévate también:

Favourite worst nightmare (2007), la continuación del excelso disco de debut, refleja las dudas y los miedos al difícil segundo álbum, y como el grupo se debatía entre el continuismo de las canciones de la primera parte (Brianstorm, Teddy Picker, D is for Dangerous, Balaclava y la que para mí es su mejor canción, Fluorescent adolescent) y los primeros signos de evolución y cambio en la segunda parte del disco, que sin embargo y salvo excepciones (Do me a favour y, sobre todo, 505) dan sensación de pérdida de fuelle en un disco que en su primera mitad mantiene el nivel de su predecesor. Las cinco primeras son las favoritas de mis hijos, y suenan siempre en bucle en los viajes en coche. Las otras dos son las favoritas de mi mujer en ese disco, y tienen por tanto también un hueco en cada viaje.


Si Favourite worst nightmare (2007) era una transición evidente y marcada por dos caras bien diferenciadas, en Humbug (2009) esa transición ya se ha producido y el cambio es mucho más impactante. Las nuevas canciones se tiñen de una oscuridad y aspereza que en algunos momentos recuerdan incluso a The Doors (Potion Approaching) y la voz de Alex Turner suena mucho más grave y madura en algunos de los mejores temas de la banda, como My Propeller, Crying Lightning y, sobre todo, Cornerstone, la auténtica joya del disco. Su continuación Suck it and see (2011) no es un mal disco, pero de nuevo Turner y compañía se enfrascan en una nueva búsqueda que no maduraría hasta AM (2013). En el camino, entregan un disco correcto pero que no tiene ni la potencia de los primeros, ni la aspereza de Humbug, ni la calidad del mencionado AM. Quizá no llegue a la categoría de tropiezo, pero no es el mejor disco para adentrarse en el universo de los monos árticos.

Vuelve a dejarlo en el expositor:

Tranquility Base Hotel & Casino (2018) es un disco controvertido al que los fans de Arctic Monkeys dieron la espalda muy pronto. Tras varios años en los que Turner había estado más pendiente de su proyecto paralelo The Last Shadow Puppets, y planteándose incluso comenzar una carrera por su cuenta, el gran tropiezo fue sacar este disco bajo el nombre de la nave nodriza, cuando en realidad era un proyecto en solitario y unas canciones que estaban compuestas con un piano electrónico en la soledad de su casa de Los Angeles. El resultado es un disco en el que los teclados predominan sobre unas guitarras que se quedan en secundarias o inexistentes en la mayor parte de los temas, con un interesante enfoque conceptual, basado en la vida de una imaginaria y vieja estrella del rock, que vive sus días de decadencia amenizando con su piano a los clientes de un hotel-casino en la Luna.

El sonido del disco combina de manera brillante el lado crooner del personaje con la decadente atmósfera de sofisticación electrónica propias de semejante lugar en la Luna, y si esta obra viniera firmada por el David Bowie más experimental, o por el propio Turner como propuesta en solitario, habría sido reconocido y valorado de mejor manera, gracias a buenos temas como Star Treatment, Tranquility Base Hotel and Casino o Four out of five, pero firmado por los Arctic Monkeys dejó a todo el mundo extrañado y con la sensación de estar ante un tropiezo y una caída de la que tendrán que levantarse. Mientras lo hacen, y aunque el destino de nuestro viaje nunca sea la Luna, nosotros seguiremos poniendo sus discos en el coche, hasta que el frío del ártico haga que los monos vuelvan a juntarse al calor de sus guitarras.


Nuestro TOP 5

 1 - Fluorescent Adolescent
2 - I bet you look good on the dance floor
3 - Do I wanna know
4 - Cornerstone
5 - Crying Lightning