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lunes, 25 de marzo de 2024

1180.- Rebel Rebel - David Bowie



"Rebel Rebel" fue el single de lanzamiento del disco "Diamond Dogs" (1974) de David Bowie, publicado el 15 de Febrero de 1974 por RCA Records, con "Queen Bitch" en la cara B. El sencillo fue un gran éxito comercial, llegando al quinto puesto del chart del Reino Unido y al nº 64 del Billboard Hot 100 estadounidense, cumpliendo además su objetivo de impulsar las ventas del disco. Dos fueron las versiones que se grabaron de "Rebel Rebel", una (la más conocida) para el single del Reino Unido, y otra (más corta y con diferentes arreglos) para su publicación como sencillo en USA en Mayo de 1974, con "Lady Grinning Soul" en la cara B.

Escrita y producida por Bowie, y planeada originalmente como uno de los temas de un musical sobre Ziggy Stardust que Bowie acabó abandonando, esta canción de aire proto-punk es probablemente su canción más versionada por otros artistas a lo largo de los años, y el gran culpable de su éxito, y la base central en la que todo el tema se basa de principio a fin, es un pegadizo y stoniano riff de guitarra, que potenció sobremanera una letra considerada como uno de sus últimos himnos glam rock.

"Rebel Rebel" se grabó en una sola sesión de trabajo en los Trident Studios de Londres en las navidades de 1973. Bowie indicó a los músicos que quería que la canción sonara como los grandes temas de The Rolling Stones, e interpretó el riff al guitarrista invitado Alan Parker para que lo ensayaran juntos y le ayudara a perfeccionarlo. Parker lo tocó al completo cuando estuvo terminado, y siempre sospechó que su interpretación del riff durante aquellos ensayos fue la que acabó sonando en la canción final, pero nunca fue acreditado por, presumiblemente, haber tocado uno de los riffs más gloriosos y reconocibles de la historia del rock.

domingo, 24 de marzo de 2024

1179.- Diamond Dogs - David Bowie



"Diamond Dogs" es la canción que da título al octavo disco de estudio de David Bowie, ya sin el apoyo de su célebre banda de acompañamiento de The Spiders from Mars con la que había facturado sus mejores discos de glam rock, y aunque también produjo el álbum él mismo, contó de nuevo con la presencia de Tony Visconti para los arreglos de cuerda y para la mezcla del disco. Al no contar por primera vez con Mick Ronson, Bowie asumió la mayor parte de las guitarras del disco, practicando exhaustivamente cada día hasta llegar al nivel de calidad necesario para la grabación.

La temática apocalíptica de la canción y del disco se basa en la novela "1984" de George Orwell, las obras de Willian S. Burroughs, y un proyecto de musical basado en el personaje de Ziggy Stardust que finalmente Bowie abandonó. Dentro del universo de personajes de Bowie, en "Diamond Dogs" aparece un nuevo alter ego llamado "Halloween Jack", "un gato molón" que lidera a los "perros diamante", una banda de niños salvajes que acampan en los tejados de los rascacielos, con la estética y la actitud que adoptaron grupos punk posteriores como The Sex Pistols, y de hecho Bowie los describió como "pequeños Johnny Rottens y Sid Vicious, pandillas de viciosos encapuchados, con cuchillos y pieles, flacos por no comer suficiente, y con el pelo de colores divertidos".

Publicada en junio de 1974 como segundo single del álbum tras "Rebel Rebel", con una regrabación del tema de 1971 "Holy Holy" en la cara B, fue el single de menos éxito del disco al alcanzar solo el puesto 21 de la lista de ventas del Reino Unido, y no lograr entrar en las listas del Billboard estadounidense. Este pequeño traspiés de los "perros diamante" no le quita relevancia a una canción que está entre las más imaginativas y extrañas del universo creativo del gran David Bowie.

domingo, 28 de enero de 2024

1123.- Sorrow - David Bowie



Grabada originalmente por The McCoys en 1965, no consideraron que "Sorrow" lo suficientemente relevante como para ser un gran éxito, y la publicaron como cara B de su versión de "Fever". Sin embargo, y solo un año después, The Merseys la versionaron y la elevaron al cuarto puesto de las listas de ventas del Reino Unido, y ya entrados los primeros setenta, fue la versión de David Bowie la que la hizo popular a nivel mundial. 

Bowie grabó "Sorrow" en julio de 1973 en el estudio "Chateau d'Herouville" como parte del repertorio de su disco de versiones "Pin Ups", y la publicó como único single de promoción del disco en septiembre de 1973, con la canción "Amsterdam" en la cara B. En la voz de Bowie, la historia sobre una ex pareja de ojos azules y larga melena rubia, a la que el protagonista recuerda con tristeza por su comportamiento extraño y su excesiva tendencia al dispendio y el lujo, llegó a su máxima cota de melancolía y plenitud artística.

"Sorrow" llegó al primer puesto de las listas de ventas de Australia, donde se mantuvo durante dos semanas, y al tercer puesto de las del Reino Unido, permaneciendo en las listas británicas durante 15 semanas. En España no tuvo tanto éxito, pero el single que se publicó de "Sorrow" en nuestro país tiene, como curiosidad para coleccionistas, la particularidad de contener una canción distinta en la cara B ("Lady Grinning Soul"), dotando al conjunto de una, si cabe, mayor profundidad lírica y melancólica.

viernes, 24 de noviembre de 2023

1058.- Time - David Bowie


"Aladdin Sane"
(1973)
es el disco en el que David Bowie sustituyó a "Ziggy Stardust", su alter ego más famoso, por un humano y terrenal "muchacho demente" ("A lad insane") que era en realidad una representación de sus miedos y preocupaciones ante la posibilidad de que los problemas mentales de su hermano fueran hereditarios, y pudieran afectarle a él en algún momento. Una de esas preocupaciones era el paso del tiempo y de la vida, escapándosele inexorablemente como arena entre las manos, y convirtiéndose en el tema central de la intensa "Time", uno de los temas más brillantes e introspectivos del disco.

El cambio de personaje trajo consigo, también, una evolución en el sonido de Bowie, que aunque siguió inmerso en el explosivo glam rock que había caracterizado su anterior obra, impregnó las canciones de Aladdin Sane de marcados tintes "stonianos" , y en particular en el caso de "Time", de una innovadora tendencia a mezclar el glam rock con la teatralidad y el vodevil, en una combinación que resultó de lo más intensa y efectiva.

