miércoles, 7 de mayo de 2025

1588.- You Really Got Me - Van Halen

You Really Got Me, Van Halen



 La versión de You Really Got Me interpretada por Van Halen en su álbum debut homónimo de 1978, es una explosiva reinvención del clásico de 1964 de The Kinks. Esta versión, además de convertirse en uno de los temas más populares de la banda, también se convirtió en un pilar del hard rock, destacando por su energía cruda, virtuosismo técnico y actitud desenfadada. Van Halen grabó esta versión en 1977 bajo la producción de Ted Templeman, quien buscaba capturar la intensidad en vivo de la banda. La canción, escrita originalmente por Ray Davies de The Kinks, fue seleccionada como el primer sencillo del álbum debut, una decisión estratégica para presentar el sonido explosivo de Van Halen al mundo. La banda fue capaz de transformar el riff garage-rock de The Kinks en algo más robusto y electrificado, adaptándolo al naciente movimiento del hard rock de finales de los 70. Por si esto fuera poco, Eddie Van Halen, inspirado por el original, añadió un explosivo e incendiario solo de guitarra a la canción.

Esta cruda versión contiene unos musculosos y potentes arreglos con un enfoque en la guitarra de Eddie con unas técnicas innovadoras, incluyendo tapping y bends agresivos. El riff principal, aunque fiel al original, suena más pesado gracias a la distorsión y al tono característico de la guitarra Frankenstrat de Eddie. La batería de Alex Van Halen y el bajo de Michael Anthony proporcionaron una base rítmica sólida, mientras que la voz de David Lee Roth le dio al tema un aire teatral al tema y aportó una actitud casi punk, diferenciándose del tono más introspectivo de Ray Davies. la banda aceleró ligeramente el tempo respecto al original, lo que hizo que se intensificara la urgencia de la canción. Además, el solo de guitarra de Eddie, que aparece tras el segundo verso, es un momento definitorio, mostrando su destreza técnica y su capacidad para fusionar melodía con espectáculo. Van Halen consiguió respetar la esencia de The Kinks, y al mismo tiempo darle al tema su propio toque. 

You Really Got Me fue un éxito inmediato, llegando a alcanzar el puesto 36 en la lista estadounidense Billboard Hot 100, un logro más que notable para una banda debutante. La canción, lanzada como primer sencillo, ayudó a emerger a Van Halen como una fuerza innovadora en el rock, con un sonido que combinaba la agresividad del heavy metal con la accesibilidad del pop. La canción también recibió elogios por su capacidad para conectar generaciones: los fanáticos de The Kinks apreciaron la fidelidad al espíritu original, mientras que los nuevos oyentes quedaron cautivados por su potencia moderna. la canción se convirtió en un elemento fijo en los conciertos de Van Halen, a menudo usada para abrir shows debido a su energía contagiosa.

martes, 6 de mayo de 2025

1587 - Runnin' with the Devil - Van Halen


1587 - Van Halen - Runnin' with the Devil

Runnin’ with the Devil es la icónica canción que abre el álbum debut homónimo de Van Halen (1978), y desde sus primeras notas se erige como un himno del hard rock y una declaración de principios de la banda. Con una combinación explosiva de energía cruda, actitud rebelde y virtuosismo musical, esta canción no solo definió el sonido de Van Halen, sino que también se convirtió en un referente del rock de finales de los 70 y principios de los 80.  

La canción comienza con un rugido de motores y un bajo distorsionado que inmediatamente capta la atención. El riff principal, ejecutado por Eddie Van Halen, es simple pero efectivo, con un groove contagioso que se complementa a la perfección con los golpes secos de la batería de Alex Van Halen y el bajo resonante de Michael Anthony. Sin embargo, lo que realmente destaca es la voz de David Lee Roth, cuyo estilo desafiante y lleno de actitud encarna perfectamente la esencia de la letra.  

La producción, a cargo de Ted Templeman, mantiene un equilibrio entre crudeza y claridad, permitiendo que cada instrumento brille sin perder la fuerza del conjunto. El solo de Eddie, aunque breve, es una muestra temprana de su genialidad, con bends y vibratos que añaden un toque de blues al sonido agresivo del tema.  

La letra de Runnin’ with the Devil refleja la filosofía de vida de la banda en sus inicios: una mezcla de hedonismo, libertad y desafío a las convenciones. Roth canta sobre vivir al límite, sin ataduras ni remordimientos:  

"I live my life like there’s no tomorrow,  
And all I’ve got, I had to steal."  

Estos versos transmiten una actitud de vivir el presente, aunque también sugieren cierta soledad y alienación, como si el estilo de vida rockero tuviera un precio. La frase "Runnin’ with the Devil" puede interpretarse como una metáfora de asumir riesgos y desafiar el status quo, algo que Van Halen encarnó tanto en su música como en su imagen.  
  
Runnin’ with the Devil no solo fue un éxito comercial, sino que también marcó el inicio de una revolución en el rock. Eddie Van Halen redefinió lo que significaba ser un guitarrista, mientras que Roth se convirtió en el arquetipo del frontman carismático y extravagante. La canción sigue siendo un clásico en las radios de rock y un elemento fijo en los recitales de bandas tributo.  

Runnin’ with the Devil es mucho más que una canción: es un símbolo de una era en la que el rock era salvaje, descarado y lleno de pasión. Su influencia perdura hasta hoy, recordándonos por qué Van Halen se convirtió en una de las bandas más importantes de la historia del género.  

Daniel 
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lunes, 5 de mayo de 2025

1586.- Gates of Babylon - Rainbow

 

Gates of babylon, Rainbow


     En 1978, la banda británica Rainbow, liderada por el virtuoso guitarrista Ritchie Blackmore y el carismático vocalista Ronnie James Dio, lanzó su tercer álbum de estudio, Long Live Rock 'n' Roll. Incluído en este disco, que marcó el cierre de una era para la banda con Dio al frente, se encuentra Gates of Babylon, una pieza de hard rock con tintes progresivos y una profunda narrativa lírica. Esta canción no solo es un testimonio del talento compositivo de Blackmore y Dio, sino también un portal hacia un universo místico.

