miércoles, 30 de marzo de 2022
La Lengua Popular - Andrés Calamaro (Mes Andrés Calamaro)
domingo, 27 de marzo de 2022
Cargar la suerte - Andrés Calamaro (Mes Andrés Calamaro)
Cargar la suerte, Andrés Calamaro |
En noviembre de 2018 Andrés Calamaro publicaba su demiquinto álbum de estudio en solitario, Cargar la suerte, trabajo que recibió muy buenas críticas por parte de los especialistas en la materia, llegando incluso a ser comparado y poniéndolo a la altura de obras como Honestidad Brutal o Alta Suciedad. No se si se puede realizar dicha comparación, pero lo que si está claro es que Cargar la Suerte es su mejor disco en los últimos veinte años. Para grabar dicho trabajo Andrés Calamaro se rodea de músicos de sesión consagrados como Mark Goldenberg, Joel Peskin y Brandon Fields, y otros más jóvenes pero con mucha proyección, entre los que se encuentran Aaron Sterling, Eric Kertes o Rich Hinman entre otros.
El disco, tal y como reconocerá el mismo Calamaro, fue grabado de forma urgente, en apenas cuatro días, en los Sphere Studios de Los Ángeles, California. Sin embargo, el hecho de haber sido grabado en tan poco tiempo no es sinónimo de mala calidad, todo lo contrario, pues como el artista argentino reconoce en posteriores entrevistas, esos días fueron memorables, para recordar. Tener en los arreglos a su mano derecha Germán Widemer y en la producción a Gustavo Borner fueron claves para la gran calidad de este trabajo.
Siempre he dicho que la carrera de Calamaro al igual que el Doctor Jekyll y Mr. Hyde, tiene dos caras, la de sus discos de gran calidad y la de sus discos revirados, largos y excesivos. Por suerte, en Cargar la Suerte nos muestra su mejor cara, la del amable Doctor Jekyll, y nos regala un disco muy compacto y homogéneo, con doce temas donde todo está en su sitio y no sobra nada. El artista argentino nos regala un disco con una producción y un sonido cuidados al máximo, brindando un protagonismo que no suele dar a las guitarras, cosa que se agradece, dotando al álbum de un sonido con tintes de música americana.
Comienza el disco con Verdades Afiladas, una historia de desazón y desamor, el sencillo de apertura que sirve además de presentación para una banda que suena muy compacta. Todo está en sus sitio, un buen tema de corte pop-rock que a la larga se convertirá en uno de los más flojos del disco, lo que da una idea de la calidad de este trabajo. Tránsito Lento, un medio tiempo con tintes de blues rock marca de la casa donde la gran interpretación vocal está muy bien acompañada por el trabajo más que destacable por parte del saxo y de la guitarra slide. Con Cuarteles de Invierno llegamos a uno de los grandes momentos del álbum. Un tema con un toques a Led Zeppelin que ya nos avisan que algo grande está por llegar. Los arreglos de cuerda combinados con las secciones de viento son sencillamente maravillosos. Diego Armando Canciones, un medio tiempo con aires esos toques a música americana que nos acompañarán durante todo el disco y donde el artista hace su particular guiño a los cannabis y al mate. Las Rimas, tema en clave de rap que inmediatamente nos recuerda a temas como su clásico Paloma o Vigilante Medio Argentino. En Siete Vidas vuelve el Calamaro más rockero, con unos riffs muy contundentes y donde las referencias taurinas están presentes.
En Mi Ranchera nos encontramos al Calamaro más desgarrador, una balada donde el artista se desnuda tan sólo como él sabe hacerlo, y lo hace acompañado de unos magníficos arreglos de cuerda y metal. Falso LV, otros de los grandes momentos del disco, un tema de corte blues rock con unos verso afilados y contundentes donde el artista realiza una soberbia crítica a la intolerancia que rodea al mundo actual. My Mafia con unas guitarras acústicas maravillosas es todo un canto a ese círculo más cercano que a uno le rodea, ese que nunca falla. En Adán Rechaza vuelve a la senda del rock con riffs afilados y distorsionados, una canción que nos recuerda a esos grandes temas del rock argentino. Egoístas, con un sonido muy americano donde la base del tema está construido por el órgano Hammond y la brillante melodía vocal. Calamaro tiene en este corte por momentos ese sonido tan característico que hizo tan famoso a Los Rodríguez. Cierra este disco Voy a Volver, un tema con toques dylanianos y con un gran final orquestado. Un cierre a la altura de un magnífico disco y toda un declaración de intenciones, pues como bien reza el título del disco, volvería en 2021 para dejarnos su último trabajo hasta la fecha, Dios los Cría, pero eso es otra historia...