"Time" es una pieza clave en la historia del disco y el personaje de Aladdin Sane, por su brillante estructura dramática y sus grandilocuentes coros, que le dan incluso un aire a decadente himno cabaretero. Una joya oculta y algo infravalorada de su extensa e interesante discografía, y una de las muchas gemas de un disco en el que Bowie logra hacer de la demencia un arte escénico tan intenso como grandilocuente.

jueves, 23 de noviembre de 2023

1057.- The Jean Genie - David Bowie



The Jean Genie de David Bowie se lanzó en 1972 y fue el sencillo principal de su venerado sexto álbum de estudio, Aladdin Sane. Al describir la canción como “una mezcla heterogénea de música americana imaginada”, la canción se hizo realidad a través de una improvisación en el autobús de gira de Bowie con Mick Ronson ideando el riff icónico. Bowie terminó de grabar la canción en Nueva York mientras pasaba tiempo con Cyrinda Foxe y siempre se ha referido a la canción como su "primera canción de Nueva York", desde entonces se ha convertido en una de las más conocidas de Bowie. Sin embargo, los orígenes de la misteriosa figura descrita en la letra son menos conocidos. Bowie fue influenciado por varias personas, incluidos Foxe y el ícono del punk Iggy Pop, y utilizó “un juego de palabras torpe con [el escritor francés] Jean Genet ” para crear el título.

En el primer verso, Bowie nos presenta a "un pequeño Jean Genie" que "se escapó a la ciudad", refiriéndose a lo que el músico llamó una "persona tipo Iggy". Las siguientes líneas, “Strung out on laser and slash back blazers”, insinúan las locas travesuras en el escenario del líder de The Stooges, como rodar sobre vidrios rotos y cortarse. “Talking 'bout Monroe” nos consolida en una atmósfera claramente estadounidense y muy probablemente se refiere a Foxe, cuyo estilo fue influenciado por Marilyn Monroe. En el coro, Bowie alude a Genet e Iggy, combinándolos en una figura mítica que podrías esperar encontrar en la escena underground de Nueva York. En el verso "vive boca arriba" y "ama las chimeneas" aluden a Genet, conocido por ser homosexual, el escritor fue dado de baja de la Legión Extranjera Francesa por participar en actos sexuales con hombres, Genet se dedicó a la prostitución y al robo. “Chimeneas” es muy probablemente el intento de Bowie de crear imágenes fálicas sutiles. Las siguientes dos líneas son inequívocamente sobre Iggy Pop, ya que describen más de sus hábitos en el escenario: "es escandaloso, grita y berrea", las alusiones continúan cuando Bowie describe a Jean Genie como alguien que “se sienta como un hombre, pero sonríe como un reptil”. Esta es una referencia a  la primera banda de pop anterior a los Stooges, The Iguanas, que ayudó a lanzarlo a una carrera musical. “Ella lo ama, lo ama, pero sólo por un corto tiempo”, recuerda Foxe, quien tuvo una breve relación con Bowie en Nueva York. Foxe protagonizó el vídeo musical de 'The Jean Genie'. 

'The Jean Genie' resume el tipo de figuras míticas encarnadas por músicos como Iggy Pop, que no tuvieron problemas para entregarse al sexo, las drogas (“caminar sobre Blancanieves”) y el rock and roll en los años 1970. Jean Genie es un poco ingenuo (“Pobrecito Greenie”) y abierto a todo (“Es tan ingenuo”). En una entrevista de 2000, Bowie reveló que Jean Genie es un "personaje tipo Iggy... un tipo de niño de un parque de casas rodantes, un intelectual de armario que no querría que el mundo supiera que lee".


miércoles, 22 de noviembre de 2023

1056-. Drive-In Saturday - David Bowie

 

Drive In Saturday, David Bowie


     El 19 de abril de 1973 David Bowie lanza su sexto álbum de estudio, Aladdin Sane. El disco fue grabado entre octubre, diciembre de 1972 y en enero de 1973, coproducido por Bowie y por Ken Scott, y publicado por el sello discográfico RCA Records. Bowie contó con la contribución de su banda de acompamieno, The Spiders from Mars, Mick Ronson, Trevor Bolder y Mick Woodmansey, con el pianista Mike Garson, dos saxofonistas y tres coristas. La mayoría de las canciones fueron escritas mientras Bowie viajaba por Estados Unidos y están influenciadas por las percepciones del artista sobre el país durante el viaje. En cuanto a sonido presenta un aire de glam rock más duro, y las letras reflejan las ventajas del nuevo estrellato y las desventajas, como las giras, transmitiendo imágenes sobre las drogas, el sexo, la decadencia urbana o la muerte. 

Una de las canciones que encontramos en este disco es el tema Drive-In Saturday, lanzado como sencillo una semana antes del álbum, convirtiéndose en un éxito Top 3 en el Reino Unido. El tema está fuertemente influenciado por el doo-wop de la década de los 50, y Bowie nos describe cómo los habitantes de un mundo post-apocalíptico en el futuro han olvidado cómo hacer el amor y necesitan mirar películas antiguas para ver como se hace, una mirada hacia atrás en el tiempo en toda regla. Para su composición, Bowie se inspiró en los áridos paisajes de Seattle, Washington y Phoenix, Arizona, mientras estaba de gira por el país americano. En la letra hace referencia a artistas como el cantante Mick Jagger, la modelo Twiggy o o el psiquiatra y psicoanalista Carl Jung. Originalmente la canción fue escrita por Bowie para el grupo Mott The Hoople, sin embargo fue rechazada por el grupo, lo que provocó el final de la relación profesional entre ambos, y Bowie decidió grabarla para sí mismo. Apenas unas horas después de su composición, el artista ya la estaba estrenando en el escenario, concretamente el Phoenix el 4 de noviembre de 1972.

lunes, 20 de noviembre de 2023

1054 - David Bowie - Lady grinning soul

1055 - David Bowie - Lady grinning soul

"Lady Grinning Soul" es una canción de la legendaria figura musical David Bowie, lanzada en su álbum "Aladdin Sane" en 1973. Esta canción a menudo se pasa por alto en la vasta discografía de David Bowie, pero posee una belleza melódica que merece ser apreciada.

La canción se destaca por su composición única y evocadora. Su inicio suave y misterioso, con un piano melódico y sensual, establece un tono que es inmediatamente cautivador. La voz de David Bowie es suave y emotiva, llevando a los oyentes a un viaje introspectivo. La letra, aunque enigmática, parece hablar de la fascinación por una mujer enigmática, con versos que exudan un aura de misterio y deseo.

La instrumentación de la canción es exquisita. El piano de Mike Garson es el corazón de la melodía, creando una atmósfera de elegancia y sofisticación. La guitarra de Mick Ronson aporta matices adicionales, y la sección rítmica proporciona un pulso constante que impulsa la canción hacia adelante. La fusión de estos elementos musicales crea una sinergia emocional que es inconfundiblemente David Bowie.

"Aladdin Sane" en su conjunto fue un álbum que exploró la dualidad y la transformación, y "Lady Grinning Soul" no es una excepción. La canción representa una amalgama de lo mundano y lo esotérico, creando una experiencia auditiva que trasciende el tiempo y el espacio.

En resumen, "Lady Grinning Soul" es una joya subestimada en el vasto catálogo de David Bowie. Su cautivante melodía, letras misteriosas y ejecución magistral la convierten en una muestra del talento artístico de David Bowie. Esta canción es un recordatorio de que su influencia en la música va mucho más allá de su reconocimiento y que su capacidad para crear música atemporal es innegable.

