viernes, 26 de octubre de 2018

El disco de la semana 28: Bruce Springsteen - Tunnel of Love



En el año 1987, cuando se publicó este disco, los amigos nos cambiábamos tanto cromos de futbolistas como cintas de cassette. Mi colección de cassettes originales era todavía muy escasa, y se componía básicamente de "Bad" de Michael Jackson, "Introducing the hardline..." de Terence Trent D'Arby, y la inconfesable primera cinta que me compré y que en uno de esos intercambios le pasé a Jorky: "The Final Countdown" de Europe.

Preparando las siguientes reseñas de discos para el blog, nos pareció un guiño a aquellos irrepetibles momentos que ahora también nos intercambiáramos la tarea de reseñar aquellos primeros discos. Esta es la razón por la que Jorky reseñó recientemente "The Final Countdown" y ahora me llega a mí el turno con "Tunnel of Love" de Bruce Springsteen.

Debo decir que creo que he ganado en el cambio, lo cuál también es un acto de justicia porque él se quedó en su momento con los mejores cromos. Ahora reniego un poco de los cardados y gorgoritos de los suecos, pero en su momento sucumbí, como casi todos, a los encantos de la cuenta atrás y sus épicos teclados.

Menos mal que en aquel intercambio y gracias a Jorky descubrí al Boss, no sólo con la escucha del disco sino a través de tantas tardes en casa de Jorky viendo un VHS pirata de una compilación de videos desde sus inicios hasta los vídeos de los singles de "Tunnel of love". Aún no me explico como sobrevivió aquella cinta de vídeo después de tanto poner "Rosalita", "War" o "Brilliant Disguise" tantas y tantas veces. De hecho Jorky aún la conserva.

Para la gestación del disco, Springsteen dedicó tres semanas de soledad en su estudio casero para grabar los bocetos de las nuevas canciones. Eso podría haber sido el embrión de un nuevo "Nebraska", pero finalmente solo tres de las canciones se incluyeron en el disco en el formato desnudo y básico de la voz y guitarra de Springsteen. El resto de canciones se fueron trabajando con la incorporación de músicos de la E Street Band y de otros músicos.

Precisamente el camino a través del túnel comienza con "Ain't got you" uno de los tres temas de las sesiones de Bruce grabando solo, y cuya austeridad choca con la línea elegante y trabajada del resto del disco. Con un ritmo típico de los temas de Bo Diddley y un Bruce con reminiscencias de Elvis Presley en los fraseos, es una auténtica declaración de intenciones de ruptura de la dinámica de super estrella a la que "Born in the USA" le había llevado: "Tengo todas las riquezas que jamás haya conocido nadie, pero lo único que me falta es que no te tengo a tí" 
 
De la soledad de esta rareza acústica y minimalista, pasamos a la explosión de una canción grande y sentida como es "Tougher than the rest". El protagonista sigue sin conseguir a la persona amada, y con cierta tristeza le presenta sus credenciales. Me imaginé mil veces declarándome a la chica que me gustaba con esta canción, "si estás preparada para el amor, yo soy más duro que los demás".

A la chica en cuestión nunca llegué a convencerla de que yo fuera más duro que los demás, y lloré por las esquinas abrazándome precisamente a una canción de ¡Europe!. Los años han pasado y ya poco importa, pero quiero achacar ese fracaso a que el mensaje de Bruce no le llegó porque no sabía inglés, de esa manera mantengo intacta mi autoestima.

Bruce sí que debió conseguirlo, o eso transmite el orden de las canciones y la temática en esta primera parte. Sin ser un disco conceptual, en estas primeras canciones hay un sentido temporal que puede percibirse en las temáticas de las canciones. El personaje pasa de estar solo en "I ain't got you" a presentar sus credenciales amorosas en "Tougher than the rest" y a disfrutar del idilio de pareja en "All that heaven will allow", balada agradable y melódica en la línea de cuidado sonido del disco.

Nada dura para siempre, y nuestra imaginaria pareja parte peras en "Spare Parts", dónde más allá de la letra se nos transmite la aridez de la situación a través de las ásperas guitarras y la voz rota de Springsteen, en un tema que recuerda al sonido rockero de sus primeros discos con la E Street Band.

Llega entonces el segundo de los temas "acústicos" que apenas fueron modificados de las sesiones iniciales: "Cautious man". Tras la ruptura, tiene sentido que vuelva la soledad y la melancolía al tono del disco. La cara A termina con "Walk like a man", hay que levantarse del golpe y caminar como un hombre, de nuevo en la línea de sonido elegante y trabajado.

"Tienes que aprender a vivir con lo que no puedes superar, si quieres seguir viajando por este túnel del amor", nos recomienda Springsteen en "Tunnel of love", el arranque de la cara B y la canción que da título al disco. Concebida como single, tiene por tanto un ritmo más alegre y llevadero que la mayoría de temas del disco, que en mi opinión transita a partir de aquí por la parte más brillante del conjunto, enganchando tres canciones brillantes sobre la dualidad del ser humano y la complejidad de las relaciones de pareja: "Two faces" (dos caras), "Brilliant Disguise" (Brillante disfraz) y "One Step up" (Un paso adelante...y dos atrás). En esta última la relación se tuerce de nuevo inevitablemente:


"Es lo mismo cada noche,

¿Quién tiene razón y quién está equivocado?
Otra pelea y yo cierro de un portazo,
Otra batalla en nuestra pequeña guerra sucia

Y cuando me miro a mi mismo no veo
Al hombre que quería ser
En algún punto del camino me salí de la vía
Atrapado dándo un paso adelante y dos atrás"



"When you're alone" (Cuando estás solo) es de nuevo la continuación lógica de los temas anteriores. Vuelta a la soledad de nuevo al final de esta cara, como si por más que lo intentara el final del camino siempre fuera el mismo, y sin embargo nunca pierde la esperanza de celebrar de nuevo el "Valentine's Day", tercera pieza en solitario y magistral manera de terminar el disco como lo empezó, transmitiendo con la sencillez instrumental la soledad y la melancolía del amor perdido.

La aguja del tocadiscos ha saltado una vez más. Eso es todo amigos. Hasta aquí la reseña de hoy.
Gracias Bruce y Jorky por tantas tardes de verano, de aquellos tiempos en que los veranos eran eternos y podías tirarte en un sofá y disfrutar de la música sin nada más que hacer. En esas tardes aprendimos que, si no podías ser más duro que los demás, siempre podías ocultarlo detrás de un brillante disfraz y continuar sonriendo, y que dar un paso adelante y dos atrás era, aunque no lo entendieramos, necesario para llegar a caminar como los adultos que ahora somos.

2 comentarios:

  1. Grande artículo, leído todo, me ha gustado mucho toda la información y el último párrafo da envidia esas tardes de verano.

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    1. Las tardes de verano siempre se nos hicieron más livianas gracias a artistas como Springsteen 👍

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