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domingo, 20 de abril de 2025

Gol de Mujer (1998): El disco con el que Divididos redefinió el rock argentino #mesDivididos


Gol de Mujer (1998): El disco con el que Divididos redefinió el rock argentino

Un álbum bisagra que mezcló rock, folclore, punk y experimentación sonora en plena crisis del rock nacional.


Un viaje al corazón del disco más audaz de Divididos

Este mes de abril, en nuestra sección Artista del Mes, nos propusimos descubrir a una de las bandas más influyentes del rock argentino: Divididos. Y qué mejor manera de hacerlo que descubriendo Gol de Mujer, su cuarto álbum de estudio, lanzado en 1998.

En un contexto en que muchas bandas buscaban sonidos más comerciales o repetían fórmulas conocidas, Divididos rompió el molde con un disco que mezcla crudeza, poesía y raíces argentinas con un nivel de libertad creativa poco visto en el rock nacional.


Reinventarse o morir: el contexto detrás de Gol de Mujer

Después de la partida del baterista Gustavo Collado, Ricardo Mollo y Diego Arnedo —la dupla que dio vida a Divididos tras la disolución de Sumo— enfrentaron uno de los momentos más complejos de su carrera.

Sin un baterista fijo, con el enorme peso de superar el éxito de La Era de la Boludez (1993), y ante la inestabilidad social del cambio de milenio, decidieron no ir a lo seguro: apostaron a la experimentación, al riesgo y a la identidad.

Producido por Alfredo Toth (ex Los Abuelos de la Nada) y grabado en el Estudio Del Cielito, el disco reúne 16 canciones que atraviesan géneros, estados de ánimo e ideas con una libertad total.


¿Por qué se llama Gol de Mujer?

El título —inspirado, al parecer, en una jugada de fútbol femenino— combina fuerza y delicadeza, dos cualidades que definen al disco de principio a fin.

Y como si fuera poco, el track homónimo es una de las joyas más sensibles y complejas del álbum.


Canción por canción: un mapa sonoro de Gol de Mujer

Te invitamos a recorrer el álbum completo, tema por tema:

1. Alma de budín

Apertura absurda y humorística al estilo Zappa. Marca el tono libre del disco.

2. Nene de antes

Riffs potentes y letra nostálgica. Uno de los temas más vigentes en vivo.

3. Luca

Homenaje a Luca Prodan. Rock pesado, emoción pura.

4. Clavador de querubín

Explosión punk en menos de dos minutos. Crudo y visceral.

5. Sobrio a las piñas / ¿Quién se tomó todo el vino?

Cuarteto y rock duro en una mezcla inesperada. Homenaje a La Mona Jiménez.

6. Amor japonés

Melodía introspectiva con arreglos orientales. Delicadeza sin perder fuerza.

7. Cabeza de maceta

Rock directo, poesía surrealista. Divididos al natural.

8. Letra gótica

Oscura y estilizada. Ritmo marcado y aura tenebrosa.

9. Cosas de Baboon

Funk bailable con bajo potente. La banda se divierte y se nota.

10. Gol de mujer

El corazón del disco. Melodía, fuerza, equilibrio.

11. Vientito del Tucumán

Poema inédito de Atahualpa Yupanqui. Fusión hermosa de folclore y rock.

12. Niño hereje

Breve, punk, provocador. Título fuerte, música también.

13. Zombie

Ritmo arrastrado, atmósfera decadente. Ideal para perderse.

14. El fantasio

Psicodelia, crítica social y teatralidad. Uno de los tracks más elaborados.

15. Salgan al sol

Cover de Manal. Breve, poderoso, directo desde los 70.

16. El gordo legüero

Cierre instrumental. Chacarera rockeada con bombo legüero. Mestizaje puro.


¿Un fracaso comercial? Sí. ¿Una obra maestra? También.

Aunque Gol de Mujer no fue un éxito comercial masivo en su momento, su legado es profundo. El disco:

  • Revalorizó el folclore desde una mirada contemporánea.

  • Rompió con las estructuras del rock clásico a través de la experimentación.

  • Demostró independencia creativa total, sin concesiones a lo comercial.


Un disco que sigue vigente (y se escucha entero)

En una era donde la música se consume de forma cada vez más rápida y fragmentada, Gol de Mujer sigue siendo un disco para escuchar de principio a fin.

Su mezcla de potencia rockera, raíces argentinas, poesía surrealista y humor inteligente lo convierte en una obra única dentro del rock en español.

Más que un simple álbum, es un documento cultural que capturó el espíritu de una época y logró trascender su tiempo.


¿Ya lo escuchaste?

Si no lo hiciste, ponete los auriculares y viajá.
Y si ya lo conocés, volvé a recorrerlo. Seguro encontrás algo nuevo.




Daniel
Instagram storyboy











domingo, 13 de abril de 2025

La Era de la Boludez - Divididos (Mes Divididos)

 

La Era de la Boludez, Divididos 


     En septiembre de 1993, la banda argentina Divididos lanzó La Era de la Boludez, su tercer álbum de estudio, un trabajo que no solo consolidó su lugar en la cima del rock nacional argentino, sino que también se convirtió en un testimonio crudo y poderoso de una época marcada por contradicciones sociales y culturales en Argentina. Integrado por Ricardo Mollo (voz y guitarra), Diego Arnedo (bajo) y Federico Gil Solá (batería), este trío de Hurlingham logró un disco que fusiona la potencia del rock con influencias del funk, el folklore y la experimentación psicodélica.

El álbum es grabado entre junio y julio de 1993 en los estudios Can Am y Devonshirem, ambos en Estados Unidos, bajo la producción de Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel, y publicado el 13 de septiembr de 1993 bajo el sello discográfico Polygram Records. Gracias a este disco, Divididos lograría, además de forjar su compacto y genuino sonido, alcanzar el reconocimiento genral del público argentino. La Era de la Boludez es un trabajo donde el trío se moja en el aspecto político y aporta una mirada crítica de su país, el cual llevaba unos años bajo la tutela de Carlos Menem. El excdelente trabajo de producción realizado en Estados Unidos corrió a cargo de Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel. 