Daniel
Instagram Storyboy

miércoles, 20 de septiembre de 2023

0993.- 20th Century Boy - T. Rex



"20th Century Boy" es una de las canciones más enérgicas y representativas de Marc Bolan y su banda de glam rock T. Rex. Publicada como single en 1973 y posteriormente incluida en el álbum "Tanx", comparte con himnos anteriores de la banda como "Children of the Revolution" (1972) la temática de la arrolladora juventud, pero en esta ocasión más abiertamente orientada al exceso y el desenfreno característicos de los años setenta, y en un tono mucho más rockero.

Salpicada de crudos y potentes riffs de guitarra, su enérgico ritmo es el marco perfecto para el desarrollo de una historia basada en el día a día de un "chico del siglo veinte" que presume de desafiar las convenciones y el status quo impuestos por una sociedad anclada en reglas que considera completamente pasadas. En lo que puede considerarse una gran oda a la rebeldía y la búsqueda de la propia identidad, el "chico del siglo veinte" de T. Rex vive la vida al máximo y lanza orgulloso su desinhibido grito de guerra contra la monotonía y lo establecido, entre guitarras distorsionadas y pura osadía "glam rock".

Su embrujo y su fuerza se han mantenido hasta nuestros días, y no son pocos los artistas que han cantado la proclama rebelde de "20th Century Boy", y entre ellos cabría destacar la revisión que los británicos Placebo, grandes revitalizadores del glam rock en los noventa y en los primeros años del nuevo milenio, realizaron para la banda sonora de la película "Velvet Goldmine" y para su álbum "Covers" (2003) un disco que comercializaron como material extra de su exitoso álbum "Sleeping with ghosts"), y que llegaron a interpretar en directo junto a David Bowie, el gran tótem del género.

martes, 19 de septiembre de 2023

0992.- Children of the Revolution - T. Rex



"Children of the Revolution" es una de las canciones más icónicas de T. Rex, la banda liderada por el extravagante y desmedido Marc Bolan, uno de los máximos representantes del glam rock de los setenta junto al gran David Bowie. Lanzada como sencillo en 1972, se convirtió rápidamente en uno de los himnos del género, que a su manera buscaba precisamente una revolución cultural y artística en aras de la libertad sexual y de género en los primeros años setenta.

Este gran hit de T. Rex comienza con un distintivo y electrizante riff de guitarra que le da a la canción un toque inconfundible, acompañando a la rotunda y rebelde letra de Marc Bolan, que culmina en la efectiva estribillo de "You won't fool the children of the revolution" ("No engañarás a los hijos de la revolución"), todo un alegato de la revolución y el cambio que aquella generación de jóvenes estaba demandando.

Combinando elementos de rock and roll clásico con guitarras distorsionadas y la casi teatral actitud "glam" de su carismático cantante, T. Rex crearon un auténtico himno de la contracultura musical y social de los setenta, una áspera píldora que pretendía derribar las convenciones arcaicas de la sociedad, para conseguir la libertad cultural, sexual y artística que demandaba toda una generación de jóvenes del momento, representados a la perfección por los "Young dudes" ("chicos jóvenes") de Mott the HoopleBowie o los "hijos de la revolución" de T. Rex.

jueves, 24 de agosto de 2023

0966.- Suffragette City - David Bowie


Grabada en los estudios Trident de Londres como el resto de las canciones que acabarían formando The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972), Suffragette City fue inicialmente ofrecida a la banda inglesa Mott the Hoople, que prefirió grabar "All the Young Dudes" en su lugar. De vuelta al regazo de Bowie, fue incluida como cara B del single de Starman (1972), y en el magistral disco The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, como parte de la historia del auge y la caída del extraterrestre Ziggy Stardust como estrella de rock y profeta de una catástrofe mundial en la Tierra.

Dentro de la historia conceptual del disco, Ziggy Stardust ha dejado ya a los Spiders from Mars, y se ha abandonado a los placeres mundanos del planeta Tierra. En un momento determinado, intenta romper con las malas compañías y los proveedores de sustancias que abarrotan esta particular Suffragette City, pero está tan metido en esa espiral de auto destrucción que, por más que intenta nadar hacia la orilla, las olas le arrastran cada vez más hacia el oscuro interior.

Musicalmente, destacan como en casi todo el disco las abrasivas guitarras de Mick Ronson en un tema de base de rock and roll acelerada con un piano frenético que recuerda a Little Richard pero con el toque oscuro de The Velvet Underground. Bowie incluyó aquí de nuevo un saxofón interpretado por él mismo, con el que terminó de darle el toque mágico a la potente mezcla de esta canción, que con los años llegó a obtener la relevancia que, sin duda, merecía, y acabó siendo publicada en 1976 como cara A de single, con una versión reducida de "Stay" en la cara B, para promocionar el disco recopilatorio ChangesBowie.

miércoles, 23 de agosto de 2023

0965.- Moonage Daydream - David Bowie


"Moonage Daydream" fue grabada originalmente en febrero de 1971 en los estudios Radio Luxembourg en Londres, y llegó a ser publicada junto a la efímera banda "Arnold Corns" creada por Bowie en homenaje a la canción "Arnold Layne" de Pink Floyd. Bowie la regrabó en noviembre de 1971 en los Trident Studios, para incluirla en The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972), como carta de presentación en primera persona del personaje de Ziggy Stardust, describiéndose a sí mismo como un "invasor espacial" y una "perra del rock and roll", un personaje bisexual ha llegado a la Tierra para salvarla del inminente desastre que se anticipa y describe en "Five Years", la canción de apertura del disco.

Musicalmente es un rotundo tema rock influenciado por la psicodelia de los primeros Pink Floyd, con uno de los mejores solos de guitarra del disco, llevado por Mick Ronson hasta el límite en el apoteósico final del tema. Incluye un saxofón tocado por el propio David Bowie y unos apocalípticos arreglos orquestales, como acompañamiento a la música de los Spiders form Mars (Mick Ronson a la guitarra, Trevor Bolder al bajo y Mick Woodmansey a la batería).

En el estudio, el grupo grabó esta segunda versión de la canción en tan solo dos tomas, en una sesión en la que también grabaron los temas "Soul Love" y "Lady Stardust". Con su transgresor mensaje, sus apocalípticos arreglos y el salvaje solo de guitarra de Mick Ronson, se convirtió al instante en una canción mítica de la discografía de David Bowie, considerada por Classic Rock como la tercera de las 10 mejores canciones de la carrera del artista londinense.

martes, 22 de agosto de 2023

0964.- Ziggy Stardust - David Bowie



David Bowie mutó en el primero y más famoso de sus alter egos en The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972), creando el que posiblemente sea el mejor disco de su carrera, un disco conceptual sobre la llegada, auge y caída del extraterrestre Ziggy Stardust y su grupo de acompañamiento, Las Arañas de Marte. Hablamos de uno de los discos más relevantes e influyentes de la historia de la música, y entre las canciones culpables de ese éxito y reconocimiento, está la canción que describe al personaje protagonista y sus aventuras con la banda.

