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martes, 10 de octubre de 2023

1013.- Vicious - Lou Reed



"Vicious" es la primera canción del disco "Transformer" (1972) y un gran ejemplo del giro musical que, con la ayuda de su amigo David Bowie en la producción y los coros, Lou Reed quiso dar a su carrera y a sus nuevas composiciones. Era su segundo disco fuera del paraguas artístico de la Velvet Underground creada por Andy Warhol, pero el genial fotógrafo sigue siendo inspiración en las letras de "Vicious".

En palabras del músico neoyorquino, Warhol le dijo: ¿Por qué no escribes una canción titulada "Vicious"? Reed le respondió: ¿Qué tipo de "vicioso"? Y entonces Warhol le dijo: "Ya sabes, vicioso como alguien que te golpea con una flor". Lou Reed tomó la frase literalmente para la letra ("Vicious, I hit you with a flower...") y a partir de ella compuso el resto de una letra plagada de sarcasmo que en el disco Reed canta con un altanero e hipnótico desdén en la voz, que le da a la canción la carga irónica de parecer un sermón pronunciado por alguien aún más vicioso, rebelde y desfasado que el destinatario del mismo.

Musicalmente, la influencia del glam rock de Bowie es muy evidente, con su fiel escudero Mick Ronson poniendo el toque punk y glam rock con sus guitarras distorsionadas, y Reed acompañándole con la guitarra rítmica. La producción de Bowie es sobresaliente, y el arreglo rítmico de batería, congas y maracas con el que estos dos genios de la música completan la canción hace de "Vicious" una de las piezas más impactantes de "Transformer", y eso no es decir poco si tenemos en cuenta que es el disco de "Perfect Day", "Satellite of love" o "Walk on the wild side", entre otras.

lunes, 9 de octubre de 2023

1012 - Lou Reed - Satellite of love

1012 - Lou Reed - Satellite of love

"Satellite of Love" es una canción del cantautor estadounidense Lou Reed, lanzada en su álbum "Transformer" en 1972. Esta canción es una de las más destacadas de la carrera de Lou Reed y ha sido elogiada por su distintivo estilo y lírica evocadora.

La canción combina elementos de rock, pop y glam rock, y es conocida por su pegajosa melodía y armonías vocales. La letra de "Satellite of Love" habla de temas como la soledad, la distancia emocional y la necesidad de conexión humana. Lou Reed canta sobre su deseo de estar más cerca de alguien a quien ama, pero siente que está "en un satélite del amor" mirando desde lejos.

La producción de David Bowie en "Transformer" le dio a la canción un sonido único y distintivo que ha perdurado a lo largo de los años. La instrumentación y los coros de apoyo contribuyen a crear una atmósfera melancólica pero cautivadora.

A lo largo de las décadas, "Satellite of Love" ha sido versionada por varios artistas y ha aparecido en películas, programas de televisión y anuncios comerciales, lo que atestigua su duradera influencia en la música popular. La canción sigue siendo una de las favoritas de los fanáticos de Lou Reed y es un testimonio de su talento como compositor y músico.

Daniel 
Instagram storyboy 

domingo, 8 de octubre de 2023

1011.- Walk On The Wild Side - Lou Reed

 

Walk On The Wild side, Lou Reed


     Transformer es el segundo álbum estudio del artista estadounidense Lou Reed. Dicho trabajo fue grabado en agosto de 1972 en los Trident Studios de Londres, bajo la producción de Mick Ronson y de David Bowie, y publicado el 5 de noviembre de 1972 por el sello discográfico RCA Records. Aunque su primer álbum tuvo cierto éxito, sería con Transformer cuando le llegaría el verdadero éxito, ya que este trabajo se convertirá con el tiempo en todo un himno del glam rock. Al igual que su primer disco, Transformer contiene canciones que Reed había compuesto mientras estaba en la formación Velvet Underground. Mick Ronson y David Bowie apostaron por producir Transformer ya que ambos habían sido influenciados por el trabajo de Reed en Velvet Underground. Bowie llegó a incluir notas en la portada de su disco Hunky Dory que hacían referencia al grupo de Reed, y  Mick Ronson, además de coproductor, colaboró en el disco como arreglista y músico de sesión tocando varios instrumentos.

