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domingo, 27 de noviembre de 2022

The King of Limbs - #MesRadiohead

 

The King of Limbs, Radiohead


     El 14 de febrero de 2011 Radiohead informaba a través de su página web del nombre de su nuevo trabajo, The King of Limbs, el cual podría ser descargado en menos de una semana a través de la web. Cuatro días después aparecía en la página oficial del grupo el vídeo del tema Lotus Flower, uno de los temas del nuevo álbum. El 28 de marzo salía el disco en versión CD y vinilo. El 16 de abril lanzaba el sencillo Supercollider/The Butcher, dos temas que habían sido concebidas durante las sesiones de The King of Limbs, y que finalmente no fueron incluidas. Los archivos digitales de ambas canciones fueron puestas sin coste alguno a disposición de todos aquellos que habían adquirido el álbum. Pero además, el 6 de junio de 2011 la banda anunciaba el lanzamiento de una serie de remezclas de canciones de The King of Limbs, realizadas por varios artistas, en vinilos de 12 pulgadas y de naturaleza limitada, que se irían editando de forma eventual en varias tandas a lo largo de aquel verano.

Este fue el ambicioso proyecto ideado por la banda inglesa de rock alternativo para su octavo álbum de estudio, donde la banda vuelve a experimentar con los sonidos, explorando ritmos y texturas más tranquilas y calmadas que en sus anteriores trabajos, utilizando mucho las técnica del looping (consistente en uno o varios samples sincronizados que ocupan generalmente uno o varios compases musicales exactos y son grabados o reproducidos enlazados en secuencia una y otra vez dando sensación de continuidad) y del sampling (muestra de sonido grabado en cualquier soporte para reutilizarla posteriormente como un instrumento musical o una diferente grabación de sonido). 



Las versiones The King of Limbs en formato físico fueron publicados por la discográfica Ticker Tape en Estados Unidos, por la discográfica Hostess Entertainment en Japón y por la discográfica XL en el Reino Unido. Aunque hubo todo tipo de opiniones, el disco recibió por lo general críticas bastante positivas por parte de la crítica especializada, siendo nominado el disco para cinco categorías en los Premios Grammy, incluyendo la de mejor álbum alternativo. En febrero de 2012, la banda culminaba con la que sería su primera gira norteamericana en 4 años, incluyendo además de Estados Unidos, Canadá y México. Una gira que se vería empañada por el trágico suceso en el Downsview Park de Toronto, Canadá, el 16 de junio de 2012. Una hora antes de que se abrieran las puertas, el techo del escenario se derrumbó, causando la muerte del técnico de percusión de la banda Scott Johnson e hiriendo a otros tres miembros del equipo técnico del grupo. El grupo rendiría homenaje a Johnson y a su equipo técnico en el primer concierto tras el derrumbe, el cual tuvo lugar en julio en Nimes, Francia. 

La experimentación con los loopings y sampleados es evidente en temas como BloomTom Yorke se inspiró en un programa de televisión de historia de la BBC para escribir este tema; Morning Mr. Magpie, la cual había sido titulada antes Morning M'Lud y Good Morning Mr. Magpie. Este tema había sido estrenado durante una retransmisión web en 2002 en formato de balada acústica, y Yorke se propuso que la canción estuviera incluida en todos los discos de la banda desde entonces; y Lotus Flower, tema que significó el primer sencillo del álbum. La flor de loto es una planta perenne acuática, y es la flor nacional de India y Vietnam. Desde la antigüedad ha sido un símbolo divino en las tradiciones asiáticas que representan la virtud de la pureza sexual, y en la literatura clásica de muchas culturas asiáticas. El loto era usado a menudo en verso como una alegoría de los tributos femeninos ideales. 



También encontramos espacio para temas con un formato más sencillo, en concreto dos baladas que harán que nos estremezcamos, Codex, una inquietante balda a piano donde Yorke nos invita ha sumergirnos en "un lago claro", prometiendo que "nadie sale lastimado". La parte donde entra la sección de cuerdas interpretada por The London Telefilmonic Orchestra es sencillamente magistral; y Give Up The Ghost, la otra balada del álbum, con unos coros femeninos brutales que se complementan con un magnífico Tom Yorke. Este tema fue tocado por primera vez en un concierto benéfico llamado Green Party, y que Tom Yorke dio en solitario en febrero de 2010. En Separator también tienen espacio para el amor, aunque con unas letras más que crípticas, donde parecen hablar sobre una fantasía o un sueño sobre un/a amante que fue real.

The King of Limbs, con una duración de poco más de 37 minutos, se convertía en el álbum más corto de la banda hasta la fecha, y con las letras del último tema, Separator que venían a decir cosas como "Si crees que es el final estás equivocado", parecían dar a entender que habría una segunda parte del álbum. Al final no fue así, pues tardarían unos cinco años en sacar su siguiente trabajo, el último hasta la fecha, A moon Shaped Pool. Pero eso es otra historia...

miércoles, 9 de noviembre de 2022

The Bends - #MesRadiohead

 

The Bend, Radiohead


     La banda brtiánica Radiohead, con su álbum debut, Pablo Honey, y con el sencillo del mismo, Creep, habían saboreado las mieles del éxito. Uns mieles que a punto están de tener consecuencias dramáticas, pues su larga gira de promoción y estar tocando las mismas canciones durante tanto tiempo hizo, según ellos mismos, que estuvieran atrapados en una especie de túnel del tiempo. La difícil adaptación a una gira que hizo que sólo en 1993 tocaran en más de 150 conciertos, sumado al repentino éxito de Pablo Honey, a punto estuvo de acabar con la separación del grupo.

La banda había comenzado a trabajar en su segundo álbum en 1994, de la mano del productor John Leckie, de los Abbey Road Studios. Existía mucha presión dentro del grupo, pues se esperaba que igualaran o incluso superaran el éxito de Creep. Las canciones de su nuevo disco, The Bends, no acababan de gustar a los miembros de la banda, les parecían antinaturales debido a que el grupo había estado ensayándolas quizás en exceso. Para disminuir el sentimiento de presión sobre el nuevo álbum realizaron una gira por Europa, el Lejano Oriente, Australia y México, algo que les vino de perlas para coger confianza. El grupo se había adelantado al lanzamiento de The Bends con la producción del Ep My Iron Lung, con el objetivo de demostrar que Radiohead debía ser conocido no sólo por el tema Creep.



