


Estás tardando en comprarlo:
Si te queda pasta, llévate también:
Vuelve a dejarlo en el expositor:
Si lo que buscas son canciones
sueltas:
Estas son las cinco canciones top
que no pueden faltar en tu colección o en tu playlist:
1.- Agradecido
2.- Flojos de pantalón
3.- Navegando
4.- Pan de Higo
5.- Majete
A paso lento, sin prisa pero sin pausa, con la paciencia con la que la tortuga se plantea su camino, hemos llegado al final del #MesRosendo. Lo hemos hecho recreándonos en sus mejores discos, y al final de la larga travesía no había mejor disco para el cierre que precisamente "La tortuga" (1991), el sexto álbum de estudio en solitario de Rosendo Mercado.
La tortuga es un disco diferente y en cierto modo controvertido, dentro de la discografía del de Carabanchel, empezando por el hecho de elegir a ese parsimonioso animal para el título y la portada del álbum. No es éste un disco lento como una tortuga, ni mucho menos, pero sí es un álbum en el que el veterano rockero suena más limpio y producido que en otras obras de su colección. Injustamente, los temas de La tortuga no suelen aparecer en los conciertos de Rosendo, pese a que este disco contiene algunas de las letras y estribillos más divertidos y ocurrentes de su cancionero.
El disco arranca con No me apetece!, una de las mejores canciones de Rosendo y una pieza clave dentro del álbum. Estamos ante una canción muy elaborada y con cuidados arreglos, que va creciendo poco a poco y de principio a fin, desde el paso de tortuga al desenfreno guitarrístico. El ritmo no decae en Los de siempre, canción de billar y humareda, de salir de fiesta y estar con la gente, hasta que la autoridad competente arruine la noche. Cierra el triunfal trío inicial Majete!, el tema que salió como sencillo, dotado de un estribillo pegadizo pero con cierta falta de conexión en la letra. La canción funcionó muy bien a nivel de ventas, pero como el resto de partes del caparazón de la tortuga, fue condenada al destierro en los conciertos de los años posteriores.La segunda parte del disco baja un peldaño en lo creativo, y hace sitio a temas menos destacables como Menú de la cuneta, que no termina de coger velocidad de crucero y se queda en un tema correcto y varado en la pista de despegue. Tras el curioso y agradecido paréntesis que supone Ah!, una agradable pieza instrumental salvo por los tarareos de Aurora Beltrán (que agradeció públicamente la generosidad de Rosendo al incluirla en los derechos de autor del tema por esa mínima aparición), llega el turno de Ahora pro nobis, otro tema correcto sin más.
La sensación de falta de chispa de este tramo del disco desaparece con la siguiente de las muchas canciones que en La tortuga tienen exclamaciones en el título. Con Yo también! el disco vuelve a remontar el vuelo, y lo mantiene con creces en la pegadiza Control?... memeces! y en la canción que da título al disco. La tortuga hecha canción tiene una letra extraña y divertida, se le ha escapado y no puede dormir pensando en ello, y sale a la calle asustado y temeroso de que el animal pueda atacarle.
Del surrealismo de La tortuga pasamos a la no menos extraña temática de M'enamorao, porque el amor no es por una mujer, sino por la "comanda". Entre su amor por la comida, y su alegato a estar tirado en el sofá en Andar por casa, nos queda claro que La tortuga está logrando influenciarle, y su calma y pereza están presente en estos últimos temas de un disco que quizá no sea el más representativo de Rosendo, pero que tenía todo el sentido que fuera el último en llegar a la meta, yendo como fue a lomos de esta simpática e irreverente tortuga, con la que despedimos el intenso y reconfortante #MesRosendo.
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Veo, veo... mamoneo!!, Rosendo |
Si buscamos la palabra Picaporte en el diccionario, éste nos da dos definiciones, la primera nos dice que se trata de un dispositivo que se utiliza para abrir o cerrar una puerta o una ventana, que consiste en una pieza larga de hierro sujeta a la puerta o ventana, con una palanca para accionarla, que encaja en otra pieza que hay en el marco. La segunda definición nos dice que se trata de una palanca para abrir este dispositivo. ¿Por qué empiezo esta reseña hablando de esta palabra?, pues porque no es nada usual ni frecuente encontrarla insertada en la letra de una canción, y menos todavía si esta es la primera palabra que escuchas al poner el álbum. Pues Rosendo lo tuvo claro en su momento, y Picaporte no sólo es la primera palabra que abre la canción Masculino singular, también es la primera palabra que sale de su boca en éste disco. Sólo un genio como Rosendo es capaz de usar esta palabra tan poco usual, colocarla en un sitio tan estratégico, y además darle sentido.
