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miércoles, 26 de febrero de 2025

Hardwired... to Self-Destruct - #MesMetallica

 

Hardwired... to Self-Destruct


     Con su décimo álbum de estudio, Hardwired... to Self-Destruct, cerramos el mes dedicado al grupo estadounidense Metallica, grupo que desde su creación en 1982, ha generado un gran número de seguidores y sus álbumes de estudio han encabezado de forma constante la lista Billboard 200 de Estados Unidos. Fue grabado entre mayo de 2015 y agosto de 2016 en lo Metallica's HQ Studios de San Rafael, California, bajo la producción de Greg Fidelman, y de Lars Ulrich y James Hetfield, y publicado el 18 de noviembre de 2016  bajo el sello discográfico Blackened Records.

Fue el primer álbum de estudio de Metallica en ocho años después de Death Magnetic (2008), marcando la brecha más larga entre álbumes de estudio en la carrera de la banda, y su primer álbum de estudio lanzado a través de Blackened Records. Hardwired... to Self-Destruct fue el sexto álbum de estudio consecutivo de Metallica en debutar en el número uno en el Billboard 200 de Estados Unidos , vendiendo 291.000 unidades en su primera semana y encabezando las listas en 57 países El álbum recibió críticas generalmente positivas de los críticos, incluso el baterista de Metallica, Lars Ulrich, llegó a clasificar el álbum en el año 2020 como el mejor de la banda. 

El germen del álbum comenzó en el año 2011, cuando el grupo se juntó en un estudio con el productor Rick Rubin. El grupo daría forma a ese proyecto cinco años más tarde bajo la producción de Grag Fidelman. Hardwired... to Self-Destruct marca el primer álbum de estudio de la banda que no presenta contribuciones de composición de Hammett desde que se unió a la banda en 1983 antes de la grabación de Kill 'Em All . En 2015, Hammett había perdido su teléfono en el aeropuerto de Copenhague, el cual contenía casi 250 ideas de riffs.  Dado que Hammett no hizo una copia de seguridad de los datos, afectó su aporte creativo para el nuevo álbum y tuvo que comenzar de cero nuevamente mientras que  Hetfield y Ulrich tenían material para las canciones". El único crédito de escritura de Trujillo en el álbum fue la introducción de ManUNkind, que luego dijo que fue escrita como un tributo al ex bajista de Metallica Cliff Burton. En cuanto a las letras, siguen un tema general de nihilismo y pesimismo. El título, "Hardwired... to Self-Destruct", proviene de una frase que Hetfield escuchó. "Alguien me dijo el otro día, y se me quedó grabado, 'Hardwired... Hardwired to Self-Destruct'. Así que es como que no importa lo que hagas en tu vida, realmente estás tratando de no seguir ese camino que tal vez estás programado para seguir"



Entramos en meteria y abre fuego Hardwired, con un sonido trash metal de la vieja escuela del que el grupo nos tenía acostumbrados en sus inicios. Fue lanzada como el primer sencillo del álbum el 18 de agosto de 2016, y es una de las canciones más cortas de la banda, con solo unos tres minutos de duración. Las letras pesimistas de la canción se centran en el concepto de una civilización consumida por la paranoia, el dolor y la locura. Si bien el concepto inicial de la canción era representar la idea de que las elecciones y los errores que comete una persona son parte de quiénes son, se ha interpretado de diferentes maneras, como las adicciones a las drogas, la sobredosis, o incluso representativa del clima geopolítico de 2016, particularmente el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos de ese año. Atlas, Rise! fue el primer sencillo del álbum y fue promocionado con una máscara de Halloween Hardwired de edición limitada gratuita en las tiendas de discos participantes que contenía un código de descarga especial para poder acceder a la canción 30 minutos antes del lanzamiento público completo. En cuanto a la letra, Hetfield se refiere a Atlas, la figura mitológica griega qe fue condenada por Zeus, por su participación en La Guerra de los Titanes, a sostener el cielo con ss hombros. En Now That We're Dead James Hetfield canta sobre alguien cuyo amante ha muerto y espera con ansias que se reencuentren en la otra vida. Sobre Moth into Flame James Hetfield afirmó que Amy Winehouse le sirvió de inspiración para la canción después de haber visto el documental Amy de 2015. "La canción se inspiró un poco en el documental de Amy Winehouse, 'Amy'. Cuando lo vi, me entristeció mucho que una persona tan talentosa como ella cayera en la fama. Pero, hasta cierto punto, veo esa mentalidad reflejada en la vida diaria"... "'Moth Into Flame' es bastante literal. En estos días, todo el mundo [tiene] una obsesión con ser famoso. Ser popular. Ya sea en tu cuenta de Facebook o caminando por la calle, viendo a alguien haciéndose selfies mientras camina por la calle. ¿Como qué? ¿Qué estás haciendo?". En definitva, canción inspirada en la forma en que tantas personas en la sociedad moderna viven todos los días luchando por ser reconocidas y amadas. Dream No More contiene referencias al Mito de Cthulhu, que es una mitología y un universo ficticio compartido , que tiene su origen en las obras del escritor de terror estadounidense H. P. Lovecraft. Halo on fire es La canción más larga del álbum, tiene una duración de 8:15. Sobre la canción, James Hetfield afrimó en la rvista del clubs de fans de la banda lo siguiente: "En 'Halo On Fire' hay una yuxtaposición en todos nosotros, el bien y el mal, y ¿cuándo sale eso, cuándo se muestra? Algunas personas se presentan como verdaderos santos, y cuanto más oscura es su oscuridad, más tienen que presentarse como santos. Así que básicamente te estás alejando del 'tú' real, como si estuvieras compensando todo esto lo que crees que es realmente mmalo"



