Marianne Ihlen llegó a Hidra junto a su amigo el escritor Axel Jensen, con quien se casaría después, pero tras dos años y con un hijo pequeño, Jensen la abandonó, y poco después el azar hizo que se encontrara de nuevo con Leonard Cohen en una tienda de comestibles, dónde empezó una relación que duraría la mayor parte de la década de los sesenta, época en la que Cohen realizó el tránsito de la vida de poeta a la de músico, y escribió varias canciones y poemas inspirados en su bella musa y pareja.
De Marianne es la foto que aparece en la portada de su segundo disco (Songs from a room) y a ella está dedicado Flores para Hitler, el tercero de los libros de poemas que Cohen publicó. Pero quizá su mayor declaración de amor fueron los versos de esta delicada canción. Ha pasado tanto tiempo, Marianne, pero gracias a la magia de la pluma de Leonard Cohen te seguiremos recordando.
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