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lunes, 25 de octubre de 2021

La música en historias: On Every Street #MesDireStraits


"Tiene que haber un registro tuyo en algún lugar. Tienes que estar en los libros de alguien. La verdad, una foto de tu rostro, tu mirada herida. Lo sagrado y lo profano, el placer y el dolor. En algún lugar, tus huellas dactilares siguen siendo concretas. Y es tu cara la que busco en cada calle"

Analizando la letra de On every street, la canción que daba título al que sería último disco de la banda liderada por Mark Knopfler, es imposible preguntarse por lo que verdaderamente andaba buscando el genial guitarrista de la cinta en el pelo. ¿Era una mujer o, por el contrario, era su propio rostro el que estaba buscando, en una crisis de identidad que le llevó a plantearse buscar otros caminos en solitario?  

Knopfler ya había dado inquietantes muestras de andar explorando otros caminos por separado, como su disco con The Notting Hillbillies, o el trabajo a dúo con Chet Atkins, o su cada vez más habitual firma en bandas sonoras como La princesa prometida o Last exit to Brooklyn, pero todo se desencadenó cuando, tras una extenuante gira mundial y con el alto listón de reconocimiento y ventas de discos anteriores, la apuesta por el entonces nuevo disco de Dire Straits no terminó de convencer a los críticos especializados y a sus seguidores más fieles.

Y eso que hablamos de un gran disco, que vendió también lo suyo, y fue nº 1 en varios países europeos (incluyendo España) y que contiene piezas tan exultantes en instrumentación y oficio como Calling Elvis, todo un curso avanzado del mejor rock en el arranque del álbum, y el primer single con el que intentaron llegar a cada calle y oídos del mundo. Todo un homenaje a Elvis Presley, que en directo alargaban hasta los diez minutos con toda la banda luciéndose en largos solos. 

El disco continúa con On every street, la canción titular, que habría lucido más como portentoso cierre del disco. Un tema portentoso que va creciendo desde una primera parte de balada lenta de piano y voz, con arreglos de clarinete y guitarra, hasta llegar al desarrollo final en el que la banda coge ritmo y la guitarra de Knopfler despega hacia el cielo cual dron recorriendo todas las calles de la ciudad. La paleta de colores y estilos del disco refleja también la inquietud existencial y musical en la que Knopfler se estaba moviendo, y el sofisticado y elegante country rock de When it comes to you es el siguiente ejemplo, con tramos que recuerdan a grandes momentos de sus primeros discos.

La cosa no queda ahí, porque en Fade to black la banda pisa el freno y se adentra en terrenos jazzísticos, y hasta el registro vocal de Knopfler cambia de manera tan brillante como sorprendente. A continuación, llega el ritmo alegre y juguetón de The Bug, inevitable single por su ritmo rockabilly y su poderoso estribillo. Un tema 100% Dire Straits y a la altura de sus mejores temas de antaño, que habría merecido un lugar más destacado dentro de la secuenciación del álbum, en lugar de quedar algo perdido en el final de la primera cara, como antesala de You and your friend, una balada correcta con la que cierran la primera parte del disco, y que tiene como parte más destacable un buen duelo de guitarras entrelazadas.

La cara B abre con Heavy fuel, de intensidad rockera y, de nuevo, certero estribillo marca de la casa, y un ritmo que recuerda al Money for nothing del aclamado Brothers in Arms. Le sigue la sombría Iron hand, con su ritmo de dobro y sus reflexiones sobre lo absurdo de las guerras y los enfrentamientos en los que siempre acaba cayendo el ser humano. El disco cambia, una vez más, de estilo en Ticket to heaven, una sorprendente canción con ritmo de baile de salón, en la que vuelve a destacar la elaborada instrumentación, a base de brillantes partes de piano y arreglos de cuerda a cargo de, ni más ni menos, George Martin.

La última parte del disco la completan la satírica My parties, sobre el lujo y el vacío de las fiestas de la jet set, que a punto estuvo de convertirse en un descarte; Planet of New Orleans, un viejo tema sobre la mítica Bourbon Street que fue regrabado para el álbum) y How long, un alegre tema country cuya ligereza me reafirma en que el mejor cierre habría sido simple y llanamente, On every street. Si Knopfler ya barruntaba el final de la aventura con Dire Straits, que mejor final para su nave nodriza que el que hacía referencia a "Una sinfonía de tres acordes que se estrella en el espacio".