En Confusion la banda 
explora el concepto de trastorno de estrés postraumático, ya que James Hetfield canta sobre un soldado cuya lucha constante con el TEPT le impide vivir con normalidad. El vocalista y guitarrista explicaba que la condición está muy extendida en la sociedad actual y no se limita solo a las fuerzas armadas, y el trastorno de estrés postraumático está en todas partes, cosas que te pasan en tu infancia, incluso figuras del deporte o cualquiera que use un uniforme, que haya salido y haya retratado una vida de servicio, de dar o de usar la fuerza. La sección instrumental de apertura de ManUNkind presenta al bajista del grupo, Robert Trujillo, tocando con los dedos una línea de bajo melódica junto a la guitarra de James Hetfield. La línea de bajo de Trujillo recuerda al estilo de tocar del fallecido Cliff Burton. Trujillo escribió la sección instrumental de apertura en memoria del ex bajista de la banda, quien murió en 1986 cuando el autobús de gira de Metallica se salió de una carretera helada en Suecia. La letra de Here Comes Revenge se inspiró en dos fans de Metallica que aparecían en los conciertos de la banda sosteniendo un póster de una chica. Cuando Hetfield tuvo la oportunidad de conocerlos, les preguntó por qué, él dijo: "Mi esposa y yo no éramos fans de la banda, pero ahora lo somos. Porque nuestra hija era una gran fan, y un conductor ebrio la mató". sobre ello Hetfield afirmaba: "Ella era joven. ¿Cómo no enojarse? ¿Cómo no querer ir a por alguien? Pero lo que eligieron hacer fue abrazar la música que ella amaba y conocerla a través de la música y conectarse de esa manera. Siguen apareciendo en los conciertos, lo cual me encanta. Ahora somos amigos. Y han superado algo que no creo que yo pudiera superar". Sobre Am I savage James Hetfield explicó a la publicación Rolling Stone Australia que la letra de esta canción impulsada por riffs habla de "darse cuenta de que hay una bestia en mí, y también hay una belleza en mí... de que puedo pasar de ser súper amable a una bestia jodida que no tiene ningún filtro real ni sentido común". Murder One  es un tributo al fallecido líder de Motorhead, Lemmy Kilmister. Según Hetfield "Motorhead tuvo mucho que ver con que Metallica esté aquí ahora. Lemmy como entidad, una especie de figura paterna, nos ayudó mucho. No tenía miedo y era un personaje. Y era él mismo. Todos lo respetábamos mucho. Hizo lo suyo hasta el último aliento. No importa quién seas, ¿cómo no te puedes sentir inspirado por eso?"  Lars Ulrich afirmaba que el hecho de haber segido a Motörhead en sus giras como fans lo ayudó a tomarse en serio a Metallica: "Cuando volví al sur de California, llamé a james y le dje: 'Escucha, tenemos que intentarlo', Motörhead es el catalizador". "Murder One" era el nombre del amplificador favorito de Lemmy en el escenario. Spit Out the Bone es la canción que cierra el álbum. Una canción qe nos habla de las comodidades de los avanes tecnológicos. "Queremos cosas más rápidas, queremos la conveniencia de la tecnología, pero ¿en qué punto la conveniencia se inclina hacia la dependencia? La necesitamos, o de lo contrario no sabemos qué hacer". Nos describe cómo las personas están conectadas entre sí a través de dispositivos móviles y cómo todos se están volviendo más dependientes de la tecnología.

De Hardwired... to Self-Destruct se editó una edición de Lujo en la cual había una tercera cara compuesta 14 canciones, donde se incluye una versión regrabada del tema Lords of Summer, que fue lanzada por primera vez como sencillo digital en su forma demo el 19 de marzo de 2014, varios temas de la banda grabados en directo en 2016 y versiones interpretadas en vivo que sirven como homenaje a Ronnie James Dio y Rainbow (Ronnie Rising Medley (A Light in the Black / Tarot Woman / Stargazer / Kill the King), Deep Purple (When a Blind Man Cries) y Iron Maiden (Remember Tomorrow)

Hardwired... to Self-Destruct es principalmente el trabajo de James Hetfield y Lars Ulrich. Como ya hemo comentado, Kirk Hammett no tiene ni un solo crédito como compositor, ya que el guitarrista perdió un iPhone lleno de riffs justo antes de la grabación, y también se ve disminuido en términos de solos, dejando el álbum como un escaparate para las construcciones musicales de Metallica. Lo que verdaderamente destaca e impresiona de este álbum es el conjunto, el pensamiento y la musicalidad dentro de las composiciones y las interpretaciones, elementos que siempre han estado en el núcleo de la banda y brillan intensamente en este penúltimo trabajo de la banda.

domingo, 23 de febrero de 2025

Death Magnetic – Metallica #mesMetallica


Death Magnetic – Metallica #mesMetallica

En 2008, Metallica lanzó Death Magnetic, un álbum que marcó el regreso de la banda a un sonido más agresivo y técnico después de la controversia que rodeó a St. Anger (2003). Con una producción a cargo de Rick Rubin, este disco buscó recuperar la esencia del Metallica clásico, con estructuras de canciones más complejas, solos de guitarra elaborados y una mezcla de elementos del thrash metal que la banda perfeccionó en los años 80. A continuación, analizamos en detalle este trabajo, explorando su sonido, impacto y legado.

Para comprender la importancia de Death Magnetic, es fundamental recordar en qué punto de su carrera se encontraba Metallica en 2008. Luego de los altibajos de los 90, con álbumes como Load (1996) y Reload (1997) que mostraban un enfoque más orientado al hard rock y blues, la banda sufrió una crisis interna reflejada en el caótico proceso de grabación de St. Anger. Ese disco eliminó los solos de guitarra, utilizó un sonido de batería crudo y fue recibido con críticas mixtas.

Con Death Magnetic, Metallica quería reivindicarse y demostrar que aún podía hacer thrash metal sin sonar como una versión diluida de sí misma. Para ello, prescindieron del productor Bob Rock, quien había trabajado con ellos desde The Black Album (1991), y contrataron a Rick Rubin. Conocido por revitalizar carreras de grandes artistas, Rubin incentivó a la banda a retomar la energía y complejidad de sus primeros trabajos.

Desde los primeros segundos de "That Was Just Your Life", queda claro que Death Magnetic es un álbum con riffs agresivos, cambios de ritmo dinámicos y una producción que intenta capturar la intensidad del Metallica de los 80. James Hetfield ofrece una interpretación vocal potente, Lars Ulrich recupera su agresividad en la batería, Kirk Hammett vuelve con solos rápidos y melódicos, y Robert Trujillo aporta un bajo sólido y preciso.

Sin embargo, la producción del disco ha sido uno de los aspectos más polémicos. Muchos fans y críticos señalaron problemas con la masterización, ya que el álbum sufre del "loudness war", un fenómeno en el que la música se mezcla con un volumen excesivo, sacrificando claridad y matices. Esto es evidente en la sobrecarga de los instrumentos y en la falta de espacio para que cada elemento respire en la mezcla. A pesar de ello, la composición de los temas logra eclipsar en gran medida estos problemas. 

El álbum abre con "That Was Just Your Life", una canción con una introducción sombría que recuerda a "Blackened" (…And Justice for All, 1988), antes de explotar en un riff veloz y cambios de tempo que evocan la era clásica de la banda. Hetfield canta con fuerza sobre la lucha interna y la determinación, estableciendo el tono del álbum.

Le sigue "The End of the Line", que presenta un groove más marcado y un coro pegadizo. Su estructura progresiva y cambios rítmicos la hacen destacar.

"Broken, Beat & Scarred" es una de las canciones más accesibles del disco, con un riff principal contundente y una letra que refuerza la idea de superar la adversidad.

Uno de los puntos más altos del álbum es "The Day That Never Comes", una balada que comienza con arpegios melódicos en la línea de "Fade to Black" o "One", pero que evoluciona hacia un final explosivo con una sección instrumental cargada de energía.

"All Nightmare Long" es uno de los temas más agresivos y técnicamente impresionantes del disco, con una batería intensa de Ulrich y un riff demoledor. Su estructura recuerda a clásicos como "Disposable Heroes" y se ha convertido en una de las favoritas de los fans en vivo.