Gates of Babylon forma parte de Long Live Rock 'n' Roll, grabado en el Château d'Hérouville en Francia entre abril y diciembre de 1977. El álbum fue el último con Ronnie James Dio, quien abandonó la banda debido a diferencias creativas con Blackmore, que buscaba un sonido más comercial. La canción, escrita por Blackmore y Dio, con letras exclusivamente de Dio, refleja la fascinación de este último por temas medievales y fantásticos, una característica que definió su trabajo en Rainbow. El tecladista David Stone, aunque no acreditado oficialmente, afirmó haber compuesto partes de la introducción. 

El proceso de grabación no estuvo exento de tensiones. Blackmore, insatisfecho con el bajista Mark Clarke, tocó la mayoría de las partes de bajo él mismo, aunque el bajista Bob Daisley participó en Gates of Babylon y otras tres canciones. La alineación, que incluía al baterista Cozy Powell y al tecladista Tony Carey en sesiones iniciales, creó un sonido robusto, con influencias de música clásica y heavy metal, Este disco sería una de las últimas grandes obras de Rainbow antes de su cambio de dirección.
Musicalmente, Gates of Babylon es una obra de contrastes. La canción comienza con una introducción de sintetizadores y teclados que nos traslada a oriente. Los riffs de Blackmore, impregnados de su formación clásica, se entrelazan con la batería poderosa de Powell, mientras que la voz de Dio, lleva la narrativa a nuevas alturas. Muy destacable la fusión de elementos progresivos y heavy metal, con un solo de guitarra que muestra la destreza técnica de Blackmore y un interludio que recuerda a las bandas sonoras de películas de aventuras. Líricamente, Gates of Babylon es un viaje metafórico hacia un lugar de pecado celestial. La canción nos invita al oyente a dejar atrás lo familiar y embarcarnos en una aventura guiada por un narrador que promete visiones y transformaciones. Babilonia, descrita como una "ciudad de pecado celestial", simboliza la decadencia y la tentación, un lugar donde el poder del pasado atrapa a quienes cruzan sus puertas. El narrador, que al final se revela como el diablo mismo, encarna la dualidad entre guía y tentador. La canción es toda una advertencia sobre los peligros del conocimiento prohibido y la esclavitud a los propios deseos.

domingo, 4 de mayo de 2025

Some Great Reward de Depeche Mode – La oscuridad electrónica que definió una era (Mes Depeche Mode)


Some Great Reward de Depeche Mode – La oscuridad electrónica que definió una era #MesDepecheMode

Mayo es, oficialmente, el mes de Depeche Mode. A lo largo de las próximas semanas, desmenuzaremos su discografía, desde los días alegres del synth-pop hasta su reinvención como pioneros del rock electrónico sombrío. Y qué mejor manera de comenzar este viaje que con Some Great Reward (1984), el cuarto álbum de estudio de la banda y una obra que marcó un antes y después no solo en su carrera, sino en la música electrónica de los 80.  

Para entender la importancia de Some Great Reward, hay que retroceder un poco. A principios de los 80, Depeche Mode era visto como un grupo de synth-pop bailable, con éxitos como Just Can’t Get Enough (1981). Sin embargo, tras la salida de Vince Clarke (el principal compositor en sus inicios), Martin Gore tomó las riendas creativas y la banda comenzó a explorar temas más oscuros y sonidos experimentales.  

Con Construction Time Again (1983), ya habían dado un paso hacia lo industrial, incorporando samplers de sonidos mecánicos y letras más críticas. Pero fue con Some Great Reward donde todo encajó: la oscuridad lírica, la innovación sonora y el éxito comercial.  

El álbum fue producido por Daniel Miller (fundador de Mute Records) y Gareth Jones, quienes llevaron a Depeche Mode a nuevos terrenos sonoros. Una de las técnicas más revolucionarias fue la grabación de samples en un depósito de chatarra en Berlín, donde capturaron golpes de metal, martillazos y otros ruidos industriales que luego integraron en canciones como Master and Servant.  

El uso del Emulator II (uno de los primeros samplers digitales) permitió crear texturas nunca antes escuchadas en el pop. Además, las voces de Dave Gahan (profundas y cargadas de dramatismo) y Martin Gore (delicadas y emotivas) se complementaron como nunca.  

Entre el synth-pop y la oscuridad industrial

* El lado bailable (pero perverso) del álbum

- "People Are People" – El mayor éxito comercial del disco, una canción contra el racismo y la intolerancia con un ritmo pegajoso y un bajo electrónico poderoso. Fue su primer top 20 en EE.UU.  
- "Master and Servant" – Una fusión de synth-pop y ritmos industriales, con una letra que juega con el BDSM como metáfora de las estructuras de poder en la sociedad.  
- "Something to Do" – Una de las canciones más infravaloradas, con un ritmo frenético y letras sobre el aburrimiento y la necesidad de distracción.  

* Las baladas y el lado más introspectivo

- "Somebody" – Una de las canciones más emotivas de la banda, con Martin Gore en la voz principal. Un piano melancólico y letras sobre la soledad y el deseo de amor verdadero.  
- "It Doesn’t Matter" – Una pieza atmosférica con sintetizadores que flotan en el aire, casi como un presagio del sonido de Black Celebration.  
- "Stories of Old" – Una canción hipnótica con un coro que se repite como un mantra, explorando la idea del engaño en las relaciones.  

* La canción más polémica: "Blasphemous Rumours"

Una de las canciones más controvertidas de su carrera. Con una línea de bajo ominosa y letras que cuestionan la existencia de Dios ("I don’t want to start any blasphemous rumours / But I think that God’s got a sick sense of humor"), la banda narra la historia de una chica que sobrevive a un suicidio… solo para morir en un accidente días después.  