La letra va aún más allá, anticipando la sensación de abandono y sin sentido que nos dejó la marcha al limbo de Dire Straits: "La luna esta colgando boca abajo, no sé por qué sigo en el caso". Así nos quedamos desde entonces, patidifusos, colgando boca abajo. El mundo al revés, Knopfler sin Dire Straits. "Me parece un desperdicio, y cada victoria tiene un sabor agridulce. Y es tu cara la que busco en cada calle". Yo aún la sigo buscando, desde aquel ya lejano On Every Street.

domingo, 10 de octubre de 2021

La musica en historia: Making Movies - Dire Straits #MesDireStraits

 



Me encanta este álbum, siempre he sido un hombre de los ochenta, si bien el exceso de sintetizadores llega a agobiarme, pero es la década cuando descubrí la música y si bien a principio de la década mi empanada me seguía transitando por el mundo de Enrique y Ana o de Parchis, ya sonaban ecos en mi mente de 9 años a rock and roll, a música adulta hasta que llego Thriller y la cabeza literalmente me explotó y mi vida cambió. Lo cierto es que los Dire Straits entraron en mi vida como el cielo, azul, con esa portada de Brothers in arms, y no es fácil entender en la tercera década del siglo XXI que recuperar música más allá de lo que sonaba en las radios del momento era harto difícil… método, ir a comprarte el disco, pega máxima, la paga de uno niño de 12 años daba para dos bolsas de pipas y una mora de golosina, pero todos hemos tenido amigos, y de esos amigos alguno tenia un hermano mayor, y entrar en su casa te abría un mundo de posibilidades…. Todo este camino recorrido para decir que Making Movies no ha sido un disco que escuchara con el nacimiento de mi música, es la realidad, no es de los que mas quiero, pero tampoco estoy subyugado emocionalmente a él, así que vamos a navegar por sus siete pistas.


La primera es Tunnel of love, una canción apasionante de principio a fin, cargado de fantásticos riffs de guitarra, ingeniosos cambios dinámicos y fuertes solos de Knopfler, es probablemente la melodía de principio a fin más emocionante que esta banda jamás haya creado, y resulta que es realmente efectiva, una odisea que dura más de ocho minutos que incluye una melodía de órgano anticuada que da paso a un riff tenso y es que el grupo usa por primera vez un teclado a las manos de un músico externo llamado Roy Bittan, nada menos que el pianista de la E Street Band detrás de Bruce Springsteen. Tremendo tema, el solo al final de Tunnel of Love es uno de los mejores momentos de Mark Knoffler como lo es la canción en sí, una de mis favoritas para siempre. Pero para mi personalmente la estrella del álbum es Romeo and Juliet por su valor sentimental puro, una canción de amor honesta, es solo amor y romance y la sensación de frescura y emoción, de caer en lo desconocido, la química perfecta con un perfecto desconocido todo compensado por guitarra suave y piano enfático. La suavidad de la voz de Mark Knopfler al comienzo de la canción, su inflexión en hey it's Romeo, y el piano y la guitarra que se unen en un crescendo al final del coro, todo en su punto máximo, y cómo la instrumentación encaja perfectamente con el oleaje y el estallido de la emoción, la voz de Knopfler es dinámica y versátil pero siempre medida a través de esta canción de amor, la peor canción de amor de todas, la única canción de amor que alguna vez importará….. la canción de amor que me dice que hay un lugar para nosotros, pero ese lugar no está aquí, nunca está aquí. No puede estar aquí. 

Skateaway es la canción más floja de la cara A, pero todo es relativo, es una canción dinámica, rápida y viva, Llevada en un tren infernal, endiabladamente funky, Knopfler cuenta la historia de esta chica, una patinadora QUE Sobrevive haciendo trabajos esporádicos que no son muy emocionantes, y solo se desahoga patinando a toda velocidad mientras escucha Rock'N'Roll para escapar de su mediocridad diaria. La construcción de la pieza es más sencilla, Knopfler distorsiona el tema, pero mantiene el tempo enérgico. pero está tan bien elaborado y es tan sincero que me lleva directo a mi lugar musical feliz. Expresso Love es maravillosamente enérgetica, cariñosa, romántica, todo lo que siempre quise pero el clima es más oscuro, evocando a una prostituta, el ritmo agotador de su trabajo, el ambiente turbio en el que vive, el torrente de emociones contradictorias que la asalta día a día. La guitarra ruge, ronca, áspera. El solo es un soplo en este polvo acre, con intensa melancolía.