El álbum también incluye "Cyanide", con un ritmo más groove y una línea de bajo destacada, así como "The Unforgiven III", una variación del tema recurrente en la discografía de la banda, esta vez con una introducción de piano que le da un tono diferente.

Otro momento importante es "Suicide & Redemption", el primer tema instrumental de Metallica desde To Live Is to Die (…And Justice for All), que muestra una faceta más experimental y progresiva del grupo.

El cierre del álbum llega con "My Apocalypse", un torbellino de thrash metal que recuerda a los días más veloces de la banda, con una intensidad que mantiene la energía hasta el final.

Death Magnetic recibió críticas generalmente positivas, con muchos viéndolo como un renacimiento de la banda después de los problemas de St. Anger. La mayoría de los fans aplaudieron el regreso de los solos de guitarra y las estructuras complejas, aunque hubo división de opiniones respecto a la producción. Comercialmente, el álbum fue un éxito, debutando en el número uno en varios países y revitalizando la popularidad de Metallica en la escena del metal.

Además, Death Magnetic marcó la primera grabación de estudio con Robert Trujillo, quien había ingresado a la banda en 2003. Su presencia aportó una base rítmica más sólida y contribuyó a la química entre los miembros.

A pesar de las críticas a la mezcla, el álbum demostró que Metallica aún tenía la capacidad de innovar dentro de su propio estilo. Canciones como "The Day That Never Comes", "All Nightmare Long" y "That Was Just Your Life" se han mantenido en las listas de temas favoritos de los fans y han sido parte del repertorio en giras posteriores.

Death Magnetic no es solo un intento de recuperar el sonido clásico de Metallica, sino una declaración de intenciones: la banda aún puede hacer música pesada, técnica y relevante. Si bien la producción pudo haber sido mejor, la calidad de las composiciones y la energía del álbum lo convierten en una pieza fundamental en la discografía de la banda.

Este disco logró reconciliar a Metallica con una parte de su base de fans que había quedado desilusionada en la década anterior, y sentó las bases para los siguientes trabajos del grupo. Aunque no alcanzó la grandeza de los álbumes de los 80, dejó claro que Metallica todavía tenía mucho que ofrecer.

Death Magnetic es un álbum que simboliza la resiliencia y evolución de una de las bandas más importantes en la historia del metal.

Daniel 
Instagram storyboy 

jueves, 20 de febrero de 2025

Metallica - Reload - #MesMetallica



"¿No te gusta el café? Pues toma dos tazas", pensé al tener que afrontar mi segunda reseña del #MesMetallica. Ya comenté en la reseña de "...And Justice for All" que, aún reconociéndoles el poderío instrumental de muchos de sus temas, no son santo de mi devoción, y aún así siempre es positivo escuchar un disco al que no había dedicado tiempo ni atención antes. Siempre se encuentran cosas, así que no me ha importado "recargar" de nuevo las pilas y lanzarme a la escucha de "Reload" (1997), el séptimo álbum de la banda, que salió al mercado como una continuación natural de Load (1996), y tanto es así que, en un primer momento, la idea original fue lanzar Load y Reload como un álbum doble, pero resultó problemático para el grupo gestionar la grabación de tantos temas a la vez, y optaron por grabar solo la mitad de los temas para una primera entrega, y reservarse la otra mitad para el siguiente disco.

¿Es entonces Reload un conjunto de descartes de Load? Hay quién podría verlo así, porque el disco no terminó de convencer ni a crítica ni a público, pero yo apuesto por que el reparto fue algo más equilibrado, porque tampoco fue excesivamente bien valorado su antecesor, y porque canciones como "Fuel", con la que arranca el disco, o especialmente "The Memory Remains" (con la estimable colaboración de Marianne Faithfull, en la que fue la primera canción de Metallica en la que incluyeron a una invitada) están a la altura o incluso por encima de muchos de los temas de "Load".

Quizá no se pueda sacar tanto pecho de temas correctos como "Devil's Dance" o "The Unforgiven II", una innecesaria secuela de "The Unforgiven", que aunque tiene suficiente brillo, inevitablemente deja un regusto a relleno. Son temas destacables que bajan un peldaño el nivel pero que siguen por encima de lo que podría considerarse un descarte. Y en el resto de temas de Reload no se puede hablar realmente de malas canciones, sino más bien de un giro hacia el rock sureño que no fue bien recibido por los fans más clásicos del grupo, y que tampoco logró captar a una hornada de seguidores diferentes, dejando además la sensación de que a canciones como "Better Than You" o "Slither" les faltó un punto de cocción y podrían haber sido más trabajadas y desarrolladas.

"Carpe Diem Baby" y "Bad Seed" mejoran algo el panorama y son buenos temas que, sin brillar en exceso, contribuyen a darle empaque al álbum, pero no ocurre lo mismo con casi toda la última parte del disco, en la que en canciones como "Where the Wild Things Are", "Prince Charming" y, en menor medida "Low Man's Lyric" y "Attitude" es difícil resistirte a la tentación de saltar a la siguiente hacia la mitad de cada canción, hasta llegar a "Fixxxer", que junto a las ya mencionadas "Fuel" y "The Memory Remains" conforma el trío de ases de una partida de cartas de Metallica algo deslucida.

El farol del rock sureño no funcionó, y la falta de ases en la manga de "Reload" quedó al descubierto, pese a lo cual el disco entró inicialmente en el nº1 del Billboard 200, vendiendo más de 400.000 copias en su primera semana, y manteniéndose en la lista durante 75 semanas, aunque en su totalidad solo llegó a los cuatro millones de copias vendidas en Estados Unidos, una cifra agridulce para un álbum de una banda tan relevante como Metallica, que en futuras entregas intentaría retomar su rumbo más clásico, con mayor o menor acierto, como contaremos en las siguientes entregas del #MesMetallica.

jueves, 13 de febrero de 2025

And Justice for all - Metallica - #MesMetallica


No soy especialmente fan de Metallica, así que esta no va a ser la típica reseña de admirador entregado, pero tampoco soy un "hater", así que puede que me quede una reseña de lo más equilibrada y objetiva, que haga "Justicia para todos", tanto para los admiradores más acérrimos como para los que llevan camisetas de Metallica a los festivales pero solo han escuchado el "Enter Sadman" o el "Nothing Else Matters", canciones que no forman parte de "...And Justice for All" (1988), el cuarto álbum de estudio de Metallica.

Antes de empezar con lo que importa, las canciones, contaré aunque no sea relevante que he intentado en repetidas ocasiones, sin gran éxito, cogerle el punto a Metallica. La ocasión en la que más cerca estuve de entrar en el círculo de sus miles de seguidores fue en una época en la que quedaba con un compañero todas las mañanas para acercarle al trabajo. Yo tenía un viejo Volkswagen Polo de segunda mano, equipado con un "radio cassette", y mi compañero trajo durante una semana varios cassettes de Metallica para amenizar el trayecto. Esa fue la mayor dosis de "trash metal" que me he metido por vena en la vida, y reconozco que el grupo tiene canciones con grandes desarrollos instrumentales y solos de guitarra que me llamaron poderosamente la atención, y lo que me frenaba y hoy en día me sigue frenando es la voz y la manera de cantar de James Hetfield, demasiado ruda y plana, sin cambios de intensidad o de registro en comparación con un Axl Rose o un Bruce Dickinson, que me llegan más fácilmente.