En una época donde la religión aún era un tema delicado en la música pop, esta canción fue censurada en varias radios y generó debates sobre si Depeche Mode era una banda "peligrosa".  

Si hay algo que define Some Great Reward, es su mirada crítica hacia la sociedad y las relaciones humanas:  

- Dinámicas de poder ("Master and Servant", "People Are People")  
- Religión y escepticismo ("Blasphemous Rumours")  
- Amor y desilusión ("Somebody", "Lie to Me")  
- Alienación y aburrimiento ("Something to Do")  

Martin Gore, en entrevistas posteriores, admitió que muchas de estas letras venían de su propia inestabilidad emocional y su fascinación por las relaciones tóxicas.  

Recepción crítica y legado

1. La recepción en su momento  

Aunque el álbum fue un éxito comercial (llegó al #5 en UK y al #51 en EE.UU., un logro para una banda de synth en esa época), la crítica no fue unánime. Algunos lo llamaron "demasiado deprimente", mientras que otros elogiaron su audacia.  

2. Influencia en la música posterior  

Con los años, Some Great Reward ha sido reivindicado como:  
- Un puente entre el synth-pop y el rock electrónico oscuro de los 90.  
- Una influencia clave para bandas como Nine Inch Nails, Marilyn Manson y incluso Radiohead.  
- El primer álbum "adulto" de Depeche Mode, dejando atrás su imagen juvenil.  

¿Por qué sigue siendo relevante hoy?

1. Sus temas son atemporales – La crítica social, la hipocresía religiosa y las relaciones complicadas siguen siendo temas vigentes.  
2. Su producción innovadora – El uso de samplers y sonidos industriales fue revolucionario para 1984.  
3. El equilibrio perfecto entre lo comercial y lo oscuro – Pocos discos logran ser tan pegajosos y a la vez tan profundos.  

Las 5 mejores canciones del álbum 

1. "Blasphemous Rumours" (Por su impacto lírico y sonido tenebroso)  
2. "Master and Servant" (Por su atrevimiento y ritmo adictivo)  
3. "Somebody" (Por su belleza melancólica)  
4. "People Are People" (Por ser un himno contra la discriminación)  
5. "Lie to Me" (Por su energía y cinismo)  

Un disco que definió el futuro de Depeche Mode 

Some Great Reward no fue solo un éxito comercial, sino el momento en que Depeche Mode dejó de ser una banda de synth-pop para convertirse en algo más grande. Fue el primer paso hacia obras maestras como Black Celebration y Violator, y su influencia aún se siente en la música electrónica y alternativa.  

Un disco esencial no solo para fans de Depeche Mode, sino para cualquier amante de la música electrónica con profundidad. 

Daniel 
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1585 - The Saints - Know Your Product

1585 - The Saints - Know Your Product

En 1977, mientras el punk explotaba en Londres y Nueva York con rabia y seguridad mediática, The Saints, una banda australiana a menudo relegada a un segundo plano en la historia del género, lanzaba Know Your Product, un tema que encapsulaba su actitud desafiante y su sonido crudo pero sofisticado. La canción, incluida en su segundo álbum Eternally Yours, es una de las piezas más memorables de su discografía, combinando el frenesí del punk con arreglos de vientos que evocan el soul callejero, creando una mezcla tan caótica como brillante.  

Know Your Product destaca inmediatamente por su introducción: una sección de metales que suena más a Stax Records que a The Ramones. Esta elección, inusual para el punk de la época, refleja la voluntad de The Saints de romper moldes. La voz áspera y sarcástica de Chris Bailey se impone sobre guitarras distorsionadas y una batería implacable, mientras los vientos añaden una capa de ironía. La letra es un ataque directo a la mercantilización de la rebeldía: "They’re gonna kit you out / Know your product" ("Te van a equipar / Conoce tu producto"). Es una burla a la industria cultural que intenta empaquetar y vender la disidencia como un bien de consumo más.  

La rebelión como producto. El genio de la canción está en su autorreflexión. Mientras muchas bandas punk de la época gritaban consignas contra el sistema, The Saints ponía el espejo frente al propio movimiento: ¿acaso la rebeldía no se estaba convirtiendo en una mercancía más? La línea "Another trend / Another fake orgasm" ("Otra moda / Otro orgasmo falso") resume su escepticismo ante la escena musical, donde la autenticidad a menudo se sacrificaba en aras de la imagen. Esta crítica no era solo hacia los sellos discográficos, sino también hacia la audiencia y los artistas que se dejaban cooptar.  

Musicalmente, Know Your Product es una joya de energía contenida. La producción, más pulida que en su debut (I’m) Stranded*, no suaviza su impacto; al contrario, los arreglos de vientos y el ritmo acelerado la hacen sentir como una fiesta callejera al borde del colapso. La influencia de la banda se puede rastrear en grupos posteriores, desde The Replacements hasta The Bronx, que heredaron su mezcla de crudeza y melodía.  

Hoy, en una era donde el punk (y sus derivados) ha sido absorbido por el mainstream, desde festivales masivos hasta colaboraciones con marcas de moda, Know Your Product sigue siendo un recordatorio incómodo: la rebeldía auténtica no se vende, ni se compra. The Saints no solo hicieron una de las mejores canciones punk de todos los tiempos, sino que además le añadieron una capa de inteligencia ácida que pocos han igualado.  

Si el punk nació para incomodar, Know Your Product es ese puñetazo que sigue doliendo décadas después. Porque, al final, ¿quién no ha sido cómplice de convertir su indignación en un producto?

sábado, 3 de mayo de 2025

1584.- On Broadway - George Benson

On Broadway, George Benson



     En las calles bulliciosas de Nueva York, donde los neones parpadean como estrellas terrenales y los sueños se tejen entre el asfalto, nació On Broadway. Escrita en 1962 por Barry Mann y Cynthia Weil, con la colaboración de Jerry Leiber y Mike Stoller, se convirtió en un himno para los soñadores que llegaban a la Gran Manzana con el corazón lleno de esperanzas y los bolsillos vacíos. Pero sería en 1978, cuando George Benson, un guitarrista y vocalista con un gran talento, tomó este tema y lo convirtió en un clásico.