The Bends
fue grabado entre agosto y noviembre de 1994 entre los estudios Abbey Road y RAk de Londres y The Manor de Oxfordshire, bajo la producción de John Leckie, Nigel Godrich, Jim Warren y el mismo grupo, y publicado el 13 de marzo de 1995 bajo el sello discográfico Parlophone Records. El disco es considerado como uno de los mejors álbumes de la década y uno de los grandes pilares del rock alternativo. Pero tardó bastante tiempo, varios años, para que asi fuera considerado. El disco tomó el título de su segundo corte, y se refiere al síndrome de descompresión, un enfermedad aguda que afecta a la sangre y que se solía presentar en los buzos y los pilotos de aviones de la Segunda Guerra Mudial. Sin embargo Thom Yorke se sintió en parte desilusionado con el resultado de The Bends, pues esa gran fama adquiridad le hacía estar "en el filo del estilo de vida atractivo, descarado y acramelado de MTV", y sintió que estaba ayudando al consumismo. 

The Bends fue el primer disco del grupo que presentó en su potada ilutraciones de Stanley Donwood, quien se convertirá en el creador de todas sus ilustraciones desde entonces. Yorke y Donwood alquilaron una cámara de csete y filmaron objetos como señales de tráfico, empaques y farolas. Inspirados en la canción My Iron Lung, se metieron en un hospital donde acabaron grabando imágenes de un maniquí de RCP, el cual acabaron utilizando, y que según Donwood reflejaba "una expresión facial como la de un androide que descubre por primera vez las sensaciones de éxtasis y agonía, simultáneamente". Para crear la imagen, proyectaron el metraje de la grabación en un televisor y fotografiaron la pantalla. 



Comienza el disco con Planet Telex, Thom Yorke se encontraba ebrio e improvisando cuando grabó las voces. La banda había llegado  estudio después de habr bebido bastante y Yorke se tumbó en el suelo y empezó a cantar. Se hizo una única toma. El título original era Planet Xerox, pero Xerox era un nombre protegido por derechos de autor y no se le permitió usarlo, por lo que acabaron cambiándolo. The Bends, es un término muy utilizado en buceo y que se refiere a lo que le puede pasar a un buzo cuando sale a la superficie demasiado rápido. La canción cuyo nombre original era The Benz, fue escrita allá por 1992 antes de completar su álbum debut, Pablo Honey. El sonido del principio proviene de un alboroto sucedido fuera de un hotel en Estados Unidos, donde un hombre tenía un pequño micrófono en su jersey y no dejaba de gritar, y Yorke decidió grabarlo. Johnny Greenwood probó muchas combinaciones de guitarra y amplificador antes de volver a su Fender original y acabar de completar la pista en los estudios The Manor en Oxfordshire. High & Dry, delicada canción acústica que se burla de la vanidad machista. Un tema ue originalmente nunca fue pensada para el disco y fue incluida finalmente debido a su potencial atractivo comercial. Fake Plastic Trees, una canción que trata sobre un área en este de Londres llamada Canary Wharf, que fue construida en un terreno junto a los muelles del río Tamesis. Se suponía que iba a ser una importante zona comercial, pero acabó siendo afectada por la recesión. La zona fue ajardinada con muchas plantas artificiales, de ahí el título. Yorke grabó la canción acompañándose de una guitarra acústica, en una sola toma y luego la banda completó las demás partes a su alrededor. Bones, fue pensada incialmente con un ritmo de blues-boogie. Después de muchas pruebas acabron finalizando la canción en su segundo periodo de grabación en los estudios The Manor de Oxfordshire. Nice Dream se encarga de cerrar la cara A. Un tema que se grabó cuando los cinco miembros de la banda estaban tocando guitarras acústicas en una terraza de los estudios The Manor durante un soleado día de verano. La intención del productor John Leckie con esta canción era crear unambiente muy al estilo de "My Sweet Lord" de George Harrison



Abre la cara B Just, que surgió, según Yorke, como una competencia entre él y Johnny Greewood para obtener el mayor número  posible de acordes en una canción. A pesar de la gran variedad de sonidos de guitarra, la canción fue grabada en el estudio sin sobregrabaciones. De esta canción se realizó un vídeo donde vemos a Radiohead tocando en un piso con vistas a la calle, mientras aparecen subtítulos debajo. Un hombre decide tumbarse en medio de la acera, otro hombre tropieza con el que está tumbado y comienza a hablarle. Después de un rato, hay una multitud reunida alrededor del hombre que está tumbado y todos quieren saber porqué se encuentra así en medio de la acera. El hombre decide contarles algo y advertiles del peligro, y en ese momento los subtítulosde apagan. Lo que este hombre les cuenta hace que todos los demás le sigan y se acuesten. Radiohead nunca ha desvelado lo que dice el hombre para que él y todos los demás se acuesten y ha sido tema de debate durante años. My Iron Lung, cuyo significado es pulmón de hierro, y es un dispositivo que usaban las enfermeras en los años 50 para ayudar a respirar. La letra refleja como de afligida se sentía la banda cuando se hicieron conocidos simplemente por su tema Creep. Bulletproof... I Wish I Was, canción que como su título indica, alude a un Thom Yorke deseando no ser tan sensible. Johnny Greenwood y Ed O'Brien imporvisaron los efectos de sonido silvante y los alullidos fantasmales utilizando el canto de las ballenas. Black Star, según Yorke "la canción trata sobre tener sexo por la mañana, pues es el mejor momento para tenerlo, especialmente si te has cepilllado antes los dientes". Sulk, fue el último tema concebido para The Bends y fue escrita por Yorke originalmente en 1987 como respuesta al tiroteo del pistolero suicida Michael Ryan en Hungerford, del condado de Berkshire, al oeste de Londres, quien mató a 16 personas. Street Spirit, cierra lacara B y pr tanto este disco. Una de las canciones más oscuras y tristes, con unas letras extrañas y un mensaje premonitorio. Aunque Yorke no disfrutaba especialmente tocando este tema en vivo, se convirtió en una de las más esperada y solicitadas durante los conciertos.

The Bends era el segundo álbum de estudio de la banda británica y su fama crecía exponencialmente. Lo mejor estaba por llegar... 

viernes, 12 de agosto de 2022

Disco de la semana 288: The Stone Roses



El disco debut de The Stone Roses, lanzado en mayo de 1989, está considerado uno de los mejores álbumes británicos de la historia, y catapultó a la banda a un estrellato que, contra todo pronóstico, solo se prolongó un álbum más (The Second Coming), con el que echaron prematuramente el cierre a una prometedora carrera, lo que no evitó que la relevancia de la banda se haya mantenido hasta nuestros días, siendo considerados como un grupo de culto que fue clave en el llamado sonido "Madchester", y una clara influencia para movimientos musicales posteriores como el britpop, que reinó durante la década posterior al lanzamiento de "The Stone Roses".