 


El resto del disco es mas flojito, no pasa nada por bajar a la tierra después de haber subido al cielo, Hand In Hand es una hermosa balada Dylanian como el infierno, apoyada por piano y guitarra acústica. La melodía es típica de Dylan, auténticamente imbuida de este folk típicamente estadounidense de los años 60. Es una canción orgullosa, con un estribillo emocionante. Solid Rock es un regreso al rock más duro y amargo, tres minutos y medio de pura adrenalina, el homenaje de los niños ingleses a los pioneros estadounidenses: Chuck Berry, Eddie Cochran ... Siempre existe este tono americano característico, pero el riff está particularmente inspirado en el rock americano secular, no sin un pequeño desvío a través del Creedence Clearwater Revival en busca de electricidad y dureza musical. "Solid Rock" sera el final de los conciertos de Dire Straits durante los próximos cinco años. 

Les Boys es una canción de homenaje a los soldados estadounidenses que partieron hacia Francia y se enfrentaron a los nazis. Tiene un poco de sabor anticuado, canción de color Country-Folk, y cuya melodía está inspirada en canciones de la década de 1940, en las que Knopfler injerta sus relajados coros de guitarra. A pesar de una línea melódica eficaz, sigue siendo la canción menos inspirada del disco, rica en suntuosas maravillas eléctricas… una bufonada.

 

domingo, 3 de octubre de 2021

La música en historias: Dire Straits - #MesDireStraits

 

Dire Straits, Dire Straits


     Acabado el mes de septiembre, despedimos al genio de las seis cuerdas Rory Gallagher, del cual hemos  disfrutado enormemente, desgranando gran parte de su obra. Pero comienza un nuevo mes, octubre, y no nos queda más remedio que dejar volar al irlandés y dar la bienvenida al artista que nos acompañará durante todo el mes de octubre. la llamada "Banda de rock británica más grande de los 80", que ha sido capaz de vender más de cien millones de copias de sus disco en todo el mundo, convirtiéndola en uno de los grupos/artistas más vendidos del mundo. Bienvenidos al #MesDireStraits.

La banda se forma en el año 1977 de la mano de los hermanos Mark (guitarra y voz) y David Knopfler (guitarra y coros), oriundos de Newcastle, al noreste de Inglaterra, y los amigos John Illsley (bajo y coros) Pick Withers (batería), de Leicester, al este de Midlands. De los cuatro músicos, Withers tenía una amplia experiencia en el negocio, pues llevaba ya 10 años en el negocio de la música ejerciendo como baterista de sesión, y había formado parte del grupo Spring, grabando un álbum de estudio en 1971. Por aquél entonces, Mark trabaja como profesor de inglés, Illsley cursa estudios, y David ejerce como trabajador social.  Mark y Withers habían coincidido unos años antes, en 1973, tocando en un grupo de que se dedicaba a tocar rock por los pubs, llamado Brewers Drop



Es en 1976 cuando Mark decide formar una banda llamada Café Racers para tocar en pubs y escuelas cercanas al colegio donde imparte clases. Por aquel entonces, David, tras unas semanas alojado en casa de Mark, se muda a vivir en Farrer House, un bloque de apartamentos al sudeste de Londres, donde comparte piso con el bajista Illsley. Una mañana, Illsley, al regresar al piso después de estar fuera toda la noche, se encuentra a Mark durmiendo en el salón. Sería allí donde se conocen y una noche, el bajista de Café Racers, se encontraba enfermo, por lo que Mark le pidió a Illsley que le sustituyera. Era el comienzo de una larga y duradera colaboración. Illsley y Mark se dan cuenta de que a pesar de tener una buena reputación con Café Racers tocando en pequeños locales, tienen un limitado futuro.