La canción fue grabada originalmente por The Cookies y luego por The Drifters en 1963, cuya versión alcanzó el puesto número 9 en la lista estadounidense Billboard Hot 100. Su letra, cruda pero esperanzadora, cuenta la lucha de un joven artista que llega a Broadway con grandes sueños, pero se enfrenta a la dura realidad de la pobreza y el rechazo. “No duermo en la calle, tengo un corazón que late”, canta, aferrándose a la promesa de que su talento lo llevará a la cima. Sin embargo, fue George Benson quien elevó On Broadway a nuevas alturas. En 1978, Benson, ya se había convertido, por derecho propio, en un ícono del jazz y el R&B. Fue entonces cando grabó una versión en vivo para su álbum Weekend in L.A. Esta interpretación, grabada en el legendario Roxy Theatre de Los Ángeles, no era solo una canción, sino una experiencia. Benson, con su guitarra eléctrica, realizó una increíble versión que mezclaba jazz, soul y pop. Esta versión, que dura más de diez minutos en su formato en vivo, comienza con una introducción instrumental con su guitarra, para después dar entrada a su suave pero poderosa voz.

Esta versión de On Broadway se convirtió en una de las joyas de Benson, destacando por su habilidad para transformar la narrativa original en algo más universal. La canción ya no es solo la historia de un aspirante a estrella en Broadway, sino un reflejo de cualquier sueño que lucha por hacerse realidad. La improvisación de Benson, tanto vocal como instrumental, nos regala, unas veces, momentos de tensión, como si el protagonista estuviera a punto de rendirse, y otros momentos de euforia, como si la victoria estuviera al alcance de la mano. La interpretación de Benson no solo revitalizó la canción, sino que también consolidó a Benson como un artista que podía cruzar fronteras musicales, llevando el jazz a las masas sin perder su esencia. La canción se convirtió en todo un éxito, alcanzando el número 7 en el Billboard Hot 100 y ganando un Grammy por Mejor Interpretación Vocal R&B Masculina.

viernes, 2 de mayo de 2025

Disco de la semana 428: Corpiños en la madrugada – Sumo: El rugido primitivo de una leyenda


Disco de la semana 428: Corpiños en la madrugada – Sumo: El rugido primitivo de una leyenda  

"En Argentina me curé, me salvé y me cagué de hambre... pero fui feliz." 
— Luca Prodan 

No hay forma de hablar de Corpiños en la madrugada sin hablar de ruido, caos y verdad cruda. Este disco no es un álbum en el sentido tradicional, sino una excavación arqueológica en el ADN de Sumo, una colección de grabaciones en bruto (1983-1984) que capturan el momento exacto en que una banda dejó de ser un proyecto de borrachos y se convirtió en un huracán.  

Publicado en 1992, cinco años después de la muerte de Luca Prodan, el disco funciona como un mensaje en una botella lanzado desde el under porteño. No hay producción pulida, ni hits radiofónicos: solo la esencia de Sumo antes de que el mito los devorara.  

Luca Prodan: El extranjero que reinventó el rock argentino

La historia de Sumo empieza con un italiano escapando de sí mismo. Luca Prodan, nacido en Roma, criado en Escocia y devorado por la heroína en Londres, llegó a Argentina en 1980 casi por casualidad. Un amigo le escribió: "Venite a las sierras de Córdoba, acá te desintoxicás". Lo que encontró fue un país gris, recién salido de la dictadura, pero con una energía subterránea que lo electrizó.  

En Buenos Aires, Prodan formó Sumo con un grupo de inadaptados brillantes:  
- Germán Daffunchio (guitarra), el cerebro musical.  
- Alejandro Sokol (bajo), luego reemplazado por Diego Arnedo.  
- Stephanie Nuttal (batería), una inglesa que añadió ritmos post-punk.  
- Roberto Pettinato (saxo), el caos personificado.  

No sonaban a nada de la escena local. Eran punk, pero con reggae. Eran rock, pero con jazz. Eran británicos, pero cantaban en porteño. Y, sobre todo, no pedían permiso.  

Corpiños en la madrugada: El disco que no debería existir

Este álbum es un fantasma. Grabaciones de ensayos, recitales en bares mugrientos (Café Einstein, Parakultural), demos hechas en casetes desgastados. No fue pensado como un disco, sino como un acto de resistencia: la familia de Luca y sus excompañeros lo rescataron para demostrar que Sumo no nació grande, se hizo a los golpes.  

¿Por qué el nombre?
La leyenda cuenta que en un recital, unas mujeres les tiraron corpiños (sosten) al escenario. Luca, en vez de sonrojarse, lo celebró: "Esto es rock and roll, che". El título captura esa mezcla de provocación, sexo y arte sucio.  

Canciones: Un viaje al corazón del monstruo 

Lado A: La noche que no termina
1. "Night and Day" (5:53)  
   - Un mantra oscuro, con un bajo que parece salido de Joy Division. Luca canta como un borracho filosófico: "Night and day, I think of you...".  

2. "Mejor no hablar (de ciertas cosas)" (5:30)  
   - La versión en crudo del himno que luego popularizarían Los Redondos. Aquí suena más desesperada, como un consejo dado entre resaca y depresión.  

3. "Banderitas y globos" (3:20)  
   - Una crítica social disfrazada de canción bailable. "Todo el mundo feliz, con banderitas y globos..." ¿Ironía o amargura? 

4. "Teléfonos que suenan en piezas vacías / White Trash" (8:46)  
   - El momento más experimental del disco. Empieza como un blues deprimido y estalla en un punk furioso.  

