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domingo, 11 de septiembre de 2022

Muy deficiente - Platero Y Tú #MesPlateroyTú



"El tercer disco de Platero y tú es Muy deficiente". La frase suena lapidaria, y lleva a la confusión. No creo que haya ningún disco de Platero y Tú que pueda ser considerado muy deficiente, y el grupo de Fito Cabrales e Iñaki Antón "Uoho" siempre facturó buenos discos desde sus inicios hasta su lamentada disolución, así que le daremos vuelta a la frase para que todo quede aclarado:

"Muy deficiente es el tercer disco de Platero y Tú". Ahora sí ¿No? Queda claro que no estamos suspendiendo al disco, solo informando del título de mismo, y especificando que es el segundo álbum de la banda, grabado entre febrero y marzo de 1992, y publicado el 12 de junio de 1992 por la discográfica DRO. Para poder llegar a una nota más ajustada a la realidad, tendríamos que valorar aspectos interesantes de ésta su segunda obra, como que lograran contar con la colaboración de Rosendo, no demasiado proclive a aparecer en discos de otros, en el tema Sin solución, o del genial teclista Ángel Muñoz, más conocido como "El Reverendo" y por sus entente colaborativa con El gran Wyoming, que aportó el toque de órgano Hammond en Cantalojas, un curioso ejercicio de blues rock.

Curiosidades aparte, los puntos fuertes de Muy deficiente están, seguramente, en las canciones que se publicaron como singles: Rompe los cristales, con los integrantes del grupo Arma Joven en los coros, y sobre todo El roce de tu cuerpo y la ya mencionada Sin Solución, que se convirtieron rápidamente en clásicos imprescindibles de la banda, con estribillos identificables y sustentadas en la potente guitarra de Uoho y en la peculiar voz de Fito, pero que no lograron que el disco tuviera la repercusión esperada. No sería hasta el siguiente disco (Vamos tirando) cuando los Platero y Tú dieron el salto definitivo a los primeros lugares del podio de rock español y lograron el reconocimiento de crítica y público del que, aún ahora ya desaparecidos, siguen gozando, pero ya en Muy deficiente encontramos todos los ingredientes y la calidad que definieron a esta banda mítica de rock and roll hispano.

Siempre emparentados con Extremoduro, hasta el punto de compartir el gusto por menospreciar sus obras en el título. Si los Platero y Tú denominaron esta obra como Muy Deficiente, Extremoduro hizo algo parecido con un disco que tenía de todo menos "Material Defectuoso" (2011), ya con los Platero disueltos y con Uoho entre sus filas. La relación de compadreo entre las dos bandas vino también producida por un gusto similar por el rock urbano, que Robe Iniesta llevaría al extremo de lo "transgresivo". Prueba de esa cadencia rock es el genial riff de Esa chica tan cara, otro de los momentos top del disco. Toda una declaración de amor a una guitarra y todo un clásico del rock español, como lo es también la ácida crítica a los rockeros de pose y artificio de la imprescindible No hierve tu sangre.

El resto de temas, salvando quizá los toques épicos con los que cierran el disco en la intensa Desertor, bajan algo el listón en cuanto a la espontaneidad y la fuerza de las canciones ya comentadas. Meando en la pared es prescindible, y ni el tono punk de tintes políticos de Estás Solo, ni la ligereza ecológica de Contaminamos pasan de ser meros rellenos en un disco que no necesitaba ese tipo de aliños para dejarnos un buen sabor de boca. Ninguna de ellas logra que nos decantemos por una nota de "muy deficiente" para el disco, aunque sí que consiguen que el "sobresaliente" se quede finalmente en "notable". Quizá seamos demasiado exigentes, pero a alumnos destacados como Fito y Uoho, que estaban a punto de convertirse en grandes maestros, siempre hay que exigirles al máximo. En definitiva, y en conjunto, estamos ante un disco a la altura de lo mejor de Platero y Tú, por más que quisieran titularlo como Muy Deficiente.

martes, 10 de mayo de 2022

Grandes exitos y tropiezos: Rosendo

 



