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martes, 12 de agosto de 2025

1685.- Mis amigos donde estarán - Topo

 

Mis amigos donde estarán, Topo


     En 1979, en el corazón de la España postfranquista, nació una de esas canciones que se convirtió en el himno de una generación: Mis amigos dónde estarán de Topo. Corría 1979, y este tema, incluido en el primer LP homónimo de la banda, se grabó a fuego en la memoria de quienes vivieron aquellos días de cambio, lucha y camaradería. Topo, formado por José Luis Jiménez (bajo y voz), Lele Laina (guitarra y voz), Terry Barrios (batería) y Víctor Ruiz (teclados), emergió de las cenizas de Asfalto en 1978, tras una ruptura cargada de tensiones creativas y personales. Según confesó Julio Castejón en una entrevista de 2024 en el canal de YouTube llamado "El riff que me voló la cabeza", la salida de Jiménez y Laina de Asfalto fue por querer incluir a Terry Barrios, amigo de infancia de Laina, en la formación. Así nació Topo, y su debut, grabado en los estudios Kirios bajo la producción de Teddy Bautista, fue un puñetazo sobre la mesa del rock español. Entre los siete temas del disco, brilla especialmene Mis amigos dónde estarán, un lamento nostálgico que captura el espíritu de una juventud que soñaba con cambiar el mundo mientras apuraba copas en un bar.

La canción arranca con un riff de guitarra de Laina sencillo pero cargado de alma, el teclado de Ruiz añade un toque melancólico a la canión, y tiene un toque progresivo que recuerda a Vanilla Fudge. Mientras, la voz de Jiménez, rasgada y sincera, te lleva de la mano a un barrio donde los chicos arreglaban el mundo. La letra es un retrato crudo y poético de la vida obrera: “En Madrid, en mi barrio, en un billar / una banda de chicos, con un cigarro en la boca / arreglábamos el mundo, a golpes de futbolín”. Esos retratos de academias nocturnas, manifestaciones y palos de la policía son un eco de la transición española, un tiempo donde la libertad se peleaba en la calle y se celebraba en tugurios llenos de humo. La canción es todo un lamento por los amigos perdidos, por los que se quedaron atrapados en la rutina de una vida que les robó los sueños, y cada verso cantado por Jiménez te hace mirar atrás, a esos colegas que alguna vez formaron parte de tu mundo y ahora son solo un recuerdo borroso.

Hay que reconocer que la producción de Bautista, que fue muy criticado por intentar meter a Topo en la ola de la new wave en su segundo disco, Pret-a-Porter (1980), aquí es impecable, tiene un equilibrio perfecto entre la crudeza del rock urbano y la sofisticación de los arreglos progresivos. Sin embargo, la historia de Topo está marcada por la indiferencia de las discográficas, Chapa Discos, su sello, no supo promocionar joyas como este tema, dejando que bandas como Topo, Mezquita o Cucharada languidecieran en el olvido mediático. Y a pesar de ello, Mis amigos dónde estarán consiguió emerger. La cnación fue regrabada en 1999 con colaboraciones de pesos pesados como Rosendo, Fortu de Obús y José Carlos Molina de Ñu.

Paralos que tenemos ya cierta edad, Mis amigos dónde estarán es un viaje al corazón del conocido barrio madrileño de Vallecas, a las noches de rock y rebeldía, a los amigos que ya no están pero que siguen viviendo en cada acorde. Es el sonido de una generación que quiso comerse el mundo y, aunque no lo logró, dejó un himno para que nunca olvidemos quiénes fuimos.


domingo, 10 de agosto de 2025

1683.- You Don't Bring Me Flowers - Neil Diamond

La historia de la canción que da título a esta cancion —y todo el disco— es peculiar, escrita como tema para una serie de televisión estadounidense, pero nunca utilizada, la canción fue grabada por separado por Neil Diamond y Barbra Streisand para sus propios álbumes. Después, cuando un DJ creó su propia versión inicial de las dos versiones, Streisand y Diamond se juntaron y grabaron "You Don't Bring Me Flowers" como un dueto. Se convirtió en un éxito rotundo y no perjudicó la carrera de ninguno de los dos artistas; también podría decirse que fue pionera del dúo de celebridades de alto perfil tan querido por Dolly Parton y Kenny Rogers , entre muchos otros. Se puede sentir la angustia en su voz al contemplar la idea de la separación, poniéndose en una posición vulnerable. Es evidente que el fracaso de esta relación recae en ambas partes, pero surge de la situación más simple. Simplemente ya no se llevan flores, una metáfora que puede significar muchas cosas. Esta canción habla de la chispa que se enciende en una relación, esencial a través de pequeños gestos, y de lo que significa cuando se deshacen.

Este álbum es una de sus mejores colecciones de pop y está lleno de una despreocupación atípica del gran hombre. Aunque la canción principal —una brillante y melancólica canción con una gran voz de Streisand— dista mucho de ser alegre, casi todo lo demás aquí parece estar pasando un momento espléndido. Forever in Blue Jeans es un sencillo maravilloso; American Popular Song logra ser épico pero también alegre, como un gorrión gigante; y hay una encantadora versión del éxito de 1965 de The Fortunes , You've Got Your Troubles. Y si bien hay una ligera inclinación hacia lo serio en Mothers and Daughters, Fathers and Sons, y la ligeramente melancólica Remember Me, eso se ve más que compensado por la extremadamente extraña The Dancing Bumble Bee/Bumble Bee Boogie, un pastiche disco que sugiere que Diamond pudo haber enloquecido brevemente. Diamond se encuentra en todo su esplendor legendario con este álbum. Abarca muchas emociones, desde el ambiente de una fiesta disco animada hasta el pisoteo de flores. Sin embargo, lo que más me intriga de este álbum es su interpretación vocal. " You Don't Bring Me Flowers" realmente plasma la voz de Diamond.  Lo he escuchado muchas veces, pero ahora por fin he descubierto qué refleja exactamente su voz. La voz de Diamond es básicamente la barba incipiente que te queda horas después de un buen afeitado. Su voz es nítida y limpia, pero con cierta aspereza. Un hombre nunca puede librarse del todo de este problema, al igual que Diamond lleva en la música toda la vida. Tampoco es posible encontrar esos pelitos de la barba, al igual que no es posible identificar con precisión la voz, las composiciones ni la longevidad de Diamond.



jueves, 7 de agosto de 2025

1680.- So Lonely - The Police

 

So Lonely, The Police


     So Lonely es una de las canciones de The Police que fue incluida en su álbum debut Outlandos d’Amour (1978). Fue escrita principalmente por Sting y combina reggae, punk y rock. Fue Grabada en los Surrey Sound Studios en Leatherhead, Inglaterra, y se produjo en un contexto de recursos limitados. La producción estuvo a cargo de The Police y Miles Copeland (hermano del baterista Stewart Copeland, y mánager de la banda) bajo el sello A&M Records. En las sesiones de grabación, que fueron nocturnas en un estudio modesto situado encima de una lechería, el grupo se dedicó a grabar un sonido directo y sin pretensiones, dando como resultado una mezcla que destacaba por su simplicidad, permitiendo que la interacción entre los instrumentos brillara sin adornos excesivos. La fusión de estilos y la la química entre Sting, Stewart Copeland y Andy Summers es sencillamente brillante. So Lonely es una fusión de reggae y punk con matices de blues y new wave. La canción fue construida sobre una progresión de cuatro acordes inspirada en No Woman, No Cry de Bob Marley, algo que Sting llegó a admitir: “Es una copia descarada”.