Un disco que comienza con un tema de la talla de I Wanna Be Adored, con el brillante riff y la pretenciosa y lisérgica atmósfera que lo componen, tiene ya medio camino andado hacia el Olimpo de los mejores álbumes de todos los tiempos, y si a continuación suena un tema como She Bangs The Drums, temazo incombustible con una línea de bajo que se te clava en el subconsciente y  te hace desear que la canción no tenga fin, la cima del famoso monte heleno esté ya casi al alcance de la mano. Y como no hay dos sin tres, con la brillante guitarra y el pegadizo ritmo de Waterfall llegan definitivamente a los más alto.

El resto del disco está también lleno de las atmósferas lisérgicas y el sonido eléctrico del post-punk de los ochenta, y de las típicas voces insinuantes y ritmos cadenciosos de la banda. Decir que es imposible mantener el nivel de los tres primeros temas no es desmerecer o quitar valor a canciones en las que los Stone Roses transitan entre la ligereza de temas como Don't Stop, las referencias al mayo del 1968 en Bye Bye Badman, los guiños al estilo de canción tradicional a lo Simon & Garfunkel en Elizabeth My Dear, o los alardes y la grandilocuencia instrumental de la impactante (Song For My) Sugar Spun Sister.

Más luminoso y accesible es ese himno que responde al nombre de Made Of Stone, uno de los momentos álgidos de un disco, con un estribillo para enmarcar y colgar en un lugar relevante de la pared de piedra de la historia del grupo. Esta canción podría ser el colofón perfecto de este laureado primer disco, pero es que aún queda tiempo para mucho más. Tras las correctas Shoot You Down y This Is the One, llega el turno de una canción imprescindible que, con permiso del triunfal trío de arranque, se proclama altiva y orgullosa como la auténtica joya del disco: I am The Resurrection, una impactante obra de más de ocho minutos de pop rock elegante e irresistible, de lo mejor que el grupo nos llegó a dar.

La versión estadounidense incluía además los clásicos Fool’s Gold y Elephant’s Stone, y reediciones posteriores del disco no se resistieron tampoco a complementar los once temas originales con estas joyas perdidas, más madera de la buena para un disco que ya ardía por si solo en la versión original para el Reino Unido. Querían ser adorados, y con esta obra maestra se podría decir que lo consiguieron.

viernes, 11 de marzo de 2022

Disco de la semana 266: Coming up - Suede

 

Después de alcanzar su punto máximo en 1995, Britpop entró en un estado extrañamente tranquilo de limbo comercial a partir de 1996. Suede acababa de perder a su guitarrista principal Bernard Butler y estaba en la cuerda floja por las decepcionantes ventas de (el ahora venerado) Dog Man Star. Sin embargo, a pesar de tener ser los menos estimados de los "Cuatro Grandes" de Britpop, Suede de alguna manera logró entregar el álbum de Britpop más exitoso de 1996 con Coming Up y le valió a la banda su segundo álbum #1 en el Reino Unido. Lo que encontramos en Coming Up es una colección sorprendentemente de melodías que se inclinan fuertemente hacia el extremo radical, lejos del espectro del glam rock. Brett Anderson aludia a que este enfoque tan directo fue una respuesta al fracaso comercial de Dog Man Star, y fue una decisión comercial brillante, pero ha dado lugar a un conjunto de pistas. A pesar de lo buenos que son sus dos primeros álbumes (y de hecho son muy buenos), encuentro el rechazo rutinario del tercer álbum bastante injusto. Coming Up es el álbum que detuvo el patrón de declive que siguieron muchos de los actos de guitarra británicos de los años, un álbum repleto de melodías accesibles que aún resisten el escrutinio hoy en día, pero aparentemente, debido a que Bernard Butler no está involucrado, se considera uno de los trabajos menores de Suede .

 


Arranca el álbum con "Trash", absoluto pelotazo, una canción increíble que contiene letras muy urbanas y que refleja el sentir de la gente que se siente menospreciada, como siempre la temática casi central dentro del género, una gran canción de amor llena del sarcasmo de los 90 que solo se puede encontrarse en una gran canción de amor. La letra es veraz, realistas y poco halagadoras, pero también totalmente sentidas, expresivas y llenas de emoción. Del mismo modo, las guitarras se mueven dentro y alrededor del acompañamiento del bajo y la batería con éxtasis, con velocidad y también con paciencia, creando un tipo único de ritmo que, dependiendo de tu estado de ánimo, puede ser rápido o lento, luego está la armónica a las 2:20 una barbaridad. "Filmstar" es una canción que nos cuenta acerca de la vida de la persona con dicho estado, destaco aquí la percusión que se siente muy profunda y marcada, con un cambio de tiempo espacial increíble en el estribillo y una letra ingeniosa. “Lazy" es una de las canciones más melódicas del disco, nuevamente el énfasis lírico en una vida muy normal y corriente, quizás queda un poco deslucida tras los dos primeros trallazos, mas normalita, y por momentos puede llegar a aburrirte, pero despertaras con el baladon que nos tiene preparados a continuación, “By the sea” es apoteósica desde el comienzo, tiempo de teclados, tiempo de una voz que te hipnotiza con ramalazos de guitarra que te absorben, y un letra devastadora en la que la pareja espera su suicidio, mientras Brett Anderson canta con calidez "Él puede caminar en cualquier momento a través de la arena, hacia el mar, hacia el agua salada”. Tiempo para el glam rockero de medio tiempo "She", es un buen tema con esos coros que te sacan y te despiertan del sueño, cuerdas a mansalva, grandes cambios de ritmo y una guitarra de ataque compiten por su espacio en la canción, el resultado es tan agotador como estimulante, es el equivalente en rock de un excelente éxito de taquilla que casi rezas porque te encante.