Por todo ello, en abril de 1977, Mark se muda a vivir al piso de Illsley y David. Mientras mantiene su puesto como profesor de inglés, Ilslley trabaja en una tienda de discos, y David trabaja como trabajador social. Los tres se dedican en su tiempo libre a componer y ensayar en el piso, y animados, deciden entonces formar una banda, aunque les falta un baterista. Mark lo tiene claro, piensa enseguida en Pick Withers, con quien ya ha coincidido. La llegada de Withers, con su exeriencia, le da al grupo lo que necesita para crecer en sus aspiraciones. Desde el comienzo, Mark ya destaca como un excelente músico y compositor, sumado a su gran personalidad y autoexigencia por crear una banda con un estilo propio. 

Comienzan tocando bajo el nombre Café Racers, con el que debutan tocando composiciones propias y covers,  y se estrenan en directo en julio de 1977 tocando en un concierto punk en la explanda que hay detrás del bloque de apartamentos donde viven. De hecho, para tocar tienen que tomar la electricidad del piso dode viven. A este concierto le siguen más pequeños conciertos e interminables ensayos que les dan para pagar el alquiler del equipo de sonido y poco más. El nombre Café Racers no convence al grupo, por lo que deciden cambiarlo, y será un amigo de Withers el que les propone adoptar el nombre de Dire Straits, en alusión a su penosa situación económica (en castellano significa "graves problemas" o "problemas económicos").

El 27 de julio de 1977, y tras reunir unas 120 libras esterlinas, el grupo consigue pagarse la grabación de una maqueta. Las canciones grabadas en dicha maqueta son Wild West End, Down to the Waterline, Water of Love, Sacred Loving y su mítico Sultans of Swing. La maqueta acaba en manos del reputado crítico musical Charlie Gillet, conocido de John Illsley, y decide emitirla el 31 de julio de 1977 en el programa Honky Tonk, el cual presenta por aquel entonces en la BBC Radio London. Aquella retransmisión no acaba desapercibida, y el 9 de diciembre de 1977 firman un contrato exclusivo con el sello discográfico Vertigo Records, subsidiario de Phonogram Records

El grupo graba entre el 13 de febrero y el 5 de marzo de 1978 en los Basing Street Studios de Londres el material que formará parte de su primer álbum de estudio, de título homónimo, Dire Straits. Un material escrito y arreglado completamente por Mark Kopfler. El 7 de octubre de 1978 el disco es publicado a nivel internacional por Vertigo Records, en Estados Unidos por Warner Bros. Records y en Canadá por Mercury Records. El grupo no puede tener un estreno mejor, pues el disco alcanza el puesto número 1 en Alemania, Australia y Francia, el número 2 en Estados Unidos y el número 5 en Reino Unido. Tanto en Estados Unidos como en Reino Unido el álbum consigue la certificación de doble platino gracias a sus ventas. 

Entramos en materia y abre la cara A Down to the Waterline, uno de los temas incluidos en la maqueta de demostración. Un tema lleno de energía y garra donde Mark nos habla de una breve cita sexual. Para escribir la canción, Mark se inspiró en un breve romance que tuvo en su juventud. Water of Love, otra de la canciones incluidas en aquella primera maqueta del grupo. Fue el segundo tema del disco lanzado como sencillo, alcanzando buenas cifras en las listas australianas y de los Países Bajos. Es otro de los temas donde Mark nos habla de las relaciones, en este caso es una relación infeliz. Hay una vertiente que cree que la escribió inspirándose en la ruptura de su matrimonio. El guitarrista comentaba sobre este tema que lo había escrito porque estaba harto, sentía que su vida no iba hacia ningún lado y el futuro que se le presentaba era largo y sombrío. En Setting Me Up, Mark nos habla de una relación caótica y desordenada, y lo hace desde una inteligente perspectiva, mezclando el humor y la amargura. Un tema rockabilly que contiene un solo con un toque country marca de la casa del artista. La lenta y tierna Six Blade Knife, donde la sensibilidad de la guitarra y la voz de Mark tienen todo el protagonismo, y es la antesala del último tema que cierra la cara A,  Southbound Again, del que se afirma se inspiró en una historia de amor del guitarrista que salió mal, y él entonces decidió dejar su casa de Newcastle para buscar fama y fortuna en la capital. Por aquel entonces, Mark estuvo trabajando como reportero en un periódico de Leeds, donde se graduó en la universidad de dicha ciudad, y posteriormente se mudó a Londres, donde consiguió un puesto como profesor en una universidad de Loughton, Essex.