El bajo de Sting proporciona una brillante línea melódica, mientras que el virtusisimo a la batería de Stewart Copeland le da cierta complejidad rítmica, y Andy Summers complementa con un minimalista solo de guitarra que evita excesos, lo que hace que todo se complemente en su justa medida. Esta canción y su combinación de estilos refleja la capacidad y habilidad única de The Police para transformar influencias dispares en un sonido único. La letra, escrita por Sting con un tono que oscila entre la melancolía y la rabia, explora la soledad y el dolor tras una ruptura amorosa. Sting reveló que la canción se inspiró en su propia experiencia de aislamiento al mudarse a Londres, sintiéndose solo a pesar de estar rodeado de gente: “Es una paradoja, estar en el centro de la atención y sentirte tan solo”. Parte de la letra provenía de una canción anterior de Sting con Last Exit, "Fool in Love", y fue transformada para adaptarse al nuevo contexto musical. So Lonely Fue lanzada como sencillo en noviembre de 1978 y no tuvo un impacto inmediato en las listas de ventas, pero su relanzamiento en 1980, tras el éxito de Roxanne, la catapultó al puesto número 6 de las listas de ventas del Reino Unido.

martes, 5 de agosto de 2025

1678 - Eric Clapton - Promises


1678 - Eric Clapton - Promises

Promises” es una de esas canciones que, aunque no figure entre los mayores éxitos comerciales de Eric Clapton, ha logrado mantenerse viva en la memoria de sus seguidores por su delicada mezcla de country, soft rock y blues. Lanzada en 1978 como parte del álbum Backless, esta pieza captura una etapa particular en la carrera del guitarrista británico, donde comenzaba a alejarse de los solos eléctricos más intensos de su pasado para explorar un sonido más relajado y orientado hacia las raíces americanas.

La canción fue escrita por Richard Feldman y Roger Linn, y destaca por una estructura sencilla pero efectiva. Desde los primeros acordes, “Promises” se caracteriza por un ritmo cadencioso y ligero, acompañado por guitarras acústicas que evocan paisajes sureños y una atmósfera de carretera abierta. Eric Clapton, con su inconfundible voz suave y algo melancólica, interpreta la letra con un tono de resignación y sinceridad que refuerza el mensaje de la canción.

La temática gira en torno a una relación deteriorada. El narrador expresa un desencanto profundo al descubrir que las promesas de amor no han sido cumplidas. Frases como “I don’t care if you never come home” o “I’ve had enough of your lying and cheating” marcan una ruptura definitiva, pero sin estridencias ni dramatismos excesivos. Es un adiós tranquilo, más cercano a la aceptación que a la furia, lo que le da un matiz maduro y reflexivo.

Musicalmente, “Promises” brilla por su sutileza. La producción de Glyn Johns mantiene un sonido limpio, con guitarras acústicas al frente y un pedal steel guitar que añade un toque country distintivo. La batería es discreta, aportando ritmo sin imponerse, mientras que el bajo se encarga de sostener la base armónica con suavidad. Todo esto crea un ambiente relajado, ideal para un final de tarde o un viaje en carretera.

En cuanto a su recepción, aunque no alcanzó la magnitud de otros temas de Clapton como “Layla” o “Wonderful Tonight”, “Promises” se convirtió en un sencillo exitoso en Estados Unidos, llegando al top 10 del Billboard Hot 100 y destacando también en la lista de música country. Esto demuestra la capacidad de Eric Clapton para adaptarse a diferentes géneros sin perder su esencia.

Con el paso de los años, “Promises” ha sido reconocida como una de las joyas ocultas de Eric Clapton. Su simplicidad y honestidad emocional la han mantenido vigente, y sigue siendo un ejemplo perfecto de cómo una canción puede transmitir desamor y decepción sin recurrir a la grandilocuencia, confiando únicamente en una melodía efectiva y una interpretación sincera.

Daniel 
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lunes, 4 de agosto de 2025

1677 - Grateful Dead - Fire on the mountain


1677 - Grateful Dead - Fire on the mountain

Fire on the Mountain”, de la legendaria banda estadounidense Grateful Dead, es una de las composiciones más emblemáticas del grupo dentro de su vasta y ecléctica discografía. Publicada oficialmente en el álbum Shakedown Street (1978), la canción se convirtió rápidamente en un clásico de sus presentaciones en vivo, destacando por su atmósfera relajada, su groove hipnótico y la particularidad de que su esencia cobra aún más fuerza en directo que en la versión de estudio.

Musicalmente, Fire on the Mountain es un ejemplo perfecto del estilo jam band que caracteriza a los Grateful Dead. Con una base rítmica cadenciosa y casi circular, la canción crea un espacio sonoro donde los instrumentos parecen dialogar entre sí. La batería de Bill Kreutzmann y Mickey Hart marca un pulso constante y envolvente, mientras que el bajo de Phil Lesh agrega matices profundos que sostienen la improvisación. Las guitarras, a cargo de Jerry Garcia y Bob Weir, fluyen con naturalidad, destacando especialmente los fraseos de Garcia, llenos de melodía y sutileza, que parecen bailar sobre la estructura repetitiva del tema.

La letra, escrita por Robert Hunter, es una de las más interpretativas y abiertas de la banda. Habla de un fuego en la montaña que no puede ser ignorado, una metáfora que muchos fans asocian con la pasión, el deseo o incluso la inminencia de un desastre. Frases como “Fire, fire on the mountain” y “Long distance runner, what you standing there for?” evocan una sensación de urgencia y movimiento, pero también dejan espacio para que cada oyente encuentre su propio significado. Esta ambigüedad poética es parte del atractivo del tema y de la filosofía lírica del grupo.

En directo, Fire on the Mountain adquiría otra dimensión. La banda solía interpretarla junto a Scarlet Begonias, creando un medley que permitía largos pasajes de improvisación. Estas versiones en concierto podían extenderse hasta los 20 minutos, donde los músicos exploraban libremente distintas texturas y climas sonoros. Este enfoque improvisado hacía que cada interpretación fuera única, un sello distintivo de los Grateful Dead y una de las razones por las que sus seguidores asistían a múltiples shows.

La influencia de Fire on the Mountain trasciende el propio repertorio del grupo. Su estilo laid-back, cercano al reggae en ciertos momentos, inspiró a otros músicos dentro del rock psicodélico y del jam band movement posterior. Hoy en día, sigue siendo una canción imprescindible para entender el espíritu libre, experimental y profundamente musical de los Grateful Dead, una banda que convirtió cada presentación en un viaje sonoro irrepetible.

Daniel 
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viernes, 1 de agosto de 2025

1674 - John Paul Young - Love is in the air


1675 - John Paul Young - Love is in the air

Love Is in the Air” es, sin duda, una de las canciones más icónicas de la música disco de finales de los años 70. Interpretada por el cantante australiano John Paul Young y lanzada en 1977, esta pieza se convirtió en un himno instantáneo de las pistas de baile y en un símbolo de romanticismo universal. Compuesta por el dúo de productores Harry Vanda y George Young, miembros de la legendaria banda The Easybeats, la canción fusiona a la perfección el optimismo melódico del pop con la energía contagiosa de la era disco.

