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domingo, 5 de noviembre de 2023

Charly Garcia - Yendo de la cama al living (Mes Charly Garcia)

 





Carlos Alberto García Moreno mas conocido por Charly Garcia es sin duda uno de los más reconocidos intérpretes y compositores de rock y de rock progresivo de Argentina y no ha sido fácil, su entrada en el mundo musical fue a la temprana edad de cuatro años, edad con la que ya tocaba el piano con gran habilidad hasta el punto que a los doce recibió el diploma de concertista de música clásica. Con catorce años formó su primer grupo, To Walk Spanish, en donde interpretaba versiones de The Beatles y The Rolling Stones, más tarde formó Sui Generis, junto a Nito Mestre y Carlos Piegari y editó su primer disco, Vida, que salió a la venta en 1972, pero en 1975 el grupo se disolvió. Poco después formó PorSuiGieco, grupo de efímera vida que no llegó a editar ningún disco. Y más tarde, en ese mismo año de 1975, lo intentó con otra nueva banda, La máquina de hacer pájaros, grupo que lanzó al mercado dos discos: La máquina de hacer pájaros y Películas, en los años 1976 y 1977, respectivamente. En 1978 Charly formó otra banda, Serú Girán; aunque no obtuvo con ella gran popularidad, grabó cinco discos hasta el año 1982, año en que este grupo dejó de existir y nuestro protagonista enfilo su carrera en solitario, busco a unos músicos solventes, esta vez con Andrés Calamaro a los teclados y obtuvo por fin el reconocimiento popular, sobre todo a raíz de la edición de su primer álbum en el que nos vamos a detener: Yendo de la cama al living, acababa de cumplir 30 años y no se imaginaba lo que le esperaba.


 

El disco comienza con el tema que da titulo al álbum, Yendo de la cama al living y fue un clásico instanteneo, a pesar que de primeras puede parecer un tema claustrofóbico, aislante y muy hipnotizante. Todos conocemos este himno. La carrera solista de Charly García empieza con un desperezamiento, una especie de gemido estirado sobre unas notas de bajo y una percusión programada en una máquina de ritmos Roland TR-808. En plena transición del rock progresivo hacia la new wave (de Genesis a Talking Heads), García encontró la horma de su zapato: un desafío artístico, alteró su metodología habitual, diseñó una línea de bajo y las dos notas complementarias para cerrar los acordes esenciales: SOLm7, Do7, RE7. El ritmo constante y aletargado del track destilaba el clima de asfixia y paranoia que se había vivido en Buenos Aires, pero tenía un origen doméstico. Charly había encontrado a su hijo Migue escuchando una y otra vez el comienzo de una canción de Serú Girán. Cuando cambiaba el ritmo, la rebobinaba y volvía a escuchar esa parte. “Me acerqué a preguntarle si la parte que venía no le gustaba, y me dijo que para él los temas tenían que tener sólo una parte”. Superhéroes es un tema que con reminiscencias a la música brasileña la melodía no es tan llamativa pero no decepciona esencia nostálgica sostenida por un ritmo azucarado de samba -disparado por una caja de ritmos, la prosa de García incita al movimiento en medio de un paisaje militar en plena decadencia. El tema tiene su origen a mediados de los años '70, cuando Charly formaba parte del supergrupo La Máquina de Hacer Pájaros. No bombardeen Buenos Aires, compuesto en pleno conflicto bélico entre Argentina e Inglaterra. Son 4 minutos y 3 segundos en los que, además de la letra llena de ironía y cinismo que millones de argentinos y argentinas se saben de punta a punta y un groove irresistible que invita a mover los pies (¡una canción sobre la guerra para bailar!), se escuchan tantas referencias históricas, mediáticas, políticas y culturales que sería imposible enumerarlas sin aburrir: desde escondidos chistes sobre drogas (“fumate un joint, fumate un joint, fumate un joint, mamá”) y gritos desesperados en primer plano (“¡Tengo hambre! ¡Tengo miedo! ¡Déjenme dormir!”) a menciones más o menos sutiles a la censura, a “Margarita” Thatcher y a la afición de Galtieri por la bebida; todo montado sobre infinitos riffs de teclados y fills de batería como ametralladoras a cargo de Willy Iturri, el único músico convocado por Charly para grabar con él. Tarea para el hogar: escuchar el tema con auriculares y a volumen alto. El ejercicio es fascinante. Vos también estabas verde es un hermoso tema de Charly altamente evocativo. Debería citar la letra entera para hacerle justicia pero os dejo que la es. Punto altísimo del LP. Injustamente pasado por alto por los oyentes casuales de García, misterio y soledad como elementos para otra fuga hacia delante de García colocado y un poco herido, fijaros como va aumentando la tensión y bajando hasta que explota por un momento.

 

Yo no quiero volverme tan loco iba a formar parte del quinto disco de estudio de Serú Girán, la versión original estaba más cerca de la velocidad eléctrica de "Popotitos" que como la publicó en este disco, con el ritmo desacelerado pero sin perder intensidad. Nació como un adrenalínico rock New Wave bajo el título “Pena en mi corazón”. Grito de rebeldía juvenil de Charly ante una sociedad pacata, contiene una frase genial que se volvió eslogan popular: “La alegría no es sólo brasilera”. Canción de dos por tres. Es un tema injustamente olvidado. "No tengo nada que hacer, no tengo nada que dar, tiene un solo de guitarra a cargo del más grande: Luis Alberto Spinetta, una de las piezas mas tenues y melancólicas de Yendo de la cama al living, explora temas de desilusión, nostalgia y la complejidad de las relaciones humanas. Las letras hablan de los sentimientos de vacío y insatisfacción del narrador, expresando una sensación de desorientación y falta de propósito. Peluca telefónica parece ser una crítica humorística y satírica de la comunicación moderna y las normas sociales. Las letras utilizan imágenes absurdas y sin sentido para transmitir una sensación de frustración y descontento con el estado de las cosas. En los versos, los artistas mencionan su desapego de las compañías de telecomunicaciones tradicionales y su falta de obligaciones hacia ellas. Esto podría simbolizar un deseo de libertad de las expectativas y limitaciones sociales. Inconsciente colectivo es un clásico del rock en español, una letra hermosísima y esperanzadora, una canción desfasada de su sonido primordial, melodía y letra disueltos en un estado de ánimo que conjuga el miedo y los sueños de libertad de una época. Al escuchar “Nace una flor, todos los días sale el sol”, lo primero que resuena en la mayoría es Mercedes Sosa, esa especie de voz en off de la conciencia musical argentina. La letra habla sobre el nacimiento de una flor y el sol que se eleva, y cómo de vez en cuando escuchamos una voz llena de alegría. Esta voz es como el sonido de las cigarras que residen en los aleros de nuestras mentes. Sin embargo, la canción continúa diciendo que también hay un transformador que destruye lo mejor de nosotros y pide más y más hasta que llegamos a un punto en el que no podemos soportarlo más.

En comparación con su obra previa, el Charly solista ostentaba un sonido “más racional, no tan cargado de cosas, donde los silencios funcionaban también como notas musicales”, este gran comienzo de discografía va a tener una trilogía de discos que son de los mejores que escuche (Yendo de la cama, Clics y Piano Bar). Es un álbum que todos deberíamos escuchar por lo menos una vez y apreciarlo. Una portada representativa y el comienzo del mito Charly Garcia, lo recomendaría a todo el mundo.

viernes, 27 de octubre de 2023

El disco de la semana 350: New Gold Dream (81–82–83–84) - Simple Minds

 


Simple Minds es conocido por muchos por ser los autores de la canción en The Breakfast Club", consideramos “Don't You Forget About Me” es su canción más tocada en vivo, han tenido otros éxitos, sí, pero cuando se menciona Simple Minds en una conversación (lo que imagino que rara vez ocurre hoy en día), esa es la canción que a casi todo el mundo se le viene a la mente. Pero asa canción… no está en este álbum, ni en ningún otro álbum, la canción fue escrita pero aún no había sido grabada para The Breakfast Club por un productor llamado Keith Forsey, un fan de la banda, quien la presentó a los ejecutivos discográficos como una demostración, tenía en la cabeza que Simple Minds serían los más adecuados para grabar la canción, ya que la había escrito pensando en ellos. Dijeron que no por dos razones, solo querían grabar su propio material, y la otra era que no habían logrado ingresar al mainstream estadounidense y tenían dudas de que la canción fuera la que rompiera esa maldición. Tras ofrecerla a otros grupos y rechazarla, Simple Minds finalmente aceptó grabarla. Predijeron que sería simplemente una “canción desechable en la banda sonora de una película olvidable”, pero la historia muestra que no podrían haber estado más equivocados. Asi que no os asusteis, ni este éxito está en “New Gold Dream” y ninguna de las canciones del album suena similar a ella, os vamos a presentar 9 canciones, la mayoría de las cuales tienen sus propios encantos especiales, pero no tiene nada que ver con “Don't You Forget About Me”.