Lado B: Furia y sarcasmo  
1. "Una noche en New York City (La rubia tarada)" (3:37)  
   - El himno definitivo contra la frivolidad. Luca escupe: "Ella quería ser como las de las revistas...".  

2. "Divididos por la felicidad" (4:49)  
   - La canción que le daría nombre a la banda de Arnedo y Daffunchio. Aquí suena más cruda, más punk.  

3. "Quiero dinero" (2:51)  
   - Un middle finger al capitalismo, en menos de tres minutos.  

4. "Fuck You" (1:53)  
   - Puro punk visceral. Luca grita como si le ardiera la garganta.  

5. "Disco Baby Disco (De Be De)" (3:07)  
   - Una burla al disco y a la moda vacía. *"Disco baby, disco de be de..."*  

6. "Heroin" (cover de The Velvet Underground)  
   - La canción más dolorosa. Luca la canta no como un fan, sino como un adicto en recuperación.  

Legado: ¿Por qué importa este disco?

- Es Sumo sin máscaras. No hay estudio, no hay edits, solo la banda en estado salvaje.  
- Es Luca antes del mito. Se lo escucha vivo, imperfecto, humano.  
- Es el sonido del under porteño en los '80: sudor, cerveza y poesía mala.  

Un disco para oyentes, no para fans  

Corpiños en la madrugada no es un álbum para coleccionistas. Es para quienes quieran sentir el rock en las venas. Para quienes prefieran una toma imperfecta con alma, antes que un hit pulido sin sangre.  

Sumo no quería ser famoso. Quería ser libre. Y este disco lo prueba.  
¿Vos ya lo escuchaste? 🚬🎸

Daniel 
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1583.- El Garrotín - Smash

 

La versión de "El Garrotín" del grupo sevillano Smash es probablemente la más arriesgada e innovadora interpretación que se ha hecho del clásico palo flamenco procedente de las comunidades gitanas de Lleida y Barcelona de principios del siglo XX. Tras casi desaparecer en los años treinta, Carmen Amaya lo resucitó ya en la década de los setenta, pero fue la versión de Smash la que le dio la categoría de leyenda del flamenco rock primigenio.

Siendo una pieza que provenía de las estructuras musicales del tango, los Smash lograron llevarla de manera brillante hacia el terreno del rock progresivo y psicodélico. Hablamos de una banda pionera del rock andaluz de los años 70, que logró fusionar la esencia del flamenco con sonidos eléctricos y experimentales, y el mejor ejemplo de su pericia y su osadía es precisamente "El Garrotín", en la que combinaron la intensidad de las guitarras del rock progresivo con el ritmo aflamencado y gitano del poderoso estribillo de la canción.

"El Garrotín" mantiene la estructura rítmica característica del palo flamenco, pero incluye toda la instrumentación de una banda de rock, consiguiendo una pieza de intenso ritmo de guitarras eléctricas, batería y efectos sonoros característicos de la época y del género psicodélico. Pocas canciones han conseguido combinar de manera tan memorable tradición y vanguardia, y por ese motivo "El Garrotín" estará para siempre entre los grandes referentes de la historia del rock andaluz y de la fusión entre el flamenco y el rock.

jueves, 1 de mayo de 2025

1582.- Tu - Umberto Tozzi


Umberto Tozzi (Turín, 4 de marzo de 1952) es un icónico cantautor italiano con una prolífica carrera que abarca más de cinco décadas. Desde sus inicios en la década de 1970, Tozzi se ha consolidado como una de las voces más reconocibles y queridas de la música pop italiana e internacional. Comenzó su trayectoria musical formando parte de varios grupos locales antes de lanzar su carrera en solitario. Su gran oportunidad llegó con la canción "Ti amo" (1977), un éxito masivo que lo catapultó a la fama mundial y se convirtió en un himno romántico atemporal. A este le siguieron otros éxitos como "Tu" (1978) y "Gloria" (1979), canciones que consolidaron su posición en la escena musical. A lo largo de su carrera, Tozzi ha publicado numerosos álbumes de estudio, muchos de los cuales han obtenido certificaciones de oro y platino. Su estilo musical se caracteriza por melodías pegadizas, letras sentimentales y una voz potente y emotiva. Ha colaborado con importantes artistas y ha participado en festivales de la canción de San Remo, dejando siempre una huella imborrable.

"Tu" fue uno de los estandartes de Umberto Tozzi, una canción que destila una sencillez lírica, aunque esta centrada en la intensidad de un amor posesivo y absorbente. Desde los primeros acordes, la melodía melancólica y envolvente nos introduce en un universo de emociones ayudada por la voz apasionada de Tozzi que transmite una mezcla de adoración y una cierta dependencia hacia la persona amada, un sentimiento que, aunque pueda interpretarse de diversas maneras, en la  audiencia de aquellos años era sinónimo de entrega total en el amor.  La letra, escrita por Giancarlo Bigazzi, se construye sobre la repetición insistente del pronombre "tu" (tú), enfatizando la centralidad absoluta de la persona amada en la vida del cantante. Cada verso parece orbitar alrededor de esta figura femenina idealizada, convirtiéndose en el eje de su existencia. Frases como "Tu, solamente tu" o "Tu, sei tutto quello che voglio" (Tú, solamente tú / Tú, eres todo lo que quiero) no dejan lugar a dudas de la obsesion. Pero la canción tambien explora la idea de un amor que lo consume todo, donde la presencia de la otra persona se convierte en la razón de ser. Es un amor que idealiza y que, en su intensidad, puede rozar la obsesión. La instrumentación, aunque sencilla, juega un papel crucial en la creación de la atmósfera emotiva de la canción. El éxito de "Tu" fue masivo, no solo en Italia sino también en España y Latinoamérica, donde la sensibilidad romántica de la canción encontró un terreno fértil. La potencia de la voz de Tozzi, combinada con la letra directa y el ritmo melódico, la convirtieron en una de las canciones más emblemáticas de su repertorio y en un referente de la balada romántica en español.


miércoles, 30 de abril de 2025

1581.- Running on empty - Jackson Browne

El mito del estrellato del rock ha evolucionado a lo largo de las décadas, pero existen algunas señas de identidad que definen lo que uno imagina como la experiencia de ser una estrella de rock. Hasta el día de hoy, el estrellato de cualquier tipo, está inevitablemente ligado a una vida en la carretera, viajando de ciudad en ciudad en un estado de perpetua transitoriedad para ofrecer conciertos a sus fieles seguidores, ya sean decenas o miles. Es tan omnipresente que ha sido el tema de más de una canción a lo largo de las décadas, y fue una idea tan cautivadora que Jackson Browne decidió escribir un álbum entero sobre el concepto.