Desde los primeros acordes, “Love Is in the Air” establece una atmósfera luminosa y envolvente. La producción destaca por sus arreglos orquestales con cuerdas exuberantes, un bajo pulsante y la percusión típica de la época, que invita al movimiento. El estribillo, con su pegadiza repetición del título, se graba en la memoria del oyente casi de inmediato, convirtiéndose en un canto colectivo que atraviesa generaciones. La voz cálida y melódica de John Paul Young refuerza ese mensaje de esperanza y alegría, sin caer en excesos emocionales.

La letra, aunque simple, tiene una belleza casi universal. Habla de un amor omnipresente que se siente en todas partes: en la mirada de los demás, en el aire mismo. Es un recordatorio positivo de que el amor puede manifestarse en los lugares y momentos más inesperados. Este mensaje, combinado con la euforia de la música disco, creó una canción ideal tanto para celebraciones como para momentos más introspectivos.

En términos de impacto cultural, “Love Is in the Air” no solo consolidó a John Paul Young como una figura destacada del pop australiano, sino que también trascendió su tiempo. La canción alcanzó el éxito en múltiples países y ha sido versionada y utilizada en películas, series y comerciales, siendo quizás más recordada por su aparición en la película Strictly Ballroom (1992) de Baz Luhrmann, donde adquirió una nueva vida para una audiencia moderna.

Más allá de ser un éxito de ventas, la canción es un testimonio de la capacidad de la música para elevar el ánimo y conectar a las personas. Su encanto radica en su sencillez y en la forma en que encapsula la sensación casi etérea de enamorarse. A casi cinco décadas de su lanzamiento, “Love Is in the Air” sigue flotando en la memoria colectiva como un recordatorio vibrante de la alegría y la fuerza universal del amor.

Daniel 
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miércoles, 30 de julio de 2025

1672.- Días de Escuela - Asfalto

 

Días de Escuela, Asfalto



     Asfalto fue una importante banda de rock progresivo formada a principios de los años 70. Está considerada como una de los fundadoras del rock español, pero siempre han tenido más éxito fuera que dentro de las fronteras del país. En 1977 el grupo ficha por Chapa Discos, una nueva marca de la compañía discográfica Zafiro que es dirigida por Vicente Romero "Mariscal". En 1978 ve la luz su primer álbum bajo el título de Asfalto, un trabajo que, por motivos de producción y discrepancias musicales, deja insatisfechos a todos sus componentes. Aun así, el disco nos acabará regalando clásicos como Capitán Trueno,​ Días de escuelaSer urbano o Rocinante. El álbum Asfalto se convertirá uno de los discos más emblemáticos del rock progresivo y de la escena musical de la España post-franquista. Con un sonido que fusiona el rock sinfónico, el hard rock y el rock progresivo, el grupo marcó una etapa crucial en el desarrollo de la música rock en España. Este trabajo no solo presentó a la banda como una propuesta sonora novedosa, sino que también ofreció una serie de letras profundas y reflexivas sobre la vida, la política y las tensiones sociales del momento.

Nos vamos a centrar en uno de esos clásicos que nos regalaron, Días de escuelaCada vez que escucho esta canción me vienen a la cabeza una oleada de recuerdos nostálgicos, transportándome a mis días de la infancia. En esta canción Asfalto retrata, con una gran precisión, los colores y matices de una etapa y unos años que viví: la escuela, ese universo de sueños, juegos y primeras lecciones de vida. Una etapa en la que todos hemos vivido momentos sencillos pero llenos de magia. La canción comienza con una melodía suave, casi como un murmullo que rememora el sonido del patio de una escuela, cuando los niños empiezan a llegar con sus mochilas cargadas de ilusiones. La guitarra acústica, acompañada por un melódico teclado, recrea un clima cálido y envolvente, y los recuerdos empiezan a fluir. La voz de José Luis Jiménez entra con una sensibilidad que equilibra de forma magistral la melancolía con la alegría, como si estuviera hojeando un viejo álbum de fotos. Las letras, simples pero profundas, de las que llegan a los más hondo de nuestros recuerdos, narran con ternura los días de pupitres de madera, recreos llenos de risas y esas pequeñas travesuras que definían nuestra infancia. Personalmente, cada vez que escucho esta canción, me veo corriendo por el patio de mi escuela primaria, con las rodillas raspadas y el olor a plastilina aún fresco en las manos. Recuerdo los partidos de fútbol improvisados, las charlas interminentes sobre héroes de cómics y los maestros que, con paciencia infinita, nos empezaban a preparar para la complicada tarea de afrontar la vida.

Días de escuela es una canción nostálgica que logra capturar el contraste entre la visión que se tiene de la escuela cuando se es niño, un lugar de reglas, disciplina y muchas veces de frustración, y cómo, al mirar atrás, esos mismos días se ven desde una perspectiva diferente, más suave y cargada de nostalgia. Es una reflexión sobre el proceso de maduración y la llegada de las responsabilidades. Y lo que hace que esta canción sea mágica es que aunque esos días hace mucho tiempo que se fueron, logra traerlos de vuelta a mi mente.

miércoles, 23 de julio de 2025

1665.- Gloria Gaynor - I will survive

1665 - Gloria Gaynor - I will survive

“I Will Survive” de Gloria Gaynor: el himno eterno de la resiliencia

Cuando Gloria Gaynor lanzó “I Will Survive” en octubre de 1978, probablemente nadie imaginó que esa canción se transformaría en un fenómeno cultural y en un himno atemporal de empoderamiento. Más de cuatro décadas después, sigue sonando con fuerza en pistas de baile, películas, protestas sociales y playlists de todo el mundo. Su vigencia se explica no solo por su irresistible sonido disco, sino también por el mensaje de superación que contiene, capaz de conectar con distintas generaciones y contextos.

La historia detrás de “I Will Survive” es casi tan poderosa como la canción misma. Sus compositores, Dino Fekaris y Freddie Perren, la escribieron tras una etapa difícil en la vida de Fekaris, quien había sido despedido de Motown Records. En lugar de hundirse, canalizó su frustración y esperanza en la letra, que se transformó en un manifiesto de autoafirmación. La voz que narra esta historia comienza rota, preguntándose cómo podrá salir adelante tras una ruptura devastadora, pero poco a poco va cobrando fuerza hasta proclamarse dueña de su destino: “I will survive; as long as I know how to love, I know I’ll stay alive”.

Musicalmente, la canción es un prodigio del sonido disco de finales de los años 70. El bajo sincopado, los arreglos de cuerdas vibrantes y la percusión precisa construyen una atmósfera enérgica que invita al movimiento, pero también permite que la emoción de la letra brille. Lo más destacado es la interpretación vocal de Gaynor: poderosa, modulada, capaz de transmitir vulnerabilidad en los primeros versos y una confianza arrolladora en el estribillo. Su tono mezcla dolor, coraje y finalmente celebración, reflejando ese proceso de sanación emocional que la canción describe.