Lo primero que destaca en el disco son las texturas que están extremadamente cuidadas, cada nota parece puesta con una delicadeza exquisita, uno de esos raros casos en los que todo encaja, pero es que además es un disco pop lleno de estribillos inolvidables realizados por una producción y sonido de enorme meticulosidad y perfeccionismo y que al mismo tiempo resulta natural. La carrera incial de Simple Minds sonaba emocionalmente distante, y de pronto cse transformaron en rock y apareció el factor de fanfarronería vacía. New Gold Dream los encuentra en transición de una fase de su carrera a la siguiente, quizás combina los mejores elementos de ambas fases, también combina ambos aspectos negativos.

 

El álbum se abre con “Someone Somewhere in Summertime”, el mejor tema del grupo y uno de los mejores temas de synthpop de toda la década, hay una oscuridad subyacente que impregna toda la pista, y ese coro de cuatro palabras es simple pero también extrañamente catártico. Fue el tercer sencillo del álbum, pero como tema inicial fue el vehículo perfecto para anunciar el futuro más melódico y menos experimental de la banda, y desde el principio deja claro el mensaje: se trata de melodías pegadizas, líneas de fondo insistentes, fondos fascinantes, las majestuosas letras de Kerr y fragmentos de influencias de una gran variedad de fuentes, todo ello forjando un nuevo sonido y un futuro instantáneo, claramente fue un mensaje directo: Esto es Simple Minds, aquí estamos, no te olvides de nosotros. 

La segunda canción que encontramos es “Colours Fly and Catherine Wheel”, que está dominado por una línea de bajo que se te quedará en la cabeza durante días. No hay mucho en la canción estructuralmente, ya que el 'estribillo' es breve, puede sonar un poco repetitivo para oídos nuevos, quizás puedes encontrate de regreso a un sonido anterior de Minds, con partes de bajo completamente serpenteantes, efectos incidentales, guitarras procesadas y la voz cambiante de Kerr que te balancea entre Roxy Music y Ultravox. “Promised You a Miracle” es una pista bailable con el mejor trabajo de sintetizador hasta ahora en el disco, y una de las dos únicas canciones del disco que se abre inmediatamente con su estribillo, atentos a la guitarra solista y palmas falsas con eco a mitad de la canción, así como la batería en el último minuto de la canción antes del desvanecimiento. En el momento en que grabaron la canción, la banda estaba muy endeudada y necesitaba algo parecido a un milagro que los sacara de allí y alguna de sus canciones llegara a alguna lista de éxitos, lo consiguieron con esta canción que no solo les daría ese éxito, sino que les brindaría una nueva dirección y el comienzo de una racha récord de éxitos en las listas. La promesa y el milagro ciertamente se cumplieron. “Big Sleep” es un tema bastante flojito, pero encontramos todos los elementos están aquí para el futuro de Simple Minds. Con grandes riffs de sintetizador, un arreglo en evolución y momentos de manos en el aire, Big Sleep está casi diseñado como un futuro favorito en los estadios y el vehículo perfecto para el nuevo estilo vocal de Kerr que sonaría en los principales lugares durante el próximo año. cuatro décadas aproximadamente. “Somebody Up There Likes You” es completamente instrumental, pero de todos modos es una pieza maravillosa, me encanta la sensación de inmensidad que evoca la pista, como si estuviera presenciando una vista de pájaro de las llanuras del oeste de África mientras me deslizo sin ninguna preocupación en el mundo. Ni siquiera sé si esa descripción encaja, pero sonaba precisa en mi cabeza.

 

A continuación viene la canción principal “New Gold Dream (81-82-83-84)” que domina todo absolutamente, al igual que la segunda pista, esta establece un ritmo y se apega a él, excepto que esta es mucho más dinámica e impulsa la canción hacia adelante sin mirar atrás. Para mí, esta es la música de mayor éxito, y encuentro que la entrega del título del álbum es una fuente de hilaridad involuntaria. Simplemente escuche la forma en que Jim Kerr grita “OCHENTA Y UNO, OCHENTA Y DOS, OCHENTA Y TRES, OCHENTAAAA Y CUATRO”. Realmente no tengo más remedio que sentarme y aplaudir la pasión de este hombre por los números, tiene algunos de los mejores riffs y ritmos más importantes: casi se puede ver al productor Peter Walsh dirigiendo a los dos bateristas, por lo estridente que es la sección rítmica, Pero es una pieza memorable de Simple Minds unos 40 años después. Bandas como Utah Saints y USURA produjeron versiones del tema con las principales melodías y letras muestreadas o reinterpretadas. Después viene “Hunter and the Hunted”, una canción de la que probablemente no diría mucho si no hubiera sabido que el breve solo de teclado lo toca Herbie Hancock, mantiene el mismo sonido que el resto del álbum, pero es posiblemente la canción más olvidable de New Gold Dream , ¡casi un pastiche del nuevo sonido incluso antes de que se establezca como el nuevo sonido!. Finaliza el álbum con “King is White and in the Crowd” no es un buen cierre de álbum en parte debido a que es demasiado largo, siete minutos. Y unque el álbum no termina tan bien como comenzó, sería un error decir que “New Gold Dream” termina mal. Abre con ritmos electrónicos similares a los que abren la canción principal, pero no alcanza la misma altura, quizás porque posee un ritmo más lento y una sensación bastante sensiblera, pero no importa: se han escalado las cimas, el nuevo plan está firmemente en marcha y Simple Minds          tienen un sonido que conquistará el mundo. Estados Unidos llama y el sonido está preparado.

 

"New Gold Dream (81-82-83-84)" es el disco referente de Simple Minds, la banda más famosa de Escocia del período New Wave. Parafraseando a una frase que encontré en una revista de crítica musical, dijo que éste álbum fue "cima y sima" del grupo, fue su pico creativo, pero también el inicio de su declive en cuanto a producción de LP's(aunque seguirían sacando singles brillantes)

jueves, 22 de diciembre de 2022

Green Day - 21st Century Breakdown #MesGreenDay



Tras la intensa ópera punk rock de American Idiot (2004), Green Day pusieron toda la carne en el asador para su "continuación". Su siguiente disco, tras tomar oxígeno con el rock and roll urgente de su proyecto paralelo "Foxboro Hot Tubs""21st Century Breakdown" (2009) volvía a incidir en el aspecto conceptual y socio-político en las letras, y en darle de nuevo al conjunto una atmósfera de ópera rock basada en una estructura de tres "actos" y 18 temas dónde la intensidad y los cambios de ritmo volvían a ser los ingredientes predominantes. El hilo narrativo se basa en la historia de una pareja formada por Christian y Gloria, una especie de Romeo y Julieta del siglo XXI, en el marco sociopolítico del desencanto por la política de la administración Bush.

El objetivo era llevar la propuesta de American Idiot un paso más allá, y esa ambición se nota tanto en la variedad de estilos que salpican el disco, como en la instrumentación y los arreglos de los temas. Si American Idiot era básicamente punk rock de guitarra, bajo y batería con algún toque de teclados y  cierto aire de marcha militar en las piezas principales, 21st Century Breakdown es un gran collage de influencias que incluyen a Beatles, Clash, Ramones y Who, entre otros, y en el que incluyen mucha más variedad de instrumentos, con un mayor peso de piano y coros en buena parte de los temas.


PRIMER ACTO

El aire conceptual del disco se manifiesta ya desde el arranque, Song of the Century es apenas una intro a capella y con un efecto sonoro que simula que el sonido viniera de una radio antigua, dando paso a los acordes de teclado del comienzo de 21st Century Breakdown, canción titular y una de las canciones que más emparentan con la estructura musical de largas odas con efectivos cambios de ritmo de American Idiot. Es, sin duda, uno de los momentos más destacados del álbum, a la altura de lo mejor de su predecesor.