miércoles, 23 de marzo de 2022
On the Rock - Andrés Calamaro (Mes Andrés Calamaro)
domingo, 20 de marzo de 2022
#MesAndresCalamaro: Bohemio - Andrés Calamaro
Bohemio, Andrés Calamaro |
Que mejor manera de empezar un álbum que rindiendo tributo a uno de tus maestros y referentes. Eso es lo que Andrés Calamaro hace precisamente en Bohemio rindiendo tributo al gran Luis alberto Spinetta, todo un referente en la música rock argentina y de habla española, y con quien colaboró allá por los años 80.
Así es como Calamaro gesta su decimotercer álbum de estudio, Bohemio. Este trabajo es grabado bajo la producción de Cachorro López, afamado músico, compositor y productor argentino que ha trabajado con grandes artistas latinoamericanos de la talla de Los Abuelos de la Nada, El Cuarteto de Nos, Diego Torres, Julieta Venegas, Miranda! y Biónica entre otros tantos. El disco es publicado en 2013 bajo el sello discográfico WMG, llegando a recibir una crítica muy positiva por parte de la crítica especializada, llegando incluso a ocupar el puesto número 1 en la lista de los 50 mejores discos de 2013 elaborada por la revista Rolling Stone.
Tras unos años en los que Calamaro generaba más expectación por lo que generaba y ocurría con su vida personal, y tras dos discos de lo más ecléctico a sus espaldas, La lengua popular (2007) y On the Rock (2010), se saca de la manga Bohemio, un gran disco que nos recuerda que el Calamaro que era capaz de sacarse de la manga grandes obras como Alta suciedad (1997) y Honestidad Brutal (1999) sigue ahí, nunca se ha marchado. Deja de lado su lado más ecléctico y experimental para recuperar su parte más personal, autobiográfico y confesional en un disco que apenas supera los 35 minutos, rareza para un artista acostumbrado a regalarnos producciones mucho más extensas. Atrás quedó el Calamaro más polémico y descarado de finales de los 90 y principios de siglo XXI.
Bohemio es un disco al que quizá le falten canciones gloriosas como en Honestidad Brutal o Alta Suciedad, pero en su conjunto es un buen disco, bien cohesionado y con buenas canciones, un disco que va ganando en riqueza y matices según vayamos acumulando escuchas. Belgrano, como el barrio de Buenos Aires, es la canción que abre el disco y todo un homenaje a su admirado Luis alberto Spinetta, quien había fallecido el año anterior. Cuando no estás fue el primer sencillo del disco, un perfecto ejemplo de la vuelta a la desnudez y la melancolía de las letras del artista mientras no habla de amores rotos. Tantas veces, una delicada balada que por momentos crece. Es uno temas que por momentos podría ser autobiográfico. Rehenes, uno de los temas que rompen el paso marcado por las lentas melodías y los medios tiempos, uno de los temas más dinámicos y rítmicos del álbum. El artista nos recuerda lo importante que es que el corazón vibre y sienta, ya que es un músculo que necesita acción. Nacimos para correr, tema que nos recuerda al gran Bruce Springsteen aunque sólo sea en el título y esos aires de música americana aderezados por el Slide de la guitarra. Un tema donde nos anima a hacer cosas mientras podamos porque nacimos para correr. Bohemio es la canción que da título al álbum, un acelerado tema con sabor a bolero donde vuelve el romanticismo melancólico que tan bien maneja el artista. Un tema que Calamaro interpreta como si de un tango se tratase, combinando todos estos matices con brillantez. Plástico fino es un medio tiempo donde vuelve con sus influencias del sonido americano y donde en la parte lírica hace un todo un guiño al maravilloso Veneno en la piel de Radio Futura. Inexplicable sorprende al romper la línea del disco, un tema con aires de música disco, rayando el funk. Contiene un más que destacable sólo de guitarra, el mejor de todo el álbum. Dentro de una canción vuelve a recordarnos al Calamaro mas desnudo y sentimental, y es la antesala del tema que cierra el disco, Doce pasos, un rock and roll pausado con unos buenos teclados. La letra, una referencia a los programas de desintoxicación, es obra del gran Marcelo Scornik, creador de otras tantas letras de temas de Calamaro.