Para entender La Era de la Boludez, hay que situarse en la Argentina de principios de los 90. El país vivía bajo el gobierno de Carlos Menem, una era de aparente bonanza económica que ocultaba una profunda crisis social y una superficialidad cultural que el título del álbum captura con ironía mordaz. Divididos, surgido de las cenizas de Sumo tras la muerte de Luca Prodan, ya había mostrado su potencial en discos anteriores como Acariciando lo áspero (1991). Sin embargo, fue con la llegada de Federico Gil Solá, un baterista argentino que había vivido 15 años en San Francisco, cuando la banda encontró la pieza final que le faltaba para su sonido demoledor. 

Con la producción de los citados Gustavo Santaolalla y Aníbal Kerpel, y con el ingeniero de sonido Tony Peluso, formaron un equipo que potenció la visión y el sonido del trío. Santaolalla, figura clave del rock latino, actuó como catalizador, llevando a Divididos a explorar nuevas texturas sin perder su esencia visceral. La participación de invitados como Bruce Fowler (excolaborador de Frank Zappa) en trombón, Luis Conte en percusión y Melissa Hasin en chelo añadió capas de sofisticación a un disco que, a pesar de su complejidad, nunca se alejó de su raíz rockera y popular. Estamos ante un trabajo que combina varios géneros. Temas como Salir a asustar y Salir a comprar destilan un funk contagioso, con líneas de bajo robustas de Arnedo y la batería implacable de Gil Solá, mientras que Rasputín y Paisano de Hurlingham son capaces de descargar la furia rockera que hizo de Divididos una banda de estadios. Pero lo que distingue al álbum es su capacidad para integrar además el folklore argentino, un elemento que ya habían incorporado en discos anteriores pero que aquí explotan con fuerza.
El lanzamiento de La Era de la Boludez marcó un antes y un después para Divididos. La gira promocional, que arrancó el 9 de abril de 1993 y se extendió hasta julio de 1995, incluyó 41 shows y llevó a la banda a llenar el estadio Obras Sanitarias de Buenos Aires 13 veces en un solo año, un récord que habla de su conexión con el público. Más allá de las ventas y los recitales, el disco ofrece una crítica implícita a la “boludez” de la época menemista: un país de pizza y champagne, de promesas vacías y desigualdad creciente. No es casualidad que el título, sugerido por Gil Solá, todo un grito de hartazgo disfrazado de burla.


El disco abre con Salir a asustar, que arranca con un poderoso riff y un groove funk. El tema, empujado por el bajo de Arnedo y la batería de Gil solá es una explosión de actitud, toda una declaración de intenciones. La letra, cargada de ironía, juega con la idea de salir a la calle a imponerse, a luchar contra la pasividad. Ortega y gases, una compleja pieza con unas letras crípticas sujetas a múltiples interpretaciones. Sigue la línea del álbum en cuanto a la sátira social de la Argentina de los años 90. El arriero es una versión del original de Atahualpa Yupanqui. El trío argentino transforma esta mítica canción en un poderosos tema rockero, pero respetando la esencia del toque folclórico de la canción. Salir a comprar tiene una fuerte influencia funk y demuestra la solidez de la base rítmica del bajo de Arnedo y la batería de Gil Solá, que marcan el ritmo mientras que el guitarrista Mollo se luce con sus riffs. Qué ves? es uno de los momentos culminantes del álbum. La letra de la canción muestra el desencanto de una sociedad atrapada entre el progreso ilusorio y la pérdida de indentidad de la nación. En cuanto a la música del tema, la base gira en torno al folclore. La utilización del charango (instrumento musical de cuerda perteneciente a la familia del laúd) a este tema con aire a reggae, aporta hipnotismo a la canción, que se suma para la segunda estrofa y que únicamente cesa en la coda del tema, la que se reparte entre el malambo y el vuelo guitarrístico de Ricardo Mollo. El trabajo de las voces es sutil y preciso. La canción sonó tanto en las radios por aquellos años que el grupo llegó a cansarse de su propio tema y dejaron de tocarlo en vivo durante años. En Pestaña de camello el grupo se sumerge en la experimentación. Mollo usa la guitarra como un sitar, y el tema e transform en la introducción perfecta para Rasputín / Hey Jude, toda una desarga de adrenalina con un gran riff pesado, perfecta para tocar en vivo. Hacia el final de la canción el trío hace su breve y pequeño homenaje con su versión del clásico Hey Jude de The Beatles.


Nos encontramos en el ecuador del álbum, que abre con
Dame un limón, un hilarante tema con un "humor ácido". El riff inicial tiene un aire casi juguetón, mientras la letra refleja una mezcla de resignación y sarcasmo ante las pequeñas miserias de la vida. El bajo de Arnedo brilla aquí, sosteniendo un groove que nos invita a dejarnos llevar y mover los pies. Paisano de Hurlingham es puro rock and roll, un homenaje a las raíces del trío en el oeste del Gran Buenos Aires. La guitarra de Mollo descarga unos riffs crudos y la batería de Gil Solá golpea con furia, mientras la letra evoca imágenes de un “paisano” perdido en su propia tierra. Esta canción, junto con “Salir a comprar” y “Rasputín”, son necesarios, en el repertorio de la banda, para entender la crítica con una mirada cruda en el pasar de un país, que por aquel entonces llevaba casi una década de democracia y casi un lustro bajo la presidencia de Carlos Saúl Menem. Cristófolo Cacarnú tiene un toque teatral, psicodélico, casi absurdo, con unas letras que juega con nombres y situaciones disparatadas. La música ayuda mucho a dar ese aire de caos controlado, gracias a una genial mezcla de funk y rock. Indio, dejá el mezcal vuelve a jugar con esa sensación de descontrol. Es una especie de jam psicodélica con una breve y repetitiva letra. Huelga de amores explora el desencanto amoroso con una mezcla de melancolía y furia. La voz de Mollo transmite por momentos vulnerabilidad y rabia, mientras el arreglo incorpora detalles como el trombón de Bruce Fowler. Tajo C es un instrumental que no hcce sino destacar la habulidad técnica y química del trío. Con un denso y envolvente groove marcados por el bajo y la batería, la guitarra de Mollo va tejiendo la líeas melódicas. Cierra el álbum Pestaña de Camello (Reprise), donde resuenan variaciones de algunos momentos del disco y llaman a la imaginación, siendo este el tema más experimental del disco con el sonido del sitar en primer plano. 
En 2007, la revista Rolling Stone ubicó La Era de la Boludez en el puesto 7 de su lista de los 100 mejores discos del rock nacional, un reconocimiento a su influencia que tuvo en el país argentino. Hoy, han pasado más de 30 años de su lanzamiento, y sigue siendo un referente para bandas posteriores y oyentes, un recordatorio de que Divididos además de hacer música, supieron capturar la ira, el desánimo y la rabia de un país en un momento convulso.