El ritmo no decae con Know your enemy, efectivo, contundente y pegadizo single con todas las credenciales típicas de la banda, y con ¡Viva la Gloria!, balada de piano y arreglos de cuerdas con la que presentan al personaje de Gloria. Hacia la mitad del tema, y tras un breve silencio, la canción muta en una nueva descarga marca de la casa, fórmula que repiten en Before the lobotomy, en esta ocasión con una intro melódica basada en una letanía acústica que no engaña a nadie, porque al escucharla sabes que va a explotar en algún momento, y lo hace tras (de nuevo) un breve silencio que es la antesala de un riff pesado y de una buena canción de complemento con influencias de The Who. Como contrapunto, Cristian's Inferno arranca muy punk, para derivar después en un estribillo para gritar en estadios, y es la intensa descarga de adrenalina que sirve de carta de presentación de Christian, a ritmo de Stooges o Ramones.
 
Tras dos temas correctos pero que carecen de la magia de los primeros, o de los de American Idiot, el primer acto cierra con Last night on Earth, una agradable y profunda balada con ciertas reminiscencias a Boulevard of Broken Dreams y al sonido de The Beatles. En conjunto, el primer acto podría ser calificado de notable, y hasta ese momento deja la sensación de estar saboreando un gran disco. Y no es que el segundo, o el tercero, sean malos, ni muchos menos, pero el disco da la sensación de ser excesivamente largo.


SEGUNDO ACTO

El segundo acto tiene la misma estructura que el primero, empezando por un tema efectivo y cambiante (East Jesus Nowhere) de cierto aire glam, reforzado después por un tema sorprendentemente refrescante y arriesgado (Peacemaker) en el que juegan con una melodía árabe y una energizante percusión, para después entregar tanto temas positivos y comerciales al estilo de bandas como Weezer (Last of the American girls), como intensos y acelerados trallazos de punk-pop (Murder City) que mejoran incluso a algunas canciones del final del primer acto.

A la altura de ¿Viva la Gloria? (Little Girl), la enésima canción de intro melódica que acaba tornando en rítmica y con pegadizo estribillo, y pese a su curioso e inesperado piano cabaretero, empieza a notarse cierta repetición de esquemas. Tan gemelos son los dos primeros actos, que el segundo termina de nuevo con una intensa balada épica con la que cerrar en lo más alto, y aún mejor, porque Restless Heart Syndrome es uno de los momentos álgidos del disco, en un lujoso despliegue de piano y arreglos de cuerdas, que hacen un impresionante acompañamiento a la banda y a la voz de Billie Joe Armstrong, que se atreve incluso con el falsete en algunos tramos.  


TERCER ACTO

En conjunto el notable se mantiene, y a estas alturas solo podemos achacarle a 21st Century Breakdown que la moraleja de la historia de Christian y Gloria no es otra que "el que mucho abarca poco aprieta".  A estas alturas, y con otro acto por delante, la propuesta se antoja excesiva, y ni las afiladas guitarras de garaje de Horseshoes and grenades pueden ya cambiar esa sensación en la escucha. The static age es un chorro de aire fresco entre tanta épica, y 21 guns es otro buen single marca de la casa, que vuelve a mostrar parecidos o reminiscencias del Boulevard of broken dreams que tanto éxito les dio en American Idiot, y probablemente habría sido un buen final de acto y de disco.

Sin embargo, cierran con una de esas canciones largas y cambiantes, que podrían recordarnos a American Idiot, pero American Eulogy es una larga e innecesaria amalgama de dos canciones power pop, tras un guiño a la canción de arranque (Song of the Century) en el primer tramo que resulta también innecesario, teniendo en cuenta que el último tema (See the light) es también una canción construida con el ritmo de teclado de Song of the Century, haciendo la función de "final que vuelve al principio" tan típica de los buenos discos conceptuales. Y ese quizá sea el mayor pecado de un disco que lleva por nombre "Desglose del siglo XXI": No haber sabido sintetizar mejor la propuesta de su segunda gran ópera punk rock, guardándose algunas canciones menores para otros proyectos, para hacer este desglose histórico y conceptual algo más llevadero. Una acertada selección de doce de las dieciocho canciones del disco, quitando un par de temas de cada acto, habría llegado incluso al sobresaliente, pero se quedó en un disco notable que, con los años, no ha podido quitarse de encima la pesada etiqueta de "proyecto fallido" o que no cumplió del todo con las expectativas que había generado, por no haber tenido en cuenta que, en la era del consumo digital rápido e inmediato, "lo bueno, si es breve, es dos veces bueno".

viernes, 13 de mayo de 2022

El disco de la semana 275: Twelve Nudes - Ezra Furman



Con el sugerente título de Twelve Nudes ("Doce desnudos"), tomado de las meditaciones de Anne Carson sobre "el intenso dolor con el que lidiamos a lo largo de la vida", llega al blog de 7dias7notas el quinto álbum de estudio de Ezra Furman, publicado en 2019 en el sello Bella Union. Furman se inspiró en la obra de Carson, y en la ira que le producían las decisiones que la administración estadounidense tomaba sobre temas de identidad transgénero y del colectivo LGTBI.

Esa ira es más que evidente en el registro vocal de Furman en temas como Calm Down aka I Should Not Be Alone, en el que su voz se desgarra a ritmo de afiladas guitarras de rock garajero, todo ello salteado con unos coros "Uhh-Uhh" que recuerdan al Simpathy for the devil de los Rolling Stones. No menos intensa es Evening Prayer aka Justice, brillante tema de glam rock con todo lo necesario para convertirse en un himno. Furman echa entonces el freno por un instante, y su voz cambia a registros más suaves en la melancólica y existencial Transition from Nowhere to Nowhere. No es solo un momento de calma, es también una de las mejores canciones del disco, al nivel de cualquiera de las dos anteriores.

Más insustancial resulta Rated R Crusaders, en la que las guitarras y la voz se acercan a terrenos de punk rock, mientras que Trauma es todo lo contrario a lo que su título indica, y se disfruta plenamente de su escucha sin riesgo alguno de padecer dolencia alguna. En cualquier caso, y para prevenir cualquier situación inesperada, contamos inmediatamente después con un Thermometer que sigue manteniendo el mercurio del disco en los niveles más altos, preparándonos para un nuevo giro musical en I wanna be yout girlfriend, delicada balada clásica de rock and roll que de nuevo supone uno de los picos creativos e interpretativos del disco.

Tras un tema tan redondo como el anterior, el escaso minuto de punk acelerado y ruidoso de Blown es en los "doce desnudos" de Furman como ese inoportuno sujetador cuyo cierre se atasca en el peor momento, rompiendo la atmósfera y el hechizo que se estaba creando con la hasta entonces acertada combinación de efectivas y urgentes canciones de garaje, glam, punk y rock. Tras ese pequeño traspiés, Furman retoma la omnipresente ira del disco, justificada en este caso por un intenso dolor  muelas (My Teeth Hurt).

El dolor de muelas (que no de oídos) se nos olvida rápidamente al escuchar ese gran tema de pop rock que lleva por título In America, y que es sin duda otro de los grandes momentos del disco, antes de cerrar con buen sabor de boca y actitud rockera con What Can You Do But Rock 'n' Roll (Qué puedes hacer salvo tocar rock and roll). No es poca cosa, y el rock and roll puede ser tan poderoso e impactante como doce desnudos delante de los que toman decisiones contra las libertades y los derechos fundamentales.

viernes, 24 de diciembre de 2021

Disco de la semana 255: This is the life - Amy Macdonald


This is the Life (2007) es el título del primer disco de Amy Macdonald, joven cantante escocesa que, seguramente, no esperaba el éxito que consiguió con aquel puñado de buenas canciones, con el que dio el primer paso en firme de lo que hoy es una carrera más que reconocida y solvente. El disco llegó a lo más alto de las listas de Reino Unido y de media Europa, pero curiosamente en España no logró una gran repercusión. Desconozco el número exacto de ventas que obtuvo el álbum en España, pero puedo presumir de ser uno de esos pocos "afortunados" que descubrieron "Esto es la vida" y dejaron que fuera una parte importante de la suya propia.