Con Grandes éxitos y tropiezos iniciamos una nueva sección en 7días7notas, en las que os ayudaremos a elegir los mejores discos de los grupos y artistas más relevantes de la historia de la música, casi como si os estuviéramos acompañando en una de esas viejas tiendas de discos de segunda mano, esas pequeñas y escondidas anomalías que aún pueden encontrarse dentro del Matrix en el que se está convirtiendo este mundo en el que vivimos. Y nos vamos a detener en uno de los grandes iconos del rock en nuestro país, Rosendo Mercado. Después de nuestros #MesRosendo en el blog queremos dedicarle otro pequeño artículo, si quereos deteneros más en los discos podéis pasaros por el blog, pero a modo de resumen os dejamos nuestras elecciones si el dinero solo te da para un álbum o dos Rosendo (Madrid, 1954) empezó en esto de la música en Fresa tocando la guitarra es una de esas bandas que van y vienen, que tocan versiones de grupos conocidos, que sus integrantes van cambiando cada poco tiempo y sin posibilidad aparente de echar raíces, allí conoce a José Carlos Molina, con el que deciden darle un nuevo aire a la banda y forman Ñu, que se mira en el espejo de Jethro. Pero Rosendo necesitaba algo más, su admiración a otro estilo de música y su tensa relación con Molina hace que abandone el grupo y forma Leño del que sin duda nos queda ese mítico “Maneras de vivir” que refleja a la perfección la forma de Rosendo de ver el mundo y esa misma forma de ver el mundo hizo que iniciara su carrera en solitario:

 

Estás tardando en comprarlo:

Sin duda alguna hay que quedarse con “Loco por incordiar” el debut de Rosendo en solitario tras disolver Leño. Un discazo sin una sola mala canción, a pesar de que Callejones fuese coescrita con Ramoncín, el único defecto es que se nos queda corto, necesitaríamos más material del genio de Rosendo, pero si encontramos en el álbum Agradecido, quizá la canción más versionada del rock español, una de las básicas de Rosendo y por supuesto una de mis preferidas del disco, pero también encontramos Pan de Higo, Crucifixión a la que tengo en un pedestal o Buenas noches una instrumental sin pretensiones que ni ayuda ni molesta. Este álbum es la prolongación natural de lo mucho bueno que Rosendo había fabricado con Leño, quizás con un toque algo más pop pero con la misma intensidad de siempre, un disco con el que dejo boquiabierto a aquellos que solo querían derribarle, y base de lo que iba a ser su sonido durante unas cuantas décadas.

 

Si te queda pasta, llévate también:

Tenemos que seguir su senda y si quieres repetir compra pilla la continuación de su apabullante estreno, “Fuera de lugar” con el que mantiene el nivel de la entrega anterior. De nuevo Rosendo se las apaña para no soltar el acelerador y aprieta los dientes para armar otra gran colección de temazos. Incluso diría que el sonido mejora, no sé si sería la incorporación de Chiqui Mariscal al bajo, antiguo compañero de batallas en Leño, la cuestión es que el sonido tan puramente ochentero que lastraba un poco al disco anterior queda aquí mucho más diluido. Si olvidamos, por supuesto, esos teclados que hunden cosas que podían haber sido maravillosas como "Aguanta el tipo".  Son sólo treinta minutos pero muy intensos, en ellos se apelotonan un puñado de canciones que se iban a convertir en auténticos clásicos por derecho. Quizás falten los himnos imperecederos de su predecesor pero la calidad y la pegada no se resienten en absoluto…. "Fuera de lugar", "El ganador", "Entonces duerme" o "Navegando" son top del Rock en España.

 

Vuelve a dejarlo en el expositor:

Era el fin de una época, Listos para la reconversión es un buen álbum, pero el proyecto estaba dando señales de agotamiento, llámenlo modas, y había que cambiar, pero no solo en la música, la política en España también iba a girar y Rosendo nos preparaba para lo que se avecinaba. Este álbum supuso un punto de inflexión en su carrera, él sabía que no iba a ninguna parte con este sonido y buscó un cambio radical que funcionó para algunos y fue un fracaso para otros, pero esa es ya otra historia. El caso es que estamos ante un álbum muy flojo con un trabajo vocal que intenta ser diferente, lo peor es el sonido de la batería, parece de juguete, así de claro. Se deja de teclados y es que le dejó su teclista italiano con el que estuvo un par de años, y se transforma en un pop rock durante muchos momentos, con unos coros flojos y endebles y un trabajo de guitarra muy discreto. El disco supuso el fin de una etapa en la carrera de Rosendo, le seguirían un cambio radical en el sonido y la composición de su banda, pero para eso habría que esperar un poco.