Aunque “I Will Survive” fue grabada inicialmente como cara B del sencillo “Substitute”, pronto captó la atención de DJs en clubes neoyorquinos. Su popularidad se disparó y en marzo de 1979 alcanzó el número uno en el Billboard Hot 100. Este éxito sorprendió incluso a la propia Gaynor, quien grabó la canción con un corsé ortopédico debido a una reciente cirugía de columna. Esa circunstancia física, lejos de debilitarla, parece haber reforzado la entrega emocional en la grabación, dándole un matiz aún más auténtico de lucha y resistencia.

El impacto cultural de “I Will Survive” es monumental. Se convirtió rápidamente en un himno feminista, interpretado como un canto de independencia para las mujeres que rompían con relaciones tóxicas o situaciones opresivas. Más tarde, la comunidad LGBTQ+ la adoptó como símbolo de resistencia frente a la discriminación y el dolor, especialmente durante la crisis del VIH en los años 80. Su mensaje universal la hizo trascender las pistas de baile para convertirse en una pieza central de celebraciones, protestas y momentos de empoderamiento personal.

A nivel cinematográfico y televisivo, la canción ha sido utilizada en innumerables producciones, desde The Replacements hasta Priscilla, Queen of the Desert, consolidando su lugar en el imaginario colectivo. También ha sido versionada por artistas de distintos géneros, desde Diana Ross hasta Cake, mostrando su versatilidad y su capacidad para adaptarse a nuevos estilos sin perder su esencia.

La letra de “I Will Survive” es sencilla pero contundente. Comienza con un tono sombrío —“At first I was afraid, I was petrified”— que refleja el shock inicial tras una ruptura. Sin embargo, a medida que avanza, la protagonista descubre su fortaleza interna, logrando una metamorfosis emocional que culmina en el estribillo triunfal. Este arco narrativo es parte de la magia de la canción: es casi una historia en sí misma, donde el oyente puede proyectar sus propias experiencias de pérdida y recuperación.

Además, hay que reconocer la importancia del contexto histórico en el que surgió. A finales de los años 70, la música disco vivía su apogeo como un espacio de libertad y expresión para mujeres, personas negras y la comunidad gay, en contraposición a una sociedad que aún mostraba fuertes resistencias a esos movimientos. En ese ambiente, “I Will Survive” no solo era una canción bailable, sino un símbolo de autonomía y desafío a las adversidades.

Hoy, más de 40 años después, la canción sigue siendo relevante. En 2016, fue seleccionada para preservarse en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por ser “cultural, histórica o estéticamente significativa”. Y su poder emocional sigue intacto: basta escuchar el estribillo para sentir una oleada de energía positiva y valentía.

“I Will Survive” es mucho más que un éxito disco. Es un testimonio del poder de la música para acompañar, sanar y empoderar. Gloria Gaynor logró, con su voz y su interpretación, convertir una historia de desamor en un canto universal de resistencia que sigue inspirando a millones de personas a levantarse una y otra vez, sin importar las circunstancias.

Daniel 
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martes, 22 de julio de 2025

1664.- Dire Straits - Six blade knife


1664 - Dire Straits - Six blade knife

Six Blade Knife” es una de esas canciones que encapsulan perfectamente la atmósfera minimalista y elegante que Dire Straits cultivó en su álbum debut homónimo de 1978. Es una pieza que, aunque menos popular que “Sultans of Swing”, revela en su aparente sencillez una profundidad emocional y una madurez artística sorprendentes para una banda que apenas se estaba presentando al mundo.

Desde los primeros acordes, la guitarra de Mark Knopfler establece un tono oscuro y contenido. El riff principal, repetitivo y casi hipnótico, actúa como un mantra que acompaña a la narración de la letra. Aquí, Knopfler despliega su característico fingerpicking, evitando los excesos técnicos en favor de un fraseo más expresivo y sobrio. Su guitarra no busca deslumbrar con velocidad, sino envolver al oyente en una atmósfera íntima y ligeramente inquietante.

La letra de “Six Blade Knife” habla de una relación destructiva, de un vínculo emocional tan intenso que roza lo tóxico. La metáfora del cuchillo de seis hojas es poderosa: representa un arma emocional que puede cortar en múltiples direcciones, una fuerza que se mete bajo la piel del narrador y lo tiene completamente sometido. Frases como “Your six blade knife can do anything for you” y “It cuts clean through my nightmares too” sugieren una fascinación mezclada con dolor y resignación. La voz de Knopfler, cálida pero cargada de un tono melancólico, añade peso a ese sentimiento de vulnerabilidad.

La instrumentación es minimalista pero efectiva. John Illsley en el bajo y Pick Withers en la batería mantienen un ritmo pausado y contenido, casi como si fueran cómplices del estado emocional del narrador. La falta de arreglos excesivos es una virtud: cada nota cuenta, cada silencio es significativo, y el espacio entre los instrumentos crea una sensación de tensión latente.

Six Blade Knife” también refleja la influencia del blues en la música de Dire Straits, aunque reinterpretada con un enfoque más refinado y europeo. La canción no se desborda en lamentos ni en pirotecnia sonora; es más bien un blues urbano, sutil, con un aire cinematográfico que evoca noches solitarias y pensamientos obsesivos.

Six Blade Knife” es una joya discreta dentro del repertorio de Dire Straits. Es la prueba de que Mark Knopfler y su banda tenían desde el inicio un estilo inconfundible: elegante, sobrio y profundamente emocional. Aunque no sea un hit de estadios, es una pieza esencial para entender la sensibilidad artística que definiría la carrera del grupo.

Daniel 
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lunes, 21 de julio de 2025

1663.- Down to the Line - Dire Straits

 

Down to the Line, Dire Straits



     Dire Straits se forma en el año 1977 de la mano de los hermanos Mark (guitarra y voz) y David Knopfler (guitarra y coros), oriundos de Newcastle, al noreste de Inglaterra, y los amigos John Illsley (bajo y coros) Pick Withers (batería), de Leicester, al este de Midlands. De los cuatro músicos, Withers tenía una amplia experiencia en el negocio, pues llevaba ya 10 años en el negocio de la música ejerciendo como baterista de sesión, y había formado parte del grupo Spring, grabando un álbum de estudio en 1971. Por aquél entonces, Mark trabaja como profesor de inglés, Illsley cursa estudios, y David ejerce como trabajador social.  Mark y Withers habían coincidido unos años antes, en 1973, tocando en un grupo de que se dedicaba a tocar rock por los pubs, llamado Brewers Drop. 

El 27 de julio de 1977, y tras reunir unas 120 libras esterlinas, el grupo consigue pagarse la grabación de una maqueta. Las canciones grabadas en dicha maqueta son Wild West End, Down to the Waterline, Water of Love, Sacred Loving y su mítico Sultans of Swing. La maqueta acaba en manos del reputado crítico musical Charlie Gillet, conocido de John Illsley, y decide emitirla el 31 de julio de 1977 en el programa Honky Tonk, el cual presenta por aquel entonces en la BBC Radio London. Aquella retransmisión no acaba desapercibida, y el 9 de diciembre de 1977 firman un contrato exclusivo con el sello discográfico Vertigo Records, subsidiario de Phonogram Records

El grupo graba entre el 13 de febrero y el 5 de marzo de 1978 en los Basing Street Studios de Londres el material que formará parte de su primer álbum de estudio, de título homónimo, Dire Straits. Un material escrito y arreglado completamente por Mark Knopfler. El 7 de octubre de 1978 el disco es publicado a nivel internacional por Vertigo Records, en Estados Unidos por Warner Bros. Records y en Canadá por Mercury Records. El grupo no puede tener un estreno mejor, pues el disco alcanza el puesto número 1 en Alemania, Australia y Francia, el número 2 en Estados Unidos y el número 5 en Reino Unido. Tanto en Estados Unidos como en Reino Unido el álbum consigue la certificación de doble platino gracias a sus ventas. 