En mi caso, el descubrimiento fue completamente casual, y me cuesta reconocer que escuché la canción que le da título, en el hilo musical de una cadena de ropa de un centro comercial. El destino es caprichoso, y lo que en principio fue para mí una concesión a regañadientes para contentar a mi chica, se convirtió en la grata experiencia de escuchar a alguien que me sorprendió por la frescura de la combinación de un ritmo acelerado y un cierto toque folk, con un estribillo intenso y pegadizo y una característica voz alejada de los estándares ñoños que habría esperado escuchar entre vestidos veraniegos y chaquetas de entretiempo.

A ella le encantó al instante, y a mí me despertó una más que razonable curiosidad, así que sin que ella se percatara saqué el móvil del bolsillo y dejé que el Shazam hiciera su impagable trabajo en la sombra. Se llamaba Amy, su apellido era Macdonald, y apenas acababa de cumplir veinte años. Su disco de debut se convirtió, pocos días después, en un perfecto regalo sorpresa, que escuchamos por primera vez en un viaje en coche. Desde las primeras notas de Mr Rock & Roll supe que había dado en la diana, pero ella no dio un respingo en el asiento del conductor hasta el siguiente tema, cuando reconoció en This is the Life esa canción perfecta que le había embrujado en aquella tienda.

Canciones intensas y cargadas de venenosa inquina como Poison Prince, o más solemnes e introspectivas como Youth of Today, sobre la pérdida de la inocencia de su generación al enfrentarse a la realidad de la vida, pero todas ellas con el denominador común de haber sido concebidas en los ratos en los que le tomaba prestada la guitarra a su padre. En el coche, fueron sonando temas como Run o Let's start a band, sobre adolescentes que planean formar un grupo y sueñan con llegar un día a tocar en Glastonbury, y entre todos fueron convirtiendo nuestro viaje en una experiencia inolvidable, en la que disfrutamos juntos de esa poción mágica que parece aplicar a sus canciones, que combinan un toque justo de aroma comercial con una instrumentación y una madurez más propias de artistas con mayor experiencia y muchas más velas sopladas.

Y quizá ese sea el único "pero" que le pondría al disco, el no haberse atrevido a salirse del camino y haberse desmadrado instrumentalmente en alguno de los temas. Siguiendo esa combinación exacta y prudente de canción corta y trabajada al punto exacto para triunfar en la radio, Barrowland Ballroom brilla como las anteriores, pero a la altura de L.A el disco empieza a notar el desgaste y a dar signos de agotamiento de la fórmula.

A Wish for Something More levanta el vuelo con su evidente positivismo, y Footballer's Wife parece atisbar una mayor militancia crítica en futuras letras, pero en este caso el tema (la superficialidad de las mujeres de los futbolistas) resulta poco interesante y no deja para la historia un final a la altura de este disco, que desde entonces ha sido parte de la banda sonora de todos y cada uno de nuestros viajes largos en coche. Al principio fuimos dos, y luego fuimos creciendo hasta ser cuatro, y en ese crecimiento fueron cambiando también los discos que escuchábamos, pero siempre hay un ratito reservado a This is the Life. No es un disco perfecto, ni lo tiene que ser. Esto es la vida, ni más ni menos.

miércoles, 28 de abril de 2021

Prince - Diamonds and pearls (Mes Prince)

 




Diamonds and Pearls, como prácticamente todos los álbumes de rap de mediados de los 80 y principios de los 90 que lo inspiraron, es más largo de lo necesario (es difícil imaginar que alguien pueda justificar la inclusión de "Jughead" y "Push"). Pero también es uno de los últimos álbumes de Prince en generar múltiples sencillos exitosos, mientras que aún contiene pistas que podrían haberse sumado a ese número si hubieran tenido la oportunidad ("Daddy Pop" al menos probablemente hubiera tenido mejores resultados en las listas de éxitos que "Insatiable” lo hizo). No es del todo el mejor álbum de Prince de los años 90 (ese título es para Love Symbol, aún más largo, loco y diverso, lanzado un año después), pero era una señal importante de que Prince estaba dispuesto a abrazar los sonidos contemporáneos, o cercanos a los contemporáneos, para mantenerse visible, y que aún podía escribir canciones que merecen la atención que lo llamaron. 

Thunder es el comienzo del álbum, momento para mezclar una vez más la espiritualidad y la sexualidad, tiene una apertura deslumbrante y una línea de sitar interesante, las letras religiosas y me gusta que las abandone en favor de una sección más larga que no es realmente improvisada (con más guitarra) para la última mitad de la canción. La canción incorpora además algunos sonidos extraños de guitarras, también es muy interesante el juego de coros que podemos encontrar. Un ritmo pesado con acentos de órgano proporciona la base para Daddy Pop, y se convierte en una canción de banda, donde todos tienen su momento para expresar lo que tienen dentro, ayuda a eso todos los ecos y voces que van respaldando la canción mientras Prince y Rosie Gaines llevan la batuta vocal. Aparece al final de la canción Tony M y la verdad que lleva el tema a la mediocridad, demasiado escuchado. Diamonds and Pearls era la elegida para poder poner un single en las listas de éxitos y arrasar, mucho más cerca del pop que se realizaba en aquella época que de las gloriosas canciones que nos regalaba Prince llena de matices y música que te entra por todos los sitios, aquí nos deja simplemente una melodía agradablemente pegadiza y una Rosie Gaines en estado de gracia, pero me gusta más el Prince desmelenado.  Cream fue la canción que amaban absolutamente todos los que no habían buceado aun en la discografía de Prince, de nuevo tenemos una melodía pegadiza y un ritmo muy molón, pero no llega a caer en la ñoñería de la anterior y se permite meter algunos toques musicales que nos recuerdan de quien estamos escuchando el álbum. De hecho el objetivo se cumplió, ya que consiguió llegar al número 1 de las listas con ese ritmo informal y nervioso mientras canta de manera suave y entrecortada, al borde del susurro. 



Strolling es una especie de musical con aires de jazz, pero con un sonido agradable bastante interesante. No es una canción que vaya a matar, para muchos les parecerá una cosilla sin ninguna importancia, para los más fanáticos puede ser una forma más de innovación del maestro, yo me quedo a medio camino, no me parece la joya que es para muchos, pero tampoco una cosa soporífera. Willing and Able es una especie de R&B, con acentos gospel, donde destaca una agradable guitarra acústica. La cabezonería de Prince por meter el hip-hop de todas las maneras posibles lastran el último minuto cuando encontramos de nuevo al rapero Tony M estropeando algo que iba lo suficientemente bien. Gett Off es Prince en su momento más cachondo, y quizás lo mejor del álbum, vuelven esos gritos de placer que tanto había usado en su primera época en temas como Dirty Mind o Darling Nikki pero no es solo ese aspecto, también encuentro algo misterioso según vas escuchando el tema, envuelve tu mente… me flipa. Con Walk Don't Walk consigue descolocarme del todo, vengo del universo Gett Off y me encuentro esas voces femeninas entre el doo-wap y el rap y no me atrae nada, un pinchazo. Jughead no lo arregla y parece que opta claramente a la peor canción del disco y yo diría que está justificado. Después de abrir con un atractivo tarareo de Rosie Gaines, obtenemos un número completo de hip-hop de Tony M que se hace bola. ¿Pero quién es este Tony M?... vamos a desenmascarar al asesino, Anthony Mosley fue un bailarín de respaldo que en un momento dado fue incitado a rapear en algunas canciones, no se cómo se encoñaria el maestro con él que le llevo a un protagonismo poco merecido en este álbum.