Andrés Calamaro se alejaba de su lado más polémico e irreverente para acercarnos a su lado más íntimo, personal, melancólico y romántico, ese que ya nos enamoró en la década de los 90.
miércoles, 16 de marzo de 2022
El palacio de las flores - Andrés Calamaro (Mes Andres Calamaro)
domingo, 13 de marzo de 2022
El cantante - Andres Calamaro (Mes Andrés Calamaro)
Andrés Calamaro, después de su
derroche primero con Honestidad brutal (1999), lanzado a la categoría de mito
de la música en español, y con razón, y un año después con la publicación de El
Salmon (2000) compuesto por 103 canciones, estuvo un largo tiempo sin sacar
nada al mercado, el caso que Calamaro había pasado unos tormentosos años, de
excesos y grabaciones y El salmón fue su punto culminante…y desapareció del
primer plano, fue en 2004 cuando estrena
un disco, en el que canta a los clásicos exceptuando tres canciones de factura
propia. “El cantante”, el disco no contenía apenas canciones propias, sino que
era una suerte de disco de versiones de grandes clásicos latinoamericanos que
iban del Tango a la Salsa, pasando por el Folklore es decir, Calamaro se salía
con un disco nada calamarista para sus parámetros pero que iba a marcar buena
parte de su rumbo en los próximos años, nos sirve un trabajo para escuchar
tranquilamente, en el que cada detalle ha sido cuidado, editado en el
tradicional formato de 12 canciones, podría decirse que Calamaro, por fin, se
rindió a la industria, aunque escuchando se llega a la conclusión de que lejos
de seguir las tendencias rumberas de los antes rockeros nacionales, el compositor
argentino apuesta por un trabajo diferente. No será del gusto de todos, pues es
una apuesta arriesgada, con canciones tan viejas como imperecederas, pero marca
la diferencia en el panorama musical.
También de diez es “El arriero” de Atahualpa Yupanqui, un
clásico el Folklore argentino con un tono de la canción brutal. Con Gringui
Herrera compone “La libertad”, uno
de los tres temas propios, con otra letra muy celebrada, aunque a mí es una canción
que me deja un tanto frío, no llega al pelotazo de Estadio azteca pero es otra canción
que del disco a la que el público le tiene una gran estima. Volvemos a los clásicos,
para sumergirnos en “Alfonsina y el mar”
el clásico argentino de Ariel Ramírez y Félix Luna que popularizó Mercedes
Sosa, con Niño Josele destacado, incluyendo un fragmento de «Zamba de mi esperanza»
de Luis Profili (Morales), que se convierte en uno de los momentos más
brillantes del disco. “Las oportunidades”
es la única canción que compone en solitario Calamaro y nos enlaza con
Honestidad brutal, tanto en su música como en la letra, una rumba nostálgica
con una melodía llena de gancho y una letra que contiene versos certeros: “La
culpa es un invento muy poco generoso / y el tiempo, tremendo invento sabandija
/ será que será suficiente con que uno elija / porque si no la buena fortuna
pasa de largo”. Es una canción que mira hacia atrás y parece plantear una
recapitulación de lo vivido, sin olvidar el tono rumbero de la canción, quizás sea
la más floja de las nuevas canciones del álbum. “Voy a perder la cabeza por tu amor”, escrita por Manuel Alejandro
y Ana Magdalena y popularizada por José Luis Rodríguez «El Puma» y que también
interpretó Julio Iglesias, comienza con la trompeta de Jerry González y luego Calamaro
la dota de una intensidad que no tiene la versión de Rodríguez. El cierre del álbum
lo protagoniza la canción que da título al disco “El cantante”, de Rubén Blades
que interpretó Héctor Lavore, un tema autorreferencial, en el que Calamaro
sigue ajustando cuentas, y realiza una gran versión.