 

"Beautiful Ones", escrita por Oakes, que combina guitarras estilo Oasis con una de las melodías vocales glam rock más distintivas de Anderson, lástima que el estribillo relativamente ordinario de la canción no esté a la altura de las alturas gloriosas que definen la carrera de los versos de Anderson, una canción que es imposible no cantarla. Vamos con el tramo más débil del álbum, empieza con “Starcrazy” un corte más Rockero, agresivo, aunque no deja de ser una canción Pop en el fondo. "Picnic by the Motorway" es atrapante, un coro y unos vocales que te quedan totalmente enganchados con la canción. "The Chemistry Between Us" viene a calmar un poco las aguas cerca del final, es una canción larga pero totalmente necesaria, calmada y serena nos conduce a una de las mejores canciones del disco… "Saturday Night" es la mejor balada del álbum, una canción realmente hermosa y uno de los muchos puntos destacados del álbum Coming Up, me encanta el sonido de la guitarra, al principio es suave y conmovedor, mientras que más cerca del final tiene la cantidad perfecta de retroalimentación para darle algo de poder. La melodía es genial, la letra es genial y el video es absolutamente excelente, presenta todas las ventajas y desventajas que puede encontrar en una estación de metro a última hora de la noche del sábado, y hay una gran secuencia de personas que viajan en el vagón y están solos, mientras que antes bailaban borrachos sin preocuparse por nada, el video cuenta con la actriz Keeley Hawes.

Casi dos décadas después de su lanzamiento, todavía escucho Coming Up y todavía me emociono con esos pequeños riffs vibrantes, los coros y las melodías de neón, como mucho de lo que se denomina britpop, está casi completamente enraizado en el período en que fue lanzado, pero en este caso me lleva a una época en mi adolescencia cuando no tenía compromisos, un poco de dinero excedente y una cabellera razonable.

 

viernes, 14 de mayo de 2021

Disco de la semana 225: Definitely Maybe - Oasis


En la fría y gris Manchester de finales de los ochenta, unos adolescentes hermanos Gallagher ven pasar el día a día en un humilde barrio obrero, sin saber muy bien que rumbo tomar en la vida. El mayor (Noel) convence al pequeño (Liam) para ir a ver un concierto de los Stone Roses. Ellos no lo saben, pero con esa decisión sin importancia acababan de sembrar la semilla para la creación de Oasis. Noel (el instigador) quedó impresionado con la destreza de John Squire a la guitarra, pero lo curioso es que Liam (el reacio) vuelve del concierto absolutamente fascinado por la manera en la que Ian Brown se manejaba en el escenario, y completamente decidido a montar un grupo.

Noel no tarda en enrolarse en un grupo llamado The Inspiral Carpets, con los que se sube a la furgoneta y se marcha de gira por los pubs de toda Inglaterra, mientras Liam sigue nadando en la monotonía del deprimido barrio de Manchester, solo mitigada por las visitas al estadio del Manchester City, por entonces el equipo pobre de la ciudad. Sobrevive con el subsidio de desempleo, y cuando puede no pierde la ocasión de ir a rayar los coches de los jugadores del Manchester United, hasta que encuentra por fin la ocupación que estaba buscando, y se hace vocalista de un grupo local llamado The Rain, que para no coincidir con otro grupo del mismo nombre cambian al poco tiempo su nombre por el de Oasis.

Cuando Noel regresa de la gira de los Inspiral Carpets, acude a ver el primer concierto del grupo de su hermano, y según sus propias declaraciones: "Les dije que lo que hacían era una mierda, pero que Liam valía como frontman de la banda". Noel se ofrece entonces a escribirles canciones, y no tarda en pasar a formar parte de la primera formación de Oasis, definitivamente comandada por los dos hermanos Gallagher. Definitivamente, o quizás, tal y como reza el título del que sería su primer y mejor disco, en su momento el álbum de debut de un grupo inglés más impactante desde el Nevermind the Bollocks de los Sex Pistols, con el que además comparte algunas similitudes, como que antes de la publicación del disco ya se rodaran muchas de las canciones en el circuito de conciertos local, y se publicaran varios singles que después formarían parte del disco.

Es el caso, por ejemplo, de Live Forever, la canción que Noel interpretó para el resto como ejemplo de lo que podía aportar si le incluían en el grupo, o Columbia, rotundo tema interpretado ya en el primer concierto de Oasis en el que tocaron juntos los dos hermanos, antes de meterse a un local de ensayo a preparar el resto de canciones del disco. En aquel local de ensayo, empiezan a pulir temas como Rock and Roll Star (el primer fogonazo con el que abrirá el disco), o Up in the sky, temas que pronto formaran también parte de las primeras actuaciones en el circuito de pubs de Manchester, y de la maqueta que grabaron de aquellas primeras sesiones, que incluía  temas como Bring it on down, Married with children o Digsy's dinner. Todos ellos serían parte de lo que después sería Definitely Maybe, una vez conseguido su primer contrato discográfico con el sello Creation.

Con el flamante contrato bajo el brazo, la banda vuelve al local de ensayo y genera nuevos temas como Cigarettes & Alcohol y Shakermaker. Las melodías van surgiendo, pero les cuesta encontrar las letras adecuadas para las nuevas canciones, y para ello contaron con la inesperada ayuda de Elsa, el perro del ingeniero de sonido, que tenía problemas estomacales y no paraba de soltar unos terribles pedos, como si se hubiera tragado un tubo de Alka-Seltzer. Eso les dio las primeras frases de Supersonic, el primer sencillo y uno de los temas estrellas del disco (Conozco a una chica llamada Elsa, adicta al Alka-Seltzer")

El segundo sencillo fue Shakermaker, que nació con polémica por su parecido con el tema "I'd like to teach the world to sing" de los New Seekers para un anuncio de Coca-Cola. De hecho, Noel coló en la letra el slogan de aquel anuncio de veinte años atrás ("Me gustaría comprarle al mundo una Coke") y se negó a modificarla, a riesgo de perder los royalties en una posible denuncia. A este single le siguió Live Forever, convirtiéndose al instante en una de las canciones más relevantes del grupo. Y aún hubo cuerda para otro single más, Cigarettes & Alcohol, y para la publicación de Whatever, otro gran éxito que finalmente no formó parte del disco, salvo en algunas ediciones especiales en las que se le incluía en un disco sencillo adicional dentro del álbum.

Definitely Maybe fue un rotundo éxito de crítica y ventas, y un chorro de aire fresco para el underground británico, en una era dominada por el grunge procedente de Estados Unidos. La crítica elogió la energía y fortaleza del álbum, que combinaba brillantes estructuras melódicas con una producción que saturaba las múltiples guitarras hasta crear un consistente muro de sonido, basado en una acelerada amalgama de rock, pop, punk y psicodelia. La actitud y las inflexiones en la voz de Liam recordaban, una vez más, al Johnny Rotten de Nevermind the Bollocks, al tiempo que se basaban en su admirado Lennon.