Money Don't Matter 2Night es una suave balada soul, un momento de tranquilidad y bienestar dentro de la tormenta que hemos sufrido anteriormente. A destacar la suave y modulada voz que Prince nos regala que le da un aspecto de narrador místico. El mensaje del coro de que el dinero no importa puede parecer que compite con la vida de lujo representada por los diamantes y perlas del disco, hasta que nos damos cuenta que el lujo aquí es un estilo, un estado de ánimo. Con Push volvemos a entrar en el lado dance-funk que está centrado el álbum, supera otras muchas canciones parecida por el gran falsete que nos regala la voz de Prince, aquí encontramos a toda la banda dejándolo todo, pero sin llegar ni siquiera a la mitad de lo que llega el maestro. Insatiable es la típica balada de Prince que nos ponemos para estar haciendo el amor hasta altas horas de la madrugada, es la Scandalous de Batman o el Slow Love de Sign of times. Live 4 Love es la culminación al exceso del que hemos disfrutado en el disco, 7 minutos de exhibiciones, pero él propio Prince se reserva el último minuto y medio para mediante su compañera eterna en forma de guitarra nos despide con un numero de una gran altura, que casi roza la excelencia.

domingo, 25 de abril de 2021

Prince - Graffiti Bridge (Mes Prince)



Con la seguridad de un maestro, Prince ha reafirmado su reputación como uno de los innovadores más brillantes del pop con su nuevo álbum, "Graffiti Bridge". Utópico, desafiante, expresando un compromiso recientemente decidido con el cambio social y lidiando de nuevo con la dicotomía entre los deseos terrenales y la espiritualidad, Prince cubre un terreno temático impresionante además de divertirse seriamente. Y mientras tanto, profundiza desde su característico ritmo estrecho y funk-rock profundamente en las raíces musicales negras. La década de 1980 había sido una década increíble para Prince. Comenzó la década como un prodigio misterioso justo a punto de lograr un éxito disco crossover y luego procedió a lanzar una serie de álbumes que obtuvieron éxito tanto de crítica como comercial y lanzaron o impulsaron las carreras de varios otros artistas. Fue una de las décadas más creativas y prolíficas que jamás haya producido ningún músico. ¿Qué le depararía la década de 1990 a Prince? Pues a principios de la década de 1990, la estrella de Prince se estaba desvaneciendo. A pesar del aumento (temporal) de las ventas debido sobre todo a la banda sonora de Batman, la prensa se cebo con él. Así se metió en proyecto mayúsculo que estaba seguro que iba a reportarle una resurrección a nivel mundial, la fecha señalada en el calendario era el 21 de agosto de 1990, el duodécimo álbum de estudio de Prince iba a ser lanzado en los Estados Unidos, previamente y a modo de aperitivo, el 23 de julio de 1990 el primer sencillo del álbum, Thieves In The Temple, salió a la venta como adelanto de un trabajo que se iba a componer de 17 canciones y una película el órdago estaba sobre la mesa.

Arranca el album con Can't Stop This Feeling I Got una canción que se grabo por primera vez en 1981, y fue regrabada en 1986 con The Revolution, una gran canción, quizás una de las mas optimistas de su carrera hasta ese momento que conecta sin fisuras con su siguiente tema New Power Generation que evoluciona hacia una nueva generación de energía, una gran canción funky, "Dejen su arma original / Vengan y únanse a nosotros en el suelo / Hacer el amor y la música son las únicas cosas que vale la pena luchar", esencialmente declarando el amor y los elementos musicales de una fe que busca reescribir reglas corruptas, con Prince presentando de manera audaz su nueva banda al mundo. Una melodía fina, esta es una de las mejores canciones que se aleja de las críticas de este álbum. Release It es la primera canción del álbum que no es interpretada principalmente por Prince, sino por The Time otra canción funky que se construye rítmicamente en torno a una muestra de Squib Cakes de Tower Of Power. Canción gloriosa, originalmente destinada al álbum Corporate World de The Time que tomo un lugar en el disco de Prince dándole un valor añadido, los motivos un bucle de batería rápido (piense en Eric B. y Rakim) con un pequeño bajo debajo y Morris Day hablando por encima, no es nada que te sorprenda, pero Day es lo suficientemente entretenido como para que la canción valga la pena y que da paso a The Question Of U, una canción bellísima con una hermosa melodía, originalmente estructurada y con una letra conmovedora, casi frágil. Un blues lento al que se le da un brillo tecnológico y contemporáneo, con unos increíbles solos de guitarra de blues rock de Prince y trabajo de teclado como un clavicémbalo. 

Elephants & Flowers es de octubre de 1988 y se hizo un trabajo adicional antes de terminar en este álbum. Una buena canción, sin conseguir ir mas alla, una canción que, si bien puede atraer a la gente, se vuelve demasiado sermoneadora. Eso no quiere decir que sea una mala canción, ya que ciertamente no lo es, pero es un poco ligera en comparación con la pista anterior. Round And Round es una canción innecesaria e indescriptible cantada por Tevin Campbell, lo que hace que la canción sea la verdadera desviación sonora del álbum, es quizas el primer gran batacazo del album, te corta el rollo Prince y parece que esta un aprendiz queriendo imitarle, un motivo para que te venga a la cabeza lo que hubiera sido el disco con menos canciones y eliminando este tipo de ladrillos. We Can Funk se grabó por primera vez a finales de 1982 como We Can Fuck. Después de que Prince modificara la grabación según sus deseos, invitó a George Clinton a hacer sobregrabaciones de la canción. La voz de Prince realmente se destaca, especialmente hacia el final cuando se desata por completo con una voz apasionada. La batería suena fuerte, el sonido valiente de la guitarra le da una calidad y un toque a Medio Oriente (en línea con algunos de sus otros trabajos), y la disposición de las múltiples voces contribuye mucho a hacerlo. sonando como una auténtica pista de P-Funk. Llegamos a Joy In Repetition, la más rara de todas las bellezas, proporciona una atmósfera relajante para que Prince cuente uno de sus muchos cuentos imaginativos, la historia de un visitante a un club (nocturno) donde una mujer está interpretando una canción (el ya mencionado Soul Psychodelicide), que tiene una duración de un año; ella ha estado tocándola durante meses. A las 01:10 minutos de la canción se pronuncia la siguiente letra. La forma en que estas palabras se entrelazan en la canción es pura genialidad, dándole un enfoque poético. Esta pista también cuenta con un solo de guitarra (a partir del minuto 3), que es aclamado por muchos fans como uno de sus mejores. 

Love Machine es una canción interpretada por The Time, que originalmente era un dúo con Jill Jones, pero su voz fue reemplazada por la de Elisa Fiorillo. Una canción sexualmente explícita con un gran ritmo de batería. Tick, Tick, Bang fue originalmente una canción de rockabilly de 1981. Fue regrabada en 1989 con una muestra de la pista de batería de Jimi Hendrix ' Little Miss Lover ' (usando una fuente inferior). El original es genial, pero la versión que terminó en el álbum es mala, muy mala para ser exactos ... ritmo abrasivo del hip hop que no encaja para nada con la canción. A continuación la tercera canción de The Time titulada Shake! , una canción pop bastante suave dando resultado a una canción lejos del nivel de Prince, pero se lo pasamos por alto porque llega otra joya, Thieves In The Temple, tambores fuertes, gran melodía y un príncipe apasionado que suena enojado y herido. La canción contiene una muestra de armónica de I Can't Stand It de The Chambers Brothers, una canción pop fantásticamente elaborada con una de las metáforas más ingeniosas de Prince, escucha la forma en que dice "tú y yo podríamos haber sido una obra de arte". Bailable y con evidente gancho, lo cierto es que fue el único éxito del álbum. La canción fue la última en ser grabada para el álbum, el 11 de febrero de 1990.