domingo, 6 de abril de 2025

"40 Dibujos Ahí en el Piso": El Caótico Manifiesto que Revolucionó el Rock Argentino #mesDivididos


"40 Dibujos Ahí en el Piso": El Caótico Manifiesto que Revolucionó el Rock Argentino #mesDivididos

Abril: Un Viaje por la Discografía de Divididos

En el calendario del rock, abril será el mes de Divididos. Y qué mejor punto de partida que su álbum debut, "40 Dibujos Ahí en el Piso" (1991), un disco que funcionó como carta de presentación de una banda que redefinió los límites del género. Grabado en Estudios Panda bajo la producción de Tweety González, este trabajo marcó el renacer artístico de Ricardo Mollo y Diego Arnedo tras la disolución de Sumo, presentando un sonido más crudo, experimental y decididamente vanguardista.  

El álbum mezcla punk, funk, reggae y psicodelia con letras surrealistas, creando una propuesta sonora que desafió todas las convenciones de la época. Con una duración total de 42 minutos distribuidos en 13 tracks (incluyendo tres repeticiones de "Camarón Bombay"), el disco se convirtió en un objeto de culto que sigue inspirando a nuevas generaciones de músicos.  

Contexto Histórico: El Nacimiento de un Fenómeno

Para entender la magnitud de este trabajo, debemos remontarnos a diciembre de 1987, cuando la muerte de Luca Prodan dejó a Sumo en un limbo creativo. Mollo y Arnedo, junto al baterista Gustavo Collado (luego reemplazado por Catú Carcavallo), decidieron continuar bajo el nombre Divididos, heredando el espíritu transgresor de Sumo pero llevándolo a territorios aún más experimentales.  

El título del álbum proviene de una frase que el propio Prodan solía decir, manteniendo así un hilo conductor con su legado. La portada - un dibujo infantil y abstracto creado por Alfredo "Fredi" Sarsotti - refleja perfectamente la esencia del contenido: aparentemente caótico, pero con una coherencia interna que solo se revela al escuchar con atención.  

Análisis Musical: Deconstruyendo el Caos:

Lo primero que sorprende al escuchar "40 Dibujos..." es su estructura poco ortodoxa. El disco comienza y termina con versiones diferentes de "Camarón Bombay" (1:07 al inicio, 0:36 en el medio y 1:03 al final), creando una sensación cíclica que invita a volver a escucharlo.  

Esta decisión artística no fue casual. En una entrevista de 1992, Mollo explicó: "Queríamos que el disco fuera como un viaje en círculos, donde el final te lleva otra vez al principio". Este concepto se refuerza con la disposición de los temas, que alternan entre canciones completas y sketches musicales. 

El álbum es un verdadero collage sonoro donde conviven:  

- Funk acelerado ("Haciendo Cosas Raras")  
- Punk distorsionado ("Un Montón de Huesos")  
- Reggae psicodélico ("La Mosca Porteña")  
- Rock experimental ("Los Hombres Huecos")  
- Versionismo irreverente ("Light My Fire" de The Doors)  

Esta mezcla no era común en el rock argentino de principios de los 90, dominado entonces por el rock barrial y las bandas nuevas como Los Ratones Paranoicos. Divididos rompió ese molde con un sonido que anticipó tendencias que se harían populares años después.  

Las Letras entre el surrealismo y la Crítica Social. 
Las letras del álbum son un universo en sí mismas:  

- "Che, Qué Esperás?" parece interpelar a una sociedad apática  
- "De Qué Diario Sos?" critica la manipulación mediática  
- "Los Hombres Huecos" explora la alienación moderna  
- "La Foca" juega con el absurdo más puro  

Esta combinación de profundidad y humor absurdo se convertiría en una marca registrada de la banda.  

Si hablamos de cada uno de sus canciones:

1. «Camarón Bombay» (1:07)
Más que una canción, es una declaración de principios: 67 segundos de distorsión pura que desaparecen tan rápido como aparecen. El título (que combina un crustáceo con una ciudad india) refleja el surrealismo que dominará el disco.  

2. «Che, Qué Esperás?» (4:04) 
El primer tema "completo" del álbum establece el tono: un riff contagioso, cambios de ritmo abruptos y letras que oscilan entre la ironía y la protesta. El solo de guitarra (a los 2:38) es uno de los momentos más sublimes del disco.  

3. «La Mosca Porteña» (4:31)  
Aquí Divididos muestra su faceta más psicodélica. La letra ("Una mosca vino y se posó en mi sopa") puede interpretarse como metáfora de las pequeñas irritaciones cotidianas. Musicalmente, destaca el trabajo de bajo de Arnedo, creando una base hipnótica.  

4. «Haciendo Cosas Raras» (3:07)
El himno no oficial de la banda. La canción condensa en tres minutos toda la filosofía Divididos: experimentación, humor y actitud. El break de batería (2:15) es pura energía cruda.  

5. «Los Sueños Y Las Guerras» (4:00)
Un momento de respiro en el disco, con guitarras acústicas y un clima melancólico. La letra ("Los sueños se pierden, las guerras también") sugiere una reflexión sobre la fugacidad de los ideales.  

6. «Gárgara Larga» (4:26)
El título perfecto para esta canción que parece "hacer gárgaras" con distintos estilos: comienza como funk, deriva en reggae y termina en punk. El puente instrumental (3:10) es una de las partes más creativas del álbum.  

7. «Camarón Bombay» (0:36)
La reaparición del tema inicial, ahora más corto y distorsionado, como un eco fantasmal.  

8. «Un Montón De Huesos» (4:38) 
El lado más oscuro de Divididos. La letra ("Un montón de huesos en el placard") sugiere secretos inconfesables, mientras la música avanza como una apisonadora.  

9. «Light My Fire» (3:48) La versión más punk que se haya hecho del clásico de The Doors. Divididos lo transforma en un tema frenético, con Mollo cantando casi al borde del grito.  