La carrera de Browne merece cierta consideración al observar exactamente cómo llegó a hacer Running on Empty , el álbum que se convertiría en su mayor éxito y definiría su trabajo en los años 70. La destreza de Browne como compositor era bastante evidente desde una edad temprana, pero su trabajo a menudo veía la luz del día a través de las voces de otros. Incluso cuando su carrera en solitario comenzó en serio y logró un éxito en las listas con "Doctor My Eyes", en 1977 su canción más conocida probablemente era "Take It Easy", que la mayoría de los oyentes hasta el día de hoy asocian con los Eagles en lugar de Browne. Todo esto quiere decir que, si bien Browne ciertamente estaba familiarizado con el estilo de vida de las estrellas de rock, uno tiene la sensación de que, durante la mayor parte de su carrera, estaba afuera mirando hacia adentro. Sería exagerado llamarlo un artista de culto en la época del lanzamiento de Empty, pero no era una superestrella que llenara estadios. Hay poco o nada de brillo o glamour en esta vida, y eso es especialmente cierto en Running on Empty, a lo largo de la cancion, Browne desvela el telón en un intento de dar a los altibajos de la vida en la carretera el peso dramático que él cree que merecen, su letra retratan a un orador que sigue adelante a pesar de estar completamente agotado, y ha estado haciendo esto durante tanto tiempo que no recuerda por qué se embarcó en este camino para empezar. Nos quedamos con un narrador en una situación abatida, una persona obligada a seguir viviendo una existencia sin amarras porque es la única que conoce. Sin embargo, esa no es la sensación que tienes cuando escuchas "Running on Empty". En cambio, te recibe un ritmo impulsor que persiste a lo largo de la canción, acompañado por la guitarra principal abrasadora de Danny Kortchmar y un coro de puños bombeados. Este es el acto de equilibrio que Browne intenta a lo largo de todo su álbum, Aborda temas complejos a lo largo del álbum y parece intentar explorar sinceramente estos sentimientos de agotamiento y desánimo, pero también presta atención a la radio. Al menos, así lo perciben algunos; las retrospectivas de Running on Empty lo han calificado como el disco más populista de Browne y, por extensión, el menos ambicioso, pero el objetivo de Browne, es una inclinación populista para que Running on Empty funcione como pieza, y eso no la hace menos ambiciosa. Más bien, forma parte del objetivo de Browne incorporar al público como participante activo. 


lunes, 28 de abril de 2025

1580.- Cheree - Suicide

 

Cheree, Suicide


     En la escena punk neoyorquina de los años 70, donde el CBGB era el epicentro de la rebeldía sonora, emergió Cheree, una canción del dúo electrónico Suicide, que desafió las convenciones del rock y sentó las bases para géneros como el synth-punk, el post-punk y la música electrónica. Lanzada como sencillo en mayo de 1978 por el sello discográfico Bronze Records, la canción es una pieza clave del álbum debut homónimo de la banda, Suicide (1977), producido por Craig Leon y Marty Thau. Escrita por el dúo que conformaba la banda, Alan Vega y Martin Rev, la canción combina letras románticas con un sonido hipnótico y crudo. 

Suicide, formado por Alan Vega (vocalista) y Martin Rev (sintetizador y caja de ritmos) en 1970, no encajaba en el molde tradicional del punk. Mientras bandas como Ramones o Television apostaban por guitarras crudas, Suicide optó por una instrumentación electrónica minimalista, con Rev creando ritmos sonoros a partir de sintetizadores y ritmos repetitivos, y Vega entregando matices vocales que evocaban a Elvis Presley y Gene Vincent. La canción fue grabada en cuatro días en los Ultima Sound Studios de Nueva York. El disco se convertiría en un hito que sentaría las bases para sonidos como el post-punk, el synth-pop y el rock industrial.

La canción es capaz de reflejar la dualidad de Suicide: por un lado, una sensibilidad pop inspirada en el rock de los años 50; por otro, una actitud confrontacional que los alineaba con la escena punk. Vega, quien comenzó como artista visual bajo el nombre Alan Suicide, fue capaz de canalizar su fascinación por el rock’n’roll clásico en las letras de canciones como la que nos ocupa, mientras Rev construyó alrededor de esas letras una atmósfera etérea con su sintetizador. El resultado es una pieza que desafió los sonidos que imperaban en la época. En cuanto a la letra, estamos ante una sencilla declaración de amor impregnada de imaginería romántica y un toque de fantasía. Su estructura repetitiva y su producción austera anticiparon el auge del synth-pop y la música electrónica de los 80. A pesar de su impacto posterior, Cheree y el álbum Suicide no lograron éxito comercial en su lanzamiento. En Estados Unidos, la crítica fue despiadada, y el sencillo no entró en las listas. Sin embargo, en el Reino Unido, donde el punk estaba en auge, la prensa fue más receptiva. Con el tiempo la canción se convirtió en un referente cultural, y la banda influyó en bandas como Depeche Mode, Sonic YouthLCD Soundsystem, Ladytron, Perfume Genius o Sleaford Mods.