Incluido en este álbum se encuentra todo un himno atemporal donde Reed nos habla de ese Nueva York del que nadie se atreve a hablar. Ese Nueva York al que los travestis se dirigían en busca de algo de fortuna y acababan ejerciendo la prostitución, todo un paseo por el lado salvaje de la ciudad. La canción no puede ser otra que  Walk On he Wild Side, Cada verso de la canción introduce un nuevo personaje, están Holly Woodlawn, Candy Darling, Joe Dallesandro, Jackie Curtis y Joe Campbell. Todos los personajes, al igual que Reed,  son compinches de la fábrica de Andy Warhol. Reed sentía empatía por todos estos personajes de la canción ya que el mismo estuvo luchando con su sexualidad durante la mayor parte de su vida. Sus padres incluso intentaron "curar" su homosexualidad cuando era joven. Según el propio Reed, fue la novela de Nelson Algren de 1956, A Walk on the Wild Side, la que le inspiró para crear la canción, y mientras avanzaba en la composición fue incorporando personajes de su propia vida. La canción también puede ser una alusión a la película Walk on th Wild Side de 1962, de Mack David y Elmer Bernstein, basada en la novela de Algren

Lo que está claro es que la canción no es solo uno de los buques insignia de Reed, es todo un himno generacional y atemporal que toca temas por entonces tabú como el de las personas transgénero, las drogas, la prostitución masculina o el sexo oral.

domingo, 23 de julio de 2023

0934.- The Kids - Lou Reed

 

The Kids, Lou Reed


     En octubre de 1973 aparece publicado el tercer álbum de estudio del músico estadounidense Lou Reed, Berlin. El disco es grabado en los estudios Morgan de Londres y los Record Plant de Nueva York, bajo la producción de Bob Ezrin, quien además colabora en el álbum tocado el piano, el mellotron y con los arreglos. Berlin es publicado bajo el sello discográfico Rockart Records

Berlin es un álbum conceptual que nos relata la historia de la lucha de una pareja contra la adicción y el abuso de las drogas. Estamos ante una opera rock muy oscura que gira en torno a dos bohemios drogadictos. La portada del disco fue concebida por Pacific Eye & Ear, quien también se encargó del diseño de Muscle of Love de Alice Cooper ese mismo año. Las primeras líneas líricas de Berlin se muestran debajo de una collage donde aparecen los personajes de este trabajo conceptual.

Inicialmente la recepción de la crítica ante este álbum fue mixta, hay quien lo consideró un gran trabajo, y quien lo catalogó como un desastre, como la revista Rolling Stone en su momento. Sin embargo, con el tiempo este disco ha ido cogiendo fuerza e importancia, hasta el punto de ser catalogado por la misma Rolling Stone, quien lo defenestró en su momento, en el puesto 344 de su lista de los "500 mejores álbumes de todos los tiempos" en el año 2012. 

En su debut, alcanzó el puesto número 7 en las listas del Reino Unido, sin embargo en Estados Unidos consiguió muy bajas cifras, llegando únicamente al puesto número 98 en sus listas de ventas. Todo esto hizo que Lou Reed se sintiera muy desilusionado con el disco. 

Incluido en este álbum se encuentra The Kids, una canción que habla de una madre a la que las autoridades le quitan a sus hijos. No hay nada peor para una madre, quien en la siguiente canción, The Bed, acaba quitándose la vida en la cama donde fueron concebidos los niños. El productor Bob Ezrin usó a sus propios hijos, David y Josh, para los sonidos de los niños llorando y gritando por su mamá. Hay una leyenda urbana, que no deja de ser precisamente eso, que dice que Bob les dijo a sus hijos que su madre había muerto para que los niños se sintieran devastados y se notara en la grabación. Esta canción contiene una última curiosidad, el grupo británico The Waterboys tomó su nombre de una línea de la canción: "And i am the water boy, the real game's not over here" (Y yo soy el chico del agua, el verdadero juego no esta aquí).

sábado, 22 de julio de 2023

0933.- Caroline Says II - Lou Reed



“Caroline Says II”, llamada así por tratarse de una canción separada en dos partes (“Caroline Says I" y “Caroline Says II”), ambas incluidas en el disco conceptual Berlin (1973) de Lou Reed, es además una revisión de “Stephanie Says”, un tema que Reed ya había grabado previamente con The Velvet Underground.