En conjunto, un disco directo, valiente e intenso, con guitarras más pesadas que las de otros grupos relevantes de la época como Blur o Suede, y con menos ínfulas artísticas. Dónde otros se esmeraban en pintar sobre lienzo, los Gallagher derribaban la puerta y lo salpicaban todo, repartiendo brochazos a diestro y siniestro, a golpes de guitarra, melodías pegadizas y potentes coros de estadio, que no tardaron en desatar la locura mediática alrededor del disco, alimentada además por el descaro y la chulería de las declaraciones de los díscolos hermanos, que arremetían verbalmente contra todo lo que se les pusiera por delante, en una actitud que les encumbró y, a la vez, les acabaría condenando, porque acabó siendo más ruidosa que las propias canciones, y cuando en discos posteriores rebajaron la intensidad y el brillo de sus propuestas, tenían ya demasiados enemigos esperando a machacarles.

A día de hoy, ambos han desarrollado una correcta trayectoria en solitario, aunque nunca a la altura de Definitely Maybe o What's the Story (Morning glory), sus dos discos clave. Algo esperable, porque ya sabíamos que, fuera de un Oasis, lo que nos espera es una larga travesía por el desierto, hasta el día en que dos hermanos se sienten frente a un par de cervezas y arreglen sus diferencias definitivamente. O sólo quizás.

viernes, 20 de diciembre de 2019

El disco de la semana 157: Kula Shaker - K




La sombra de los Beatles es alargada. Tanto que puede llegar hasta la India, lugar al que un músico de la era del "brit pop" viajó para encontrarse a sí mismo y a la creatividad que creía que le abandonaba. Crispian Mills, sintiéndose estancado con lo que estaba haciendo en el grupo Objects of Desire, comunicó a su amigo y compañero Alonza Bevan y al resto de integrantes de la banda que lo dejaba. Al poco tiempo, comenzó un viaje de peregrinación a La India para encontrarse a sí mismo y comenzar de nuevo.

Volvió, tiempo después, con el zurrón lleno de ideas e influencias de la música y la cultura hindú, e ilusionado hasta el punto de llamar de nuevo a Alonza Bevan y reflotar el grupo bajo el nombre de The Kays, que poco después pasaría a llamarse definitivamente Kula Shaker, en homenaje al rey Kulashekhara, uno de los doce santos del sur de la India. Cuando resultaron ganadores del concurso "In the City" para nuevos talentos (compartiendo el premio con unos desconocidos Placebo), se abrió ante ellos la oportunidad de grabar su primer disco con Columbia Records. Junto a las evidentes influencias musicales que a Mills proporcionó aquel viaje, en las canciones de su disco de debut también quedó patente su predilección por los Beatles. Por relevancia e influencia, los de Liverpool son un género en sí mismos, como el blues o el soul, y su sombra sigue siendo muy alargada.


"K"

Lo primero que nos llega de un disco, al tenerlo entre las manos, es la portada. Es como una tarjeta de presentación, la primera impresión, el primer beso. No debería ser relevante para juzgar lo que vendrá después, porque lo que importa realmente es la música, pero puede ser también un indicio o una ventana abierta a lo que estará por venir. La portada de "K" es un guiño claro al "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band", aunque sustituya los retratos de famosos por dibujos de personajes con nombres o apellidos con la letra K, cómo John Kennedy, Karl Marx, Gene Kelly, Katherine Hepburn, Kareem Abdul-Jabbar, Krishna o King Kong, entre otros. Hasta los objetos que aparecen en el resto del conjunto siguen esa regla, como lo demuestra la kettel (tetera) que aparece a la izquierda del collage.


K es precisamente eso, una mezcla de diferentes estilos y sonidos muy dispares, pero la fuerza de las canciones hace que todas las piezas encajen en un brillante conjunto. El disco arranca con Hey Dude, y aunque el título de nuevo nos lleva hacia los Beatles,  no guarda ningún parecido con el "Hey Jude" de Paul McCartney. Estamos ante el primer tema con el que se dieron a conocer antes de grabar el disco, y uno de los temas más potentes por su efectiva combinación de ritmos, que van del pop rock britpopero a cierto sabor a salmos hindúes en las estrofas y en el modo de cantar de Mills, todo ello salpicado de ramalazos de guitarras wah wah y un estribillo con mucho gancho.

Tras este efectivo arranque, el disco irá alternando entre los temas más guitarreros, en los que Mills da rienda suelta a su afición por los riffs con sonido wah wah y el uso del slide (Knight on the town, Smart Dogs, 303), con la mística y la psicodelia de temas en los que juegan con evocadoras líneas de piano e instrumentos indios como el sitar y la tambura (Temple of Everlasting light, Magic Theatre o el breve instrumental Sleeping Jiva). Las referencias hindúes se hacen más evidentes en las geniales Govinda y Tattva, los dos temas del disco que tienen la letra, total o parcialmente, en sánscrito.

Tattva nos sirve también para introducir el bloque de temas claramente influenciados por los Beatles.  La canción tiene dos tramos muy diferenciados, por un lado el mantra de matices psicodélicos recitado en sánscrito,  y por otro un tramo que bebe directamente de las fuentes de los temas alegres y desenfadados de los primeros años de la dupla Lennon-McCartney. En este grupo de canciones "estilo Beatle", entraría tambien la evocadora Into the Deep y la melódica Start all over.

No son los Beatles la única influencia clara o reconocida, la joya Grateful when you're Dead / Jerry was there es, como el juego de palabras de su título indica, un homenaje a la psicodelia y la mística de los Grateful Dead, además de ser musicalmente uno de los momentos más excelsos del disco, tanto en un primer tramo en el que las guitarras se desatan y echan humo al ritmo de la rotunda batería. El segundo tramo gira radicalmente hacia el rock progresivo, gracias a los matices de los teclados y la guitarra.