1579.- Mannequin - Wire


Mannequin, Wire



     Mannequin fue lanzada en 1977 como parte del álbum debut Pink Flag de la banda británica Wire. La canción se convirtió en una de las piezas más emblemáticas del punk rock y el art punk de finales de los setenta. Wire se formó en 1976 en Londres y es considerada pionera del post-punk y el art punk por su sonido y sus letras oscuras y una postura situacionista que desafiaba las convenciones del punk tradicional. 
La canción, con una simplicidad musical, contiene una feroz y mordaz crítica a la superficialidad, lo que hizo que se convirtiera en un estandarte en la discografía de Wire y en la historia del rock alternativo.

Wire, conformada originalmente por Colin Newman (voz y guitarra), Graham Lewis (bajo y coros), Bruce Gilbert (guitarra) y Robert Grey (batería), surgió en el apogeo del punk londinense, pero se distinguió por su enfoque experimental y su rechazo a los clichés del género. La banda se inspiró en figuras como los Ramones, Brian Eno, Kraftwerk y David Bowie, lo que les permitió crear un sonido mínimo pero con estructuras poco ortodoxas. Pink Flag, su álbum debut, es a menudo citado como uno de los más originales de la primera ola del punk británico, y Mannequin refleja esta innovación al combinar la energía cruda del punk con una sensibilidad artística que presagiaría el post-punk. Las canciones de Pink Flag se distinguen por su diversidad, estilo y sentido del humor, y Mannequin, en particular, se distingue por su capacidad de transmitir una crítica social en un formato compacto y visceral. La producción, a cargo de Mike Thorne, mantiene la crudeza del punk mientras permite que los detalles melódicos y rítmicos resalten, una característica que Wire perfeccionaría en álbumes posteriores como Chairs Missing (1978).

Las letras, escritas por Graham Lewis, son un ataque directo a la superficialidad y la falta de autenticidad. La canción describe a una persona vacía, comparada con un maniquí que carece de “gracia natural” y es un “desperdicio de espacio”. Este retrato también puede interpretarse más allá de lo personal, puede interpretarse como una crítica más amplia a la sociedad de consumo y la obsesión por las apariencias, un tema recurrente en el punk y el post-punk. Pink Flag marcó un antes y un después en el punk, y Mannequin es un testimonio de cómo Wire, con mínimos recursos fue capaz de crear un impacto máximo, logrando trascender las limitaciones del género.

domingo, 27 de abril de 2025

Vengo del placard del otro (2002) - Divididos (Mes Divididos)

 

Vengo del placard del otro, Divididos


     En el invierno de 2002, cuando Argentina se tambaleaba en una de las peores crisis económicas y sociales de su historia, Divididos lanzó un disco que además de capturar las actitudes, creencias y valores de una era en una nación fracutrada como la argentina, también redefinió los límites del rock argentino. Vengo del placard de otro, el séptimo álbum de estudio de Divididos, llegó como un grito visceral que mezclaba la rabia, la ironía y la diversidad sonora con una potencia que solo “La Aplanadora del Rock”, como se le conocía a Divididos, podía desatar. Este álbum fue todo un manifiesto, un espejo roto que reflejaba las heridas de un país y, al mismo tiempo, un testimonio de la resiliencia de sus creadores: Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Jorge Araujo. El álbum, grabado en los estudios Del abasto de Buenos Aires, Argentina, se compone de 14 viscerales canciones.

Para entender el álbum tenemos que entender el contexto. Argentina, en 2001 y 2002, estaba sumida en el caos: el corralito bancario, la devaluación del peso, la renuncia de Fernando de la Rúa y una sucesión de cinco presidentes en una semana habían dejado a la sociedad en un estado de shock. La pobreza se disparaba, las calles hervían de protestas, y la confianza en las instituciones se desmoronaba. En medio de este vendaval, Divididos, liderados por la guitarra filosa de Ricardo Mollo y el bajo profundo de Diego Arnedo, decidió no mirar hacia otro lado y plantar cara. Sobre este disco, Ricardo Mollo afirmó en una entrevista de la época: “Es el disco de las ganas, si bien estamos viviendo una crisis social muy fuerte, esto fue hecho por el entusiasmo de personas que quieren seguir haciendo las cosas con ganas”. Este entusiasmo, quedo refeljado en un trabajo que estaba impregnado de una ironía mordaz y una conciencia aguda de la realidad.
El título del álbum, Vengo del placard de otro, es en sí mismo una declaración muy críptica, como tantas letras de la banda. 


La portada, con una morcilla en primer plano, refuerza esta idea. “La morcilla es un poco como el moretón argentino”, explicaron los músicos, aludiendo a los golpes que el país había recibido. Pero lejos de ser un lamento, el disco es una celebración de la diversidad, un collage sonoro que abraza el rock, el funk, el folklore, el pop y hasta un villancico deforme, demostrando que, incluso en momentos de adversidad, la creatividad puede florecer. La aplanadora del rock, fieles a su nombre, encontraron en la diversidad su mayor fortaleza. Como señaló el periodista Tom Lupo, citado por la banda: “Divididos venía de diversidad. Y éste es nuestro disco más diverso y, por ende, el más Divididos de todos”. Este álbum no se conformó con el sonido crudo y potente que había caracterizado trabajos anteriores como Acariciando lo áspero o Narigón del siglo. Aquí, la banda experimentó con una amplia y variada paleta de sonidos, incorporando desde una sección orquestal con doce violines, cuatro chelos, fagot, corno y flautas hasta instrumentos como el udu, el cajón y la pandereta.