Ziggy Stardust tiene la particularidad de estar cantada íntegramente por David Bowie, pero la letra narra la historia desde la perspectiva de los músicos, que describen como era la vida dentro de la banda y como llegó el momento en que su líder disolvió el grup, y Bowie cambia de tonalidad de voz entre la primera y segunda estrofas, como si realmente fueran distintas personas las que están narrando la historia.

Comienza con un legendario riff de guitarra, de la mano de Mick Ronson, y toda la canción es una efectiva mezcla de guitarras acústicas y eléctricas, sobre una base de bajo y batería, y culmina con todos los instrumentos parando al unísono, para dejar desnuda la voz de Bowie y su nostálgica frase final: "Ziggy tocaba la guitarra", como epitafio de un personaje que llegó a ser tan grande, que le persiguió durante toda su carrera, por más que se empeñara en esquivarle bajo otros disfraces posteriores.

sábado, 19 de agosto de 2023

0961.- Starman - David Bowie

 

Starman, David Bowie


     En 1972 vería la luz el icónico álbum de David Bowie, The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars, también conocido como Ziggy Stardust. Este es el quinto álbum de estudio del artista y es grabado entre julio y noviembre de 1971 y febrero de 1972 en los Trident Studios de Londres, bajo la producción de Kenn Scott y el propio Bowie, y publicado el 16 de junio de 1972 por el sello discográfico RCA Records. Para la grabción del disco Bowie contó con su banda de acompañamiento, Spiders from Mars, compuesta por Mick Ronson, Trevor Bolder y Mick Woodmansey.  Este disco ha sido catalogado por la crítica como un álbum conceptual y una ópera rock. En él, Bowie trata sobre su alter ego, Ziggy Stardust, una estrella de rock ficticia andrógina y bisexual que es enviada a la Tierra como salvadora ante un desastre apocalíptico que se avecina. La mayor parte conceptual del álbum se desarrolló después de que se grabaran las canciones. El glam rock y el proto-punk están muy presentes, y fueron influenciados por bandas como Iggy Pop, The Velvet Underground y Marc Bolan. Las letras nos hablan desde la artificialidad de la música rock, pasando por temas políticos, el consumo de drogas, la sexualidad o el estrellato. 

En esta obra maestra podemos disfrutar del tema Starman, el cual resume a la perfección la temática espacial del álbum. Esta canción fue añadida en el último momento gracias a su potencial comercial como sencillo. En él, Bowie nos habla de la necesidad de preservar la Tierra y no destrozarla a través de un mensajero extraterrestre que nos avisa de las malas noticias que están por llegar sino rectificamos a tiempo. Gran culpa de que esta canción aparezca en el disco es de la compañía discográfica RCA, que había solicitado un sencillo para las emisoras de radio. Así fue concebida Starman, que acabaría reemplazando una versión del tema Roun and Round de Chuck Berry. Una última curiosidad, el coro de la canción está inspirado en la canción Over the Rainbow, que había interpretado Judy Garland, mientras que podemos apreciar otros guiños e influencias de bandas como T. Rex y The Supremes.

domingo, 25 de junio de 2023

0906.- Quicksand - David Bowie



Injustamente considerada en un segundo plano histórico, por llevarse canciones como "Changes" "Life on Mars" o "Queen Bitch" los focos mediáticos del disco "Hunky Dory" (1971), "Quicksand" es una gran joya oculta de aquel álbum, y una de las mejores canciones compuestas por David Bowie a lo largo de su amplia y variada carrera.

Combinando la línea de canciones acústicas como "Space Oddity" y de sentidas baladas de piano y aire grandilocuente como la ya mencionada "Life on Mars", "Quicksand" arranca austera con unos acordes lentos de guitarra acústica, para después tapizarlos con una bella melodía de piano y unos brillantes arreglos orquestales, mientras la canción crece y en el estribillo explota en intensidad lírica y evocadora, en un tema que mezcla magistralmente estructuras de folk y rock con unos brillantes arreglos clásicos.

Al contrario que en "Life on Mars", en la que intentaba evadirse de una realidad en la que sentía uqe no encajaba, en "Quicksand" predomina una búsqueda de la verdad, aunque sea consciente de que ésta puede ser tan resbaladiza y peligrosa como si paseara por las "Arenas movedizas" del título de la canción. Es sin duda una de las letras más introspectivas y poéticas de Bowie, y una muestra más de la genialidad compositiva y el buen oficio de un artista que por entonces estaba tocado por la varita mágica del ingenio y la creatividad musical, todavía muy lejos de que, años después, casi perdiera el paso en las difíciles "arenas movedizas" que para artistas como él fueron los años ochenta.

sábado, 24 de junio de 2023

0905.- Life on Mars - David Bowie



"Life on Mars" es una de las canciones más emblemáticas de David Bowie, un auténtico himno rescatado y arreglado para el disco "Hunky Dory" (1971), a partir de una letra cuyo origen se remontaba a un intento de Bowie de poner letra a la versión en inglés de "Comme d'habitude", canción compuesta en 1967 por Jacques Revaux, con letra de Claude François y Gilles Thibaut, que Frank Sinatra pretendía grabar para el mercado americano e inglés. La adaptación inglesa de Bowie llegó a tener el título de "Even a Fool Learns to Love", pero finalmente fue Paul Anka el que se llevaría el gato al agua, y con su letra se grabó la versión final, que no es otra que la archiconocida "My Way".

Al ser su versión rechazada, David Bowie repescó la poética y surrealista letra, y con nueva música y melodías, la convirtió en Life on Mars, que narra una búsqueda de una manera de escapar de una realidad caótica y confusa a través de la televisión, a través de un personaje en plena crisis existencial, que se plantea si habrá vida en Marte, pero que es también una crítica soterrada a la sociedad y la cultura pop de finales de los sesenta y principios de los setenta, sumergida en el consumismo y la superficialidad que la televisión fomentaba.

El piano y los efectos orquestales la convierten en un grandilocuente y curioso himno espacial, dotado de una gran sensibilidad melódica, y con guiños a "200l odisea del espacio", en especial al "Also Sprach Zarathustra" de Richard Strauss, que formaba parte de la banda sonora de aquella mítica película, y que a su vez se inspiraba en un libro de Friedrich Nietzsche. La interpretación vocal de Bowie es una de las mejores de su carrera, llevando la voz de registros más graves y suaves a momentos de gran intensidad, en tonos muy agudos e impactantes.

El gran Bowie supo reponerse, "como siempre" al rechazo a su letra para la canción de Frank Sinatra, y construir a partir de ella, y mucho más "A su manera", una canción ampliamente elogiada por la crítica, y que se ha convertido en un clásico atemporal de la música moderna, y uno de los himnos más celebrados de la discografía del genial músico británico, experto en convertirnos en astronautas, y en mostrarnos el camino hacia la evasión musical y la estratosfera del pensamiento.

viernes, 23 de junio de 2023

0904.- Changes - David Bowie

 

Changes, David Bowie


     El 17 de diciembre de 1971 aparecepublicado el cuarto álbum de estudio de David Bowie, Hunky Dory. El disco es grabado entre el 8 de junio y el 6 de agosto de 1971 en los estudios Trident Studios de Londres, bajo la producción de Ken Scott y del propio David Bowie, y publicado por el sello discográfico RCA Records.