10. «Los Hombres Huecos» (5:21)
El punto culminante del álbum. La adaptación del poema de T.S. Eliot es magistral, con arreglos que van desde lo minimalista hasta lo orquestal. La línea "Somos los hombres huecos, los hombres rellenos" adquiere nueva fuerza en este contexto.  

11. «De Qué Diario Sos?» (4:11)
Una crítica mordaz a los medios masivos, con un riff que se clava en la memoria. El estribillo ("De qué diario sos? De qué canal?") sigue siendo relevante hoy.  

12. «La Foca» (2:50)
El contrapunto humorístico del disco. La simpleza de la letra ("La foca vino a la ciudad") es engañosa: musicalmente es una pequeña obra maestra de ritmo y dinámica.  

13. «Camarón Bombay» (1:03)
El círculo se cierra. La tercera versión del tema inicial, ahora un poco más larga, como si el viaje hubiera dejado su marca.  

Si hablamos del legado e influencia de del álbum de Divididos, "40 Dibujos Ahí en el Piso". 

Aunque en su momento no tuvo el reconocimiento comercial de otros trabajos de la banda, "40 Dibujos Ahí en el Piso" sentó las bases para todo lo que vendría después. Su influencia puede rastrearse en:  

- Bandas posteriores como Babasónicos (en su etapa experimental)  
- El rock alternativo de los 2000 (Él Mató a un Policía Motorizado)  
- Incluso en nuevas generaciones como Conociendo Rusia

El crítico musical Eduardo Berti lo definió como "el disco que demostró que el rock argentino podía ser vanguardia y tradición al mismo tiempo".  

Tres décadas después, "40 Dibujos Ahí en el Piso" sigue sonando fresco y revolucionario. En una era de música prefabricada y algoritmos, este disco nos recuerda el valor de:  

1. La autenticidad (hacer música sin concesiones)  
2. La experimentación (romper géneros y estructuras)  
3. El humor (no tomarse demasiado en serio)  

Este abril, los invitamos a redescubrir este álbum fundamental y los que iremos conociendo juntos. Porque como dice Divididos: "Haciendo cosas raras, y no me importa nada".  

¿Cuál será tu tema favorito de este disco? ¿La caótica trilogía de "Camarón Bombay", la profundidad de "Los Hombres Huecos" o el puro funk de "Haciendo Cosas Raras"? 🎸🔥  

(Próxima parada en nuestro viaje en conocerte a fondo a nuestras banda del mes Divididos: "Acariciando lo áspero").

Daniel 
Instagram storyboy 

miércoles, 8 de enero de 2025

Modern Life Is Rubbish - Blur (Mes Blur)

 

Modern Life Is Rubbish, Blur


      Todavía andaba enfrascado dentro de la maquinaria de las grandes ligas del britpop Blur cuando publicó Modern Life is Rubbish, su segundo álbum de estudio. Dicho trabajo fue grabado entre octubre de 1991 y marzo de 1993, bajo la producción del propio grupo, y de John Smith, Steve Lovell y Stephen Street, y publicado el 10 de mayo de 1993 bajo el sello discográfico Food Records en Reino Unido, y de SBK Records en Estados Unidos. . Aunque su álbum debut Leisure (1991) había sido un éxito comercial, Blur produjo una severa reacción de los medios poco después de su lanzamiento y cayó en desgracia del público. Después de que el grupo regresara de una gira infructuosa por los Estados Unidos, las actuaciones en vivo mal recibidas y la creciente popularidad de la banda rival Suede disminuyeron aún más el estatus del grupo en el Reino Unido.



El álbum debut 
de Blur, Leisure (1991),
 fue un disco que llegó al Top 10 del Reino Unido, Sin embargo, el efecto del álbum pronto comenzó a desvanecerse, y el grupo fue rápidamente expuesto como falsos saltadores de tendencias, recibiendo la ira y la reacción violenta de las escena musical de Manchester. Además, tras la pérdida del favor del público, el grupo descubrió que tenía una deuda de 60.000 libras, principalmente debido a la mala gestión. Blur contrató a un nuevo manager, Chris Morrison, y para recuperar las pérdidas, su sello discográfico Food los envió a los Estados Unidos como parte de la gira Rollercoaster Para coincidir con el inicio de la gira, el grupo lanzó el sencillo Popscene. El nuevo lanzamiento mostró un cambio significativo en la dirección musical, ya que Blur cambió su sonido derivado del género shoegaze (subgénero de indie y rock alternativo caracterizado por su mezcla etérea de voces oscurecidas, distorsión de guitarra y efectos, retroalimentación y volumen abrumador) por uno influenciado por el pop de guitarra británico de los años 60. Sin embargo, el sencillo no logró entrar en el top 30 del Reino Unido, lo que disminuyó aún más el perfil del grupo en las islas británicas. 

Por si esto no fuera poco, la gira de 44 fechas por los Estados Unidos fue un completo desastre. Consternado por la fascinación del público estadounidense con el grunge y la respuesta mediocre a su música, el grupo bebía con frecuencia y los miembros a menudo se peleaban a puñetazos entre ellos. Empezó a surgir la nostalgia, así por ejemplo, el líder Damon Albarn,  comenzó a extrañar cosas realmente simples sobre su Inglaterra, y escuchó una cinta del grupo pop inglés The Kinks durante la gira. Más tarde declaró que el único recuerdo agradable que tenía de la gira fue el tiempo que pasó escuchando el sencillo de 1967 de los Kinks  "Waterloo Sunset" A su regreso a Inglaterra, el grupo descubrió que la atención de la prensa musical se había desplazado hacia Suede. Esto disgusto mucho al grupo, pues consideraba que cada disco que Suede vendía era una "afrenta a la decencia humana"Después de muchos shows en vivo dando una imagen poco más que pobre, ya que los miembros de Blur a menudo actuaban borrachos (en particular uno en un concierto de 1992 que incluyó una actuación bien recibida de Suede en el mismo cartel), no era de extrañar que el sello discográfico Food Records se planteara la posibilidad de prescindir de ellos.