Para la grabación de su decimocuarto álbum de estudio en solitario, Veo, veo... mamoneo!!, Rosendo se marcha acompañado de Rafa J. Vegas (bajo) y Mariano Montero (batería y percusión) a los estudios Du Manoir, situado en la pintoresca región de Las Landas en Francia. El disco es producido por Eugenio Muñoz, el integrante del grupo a la sombra, masterizado en Londres y publicado en 2002 bajo el sello discográfico DRO East West. El resultado de tanto empeño tanto de la productora como del artista es un disco impecable en cuanto a sonido y producción, con unas guitarras afiladas, y donde el formato de power trío consigue un sonido más crudo y directo, algo que se será de agradecer en directo.
Nos encontramos con temas 10 temas marca de la casa, con unas letras que, como siempre, juegan a despistarnos con sus dobles sentidos. Abre el disco Masculino singular, donde la palabra picaporte cobra un inusual sentido. Estamos, en mi opinión, ante uno de los mejores temas que podemos encontrar en la carrera en solitario del Maestro de Carabanchel; En Que te acompañe la suerte, Rosendo hasta se atreve a con el Reggae, música por la que siente un profundo respeto; Quincalla, o no!, tema donde podemos disfrutar del excelente trabajo al bajo de Rafa J.Vegas; Para nada, otro de los momentos culminantes del disco, un tema lleno de energía y fuerza. Y es que Rosendo en este tema le da un toque más duro con con la guitarra al tema, lo que le da un plus de energía y fuerza a un tema que interpretado en directo gana más si cabe; Sufrido, tema que cierra la cara A y que es uno de los temas que más suele repetir el músico en los directos.
Rosendo repite en este disco la fórmula de trabajos anteriores, unas letras inconformistas que juegan al despiste con rimas curiosas y dobles sentidos, y donde cada cual, al escuchar, interpretará a su manera el sentido de las mismas. En cuanto al sonido, Rosendo rescata la fórmula del power trío, prescindiendo de lo teclados de discos anteriores. Un sonido más duro para unas letras más críticas si cabe que en trabajos anteriores.
En un lugar del centro de Madrid, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que trabajaba un ilustre oficinista que ahora se hace llamar Nevermind. Un día, y no uno cualquiera, porque era su aniversario de boda, de camino al metro de Sol para volver a casa se topó con un cartel en el escaparate de una tienda de regalos y discos hoy ya desaparecida: "Hoy firma discos Rosendo". Quiso el destino que Nevermind hiciera lo correcto y reparara en aquel cartel en lugar de seguir su camino, porque a veces lo malo es... ni darse cuenta de las oportunidades que el azar te brinda. Así que, pertrechado con su maletín y su corbata, y un gran ramo de rosas rojas que hacía de todo menos pasar desapercibido, Nevermind entró en la tienda y compró el entonces nuevo disco de Rosendo, el duodécimo de su carrera en solitario, antes de tomar posiciones en la fila de fans que esperaban a que el admirado músico les firmara aquella nueva entrega de su cancionero, bautizada como Lo malo es... ni darse cuenta (2005).
¿Y como no darse cuenta de la presencia de aquel singular personaje trajeado en medio de una larga fila de recios rockeros ataviados con las imprescindibles camisetas negras y las características melenas heavy, mientras se esforzaba en sostener el cada vez más incómodo y cantoso ramo de flores? Era imposible no hacerlo, pero haciendo gala de esa merecida fama que dice que no hay ser más pacífico y amable que un heavy de chupa de cuero y pelo largo, los comentarios siempre fueron hechos desde la lógica curiosidad y con el máximo de los respetos, así que más allá de la incomodidad física de sostener el maletín y el ramo durante la media hora larga que el atribulado oficinista tuvo que esperar hasta encontrarse cara a cara con Rosendo, la espera fue de lo más agradable.