Tras el lanzamiento en 1970 de The Man Who Sold the World, Bowie decide tomarse un descanso después de tanta grabación y gira. Es durante ese tiempo cuando Bowie se pone a la tarea de escribir canciones nuevas utilizando un piano. Posteriormente el artista reúne a los que serán su banda de acompañamiento, Mick Ronson (guitarra), Trevor Bolder (bajo) y Mick Woodmansey (batería), y se dispone a grabar el material que compondrá su nuevo trabajo, Hunky Dory. También contará con la contribución al piano de Rick Wakeman

Si en su anterior álbum, The Man Who sold the World, Bowie apuesta por un sonido orientado hacia el hard rock, mientras que en Hunky Dory se decanta por estilos como el pop rock y art rock. En cuanto a la letra el artista abarca en este álbum temas como la reinvención artística, el ocultismo, la filosofía de Nietzsche, y además en varios de su temas hace numerosas referencias culturales y literarias. Incluso decide dedicar una canción, Kooks, al a su recién nacido hijo por entonces, Duncan

A pesar de que la mayoría de la prensa musical británica y estadounidense tiene muy buenas críticas de este disco, este no consigue arrancar y no se vende como se espera, no llegando nisiquiera a las listas de ventas. Sería en 1972, después del éxito de Bowie, Ziggy Stardust, cuando Hunky Dory despega y se convierte en un éxito comercial. 

Incluido en este álbum se encuentra Changes, una canción reflexiva sobre como desafiar a tus críticos y dar un paso adelante por tu propia cuenta, sin importar lo que puedan opinar de tí. Toda una declaración de intenciones en una canción que nos habla claramente de la reinvención artística. Bowie escribió esta canción en un momento de su vida en el que estaba pasando por muchos cambios personales. su esposa Angela iba a dar a luz a su hijo Duncan, y el artista estaba muy emocionado por ello. Según el propio Bowie, la canción comenzó como una parodia de un club nocturno, sin embargo la gente siguió cantándola en los conciertos, hasta el punto de que acabaría convirtiéndose en una de sus canciones más populares y duraderas. No se hacía una idea el rtista de como aquella parodia se iba a convertir en uno de sus mayores éxitos. Dos últimas curiosidades de la canción, Bowie tocó el saxo en la canción, y Rick Wackeman, quien más tarde se convertiría en miembro de la banda de rock progresivo Yes, tocó todas las partes de piano, y el piano que utilizado no fue uno cualquiera, fue el famoso Bechstein de 100 años que había en los Trident Studios de Londres, el cual ya habían tenido la fortuna de tocar anteriormente artistas como The Beatles, Elton John o Genesis.

jueves, 22 de junio de 2023

0903- David Bowie - Queen Bitch

0903- David Bowie - Queen Bitch

"Queen Bitch" es una canción emblemática del influyente artista David Bowie, lanzada en 1971 como parte de su cuarto álbum de estudio, "Hunky Dory". Esta canción se destaca por su poderoso estilo glam rock y letras provocativas, que capturan la esencia de la contracultura de la época y el espíritu rebelde que caracterizó a David Bowie a lo largo de su carrera.

Desde los primeros acordes, "Queen Bitch" establece un ritmo cautivador y lleno de energía, con una guitarra eléctrica distintiva que se convierte en una parte integral de la identidad de la canción. La melodía enérgica y pegajosa se combina perfectamente con la voz distintiva de David Bowie, llena de actitud y entrega apasionada.

Las letras de "Queen Bitch" son una mezcla ingeniosa de referencias culturales y desafío a las normas establecidas. David Bowie retrata a una mujer dominante y segura de sí misma, desafiando las convenciones sociales y rompiendo con los roles tradicionales de género. A través de su estilo lírico característico, el artista logra capturar la esencia de la época glam rock, donde la androginia y la liberación sexual se celebraban abiertamente.

La canción se inspira en el sonido distintivo de The Velvet Underground, una banda que tuvo una gran influencia en David Bowie. "Queen Bitch" es un homenaje directo a la música y el estilo de Lou Reed y su banda, pero con el toque único de David Bowie. La energía y la actitud desenfadada de la canción son un testimonio de la habilidad de David Bowie para absorber diversas influencias y fusionarlas en su propio sonido innovador.

"Queen Bitch" es un himno audaz y desafiante que captura la esencia misma de David Bowie como artista. Su estilo y actitud rebeldes se encuentran en la vanguardia de la canción, creando una experiencia auditiva inolvidable. La canción no solo se mantiene como un hito en la discografía de Bowie, sino que también se ha convertido en una de las canciones emblemáticas del glam rock y ha dejado una marca duradera en la historia de la música.

"Queen Bitch" es una joya musical que encarna la energía y la rebeldía de David Bowie. Su sonido distintivo, sus letras provocativas y su entrega apasionada se combinan para crear una experiencia musical inigualable. Esta canción sigue siendo una de las muchas pruebas de la genialidad artística de David Bowie y su capacidad para desafiar las convenciones y marcar su propio camino en la historia de la música.

Daniel
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miércoles, 24 de mayo de 2023

La Silueta: Un relato de música y muerte

 



"Empujado a un misterioso juego de música y muerte por las calles de la imaginaria ciudad de Babylon, el detective Norman Yuste deberá perseguir a un asesino en serie conocido como La Silueta, con la inesperada ayuda del dependiente de una vieja y solitaria tienda de discos. A través de la música, Norman irá acercándose cada vez más a la verdad oculta tras los asesinatos, y a los recuerdos de un pasado doloroso que durante años había mantenido enterrado."

Este es el argumento de "La Silueta", el primer libro que he escrito, tras muchos relatos cortos, reseñas y artículos, firmando como Nevermind en este blog. Como no podría ser de otra manera, la música es un "personaje" omnipresente a lo largo y ancho del libro, así que no hay lugar mejor que 7dias7notas para publicar de manera gratuita el primer capítulo del libro: "La nube negra". Ojalá no podáis dejar de leerlo, porque yo no pude parar de escribirlo.

LA NUBE NEGRA

Cientos de personas iban de un lado a otro, por el largo pasillo del centro comercial. Caminaban como autómatas desprovistos de su propia humanidad. Seres alienados por el poder de las marcas y la publicidad, consumiendo la basura incesante generada por la televisión y las redes sociales, al ritmo implacable del estridente hilo musical de la gran superficie, que no dejaba de escupir banales canciones fabricadas en serie. Así es como lo veía el Sr. Kite, mientras caminaba entre la gente, en aquel reducto estrafalario de lo que, para él, era una sociedad desquiciada y carente de toda conciencia.

No sabía, a ciencia cierta, cómo había acabado allí. Las últimas horas habían trascurrido en una negra nebulosa, en uno de sus ya habituales lapsos de memoria, y no recordaba bien el recorrido previo a su errático caminar actual. Antes de la “nube negra”, estaba seguro de que el director de su oficina le había llamado a su despacho y, tan fría como educadamente, le había comunicado el cese de la relación laboral. A sólo cinco años de la jubilación, la noticia le había caído encima como una losa, bajo la que ahora yacían los restos putrefactos de su carrera profesional, convirtiéndole en un desdichado zombi andante, una triste figura que deambulaba lastimosamente por el pasillo del centro comercial.