Ante la amenaza de ser despedidos por Food Records, para su siguiente álbum Blur se sometió a un cambio de imagen impulsado por el líder Damon Albarn. La banda incorporó influencias de grupos tradicionales de pop de guitarra británicos como The Kinks y Small Faces, y el sonido resultante fue melódico y producido de manera exuberante, con instrumentos de viento, de madera y coros. Las letras de Albarn en Modern Life Is Rubbish utilizan un hilarante humor para investigar los sueños, las tradiciones y los prejuicios de la Inglaterra suburbana. Damon Albarn, en una entrevista con Mojo en 2000 , dijo que "Suede y América alimentaron mi deseo de demostrarle a todos que Blur valía la pena... No había nada más importante en mi vida"Sintió que la popularidad que la música grunge estadounidense disfrutaba en Gran Bretaña en ese momento pronto se desvanecería, y argumentó que Blur encarnaría un renacimiento del pop británico clásico en su próximo álbum. El dueño de Food Records, David Balfe , no estaba tan de acuerdo y discutió con Albarn sobre el cambio propuesto en la imagen de Blur. Al final Balfe, todavía escéptico, acabó cediendo, y Food le dio cautelosamente el visto bueno a Blur para trabajar en su segundo álbum con un productor elegido por Albarnel líder de XTCAndy Partridge. Partridge dijo que no estaba satisfecho con las canciones, pero que aceptó porque Blur le  gustaba musicalmente, además de "por las razones equivocadas, los halagos y el dinero"

Blur comenzó a trabajar en el álbum con Partridge en The Church, el estudio situado en Crouch End propiedad de David A. Stewart. Sin embargo, las sesiones terminaron prematuramente. El bajista Alex James describió las sesiones como un "desastre"; agregando además que "mientras se juntaba todo, todas eran buenas partes, pero simplemente no era ... sexy". Partridge recordaba: "Me sentí bastante paternal y creo que hice un trabajo excelente. Hicieron que Dave Balfe escuchara algunas mezclas y él se movía por ahí diciendo, 'Esto es fantástico, tú eres George Martin y ellos son The Beatles'. Al día siguiente decía, 'Francamente, Andy, esto es una mierda'"La banda grabó con éxito cuatro canciones, pero se mostraron cautelosos sobre trabajar en las mismas condiciones nuevamente. Las pistas producidas por Partridge fueron abandonadas; tres de ellas se incluyeron más tarde en el box set de 2012 Blur 21.



El trabajo en el álbum se reanudó debido a un encuentro casual con el productor 
Stephen Street, quien había trabajado previamente con la banda en su sencillo de 1991 "There's No Other Way". Con Street ahora produciendo el álbum, Blur grabó una mezcla de material que abarcaba tanto el período inmediatamente posterior al lanzamiento de Leisure como su gira de 1992. Si bien los miembros de la banda estaban satisfechos con los resultados de la sesión de grabación, el jefazo de Food  RecordsBalfe, después de escuchar las canciones, le dijo a la banda que estaban cometiendo un suicidio artístico. Aunque abatido por su respuesta, Blur le dio a Food el álbum completo en diciembre de 1992. El sello rechazó el álbum y le dio instrucciones a la banda para grabar más sencillos potenciales. Albarn cumplió, y el día de Navidad escribió la canción "For Tomorrow" Aunque esta canción calmó las preocupaciones de Food, el sello estadounidense de Blur, SBK Records, el otro sello discográfico con intereses en el otro lado del charco, expresó su descontento al escuchar las cintas terminadas del álbum. Para apaciguar a SBK, la banda grabó "Chemical World", pensando que aplacaría al sello discográfico y aumentaría el atractivo estadounidense del disco. Sin embargo, SBK  instó al grupo a volver a grabar el álbum con el productor estadounidense Butch Vig, quien era popular en aquel momento por su trabajo con Nirvana. Lógicamente Albarn y compañía se negaron. En este difícil contexto nació Modern Life Is Rubbish, obteniendo un moderado éxito en las listas de éxitos del Reino Unido; el álbum alcanzó el puesto número 15, mientras que los sencillos extraídos del álbum se posicionaron en el Top 30. El álbum rejuveneció la suerte del grupo después de su caída posterior a LeisureModern Life Is Rubbish acabó siendo considerado como uno de los lanzamientos que definen la escena del britpop, y sus siguientes álbumes que encabezaron las listas de éxitosParklife y The Great Escape, vieron a Blur emerger como uno de los principales grupos de la escena britpop de Gran Bretaña.


El título del álbum deriva de un grafiti pintado con plantilla a lo largo de Bayswater Road en Londres, creado por un grupo anarquista. Para Albarn, la frase reflejaba la "basura" del pasado que se acumulaba con el tiempo, sofocando la creatividad. Albarn pensaba que era "el comentario más significativo sobre la cultura popular desde ' Anarchy in the UK '". Debido a la difícil relación de Blur con Estados Unidos en ese momento, el título provisional del álbum fue Britain Versus America. La pintura de la locomotora de vapor Mallard en la portada del álbum era una imagen de archivo que se obtuvo de una biblioteca de fotos en Halifax. La pintura "evocaba la sensación de la Gran Bretaña de antes de la guerra de un colegial de Just William "Dentro del embalaje del álbum había un óleo sobre lienzo de la banda vestidos como skinheads en un tren subterráneo. Las hojas de letras del álbum también presentaban las progresiones de acordes de las canciones, escritas a mano por el guitarrista Graham Coxon. Mientras que Albarn explicaba que era un intento de hacer saber a la gente que, por anticuado que parezca, escribimos canciones",  la revista Total Guitar creía que era por otro motivo, la inclusión de los acordes eran debidos al "entusiasmo de Coxon por desmitificar la forma de tocar la guitarra".

El álbum era una respuesta al predominio del grunge en el Reino Unido y a su propio perfil decreciente en su tierra natal, y también una respuesta a la repentina popularidad de Suede. Blur se reinventó con este segundo álbum, Modern Life Is Rubbish, abandonando las influencias shoegazing y baggy (género de baile alternativo británico popular a finales de la década de 1980 y principios de la de 1990 y generalmente asociado con la escena del norte del Reino Unido. En este estilo, las bandas de rock alternativo se inspiran en la psicodelia y en la música de baile) que dominaron Leisure, y apostando por un pop más tradicional. A primera vista, este disco puede parecer un homenaje a los Kinks, David Bowie , los Beatles y Syd Barrett, pero no es una reafirmación, es una revitalización. Blur utiliza el pop de guitarra británico desde los Beatles hasta My Bloody Valentine como base, tejiendo historias de desesperación contemporánea. La guitarra de Graham Coxon abre cada canción, ya sea con líneas melódicas impredecibles o con capas de efectos translúcidos e hipnóticos, proporcionando a Albarn un fondo vibrante para sus sátiras sociales y sus comentarios mordaces. 