The Latest Fashion es la cuarta canción de The Time en el álbum, a dúo con Prince, una melodía humorística y repetitiva de The Time que sirve de relleno. En el álbum Pandemonium de The Time, que fue lanzado en el mismo año que Graffiti Bridge, la canción fue lanzada con diferentes letras y titulada My Summertime Thang. Melody Cool se grabó por primera vez el 9 de julio de 1987, lo que indica que Prince tenía la idea del personaje (interpretado por Mavis Staples en la película) incluso entonces. Alrededor de 1989/1990 se agregaron a la canción las voces de Mavis Staples. Una deliciosa canción pop que me encanta escuchar, una pista bastante buena, lástima que no veamos más de Mavis Staples en el álbum. Still Would Stand All Time fue grabada en octubre de 1988 y se convirtió en una especie de canción gospel. La canción es genial y sigue construyéndose y construyéndose hacia un clímax impresionante. Graffiti Bridge, la canción principal, que suele ser la canción más fuerte de cualquier álbum de Prince, es una canción horrorosa, no lo vamos a negar..."Todo el mundo quiere encontrar un puente de graffiti, algo en lo que creer, una razón para creer que hay un cielo arriba", pero tío esto ya nos lo habías contado de forma magistral en "The Ladder" y de manera mucho mas solemne, no con tanta estridencia y sonidos que te sacan del tema. En resumen, una canción musical, que se queda en mitad de todos los sitios y no llega a ningún lado, grabada originalmente en 1987. El álbum se cierra con una repetición de la segunda canción del álbum, New Power Generation (Pt. II) . No aporta mucho, pero me gusta de todos modos (y sí, no me importa tanto rapear también).



viernes, 23 de abril de 2021

Disco de la semana 222: Lovesexy - Prince (Mes Prince)


Lovesexy nace de las cenizas del Black Album, quemado en la hoguera por su propio creador. Corren mil teorías sobre las razones que le llevaron a cancelar la publicación de ese disco, y a preparar un disco nuevo en tan solo 7 semanas. Una de ellas habla de un encuentro en un club nocturno de Minneapolis con la cantautora y aspirante a cantante Ingrid Chávez, que planteó al músico que abandonara la negatividad en su música, y la abriera a mensajes más espirituales y positivos. Prince aceptó el reto y se puso manos a la obra, embarcando además a su nueva musa dentro de su séquito de colaboradores cercanos y de su banda de acompañamiento, inicialmente bajo el sobrenombre de "The Spirit Child" (La chica espiritual).

El resultado es un disco conceptual,  en el que todas las canciones giran (y muchas mencionan) en torno a un sentimiento nuevo llamado "Lovesexy", mencionado en muchos de los temas, y descrito como lo que se siente al estar enamorado, pero no de un hombre o una mujer, sino del más allá. El hecho de ser creado en poco tiempo, y con un hilo conceptual claro uniendo las canciones del proyecto, hace de este disco el más unitario de la carrera de Prince, y el que incluye menos "visitas" a la "bóveda" a repescar canciones escritas previamente. El concepto único del disco, provocó también la excéntrica decisión de publicar el disco con un solo corte, sin posibilidad de escuchar las canciones por separado.

En el mismo año de su publicación (1988), yo acababa de descubrir a Prince con Sign of the Times (1987), y aunque el signo de los tiempos era (y sería finalmente) su cumbre creativa, y Lovesexy un disco bastante más incomprendido por la crítica del momento, en aquel momento el impacto que me produjo la escucha de éste último fue mucho mayor. Nadie hacía discos tan buenos como Sign of the Times en aquella época, pero yo nunca había escuchado un disco como Lovesexy hasta ese momento. Para mí es inevitable, para comentar un disco así, no pensar en la primera vez que lo escuché, en mitad de las semanas de exámenes en el instituto. Un compañero de clase me lo grabó en cassette, y lo puse de fondo mientras estudiaba para un examen.

Ya desde la relajante intro de Eye no, en la que la propia Ingrid Chávez recita suavemente que "Todo el mundo sabe... que cuando el amor te llama, tienes que acudir", supe que no podría resistir la llamada de Prince, invitándome a escuchar aquel disco hasta el final. Eye no es el único tema en el que la banda al completo toca en el disco, siendo el resto de temas interpretados en su mayor parte por Prince, salvo puntuales colaboraciones al saxo (Eric Leeds), percusión (Sheila E), teclados (Dr. Fink) y voces (Boni Boyer, Cat, Sheila E). Todo el disco es un gran viaje desde la negatividad, desde los coros que repiten "No" sin cesar en este tema, hasta llegar a la positividad como punto de destino, reflejada en la suave voz femenina que repetirá "Si" constantemente en Positivity (perdón por el spoiler), el tema con el que cierra el disco. Este primer tema se construyó a partir de partes de un tema antiguo (The Ball), en lo que sería la única excursión a la "bóveda" de todo el disco.

Alphabet St es el tema con el que empezó todo. La canción que, tras ver los apenas tres minutos del vídeo promocional, con el "Thunderbird del 66 o 67, tan glam que resulta ridículo"  atravesando un universo de letras de colores ("pon las letras correctas juntas, y haz un día mejor"), me hizo insistir hasta la saciedad a mi compañero para que se acordara de grabarme el disco, y que lo hiciera mucho antes incluso de pasarme los apuntes de alguna asignatura, de cuyo nombre no quiero acordarme. Prefiero hacerlo de la sensación de satisfacción y sorpresa, al comprobar que, al contrario que en discos anteriores, en los que las versiones largas de las canciones aparecían en los maxisingles, el viaje de Alphabet St se prolongaba en Lovesexy hasta los siete minutos, con rap de Cat y desenfadado final instrumental incluidos. Una irresistible mezcla de dance, rock, rap y funk plagada de divertidas referencias al sexo, a través de la descripción de las cosas que un chico planea hacer con el coche de su padre.

Glam Slam también fue single, una canción de estribillo pegadizo y efectivos arreglos de guitarra en su primer tramo, y adornada con un impactante tramo final de corte sinfónico y clásico, en el que los teclados de Prince emulan a una orquesta de violines. Es la única canción de Prince en la que encontramos un guiño, más o menos explícito, a la música de otro grande como David Bowie, ya que el estribillo de la canción (Glam Slam, thank U ma'am) parece inspirado en la frase "Wham Bam thank you ma'am" de "Sufragette City".

Anna Stesia es otro de los momentos memorables del disco. La canción en la que Prince parece describir el encuentro con Ingrid Chávez, que pudo desencadenar el concepto del disco y el giro hacia la espiritualidad de su música, entendida siempre desde el prisma particular de Prince, que aquí promete abandonar los pecados de la carne y dedicar su vida a Dios, pero que en conjunto entrega un disco de amor y sexo, que en la propia Lovesexy llegará a su máximo clímax, representado incluso con un orgasmo. Antes de este nuevo spoiler que acabo de cometer, llegará el turno para Dance On, quizá el tema que menos encaja en el conjunto, con una poderosa línea de bajo y una letra cercana a la de la canción Sign of the Times.

Con la ya mencionada Lovesexy, el disco retoma la línea de derroche musical y creativo de los primeros temas. Turno para no privarse de nada, en un despliegue de saxos, teclados y de unas increíbles guitarras casi enterradas en la mezcla, acompañando a un festival de voces y giros que desembocan inevitablemente en ese momento de máxima espiritualidad que, paradójicamente, lo marcan los gemidos de Cat y Prince en el orgasmo que os prometía en el párrafo anterior. Como si del mismo encuentro sexual se tratase, el final de la canción se entremezcla completamente con el inicio de When 2R in love, el único tema rescatado del Black Album, y que encaja mucho más en Lovesexy que en ese disco previo. Los dos amantes se bañan juntos, y el jugueteo amoroso comienza de nuevo ("Báñate conmigo, déjame tocar tu cuerpo hasta que tu río sea un océano")

I wish U heaven es otro gran ejemplo de la dualidad espiritualidad-sexo habitual en la temática de los discos de Prince. Después de un par de temas más o menos explícitos, llega un tema breve y minimalista sobre el agradecimiento y la evocación de ese más allá final ("Por todos tus besos, te deseo amor, te deseo el cielo". La canción es, pese a su aparente sencillez, uno de los mejores temas del disco, y fue el tercer y último single que se extrajo del mismo. En esta ocasión, la versión extendida fue a parar al maxisingle, una larga suite formada por tres partes diferenciadas (tanto que en la "bóveda" se encontró la tercera parte como tema independiente con el nombre de Take this beat) de la que en el disco solo quedó la primera parte de la suite.