Al escuchar el frío y estudiado discurso del director, sintió en un primer momento cómo el aire le faltaba en los pulmones, y pensó que no sería capaz de mantener el control, derrumbándose allí mismo, en el flamante despacho en el que estaba siendo despedido. Pero no lo hizo. En lugar de eso, “aguantó el tipo con dignidad, y en el más completo de los silencios”, según las palabras del propio director, entrevistado por la policía sólo un día después, en el mismo despacho. “Escuchó resignado y con la mirada perdida, con una extraña expresión de vacío en el rostro. Cuando me levanté de mi asiento, él hizo lo propio, y sin mediar palabra alguna, se giró lentamente y salió del despacho. Y eso fue todo. Recogió sus pocas pertenencias y se marchó. No podíamos hacer otra cosa, cuando le daban esos episodios de ausencia era una persona inestable, diría que incluso incontrolable”.

La realidad no hablaba de dignidad, ni de resignación silenciosa, en la manera de tomarse el despido, sino simplemente de “ausencia”. El Sr. Kite no estaba ya realmente allí, en el momento posterior a que el director le anunciara su despido. Como mecanismo de defensa, y cual reflejo vaso-vagal que provoca un desmayo como medida de “desconexión” ante un estado límite, provocado por una infección y la consiguiente fiebre, el cerebro del Sr. Kite evitó la inminente crisis nerviosa concentrando todos los recursos mentales y sensoriales en un solo punto para, de alguna manera, distraer a su dueño de todos los demás estímulos disponibles, y poder así salvar aquella difícil situación sin agravarla. El punto crítico elegido, para tal fin, fue una grotesca mancha de grasa en la cara corbata del director, comprada (ironías del destino) precisamente en el centro comercial en el que ahora se encontraba el Sr. Kite. Tanto se concentró en aquella mancha, que no solo fue la última imagen que su frágil memoria guardó antes del vacío de la nube negra, sino que fue, además, la primera disponible en el momento de volver a la consciencia y observar a los cientos de personas de las que se encontraba rodeado. En ese momento, interrumpió su errante caminar y se detuvo delante del escaparate de una tienda de discos, presidido por un cartel enorme que decía “Liquidación total por cierre”, y pensó: “¿Qué más puede ir mal hoy?”. Entró en la tienda, y vagó por su interior como alma en pena, mirando con desgana los cd’s en las estanterías, y deteniéndose a continuación a mirar en uno de los cajones llenos de vinilos. Mientras rebuscaba, se topó con un vinilo que llamó su atención, y se detuvo a contemplar su portada. Era el disco “The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” en cuya portada David Bowie aparecía solo, en plena noche, junto a la entrada de un portal en un frío callejón londinense. Esbozó una leve y extraña sonrisa, al pensar que así era, realmente, como se sentía en esos momentos. Sólo y a la intemperie, perdido en la fría noche de un mundo que giraba en dirección contraria a la suya.

- ¿Puedo ayudarle en algo? - preguntó una bella y joven dependienta de largos cabellos rubios y ojos del color de la hierba en otoño, que tras el cierre que anunciaba el cartel del escaparate, se llevaría seguramente su belleza natural a alguna de esas franquicias de ropa para adolescentes. O quien sabe si, tras algunos pequeños retoques de interiorismo, la franquicia no acabaría estando en el mismo lugar en el que aquel establecimiento daba sus últimas bocanadas de aire, antes de pasar a mejor vida en el cielo de las tiendas de discos, un lugar cuya existencia aún estaba por demostrarse, al igual que la del resto de los prometidos paraísos con los que el hombre mundano sobrellevaba la angustia de su inevitable temporalidad.

- ¡Cinco años, me quedaban cinco años! – contestó el Sr. Kite.

- Perdone, ¿Qué ha dicho? – contestó ella, extrañada por la respuesta de aquel hombre.

- No, no puedes ayudarme, ya es demasiado tarde – le contestó el Sr. Kite, mientras daba vuelta al vinilo, observando en la contraportada a David Bowie dentro de una típica cabina londinense. ¿A quién estaría llamando en aquel momento? ¿Y a quién podría llamar él ahora, si no tenía a nadie a quién llamar y pedir consuelo? Eran solo preguntas al aire, y sin mucho sentido, que se hizo a sí mismo mientras la dependienta volvía sobre sus pasos, maldiciendo por tener que aguantar a otro pirado más, y conjurándose para resistir los pocos días que le quedaban en aquel empleo. Tenía muchas de sus esperanzas puestas en una entrevista que había hecho días atrás, para trabajar en “Fashion”, una franquicia de ropa y complementos para modernillos y adolescentes, y la ilusión por ese posible nuevo empleo le daba las fuerzas necesarias para sobrellevar la anodina travesía hacia el cierre definitivo de su empleo actual.

El Sr. Kite miró con desgana como la dependienta se alejaba por el estrecho pasillo de la tienda de discos, y devolvió con cuidado el vinilo a su sitio en el cajón. Resopló por un instante, a la altura del umbral de la salida de la tienda, como si necesitara renovar el aire de sus pulmones, antes de sumergirse de nuevo en las profundidades del pasillo central del centro comercial, dónde cientos de autómatas continuaban su incesante trasiego de una tienda a otra, y luego a otra y… ¿Por qué no otra más?

En el centro de aquel gran pasillo, varias personas esperaban la llegada de uno de los dos grandes ascensores a los que daba acceso esa zona, para dirigirse a las plantas superiores o al aparcamiento subterráneo. De camino hacia los ascensores, metió su mano derecha en el bolsillo lateral del abrigo, y se sorprendió al sentir el contacto con un frío metal, que encontró allí donde debería haber estado el teléfono móvil. No necesitó sacar el objeto del bolsillo para saber que se trataba de una pistola. ¿Cómo había llegado un arma hasta el bolsillo de su abrigo? Sobresaltado, sacó la mano y se tocó nerviosamente la cara, tapándose la boca y apretándose la nariz con los dedos índice y pulgar mientras el resto de los dedos acariciaban su descuidada barba de dos días. Con la mano izquierda, rebuscó en el otro bolsillo, y encontró el móvil que hubiera esperado encontrar en el primero, pero con la excitación producida por el descubrimiento del arma, había olvidado completamente lo que quería hacer con él, y pensó que, en cualquier caso, no habría nadie al otro lado de la línea para poder ayudarle. Bowie ya hacía tiempo que habría abandonado aquella cabina, y era la única persona con la que querría haber hablado en aquel momento, y a ser posible a cobro revertido. Siguió caminando, hacia la zona de acceso a los ascensores, en la que varias personas seguían esperando, mirando al suelo o a las pantallas de sus teléfonos móviles con una mano, mientras con la otra sujetaban bolsas de plástico con los logos de las tiendas en las que las habían llenado de, a su juicio, innecesarios artilugios y complementos, adquiridos a precios descaradamente inflados por las marcas corporativas y sus agresivas estrategias de marketing.