Comenzamos la cara B con uno de los grandes temas de siempre de la banda, Sultans of Swing, primer sencillo del álbum y otro de los temas grabados en aquella bendita maqueta de demostración de la banda. La canción trata sobre un grupo de chicos que después del trabajo van a escuchar música y se divierten. Están ahí por la música que escuchan y no les importa la imagen que pueda tener la banda. Mark tuvo la idea de la canción a ver una actuación de una mediocre banda en un vació pub de Londres. Cuenta la historia que el guitarrista se encontraba en Ipswich y la noche era lluviosa. Entonces entró en un pub donde un grupo estaba tocando para la escasa clientela que había en el lugar. Al acabar la actuación el cantante de la banda dijo a los presentes: "buenas noches y gracias, somos los Sultanes del swing". Aquello le hizo gracia a Mark, pues obviamente aquellos muchachos, con su aspecto cansado, apariencia desaliñada y sus jerseys, no parecían ni de lejos a unos Sultanes del Swing. Mark compuso la canción en una guitarra National Steel, y en un principio le pareció aburrida, hasta que compró su primera Fender, una Stratocaster del 61, en 1977 y la tocó con esa guitarra. La canción cobró vida al instante. In the Gallery, tema que compuso como tributo a su amigo y artista de Leeds Harry Phillips, quien murió en 1976, dos años antes del lanzamiento de este disco debut. Después de graduarse en la Universidad de Leeds se mudó a Londres, y mientras estuvo allí pasó mucho tiempo en West End, como se conoce al área urbana incluida en la ciudad de Westminster. Un día visitó una galería de arte situada en Shaftesbury Avenue, y lo que allí vió no le impresionó nada en absoluto, de hecho aquel arte le pareció ridículo. Para él todo aquello era una gran estafa que estaba siendo subvencionada con dinero público, mientras artistas genuinos y de verdad como Harry Phillips pasaban completamente desapercibidos y eran ignorados. El área de West End también le sirvió para inspirarse en los dos últimos temas del disco, Wild West End, otra de las incluidas en la famosa maqueta y lugar del que disfrutaba paseando siempre con la mirada puesta en las atractivas mujeres que por allí transitaban, y Lions, inspirada en las figuras de los leones situados en Trafalgar Square, esculpidas por Sir Edward Landseer en 1868, y que son una de las grandes atracciones turísticas de la ciudad desde entonces. 

El álbum Dire Straits supuso un gran debut para la banda, con un sonido donde se entremezclan rock, folk y música country, y con unas letras inteligentes e ingeniosas que ponen de manifiesto no sólo la calidad de la banda y de Mark Knpfler como guitarrista, también la gran calidad que atesoraba éste como compositor, y que iba a seguir demostrando en sus siguientes trabajos.

viernes, 26 de marzo de 2021

El disco de la semana 218: Brothers in Arms - Dire Straits

 

Brothers in Arms, Dire Straits


     A comienzos  la década de los 80 el grupo británico Dire Straits, tras cuatro álbumes de estudio, ya gozaba de bastante éxito, pero lo que se les avecinaba con la publicación de su quinto disco de estudio, Brothers in Arms, estaba a alcance de muy pocos, alcanzar el estatus de superestrellas.



Entre octubre de 1984 y febrero de 1985 el grupo británico conformado por entonces por Mark Knopfler (guitarra y voz), John Illsley (bajo y voz), Alan clark (teclados), Guy Fletcher (teclados y voz), Omar Hakim (batería) y Terry Williams (batería), se encierra en los AIR Studios de la isla de Montserrat, ubicada en el caribe y perteneciente al Reino Unido, para grabar el material que sunpondrá su quinto álbum de estudio, Brothers in Arms. El álbum se publica el 13 de mayo de 1985 bajo el sello discográfico Vértigo Records, y se convierte en uno de los primeros en ser grabados en formato CD, ayudando al éxito de este novedoso formato gracias a su gran éxito en ventas. El disco vende más de 4'3 millones de copias, alcanza el puesto número 1 en las listas británicas en las cuales permanece un total de 228 semanas consecutivas, el puesto número 1 en la lista estadounidense Billboard Hot 200 durante 9 semanas, y el puesto número 1 también en países cómo Australia. El grupo, que venía de hacer un sonido más rockero con improvisaciones jazzísticas, evidentes en su cuarto álbm de estudio, Love Over Gold (1982), orientó Brothers in Arms hacia un sonido más pop-rock, siendo uno de los factores que influyeron en el sorprendente éxito internacional que el disco alcanzó.

