Mostrando entradas con la etiqueta The Band. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta The Band. Mostrar todas las entradas

miércoles, 21 de febrero de 2024

Bob Dylan - Blood on the tracks (Mes Bob Dylan)



Me gusta comparar Blood on the Tracks (1975), el décimo quinto disco de estudio de Bob Dylan, con Nebraska (1982) de Bruce Springsteen, y no solo por el evidente toque acústico de ambos discos, sino porque ambos surgieron de bocetos de canciones construidas con extrema sencillez e intimismo. En el caso de Nebraska, los intentos posteriores de complejizar y electrificar aquellas canciones fueron infructuosos, y demostraron que el poder de aquellos temas radicaba en su sencillez, perdiendo gran parte de su fuerza al interpretarlas con una banda completa. Curiosamente, en el caso de Blood on the Tracks ocurrió lo contrario, y fue la falta de confianza de última hora en las posibilidades de aquella colección de canciones sencillas y acústicas grabadas en el estudio A&R de Nueva York la que provocó que la mitad de ellas fueran finalmente regrabadas en el estudio Sound 80 de Minneapolis, privándome de más motivos para sostener la teoría de la similitud con el futuro Nebraska.

Dylan mostró las canciones a amigos músicos como David Crosby, Graham Nash o Stephen Stills, que quedaron preocupados porque aquellas canciones estaban construidas en el mismo tono y afinación, basadas en el estilo que el músico irlandés de folk Paul Brady le había enseñado. Dylan planeó acto seguido grabar Blood on the Tracks con el acompañamiento de una banda eléctrica, y llamó a Mike Bloomfield para que se encargara de la guitarra principal como ya lo había hecho en Highway 61 Revisited (1965), pero como le ocurriera después también a Bruce Springsteen con los temas de Nebraska, los dos músicos encontraron frustrantes los acercamientos eléctricos a las canciones, y finalmente Dylan despidió a la banda de sesión, arregló las canciones desde un enfoque minimalista y acústico, y con Tony Brown al bajo, Buddy Cage en la steel guitar y Paul Griffin a los teclados completó la grabación del disco en Nueva York. El resultado le pareció a su hermano David Zimmerman un disco de difícil venta por su sonido "demasiado descarnado", y convenció a Dylan para que regrabara algunas de las canciones con una banda, privándonos de lo que hubiera sido un Nebraska en toda regla, y terminando de dar forma a Blood on the Tracks tal y como lo conocemos.

El disco comienza con "Tangled Up in Blue", la primera de las canciones regrabadas en Minneapolis, y en mi opinión en la que más se nota ese cambio de estilo. Es lo suficientemente luminosa como para funcionar como ninguna otra como sencillo, y a tal efecto fue la elegida como single de lanzamiento, pero es como una isla que no termina de encajar con la atmósfera relajada y el sonido más unitario del resto del álbum, de los que es mucho más representativa, y no menos brillante, "Simple Twist of Fate" una joya acústica del lote de temas grabados en New York que está entre los mejores temas del disco. Aunque también regrabada en Minneapolis, "You're a Big Girl Now" no desentona con el conjunto,  manteniendo el tono suave y melancólico y mimetizándose a la perfección con los mejores temas del disco.

No quiero que parezca que, por definición, las primeras grabaciones fueran mejores que las nuevas, y de hecho a un tema con una letra tan airada y de tanto resquemor como la de "Idiot Wind" seguramente le vino mejor tener una banda de apoyo detrás, dándole aún más fuerza al ácido mensaje de la canción, pero al mismo tiempo debo también decir que canciones tan desnudas y sinceras como "You're Gonna Make Me Lonesome When You Go" con su guitarra acústica y su característica armónica, o "Meet me in the morning" con su aire de blues ligero e inocente, ambas del lote de New York, son las que me hacen volver a la escucha de este disco una y otra vez.

"Lily, Rosemary and the Jack of Hearts" es la canción más extensa del disco, rozando los 9 minutos de duración, y aunque la sensación es que se acaba haciendo un poco larga, es otra de las canciones que se beneficia del toque de country afable y acelerado que le da la banda de apoyo. También resultó finalmente un acierto la regrabación de un tema como "If You See Her, Say Hello", para mí la mejor de las grabaciones de Minneapolis, aunque no llegue al nivel de las dos canciones de Nueva York con las que cierra el disco, porque "Shelter from the Storm" es la auténtica obra maestra del álbum, y la sencillez y honestidad acústicas de "Buckets of Rain" son totalmente arrebatadoras.