 

Si lo que buscas son canciones sueltas:

Estas son las cinco canciones top que no pueden faltar en tu colección o en tu playlist:

1.- Agradecido

2.- Flojos de pantalón

3.- Navegando

4.- Pan de Higo

5.- Majete

miércoles, 30 de junio de 2021

La música en historias: "La Tortuga" del #MesRosendo

 


A paso lento, sin prisa pero sin pausa, con la paciencia con la que la tortuga se plantea su camino, hemos llegado al final del #MesRosendo. Lo hemos hecho recreándonos en sus mejores discos, y al final de la larga travesía no había mejor disco para el cierre que precisamente "La tortuga" (1991), el sexto álbum de estudio en solitario de Rosendo Mercado.

La tortuga es un disco diferente y en cierto modo controvertido, dentro de la discografía del de Carabanchel, empezando por el hecho de elegir a ese parsimonioso animal para el título y la portada del álbum. No es éste un disco lento como una tortuga, ni mucho menos, pero sí es un álbum en el que el veterano rockero suena más limpio y producido que en otras obras de su colección. Injustamente, los temas de La tortuga no suelen aparecer en los conciertos de Rosendo, pese a que este disco contiene algunas de las letras y estribillos más divertidos y ocurrentes de su cancionero.

El disco arranca con No me apetece!, una de las mejores canciones de Rosendo y una pieza clave dentro del álbum. Estamos ante una canción muy elaborada y con cuidados arreglos, que va creciendo poco a poco y de principio a fin, desde el paso de tortuga al desenfreno guitarrístico. El ritmo no decae en Los de siempre, canción de billar y humareda, de salir de fiesta y estar con la gente, hasta que la autoridad competente arruine la noche. Cierra el triunfal trío inicial Majete!, el tema que salió como sencillo, dotado de un estribillo pegadizo pero con cierta falta de conexión en la letra. La canción funcionó muy bien a nivel de ventas, pero como el resto de partes del caparazón de la tortuga, fue condenada al destierro en los conciertos de los años posteriores.

La segunda parte del disco baja un peldaño en lo creativo, y hace sitio a temas menos destacables como Menú de la cuneta, que no termina de coger velocidad de crucero y se queda en un tema correcto y varado en la pista de despegue. Tras el curioso y agradecido paréntesis que supone Ah!, una agradable pieza instrumental salvo por los tarareos de Aurora Beltrán (que agradeció públicamente la generosidad de Rosendo al incluirla en los derechos de autor del tema por esa mínima aparición), llega el turno de Ahora pro nobis, otro tema correcto sin más.

La sensación de falta de chispa de este tramo del disco desaparece con la siguiente de las muchas canciones que en La tortuga tienen exclamaciones en el título. Con Yo también! el disco vuelve a remontar el vuelo, y lo mantiene con creces en la pegadiza Control?... memeces! y en la canción que da título al disco. La tortuga hecha canción tiene una letra extraña y divertida, se le ha escapado y no puede dormir pensando en ello, y sale a la calle asustado y temeroso de que el animal pueda atacarle.

Del surrealismo de La tortuga pasamos a la no menos extraña temática de M'enamorao, porque el amor no es por una mujer, sino por la "comanda". Entre su amor por la comida, y su alegato a estar tirado en el sofá en Andar por casa, nos queda claro que La tortuga está logrando influenciarle, y su calma y pereza están presente en estos últimos temas de un disco que quizá no sea el más representativo de Rosendo, pero que tenía todo el sentido que fuera el último en llegar a la meta, yendo como fue a lomos de esta simpática e irreverente tortuga, con la que despedimos el intenso y reconfortante #MesRosendo.

domingo, 27 de junio de 2021

La música en historias: Veo, veo... mamoneo!! #MesRosendo

 