Tan agradable como comprobar que el veterano músico de Carabanchel seguía en forma, entregando un disco de rock que no ahorraba en riffs de guitarra plagados de influencias del hard-rock de los años setenta, ni en tinta a la hora de escribir elaboradas letras que seguían supurando rock urbano. Para muestra bien valdría el efectivo arranque con Atajo de cobayas. Tras este intenso comienzo a base de hard rock incisivo y crítica social, lanza una segunda salva que es, si cabe, aún más efectiva, con Cada día, que incide en lo insoportable que resulta ver la cultura de sumisión y rebaño que se ha instaurado en nuestra vida colectiva. Un tema vibrante y con ciertos toques que recuerdan al Neil Young más guitarrero, el de discos como "Zuma" o “Ragged Glory”.Con El acogote, el de Carabanchel hace su particular homenaje al quinto centenario de la publicación del Quijote, con un guiño clásico en el comienzo, que no tarda demasiado en desembocar de nuevo en el rock de guitarras abrasivas marca de la casa. Un tema brillante que es la antesala de otro que lo es aún más, porque con Duele más es con el que el disco alcanza uno de sus momentos más álgidos, con un ritmo que recuerda a los mejores temas de sus admirados AC/DC, en el que las letras no dejan títere político con cabeza.
En Periférico se sale del carril habitual y juega con cierto ritmo reggae, un experimento con gaseosa que, sin llegar a desentonar, es el primero de los pocos momentos "valle" del disco. Como si rápidamente se hubiera percatado (Lo malo habría sido... no hacerlo), en Darse cuenta vuelve a retomar el pulso firme del mejor rock, con un a la vez destacado toque melódico, y en Son máquinas vuelve a experimentar, pero esta vez con mucho más acierto y hacia sonidos más industriales, criticando a los que se comportan como frías máquinas sin sentimientos, mientras él es "tan sólo carne y hueso”. Y porque es humano y hecho tan solo de carne y hueso, le perdonamos que de nuevo quiera tropezar en la misma piedra del sendero que conduce al reggae en Todos los caminos. El tramo final del disco vuelve a la senda rockera y pegadiza en A mi no me duele ná, y explota terrenos más atmosféricos y ambientales en Salir de la maleza, en una canción en la que recita más que canta, hasta llegar al estribillo. El toque atmosférico lo ponen tanto el solo de guitarra inicial, como el gran crescendo final del tema, con toques de rock progresivo.
Todos estos temas sonaban sin cesar en el hilo musical de la tienda, mientras Nevermind y los heavies (parece el nombre de otro grupo rockero y suburbial) esperaban a que Rosendo les firmara el disco. Al llegarle por fin su turno, Nevermind le saludó educadamente y le extendió el cd recién comprado para que el músico pudiera firmárselo. La reacción de Rosendo fue mirar al ramo y, espontáneamente, decir sonriendo: "Anda, ¿y esto?" (que bien podría haber sido el título de una de sus canciones). Nevermind tuvo que aclarar el por qué de aquel ostentoso ramo, y dio pié con ello a que Rosendo acabara dedicando el disco no sólo a él, sino también a la destinataria de aquellas flores. "Y colorín, colorado", lo bueno de usar estas célebres palabras es que ya os habréis dado cuenta... Este cuento sobre Rosendo ya se ha acabado.![]() |
Deja Que Les Diga Que No!, Rosendo |
El quinto álbum de estudio de Rosendo, Deja Que Les Diga Que No!, es publicado bajo la discográfica DRO debido a que la discográfica con la que trabaja el Maestro de Carabanchel, Twins, ha sido adquirida por DRO. El disco cuenta con la producción de Rosendo y de Eugenio Muñoz, ingeniero de sonido, productor con el que seguiría trabajando posteriormente y que se convertiría en mánager de Rosendo.
El disco es publicado en 1991, y el resultado es la consolidación de la meteórica carrera del artista, las claves, la madurez que ha ido adquiriendo Rosendo, unido al magnífico trabajo a la producción de Eugenio Muñoz, y a la aparición en escena de la potente discográfica DRO, que se ha hecho con sus servicios al ser comprada la discográfica que tenía sus derechos, Twins.