Lou Reed quiso enfocar su tercer disco en solitario como un trágica "ópera rock" conceptual, y como tal, todas las canciones de Berlin giran en torno a una historia o temática determinada, en este caso la relación entre Caroline y Jim, una pareja de drogadictos en la capital germana. A lo largo de la historia, la triste vida de la pareja va pasando por sórdidos momentos de abuso de drogas, prostitución, violencia doméstica, depresión y deseos de suicidio.

La idea conceptual fue del productor Bob Ezrin (que posteriormente produciría también The Wall, el disco conceptual por excelencia), tras comentar a Reed que creía que sus canciones tenían grandes comienzos y desarrollos, pero adolecían siempre de un final, como en "Berlin", una canción del primer disco en solitario de Reed, de la que siempre había querido saber qué había pasado finalmente con la pareja protagonista, y con el disco Berlin se propuso que Reed contara la historia completa.

Con ese punto de partida, era lógico que el disco abriera, precisamente, con una revisión (más breve y solo con acompañamiento de piano) de la canción Berlin, y que “Stephanie Says” acabara convirtiéndose, hasta en dos ocasiones, en “Caroline Says”. La reconvertida canción de Reed ha tenido desde entonces una gran influencia y reconocimiento en el mundillo musical "underground", y como curioso ejemplo, la cantante mexicana-española Alaska tomó su nombre artístico de una célebre frase de esta dramática canción: "Hace mucho frío en Alaska".

viernes, 21 de julio de 2023

0932 - Lou Reed - Berlin


0932 - Lou Reed - Berlin

"Berlin" es una canción emblemática de la banda liderada por Lou Reed, lanzada en 1973 como el título principal de su álbum conceptual del mismo nombre. La canción y el álbum en su conjunto exploran temas oscuros y desgarradores, narrando la historia de dos personajes principales, Jim y Caroline, y su relación destructiva en la ciudad de Berlín.

La canción "Berlin" captura la esencia de la tristeza y la desesperación a través de su letra poética y la emotiva interpretación de Lou Reed. Con una melodía melancólica y una instrumentación orquestal envolvente, la canción te sumerge en un estado de ánimo sombrío desde el primer compás.

La lírica de "Berlin" retrata una relación tóxica y autodestructiva. Las letras pintan imágenes vívidas de escenas desgarradoras y emocionalmente cargadas, mientras exploran temas de soledad, adicción, angustia y desesperanza. Lou Reed logra transmitir una intensidad emocional cruda y poderosa con su distintiva voz y entrega vocal.

Musicalmente, "Berlin" es una mezcla magistral de rock, música orquestal y elementos del género cabaret. La orquestación dramática agrega una profundidad y una sensación de opresión a la canción, acentuando aún más la historia sombría que se cuenta. A medida que avanza la canción, la intensidad se va construyendo gradualmente, hasta llegar a un clímax desgarrador.

En su conjunto, "Berlin" es una obra maestra de la música que ejemplifica la habilidad de Lou Reed para contar historias a través de sus canciones. Es una composición audaz y emocionalmente impactante que desafía las convenciones y se adentra en los rincones más oscuros de la experiencia humana.

"Berlin" es un testimonio del talento artístico y la creatividad de Lou Reed y su capacidad para crear música que va más allá de lo convencional. Es una canción que deja una impresión duradera y que continúa siendo una pieza fundamental en el legado musical de Lou Reed y su influencia en la escena del rock.

Daniel 
Instagram storyboy 

viernes, 4 de noviembre de 2022

Disco de la semana 300: Transformer - Lou Reed



Recuerdo perfectamente el momento en que me compré el Transformer de Lou Reed, un día cualquiera mientras rebuscaba entre los cd's de "Discos La Metralleta" en un sótano del centro de Madrid, cuando podías encontrar allí casi cualquier cosa que buscaras al asequible precio de 6 euros. Al ver a Lou Reed sombreado en amarillo y negro en la carátula pegué un respingo, y emocionado lo abrí para ver si el cd interior estaba en buen estado. Sorprendentemente, el cd era completamente plateado y sin ninguna inscripción o dibujo que demostrara que se trataba realmente del mejor disco del "poeta de Nueva York" y no de otro disco cualquiera, que por equivocación hubiera terminado en esa caja, y aunque la explicación más probable era que se tratara de un cd grabado, yo estaba tan cegado por la emoción que aquello me pareció un mal menor.