“El cantante”, es un trabajo para
escuchar tranquilamente, en el que cada detalle ha sido cuidado. Editado en el
tradicional formato de 12 canciones, podría decirse que Calamaro, por fin, se
rindió a la industria, aunque escuchando se llega a la conclusión de que lejos
de seguir las tendencias rumberas de los antes rockeros nacionales, el
compositor argentino apuesta por un trabajo diferente. No será del gusto de
todos, pues es una apuesta arriesgada, con canciones tan viejas como
imperecederas, pero marca la diferencia en el panorama musical.
jueves, 10 de marzo de 2022
El Salmón - Andrés Calamaro (Mes Andrés Calamaro)
miércoles, 2 de marzo de 2022
Alta Suciedad - Andres Calamaro (Mes Andrés Calamaro)
Concluido su exilio voluntario en España, dando por cerrada su exitosa etapa junto a Los Rodriguez, Andrés Calamaro se pone un nuevo objetivo, retomar y revitalizar su carrera solista que había abandonado a finales de los ochenta. Para ello graba en Estados Unidos en el año 1997 junto a músicos de sesión de gran experiencia y la producción de Joe Blaney, lo que se convertiría en un clásico tanto en su carrera como para el rock nacional, Alta Suciedad que fue un hito en ventas, superando las 500 000 copias vendidas en todo el mundo (El segundo disco más vendido del rock argentino en aquel momento tras El Amor Después del Amor, de Fito Páez) y posibilitó la resurrección de su carrera en su país llevándolo a realizar gran cantidad de presentaciones en vivo. A menudo considerado erróneamente como su debut en solitario, lo cierto es que Calamaro contaba en los tiempos de “Alta Suciedad” con una trayectoria porteña de casi veinte años, ya fuese integrado en bandas (Raíces, Los Abuelos De La Nada) o rubricando con su nombre un puñado de interesantes discos pop, pero de sonido algo sintético. Instalado en Madrid desde 1989, tras responder a la llamada de Ariel Rot que prendería la mecha de Los Rodríguez, fue el inédito ensamblaje de rock porteño, raíz stoniana e influjo latino. Hacia 1996, cuando el proyecto se rompió tras una exitosa gira junto a Joaquín Sabina, Calamaro era ya el más célebre fichaje internacional del rock español. Y mientras el grupo hacía aguas, él esbozaba ya en maquetas caseras lo que sería su inminente presentación como músico solista en nuestro país.
Comienza de una forma que te impacta su sonido pesado, “Alta suciedad” es un ejemplo claro de las buenas letras que relucen a lo largo de todo el disco, sus primeros segundos dan la impresión que estaremos en presencia de un disco de rock clásico "pero era una mentira, para robarte un tal vez". Una guitarra distorsionada, la poderosa batería de Jordan, un riff perfecto, una sección de viento excelsa y para rematarlo un estribillo pegadizo absoluto. Todo un pelotazo. “Todo lo demás” nos baja un poquito el hype, es un buen tema, pero se ha relajado después del trallazo de presentación, una canción con un toque muy argentino, pero lo recupera con una canción con sutilezas pop, “Donde manda marinero” es una de las mejores canciones que Calamaro haya creado una alegoría a insatisfacción, tiene trazas de tango y gana con cada escucha. Damos paso al funk satinado de “Loco” donde destaca la presencia del bajista Chuck Rainey en la grabación, y parece diseñado para capturar el característico lucimiento sin alardes de los viejos músicos de sesion de música soul, Chuck encajó sin problemas la burbujeante línea de bajo que, junto a los efectos wah wah y los vientos, son los grandes protagonistas del tema, disfrutemos de un funk redondo donde los músicos se lucen y que se convirtió en single, y sirve a la vez para relajar un poco la intensidad, es un remanso a la espera de la próxima vuelta de tuerca… la joya… la célebre “Flaca”, que por muchas veces que suene en las radios sigue manteniendo intacta su belleza, una melodía de inicio arrebatadora da paso a una letra majestuosa, que habla del amor con espinas, el que duele y da vida a la vez, del que deja marca, una maravilla que los músicos impregnan de soul y que habla, dice Calamaro, “de los pequeños daños que nos hacemos a veces las personas”, una canción que se para en la frontera del amor y el desamor. Un pedido de derrota digna con las maletas en la puerta, que pide a gritos quedarse con un bonito recuerdo porque solo puedes quedarte con los buenos recuerdos.
“¿Quién asó la manteca?” Suena un poco extraño dentro de lo que nos
había regalado, es un funk al ralentí que brama contra el tedio y la mentira, un
denso reggae en la línea calamariana más experimental, que empieza como un
extraño relato gauchesco. Lo voy a decir
buen claro, al que escribe esto “Media
Veronica” le parece una de las obras cumbres de la carrera de Calamaro, con
una arquitectura pop muy beatle, basada en diseños alambicados y que tiene su
origen en una mínima idea instrumental: juguetear con las posibilidades de una
batería distorsionada envuelta en un sutil trenzado atmosférico (tejido en
directo dentro del estudio, con bonitos ribetes de cello) que envuelve a la
perfección uno de los textos más sugerentes de Calamaro, un tema que trasmite
una melancolía extrema que se clava como un puñal en las tripas. En este tema
se deja de experimentos y su piano inunda el aire de un dulce dolor tanguero
que le da un desarreglo imprescindible. "Media Verónica" es una
adolescente que pasa por los desamores como lo tiene que pasar cualquier
adolescente que se aprecie como tal: dejando la vida en ello… ¿o quizás no?...
un tema muy ambiguo sin duda alguna… “La vida es una cárcel con las puertas
abiertas, Verónica escribió en la pared, con la tripa revuelta”.