Voz aparte, y siendo justo y gran amante de los discos completos, me quedé con la copla de que los más relevantes eran, a mi juicio, "Master of Puppets", el disco negro en el que venían las obligatorias y ya mencionadas "Enter Sadman" y "Nothing Else Matters", y el "...And Justice for all" protagonista de esta reseña. Porque a un disco de letras oscuras, que toca temas como la guerra, la censura, la amenaza nuclear y las injusticias judiciales y de abuso de poder de la clase política, bien se le puede perdonar que Hetfield cante los mensajes como si se hubiera tomado demasiadas jarras de hidromiel y tuviera que conducir a gritos un rebaño de cabras hasta el redil por una escarpada montaña.

Esa es la sensación que me produce escucharle en "Blackened", un tema explosivo y tormentoso que impresiona por su grandioso riff de introducción y su temática apocalíptica, con el que firman un gran comienzo de disco. Es un buen aperitivo para degustar a continuación "...And Justice for All", la canción que da título al álbum, una pieza mayor de su discografía y una crítica mordaz a la corrupción y la injusticia del sistema judicial. Tema de gran complejidad sonora y de grandes cambios de ritmo, y plagado de los grandes desarrollos instrumentales que tanto le alabo a la banda.

Eye of the Beholder explora el tema de la censura y la falta de libertad de expresión, con un ritmo metalero y un estribillo pegadizo. Mantiene la intensidad de los temas del comienzo, pero no brilla con la misma incandescencia. No le ayuda estar en medio de los dos mejores temas del álbum, la ya mencionada "...And Justice for All" y la excelsa "One", probablemente la canción más famosa y relevante del disco, una poderosa balada sobre un soldado herido en una guerra. El desarrollo de la canción es impactante, progresando paso a paso desde una introducción suave hasta un clímax explosivo y memorable.

The Shortest Straw centra su temática en la discriminación social. En la línea de la mayor parte del disco, tiene un rápido y guitarras pesadas, pero es uno de los temas en los que más me cuesta escuchar esa voz ruda y nada melódica. Cuestión de gustos, debo remarcar, para de nuevo no ser injusto con este estilo de cantar, y hay que decir además que el solo de guitarra es intenso y acelerado, y como banda son una auténtica locura.

Harvester of Sorrow tiene un ritmo más lento, y una temática más cercana a la locura y la tendencia a la autodestrucción. La guitarra oscura del comienzo y los riffs pesados le dan empaque y la convierten en uno de los temas más sombríos y acertados del álbum. De parecida temática es The Frayed Ends of Sanity, una inquietante reflexión sobre la lucha contra la locura, con un otro de esos complejos desarrollos musicales con los que, cuando Heffield calla, tanto disfruto. Y seguramente pensaréis que, por lo dicho anteriormente y por ser un instrumental, To Live Is to Die es mi canción favorita del disco. No llega a tanto, porque temazos como ...And Justice for All" y, especialmente, "One" estarían por delante, pero se agradece en la escucha esta pista de inicio de toque clásico y de intenso y sentido homenaje musical a Cliff Burton, el fallecido bajista de la banda, que alterna de manera brillante secciones más melódicas con tramos más pesados.

Con Dyers Eve el álbum llega a su fin, y el último de los muchos argumentos en su defensa bien podría ser que la escucha se me ha hecho bastante más agradable de lo que pensaba que sería cuando me cayó en suerte esta reseña. Buen tema de cierre, en un tono furioso y rápido, y una letra sobre la frustración y la rabia generacional que un hijo siente hacia sus padres.

Como miembro de un imaginario jurado, estaría de acuerdo con un veredicto que ensalzara a este disco como una obra grande, de las mejores de Metallica, y como me ocurrió con Master of Puppets o el disco negro, que llegué a tener en cd y a los que intenté engancharme sin éxito, habría matado por una edición especial de coleccionista en versión rigurosamente instrumental. Si alguien sabe de algún material en este sentido, que me lo cuente en los comentarios, y correré presto a hacerme con una copia. En el fondo es lo que todos buscamos, nuestra propia versión adaptada de la justicia, para que la justicia pueda ser realmente para todos los gustos.

domingo, 9 de febrero de 2025

Metallica - Master of Puppets (Mes Metallica)

 

Master of Puppets, Metallica



     El álbum Master of Puppets de la banda estadounidense Metallica está considerado como uno de los mejores espectáculos de heavy metal de toda la historia. Este álbum demuestra un equilibrio perfecto entre un tempo alto y toques de guitarra moderados con potentes y perturbardores ritmos. Estamos ante una de las bandas de heavy metal de mayor éxito comercial en el mundo. Se estima que ha vendido 120 millones de copias de álbumes, además de haber obtenido varios premios Grammy.

Master of Puppets es su tercer álbum de estudio. Fue grabado entre el 1 de septiembre y el 27 de diciembre de 1985, en los Sweet Silence Studios de Copenhague, Dinamarca, bajo la producción de Flemming Rasmussen y del propio grupo, y publicado el 2 de marzo de 1986 por el sello discográfico Elektra Records. Este fue el útlimo aparecería el bajista Cliff Burton, pues fallecería, mientras se encontraba de gira de apoyo del disco, el 27 de septiembre de 1986 después de que el autobús de gira de la banda se viera involucrado en un accidente en la localidad de Dörarp, Suecia. 



Master of Puppets
 alcanzó el puesto número 29 en el Billboard 200 y recibió elogios generalizados de los críticos, que elogiaron su música y sus letras comprometidas politicamente. Está considerado como uno de los mejores y más influyentes álbumes de metal de todos los tiempos, y se le considera fundamental para la consolidación de la escena del thrash metal estadounidense . En el año 2003 Fue certificado seis veces platino por la Recording Industry Association of America (RIAA) por vender seis millones de copias en los Estados Unidos, y más tarde fue certificado seis veces platino por Music Canada y platino por la British Phonographic Industry (BPI). En 2015, Master of Puppets se convirtió en la primera grabación de metal en ser seleccionada por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos para su preservación en el Registro Nacional de Grabaciones por ser "cultural, histórica o estéticamente significativa". 

En el proceso de creación del álbum, La banda no estaba satisfecha con la acústica de los estudios estadounidenses que estaban sondeando para grabar, y decidieron hacerlo en la Dinamarca natal de Ulrich. Ulrich se puso en contacto con el bajista y vocalista de RushGeddy Lee, para producir el álbum, pero la colaboración nunca se materializó debido a la problematica de poder cuadrar las agendas.  Metallica al final se decantó para grabar el álbum por el productor Flemming RasmussenLa escritura de todas las canciones excepto Orion y The Thing That Should Not Be fue completada antes de la llegada de la banda a los estudios de Copenhague. El productor Rasmussen comentó que la banda había traído las demos de las canciones bien preparadas y solo se tuvieron que hacer ligeros cambios a las composiciones en el estudio. La evolución y sentido de mejorar de la banda quedó patente en este disco, que tardó bastante más tiempo que su disco anterior en grabarse, pues habían desarrollado un gran sentido de perfeccionismo. Sus ambiciones musicales habían crecido, y buen ejemplo de ello fue que Ulrich tomara lecciones de batería y Hammett se pusiera a trabajar con Joe Satriani para aprender a grabar de manera más eficiente.