El disco cierra con Hollow Man parts I & II, uno de los temas más largos y desarrollados del disco. Hollow Man I tiene, a su vez, dos tramos completamente diferentes, primero en forma de semi-instrumental al piano, y después con la entrada de la guitarra acústica y un registro de voz que recuerda a George Harrison, y con la explosión de guitarras posterior. La referencia del título a las dos partes de la canción puede llevar al error de concluir que estos dos tramos diferentes son Hollow Man I y Hollow Man II, respectivamente, cuando en realidad Hollow Man II no es más que una frase que aparece tras más de 10 minutos de pista en silencio. Se trata de una grabación de A.C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada, fundador de la "Sociedad Internacional para la conciencia de Krishna". Lo que entendemos se concibió como una sorpresa o mensaje oculto, se convierte en una primera escucha en una incómoda y excesivamente larga espera, que acaba en decepción al no encontrar, al final del camino, la segunda parte del tema que parecía esperarnos oculta.

Después de un disco tan plagado de cambios de ritmo y con tantos sonidos étnicos apareciendo generosamente por diferentes rincones de cada una de las canciones, ¿qué más queríamos encontrar en la pista oculta? Es precisamente un proverbio de la India el que mejor lo explica: "Cuando todo está perdido, aún queda la esperanza". ¡Queríamos más!

miércoles, 14 de noviembre de 2018

El disco de la semana 83: Pulp - Different Class





UNA CLASE DIFERENTE

Salvo el rock, del que todos sabemos ya que nunca muere, todos los géneros tienen su momento de máxima expresión, y sin poder decir que mueran tampoco, sí que pasan a un segundo plano en el recuerdo, y la llama solamente se aviva por las esporádicas bandas "revival" que van apareciendo en décadas posteriores. Sin embargo, no todos los géneros son recordados de la misma manera, y algunos de ellos son injustamente maltratados o infravalorados. El brit-pop es un buen ejemplo de ello, a pesar de haber dejado para la historia joyas del calibre del Parklife de Blur, el Definitely Maybe de Oasis o el disco que nos ocupa hoy, el imponente Different Class de Pulp.


Si los Gallagher representaban la arrogancia de la clase obrera, y Damon y compañía eran la mirada irónica y melancólica de la Inglaterra de los noventa, Jarvis y sus historias de amores platónicos y fracasos sentimentales eran como una revolución de los inadaptados de la clase, los chicos de gafas de pasta pegada con celo, los que eran el blanco habitual de las collejas de los otros. Eran una clase diferente que, poco a poco, pero con paso firme, acababan por birlarle al chulito pendenciero del barrio de Manchester y al rubiales guaperas de Londres el foco de atención y la chica, aunque ésta última les durara poco. Una revolución que tenía incluso su manifiesto, escrito en las páginas interiores de éste su quinto disco de estudio:

"Por favor, entendednos. No queremos problemas, lo único que queremos es tener el derecho a ser diferentes. Eso es todo."

DIFFERENT CLASS (1995)

Mis-Shapes marca el comienzo del disco, reafirmando el sentido del manifiesto. Es la canción de los inadaptados, los humillados, los eternos perdedores en la lucha de clases, que pese a ello seguirán luchando en las calles hasta llegar a alcanzar una utópica victoria y una dulce venganza, cuando se apoderen de las casas y las vidas de ensueño a las que nunca habían tenido derecho. Mientras llega a realizarse ese sueño imposible, nuestro protagonista se entretiene admirando la falda de tubo (Pencil Skirt) de una chica, dando pie al segundo tema recurrente del disco, el del sexo y las relaciones de pareja, o en este caso el de "aspirante a amante" que trata de convencer a la chica de la falda de que estar con su novio no es lo adecuado. Para ello, andará rondando en secreto hasta que el novio no esté en la ciudad, y entonces hará todo lo posible para que ella se de cuenta de que la mejor alternativa es él mismo.

Ambas temáticas se conjugan a la perfección en Common People, obra maestra que les encumbró en el Festival de Glastonbury y catapultó al disco en las lisas de ventas, un himno de la clase obrera y de, como su nombre indica, la gente corriente. La historia de una niña rica que se acerca en un pub o una disco a nuestro atribulado Don Juan Jarvis, para decirle una frase que se convertiría en uno de los estribillos clave de toda una generación:

"Quiero vivir como la gente corriente, quiero hacer lo que sea que la gente corriente hace, quiero dormir con gente corriente, quiero dormir con gente corriente como tú..."

Tanto o más genial es la respuesta de nuestro protagonista, que se encoge de hombros y dice: "Veré lo que puedo hacer". En un ejercicio argumental tan visual como brillante, le lleva a un supermercado, y le pide que "haga como que no tiene dinero", a lo que ella responde "Que divertido eres". Y es ahí dónde, por primera vez, sale la vena de orgullo de clase, en un Jarvis respondiendo: "Si, pero no veo a nadie sonriendo aquí. ¿Estás segura de querer vivir como la gente corriente, de hacer lo que la gente corriente hace, y de querer dormir con gente corriente... cómo yo?" Pero ella no entiende nada, sólo sonríe y le toma de la mano, y a partir de ahí la canción gira hacia un Jarvis Cocker vomitando toda su rabia hacia la clase adinerada y los hijos de papá, que no tienen que trabajar duro para poder alquilar un piso en el que ver a las "cucarachas trepando por la pared". En definitiva, una tremenda canción, que llegó al número 2 de las listas del Reino Unido tanto en lo musical como, evidentemente, en el mensaje.


Tras esa esporádica e imposible relación, nuestro patético Romeo vuelve a caminar por el lado oscuro del voyeurismo sexual en I Spy. Mucho más cándida es la historia detrás de Disco 2000, una nostálgica mirada hacia un inalcanzable amor juvenil, y el lamento de no haber llegado a conseguir ser más que un amigo para una chica llamada Deborah, mientras otros compañeros de clase sí que llegaban a salir con ella. En el aire, la ingenua petición de reencontrarse en el año 2000, y la patética realidad futura que se encuentra nuestro protagonista:
"Nunca pensé que te casarías,
y que yo estaría viviendo aquí solo,
en un húmedo y solitario Jueves hace muchos años...
¿Qué vas a hacer el domingo, nena?
Quizá te gustaría venir y reunirte conmigo
Si quieres puedes traer a tu bebé."


Fue el segundo y último single del disco, y alcanzó un meritorio séptimo puesto en las listas de ventas del Reino Unido. Pero el disco aún contenía mucho más, y seguía desgranando intensas y agridulces historias sobre encuentros sexuales en el entorno de la precaria clase trabajadora inglesa. Encuentros pasados en la casa de una chica, contados en Live Bed Show desde la amargura y la melancolía de una cama en la que antaño había mucho ruido y en la que ahora ya no ocurre nada. Something Changed narra otro de esos encuentros, esta vez marcado por el destino, porque tanto ella como él estuvieron a punto de no aparecer por ese bar. Y sin embargo fueron, y se conocieron, y por fin una historia del disco pareció terminar bien: "¿Dónde estaría yo, si no nos hubiéramos conocido? No lo sé, pero como dijiste, algo cambió".