Veo, veo... mamoneo!!, Rosendo


     Si buscamos la palabra Picaporte en el diccionario, éste nos da dos definiciones, la primera nos dice que se trata de un dispositivo que se utiliza para abrir o cerrar una puerta o una ventana, que consiste en una pieza larga de hierro sujeta a la puerta o ventana, con una palanca para accionarla, que encaja en otra pieza que hay en el marco. La segunda definición nos dice que se trata de una palanca para abrir este dispositivo. ¿Por qué empiezo esta reseña hablando de esta palabra?, pues porque no es nada usual ni frecuente encontrarla insertada en la letra de una canción, y menos todavía si esta es la primera palabra que escuchas al poner el álbum. Pues Rosendo lo tuvo claro en su momento, y Picaporte no sólo es la primera palabra que abre la canción Masculino singular, también es la primera palabra que sale de su boca en éste disco. Sólo un genio como Rosendo es capaz de usar esta palabra tan poco usual, colocarla en un sitio tan estratégico, y además darle sentido.

      Para la grabación de su decimocuarto álbum de estudio en solitario, Veo, veo... mamoneo!!, Rosendo se marcha acompañado de Rafa J. Vegas (bajo) y Mariano Montero (batería y percusión)  a los estudios Du Manoir, situado en la pintoresca región de Las Landas en Francia. El disco es producido por Eugenio Muñoz, el integrante del grupo a la sombra, masterizado en Londres y publicado en 2002 bajo el sello discográfico DRO East West. El resultado de tanto empeño tanto de la productora como del artista es un disco impecable en cuanto a sonido y producción, con unas guitarras afiladas, y donde el formato de power trío consigue un sonido más crudo y directo, algo que se será de agradecer en directo.


 En este disco Rosendo, vuelve a mostrarse crítico y a denunciar temas del devenir diario de la gente normal, como el malestar de ver como se van deteriorando el medio y las relaciones humanas. y es que Rosendo es sinónimo de inconformismo, no en vano el mismo es la viva imagen de una generación desencantada, hecho que ha forjado su espíritu crítico.

     Nos encontramos con temas 10 temas marca de la casa, con unas letras que, como siempre, juegan a despistarnos con sus dobles sentidos. Abre el disco Masculino singular, donde la palabra picaporte cobra un inusual sentido. Estamos, en mi opinión, ante uno de los mejores temas que podemos encontrar en la carrera en solitario del Maestro de Carabanchel; En Que te acompañe la suerte, Rosendo hasta se atreve a con el Reggae, música por la que siente un profundo respeto; Quincalla, o no!, tema donde podemos disfrutar del excelente trabajo al bajo de Rafa J.Vegas; Para nadaotro de los momentos culminantes del disco, un tema lleno de energía y fuerza. Y es que Rosendo en este tema le da un toque más duro con con la guitarra al tema, lo que le da un plus de energía y fuerza a un tema que interpretado en directo gana más si cabe; Sufrido, tema que cierra la cara A y que es uno de los temas que más suele repetir el músico en los directos.

 



   Empieza la cara B con Para cuando desatino, una de las dos baladas del disco. Rosendo se atreve nada meno que con dos. Con el paso de los años ha empezado a sentirse a gusto con su voz y ha perdido el miedo a mostrarla sin el habitual acompañamiento de la potente instrumentación y guitarras afiladas; Veo, veo... mamoneo!!, tema que da título al disco; Entre dientes, donde los instrumentos van entrando uno por uno, primero la batería, luego el bajo y por último la guitarra; Ven y ve, muy destacable el cambio de ritmo cuando entra el repetitivo estribillo con un pesado y repetitivo también riff de guitarra; Todo lo que sigue, segunda balada y tema que sirve para cerrar un álbum que se vio recompensado en su momento con un disco de oro. 