El grupo quiso evitar la producción pulida y los sintetizadores de los álbumes contemporáneos de hard rock y glam metal, y sus componentes, que tenían reputación de bebedores, decidieron mantenerse sobrios los días de grabación. Hammett recordaba al respecto: "simplemente estaba haciendo otro álbum en ese momento y no tenía idea de que el disco tendría una gama de influencias tan amplia como la que tuvo". También dijo que el grupo estaba "definitivamente en su apogeo" en ese momento y que el álbum tenía "el sonido de una banda que realmente se estaba consolidando, que realmente estaba aprendiendo a trabajar bien en conjunto". 



El diseño de la portada fue obra de Metallica y del mánager musical estadounidense 
Peter Mensch,  y pintado por Don Brautigam. Dicha portada muestra un cementerio con cruces blancas atadas a cuerdas, manipuladas por un par de manos en un cielo nublado y rojo sangre, con un resplandor naranja intenso en el horizonte. En lugar de lanzar un sencillo o un video antes del lanzamiento del álbum, el grupo se embarcó en una gira estadounidense de cinco meses en apoyo de Ozzy Osbourne. La etapa europea se canceló después de la muerte de Burton en septiembre de 1986, y la banda regresó a casa para audicionar a un nuevo bajista. La banda decidió burlarse de las pegatinas de advertencia promocionadas por el PMRC (Centro de Recursos Musicales para Padres), colocando una burlona etiqueta que rezaba: "La única canción que probablemente no querrás reproducir es 'Damage, Inc.'" "debido al uso repetido de la infame palabra "F". Por lo demás, no hay " mierdas", "jode", "mea", "coño", "hijo de puta" ni "chupapollas" en ningún lugar de este disco".

Master of Puppets presenta un enfoque y una interpretación más refinados en comparación con los dos álbumes anteriores, con canciones con múltiples capas y dotadas de una gran destreza técnica. Aunque hay una gran similitud en la secuencia de las pistas con su álbum anterior, Ride the Lightning (ambos abren con una canción de ritmo rápido con una introducción acústica, seguida de una larga canción principal y una cuarta pista con cualidades de balada), la musicalidad en Master of Puppets es más poderosa y épica en alcance, con ritmos ajustados y delicados solos de guitarra, introduciendo un nuevo nivel de pesadez y complejidad en el thrash metal, mostrando canciones atmosféricas y ejecutadas con gran precisión. La voz de Hetfield había madurado desde el grito ronco de los primeros dos álbumes a un estilo más profundo y controlado, pero agresivo.

Las canciones exploran temas como el control y el abuso de poder, y sus letras describen las consecuencias de la alienación, la opresión y los sentimientos de iimpotencia. Comienza el álbum con Battery, que hace referencia a la violencia furiosa. Algunos críticos sostuvieron que el título en realidad se refiere a una batería de artillería, y lo interpretaron como "Hetfield [cantando] una táctica de guerra como el agresor" personificando la destrucción. La canción comienza con guitarras acústicas con un bajo muy pesado que se construyen sobre capas multipistas hasta que se unen a una pared sónica de guitarras eléctricas distorsionadas, para luego romper con riffs rápidos y agresivos . Hetfield improvisó el riff mientras se encontrab de relax en Londres. Master of Puppets es la canción que da título al disco y consta consta de varios riffs con compases irregulares y una sección central bien elegida con un solo melódico. La canción es una clara alusión a las drogas, "el Maestro está moviendo tu hilos, retorciendo tu mente y destrozando tus sueños". Las drogas son el Maestro mientras que el consumidor es el títere. The Thing That Should Not Be está inspirada en el Mito de Cthulhu creado por el famoso escritor de terror HP Lovecraft, con notables referencias directas a La sombra sobre Innsmouth y al propio Cthulhu, que es el tema del estribillo de la canción. Se considera la pista más pesada del álbum, con el riff principal emulando a una bestia arrastrándose hacia el mar. Se perciben las influencias de Black Sabbath en las guitarras, que están afinadas hacia abajo, creando un ambiente lento y melancólico. Cierra la cara B Welcome Home (Sanitarium). La canción se basa en la novela One Flew Over the Cuckoo's Nest de Ken Kesey y transmite los pensamientos de un paciente injustamente enjaulado en una institución mental. La canción está estructurada con guitarras sombrías y limpias alternadas en los versos y riffs pesados ​​y distorsionados en los coros, que se desarrollan en un final agresivo.



Abre la cara B 
Disposable Heroes, una canción contra la guerra sobre un joven soldado cuyo destino está controlado por sus superiores. Con secciones interpretadas a 220 pulsaciones por minuto, es una de las pistas más intensas del disco. El pasaje de guitarra al final de cada verso era la imitación que hacía la guitarra de Hammett del tipo de música que encontraba en las películas de guerra. El riff sincopado de Leper Messiah desafía la hipocresía del teleevangelismo que surgió en la década de 1980. La canción describe cómo las personas se convierten voluntariamente en seguidores religiosos ciegos que hacen sin pensar lo que se les dice. Orion es una pieza instrumental de varias partes donde destaca sobremanera el bajo de Burton. Comienza con una sección de bajo con fundido de entrada, muy procesada para parecerse a una orquesta. Continúa con un riff de medio tiempo, seguido de un riff de bajo a medio tiempo. El tempo se acelera durante la última parte y termina con la música desvaneciéndose. Burton arregló la sección central, que presenta su línea de bajo melancólica y armonías de guitarra de varias partes. Cierra este gran álbum Damage, Inc., que se dedica a despotricar sobre la violencia sin sentido. Comienza con una serie de acordes de bajo invertidos basados ​​en el preludio coral de "Come, Sweet Death" de BachLa canción luego salta a un ritmo rápido con un riff de pedal en E tocado por Hammet. Para dicho riff Hammet fue influenciado y se basó en el grupo Deep Purple.