En una historia sobre juventud, relaciones de pareja, sexo y suburbios de clase baja, no podían faltar tampoco las drogas, y en este caso llegan de la mano de Sorted for E's & Wizz, que narra la bajada a los infiernos tras el consumo de pastillas en una rave. Jarvis habla de lo que sucede alrededor, pero todo en el fondo le da igual, y "a las cuatro de la mañana, el mundo real parece muy, muy, lejano" para acabar perdiendo a sus amigos y queriendo volver a casa, pero ya no es posible, y entonces: "Un sentimiento hueco crece y crece, y quieres llamar a tu madre, y decirle Madre, no voy a poder volver a casa nunca más, porque creo que he perdido una parte de mi cerebro en algún lugar de Hampshire".

Tras un Feeling Called Love que es, en mi opinión, el único tema prescindible del conjunto, hay espacio también en el disco para el romanticismo y la ternura en la descripción de los miedos de una chica ante la primera vez en Underwear. La imagen de la chica, plantada nerviosa delante de él en ropa interior, se le queda grabada a nuestro protagonista, que con el paso de los años "daría toda mi vida por verte de nuevo, sólo tú ahí delante, en ropa interior"

Una vida tan intensa tiene, de cuando en cuando, sus momentos de resaca, descritos aquí brillantemente en el tema Monday Morning. Entre la gente corriente, no todo es sexo, drogas y rock and roll, también hay desempleo e inseguridad ante el futuro, pasando el lunes al sol (el de Sheffield, cuando aparece) después de una semana en la que demasiados días acabaron en fiesta. Y quien sabe, quizá a mediodía nuestro personaje se encuentre un poco mejor, y por la tarde quizá el futuro ya no sea tan relevante, y por la noche saldrá de casa y volverá al Bar Italia, a ver a los colegas y a esperar a que alguna estudiante pija le invite a un ron con cola y le pida un tour por la vida y las miserias de la gente corriente. Y el accederá, pero acabará entrando en cólera ante tanta superficialidad, y acabará borracho, a las 2 de la mañana, en la fuente del final del camino, dónde años atrás se citó con Deborah, y dónde ella nunca ha vuelto a acudir. Al parecer se casó y tuvo hijos, y el se ha quedado atrapado allí, escuchando para siempre el ruido del agua de la fuente. Y para colmo, la esperada revolución se está haciendo esperar. Pero él resistirá los golpes de la vida, porque forma parte de una especie que nunca se rinde. Una clase diferente.

miércoles, 31 de octubre de 2018

El disco de la semana 42: Blur - The Great Escape






La falsa guerra entre Blur y Oasis me pilló en los años de Universidad. Fueron años de mucho esfuerzo y estudio, pero también de fiesta y diversión, en los que buscábamos referentes en los que anclar nuestra actitud y personalidad incipientes. Mientras Oasis eran duros y mal encarados, Blur eran desenfadados y fiesteros, con el punto justo de travesura y transgresión que hacía que se les tomara cariño en lugar de odiarlos. En mi caso, me sentía mucho más identificado con la "travesura respetuosa" que con la "bronca continua" de los de Manchester.

Para ilustrar esta diferencia, me remito a una de aquellas fiestas universitarias, en concreto en la Universidad Carlos III de Getafe, en la que "accidentalmente" nos salimos de la zona acotada para la fiesta general, para acabar colándonos en una fiesta privada del coro de la Universidad. Entramos en el edificio de la fiesta con la naturalidad, despreocupación y desparpajo de los Blur del momento, en lugar de con la actitud chulesca de sus alter egos de Oasis.El guardia jurado debió pensar que, con esa naturalidad, éramos miembros del coro.

Dentro de la fiesta, comimos y bebimos, en abundancia, del dulce maná que varios camareros con pajarita acercaban a la gente en plateadas bandejas. Regocijándonos en nuestro propio atrevimiento, decidimos llevarlo a un nivel superior. Al fondo de la sala en la que se celebraba el ágape, había una habitación desde la que llegaban las dulces notas de un piano, acompañadas por las femeninas voces de un coro. Cruzamos el umbral de la puerta y vimos un coro de varias chicas cantando solemnemente. Nos situamos alrededor de un gran piano de cola situado a la izquierda del coro. Sobre el piano, una bandeja enorme de pasteles, que parecían llamarnos con una voz más alta y clara que la de las intérpretes.

Alargué el brazo despacio y cogí un bocadito de nata, pero a mitad de camino se me escapó de la mano y la nata aterrizó en el piano. Nadie se percató del suceso, excepto la que, supongo, era la madre de una de las chicas del coro, que me dedicó un gesto de desaprobación que, sin embargo, no pudo ocultar una cómplice sonrisa. Ese es, en definitiva, el sentimiento que despertaba Blur, en contraposición a la actitud violenta y antipática de Oasis, que nos habría supuesto salir de aquella fiesta con dos dientes menos, y propulsados por los empujones de los guardias de seguridad.


Volviendo a la supuesta guerra entre Blur y Oasis, ésta era en realidad una brillante estratagema de algún avispado ejecutivo de marketing de la discográfica. Ni hacían el mismo tipo de música, ni eran los sucesores de los Beatles, pero el duelo a muerte en OK Corral se diseñó al milímetro, publicando un single de adelanto de “The Great Escape” y “What’s the Story (Morning Glory)" el mismo día. Curiosamente, ambos singles elegidos no son de lo mejor de ambas bandas, pero tanto “Country House” como “Roll with it” son canciones muy directas y comerciales.

Esa primera batalla en forma de singles enfrentados, fue ganada por Blur en lo que a ventas se refiere, si bien en conjunto el disco de los Gallagher es de mayor calidad. Sin embargo, fue precisamente la pérdida de la guerra particular de aquel disco lo que salvó a Blur, que vieron que debían explorar otros terrenos artísticos y no quedarse anclados en el inmovilismo en el que, paradójicamente, quedaron atrapados Oasis, entre las brumas de su ilusiorio y momentáneo triunfo.