El resultado es un disco soberbio
que se nutre del talento de un compositor en estado de gracia y de la calidad
de unos músicos que barnizaron la grabación de música negra. Ninguna de las
canciones flaquea, nada es prescindible, todo suma. Una delicia para los oídos.
sábado, 17 de noviembre de 2018
El disco de la semana 94: Andres Calamaro - Honestidad brutal
“La
honestidad no es una virtud, es una obligación” ….. Eso puede leer nada más
abrir la locura del poeta loco, la vomitona de un ser dolido y medio muerto que
trata mediante la música de seguir adelante utilizándola como un bálsamo que
cure sus heridas físicas y sobre todo las del corazón…. Le entiendo, siendo joven
tuve una crisis con mi actual mujer, y este disco fue bálsamo y a la vez punto
de partida para retorcerme en el dolor de aquella situación, porque como poeta
loco nos gusta soplarnos con gasolina en las heridas. Una locura donde
encontramos 37 canciones, algunas mejores, otra muy malas, muchas excelsas y es
justo en esas donde voy a pararme a escribir, a recordar, a volver a sentir.
Pero tener claro, este viaje va a tocar muchos palos… blues, reggae, funk, ska,
tango, dub, rancheras, bossa nova, soul y pop. Honestidad Bruta’ está repleto
de frases que me marcaron de por vida, me voy a hinchar a marcarlas en este
texto, disculpen la pesadez.
El álbum empieza
con El día de la mujer mundial a
ritmo de guitarras afiladas, a ritmo casi de grunge y nos mete en una especie de
viaje físico y mental, metido en un coche….. y esa primera frase lapidaria con
la que nos recibe. “¿Quién escribirá la
historia de lo que pudo haber sido? Yo que soñaba despierto ya no sueño dormido”.
El siguiente tema es quizás uno de los más famosos del disco Te quiero igual, quizás uno de los más
happys que vamos a encontrar, aunque escondido encontramos una vez más el desamor,
una canción en la que se reta a decir cuantas más veces posibles “te quiero”,
esa expresión tan poco chic, y que en su propia contradicción termina por
vertebrar un corte al más puro estilo Dylan, porque si Dylan de una manera u
otra tuvo su parte de culpa en este disco. Confieso que La parte de adelante es quizás uno de mis favoritos del álbum, y
posiblemente uno de los menos trascendentales temáticamente, pero el gusanillo
que nos mete dentro con ese ritmo cadencioso y chisposo a la vez te embruja,
comentó Andres sobre esta canción que fue una de las que primero escribió, pero
de las ultimas que cerró y que para él es especial… “Es una canción de varón
domado y feliz, escrita mientras ves a tu chica pasearse por la casa y ni se te
pasa por la cabeza que esa chica va a abandonarte. Tal vez por eso es una de
las favoritas de las mujeres" porque al fin y al cabo “Que más quisiera que pasar la vida entera, como
estudiante el día de la primavera, siempre viajando en un asiento de primera, el
mejor carpintero de tu balsa de madera” Clonazepan y el circo es su gran critica a su país natal Argentina.
Los Aviones llega a ser dolorosa
cuando descubres a un Calamaro medio susurrando con un ritmo muy brasileño “…Se acabó todo lo que había, queda
un cigarro mojado, porque quiero dormir y soñar con ella mientras por afuera pasan
los aviones….”