Aunque Master of Puppets no supuso un paso tan gigantesco como Ride the Lightning (1984), fue el mayor logro de la banda, siendo aclamado como una obra maestra hasta por críticos muy alejados del público principal del heavy metal. También fue un éxito sustancial, llegando al Top 30 y vendiendo tres millones de copias a pesar de una difusión absolutamente inexistente. Es posible que no nos resulte su escucha tan sorprendente como Ride the Lightning, pero Master of Puppets se siente más unificado, tanto temática como musicalmente. Todo en el álbum parece llevado a proporciones épicas (de hecho, las canciones son mucho más largas en promedio), y la banda demuestra tener más control en la dirección del álbum y una gran progresión en su evolución musical.

miércoles, 5 de febrero de 2025

Ride the Lightning de Metallica (1984): Un hito en la historia del thrash metal (Mes Metallica)


Álbum Ride the Lightning de Metallica (1984): Un hito en la historia del thrash metal #mesMetallica

Este mes, dedicado a explorar los álbumes más icónicos, nos sumergimos en el segundo trabajo de estudio de una de las bandas más influyentes del metal: Metallica. Su álbum Ride the Lightning, lanzado en 1984, no solo consolidó a la banda como pioneros del thrash metal, sino que también marcó un punto de inflexión en el género, combinando agresividad, técnica y profundidad lírica en un disco que sigue siendo relevante casi cuatro décadas después.

Metallica, formada en 1981, ya había demostrado su potencial con su debut Kill 'Em All (1983), pero fue con Ride the Lightning que la banda elevó su propuesta a un nivel completamente nuevo. Este álbum no solo es más maduro en términos musicales, sino que también explora temas más oscuros y complejos, desde la pena de muerte hasta la depresión y la destrucción nuclear. Con una duración de aproximadamente 47 minutos, Ride the Lightning es un viaje emocional y musical que todo amante del metal debería experimentar.

El álbum comienza con una introducción engañosa: una suave melodía acústica que pronto da paso a un estallido de riffs rápidos y agresivos. "Fight Fire with Fire" es una declaración de intenciones, una canción que aborda temas apocalípticos y la destrucción nuclear. La letra refleja el miedo y la paranoia de la Guerra Fría, con un mensaje contundente: la humanidad está al borde de su propia destrucción. La velocidad y precisión de James Hetfield y Kirk Hammett en las guitarras, junto con la batería implacable de Lars Ulrich, establecen el tono para lo que será un álbum lleno de energía y crudeza.

La canción que da título al álbum es una obra maestra del thrash metal. Con un riff icónico y un ritmo implacable, "Ride the Lightning" aborda el tema de la pena de muerte, específicamente la silla eléctrica. La letra, escrita desde la perspectiva de un condenado, es desgarradora y reflexiva, mostrando la capacidad de Metallica para combinar agresividad musical con profundidad temática. El solo de Kirk Hammett es uno de los más memorables del álbum, lleno de emoción y técnica.

Una de las canciones más reconocibles de Metallica, "For Whom the Bell Tolls" es un himno del metal que destaca por su pesado riff de bajo, interpretado por Cliff Burton. Inspirada en la novela homónima de Ernest Hemingway, la canción explora temas de guerra, muerte y sacrificio. El ritmo lento pero poderoso, combinado con la voz grave de Hetfield, crea una atmósfera oscura y épica. El uso del bajo como instrumento principal en esta canción demuestra la influencia de Burton en la banda y su capacidad para innovar dentro del género.

"Fade to Black" es una balada oscura y emotiva que marca un punto de inflexión en la carrera de Metallica. La canción aborda temas de depresión, desesperación y suicidio, con una letra profundamente personal y melancólica. Comienza con una suave introducción acústica que gradualmente se transforma en un poderoso crescendo de guitarras eléctricas. Este tema muestra una faceta más introspectiva de la banda, demostrando que el thrash metal no está limitado a la velocidad y la agresividad, sino que también puede ser profundamente emocional y reflexivo.

Con un ritmo frenético y riffs cortantes, "Trapped Under Ice" es una canción que refleja la angustia y el miedo de estar atrapado en una situación de la que no se puede escapar. La letra describe a alguien que se despierta bajo el hielo, incapaz de moverse o respirar, lo que crea una sensación de claustrofobia y desesperación. La energía de la canción es contagiosa, con un solo de guitarra que destaca por su velocidad y precisión. Es una muestra más de la capacidad de Metallica para crear thrash metal intenso y técnico.

A menudo considerada la canción más "comercial" del álbum, "Escape" tiene un enfoque más melódico y accesible en comparación con el resto de las canciones. Sin embargo, esto no significa que carezca de fuerza. La letra habla de la lucha por liberarse de las expectativas y presiones externas, con un mensaje de resistencia y determinación. Aunque no es tan agresiva como otras canciones del álbum, "Escape" demuestra la versatilidad de Metallica y su capacidad para experimentar con diferentes estilos dentro del metal.

"Creeping Death" es una de las canciones más icónicas de Metallica y un clásico en sus conciertos en vivo. Inspirada en la historia bíblica de las plagas de Egipto, la canción combina un riff poderoso con una letra épica y visual. El coro, con su grito de "¡Die!", es uno de los más memorables de la banda. La energía y la intensidad de "Creeping Death" la convierten en un punto culminante del álbum, y su impacto en el thrash metal es incuestionable.

El álbum cierra con "The Call of Ktulu", una instrumental que muestra el lado más experimental y progresivo de Metallica. Inspirada en la obra de H.P. Lovecraft, la canción crea una atmósfera oscura y misteriosa, con cambios dinámicos y un uso magistral de las guitarras y el bajo. Cliff Burton brilla en esta canción, con un solo de bajo que añade profundidad y complejidad a la composición. "The Call of Ktulu" es una prueba más de que Metallica no solo era una banda de thrash metal, sino también un grupo con una visión artística ambiciosa.

Ride the Lightning es un álbum que define no solo a Metallica, sino también al thrash metal como género. Con una combinación perfecta de agresividad, técnica y profundidad lírica, este trabajo demostró que el metal podía ser tanto intelectual como visceral. Desde la furia de "Fight Fire with Fire" hasta la introspección de "Fade to Black" y la épica instrumentalidad de "The Call of Ktulu", cada canción en este álbum es una pieza esencial en la historia del metal. Ride the Lightning no solo consolidó a Metallica como una de las bandas más importantes de su generación, sino que también sentó las bases para su futuro éxito y evolución. Es, sin duda, un álbum que sigue resonando con fuerza casi cuatro décadas después de su lanzamiento.

Si aún no has escuchado Ride the Lightning, este es el momento perfecto para hacerlo. Y si ya lo conoces, ¿por qué no volver a él y redescubrir su poder? ¡Déjanos tus impresiones en los comentarios y cuéntanos cuál es tu canción favorita de este álbum!