El ascensor destinado a las plantas inferiores llegó casi al momento en que el Sr. Kite pasó a formar parte de la fila de “los que esperaban”. Las puertas automáticas se abrieron, como un gran telón descorriéndose a ambos lados del escenario de una gran obra teatral, mostrando un decorado de planchas metalizadas de color rojizo y un gran panel de botones luminosos en el lado izquierdo, con los que elegir la próxima parada, o el destino final del viaje. El grupo de personas fue entrando ordenadamente en el ascensor, seguidos por el Sr. Kite, y generando entre todos un leve y curioso ruido plástico, producido con el roce de las bolsas de las compras con los bordes de la entrada al elevador. Mirando al cuadro de botones, el desorientado Sr. Kite llegó a la conclusión de que todo lo acontecido, hasta ese momento, había tenido lugar en la planta tercera, porque los botones de las plantas segunda, primera y aparcamiento estaban iluminados en azul, marcando las próximas paradas. Respiró hondo de nuevo, y pidió amablemente a la anciana que tenía al lado que se apartara, para pulsar el botón de su destino. Y ese destino estaba, en realidad, marcado en rojo en aquel panel eléctrico, con cuatro letras blancas que formaban la palabra “stop”. El ascensor se paró en seco, generando una breve sensación sísmica en el interior del habitáculo, con el epicentro del temblor situado bajo los pies de sus ocupantes. Las bolsas de plástico volvieron a chocar entre sí, repitiendo aquel leve pero molesto ruido.

- Pero… ¿Qué hace, hombre? – le espetó un tipo de unos treinta años, dueño de un engominado y a la vez milimétricamente despeinado corte de pelo, unos estratégica y concienzudamente rotos pantalones vaqueros, una camiseta de licra ajustada a sus exagerados y artificiales pectorales, y unos grandes tatuajes de dragones y mujeres desnudas que le cubrían totalmente la piel de ambos brazos. Casi sin pensarlo, la respuesta del Sr. Kite a la pregunta fue sacar el arma del bolsillo del abrigo y encañonar al recauchutado treintañero, que en un acto reflejo soltó sus bolsas y extendió las manos para protegerse y cubrirse el rostro, girando la cabeza hacia un lado mientras gritaba:

- ¡Mierda, tío, controla, no lo decía en serio!

La anciana, a su lado, dio un respingo y gritó asustada, y el resto de los ocupantes del ascensor hicieron lo mismo unas milésimas de segundo después, como un coro góspel acompañando fielmente a su cantante principal. Instintivamente, el coro se aplastó contra la esquina opuesta del ascensor, apretándose unos contra otros y cubriéndose el rostro con las manos, tapándose los ojos para no mirar, y a la vez seguir mirando, en lo que para el Sr. Kite fue un ejemplo más de la incongruencia del ser humano, que ve sólo lo que quiere ver y se engaña a veces no queriendo verlo.

- Para mí ya es tarde, pero aún tengo tiempo de acabar con esta mediocridad antes de irme – masculló el Sr. Kite. Calculó que tendría seis balas, porque en las películas de acción las pistolas siempre tienen esa capacidad. Contó seis personas en el ascensor además de él, así que pensó que tendría más que suficiente. Sacó el móvil del bolsillo izquierdo, sin dejar de apuntarles con el arma, ajeno a los gritos y súplicas de todos ellos. Ya no les oía, porque su cerebro estaba ya concentrado de nuevo en un solo punto de emergencia, y las voces de aquellos desdichados habían pasado a formar parte de la nube negra. Buscó una aplicación de reproducción de música, seleccionó una de las listas disponibles y pulsó en la primera canción. Un lejano ritmo de batería fue haciéndose cada vez más audible a través del altavoz del móvil, que reproducía la entrada in crescendo de “Five Years” de David Bowie, que a cada segundo sonó con más fuerza en el interior del ascensor.

- ¡Mediocridad! - gritó el Sr. Kite, mientras movía el arma de un lado a otro, apuntando a las cabezas de las personas mientras decidía por quién empezar - ¡Tú! – dijo señalando al hombre de la camiseta ajustada y los tatuajes - ¿Cuál es el título de esta canción?

- ¡Por favor, tranquilícese, guarde el arma y no haga una locura! – dijo el hombre, balbuceando. De repente, aquel “musculitos” de pelo engominado había dejado de tutearle.

- ¡Que me digas el título de esta canción! Seguro que te pasas el día escuchando esa mierda de reggaetón en el coche, y no tienes ni idea de lo que está sonando. Lo siento mucho, amigo, pero ésta es la oportunidad que te doy… ¡Jugamos a todo o nada! – le contestó airado, mientras le seguía apuntando con la pistola.

- Yo…Yo… ¡No lo sé…! – dijo el hombre, mientras cerraba los ojos, de los que brotaban ya las primeras lágrimas, a punto de precipitarse por sus mejillas. Sabía perfectamente que, en manos de aquel loco, esa respuesta no le conducía a un destino favorable, y no quería mirar al mensajero de la muerte que tenía frente a sus ojos.

El Sr. Kite apretó con fuerza la empuñadura del arma para afianzarla. El sudor en sus dedos y en la palma de su mano hacía que se le resbalara. Cerró también los ojos por un segundo, tras el cual apretó con fuerza el gatillo. El disparo resonó dentro del ascensor cerrado, y al instante los gritos histéricos de los ocupantes llenaron el reducido espacio y se clavaron como cuchillos en sus tímpanos. El cuerpo del treintañero cayó al suelo como un fardo, junto a las bolsas de plástico que había arrojado al suelo unos segundos antes, salpicadas de miles de gotas de sangre, como si un incómodo sarampión se hubiera adueñado de ellas. El Sr. Kite abrió los ojos y miró nerviosamente a su alrededor, y levantó después la voz por encima de los gritos histéricos del resto de ocupantes del ascensor. La anciana tenía manchas de sangre del treinteañero por todo el rostro, y parecía en grave riesgo de sufrir un desmayo, por lo que el Sr. Kite retomó apresuradamente su discurso:

- ¡Era “Five Years”, de David Bowie! ¿Pero qué narices le está pasando a este mundo? ¡Está en un disco que se debería enseñar en la escuela! – dijo mientras apuntaba el arma hacia la anciana, para continuar con su macabro concurso - ¡Vamos con la siguiente… un rotundo tema de rock y psicodelia, con uno de los mejores solos de guitarra del disco, llevado hasta el límite en la apoteosis final del tema, hasta hacernos creer que el mundo va a estallar… ¡Y hoy lo va a hacer por fin! - dijo a modo de épica introducción radiofónica, mientras en el móvil seleccionaba “Moonage Daydream”. Fueron tan solo los primeros acordes, porque la anciana puso los ojos en blanco antes de poder dar una respuesta, en un claro indicio de estar a punto de desmayarse. La ejecutó casi al tiempo en que la anciana perdía la consciencia, por lo que la mujer tuvo un tránsito casi indoloro hacia la otra vida. Tras esta “piadosa” muerte, llegaría el turno de “Starman”, errada por una estudiante de diminutos pantalones vaqueros cortos y trenzas de colores en el pelo. "El hombre de las estrellas está esperando en el cielo, le gustaría venir a conocernos, pero cree que eso nos destrozaría las mentes" - dijo el Sr. Kite, parodiando el tono de un exaltado predicador, mientras el cerebro de la chica estallaba de un disparo a bocajarro. Misma suerte corrió un hombre claramente obeso, cercano a los cincuenta y con un llamativo y poblado bigote, que no supo reconocer “Ziggy Stardust”, y al que acompañó al más allá su mujer, dueña de una exagerada permanente pelirroja, que en ninguna de sus largas sesiones de peluquería había escuchado “Sufragette City” en el hilo musical del centro de estética de ese mismo centro comercial. Fue la última canción que escuchó en su vida, antes de que la caída de su cuerpo sin vida fuera amortiguada por el blando e inerte cuerpo de su marido, que la esperaba para siempre en el suelo del ascensor.

