viernes, 14 de mayo de 2021

Disco de la semana 225: Definitely Maybe - Oasis


En la fría y gris Manchester de finales de los ochenta, unos adolescentes hermanos Gallagher ven pasar el día a día en un humilde barrio obrero, sin saber muy bien que rumbo tomar en la vida. El mayor (Noel) convence al pequeño (Liam) para ir a ver un concierto de los Stone Roses. Ellos no lo saben, pero con esa decisión sin importancia acababan de sembrar la semilla para la creación de Oasis. Noel (el instigador) quedó impresionado con la destreza de John Squire a la guitarra, pero lo curioso es que Liam (el reacio) vuelve del concierto absolutamente fascinado por la manera en la que Ian Brown se manejaba en el escenario, y completamente decidido a montar un grupo.

Noel no tarda en enrolarse en un grupo llamado The Inspiral Carpets, con los que se sube a la furgoneta y se marcha de gira por los pubs de toda Inglaterra, mientras Liam sigue nadando en la monotonía del deprimido barrio de Manchester, solo mitigada por las visitas al estadio del Manchester City, por entonces el equipo pobre de la ciudad. Sobrevive con el subsidio de desempleo, y cuando puede no pierde la ocasión de ir a rayar los coches de los jugadores del Manchester United, hasta que encuentra por fin la ocupación que estaba buscando, y se hace vocalista de un grupo local llamado The Rain, que para no coincidir con otro grupo del mismo nombre cambian al poco tiempo su nombre por el de Oasis.

Cuando Noel regresa de la gira de los Inspiral Carpets, acude a ver el primer concierto del grupo de su hermano, y según sus propias declaraciones: "Les dije que lo que hacían era una mierda, pero que Liam valía como frontman de la banda". Noel se ofrece entonces a escribirles canciones, y no tarda en pasar a formar parte de la primera formación de Oasis, definitivamente comandada por los dos hermanos Gallagher. Definitivamente, o quizás, tal y como reza el título del que sería su primer y mejor disco, en su momento el álbum de debut de un grupo inglés más impactante desde el Nevermind the Bollocks de los Sex Pistols, con el que además comparte algunas similitudes, como que antes de la publicación del disco ya se rodaran muchas de las canciones en el circuito de conciertos local, y se publicaran varios singles que después formarían parte del disco.

Es el caso, por ejemplo, de Live Forever, la canción que Noel interpretó para el resto como ejemplo de lo que podía aportar si le incluían en el grupo, o Columbia, rotundo tema interpretado ya en el primer concierto de Oasis en el que tocaron juntos los dos hermanos, antes de meterse a un local de ensayo a preparar el resto de canciones del disco. En aquel local de ensayo, empiezan a pulir temas como Rock and Roll Star (el primer fogonazo con el que abrirá el disco), o Up in the sky, temas que pronto formaran también parte de las primeras actuaciones en el circuito de pubs de Manchester, y de la maqueta que grabaron de aquellas primeras sesiones, que incluía  temas como Bring it on down, Married with children o Digsy's dinner. Todos ellos serían parte de lo que después sería Definitely Maybe, una vez conseguido su primer contrato discográfico con el sello Creation.

Con el flamante contrato bajo el brazo, la banda vuelve al local de ensayo y genera nuevos temas como Cigarettes & Alcohol y Shakermaker. Las melodías van surgiendo, pero les cuesta encontrar las letras adecuadas para las nuevas canciones, y para ello contaron con la inesperada ayuda de Elsa, el perro del ingeniero de sonido, que tenía problemas estomacales y no paraba de soltar unos terribles pedos, como si se hubiera tragado un tubo de Alka-Seltzer. Eso les dio las primeras frases de Supersonic, el primer sencillo y uno de los temas estrellas del disco (Conozco a una chica llamada Elsa, adicta al Alka-Seltzer")

El segundo sencillo fue Shakermaker, que nació con polémica por su parecido con el tema "I'd like to teach the world to sing" de los New Seekers para un anuncio de Coca-Cola. De hecho, Noel coló en la letra el slogan de aquel anuncio de veinte años atrás ("Me gustaría comprarle al mundo una Coke") y se negó a modificarla, a riesgo de perder los royalties en una posible denuncia. A este single le siguió Live Forever, convirtiéndose al instante en una de las canciones más relevantes del grupo. Y aún hubo cuerda para otro single más, Cigarettes & Alcohol, y para la publicación de Whatever, otro gran éxito que finalmente no formó parte del disco, salvo en algunas ediciones especiales en las que se le incluía en un disco sencillo adicional dentro del álbum.

Definitely Maybe fue un rotundo éxito de crítica y ventas, y un chorro de aire fresco para el underground británico, en una era dominada por el grunge procedente de Estados Unidos. La crítica elogió la energía y fortaleza del álbum, que combinaba brillantes estructuras melódicas con una producción que saturaba las múltiples guitarras hasta crear un consistente muro de sonido, basado en una acelerada amalgama de rock, pop, punk y psicodelia. La actitud y las inflexiones en la voz de Liam recordaban, una vez más, al Johnny Rotten de Nevermind the Bollocks, al tiempo que se basaban en su admirado Lennon.

En conjunto, un disco directo, valiente e intenso, con guitarras más pesadas que las de otros grupos relevantes de la época como Blur o Suede, y con menos ínfulas artísticas. Dónde otros se esmeraban en pintar sobre lienzo, los Gallagher derribaban la puerta y lo salpicaban todo, repartiendo brochazos a diestro y siniestro, a golpes de guitarra, melodías pegadizas y potentes coros de estadio, que no tardaron en desatar la locura mediática alrededor del disco, alimentada además por el descaro y la chulería de las declaraciones de los díscolos hermanos, que arremetían verbalmente contra todo lo que se les pusiera por delante, en una actitud que les encumbró y, a la vez, les acabaría condenando, porque acabó siendo más ruidosa que las propias canciones, y cuando en discos posteriores rebajaron la intensidad y el brillo de sus propuestas, tenían ya demasiados enemigos esperando a machacarles.

A día de hoy, ambos han desarrollado una correcta trayectoria en solitario, aunque nunca a la altura de Definitely Maybe o What's the Story (Morning glory), sus dos discos clave. Algo esperable, porque ya sabíamos que, fuera de un Oasis, lo que nos espera es una larga travesía por el desierto, hasta el día en que dos hermanos se sienten frente a un par de cervezas y arreglen sus diferencias definitivamente. O sólo quizás.

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