En conjunto, Blood on the Tracks es un disco aparentemente muy marcado por la situación sentimental y las experiencias personales de Dylan en aquel momento. Tras finalizar la gira de 1974 junto a The Band, Dylan había empezado una relación sentimental con Ellen Bernstein, una empleada de Columbia Records, y aquello fue el comienzo de las tensiones que desembocaron en el final de su matrimonio con su mujer Sara, pero el siempre esquivo Dylan negó que las letras de las canciones del disco tuvieran más tintes autobiográficos que las de cualquier otro disco suyo. Sea cual fuere el origen de los introspectivos y taciturnos temas de Blood on the Tracks, lo que si reconoció Dylan es que aquel álbum era algo muy diferente a todo lo que había hecho antes, una colección de canciones de amor tan desnudas de artificio como llenas de emoción, urgencia y sentimiento. Quizá por eso, y aunque sus idas y venidas en el estudio estuvieran motivadas por el temor a que no fuera un éxito, cuando por fin lo fue y empezaron a llegarle comentarios positivos sobre lo mucho que estaba gustando, Dylan reconoció que le estaba costando lidiar con aquella contradicción: "Es duro para mí acostumbrarme a eso, a que la gente esté disfrutando de ese tipo de dolor..."

No tuvo más remedio que acostumbrarse a ese "simple giro del destino", porque este disco sigue siendo considerado como uno de los mejores discos de su carrera. En su momento llegó al primer puesto del Billboard 200 estadounidense, y a día de hoy sigue siendo uno de sus discos de más éxito, con más de dos millones de copias vendidas en todo el mundo, incluyendo las que compraran los amables ciudadanos del estado de Nebraska, en Estados Unidos, un dato sin duda irrelevante con el que, ¿por qué no?, poner fin a la reseña de Blood on the Tracks.

miércoles, 17 de agosto de 2022

0594 - The Night They Drove Old Dixie Down - The Band


0594 The Night They Drove Old Dixie Down - The Band

The Night They Drove Old Dixie Down es una canción escrita por Robbie Robertson y originalmente grabada por el grupo de rock de raíces canadiense-estadounidense The Band en 1969 y lanzada en su segundo álbum homónimo. 

Robbie Robertson dijo que tenía la música de la canción en la cabeza y que tocaba los acordes una y otra vez en el piano, pero que no tenía idea de qué se trataría la canción. Luego se le ocurrió el tema de la canción e investigó acerca de la historia de la Guerra Civil con la ayuda del baterista de la banda, Levon Helm, nativo de Arkansas. En su autobiografía de 1993, This Wheel's on Fire, Levon Helm escribió: "Robbie y yo trabajamos en 'The Night They Drove Old Dixie Down' en Woodstock. Recuerdo haberlo llevado a la biblioteca para que pudiera investigar la historia y la geografía de la época. y hacer que el general Robert E. Lee salga con el debido respeto".

Levon Helm proporcionó la voz principal de la canción, la cual es una narración en primera persona que relata la angustia económica y social experimentada por el protagonista, un sureño blanco pobre, durante el último año de la Guerra Civil estadounidense, cuando un tal George Stoneman estaba atacando el suroeste de Virginia, cuanta la historia. La canción apareció en el puesto 245 de la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos de la revista Rolling Stone.

Existe otra versión de la canción interpretada por Joan Baez que alcanzó el puesto número 3 en el Hot 100 el 2 de octubre de 1971; hizo lo mismo en el gráfico Cashbox Top 100. Sin embargo, en la lista Record World Top Singles de la semana del 25 de septiembre de 1971, el sencillo de Joan Baez alcanzó el número 1 durante una semana. Otro cantantes que grabaron versiones de esta canción fueron Johnny Cash, quien grabó la canción en su álbum de 1975 John R. Cash. 

Daniel
Instagrama Storyboy

lunes, 25 de abril de 2022

0480.- The weight - The Band

 


'The Weight' fue el único single del álbum debut de The Band, que se tituló 'Music from Big Pink' publicado en 1968, y es una de las canciones mas estimadas del grupo canadiense al punto que fue interpretada en la histórica reunión de Woodstock el 17 de agosto de 1969. El escritor y guitarrista de la canción, Robbie Robertson , recuerda exactamente cómo surgió. “Escribí la canción en Woodstock, en una casa que tenía allí en un lugar llamado Larson Lane, donde tenía una mesa y una guitarra, y era como mi pequeño taller… Y cuando me senté a tratar de pensar en algo, me di cuenta de que no tenía nada en mente. Pensé, '¡Oh, mierda!' porque unos días viene y otros no. Senté la guitarra en mi regazo y estaba un poco inclinado sobre ella y miré dentro del orificio de sonido de la guitarra y decía 'Nazareth, Pennsylvania' [donde se fabrican las guitarras Martin]. Pensé, 'Está bien, déjame ver', y escribí la primera línea de esa canción ['Me detuve en Nazareth / Me sentía medio muerta'] y diría, probablemente en 45 minutos, había escrito el esqueleto de toda la canción”.