Para resolver mis dudas, me dirigí al mostrador de la tienda y le mostré al dependiente el extraño cd plateado y sin leyenda alguna, como si de un platillo volante extraterrestre se tratase. El hombre de la tienda, no sé si disimulando para no perder una venta, o igualmente abducido por el extraño objeto, lo puso en un reproductor de cd's para resolver el misterio. Cuando Vicious empezó a retumbar por toda la tienda, supe que ese disco acabaría en mi mochila, porque original o no, contenía una obra maestra histórica. Con las afiladas y distorsionadas guitarras glam rock de Reed y Mick Ronson aún sonando de fondo, en el que era el tema de sonido más Velvet Underground del disco, el dependiente me ofreció una rebaja para compensar por el cd interior, dejándolo en 5 euros. Quizá eso fuera una prueba más de que el cd era grabado, pero a mí ya me daba lo mismo, era más grande mi "vicio" por aquel disco que cualquier otro pensamiento más coherente al respecto.

El dependiente siguió probando el disco y saltó a la pista dos. Andy's Chest sonó entonces por los altavoces de la tienda, pero Andy "sacó pecho" solo unos segundos, apenas los necesarios para que la canción, de un corte más acústico que la anterior y aderezada con los coros del propio Bowie, fuera reconocible. Una vez comprobada, el dependiente saltó a la tercera pista, y el solemne y taciturno piano de Perfect Day inundó de notas el viejo sótano. Una canción tan tremenda es capaz, por si sola, de salvar el peor de los días y hacerlo perfecto, y no puede ser rechazada por la simple sospecha generada por un cd más plateado de lo normal. Los arreglos de violines y la solemnidad del estribillo tienen la firma del mejor Bowie, pero en la voz de Reed, más melódica que nunca, y en la solemnidad y la épica del estribillo, el tema adquiere una profundidad sin precedentes.

Ya en casa, y escuchando el disco al detalle, la combinación de las guitarras sucias de Lou Reed y el toque brillante que le dan a las canciones la producción y las aportaciones de David Bowie me resultaron todavía más evidentes, y me reafirme en que estaba ante una auténtica joya irrepetible, aunque no exenta de momentos menos inspiradores como en Hangin' Round, que como su nombre indica no es más que un divertido intento de "dar vueltas" sobre el concepto de las estrellas de rock clásico y callejero con las que Reed se relacionaba en The Factory en los tiempos de Andy Warhol y la Velvet Underground. Es solo un respiro más o menos prescindible, antes de llegar a uno de los momentos cumbres del álbum y de la carrera del neoyorquino, la excelsa Walk on the wild side, una historia sobre travestidos, fracasados y otros personajes condenados a transitar por el "lado salvaje de la vida", con una letra que es casi cinematográfica y en la que la intensidad del bajo, los coros femeninos y el solo de saxofón son tan legendarios como la propia letra, sin duda una de las mejores de su carrera.

Make Up aporta el toque cabaretero a un disco canalla y oscuro. Los arreglos de tuba de Herbie Flowers la convierten en otra rareza más del disco y de la obra de Reed, aunque su posición en el disco perjudique a su reputación y su calado, porque a la sombra de dos gigantes como Walk on the wild side y Satellite of love palidece bastante. De esta última destaca sobremanera la progresión que va teniendo, pasando de manera sublime de una austera base de piano y un tema de corte melancólico, a un tramo final en el que la épica vocal de los coros de Bowie la convierten en una odisea espacial y grandiosa. Tras ella, el disco va bajando el ritmo al ver ya cercana la estación de destino del viaje, y la "rueda del vagón" suelta chispas de rock eléctrico y acústico en Wagon Wheel, en la que vuelven a aparecer unos coros femeninos, algo poco habitual en un disco en el que predomina la dupla vocal de Reed en la voz principal y las apariciones esporádicas de Bowie en los coros.