Incluído en este disco se encontramos Down to the Waterline, uno de los temas incluidos en la maqueta de demostración, donde Mark nos habla de una breve cita. Para escribir la canción, Mark se inspiró en un breve romance que tuvo en su juventud. Mark nos transporta a su juventud en Newcastle, a los viejos muelles que flanquean el río Tyne. Es en ese inusual fondo industrial donde es capaz de crear una atmósfera melancólica y relatarnos ese encuentro romántico, casi susurrado, entre las sombras de las grúas y los cargamentos de los muelles. Siendo capaz de entrelazar la delicadeza de una letra romántica con la cruda esencia del Newcastle industrial, de fusionar versos de amor con la palpable realidad del Newcastle obrero y sus fábricas.

miércoles, 16 de julio de 2025

1658.- Hurricane - Gary Moore

 

Hurricane, Gary Moore


     Hurricane es un tema instrumental del guitarrista norirlandés Gary Moore, incluida en su álbum Back on the Streets (1978), un trabajo que marcó su consolidación como solista tras su paso por bandas como Skid Row y Thin Lizzy. Esta composición, lanzada como parte del disco por el sello discográfico MCA Records, contiene una fusión de blues rock, hard rock y jazz rock, estilos todos que definen el ecléctico estilo de Moore en esta etapa de su carrera. Para la grabción del disco, Moore cuenta con al ayuda de Phil Lynott (bajo y voz), que en agradecimiento por su ayuda se implica en el proyecto, y Brian Downey (batería), ambos de Thin LizzyJohn Mole (bajo) y Don Airey (teclados) de Colosseum II, y con el baterista Simon Phillips. 

Lanzado en septiembre de 1978, Back on the Streets fue el primer álbum acreditado como solista de Gary Moore, aunque el primero fue realmente Grinding Stone (1973), aunque este fuera acreditado a la Gary Moore Band. La grabación del álbum llegó en un en un momento de transición para Gary, lo que se refleja en este disco, donde exploró su identidad como cantante, compositor y solista mientras mantenía vínculos con Thin Lizzy. Aparece acreditada en el álbum Donna Campbell junto con Gary Moore en cinco temas del disco, aunque al parecer fueron escritos únicamente por GaryDonna está considerada como una de las mujeres del rock de la escena londinense de la década de los 70 y los 80. Donna tiene unos 15 años cuando conoce a Gary Moore tocando en la formación Skid Row, y Poco después Donna se muda a vivir a Londres con 16 años y empieza una relación sentimental con Gary que dura unos cinco años.

Huricane es todo un temazo, un ejercicio instrumental de jazz fusión acreditado a Gary Moore y Donna Campbell. Gary graba el tema con John Mole, Don Airey y Simon Phillips. Este tema se convirtió en uno de los favoritos de Moore aunque no fue lanzada como sencillo ni tuvo gran promoción; no obstante lo mantuvo en su repertorio hasta bien avanzada la década de los 80, cuando se encontraba ya inmerso en el hard rock. Un temazo donde Gary está soberbio a la guitarra y esta magníficamente acompañado por Airey, Mole y Phillips.

martes, 15 de julio de 2025

1657.- Parisienne Walkways - Gary Moore

 

Parisienne Walkways, Gary Moore


     En 1978 Gary Moore publica su segundo álbum de estudio, Back on the StreetsPara grabar este disco, Gary se mete en los Morgan Studios de Londres y se pone en manos de un joven ingeniero de sonido, Chris Tsangarides, al que Gary da la alternativa en la producción, pues ya ha trabajado con el en su etapa en Colosseum IIGary ha dejado la formación Colosseum II y ha fichado por Thin Lizzy para sustituir al problemático Brian Robertson que se había roto una mano en una pelea en un bar. Con la formación irlandesa se encuentra grabando , y como mantiene buenas relaciones con ambos grupos, cuenta con al ayuda de Phil Lynott (bajo y voz), que en agradecimiento por su ayuda se implica en el proyecto de Moore, y Brian Downey (batería), ambos de Thin LizzyJohn Mole (bajo) y Don Airey (teclados) de Colosseum II, y con el magnífico baterista Simon Phillips.

Aparece acreditada en el álbum Donna Campbell junto con Gary Moore en cinco temas del disco, aunque al parecer fueron escritos únicamente por GaryDonna está considerada como una de las mujeres del rock de la escena londinense de la década de los 70 y los 80. Donna tiene unos 15 años cuando conoce a Gary Moore tocando en la formación Skid Row, y Poco después Donna se muda a vivir a Londres con 16 años y empieza una relación sentimental con Gary que dura unos cinco años.

Incluído en este disco se encuentra Parisienne Walkways, un tema que Gary mantuvo en su repertorio durante toda su carrera. Si bien en el disco la composición aparece acreditada a Phil Lynott, es un tema que compusieron juntos, haciendose cargo de la letra Lynott. Grabado por Gary, Lynott y Downey. Para la melodía del tema Gary se basó en el tema de jazz (una de sus pasiones) Blue Bossa del trompetista Kenny Dorham. Si escuchamos la letra, apreciamos que trata de la ciudad de París, pero el tema tiene un doble fondo, demostrando Lynott la maestría que atesoraba en sus composiciones. La partitura original del tema contenía la frase "Recuerdo París en el otoño esta noche", sin embargo en el disco cantaba "Recuerdo París en el 49", y es que Lynott nació en 1949, hijo ilegítimo de un adolescente católico irlandés llamado Cecil Parris. A mediados de los 70 Phil Lynott mantuvo un par de enuentros con su padre, al que conocería al fín, si bien aquellos encuentros acabaron suponiendo una amarga decepción para él.

lunes, 14 de julio de 2025

1656 - Blondie - Hanging on the Telephone


1656 - Blondie - Hanging on the Telephone

Hanging on the Telephone es una de las canciones de la banda estadounidense Blondie, y un ejemplo perfecto de la fusión entre el punk, el new wave y el pop que caracterizó su sonido a finales de los años 70. Lanzada en 1978 como parte de su tercer álbum, Parallel Lines, la canción no solo se convirtió en un éxito comercial, sino que también consolidó a Blondie como una de las bandas más innovadoras de su época.  

Originalmente escrita por Jack Lee y grabada por su banda, The Nerves, la versión de Blondie le dio un toque más pulido y energético, gracias al distintivo estilo vocal de Debbie Harry y la producción de Mike Chapman. Desde el primer segundo, la canción atrapa con su riff de guitarra nervioso y directo, acompañado por una batería contundente que marca un ritmo frenético. La voz de Harry, a la vez seductora y llena de urgencia, transmite la desesperación de una persona que espera una llamada que nunca llega.  

La letra de Hanging on the Telephone refleja la ansiedad y la frustración de una relación amorosa que se desvanece por la falta de comunicación. Frases como "I’m hanging on the telephone / I’ve got your number, I need to make you mine" capturan la obsesión y la impotencia de quien intenta reconectar con alguien que parece estar evadiéndolo. Este tema universal, combinado con la energía punk-pop de la instrumentación, hizo que la canción resonara en una audiencia masiva.  