La canción cuenta la historia de un chico que visita Nazaret, y su amiga Fanny le pide que visite a varios de sus amigos. "El peso" que es su carga son todas estas personas extrañas que prometió que controlaría. Robbie Robertson, afirma que esto fue influenciado por el trabajo de Luis Buñuel, un director español que hizo algunas de las primeras películas que tratan sobre el surrealismo. Robertson estaba intrigado por los personajes de sus películas, que a menudo eran buenas personas que hacían cosas malas. Su composición lírica es emocionante en sí misma, ya que está ambientada en un lugar llamado Nazaret, donde el cantante se encuentra con una serie de personajes coloridos en su búsqueda por encontrar básicamente un lugar para dormir, Nazaret , como todos sabemos, es el nombre de una antigua ciudad donde Jesús residió una vez. Hay varias referencias que se leen como si fueran de naturaleza bíblica y, como tales, tienen un significado más profundo que lo que se presenta en la superficie. Pero en realidad, en realidad apuntan a aspectos de la vida actual de los artistas (en el momento del lanzamiento de la pista), incluida una serie de agradecimientos a personas y lugares con los que están familiarizados, nada que ver con la religión aunque esparció referencias bíblicas indirectas en todas partes para que suene más profundo, como para darle más atractivo, pero según confeso los personajes de la canción, Crazy Chester, Luke, Anna Lee, están basados ​​en amigos de la banda 'Carmen y el diablo', 'Miss Moses' y 'Fanny', un nombre que parecía encajar con el tema. "The Weight", una astuta combinación de música estadounidense y gospel del sur profundo, se convirtió en un éxito Top 40 tanto en Canadá como en el Reino Unido. Aunque la pista se estancó en el puesto 63 en las listas de Billboard, eventualmente se ubicaría tres veces más en los EE. UU. durante el próximo año cuando Aretha Franklin, Jackie DeShannon y las Supremes la interpretaran. Ninguno capturó del todo el sentido seminal de la maravilla de tonos oscuros presentado por Helm, y luego Rick Danko (quien pasa al frente en el cuarto verso, luego proporciona matices clave para el quinto) en el original de The Band. Esa interacción vocal, compartida pero no al unísono, entre Helm, Danko y Manuel (quien agrega una armonía alta dolorosa y sin palabras) debe gran parte de su estilo a los Staple Singers, colaboradores posteriores en el proyecto Last Waltz dirigido por Martin Scorsese .

viernes, 8 de octubre de 2021

Disco de la semana 244: Lola vs Powerman & Themoneygoround, The Kinks


“La conocí en un club del viejo Soho, donde bebes Champagne y te sabe a Coca-cola... Se acercó a mí y me preguntó si quería bailar, le pregunté su nombre y con voz grave me dijo Lola..."
Su nombre completo, o más bien el del disco, era Lola Versus Powerman and the Moneygoround, Part One​, la impresionante obra conceptual que The Kinks entregaron como octavo álbum de estudio. Pero todos la conocían por su nombre de pila: Lola, el título de su single más relevante y su mayor éxito desde Sunny Afternoon o el archiconocido You really got me.

"No soy el tipo más fuerte del mundo, pero cuando me abrazó casi me rompe la columna. Oh mi Lola... Realmente, ese es el efecto que la fuerza satírica del disco ejerce contra las diferentes disciplinas del mundillo musical del momento, una auténtica patada en la espalda de una industria discográfica plagada de personajes oscuros y venenosas serpientes de diferentes colores: Ejecutivos y contables, críticos y periodistas, editores y sindicatos. Canción a canción, ninguno de ellos escapa a la afilada sátira y la crítica mordaz de los hermanos Davies y compañía.

Grabado en 1970 en los Estudios Morgan en Willesden (Londres), el disco se beneficio de la inclusión en sus filas del teclista John Gosling, y de la libertad creativa que suponía grabar en un estudio independiente. La sensación de trabajar sin barreras impregnó desde el principio el sonido de las primeras grabaciones, entre las que estaban ya temas como Powerman, Got to be free o la propia Lola, y fruto de ello el disco es un gran despliegue de estilos, principalmente el rock, el folk y los característicos toques de music hall británico, que tan bien se presta a la ironía y la sátira de las letras de The Kinks.