Mas duele es
psicodelia pura, una de las prescindibles. Calamaro escribió Cuando te conocí en un avión mientras
leía la letra de “Tangled Up In Blue” de Bob Dylan y después, según sus
palabras, se estrelló. Es claro que se tratan
de dos canciones hermanas, la temática es similar: un recuerdo de un amor, de
esos esquivos, jodidos y un tipo envuelto en la tristeza. Prefiero dormir comienza como una especie de jazz para desembocar
en una especie de rap a medias. Jugar
con fuego es un brillante tango, como no, de desamor, otra de las canciones
en las que colgarse de lo que has llegado a ser “Es inmoral sentirse mal, por haber querido tanto, debería
estar prohibido haber vivido y no haber amado” .. que nos quiten lo
bailado.. para vos, reina. Maradona
son dos minutos festivos como siempre fue el juego del astro Argentino,
merecido homenajes y un poco de respiro para el corazon. Una bomba, parece un reggae, no me hace gracia. Socio
de la soledad, es un pequeño cuento con un ritmo muy divertido, que esconde
la resignación en sus notas. Son las
nueve es una puta locura de canción, se deshace en cada una de sus notas y
en su voz el dolor del trabajo que puede llegar a ser la composición, es quizás
el gran HIT del álbum, aunque haya quedado sepultada por temas más comerciales
y fáciles. Con Las dos cosas vuelve
a los ritmos extraños, otro tema prescindible a mi entender al igual que
Veneno. Preludio de otra gran cancion, esta Ansia en Plaza Francia, un tema
donde la calidad vocal de Andres sale a relucir. Llega otra brutalidad, Paloma,
una cancion de una belleza lirica y musical casi inigualable, un tema circular
y en perpetuo crescendo mientras las guitarras vuelven a estar afiladas y la
armonica pone orden en todo ello, con una letra en la que detenerse en cada
verso.
Para poder olvidarte
Quiero llevarte conmigo
Y no voy a ninguna parte
No te preocupes paloma
Hoy no estoy adentro mío
Tu amor es mi enfermedad
Soy un envase vació
No te preocupes paloma
No hay pájaros en el nido
Dos ilusiones se irán a volar
Pero otras dos han venido
…..
Te bajaría del cielo mujer
La luna hasta tu cama
Porque es muy poco de amor
Solo una vez por semana
Con Abuelo es el homenaje a un compañero muerto, Miguel Angel Peralta. Miguel Abuelo, era el líder del grupo Los abuelos de la nada, e hizo que Andrés formara parte del grupo. Miguel murió de Sida, y Calamaro creó esta obra maestra, en homenaje a su compañero y amigo. Es una especie de carta que le manda, dándole las gracias, alabándole por su obra y contándole como siguen las cosas por aquí. No tan Buenos Aires es otro tema dedicado a su país, un poco largo pero interesante. Con El tren que pasa volvemos al reggae con toques de música autóctona de su argentina, muy interesante. Victoria y Soledad es una una cancion festiva, un tema muy divertido donde juega de forma muy interesante con esos dos nombres. Con Mi propia trampa vuelve el dolor, otra cancion excelsa “Prefiero solamente un beso tuyo, antes que el amor de mil mujeres, es el beso que núnca te dí, cuando mis alas se quemaron y caí” Negrita una cancion de admiración a tu pareja que te ha dejado, dolorosa en si misma. Voy a dormir vuelve a las fumadas que me aburren. Eclipsado parece un rock and roll made in Tequila, normalita. Mi quebranto es un rock and roll clásico no es redondo pero te lleva un poquito a esos tiempos donde las guitarras empezaron a sonar. Volvemos al dolor y a la pena son Me pierdo, otra de mis favoritas, hay que detenerse y disfrutar de ella. Hacer el tonto sirve para tratar de relajar, esta ranchera con mucha guasa. Naranjo en flor es uno de los grandes tangos argentinos, que aquí borda junto a Victor Exposito. Aquellos besos es tierna y romántica, pero se queda corta después de la montaña de sensaciones que hemos pasado. No son horas es otra de las maravillas del álbum, la canción del resurgimiento, después de sufrir y llorar por amor es el momento de levantar el vuelo, con el viento en las venas, y volver a respirar, volver a mirarse a uno y sentir la alegría de lo que eres. Masterpiece. Las heridas, vuelven los porros a las canciones, cuando le pone tan extraño me saca un poco de quicio. Misma impresión para Hay queremos innovar y hacer locuras y no sale bien. El ritmo del Lunes es un hibrido bastante interesante aunque no llega al nivel de otros temas. Con Para que se desastas de nuevo el rock and roll aunque de forma estrafalaria. No va mas podía haber sido la despedida del álbum, pero sinceramente no hubiera sido digno esta especie de jazz de taberna, como remedio cierra el disco con una versión mas pausada de su magnifica La Parte de adelante a la que titula La parte de atrás, no llega al nivel de la anterior pero es muy buena.