El disco termina con Positivity, tema de toques tribales en la percusión, basado en un esquema de recitado cercano al spoken word, incluso con tramos en los que Prince recita mascando chicle, desde la tranquilidad de haber alcanzado el final del viaje hacia el positivismo. A lo largo de la canción, se repite continuamente la pregunta "¿Has tenido tu signo positivo hoy?", hasta que la canción muere en un murmullo de agua corriendo, entre ráfagas de teclado. Justo en ese momento, regresé del viaje mental en el que el disco me había sumergido, con mucho menos tiempo para aprenderme los temas del examen, y en riesgo de hacer el viaje en sentido inverso, de lo que podría haber sido una buena nota a un resultado negativo. No fue así finalmente, porque mis padres habían prometido que un buen resultado me daría derecho a escoger un regalo, y tener Lovesexy original y en vinilo se convirtió esa misma noche en mi gran objetivo.

viernes, 19 de marzo de 2021

El disco de la semana 217: The Waterboys - Fisherman´s Blues

 




Fisherman's blues es un álbum fantástico, es una colección de piezas bien elaboradas de un genio, con una gran banda donde no encuentras nada fuera de sitio ni que dé la talla en el álbum entre otras cosas por la fantástica fluidez que tiene el disco en conjunto, hay que disfrutar nota a nota este increíble esfuerzo de folk-rock tan redondo que mezcla violines increíbles con fases de guitarra y piano un álbum que elimina toda producción y brillo y se regocija en las raíces celtas de la música folclórica y simplemente te transporta a su puro e innegable amor por la música. Para muchos Fisherman's Blues es el punto más álgido de la banda, no soy yo quien para afirmarlo, pero lo que sí puedo asegurar es que encuentro en el álbum una gran profundidad musical, lírica y emocional que hace de este uno de los mejores (y desconocidos) discos de los años 80. 




Abre el álbum la canción que da título al disco Fisherman's blues y rápidamente tomamos conciencia de lo antes explicado, en el momento que empieza a sonar la música y la voz de Mike Scott empieza a recitar una especie de oración épica te acaba de llevar a su tierra, a su zona y a imaginarte como protagonista de una historia que nunca creíste que encontrarías, confiesa que con sus acordes te has visto rodeado de mar en un pequeño bote cuando el sol está a punto de aparecer, en busca del sustento de tu día a día mientras en tu cabeza rondan los grandes momentos vividos la noche anterior. Probablemente sigue siendo la canción más querida de The Waterboys, y lejos de nuestras fantasías, en ella podemos escuchar a Mike hablando en primera persona, describiendo su propio renacimiento espiritual desde adentro. Ya no es el poeta-profeta de “This Is the Sea”, es un hombre con el coraje de ser él mismo. Seguimos con We will not be lovers donde encontramos una gran canción anti-romance, construida en clave de rock, pero con su esencia de folk impulsada por el ritmo de los violines, combinándolos de forma brillante entregandonos una hermosa y frenética explosión de melancolía irlandesa. Stranger to Me parece un ejercicio para aprender a escribir una canción country (la melodía vocal huele a tradición country), la letra se inclina hacia el trascendental, Mike canta sobre una relación en decadencia, canta desde dentro, encontrando lo universal a través de la experiencia personal, su escucha con atención puede resultar una experiencia inquietante. World Party es una gran canción de rock que suena como si Mike Scott se enfrentara a Karl Wallinger por su salida de la banda. La canción, sin embargo, fue coescrita por Wallinger y la separación fue en buenos términos. Sweet Thing es una maravillosa versión del clásico de Van Morrison. Esta versión de la canción agrega a la perfección la letra de "Blackbird" de Lennon y McCartney, y el arreglo de Waterboys es único, a pesar de sus largos 7 minutos en ningún momento la canción decae y se deja llevar por la vulgaridad. Jimmy Hickey's Waltz es el primer tema instrumental, en poco más de dos minutos nos dejan una canción tradicional que nos tranquiliza y nos prepara para el resto del álbum


La segunda parte del álbum se abre con And a Bang on the Ear es un pequeño cuento donde escuchamos la historia de varias chicas que a las que Mike recuerda con cariño, con una melodía preciosista donde notamos el compás de los violines. La canción es larga y deja espacio para que la letra y la música interactúen y podemos encontrar el mejor trabajo de órgano de la grabación mientras Scott reflexiona con amor sobre las relaciones pasadas. Has Anybody Here Seen Hank es otro tema impregnado de melancolía y épica a la vez, con una letra que homenajea a Hank Williams, el cantante de folk estadounidense al que Mike Scott siempre le ha profesado una gran admiración. When Will We Be Married contiene una melódica épica de cuentos de hadas y aventuras místicas donde la tradición toma el control del tema. Entramos en una de las canciones más hermosas y románticas del disco con When Ye Go Away, es casi imposible estremecerse con esta pequeña canción impregnada de melancolía, una canción cuya progresión de acordes extraña, simple, hermosa y casi modal siempre me ha fascinado, y demuestra cómo la elección de un solo de violín puede cambiar el significado de una canción. Una dolorosa canción de pérdida, sincera y triste sin ser sensiblera, la voz tranquila de Scott es magnífica, así como el impresionante telón de fondo musical. Dunford`s Fancy es un pequeño preludio instrumental antes de la llegada de otro de las grandes canciones del álbum, me estoy refiriendo a The Stolen Child, basada en un poema de William Butler Yeats, donde podemos disfrutar de uno de los pianos más hermoso que he escuchado en mi vida y tiene momentos hablados que no desentonan en el conjunto ya que lo hace de una manera apropiada y sin pretensiones. El poema está inspirado en una de las leyendas celtas que describe el seductor canto de las hadas, que intentan raptar a los niños para llevarlos a su reino mágico, dejando como sustituto a los temibles Changelings: hijos de las hadas criados por mujeres humanas. W.B. Yeats le da una voz única a las hadas, quienes ocupan la totalidad del poema tratando de persuadir a un niño de que abandone para siempre el mundo de los mortales, representado en el crepitar del fuego en el hogar, el caldero que hierve, el mugido de los terneros, para internarse con ellas en ese universo poblado de seres fantásticos conocido como Reino de las Hadas. Cerramos con This Land Is Your Land, haciendo honor a la típica canción de taberna que todos hemos cantado rodeados de amigos y diversión.

 

 

viernes, 12 de febrero de 2021

El disco de la semana 212: Elvis Presley - Elvis Presley

 





Mucha gente cree que la era del rock 'n' roll comenzó el 5 de mayo de 1956 cuando el álbum, Elvis Presley, alcanzó el número uno en las listas nacionales y se mantuvo durante diez semanas. Era un sonido muy diferente al de los otros álbumes más vendidos de aquel año, donde encontramos a Harry Belafonte, la banda sonora de The Man With The Golden Arm y Songs For Swingin 'Lovers de Frank Sinatra. Pero bueno, siendo realistas, Elvis no inventó el rock 'n' roll, ya en su momento Bill Haley grabó “Rock Around The Clock” como la cara B de un sencillo en 1954. Haley cogio el lado swing de la música country y añadió un saxo y una guitarra a ese sonido. El disco se convirtió rápidamente en el single más popular del país, permaneciendo en el número uno durante 8 semanas. Chuck Berry también estaba en el estudio incluyendo el sonido único de su guitarra a sus raíces de R&B. El legado musical de Elvis se puede encontrar en el lado rockabilly de la música country. Elvis, sin embargo, tenía algo que ningún otro artista de la época tenía y era un carisma que le daría un atractivo comercial masivo y rápidamente lo convertiría en un ícono cultural duradero. 



No es mi álbum favorito de Presley (de Elvis prefiero en Memphis) pero como disco está muy bien: vocalmente es increíblemente versátil, especialmente si se considera que se grabó cuando Elvis tenía entre 19 y 21 años. Es un álbum que contiene las canciones que hicieron que The Beatles, The Rolling Stones, The Who, Bob Dylan, etc., etc., quisieran hacer música. Su material era crudo y poderoso, motivo por el que los músicos antes mencionados citan este álbum como una gran influencia. El LP de debut de Elvis Presley es sin duda históricamente significativo, se escucha muy bien porque estas ante algo histórico, pero no vamos a negar que es un álbum terriblemente desigual. Consta de tres pistas realizadas para la Sun ("I Love You because", "Just because" y "Blue Moon") y nueve canciones cortadas de sus primeras sesiones para RCA, Elvis Presley muestra todo su estilo aquí.