El trío argentino se encontraba su apogeo creativo. Este fue el último álbum de estudio con Araujo, quien dejó la banda en 2004, y su aporte es innegable. Su versatilidad en la percusión, desde los ritmos funk de Miente el after hour hasta los toques folklóricos de Guanuqueando, es un pilar del disco. Mollo, por su parte, consolidó su evolución vocal, alejándose del tono más crudo de los noventa para explorar matices más melódicos, mientras que Arnedo aportó no solo su bajo inconfundible, sino también coros y arreglos que enriquecieron la textura del álbum. La producción, a cargo del ingeniero Álvaro Villagra, fue fundamental para capturar la ambición sonora del proyecto. Grabado casi íntegramente en los estudios Del Abasto al Pasto, el disco suena pulido pero crudo, un equilibrio que permite que la energía de Divididos brille sin perder su filo. La incorporación de instrumentos poco convencionales y una sección orquestal en temas como Puertas añadió una riqueza y una dimensión cinematográfica, algo que la banda no había explorado con tanta profundidad en trabajos anteriores.



Vengo del placard de otro
no solo fue un éxito crítico y comercial en su momento, sino que su relevancia ha crecido con los años, Con canciones como Cajita musical, que abre el disco. Este tema
se convirtió en el primer corte de difusión. De la canción se realizó un videoclip dirigido por Nahuel Lerena, que además contó con la participación especial de Alberto “Superman” Troglio, exbaterista de Sumo; Villancico Del Horror, uno de lo momentos cumbres del álbum. La canción, con su tono sarcástico, repasa los eventos traumáticos de diciembre de 2001. La letra, con referencias al corralito y la represión, es un puñal disfrazado de villancico, un recordatorio de que el humor puede ser un arma poderosa frente a la tragedia. Diego Arnedo lo resumió perfectamente: “En el disco hay una muestra de lo tragicómico de la sociedad argentina. Desde la ironía, desde el humor y desde lo drástico también”; Despiértate Nena, otro guiño a las raíces argentinas con este cover de Luis Alberto Spinetta y su banda Pescado Rabioso. La aplanadora del rock toma este clásico del rock nacional y lo transforma en un rabioso tema, con la guitarra de Mollo desatando una tormenta que rinde homenaje a Spinetta; O el cierre del disco, la versión del Guanuqueando, todo un homenaje al folklorista jujeño Ricardo Vilca, cuya composición, grabada en vivo en El Pucará de Tilcara en agosto de 2000 junto al compositor, músico y maestro rural argentino Vilca como invitado, es un viaje al norte argentino, una conexión con la tierra que contrasta con la urbanidad caótica de las otras canciones. La inclusión de este tema, grabado fuera del estudio subraya el compromiso de la banda con el folklore, un género que siempre han abrazado con respeto y creatividad.

La frase Vengo del placard del otro puede interpretarse como una metáfora de vivir bajo la sombra de otra persona, de no ser auténtico con uno mismo, escondiéndose detrás de una identidad que a uno no le pertenece. Esto es algo que desde luego no hizo el trío argentino, que lejos de escondese, decidieron tirar la puerta abajo para expresar toda la rabia y sentimiento de un país sumido en una grave crisis, y un pueblo desencantado y desmotivado por la clase política del país.

1578.- Cocaine - Eric Clapton

 


"Cocaine" es una de las canciones más conocidas del rock, lanzada en la versión de Eric Clapton en 1977 como parte del álbum Slowhand, pero escrita originalmente por J.J. Cale en 1976, que grabó también ese año su propia versión de un tema que aborda sin tapujos el tema de la adicción a las drogas y sus consecuencias ("Si quieres caer bajo, cae bajo hasta el suelo, cocaína"), y que ha generado tanta controversia por su temática como admiración por sus bondades musicales.

La versión de Eric Clapton, no muy diferente de la original, fue la que logró la repercusión mediática y la popularidad que la canción aún tiene hoy en día. Clapton mantuvo la sencilla y constante estructura rítmica del tema de J.J. Cale, basada principalmente en un distintivo riff de guitarra de blues rock que frena seco al llegar al brece estribillo. La producción de Glynn Johns captura la esencia del sonido de J.J. Cale y lo adapta a la mayor luminosidad interpretativa de Clapton, que aporta además una mayor autenticidad en el mensaje a través de la voz.

El gran éxito de la canción de Cale, y en concreto de la versión de Clapton, quizá no habría sido el mismo sin el contexto histórico y cultural en el que "Cocaine" vio la luz. con una industria musical de los setenta en el que la cocaína y otras muchas sustancias estupefacientes corrían como la pólvora en los estudios de grabación. El propio Eric Clapton luchó durante años contra su adicción a la cocaína, por lo que la grabación de este tema y el mensaje que transmitía fueron muestras de una gran sinceridad y autenticidad, además de un reconocimiento a la figura de J.J. Cale, al que admiraba por su talento compositivo y del que conocía también que atravesaba por problemas similares 

sábado, 26 de abril de 2025

1577.- Night Fever - The Bee Gees


 

"Night Fever" es una de las canciones más emblemáticas de The Bee Gees, lanzada en 1977 como parte de la banda sonora de la célebre película "Saturday Night Fever" protagonizada por John Travolta. Esta canción, junto con otros éxitos del grupo, fue una de las artífices del apogeo de la música disco de finales de los años setenta y primeros de los años ochenta, y se convirtió en un himno del género, capturando como ninguna otra la esencia de la música disco con su ritmo contagioso y su pegadiza melodía.

El falsete marca de la casa, a cargo de Barry Gibb, apoyado por los coros de sus hermanos, es el ingrediente que completa la poderosa mezcla de ritmo y melodía bailable de "Night Fever", combinado todo ello en una cuidada y efectiva producción que deja espacio para cada instrumento, en un mosaico sonoro perfectamente hilado con la poderosa base rítmica de la guitarra y el bajo.

La letra engarza con la temática de baile y de fiesta nocturna de la película, convirtiéndose en una especie de tráiler o resumen sonoro de la misma, y podría decirse que, más allá de sus virtudes cinematográficas, la razón por la que el film es tan recordado no es otra que la mítica escena de Travolta bailando al ritmo de "Night Fever" y la amplia repercusión y la atemporalidad de este intenso y pegadizo tema de los hermanos Gibb, que dejaron atrás su período de banda acústica y melancólica para convertirse en los auténticos reyes de las pistas de baile.