C
asi todas las canciones están cuidadosamente construidas, comenzando por For tomorrow, una oda a Londres y la vida cotidiana. Esta canción surgió en respuesta a la presión del sello para tener un sencillo exitoso. Destaca por su ambiente melancólico y su referencia al Primrose Hill, un parque icónico en la capital británica. Continúa con Advert, que habla sobre el consumismo desenfrenado y la influencia de la publicidad en la sociedad moderna. Musicalmente, tiene un ritmo frenético que refuerza su mensaje satírico. Colin Zeal es un retrato de un hombre promedio obsesionado con la conformidad y la autoimagen. La canción mezcla ironía con un ritmo pesado y repetitivo. Turno para Preassure on Julian, tema más experimental que combina guitarras distorsionadas y letras crípticas. Se cree que hace referencia a Julian Cope, una figura excéntrica en la escena musical británica. Star Shaped es toda una crítica a la rutina laboral y a la falta de autenticidad en las ambiciones modernas. Musicalmente, es alegre, pero las letras tienen un tono sarcástico. Blue Jeans es una de las canciones más suaves del álbum, con un aire nostálgico. Trata sobre la simplicidad de los momentos cotidianos y la alienación. Cierra la cara A Chemical World, que habla sobre la monotonía y los problemas sociales en la Inglaterra de clase media. Tiene una melodía pegadiza y un tono un tanto sombrío.

Turno para la cara B, que abre con Sunday Sunday, con una mirada satírica a las tradiciones británicas de los domingos, como los asados familiares y las caminatas por el parque. Es una de las canciones más enérgicas del álbum. pasamos a la oscura y atmosférica Oily Water, que aborda temas como la contaminación y la deshumanización. Tiene un sonido más cercano al grunge, y nos recuerda algo a su álbum anterior. Miss America, canción lenta y minimalista que mezcla melancolía con observaciones sobre la cultura estadounidense. Villa Rosie trata sobre una experiencia en un club nocturno. Su sonido es alegre, pero hay un trasfondo de caos en las letras. Coping nos invita a lidiar con la presión y la ansiedad. Es una de las canciones más directas y optimistas del álbum. Turn It Up, con una energía despreocupada, es una de las canciones menos complejas del álbum. Habla de la necesidad de escapar de los problemas cotidianos. Resigned, la canción que cierra el álbum, retoma la nostalgia y la oscuridad para actuar como gran cierre del disco, aunque aún haya espacio para la anecdótica Commercial Break, tan breve como peculiar, y que sirve como comentario final sobre el consumismo y la superficialidad de la vida moderna, que hacen de ella una auténtica basura, tal y como reflejaba la popular pintada con la que empezó el concepto de todo el disco. 

domingo, 5 de enero de 2025

Blur: los orígenes de una banda icónica y su álbum debut Leisure (Mes Blur)

Blur: los orígenes de una banda icónica y su álbum debut Leisure #mesBlur 

Durante este mes de enero, lo dedicaremos para explorar la historia, música e impacto de la banda Blur, una de las bandas más influyentes del Britpop y de la música británica en general. Su trayectoria, marcada por la experimentación y la reinvención constante, comenzó en Colchester, Inglaterra, a finales de los años 80, cuando Damon Albarn (voz y teclados), Graham Coxon (guitarra), Alex James (bajo) y Dave Rowntree (batería) se unieron con un objetivo común: crear música que reflejara las influencias de su tiempo mientras construían una identidad propia.

En sus inicios, Blur enfrentó el desafío de destacar en un panorama musical que ya contaba con movimientos como el shoegaze, el madchester y las secuelas del post-punk. Inicialmente conocidos como Seymour, el cuarteto cambió su nombre a Blur a sugerencia de su discográfica, Food Records, antes de lanzar su primer sencillo. Este cambio marcó el inicio de su carrera, una que eventualmente los llevaría a redefinir el sonido británico de los años 90.

Con su álbum debut, Leisure (1991), Blur dio su primer paso hacia la industria musical. El disco capturó el espíritu de su época y, aunque no representa el pico creativo de la banda, es un testimonio crucial de sus raíces y de su potencial. A continuación, contaremos los orígenes de Blur y este primer trabajo discográfico que marcó el inicio de su evolución artística. Y durante el mes de enero iremos conociendo sus álbumes en esto que solemos llamar el artista del mes #mesBlur. 

La historia de Blur comenzó en 1988, cuando Damon Albarn y Graham Coxon se conocieron en el Goldsmiths College de Londres, un entorno que fomentaba la creatividad y la experimentación artística. Ambos compartían un amor por la música y, junto con Dave Rowntree y Alex James, formaron una banda que inicialmente seguía las tendencias musicales predominantes de la época. Bajo el nombre de Seymour, el grupo comenzó a tocar en pequeños locales y a desarrollar su estilo.

El cambio a Blur llegó después de firmar con Food Records, que vio en ellos un potencial comercial que podía pulirse. A pesar de sus influencias iniciales del shoegaze y el madchester, Blur buscaba diferenciarse de sus contemporáneos, algo que no quedó completamente reflejado en Leisure, pero que se convertiría en su sello distintivo en álbumes posteriores.

En este contexto, Leisure nació como un esfuerzo por captar la atención del público y establecer a la banda en la escena musical británica.

Leisure, lanzado en agosto de 1991, refleja tanto las fortalezas como las debilidades de una banda joven aún en búsqueda de su identidad. Producido por Stephen Street, el álbum combina elementos del shoegaze, la psicodelia y el madchester, tendencias populares en ese momento. Si bien carece de la cohesión y la innovación que definirían los trabajos posteriores de Blur, el disco muestra destellos de la creatividad que más tarde los consagraría como una de las bandas más importantes del Britpop.

Canciones destacadas de Leisure

1. “She’s So High”
El álbum abre con “She’s So High”, una declaración de intenciones que combina guitarras distorsionadas, una línea de bajo hipnótica y la voz etérea de Damon Albarn. Este tema, que también fue el primer sencillo de Blur, establece el tono psicodélico del disco y deja entrever la capacidad de la banda para crear melodías pegajosas. Aunque sencilla en su composición, captura el espíritu de una banda que aún experimentaba con su sonido.

