miércoles, 21 de noviembre de 2018

El disco de la semana 100: Bruce Springsteen - Nebraska



Corría el año 1981 y Bruce Springsteen acababa de terminar una larga gira de promoción del disco "The River", durante la cual ya había empezado a gestar una canción llamada "Mansion on the Hill". La semilla de "Nebraska" estaba plantada.

Ya de vuelta en su casa de New Jersey, siguió dando forma a las ieas de nuevas canciones que le llegaban, y empezó a pensar en lo que pudiera ser un nuevo disco.

Para las canciones se dejó influir por las andanzas de un asesino en serie de los años 50, así como por películas en blanco y negro y libros sobre la historia de Estados Unidos, entre ellos el libro en el que se basó una película posterior llamada Nacido el 4 de Julio, que muchos de vosotros conoceréis.

Historias de perdedores, de desencanto y crisis en el país de las oportunidades, de veteranos de Vietnam perdidos sin rumbo en el regreso a casa y de post hippies que comprobaron que el sueño americano había acabado.

Para este disco decidió cambiar el método de trabajo habitual, en lugar de ir al estudio con algunas ideas y trabajarlas allí hasta darle forma a las canciones, decidió que trabajaría él las canciones en su casa con su guitarra y su armónica, las grabaría en su estudio personal con menos medios, y luego esas maquetas serían la guía para volver a grabar las canciones en el estudio con todos los medios habituales a su alcance.

Con solo una grabadora de cuatro pistas, dos micrófonos, su guitarra acústica y una armónica, grabó las canciones con la ayuda de su técnico de guitarras. La mayor parte de los temas se grabaron en un solo día el 3 de Enero de 1982.

Posteriormente y durante varios días más, añadió algunos arreglos como doblar la voz, incluir ecos, algún teclado aislado y ligeras percusiones en algunos temas. La mezcla se registró en un viejo radio cassette barato de andar por casa, del que salió la "cinta" final que contenía las canciones que finalmente planeaba grabar en el estudio.
Springsteen mandó la cinta a su manager con una nota en la que mostraba que esas canciones no eran más que ideas que quería desarrollar en el estudio para ver si finalmente llegaban a algo, asumiendo que algunas ideas funcionarían y otras no, pero quería ver hacia adonde le llevaban esos temas. La carta completa está publicada en el libro "Songs", junto con la descripción que Springsteen hacía de cada una de las 15 canciones que la cinta incluía.

El siguiente paso fue la grabación de lo que iban a ser realmente las canciones, basadas en las canciones/ideas de la cinta de cassette de Springsteen, siempre en su bolsillo para tirar de ellas cuando fuera necesario.

Las canciones se trabajaron en el estudio con la E Street Band, pero pese a intentarlo una y otra vez los resultados no eran satisfactorios, las canciones perdían su fuerza en su traspaso del formato acústico/minimalista al formato eléctrico/banda completa. Perdían la intimidad y la intensidad que transmitían en su formato de maqueta original.

Como la cinta estaba en su bolsillo, Bruce no paraba de sacarla para decir que quería que sonase así, que esas eran las canciones de Nebraska, hasta que por fin se hizo caso a si mismo. Esas eran las canciones de Nebraska, ese era el disco.

Descartó las grabaciones en estudio y decidió publicar el disco con las canciones que había grabado en el cassette. Canciones desnudas, acústicas, un álbum oscuro y áspero en su minimalismo que era la única manera de retratar la crudeza de las historias sobre personajes frustrados en el país de la decepción y los sueños rotos.

Un disco muy especial para el número 100 de esta gran aventura, que abre con "Nebraska", la canción que le da título, basada en la fuga desesperada por Nebraska y Wyoming de un asesino en serie.

El tono del resto del disco seguirá el mismo camino lúgubre y sombrío, como el personaje con "deudas que ningún hombre honesto podría pagar" en "Atlantic City" (uno de los mejores temas del cancionero de Springsteen) o la sucesión de circunstancias que conducirá a "Johnny 99" al patíbulo.

En Nebraska hay también espacio para aludir a la infancia de Springsteen, especialmente cuando recuerda la casa encantada a la que nadie se atrevía a ir (la brillante "Mansion on the hill") o la casa de su padre ("My father's house", una de las canciones que se añadieron posteriormente y que no estaban en la famosa cinta de cassette), con quien nunca tuvo una relación fácil. La "trilogía" de canciones sobre su infancia se completa con "Used Cars".

La única canción en la que aparece la guitarra eléctrica es "Open All Night", la más intensa del disco en lo musical con un ritmo rockabilly y un título que podría hacer referencia al cartel en la entrada de alguno de esos oscuros y anónimos bares de la América profunda, en los que ahogar las penas al ritmo de la música y el lubricante del alcohol.

El disco encierra otras muchas curiosidades, como que la película de Sean Penn "The Indian Runner", protagonizada por Viggo Mortensen, está basada en la canción "Highway Patrolman", en la que dos hermanos, uno policía y otro delincuente, están condenados a encontrarse en un fatídico desenlace.

Auténtica rareza en la discografía de Springsteen, un discazo para la historia y un puñado de historias para escuchar cuando estás triste, tomando un café bajo la protección de una manta en algún rincón especial de tu casa, en un día cualquiera de invierno en el que te apetezca hacer un viaje por esa América profunda y maldita que en el fondo tanto nos fascina.





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