Musicalmente, el tema destaca por su simplicidad efectiva. La guitarra de Chris Stein es punzante pero melódica, mientras que la base rítmica de Clem Burke (batería) y Nigel Harrison (bajo) mantiene un groove imparable. El solo de guitarra corto pero intenso refuerza la sensación de desesperación que impregna la canción. Además, la producción de Chapman logró equilibrar la crudeza del punk con un brillo pop, lo que permitió que Hanging on the Telephone sonara igual de bien en la radio que en un club underground.  

El éxito de la canción ayudó a catapultar a Blondie a la fama internacional, demostrando su capacidad para llevar el new wave al mainstream. Aunque no fue el sencillo más vendido de Parallel Lines (ese honor lo tiene Heart of Glass), Hanging on the Telephone se convirtió en un clásico instantáneo y en un himno de la era new wave. Su influencia se extiende hasta hoy, siendo versionada por numerosos artistas y apareciendo en películas, series y anuncios.  

Hanging on the Telephone es una obra maestra del pop-rock que encapsula la esencia de Blondie: audaz, pegadiza y llena de actitud. Cuatro décadas después, sigue sonando fresca y relevante, demostrando por qué Debbie Harry y su banda siguen siendo iconos de la música. Una canción que, como su protagonista, no se resigna a ser ignorada.

Daniel 
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viernes, 11 de julio de 2025

1653.- One Nation Under a Groove - Funkadelic

 

One Nation Under a Groove, Funkadelic


     Sumergirse en One Nation Under a Groove es como cruzar un portal cromático hacia un universo paralelo donde el funk y la psicodelia convergen en un abrazo cósmico. Lanzada en septiembre de 1978, es una de las canciones más emblemáticas de Funkadelic, el grupo mutante capitaneado por el visionario George Clinton. La canción se convirtió en el sencillo más exitoso de la banda, alcanzando el puesto número uno en las listas de R&B de Billboard de Estados Unidos y entrando también en el Top 40 pop. Además, consolidó el sonido P-Funk que Clinton venía invocando desde los primeros experimentos con Parliament y Funkadelic.

One Nation Under a Groove tiene un hipnótico groove que parece reptar por la columna vertebral hasta liberarnos de cualquier atisbo de inhibición. La letra proclama un manifiesto de emancipación a través del ritmo: “So wide, you can’t get around it / So low, you can’t get under it" (Tan ancho que no puedes rodearlo / Tan bajo que no puedes pasar por debajo). Estas líneas son una especie de comunión sagrada en la pista de baile, un culto sin dogmas donde la única religión es el funk y promulga que hay que moverse sin miedo. Clinton concibió la canción como un llamado universal a la celebración de la individualidad y la liberación espiritual, un recordatorio de que el baile puede ser un acto de rebelión y que el groove puede disolver barreras raciales, sociales y mentales. Funkadelic utilizó la música como nave interestelar para trascender la realidad opresiva de finales de los 70 y proyectar un futuro utópico donde todos somos parte de la misma vibración. Musicalmente, el tema fusiona las guitarras eléctricas abrasivas del rock psicodélico con líneas de bajo voluptuosas y un coro que parece surgir de un aquelarre sideral. La interacción entre el ritmo del bajo de Bootsy Collins, las guitarras de Michael Hampton y la producción de George Clinton, dan como resultado una aleación musical de funk futurista, gospel laico y distorsiones cósmicas.

One Nation Under a Groove  fue adoptado como un himno por comunidades afroamericanas y movimientos sociales que vieron en su mensaje un canto a la resistencia colectiva. El groove se convirtió en metáfora de unidad, una especie de bandera invisible ondeando sobre cualquier frontera. Al mismo tiempo, su popularidad acercó a Funkadelic a un público más amplio, conectando con oyentes de rock, disco y soul, y demostrando que el funk psicodélico podía ser tan contagioso como radical. George Clinton entendía que el funk era más que un género: era un estado de conciencia, y con One Nation Under a Groove su intención era abrirte la mente a un paisaje interior donde todo es posible. Ya sea en un club atestado de luces o en la intimidad de unos auriculares, esta canción conserva su poder pscodélico de convertir la rutina en una ceremonia mística. Porque, como profetizó Clinton, here’s a chance to dance your way out of your constrictions (aquí tienes la oportunidad de bailar para salir de tus restricciones).

jueves, 10 de julio de 2025

1652.- Y.M.C.A. - Village People

Y.M.C.A., Village People



     Finales de la década de los años 70, donde el aire vibraba con la energía de la música disco, los pantalones de campana eran la moda imperante y las bolas de espejos giraban incansablemente en las pistas de baile. En medio de esta efervescencia cultural, surgió un grupo de las profundidades de la escena musical neoyorkina, Village PeopleDe los que ya tenemos cierta edad, quien no recuerda a este heterogéneo sexteto: el policía, el vaquero, el obrero de la construcción, el marinero, el indio y el soldado. Cada uno, un arquetipo de la masculinidad estadounidense, concebido por los cerebros de Jacques Morali y Henri Belolo. Su música aparte de basarse en ritmos pegadizos, se convirtió en una celebración de la diversidad, la libertad y, en muchos sentidos, un guiño a la cultura gay. Village People se convirtió en un símbolo cultural para la comunidad LGBTQ+ en la década de 1970, especialmente debido a la canción YMCA, que fue adoptada como un himno por la comunidad.

Publicada en el otoño de 1978 como parte de su álbum Cruisin', Y.M.C.A. fue un éxito instantáneo. El tema fue ideado por Morali después de una visita a la Y.M.C.A. (organización de servicio comunitario) en Nueva York. Observó el ambiente dinámico, la diversidad de personas que la frecuentaban (muchos de ellos jóvenes y atractivos) y se inspiró para crear una canción que capturara esa energía. La letra, escrita por el cantante principal Victor Willis, es aparentemente sencilla, nos habla de un lugar donde "puedes divertirte mucho", encontrar amistad y compañía. Sin embargo esa simplicidad es aparente, pues esconde más trasfondo. Para muchos, la Y.M.C.A. (Young Men's Christian Association) era un refugio, un lugar de encuentro, especialmente para jóvenes de fuera de casa o aquellos que buscaban un espacio seguro. La canción transmite esa sensación de comunidad y pertenencia. Pero más allá de su significado literal, Y.M.C.A. se convirtió en un himno de empoderamiento, especialmente para la comunidad LGBTQ+. La canción fue adoptada rápidamente por este colectivo, convirtiéndose en un símbolo de orgullo y visibilidad en una época donde aún había mucho camino por recorrer en términos de aceptación.

El éxito de Y.M.C.A. fue arrollador. Alcanzó el número 2 en el Billboard Hot 100 en Estados Unidos, llegando también al número 1 en el Reino Unido, Canadá y Australia, entre muchos otros países. Su atractivo radicaba no solo en el pegadizo ritmo disco que invitaba al baile, sino también en el famoso y contagioso "baile de la YMCA". Las cuatro letras, representadas con los brazos, se convirtieron en un movimiento universalmente reconocido, interpretado en todo tipo de eventos y fiestas de todo el mundo.

miércoles, 9 de julio de 2025

1651 - Pappo's Blues - El hombre suburbano


1651 - Pappo's Blues - El hombre suburbano

El hombre suburbano” abre el lado B del álbum debut Volumen 1 (1971), grabado entre diciembre de 1970 y enero de 1971 en Buenos Aires por Pappo junto a David Lebón (bajo) y Black Amaya (batería) . La canción destaca por su fuerza sonora y su mensaje directo, cualidades que se volverían distintivas del rock argentino de principios de los 70.