THE GREAT ESCAPE

Pese a ser menos inspirador que los otros dos discos de la trilogía sobre la vida en Inglaterra (“Modern life is rubbish” y “Parklife” son sus brillantes antecesores), “The Great Escape” esconde momentos brillantes y algunas de las canciones más emblemáticas del grupo, que fueron además la banda sonora de aquellos años de fiestas universitarias y tardes de biblioteca y campus.

En aquel momento estábamos prendados de este disco, del mismo modo que el personaje de Osgood interpretado por Joe E. Brown en “Con faldas y a lo loco” lo estaba del travestido personaje interpretado por Jack Lemmon, feliz e incapaz de ver los defectos e inconvenientes de aquella relación:

Jack Lemmon: “Osgood, he de ser sincera contigo. Tú y yo no podemos casarnos”.
Joe E. Brown: “¿Por qué no?.
Jack Lemmon: “Pues primero porque no soy rubia natural”.
Joe E. Brown: “No me importa”.
Jack Lemmon: “Y fumo. ¡Fumo muchísimo!”.
Joe E. Brown: “Me es igual”.
Jack Lemmon: “¡Tengo un horrible pasado!. Desde hace tres años vivo con un saxofonista”.
Joe E .Brown: “Te lo perdono”.
Jack Lemmon: “Nunca podré tener hijos”.
Joe E. Brown: “Los adoptaremos”.
Jack Lemmon: “No me comprendes, Osgood. Soy un hombre”.
Joe E. Brown: “Bueno, nadie es perfecto“.

La escena ocurre mientras escapan en un yate, otra similitud con "The Great Escape" y el yate de su portada. "La gran escapada" de Blur comienza con la frenética “Stereotypes”, basada en un potente riff de punk industrial, ejecutado por la guitarra de Graham Coxon y el sintetizador de Damon Albarn, que firma además un relato desesperanzador sobre las banales costumbres de la típica familia de clase media inglesa de finales del siglo XX. Un comienzo a la altura de la temática y nivel de los anteriores discos de la trilogía.

Le sigue la archiconocida “Country House”, a la que se ha criticado hasta la saciedad por su tono comercial y la poca profundidad de su estructura y letras sobre el tradicional retiro inglés a una casa en el campo. Y sin embargo, yo sigo disfrutando del cambio de ritmo en el que Damon pasa al falsete y proclama: "Lonely outside I'm so sad I don't know why" (aquí fuera y solo, estoy tan triste y no sé por que) para volver a atacar de nuevo el pegadizo estribillo hasta el final de la canción

"Best Days” es más pausada y con una melodía más oscura. El melancólico piano prevalece en el conjunto, aderezado por unas trabajadas armonías vocales. Una canción meritoria a la que, sin embargo, le falta algo para convertirse en memorable y, más allá de la gira de promoción de este disco, queda siempre fuera de la selección de temas interesantes para el directo.

“Charmless Man” retoma el espíritu de "Parklife" y las influencias de Ray Davies y los Kinks. Damon Albarn afila su verbo y ataca el mundo de la hipocresía, la imagen de triunfo de la clase ejecutiva y la vanidad de las falsas apariencias, siguiendo la estela de una melodía efectiva y un ritmo muy directo, y con el comodín de unos pegadizos coros “na-na-na" para darle cuerpo al conjunto. Alegre y descarada, es todo un acierto y un clásico de la banda.

“Fade Away” es, probablemente, la canción en la que más exploran como banda, recurriendo a originales entramados de guitarra distorsionada, combinada con un estribillo en falsete y una imaginativa y elaborada instrumentación, apoyada en los excelentes arreglos de viento. Un brillante ejemplo del camino que podría haber tomado el disco.

“Top Man” tiene un estribillo pegadizo, repleto de coros, silbidos y un destacable sintetizador que le da al tema un aire árabe, pero más allá de esas pincelada étnicas, adolece de las mismas carencias que "Best Days" para poder convertirse en un estandarte de la banda. Un plato correctamente cocinado, pero al que le falta sal.

“The Universal” es la auténtica joya de la corona de este disco. De excelsa melodía y alto nivel lírico, aporta suaves arreglos de cuerdas y una emocionante ejecución vocal que parte de registros graves en las estrofas, para rozar después la épica en los estribillos. Imprescindible en los conciertos de la banda y una de las canciones míticas de su cancionero.

“Mr. Robinson’s Quango” sorprende por su solidez instrumental, sus constantes cambios de ritmo y sus animadas transiciones. Canción con gran peso de guitarras y teclados, en la línea innovadora de "Fade Away" pero con un acabado más rockero. Como curiosidad, en esta canción retoman las divertidas pinceladas circenses tan presentes en "Parklife".

“He Thought of Cars” tiene un sonido que te traslada a los tiempos de "Leisure", con toques psicodélicos en la sencilla pero efectiva letra, en la que consiguen trasladar el sentimiento de soledad con referencias aparentemente simples: "Pensó en coches, y a dónde llevarlos, y con quién conducirlos, y no hay nadie, nadie, nadie".

“It Could Be You” es un tema muy pop y comercial, que entra de lleno en la categoría de temas del disco que no trascenderán en el tiempo. La cuesta bajo sigue de manera vertiginosa en “Ernold Same”, que no es más que una mofa de canciones británicas de corte clásico, que poco aporta al disco. “Globe Alone” intenta un repunte, siendo el típico tema punk que siempre meten en los discos, pero no evita la sensación de que el tramo final del disco ha perdido la chispa y el brío de los primeros temas. “Dan Abnormal” transita por los terrenos que "Charmless man" exploraba, cambiando los "na na na" por "la la la" pero sin la magia de la canción sobre el "hombre predestinado".

"Entertain Me" sería claramente la indultada de este último tramo, canción al nivel de los temas de la primera mitad del álbum, una isla en mitad de la poca trascendencia de esta parte final. Habría sido un buen final para el disco, pero aún nos queda una extraña y ambiental “Yuko & Hiro” que narra la historia de una pareja de enamorados. Aporta poco al disco, pero mucho a la analogía que he planteado con la mítica escena de "Con faldas y a lo loco". Dos amantes, presos de un amor tan ciego como el que, aún hoy, tenemos por este disco y sus circunstancias, y que nos hace ver en él solamente los dulces bocados de nata que contiene y no sus desaciertos, al igual que Osgood era incapaz de ver la realidad oculta detrás de lo que, para él, era simple y llanamente la mujer de sus sueños. Pero es que "nadie es perfecto".