2. “There’s No Other Way”
El gran éxito comercial del álbum y uno de los puntos más altos de Leisure. Con un ritmo bailable, una guitarra distintiva de Graham Coxon y una estructura pegajosa, esta canción encapsula perfectamente el sonido madchester. Su éxito ayudó a establecer a Blur como una banda prometedora en la escena musical británica.

3. “Sing”
“Sing” es una de las canciones más destacadas y atípicas del álbum. Con un piano repetitivo y una atmósfera melancólica, este tema se aleja del tono festivo de otras pistas para explorar un lado más introspectivo y experimental. Anticipa el sonido más maduro que Blur desarrollaría en álbumes posteriores como Modern Life Is Rubbish (1993).

4. “Bang”
A pesar de ser uno de los sencillos del álbum, “Bang” es quizás la canción más criticada de Leisure. Aunque tiene un ritmo pegajoso y es claramente comercial, carece de la profundidad y originalidad de otros temas, lo que la convierte en un punto débil del disco.

El mayor mérito de Leisure es su capacidad para capturar el espíritu de principios de los años 90. La influencia de movimientos como el shoegaze y el madchester está presente en canciones como “Fool” y “Come Together”, mientras que temas como “Sing” y “She’s So High” muestran un lado más experimental y creativo.

Sin embargo, el álbum también refleja las limitaciones de una banda joven que aún no había encontrado su identidad definitiva. Algunos temas parecen excesivamente influenciados por las tendencias del momento, lo que les resta originalidad. Además, la falta de cohesión temática y sonora hace que Leisure se sienta como una colección de canciones más que como un álbum con una visión clara.

La importancia de Leisure radica en ser el punto de partida de una de las carreras más dinámicas e innovadoras de la música británica. Con álbumes como Modern Life Is Rubbish (1993), Parklife (1994) y The Great Escape (1995), Blur evolucionó para convertirse en el rostro del Britpop, redefiniendo el panorama musical de los años 90.

Leisure puede parecer un trabajo menor en comparación con la obra posterior de la banda, pero es esencial para entender sus raíces y su evolución. Es un testimonio de una banda en transición, influenciada por su entorno pero con un potencial que pronto explotaría.

Los orígenes de Blur y su álbum debut, Leisure, son piezas fundamentales para comprender la trayectoria de una de las bandas más importantes de la música británica. Aunque no es su trabajo más icónico, Leisure captura un momento único en el tiempo, cuando Blur estaba explorando su lugar en el panorama musical.

Durante este mes dedicado a Blur, exploraremos no solo sus discos, sino también su impacto cultural, sus influencias y cómo lograron trascender las etiquetas del Britpop para convertirse en una banda universalmente admirada. Con Leisure, Blur dio sus primeros pasos hacia un legado que, más de tres décadas después, sigue siendo tan relevante como en sus inicios.

Daniel 
Instagram storyboy 

domingo, 13 de octubre de 2024

Álbum Joe Satriani #mesSatriani

Álbum Joe Satriani #mesSatriani

El álbum "Joe Satriani" (1995), también conocido simplemente como "Satriani", marca un punto de inflexión interesante en la carrera del virtuoso guitarrista Joe Satriani. Conocido por su destreza técnica y su habilidad para crear melodías memorables en el ámbito del rock instrumental, este álbum refleja un cambio de enfoque hacia una exploración más orgánica y profunda de su sonido. Aunque no tuvo el impacto mediático de trabajos previos como "Surfing with the Alien" (1987) o "The Extremist" (1992), Satriani es una obra que destaca por su madurez musical y su equilibrio entre técnica y emoción.

Lanzado en 1995, este álbum surge en una época en la que la música instrumental comenzaba a quedar un poco rezagada frente a la explosión de géneros como el grunge y el alt-rock, lo que hacía que los guitarristas virtuosos tuvieran que adaptarse a una nueva realidad musical. Satriani, lejos de dejarse llevar por las tendencias del momento, optó por seguir evolucionando su estilo. El resultado fue un disco más introspectivo y atmosférico, con una mayor influencia del blues y el jazz en comparación con sus anteriores trabajos predominantemente de rock y metal.

Desde el inicio, el disco establece una atmósfera única con la pista "Cool #9", que presenta un groove relajado pero muy pegajoso, fusionando elementos de jazz, rock y blues. La melodía se despliega lentamente, con una línea de bajo hipnótica que sostiene la improvisación de Satriani en la guitarra. A lo largo de la canción, se puede apreciar cómo juega con diferentes texturas, empleando efectos y pedales que enriquecen el sonido, sin perder el control de la dinámica de la pieza. Este enfoque más orgánico, casi como una jam session controlada, es lo que diferencia a Satriani de sus trabajos anteriores.

A lo largo del álbum, Satriani explora una amplia gama de estilos y géneros. En "S.M.F.", el guitarrista regresa al rock más directo, con un riff potente y agresivo que recuerda su trabajo más icónico en "Surfing with the Alien". Sin embargo, aquí se percibe un mayor enfoque en la actitud y el feeling, en lugar de buscar la velocidad pura que caracterizaba sus primeras composiciones. La canción tiene una energía cruda que parece captar el espíritu del rock clásico, pero con el toque técnico que Satriani siempre aporta a sus interpretaciones.

Otro momento destacado del disco es la balada "If", una de las piezas más emotivas del álbum. Aquí, la guitarra de Satriani se convierte en la protagonista absoluta, cantando una melodía que podría equipararse a la voz humana. La calidez de su tono y la fluidez de su fraseo hacen que la canción se sienta profundamente conmovedora, demostrando que, además de ser un maestro técnico, también es capaz de transmitir grandes emociones a través de su instrumento. En "If", Satriani logra capturar una belleza melancólica que contrasta con las piezas más enérgicas del álbum.

En "Luminous Flesh Giants", el guitarrista se adentra en terrenos más experimentales, utilizando una amplia gama de efectos y distorsiones para crear un sonido casi psicodélico. La pieza es un ejemplo de su versatilidad como compositor y su deseo de explorar nuevas fronteras sonoras. Aunque no es una canción tan accesible como las demás, ofrece una muestra clara de cómo Satriani siempre ha estado interesado en empujar los límites de lo que puede hacer con la guitarra. El uso de modulaciones y texturas flotantes genera una sensación de inmersión, como si la música envolviera al oyente en una atmósfera completamente distinta.