Daniel 
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domingo, 2 de febrero de 2025

Metallica - Kill 'Em All (Mes Metallica)

Comencemos la historia de la gran (y realmente lo creo) banda de metal con el danés Lars Ulrich. De niño soñaba con ser tenista como su padre, pero a los 9 años asistió a un concierto de Deep Purple y, como dicen se le encendió la bombilla y cambio su destino. En 1980, Lars se mudó con su familia a California, durante mucho tiempo estuvo fascinado por la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (NWOBHM), y decidió formar una banda, buscaba gente con ideas afines aunque en aquella época, en Estados Unidos, a diferencia de Gran Bretaña, había un silencio sobre el heavy metal y poca gente conocía a las bandas inglesas. A esa llamada acudió James Allan Hetfield, un guitarrista y vocalista que ya había tocado en varias bandas, como la banda de glam rock Leather Charm, la columna vertebral de la futura leyenda estaba lista. Según Hetfield, aunque crecieron en entornos diferentes, surgió entre ellos una conexión casi telepática, y podían entenderse sin palabras. El impulso para hacerse realidad lo dio Brian Slagel, quien decidió lanzar una colección de bandas de metal jóvenes e incluso fundó la compañía Metal Blade Records para este propósito, Lars inmediatamente se sintió ansioso por entrar de alguna manera en los anales de la historia de la música y se le contó a James, ya había una idea de grupo, sólo faltaba componer una canción: Hit the Lights. Este tema está basado en una versión reelaborada de "Leather Charm", con nueva letra, pero necesitaban un guitarrista para el solo. Un hombre negro, Lloyd Grant, llegó en respuesta a otro anuncio, junto con él, los chicos agregaron un par de covers y le entregaron la grabación a Brian, quien dijo que esto era lo mejor que tenía para la futura colección. Ron Quintana, un amigo de Ulrich, sin saberlo ayudó con el nombre del grupo, quería publicar una revista musical, pero no podía decidirse entre dos nombres: "Metallica" y "Metal Mania". El astuto zorro danés lo convenció de que la segunda sonaba mejor, así, se eligió un nombre que indicaba inmediatamente qué tipo de música iban a tocar, y a Hetfield se le ocurrió el ahora famoso logotipo con las primeras y últimas letras puntiagudas. Era diciembre de 1981. La formación la completó el bajista Ron McGovney, con quien James fue a la escuela y tocó en Leather Charm, pero Grant decidió marcharse, tras colocar el anuncio habitual en el periódico, un par de meses más tarde se encontró un sustituto en la persona de Dave Mustaine, a quien no solo le encantaba el heavy rock, sino también Yes y Pink Floyd. Con esta formación, los chicos regrabaron “Hit the Lights” para el recopilatorio “Metal Massacre”, que finalmente se lanzó en junio de 1982. Gracias a él, el grupo se hizo conocido en Estados Unidos, poco a poco, a las versiones que los chicos tocaban en los clubes se fueron añadiendo sus propias canciones. Sin embargo, los oyentes que no estaban muy familiarizados con el metal europeo también percibieron las versiones como composiciones de Metallica. Lo único que estropeó todo fue que el glam rock estaba ganando popularidad en Estados Unidos y los conciertos de metal eran menos rentables.

En julio, la banda lanzó un demo no oficial, "No Life 'Til Leather", que presenta solo sus propias composiciones. La grabación causó sensación en Estados Unidos y llegó incluso a los Países Bajos, aunque estaba lejos de ser ideal, especialmente para una persona moderna mimada por la tecnología digital. El título, tomado de la primera línea de "Hit the Lights", la banda continuó actuando con éxito en Los Ángeles y en el más hospitalario San Francisco, donde incluso una vez llegaron a ser cabezas de cartel. Mientras tanto buscaban un nuevo bajista. Ron cada vez les resultaba más insatisfactorio, no le gustaba el ruido ni la bebida, aunque, a decir verdad, él era quien pagaba todo, pero como respuesta no hubo agradecimiento, solo regaños y bromas estúpidas. Siguiendo el consejo de Slagel, James y Lars fueron al Whisky A Go Go para ver a la banda Trauma. Clifford Lee Burton, su bajista, le parecio ideal, y al día siguiente los chicos lo invitaron y le pidieron que se uniera a ellos. Sabía tocar el piano, le gustaba música completamente distinta (clásica, blues, psicodelia, hard, punk) y las composiciones de Metallica se volvieron más complejas. Mientras tanto gracias al influyente mecenas John Zazula, ya estaban actuando en Nueva York. Aquí es donde empezaron los problemas con Mustaine. James y Dave, quienes competían por la posición de liderazgo, no podían permanecer en el mismo grupo, discutieron varias veces y luego Mustaine empezó a beber cada vez más (incluso cuando conducía) y a causar problemas. James asumió la difícil misión de decirle a Dave que lo iban a despedir. El sustituto de Dave, Kirk Lee Hammett, guitarrista de Exodus, una banda de thrash que alguna vez toco con Metallica, provenía de una familia disfuncional como James, pero también amaba una amplia variedad de música y tenía una personalidad muy tranquila.

En mayo de 1983, los chicos, se instalaron en un estudio en Rochester, Nueva York, para grabar su álbum debut. El título provisional "Metallus Maximus" fue cambiado al más atrevido "Metal Up Your Ass" y se planeó que la portada mostrara una mano con un cuchillo de carnicero saliendo de un inodoro, los chicos se quejaron de que no les permitieron participar en la mezcla, por lo que el álbum no suena como les gustaría. Cambiaron el titulo por la frase sanguinaria "Kill 'em all" reflejaba la actitud de los chicos y el nuevo título encajaba perfectamente con el álbum, cuyos temas principales eran la muerte y la destrucción. Rechazo juvenil al mundo y agresividad ¿qué se puede pedir mas? Si no te entienden, ¿qué más puedes hacer sino golpear a todo el mundo en la cabeza? Por cierto, la portada con el martillo ensangrentado me recuerda a los carteles soviéticos de los años 20. Todas las composiciones del álbum ya eran conocidas por los oyentes de los conciertos, riffs potentes y duros, velocidad, agresividad, pero también melodía, de la que, por cierto, carecían muchos metaleros: estas son las características de este álbum. Era thrash mezclado con velocidad, con un sabor NWOBHM, pero lejos de ser simple y directo. Posteriormente, muchos grupos estadounidenses y alemanes se centraron en este trabajo.

 