Rosendo, a la guitarra y las voces, se mete en el estudio con Miguel Jiménez (batería y coros), Rafa J. Vegas (bajo y coros), Gustavo di Nobile (teclado y coros) y la colaboración de Luis Ronaldo Martín con su colaboración con un solo de guitarra en el tema Go home.
El disco, tiene una producción exquisita, unos grandes arreglos con unas muy buenas melodías, unos teclados muy bien encastrados, y unas letras que llevan el sello de Rosendo, a veces vacilonas, a veces con la seriedad que requiere, con esos dobles o triples sentidos que sólo el Maestro de Carabanchel sabe darles y que juegan al despiste con el oyente. El resultado es un muy buen disco que apuesta por el rock and roll con un toque clásico
Comienza el disco con el tema que da título al disco, Deja que les diga que no!, uno de los platos fuertes del disco, un medio tiempo con unos arreglos melódicos y unos sólos de guitarra impecables. Puede que..., tema donde los teclados cobran el protagonismo, acompañados de unos buenos arreglos de guitarra acústica. Salud y buenos alimentos, tema con sabor a puro rock and roll y que contiene esas típicas y enigmáticas letras de Rosendo que parecen no decir nada, pero que debemos escuchar con atención, pues es justo todo lo contrario. Unos golpes de cincel, tema donde Rosendo recupera su esencia de tiempos anteriores, con un sencillo tema pero con un sólo con efecto distorsionado que nos recuerda que Rosendo es uno de los grandes de las seis cuerdas. Mala vida, además de rock and roll, Rosendo también se acuerda del blues, y este tema, que se encarga de cerrar la cara A, es una buena muestra. Un pedazo de blues con una gran letra donde Rosendo, con su voz y guitarra es capaz de darle su toque personal.
La cara B abre con Borrachuzos, quién no se ha acordado alguna vez de la pandilla, "Clemente", "Juan" o "Alberto" cuando ha salido por ahí de fiesta. Sencillo tema de rock donde Rosendo vuelve a darle se extra y elevarlo a la categoría de temazo con esa alegre letra. Muy destacable el trabajo del bajo de Rafa J. Vegas en este tema. Pagando residencia, Con un oscuro comienzo de teclado, Rosendo nos deleita con el tema más oscuro y rabioso del disco, y que contiene un magnífico sólo de guitarra. Bacilo, vacila!, tema con aire y sabor a los Rolling Stones con una alegre letra. No es que sea de los mejores temas del disco, pero la alegre y original letra hace su escucha agradable. Tierra de nadie, nos vamos acercando al final con este lento tema donde los arreglos de teclados vuelven a pasar al primer plano, y que es la antesala del último tema de la cara B y que por tanto cierra el disco, Go home, una brillante crítica a los turistas con ese toque irónico y vacilón de Rosendo, y en contra de lo que indica el título, cantada en castellano.
Deja Que Les Diga Que No!, según la crítica no estaba a la altura de trabajos como Loco por incordiar (1985) o Jugar al gua (1988), pero Rosendo, lejos de anclarse y estancarse, con este disco era capaz de reinventarse y seguía evolucionando y recorriendo su propio camino, y haciéndose si cabe más sí mismo, y este notable y más que recomendable disco era buena muestra de ello.
Sigue Rosendo sin encontrar su lugar en el Rock. Sus años con Leño no fueron fructíferos a nivel económico, pero sí lo fueron en cuanto a popularidad. El primer álbum de Rosendo Mercado en solitario fue un éxito rotundo, pero el segundo y el tercero fueron malos a nivel de ventas y de popularidad, sigue cotizando a la baja con este trabajo que con el anterior se disputa el dudoso honor de ser el peor trabajo de toda su carrera. Primer LP de Rosendo tras dejar RCA, pero más experimentos con gaseosa en una etapa de total libertad creativa en la que el cantante incluso toma las riendas de la producción. Autoproducido por Rosendo y el primero de Gustavo di Nobile que acompaño al rockero durante un tiempo. Libertad creativa para Rosendo que se ganó a pulso pero que no convence en ningún momento.