Durante la grabación se considera que la contribución del batería de la banda por entonces, Terry Williams, no está siendo la adecuada para el sonido del álbum, por lo que es reemplazado para las sesiones de grabación por el baterista Omar Hakim, quien vuelve a grabar todas las partes de batería. La única contribución en las grabciones de estudio de Williams la podemos escuchar en los crescendos improvisados de Money is for Nothing y Walk of Life. Terry Williams se incorporaría después para los vídeos musicales y la gira mundial de presentación del disco. ambos baterístas están acreditados en el álbum.



El disco, aparte de otras temáticas, tiene un marcado sabor antibélico, fruto de los cuatro últimos temas del disco, que hacen referencia a las guerras civiles y la crudeza de guerras, como la de las Malvinas, El salvador o Nicaragua. El primer tema que abre el novedoso CD de la época es So Far Away, compuesta por Mark Knopfler, donde nos relata el modo de vida que lleva siempre viajando de un lado a otro, y casi siempre alejado de sus seres queridos. Knopfler comentaba sobre este tema que no era autobiográfico, pues era aplicable a cualquier persona, y que la primera idea del tema surgió sobre llevar una relación por teléfono, algo que no podía alargarse mucho en el tiempo, pues ambas partes acaban cansándose. Le sigue uno de los trallazos del álbum, Money is for Nothing, compuesta por Mark Knopfler y Sting, quien además colabora en las voces en el tema. El tema trata sobre la vida fácil de las estrellas de rock y sus excesos, nada comparable con la vida y trabajo de la gente normal. Mark escribió el tema cuando se encontraba en una tienda en Nueva York, después de escuchar los lamentos de unos trabajadores sobre sus trabajos mientras veían el canal de televisión MTV. Muchas de las letras que escribió eran frases que los trabajadores decían. Walk of Life, compuesta por Knopfler, al igual que el resto de temas que vienen a continuación. La canción fue compuesta para rendir homenaje a los músicos callejeros, y en concreto a un músico llamado Johnny Mathis, de ahí las referencias a canciones como Be-Bop-A-Lula y What'ad I say, temas que solían estar en el repertorio de cualquier músico callejero. Siempre he pensado, al igual que el productor del álbum, Neil Dorfsman, que este tema no casa con el resto del álbum, pues rompe la atmósfera creada por los demás temas. Dorfsman pensaba que el tema no estaba a la altura del resto y se negó a incluirlo, pero al final tuvo que ceder ante las presiones de la banda que sí querían incluirlo. 

Your Latest Trick, tema con tintes jazz que tiene un curiosidad, en la versión del CD podemos escuchar una intro de trompeta, la cual es tocada por el trompetista estadounidense de jazz, rock y R&B, Randy Brecker, la cual no está incluida en la versión en vinilo. La magnífica introducción de trompeta es seguida por una introducción de saxofón del saxofonista y compositor de jazz estadounidense Michael BreckerWhy Worry, tema que se compone de una primera parte donde Knopfler consuela a un ser querido en términos ciertamente poéticos, y una brillante segunda parte instrumental, ideal para cerrar los ojos y dejarse llevar. Ride Across the River, magnífico tema con tintes antibélicos que contiene unos rítmos selváticos, y donde la guitarra de Knopfler nos deja absolutamente hipnotizados. Y llegamos a los tres últimos temas del disco, también con temática antibélica que nos relatan la crudeza de las guerras civiles, The Man's Too Strong, One World, y Brothers in Arms. Mención especial para éste último, Brothers in Arms, para mí, sino el mejor, sin duda uno de los mejores temas del grupo. Knopfler se inspiró en la Guerra de las Malvinas, y habla de un soldado que mientras se está muriendo en el campo de batalla, sus compañeros se encuentran a su lado mientras se le escapa la vida. El título del tema se le ocurrió a Knopfler a raízde una conversación con su padre sobre la citada guerra. su padre describía a los rusos y los argentinos "Broters in Arms / hermanos en armas", ya que consideraba que ambos tenían ideologías similares. Las ganancias de las ventas de este single fueron destinados por Dire Straits a un programa dedicado a traer de regreso a los soldados británicos de la guerra, y ayudarlos a afrontar el temido trastorno por estrés traumático.