Hit the Lights es la primera canción de Metallica, con la que dieron inicio sus primeros conciertos, no es de extrañar que la hayan puesto como la primera canción del album, un fuerte ruido de todos los instrumentos llega a los oídos, luego entra un riff de guitarra, la batería golpea de vez en cuando, y con un grito de “¡Woah!” comienza el metal de alta velocidad, la voz ronca y poco preparada de James puede resultar pesada, siguiendo un ritmo increíblemente rápido suelta palabras, tragándose sonidos, sílabas y palabras enteras. El tema de la canción es simple: “Tocamos metal y lo disfrutamos”, y hay varias composiciones de este tipo en el álbum. Puedes añadir: “¡Y si a alguien no le gusta, entonces mátenlos a todos!” Sin embargo, a los que acudieron al concierto les gustó: los fans se volvieron locos y gritaron, y nuestros jóvenes metaleros hicieron sonar la música aún más fuerte. Todo termina con un instrumental de un minuto y medio: primero los chicos calientan y luego van a todo trote, terminando en un caos general. En The Four Horsemen los chicos demuestran que la velocidad y el volumen no son lo más importante para ellos, la bateria suena con fuerza, dando paso periódicamente a una guitarra, que suena primero en un altavoz, y luego en ambos, sigue una potente sección rítmica y pronto aparecen las voces. La base de la composición fue la composición de Mustaine "The Mechanix", en lugar de una historia sobre un mecánico de automóviles que tenía sexo en el trabajo, James escribió un nuevo texto sobre el capítulo 6 del libro bíblico de Apocalipsis. Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis se acercan y es hora de luchar por tu vida, sus nombres (según la canción) son Tiempo, Hambre, Peste y Muerte, aunque tradicionalmente el primer jinete se llama Guerra. Sea como fuere, la propia Biblia sólo menciona la Muerte. En la sección solista, el ritmo se ralentiza y las guitarras ofrecen pasajes desgarradores llenos de simpatía por la humanidad. En el último verso, Hetfield dice que el fin del mundo sólo vendrá para los pecadores que serán castigados. Por supuesto, la letra puede verse como una metáfora: los cuatro miembros de Metallica planean conquistar el mundo. En Motorbreath la batería suena fuerte y luego la guitarra comienza a tocar riffs potentes, se suma toda la sección rítmica, seguida por las voces. En la letra, la vida se compara con un coche veloz, en el que el héroe avanza a toda velocidad, sin intención de detenerse ni de dar marcha atrás, sólo hay una vida y hay que aprovecharla al máximo, sin escuchar lo que dicen los demás. Por cierto, esta es la única canción con un solo autor (Hetfield) y su tema más corto (unos 3 minutos). Jump in the Fire es el tema más comercial del álbum, la sección rítmica suena brillantemente con excelentes riffs densos. Una vez más, las estúpidas letras de Mustaine tuvieron que ser reescritas para tener un tema sexual, y James cantó desde la perspectiva del diablo, que ve a la gente matándose entre sí y se siente satisfecho al verlo, porque está seguro de que todos terminarán en infierno - por su propia voluntad o la de él. El solo vuelve a ser magnifico y nuevamente los chicos hacen un instrumental al final, esta vez terminando en un diminuendo, como si estuvieran yendo a la clandestinidad. Fue lanzado como sencillo, en su portada mostraba a un demonio risueño rodeado por el fuego del infierno. (Anesthesia) Pulling Teeth es un instrumental original de Burton, el nombre está escrito, de hecho, entre corchetes y guiones, probablemente también para facilitar su memorización. Después de las palabras "Bass solo, take one" (Solo de bajo, toma uno), Cliff comienza a tocar, y no es una exhibición sin sentido, sino una interpretación genuinamente melódica del bajo, que suena como una guitarra principal. Resulta muy interesante y puedes imaginarte tan vívidamente que estas en la silla de un dentista que parece como si estuvieran a punto de comenzar a sacarte los dientes. Lars se une a Burton a mitad de camino, y todo termina con un aullido de bajo.

Whiplash, la batería suena fuerte, pero bajo el aullido repetido de la guitarra golpean más suavemente. Entra el riff y luego viene el ritmo rápido, la letra habla sobre el grupo y sus fans. Nos describen un concierto: se escucha una música potente y alta, los fans mueven la cabeza como si tuvieran un ataque. El nombre hace referencia al trauma que suponen esos movimientos repentinos, algo que puede suceder muy bien, sobre todo cuando se escucha un solo rápido. En el último verso, James dice que después del concierto irán a otra ciudad y "nunca dejarán" de tocar su música porque son Metallica. En Phantom Lord empiezan a sonar los teclados y luego entra lentamente la sección rítmica, un sonido potente golpea al oyente. El protagonista de la letra es el Señor de los Fantasmas, quien, al son del heavy metal, va a conquistar el mundo con la ayuda de sus ejércitos vestidos con chaquetas de cuero. De nuevo, una metáfora bastante transparente. Al final de la canción, Hetfield grita una última vez: "Caed de rodillas e inclinaos ante el Señor de los Fantasmas". Por cierto, Phantom Lord era el nombre de una de las antiguas bandas de James, por lo que es posible que haya decidido inmortalizarla de esta manera. No Remorse comienza fuerte, riffs potentes, solo y luego volvemos a los riffs. Después de un poco de misticismo, volvemos a la realidad. La canción está basada en "Let's Go Rock'n'Roll" de Leather Charm. En la nueva letra, Hetfield canta desde la perspectiva de uno de los soldados que disfruta luchar y no siente remordimientos por ello. El coro es especialmente memorable. El grito "¡Ataque!" En el medio suena simplemente aterrador, mientras los instrumentos aceleran el ritmo. Esta canción esencialmente antibélica termina con un caos instrumental, que muestra muy vívidamente lo que está sucediendo en el campo de batalla, y un breve pasaje de guitarras y batería, como si se estuvieran clavando clavos en los ataúdes de los muertos. Seek and Destroy es brillante, los riffs de guitarra suenan maravillosamente y toda la sección rítmica se va sumando poco a poco. Es memorable cómo el riff primero se escucha solo en un canal estéreo, y luego en el segundo. James tuvo la idea de la composición de la canción de Diamond Head "Dead Reckoning", también influyó mucho su trabajo en una fábrica de papel, donde una vez casi le cortan la mano con un cuchillo, por lo que decidió abandonarlo rápidamente. El texto de esta pieza recuerda a la anterior: nuevamente algunas personas tienen sed de asesinato, pero esta vez no en el campo de batalla, sino en la ciudad de noche, donde buscan a un enemigo. Una vez más, memorable el estribillo: “¡Buscamos para encontrar y destruir!” La sección instrumental central aumenta el ritmo y luego presenta un genial solo de guitarra. El final es Metal Militia, la guitarra aúlla, luego suenan riffs y se suman otros instrumentos. Potente y rápido. Después de algunos cambios de ritmo, Hetfield comienza a cantar. Esta es quizás una de sus peores interpretaciones vocales, con un timbre tan insoportable que apenas lo reconoces. En términos de texto, terminamos con lo mismo con lo que empezamos: cantando las alabanzas de nuestro grupo. James llama a todos los fanáticos a unirse en una especie de "milicia de metal" y lanzarse a conquistar el mundo. El solo inicialmente muestra el speed thrash tal como es, pero hay un par de cambios de tempo aquí también. Es natural que la composición termine con un diminuendo, con el repiqueteo medido de las botas de los soldados y los sonidos de la batalla, con el silbido de las balas y las explosiones. Por cierto, el primer club de fans oficial del grupo recibió posteriormente el nombre de “Metal Militia”.

El álbum debut, aunque se convirtió en un fenómeno en el mundo de la música pesada, se hizo apresuradamente, el sonido resultó ser crudo y sucio, el bajo fue empujado a alguna parte, la rabia del joven Hetfield y sus camaradas se desborda. Desde todas partes, sus letras no brillan por su originalidad, y debido a la terrible ronquera vocal, que puede asustar a algunas personas, generalmente son difíciles de entender. Pero no os preocupéis: el segundo álbum cambiará muchas cosas. Sin embargo, incluso aquí ya se pueden ver destellos de la gloria futura: el tecnicismo, la falta de voluntad para seguir el camino estándar, la capacidad de componer composiciones de varias partes. En general, fue un comienzo decente para los jóvenes de 20 años, que aún tenían mucho por delante, aunque hubo algunos debuts más fuertes en el proceso.