Sumisión es un hibrido que se queda en tierra de
nadie, y es una pena porque tiene un gran potencial, pero ha dejado de rasgar
la guitarra como siempre nos ha gustado y nos quedamos con ganas de más, de
mucho más. Del pulmón es otro de sus experimentos que nos puede sacar de
nuestras casillas o enamorarte, el solito se marca una especie de Reggae sin
sonrojarse, la vida esta hecha para los valientes y para mi gusto es un acierto
total, nos cuesta admitirlo ya hasta este momento nos ha regalado un sonido tan
único, tan suyo, que se nos puede hacer cuesta arriba, pero detenerse en cada
acorde y cada frase debería ser un ejercicio a realizar para descubrir que detrás
de esos sonidos que otros han llevado al cielo, él también quiere colaborar y
casi, casi que lo logra, no nos engañemos a este tipo le ha faltado maquinaria
de marketing detrás sino lo hubiera petado. Pero para romperlo la siguiente canción,
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Rosendo |
Acabado el mes de mayo, abandonamos definitivamente el color púrpura, un color que nos ha acompañado durante dos meses, primero con Prince y luego con Deep Purple, y regresamos a casa, concretamente a Madrid, de donde es el artista al que vamos a dedicar el mes de junio, considerado como uno de los mejores, si no el mejor representante del rock español, que abrió brecha y marcó el camino a seguir a tantos y tantos artistas y grupos de rock del país. No podía ser otro que el Maestro de Carabanchel, Rosendo.
Rosendo nace en 1954 en el municipio de Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, y se cria primero en el madrileño barrio de Lavapiés y posteriormente en el de carabanchel, barrio en en el que vive desde entonces. A los 18 años, en 1972, abandona los estudios que está cursando en la Escuela Superior de Ingenieria (ICAI) de la Universidad Pontificia de Comillas, para dedicarse a la música, su gran pasión, y se enrola en el grupo Fresa como guitarrista. Fresa, con diversos cambios posteriores y la incorporación como cantante de José Carlos Molina, acaba derivando en el grupo llamado Ñu. Además de sus marcadas influencias de artistas como Jethro Tull, Canned Heat, Cream, Deep Purple o Black Sabbath entre otros, hay uno que le marcará defintivamente y se convertirá en su mayor influencia, el guitarrista irlandés Rory Gallagher, al que descubre allá por el año 1974.
En 1977, tras desavenencias con José Carlos Molina, abandona Ñu y forma Leño. Leño, tras tres discos de estudio y uno en directo editados, se separa en 1983, habiéndose convertido en apenas 6 años en uno de los grupos más influyentes del rock español y del movimiento del rock urbano. En 1985, Rosendo iniciaba su carrera en solitario, la cual, tras 16 álbumes en solitario y 9 en directo publicados, le convierten como hemos comentado anteriormente, por derecho propio, en estandarte y santo y seña del rock español, influenciando a infinidad de artistas del rock patrio. Dada la importancia del Rosendo por toda su obra tanto en Leño como en solitario, y por lo que ha significado para la evolución del rock español, en 7dias7notas vamos rendir tributo al Maestro y a dedicar todo este mes en desgranar parte de su obra en solitario.
Siempre que intento explicar lo que Rosendo significa para mí, me viene a la cabeza la canción Si la tocas otra vez, que el grupo Platero y Tú dedicó al Maestro, y que está incluida en su álbum Hay poco rock & roll (1994), y que define muy bien lo que Rosendo significa y ha significado para mí y para otros tantos y tantos aficionados y apasionados por la música:
Aunque en 2018 Rosendo decide retirarse de los escenarios, su compromiso por el personal y la música cuando se le ha necesitado es innegable, no en vano, cuando empezó a golpearnos duramente esta maldita pandemia, el Maestro decidió arrimar el hombro y abrió un canal en Youtube bajo el nombre Rosendo Mercado 2.0. La finalidad del mismo según el propio Rosendo era, al igual que otros tantos compañeros de profesión, mandar fuerza y ánimo en forma de regalo musical y aportar su granito de arena para ayudar a sobrellevar de la mejor manera posible tantos y tantos días de aislamiento que hemos sufrido. Una canal en el que podemos disfrutar de diverso material inédito, en forma de vídeos de conciertos, ensayos y entrevistas que hasta ahora no habían visto la luz. Así que poneros cómodos porque empieza el mes dedicado al Maestro.