Tras el paréntesis de New York Telephone Conversation, una anecdótica pieza de relleno en clave de comedia teatral con base de piano, sobre la ligereza y los cotilleos de las conversaciones telefónicas, llega la traca final con dos canciones tan contrapuestas como brillantes: I'm So Free es el rock alegre y vitalista, y la libertad y la alegría de su letra y de sus arreglos contrasta con el tono sombrío y bohemio de Goodnight Ladies, más cercana a las canciones ebrias y cabareteras de Tom Waits, en la que la tuba hace de nuevo su aparición en el disco, y el saxofón se luce junto a la voz profunda y deprimida de Reed.

Al ponerlas juntas al final del disco, es como si fueran parte de una misma escena cinematográfica, que comienza en un estado de alegría y optimismo extremos, que a lo largo de la noche se van transformando en decepción y resignación, como si el "día perfecto" de esa otra gran canción del disco no terminara como habríamos esperado, y solo quede volver a casa haciendo eses y apoyándose en cada farola del camino, con la esperanza de que, a la mañana siguiente, el nuevo día sea aún más perfecto, los cd's plateados sean claramente auténticos, y los dependientes sigan haciendo buenos descuentos. Hasta entonces, y como dice el bueno de Lou Reed para cerrar este enorme disco: ¡Buenas noches, señoritas!

martes, 24 de mayo de 2022

Grandes éxitos y tropiezos: Lou Reed



Vamos con una nueva entrega de "Grandes éxitos y tropiezos", el manual perfecto para enfrentarse a la primera compra de un disco de ese grupo o artista que, por avatares del destino, acabes de descubrir. Hoy te daremos algunas pautas sobre que disco elegir del "poeta de Nueva York" en solitario. Ladies and Gentleman, estos son los grandes éxitos, y algún que otro tropiezo, de Lewis Allen Reed, más conocido como Lou Reed:

Estás tardando en comprarlo:

Transformer (1972), su segundo disco en solitario, es sin duda su obra maestra, un álbum a la altura de los mejores discos de su etapa anterior con la Velvet Underground. Buena culpa del resultado recae en David Bowie, que produjo el disco y participó en los coros, y de algunos de sus músicos de acompañamiento, como el guitarrista Mick Ronson o el bajista Herbie Flowers, que participaron en la grabación del disco. En Transformer, Lou Reed se aleja del rock oscuro y experimental, acercándose con éxito al glam rock en temas como Vicious, y entregando algunos de sus mayores éxitos como la descomunal Walk on the wild side, la melancólica Perfect Day o la excelsa Satellite of love, en la que los coros de Bowie son simplemente grandiosos.

Si te queda pasta, llévate también:

Berlín (1973), su tercer álbum publicado en solitario, producido por Bob Ezrin, que años más tarde produciría el disco The Wall de Pink Floyd, contó con la colaboración de músicos como Jack Bruce o Steve Winwood, entre otros, y aunque no tiene la fuerza y la inmediatez de Transformer, es una ambiciosa e interesante obra conceptual sobre una pareja de drogadictos. Temas como Lady Day, How Do You Think It Feels, Oh, Jim, Sad Song o Caroline Says II (en la que se encuentra el verso "It's so cold in Alaska" por el que Olvido Gara adoptó su famoso pseudónimo) se cuentan entre las mejores canciones de su discografía y eran habituales en sus conciertos.

Vuelve a dejarlo en el expositor: Vuelve a dejarlo en el expositor: 

Lulú (2011), grabado por Lou Reed junto a los todopoderosos Metallica en el que sería el último trabajo del músico en vida, y basado en la ópera Lulú y en la obra del dramaturgo alemán Frank Wedekind, se resiente por la falta de entendimiento y de química entre dos estilos musicales completamente diferentes. El artista y la banda nunca llegaron a encajar en este trabajo, dando como resultado un batiburrillo sonoro totalmente deslavazado e incoherente, en el que cada uno parece ir por su lado, como en aquella actuación de los Oscar de Hollywood en la que Antonio Banderas y Santana parecían estar interpretando cada uno una canción diferente mientras juntos versionaban "Al otro lado del río" de Jorge Drexler.