El disco arranca en una sorprendente línea folk, con una breve introducción de voz, banjo y guitarra del Got to be free que cerrará el disco, abruptamente interrumpida por el rotundo riff de The Contenders, la primera de las gemas eléctricas del disco, aunque combine en sus cambios con tramos más pausados y acústicos. En esa línea acústica y sosegada va también Strangers, con cierto toque a The Band, mientras que en Denmark Street, diatriba sobre los editores de discos, aparecen los primeros guiños de teclado barroco y ambiente de music hall. La balada Get back in the line es una visión satírica sobre el papel del responsable del sindicato, que decide quien trabaja y quién debe "volver a la fila" de la oficina de empleo, y la última canción de un brillante bloque que funciona como eficaz ágape previo al suculento banquete que está por venir con Lola, el hit estelar del disco y merecedora de un capítulo aparte.

Lola fue uno de los primeros temas que se grabaron para el disco, y las sesiones de grabación fueron complejas e interminables, hasta que lograron conseguir el particular sonido que estaban buscando para la canción. Lo lograron tras una visita de Ray Davies a una tienda de instrumentos musicales londinense, a la que fue buscando la guitarra Martin que quería para la canción. Allí, además de la guitarra, encontró un viejo dobro de los años 30, que combinado con la guitarra y una fuerte compresión dio como resultado el sonido tan característico del que sería su mayor hit. Lola es brillante en sonido, pero destaca además en lo audaz de la letra para la época, narrando un encuentro romántico con una chica que resulta ser un chico travestido: "Bueno, no soy idiota, pero no puedo entender por qué ella habla como un hombre, y anda como una mujer..." 

Por si sola ya es brillante y atemporal, pero en el contexto del álbum su significado y su valía crecen de manera exponencial. En un disco plagado de personajes oscuros y cruelmente satirizados, la Lola de los Kinks es el personaje más honesto y humano de todos, el ninot que los Kinks salvan de la quema y se quedan consigo: "Bueno, no soy el hombre más masculino del mundo, pero sé lo que soy, estoy satisfecho de ser un hombre y también Lola..." Y Lola se lo agradeció con un éxito descomunal como sencillo, llegando a los primeros puestos de las listas británicas y al noveno del Billboard estadounidense (en una versión en la que en la letra sustituían "Coca-Cola" por "Cherry-Cola" para evitar contenciosos con la marca de refrescos y que pudiera ser emitida en la BBC).

La crítica sibilina del disco sigue su curso en la divertida y enérgica Top of the Pops, sobre los programas de actuaciones musicales de la época, la prensa y la manera en la que convertían canciones en éxitos. Después le llega el turno de pasar por la guillotina verbal a los contables y directivos de las discográficas en The Moneygoround, segundo tema en clave de cabaret y music hall, antes de regalarnos uno de los momentos álgidos del disco en This Time Tomorrow. Una melancólica revisión de la vida del músico en la carretera, a medio camino entre acústica y eléctrica, con brillantes armonías vocales y un mensaje de desorientación y desarraigo que, como buen disco conceptual, encadenan con la temática del siguiente tema, la nostálgica balada A long way from home (Muy lejos de casa).

El último tramo del disco vuelve a la senda rockera en temas de guitarras afiladas como Rats, y la sátira se mantiene intacta en canciones como Apeman, un tema de aires tropicales y planteamientos algo cómicos, que se convirtió en el segundo single del disco, para el que tuvieron que regrabar la frase "the air pollution is a-foggin' up my eyes" ("la polución del aire está nublando mis ojos") porque "Fogging" se confundía con otra palabra que empieza con "F". Tras un psicodélico arranque de sitar, Powerman se destapa como otro de los temas de cadencia hard rock del disco. Y no uno cualquiera, porque está entre las canciones más desarrolladas e impactantes del álbum, y funciona como potente y falsa coda final, antes de cerrar el disco como lo empezaron, con el calmado country-folk de Got to be free (Tenemos que ser libres).
 
Libres de abusivos contratos discográficos, de la avaricia desmedida de contables y directivos que solo quieren llenarse los bolsillos a costa de los músicos, de las excesivas limitaciones impuestas por los sindicatos, y de las interminables giras, plagadas de carreteras secundarias y moteles de mala muerte en los que acabas planteándote qué demonios estás haciendo allí, y lamentando estar tan lejos de tu casa, dónde quizá te esté esperando un hombre o una mujer importante en tu vida. Esa es la historia detrás de la lucha de Lola contra Powerman y Themoneygoround. Un disco apasionante... "Aunque, bueno, no soy el tipo más apasionado del mundo, pero cuando miré a sus ojos, casi caí por mi Lola, la-la-la-la Lola..."