Y así llegó el momento cumbre, en una escena dantesca dentro de un ascensor con las paredes totalmente salpicadas de sangre, y con los cuerpos de las cinco víctimas esparcidos por el suelo. Dos personas se miraban fijamente entre el amasijo de cadáveres, en un duelo que recordaba a los del “far west”, si en el salvaje y lejano oeste hubieran existido los ascensores. El Sr. Kite apuntaba al otro, con el arma todavía humeante, y una última bala por disparar. El otro, un universitario con gafas de pasta y pelo cortado a cepillo, con la cara manchada de una mezcla de sangre ajena y lágrimas propias, respiraba profunda y entrecortadamente, sin dejar de mirar fijamente al arma de su contrincante, en un intento de concentrarse en un punto concreto para no sucumbir a la locura que le rodeaba, como horas antes había hecho su adversario ante la inesperada y traumática noticia de su despido. La guitarra acústica de “Rock and Roll Suicide” rompió el macabro silencio. El cañón del arma apuntó al chico, como la flecha de una ruleta, que acabara de pararse en la casilla de la bancarrota. El asesino arqueó las cejas y, esbozando una macabra media sonrisa, dijo:

- ¿Y bien? ¿Sabes que canción es?

El chico le miró fijamente y controló, como pudo, su respiración acelerada, encontrando en algún lugar de su cerebro la calma necesaria para jugar la que podía ser su última carta en la vida, antes de responder:

- "Demasiado viejo para perder, demasiado joven para elegir, y el tiempo espera pacientemente tu canción, caminas fuera de la cafetería, pero no has comido nada y has vivido demasiado, eres un suicida del rock and roll" 

El asesino bajó la mirada, y un segundo después hizo lo propio con el arma, visiblemente abatido por la inesperada derrota. Todo había terminado, o eso creía él. La novia del estudiante, conocedora de su enfermiza puntualidad, esperaba preocupada por su inesperado retraso, y en un ejercicio de oportuna impaciencia, le llamó por teléfono en ese preciso instante, desde algún punto del abarrotado centro comercial. La canción que el universitario tenía seleccionada como tono de llamada sonó dentro del ascensor, desde el interior de la cazadora del muchacho. Visiblemente aturdido, el Sr. Kite no reaccionó a la misma velocidad que el chico, que sacó el móvil del bolsillo y, mirándole directamente a los ojos, dijo:

- ¿Y tú, sabes qué canción es ésta?

El Sr. Kite cerró los ojos un segundo y soltó una bocanada de aire y de resignación. Volvió a abrir los ojos de nuevo, y mirando al suelo dijo: “¡Ostia puta! ¿Qué más puede ir mal hoy?”, al tiempo que apuntaba con la pistola hacia su propia cabeza, para que una sola bala se enfrentara, definitivamente, a la nube negra.


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miércoles, 1 de febrero de 2023

0762.- The man who sold the world - David Bowie



The Man Who Sold the World fue compuesta por David Bowie y grabada para el disco del mismo título, publicado en noviembre de 1970 en Estados Unidos y en abril de 1971 en Reino Unido. El que fuera tercer álbum del cantante y músico británico estaba marcado por fuertes influencias del hard rock y el heavy en canciones basadas en setenteros riffs de guitarra, y fue la antesala del sonido que Bowie acabaría depurando para su obra maestra The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (1972).

Curiosamente, y además de en el disco al que daba título, la canción solo apareció inicialmente como cara B en los sencillos estadounidenses de Space Oddity (1972), Life on Mars (1973), y posteriormente en el single Strangers when we meet en 1995, en una versión regrabada y producida por Brian Eno. Hasta la actualidad, ha sido versionada por un gran número de artistas, sin duda embrujados por la inquietante historia sobre un hombre al que se le aparece un personaje extraño que parece ser su otro yo o un desdoblamiento de su propia personalidad, pero sobre todo, y más allá de la letra y la perfecta melodía, por el pegadizo riff de la canción.

El propio Bowie produjo y tocó el saxofón en la versión de la cantante escocesa Lulu de 1974, que fue un gran éxito de ventas, pero de todas las versiones, sin duda es la de Nirvana, grabada en directo para su Unplugged in New York (1993) la mejor y la más famosa de todas. Tal fue su repercusión, que hasta el propio Bowie la adaptó a la manera de Nirvana en sus interpretaciones en vivo, añadiendo una línea más dura de bajo y dándole un matiz aún más oscuro que el de su primera versión, no volviendo a la versión original hasta la década del 2000.

martes, 31 de enero de 2023

0761 - David Bowie - Black Country Rock

0761 - David Bowie - Black Country Rock

Black Country Rock es una canción del músico inglés David Bowie, incluida en su álbum del año 1970 The Man Who Sold the World. La canción se grabó en mayo de 1970, y las sesiones se llevaron a cabo en Trident y Advision Studios en Londres. 

La grabación contó con David Bowie en la voz principal, el guitarrista Mick Ronson, el bajista y productor Tony Visconti, el baterista Mick Woodmansey y Ralph Mace en el sintetizador Moog. La canción fue compuesta principalmente por Ronson y Visconti, quienes la desarrollaron utilizando un boceto básico de una canción de David Bowie. Editada bajo el título provisional Black Country RockDavid Bowie usó el título para escribir la letra hacia el final de las sesiones, lo que resultó en un verso y un coro repetidos de dos líneas. Un número de blues rock y hard rock, David Bowie imita a Marc Bolan de T. Rex en su interpretación vocal.

Desde su lanzamiento, Black Country Rock ha recibido críticas positivas de críticos musicales y biógrafos, quienes en su mayoría han elogiado la actuación de la banda. Algunas publicaciones la han catalogado como una de las mejores canciones de David Bowie. La canción, que también apareció como cara B del single "Holy Holy" en enero de 1971, se incluyó en la caja de Sound + Vision en 1989. 
La canción fue remasterizada en 2015 como parte de Five Years (1969-1973) box set y fue remezclado por Visconti en 2020 para celebrar su 50 aniversario.

Daniel 
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