Y como "Lulú" podría entenderse como una colaboración con Metallica más que un disco propio, incluimos en esta sección también a Metal Machine Music (1975), su quinto álbum de estudio, considerado uno de los peores discos de la historia, y hay que decir que Reed se trabajó ese apelativo a conciencia, ya que su intención era precisamente entregar por compromiso una auténtica colección de distorsiones y ruidosos acoples de guitarra, una auténtica cacofonía abstracta y carente de toda lógica que para muchos oyentes fue una auténtica burla. A pesar de todo, Reed siempre defendió que no era un disco con el que buscara defraudar a los que lo compraran o burlarse de la compañía discográfica (RCA), que le obligaba por contrato a publicar un disco más,  y que se vio obligada a editarlo, pero lo hizo con solo 1.500 copias. La escasez de ejemplares disponibles lo convirtieron rápidamente en un objeto de culto, por el que a día de hoy se pagan cantidades astronómicas. Pero insistimos, esa es solo una razón más para que vuelvas a dejarlo en el expositor, y no dañes tu bolsillo y, lo que es peor, tus oídos con semejante artefacto sonoro.

Por último, si lo que buscas son canciones sueltas, este es nuestro "top five" de Lou Reed en solitario:

1- Walk on the wild side
2- Sweet Jane (versión en directo de Rock and Roll Animal)
3- Perfect Day
3- Satellite of love
5- Street Hassle (con Bruce Springsteen)

jueves, 16 de diciembre de 2021

0350 Venus In Furs - The Velvet Underground & Nico

 

The Velvet Underground & Nico


     El primer disco del grupo The Velvet Underground & Nico, de título homónimo, fue grabado en muy pocos días y tardó casi un año en ser editado debido a factores como las políticas de las discográficas, ya que no encontraban aceptable el contenido del disco. Al final Andy Warhol, productor del disco junto a Tom Wilson, consiguió un contrato con el sello discográfico Verve, subsidiario de MGM Records. Otro de los problemas a los que se enfrentó este primer álbum es la oposición del grupo (Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y Maureen Tucker) a que la cantante alemana Nico participara en la grabación, ya que sostenían que no daba la talla y ya habían cedido bastante permitiendo que participara en la gira de actuaciones en directo. al final acabaron cediendo.

El disco fue publicado el 12 de marzo de 1967 bajo el citado sello Verve. La portada del álbum, hecho por el propio Andy Warhol, es un plátano con una invitación a pelarlo. La contraportada de la primera edición del disco contenía una proyección del show Exploding Plastic Inevitable. El álbum debutó en el puesto 171 de las listas de ventas de Estados Unidos, desapareciendo de las tiendas de la noche a la mañana. A pesar de su fracaso, con el tiempo se ha convertido en uno de los álbumes más influyentes y aclamados de la historia por la crítica. En 2003 la revista Rolling Stone lo situó en el puesto 13 de su lista "Los 500 mejores álbumes de todos los tiempos", y en 2006 fue incluido en el Registro Nacional de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos

Incluido en el álbum se encuentra el tema Venus In Furs, escrito por Lou Reed. Es una canción donde aborda el BDSM, incluyendo también el sadomasoquismo, el bondage y la sumisión. Inspirada en la novela del mismo título, escrita y publicada por el escritor austriaco Leopold Von Sacher-Masoch en 1870, es una canción claramente transgresora que cuenta la historia de un hombre que desea ser dominado y tratado como un esclavo por la mujer que ama. De hecho, la palabra "Masoquismo" surgió del apellido del citado escritor austriaco, Sacher-Masoch. Venus In Furs es una canción que por su arriesgada propuesta musical traspasó los límites de la conservadora cultura musical del momento.

viernes, 27 de septiembre de 2019

El disco de la semana 146: Lou Reed - Rock and Roll Animal





Grabado el 21 de diciembre de 1973 en el Howard Stein’s Academy of Music de Nueva York, fue el primer disco en directo editado por Lou Reed, y se convirtió casi de inmediato en un disco de culto, tanto por la energía con la que revitalizó los temas en directo, interpretados por la que posiblemente sea la mejor banda de acompañamiento que tuvo el poeta de Nueva York y mejorando en muchos casos a las versiones originales, como por la polémica que trajo consigo desde su publicación en 1974, que lejos de perjudicarle, le permitió alargar su vida comercial a lo largo de varios años.