Con una composición sencilla y cruda, Pappo ofrece una crítica social ácida: el “hombre suburbano” es un individuo atrapado en la rutina, carente de memoria, historia e identidad, que recurre a la violencia y termina vendiendo su propia esencia . La línea

“Un hombre sin historia, sin tiempo y sin memoria… su personalidad en venta está”
resume el retrato existencial que propone. La canción funciona como una llamada de atención: una alerta sobre la deshumanización de la vida cotidiana y la banalidad cotidiana.

Musicalmente el tema se articula en torno a un drive blues-rock pesado, con el bajo de Lebón marcando un walking bass sólido y enérgico, mientras Pappo imprime riffs afilados y una voz rasposa que transmite urgencia . La grabación espontánea –hecha en una sola toma donde incluso Pappo se tapaba con paneles acústicos por timidez vocal– aporta autenticidad y crudeza . La batería de Amaya, austera pero potente, sostiene con firmeza la estructura rítmica.

Jackadas en tiempos de dictadura de Onganía, la canción suma una carga de rebeldía latente. Forma parte de un disco que introdujo elementos del blues duro en el rock argentino, rompiendo con tradiciones anteriores . La frescura de Pappo, de apenas 20 años, y su mezcla entre una lírica directa y un sonido tomado de Black Sabbath o Hendrix, encarnan ese espíritu de renovación .

La canción fue regrabada en Volumen 7 (1978), con Alejandro Medina y Darío Fernández, en una versión más áspera, con mezcla separada y un groove más crudo . Esta reedición reveló un enfoque experimental distinto, aunque mantuvo la intensidad original.

“El hombre suburbano” es un himno adolescente y rebelde que retrata maravillosamente la alienación del hombre de clase media en la Buenos Aires de los años 70. Su combinación de mensaje social, actitud bluesera y peso rockero consolidó a Pappo como un pionero del hard rock nacional. En poco más de dos minutos, la canción condensa líricamente una crítica a la insensibilidad y musicalmente un cimbronazo sónico, convirtiéndose en un clásico indiscutido del rock argentino.

Daniel
Instagram storyboy 

lunes, 7 de julio de 2025

1649.- She's the One - Ramones

 

She's the One, Ramones


     En 1978, los Ramones publicaron Road to Ruin, su cuarto álbum de estudio, y con él, la canción She’s the One, una canción cruda, directa y romántica. El álbum fue un intento de evolucionar hacia un sonido más accesible. La canción, escrita por Joey, Johnny, Dee Dee y Tommy Ramone, se convirtió en un reflejo de su amor por el pop de los sesenta, mezclado con la energía desenfrenada que los caracterizaba. Esta canción es un claro ejemplo de la predisposición del grupo para experimentar sin traicionar sus raíces.

El álbum marcó un punto de inflexión para la banda: Tommy Ramone, agotado por las giras, dejó la batería para enfocarse en la producción, y Marky Ramone, exmiembro de Richard Hell and the Voidoids, asumió el rol. Este cambio trajo una ligera sofisticación técnica al sonido, aunque She’s the One conserva la simplicidad estructural del punk. La canción, con su tempo acelerado y su duración de poco más de dos minutos, defiende la urgencia juvenil que los Ramones siempre defendieron. Las canciones de este álbum, incluida She’s the One, adoptaron arreglos más elaborados, pero sin perder la crudeza que los hacía únicos. Era como si los Ramones, conscientes de las pobres ventas de Rocket to Russia, quisieran seducir a un público más amplio sin renunciar a su identidad.

Estamos ante un himno al amor idealizado, una constante en el repertorio de los Ramones. La canción contiene esa mezcla de romanticismo adolescente y actitud punk que los hacía tan auténticos. Frases como “She’s the one, she’s the one that I want” son directas, casi ingenuas, pero cantadas por Joey con una convicción y una actitud que las eleva al siguiente nivel. Su voz, siempre nasal y cargada de emoción, parece confesar un flechazo eterno mientras golpean los acordes de Johnny Ramone. No hay espacio para florituras: crudo y directo. Fue lanzada como sencillo en 1978, a menudo estratégicamente acompañada de I Wanna Be Sedated en el lado B, lo que la convirtió en una pieza clave para promocionar el álbum.

La letra de la canción es simple, no hay grandes metáforas ni complejidad poética; los Ramones no pretendían ser como Dylan, querían que el oyente sintiera el mismo cosquilleo que ellos al imaginar a esa persona especial. La canción contiene influencias de los sesenta, como las bandas de chicas y el pop de los Byrds, y queda reflejado en su melodía pegajosa, pero con el riff afilado de sus guitarras punk. Es como si los Ramones, desde su pequeño universo en Queens, soñaran con un amor de película, pero lo gritaran desde un garaje.

viernes, 4 de julio de 2025

1646.- I Wanna Be Sedated - Ramones

I Wanna Be Dedated, Ramones

 


      Ponte la chupa de cuero, escupe al suelo y sube el volumen hasta que te sangren los oídos!. I Wanna Be Sedated, de los Ramones, fue lanzada al mundo en 1978 con su disco Road to Ruin. La canción es un bombazo punk que te vuela la cabeza y te hace querer mandar todo al carajo. No pide permiso, no se arrodilla ante nadie: es un grito crudo, una patada al hastío, al aburrimiento y a la mierda del día a día.

Joey Ramone vomitó esta canción desde el hartazgo de estar atrapado en la carretera, con la mente a punto de estallar. Grabada en los estudios Media Sound, con Tommy Ramone y Ed Stasium en la producción, salió como sencillo en octubre del 78. ¿Éxito comercial?, eso a los Ramones le daba exáctamente igual; ellos querían prenderle fuego al sistema. En 2:29 minutos, te clavan un riff que te perfora el cráneo, una batería que suena como un martillo neumático y a Joey aullando "¡Sedáme, que no aguanto más!". Es punk en estado puro, sin adornos ni florituras.

La letra salió de un momento de puro hartazgo: los Ramones se encontraban atrapados en Londres en la Navidad del 77, con todo cerrado y la locura carcomiéndolos en un hotel de mala muerte. Joey, con su ansiedad a tope y su aura de inadaptado, escupió versos como "Twenty-twenty-twenty four hours to go / I wanna be sedated". Es un alarido contra el tedio, un puñetazo al querer apagar el cerebro en un mundo que te aplasta. La canción se publicó como sencillo en vinilo de 7 pulgadas, el lado A con I Wanna Be Sedated, y el lado B con The Return of Jackie and Judy, y publicado por Sire Records. La portada es un puñetazo visual, sin cursilerías, solo los Ramones en su estética y actitud desaliñada.