Una de las características más notables del álbum "Satriani" es su producción, que se siente más cruda y menos pulida que en sus trabajos anteriores. Esto le otorga un aire más natural y humano al disco. Satriani trabaja en estrecha colaboración con el productor Glyn Johns, conocido por su trabajo con artistas legendarios como The Rolling Stones, Led Zeppelin y Eric Clapton. Esta colaboración es clave para el sonido del álbum, ya que Johns favorece un enfoque más directo y menos adornado, lo que permite que la guitarra sea el centro de atención sin depender tanto de trucos de estudio.

La decisión de mantener la producción más sencilla también está relacionada con la búsqueda de un sonido más auténtico y menos mecánico. Satriani, quien ha sido elogiado por su virtuosismo, parece haber tomado una decisión consciente de no depender exclusivamente de su velocidad y precisión técnica. En cambio, permite que las canciones respiren, dando espacio a los matices y dinámicas de su interpretación.

El álbum cuenta con una serie de momentos memorables que resumen la evolución de Satriani como músico. Canciones como "Look My Way" y "Home" continúan esta exploración más emocional y melódica, mientras que temas como "Down, Down, Down" introducen elementos de funk y blues que amplían el rango sonoro del disco.

Finalmente, el álbum cierra con "Z.Z.'s Song", una pieza relajada y optimista que parece un tributo a la simplicidad de las cosas cotidianas. Esta canción encapsula el sentido de calma y satisfacción que Satriani parece haber encontrado en su música en este punto de su carrera. No es una pieza virtuosística ni pretende serlo, pero es precisamente su simplicidad lo que la hace tan efectiva.

"Joe Satriani" es un álbum que refleja la evolución de un músico que, en lugar de conformarse con su virtuosismo técnico, decide explorar nuevas facetas de su arte. Aunque puede que no tenga los "hits" o momentos de lucimiento técnico de trabajos anteriores, es un disco que brilla por su profundidad emocional y su diversidad estilística. Satriani demuestra que, más allá de su increíble habilidad como guitarrista, es un compositor versátil y creativo, capaz de equilibrar emoción y técnica de manera magistral.

Daniel 
Instagram storyboy 

viernes, 11 de octubre de 2024

Disco de la semana 399: Most Things Haven’t Worked Out - Junior Kimbrough

Most Haven't Worked Out, Juniot Kimbrough




     Considerado uno de los músicos de blues más influyentes de la región montañosa de Mississippi, Junior Kimbrough es una rara avis en el mundo del blues. Hablamos de una figura profundamente inquieta y ferozmente independiente dentro de la comunidad del blues. La visión de Junior Kimbrough sobre la música pasa por el poder, sin adornos, del mensaje inquebrantablemente determinado que transmite el blues. Nada más que el sentimiento y adoración por el blues, ubicado en el centro de la música que nunca se ha desviado de la adoración, la inducción, la fábula y el destino hacia un destino incumplido pero siempre anhelado en el alma.



Durante los casi 30 años de carrera discográfica de Kimbrough, se limitó por completo a una pequeña familia de músicos independientes de Mississippi, dirigiendo valientemente su visión del blues a través de una notable gama de estilos de canciones rurales y música de raíces. En su voluntad de atraer a la más amplia gama de gustos de los oyentes con las mayores dificultades personales, su legado se remonta a un nivel de musicalidad y responsabilidad presente en el núcleo del sonido del blues, pero demasiado raro en el último medio siglo. Realizo sacrificios profesionales como permanecer en el norte del delta del Mississippi en busca de una base, y con el deseo latente de crear un legado musical diverso e inspirado topográficamente en su tierra. Incluso en su tierra natal, Mississippi, muchos fanáticos de la música solo conocen vagamente al guitarrista y cantante Junior Kimbrough. Sin embargo, Kimbrough es uno de los músicos más originales e intuitivos de la segunda mitad del siglo XX. Su vida y obra bien daría para un buen blues, Kimbrough vivió alrededor de unos cincuenta años en el Delta sin grabar un álbum. Estamos ante un hombre al que le encantaba tocar y se enorgullecía de su trabajo y de su tierra.

Inspirado por músicos como Charlie McCoy, Roosevelt Brown o Elmo Johnson, comenzó a tocar música en los años 60. A diferencia de muchos de sus predecesores, Kimbrough escribía su propia música y se apoyaba en sus propios músicos para la creación. Su forma flexible y siempre orgánica de tocar la guitarra eléctrica se entrelaza con las formas tradicionales de las canciones de blues, actualizándolas y dotándolas de un toque de modernidad, insuflando un nuevo y vibrante tipo de vida a las viejas canciones. En 2023, le llegaría el debido y necesario reconocimiento a Kimborugh, fue incluido en el "Salón de la Fama del Blues".


Para la recomendación de esta semana nos vamos a detener en uno de sus últimos álbumes grabados en vida, Most Things Haven’t Worked Out, realizado por Kimborugh en 1999. El artista tenía entonces 67 años.  Fue su tercer álbum para el sello discográfico Fat Possum Records y el último antes de su muerte en 1998. Todas las canciones del álbum fueron escritas por Kimbrough, quien no solía versionear el material de otros músicos. Optó por mantener sus errores y notas perdidas en las vías. Tres de las canciones fueron grabadas en su lugar de ocio y recreo en Mississippi. John Hermann ayudó a producir algunas de las canciones, y Kenny Brown fue el segundo guitarrista. La canción que da título al disco es instrumental.

Most things Haven't Worked Out es un más que recomendable disco para redescubrir la figura de un músico de blues que se alejó de los cánones tradicionales del blues, explotando la idea de interpretar viejo blues acompañado por un grupo moderno. Kimbrough, con su música, es capaz de hipnotizarnos, haciéndonos entrar en trance. El ambiente techno y los overdubs, como ya hiciera también R. L. burnside, dotan a su música de una pasión visceral. Lo que comienza sonando va adquiriendo un poder inesperado a través de la repetición y cambios engañosamente sofisticados de textura, tono y ritmo. Most Things Haven't Worked Out es un buen punto de partida para redescubrir a este genial artista, pues está considerado por muchos el mejor álbum de Kimbrough