La principal polémica vino por la corta duración del disco, que puso en pie de guerra a los fans del ex de la Velvet. Hasta tal punto llegaron las protestas, que años después se publicó una reedición que incluía dos temas adicionales (How do you think it feels y Caroline Says I). Esta reedición impulsó las ventas del disco en una segunda oleada, aunque seguían siendo pocas canciones y las dos nuevas no aportaban más quilates al conjunto.

En España eran aún tiempos de dictadura, y la férrea censura que, años antes, había eliminado hasta el cigarrillo que Paul McCartney llevaba entre los dedos mientras cruzaba el paso de cebra de la portada de Abbey Road, decidió sustituir en la edición española la canción "Heroin" por otra canción llamada "I Can’t Stand It". La famosa pieza de la Velvet Underground, prolongada en directo hasta los 13 minutos de duración, era tan explícita describiendo la adicción a la heroína del propio Reed, que dificilmente habría podido escapar a la tijera del censor. Posteriores ediciones españolas "post dictadura" retomaron la lista de canciones original, incluyendo de nuevo Heroin e impulsando de nuevo las ventas del disco.

Rock and Roll Animal forma parte del grupo de discos que no vivimos directamente por razones cronológicas, pero que descubrimos en la colección de discos de nuestros hermanos. Y así como David Bowie o Iggy Pop dejaron de ser suyos porque pasaron a ser nuestros, a Lou Reed siempre le dejamos en esa categoría, admirada pero distante, de "disco de nuestro hermano mayor". Y creo que es precisamente por el influjo de Heroin. La intención de ser "Héroes", o la tentación de hacer de la lujuria nuestro modo de vida ("Lust for life") eran atemporales, pero los problemas de la heroína en España eran de una generación anterior, la generación perdida previa a nuestra infancia en los 80. Un temporal de muerte del que, por suerte, solo llegaron a nuestra orilla algunos restos, como las jeringuillas que a veces encontrábamos en los parques, en los que los supervivientes de aquella plaga, ya cerca de la treintena, compartían litronas mientras un grupo de preadolescentes jugábamos al fútbol, y les molestábamos con algún balonazo inoportuno.

El disco comienza de manera impecable con el despliegue de las guitarras de Steve Hunter y Dick Wagner, entrecruzándose en brillantes ráfagas y solos en la intro de la canción, hasta enganchar con el vigoroso riff de Sweet Jane, que levanta los aplausos del público y nos muestra el camino que el disco ya no abandonará hasta el final. Le sigue la mencionada Heroin, cruda y explícita exaltación del sórdido mundo de la heroina, y pieza central que ocupa la mayor parte de la cara A del disco. Las partes recitadas son toda una sobredosis de oscuridad, avivadas únicamente por los ácidos ramalazos de las guitarras en las partes más aceleradas de la canción, que te golpean varias veces en el transcurso de la canción.

La cara B arranca con White light, White heat, otro gran tema de la Velvet Underground, en una vigorosa versión en la que de nuevo el potente juego de guitarras, omnipresente en todo el disco, la elevan hasta lo más alto. Por poner algún pero, dónde probablemente no los haya, yo echo de menos los coros "ohh, ohh" presentes en otras versiones de la canción, como la que interpretaron a dúo Lou Reed y David Bowie en el concierto por el 50 cumpleaños de Bowie en el Madison Square Garden.


Le sigue la única concesión de Lou Reed a su cancionero en solitario, la melancólica y oscura Lady Day, que aunque gana en ritmo y luz con la vestimenta rockera con la que la presenta en este álbum, sigue siendo un gran contraste con Sweet Jane, la otra canción del disco dedicada a una mujer, y que presenta una vitalidad y un colorido de la que la canción del disco Berlín se aleja bastante.

Aún queda espacio en los surcos del vinilo para una generosa versión de 10 minutos de la canción Rock and Roll, que bien podría haber rebautizado para la ocasión, añadiéndole el apellido "Animal" para que diera nombre al disco, y porque de nuevo la banda aborda el tema como si se tratara de describir a un animal salvaje, a una bestia oscura que arrasara con todo lo que encontrara a su paso, un auténtico Animal del Rock and Roll