 

El álbum se abre con uno de mis temas favoritos de Presley, "Blue Suede Shoes", que es superior a la encomiable versión original de Carl Perkins, una rápida revitalización del sencillo que introdujo en la iconografía cultural estadounidense un símbolo de rebelión tan llamativo y vívido como la chaqueta roja de James Dean en la película Rebelde. "One-Sided Love Affair" es otro clásico de Presley acelerado que muestra su rango vocal salvaje e impredecible. Más que nada, estas pistas muestran lo joven que era cuando grabó su LP, ya que su voz es fresca y completamente inmanejable (¡y eso es algo bueno!). La versión de “Tutti frutti” es, para mi gusto, “limpia” respecto a la original de Little Richard, pero tiene algo que llama la atención inmediatamente, no sé si es la interpretación vocal, la rapidez de la canción, o qué, pero tiene algo que no sabría describir, y que no me parece que fuera normal en un cantante blanco de mediados de los 50. “I'm Counting on You” es una de esas baladas vaqueras típicas de Elvis, como también lo es “I love you because” , con lucimiento vocal incluido; “One-sided love affair” o “Just because” podrían ser las canciones que inventaron el rockabilly, pero no pasan de una anécdota. Lo cierto que hay demasiadas canciones muy flojas en su primer LP para que haya alcanzado la elevada posición entre los grandes álbumes de rock que tiene. " I'm Counting on You " o " I'll Never Let You Go (Little Darlin')” muestran que no era emocionalmente sofisticado ni tenía la suficiente experiencia a su corta edad para interpretar realmente estas canciones con poderío, además, encuentras una versión tibia y poco convincentes de elementos básicos del rock / R & B como "I Got a Woman" de Ray Charles

 


Ninguna reseña de este álbum está completa sin un reconocimiento a la gran portada y su diseño. Las letras verdes y rosadas (quizás inspiradas por el gusto de Elvis en la ropa) capturaron el destello de la nueva música. La imagen de Elvis agitando una guitarra con la lengua casi colgando da una idea del artista y de la música contenida dentro de la funda. El escritor Greil Marcus a veces ha dicho que, para los fanáticos de los años 50, Elvis parecía una "criatura de otro planeta". Mirando esta foto, puedes imaginar a muchos fanáticos que vienen de la era conformista McCarthy pensando lo mismo. Por supuesto que no era cierto y hemos visto muchas criaturas aún más extrañas a lo largo de los años, pero eso no significa que esto no fuera y no sea algo completamente diferente. Aunque el disco no es una joya, Elvis fue muy grande y creo que es el mejor lugar de comienzo para descubrir toda su mitología.

miércoles, 27 de enero de 2021

David Bowie - Héroes (Mes David Bowie)

Héroes, David Bowie

 


     En esta ocasión vamos a detenernos en Héroes, como el segundo disco de la llamada trilogía berlinesa de David Bowie. Recordemos que a finales de 1976 se muda a vivir a Berlín Occidental en un intento por dexintosicarse y revitalizar su carrera. Allí comparte piso con Iggy Pop y comienza a trabajar con el cantante, compositor y productor musical Brian Eno. En 1977 ayuda a componer y escribir el álbum debut de Iggy Pop, The Idiot, y ese mismo año publica Low, el cuál ha reseñado nuestro querido Nevermind. Con Low le da a su forma de componer letra y música una forma más oscura y abstracta, y el disco aunque obtiene críticas negativas y no es recibido tampoco con mucha alegría por su compañía discográfica en ese momento, RCA Records, que lo que pretendía era mantener el tirón comercial que Bowie tenía y pensaba que iba a fracasar con éste disco, acaba superando en ventas en el Reino Unido a su anterior trabajo, Station To Station



El 14 de octubre de 1977 Bowe publica el duodécimo disco de su carrera en solitario, y el segundo de la trilogía berlinesa, Héroes. Para éste álbum Bowie trabaja con Biran Eno al igual que con el anterior disco, Low, y es grabado en el Hansa Studio by the Wall, de Berlín Occidental entre julio y agosto de 1977 bajo la producción de él mismo y Tony Visconti. El disco contiene el mismo concepto minimalista e instrumental que Low, pero le dota de un aire más alegre y positivo y le introduce más elementos pop y rock. El personal que colabora con Bowie para la grabación de Héroes está compuesto por Carlos Alomar (guitarra rítmica), Dennis Davis (percusión), George Murray (bajo), Brian Eno (sintetizador y teclados), Robert Fripp (guitarra), Tony Visconti (coros) y Antonia Maass (coros). El disco obtiene una muy buena recepción de la crítica y del público, llegando al puesto número 3 en las listas británicas y permaneciendo en ellas durante 26 semanas seguidas, el puesto 35 en las listas estadounidenses, y obteniendo muy buenos resultados también en países como Alemania y Francia.

Héroes es un disco donde Bowie vuelve a poner de manifiesto el espíritu de la Guerra Fría, y vuelve a rendir homenaje a sus influencias de Krautrock, la corriente musical de rock experimental surgida a finales de los años 60 en la antigua República Federa Alemania. El tema que abre el disco es Beauty and the Beast, compuesta por Bowie, comienza con una especia de música inconexa de guitarra, piano, música electrónica y voz que va in crescendo. Podemos apreciar el toque que Robert Fripp le da con su guitarra eléctrica y el gran trabajo de Brian Eno con los sintetizadores. En cuanto a la letra, es una especie de oda de la relación amor / odio que Bowie mantenía en aquella época con su adicción a las drogas, más concretamente a la cocaína en ese momento. Joe the Lion, compuesta por Bowie, uno de los temas influenciados por el krautrock alemán, es un tributo al artista conceptual estadounidense Chris Burden, quién se crucificó una vez a sí mismo en 1974 en un Volkswagen New Beetle, y al que Bowie compara en el tema con una cruz de hierro. Para la lína de bajo de éste tema Bowie utilizó la de su tema Changes (Hunky Dory - 1971). Héroes, compuesta por Bowie y Brian Eno, el título es un guiño al tema Hero del disco Neu! '75 de la banda alemana Neu!, y cuyo guitarrista de esa banda, Michael Rother, había sido tanteado para tocar en éste álbum. Al parecer la inspiración le vino a Bowie al observar por la ventana del estudio, desde la que podía verse el muro de Berlín, a una pareja besándose, y aquella imgen de contraste entre el amor y la guerra le sugirió la idea del tema. Aquella pareja que Bowie vió en aqel momento no era sino al mismísimo Tony Visconti junto a una mujer, algo que sería confirmado años después. Sons of the Silent Age, compuesta por Bowie, fue el único tem que se gestó antes de las sesiones de grabación, pues todos los demás fueron creados e improvisados en las sesiones de grabación del disco. El tema hace referencia a los personajes de su canción The supermen (1970), y según la crítica, la letra es una revisión en tercera persona de lo temas de la abstinencia psicótica que Bowie había explorado en su anterior álbum, Low. Cierra la cara A Blackout, compuesta por Bowie, es quizás el tema más difícil del disco, con unas letras difíciles de esntender, donde Bowie hace alusión a cortes de energía, refiriendose probablemente al apagón sucedido en la ciudad de Nueva York en 1977,  que ha sido interpretado como al apagón personal sufrido por Bowie en Berlín, donde sufrió un colapso, siendo trasladado al hospital de urgencia. 



Abre la cara B V-2 Schneider, compuesta por Bowie, pieza instrumental donde el artista rinde tributo a Florian Schneider, cofundador de la banda alemana Kraftwerk, para quien Bowie supuso una clara influencia. V-2 era el apodo por el que se conocía a Schneider. También se llamó así al primer misíl balísitico desarrollado por el ejercito alemán durante la Segunda Guerra Mundial. Para ayudar a generar ideas creativas, Brian Eno empleó sus llamadas Oblique Strategies, un método ideado por el mismo y por el artista Peter Schmidt, y cuyas cartas ofrecían desafíos con el fín de ayudar a los artitas a romper los bloqueos creativos y así fomentar la creatividad. Los siguientes tres temas, instrumentales, fueron creados a partir de éste juego entre Eno y Bowie,  Sense of Doubt, compuesta por Bowie, otro de los temas más oscuros del disco, Moss Garden, compuesta por Bowie y Eno, y Neuköln, compuesta también por ambos. Éste último instrumental lleva el nombre de un distrito de Berlín, y según la crítica especializada, con la música Bowie pretendía reflejar el desarraigo de los inmigrantes turcos que constituían un gran parte de la población de dicho barrio berlinés. Cierra la cara B y por tanto éste imprescindible disco del genial artista The Secret Live of Arabia, compuesto por Bowie, Eno y Carlos Alomar, tema que sería versionado en 1982 por la banda y productora British Electric Fundation (formada por los exmiembros de Human League y Heaven 17 Martyn Ware) en su álbum Music of Quality and Distinction.