La canción es simple y directa, pero letal: tres acordes que te taladran, un riff que te quema las neuronas y una producción más limpia que los discos anteriores, pero igual de salvaje. La batería es un tren sin frenos, y la guitarra corta como vidrio roto. Joey canta como si estuviera a punto de reventar, mitad vulnerable, mitad "me importa todo una mierda". I Wanna Be Sedated es el alma del punk: cruda, urgente, sin paciencia para rodeos ni tonterías; es el himno de los que no encajan, los que prefieren romper el mundo antes que lamer botas. La canción se convirtió en todo un referente para todos, desde los Pistols hasta Green Day, y la podemos encontrar en películas, videojuegos, y hasta en anuncios, pero si perder nunca su esencia. Es el sonido de los que están hasta las narices y necisan desahogarse.

martes, 1 de julio de 2025

1643.- Shattered - The Rolling Stones

 

Shattered The Rolling Stones


     Shattered es una de esas canciones ideales para escuchar en un día gris y lluvioso, de esos en los que el cielo parece desplomarse sobre la ciudad. La canción, lanzada en 1978 como parte de su álbum Some Girls, es un retrato crudo y vibrante de la Nueva York de finales de los setenta, una urbe al borde del colapso, pero también rebosante de vida, caos y contradicciones. Mientras las gotas golpean la ventana y el aire huele a asfalto mojado, la guitarra de Keith Richards y la voz de Mick Jagger resuenan en medio de todo ese desorden urbano, con una mezcla de punk, rock y un toque de desilusión. La canción, escrita por Jagger y Richards, refleja el estilo de vida neoyorquino de los años setenta, pero está impregnada de la energía del punk rock británico que emergía con fuerza en ese momento. Grabada entre octubre de 1977 y marzo de 1978 en los estudios Pathé Marconi de París, bajo la producción de The Glimmer Twins (el seudónimo de Jagger y Richards), la canción posee una crudeza que contrasta con la pulcritud de otros cortes del álbum como Miss You. La ausencia del bajista Bill Wyman en la grabación, con Ron Wood asumiendo el bajo, refuerza esa sensación de caos.

Shattered es una mordaz lectura sobre la dualidad de Nueva York: un lugar donde el éxito y la decadencia conviven en cada esquina. Jagger, según cuenta, escribió la letra en la parte trasera de un taxi neoyorquino, y esa espontaneidad se siente en cada verso. La canción pinta una ciudad donde, a pesar de la delincuencia, la pobreza y las drogas, todavía hay una chispa de vitalidad. La palabra “shattered” (hecho pedazos) se repite y rememora la fragmentación de la ciudad, mientras Jagger realiza un guiño al distrito de la moda en la Séptima Avenida, dibujando esa imagen de desgaste, de ropa vieja y sueños rotos de la ciudad de Nueva York. Los Stones siempre tuvieron una relación de amor-odio con Estados Unidos, y Shattered canalizaba esa ambivalencia. La mención de la delincuencia (“Don’t you know the crime rate is going up, up, up, up, up”) y las imágenes de ratas en el West Side o chinches en Uptown pintan un cuadro desolador, pero Jagger lo entrega con una especie de júbilo irónico, como si la decadencia fuera parte del encanto.

El álbum Some Girls significó el regreso a la forma de la banda, y Shattered encarnaba esa energía renovada, con Jagger cantando en un tono que oscila entre el sarcasmo y la resignación. La interpretación vocal, por momentos casi hablada, recuerda a los primeros experimentos con el rap que empezaban a gestarse en las calles de Nueva York, como, una especie de proyecto de proto-rap, combinado con el groove desestructurado. Todo esto hace que la canción parezca una conversación callejera, un lamento que podría escucharse en un bar de mala muerte bajo la lluvia. La canción también tiene un trasfondo personal para la banda, pues mientras grababan el álbum Some Girls, Keith Richards enfrentaba cargos por drogas en Toronto, con la posibilidad de una condena de cadena perpetua. Aunque finalmente salió con una sentencia leve, esa tensión quedó plasmada en la energía de la canción. Escuchar Shattered en un día como este, con el cielo plomizo y el mundo envuelto en una bruma húmeda, es como caminar por esas calles neoyorquinas de las que habla la canción: sucias, vibrantes, rotas pero vivas. La guitarra de Richards, con su insistente riff, es como el sonido de pasos apresurados en el pavimento mojado; la voz de Jagger, con su mezcla de burla y cansancio, es el lamento de alguien que ha visto demasiado pero no puede dejar de mirar. Y mientras la lluvia sigue cayendo, Shattered se desvanece con el coro de la canción, un eco que parece desvanecerse en la niebla. Es una canción que no consuela, pero tampoco lo pretende, es todo un recordatorio de que, incluso en los días más grises, hay una extraña belleza en lo roto, que persiste a pesar de todo.

domingo, 29 de junio de 2025

1641 - The Rolling Stones - Far away eyes

1641 - The Rolling Stones - Far away eyes

Far Away Eyes es una canción de The Rolling Stones incluida en su álbum Some Girls (1978), un disco que marcó un renacimiento creativo para la banda, mezclando rock, punk, country y disco. Esta canción en particular destaca por su estilo country humorístico y su narrativa pintoresca, mostrando una faceta más ligera y satírica de Mick Jagger y compañía.  
  
La canción está impregnada de un sonido country tradicional, con guitarras acústicas, un steel guitar que evoca el campo, y un ritmo relajado que contrasta con el rock más agresivo del álbum. Keith Richards y Ron Wood aportan un acompañamiento cálido, mientras que la voz de Jagger, con su acento exageradamente sureño, añade un toque cómico y caricaturesco. La melodía es simple pero efectiva, con un estribillo pegajoso que hace que la canción sea memorable.  

La letra de Far Away Eyes es una de las más humorísticas de los Stones. Jagger canta sobre un hombre solitario que conduce por California, escuchando estaciones de radio religiosas y country mientras busca consuelo en mujeres con "ojos distantes" (far away eyes). La canción está llena de ironía y sarcasmo, especialmente en líneas como:  

"I was driving home early Sunday morning through Bakersfield  
Listening to gospel music on the colored radio station" 

Jagger retrata a un predicador televisivo que promete milagros a cambio de dinero, y luego a una chica rural que solo quiere diversión. La crítica a la hipocresía religiosa y los estereotipos sureños está presente, pero de una manera tan exagerada que resulta más divertida que ácida.  

Aunque Far Away Eyes no fue un sencillo destacado como Miss You o Beast of Burden, se convirtió en una favorita de los fanáticos por su peculiar encanto. Muestra la versatilidad de los Stones para adoptar géneros sin perder su esencia. Además, refleja la fascinación de Jagger por la cultura estadounidense, especialmente su lado más excéntrico y rural.  

En conciertos, la canción ha aparecido esporádicamente, siempre recibida con entusiasmo por su tonelada desenfadado. No es una pieza profunda ni revolucionaria en su discografía, pero sí una muestra de su capacidad para contar historias con humor y estilo.  

Far Away Eyes es una joya escondida en Some Girls, una canción que demuestra que los Rolling Stones no siempre necesitan ser oscuros o transgresores para brillar. Con su mezcla de country, sarcasmo y una interpretación vocal llena de personalidad, la canción es un respiro divertido en un álbum dominado por ritmos más urbanos. No es su obra maestra, pero sí una prueba más de por qué los Stones son tan duraderos: saben reírse de sí mismos y del mundo que retratan.  

Daniel 
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