     Rosendo repite en este disco la fórmula de trabajos anteriores, unas letras inconformistas que juegan al despiste con rimas curiosas y dobles sentidos, y donde cada cual, al escuchar, interpretará a su manera el sentido de las mismas. En cuanto al sonido, Rosendo rescata la fórmula del power trío, prescindiendo de lo teclados de discos anteriores. Un sonido más duro para unas letras más críticas si cabe que en trabajos anteriores.

domingo, 20 de junio de 2021

La música en historias: Lo malo es... ni darse cuenta #Mes Rosendo

En un lugar del centro de Madrid, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que trabajaba un ilustre oficinista que ahora se hace llamar Nevermind. Un día, y no uno cualquiera, porque era su aniversario de boda, de camino al metro de Sol para volver a casa se topó con un cartel en el escaparate de una tienda de regalos y discos hoy ya desaparecida: "Hoy firma discos Rosendo". Quiso el destino que Nevermind hiciera lo correcto y reparara en aquel cartel en lugar de seguir su camino, porque a veces lo malo es... ni darse cuenta de las oportunidades que el azar te brinda. Así que, pertrechado con su maletín y su corbata, y un gran ramo de rosas rojas que hacía de todo menos pasar desapercibido, Nevermind entró en la tienda y compró el entonces nuevo disco de Rosendo, el duodécimo de su carrera en solitario, antes de tomar posiciones en la fila de fans que esperaban a que el admirado músico les firmara aquella nueva entrega de su cancionero, bautizada como Lo malo es... ni darse cuenta (2005).

¿Y como no darse cuenta de la presencia de aquel singular personaje trajeado en medio de una larga fila de recios rockeros ataviados con las imprescindibles camisetas negras y las características melenas heavy, mientras se esforzaba en sostener el cada vez más incómodo y cantoso ramo de flores? Era imposible no hacerlo, pero haciendo gala de esa merecida fama que dice que no hay ser más pacífico y amable que un heavy de chupa de cuero y pelo largo, los comentarios siempre fueron hechos desde la lógica curiosidad y con el máximo de los respetos, así que más allá de la incomodidad física de sostener el maletín y el ramo durante la media hora larga que el atribulado oficinista tuvo que esperar hasta encontrarse cara a cara con Rosendo, la espera fue de lo más agradable.

Tan agradable como comprobar que el veterano músico de Carabanchel seguía en forma, entregando un disco de rock que no ahorraba en riffs de guitarra plagados de influencias del hard-rock de los años setenta, ni en tinta a la hora de escribir elaboradas letras que seguían supurando rock urbano. Para muestra bien valdría el efectivo arranque con Atajo de cobayas. Tras este intenso comienzo a base de hard rock incisivo y crítica social, lanza una segunda salva que es, si cabe, aún más efectiva, con Cada día, que incide en lo insoportable que resulta ver la cultura de sumisión y rebaño que se ha instaurado en nuestra vida colectiva. Un tema vibrante y con ciertos toques que recuerdan al Neil Young más guitarrero, el de discos como "Zuma" o “Ragged Glory”.

Con El acogote, el de Carabanchel hace su particular homenaje al quinto centenario de la publicación del Quijote, con un guiño clásico en el comienzo, que no tarda demasiado en desembocar de nuevo en el rock de guitarras abrasivas marca de la casa. Un tema brillante que es la antesala de otro que lo es aún más, porque con Duele más es con el que el disco alcanza uno de sus momentos más álgidos, con un ritmo que recuerda a los mejores temas de sus admirados AC/DC, en el que las letras no dejan títere político con cabeza.

En Periférico se sale del carril habitual y juega con cierto ritmo reggae, un experimento con gaseosa que, sin llegar a desentonar, es el primero de los pocos momentos "valle" del disco. Como si rápidamente se hubiera percatado (Lo malo habría sido... no hacerlo), en Darse cuenta vuelve a retomar el pulso firme del mejor rock, con un a la vez destacado toque melódico, y en Son máquinas vuelve a experimentar, pero esta vez con mucho más acierto y hacia sonidos más industriales, criticando a los que se comportan como frías máquinas sin sentimientos, mientras él es "tan sólo carne y hueso”. Y porque es humano y hecho tan solo de carne y hueso, le perdonamos que de nuevo quiera tropezar en la misma piedra del sendero que conduce al reggae en Todos los caminos. El tramo final del disco vuelve a la senda rockera y pegadiza en A mi no me duele ná, y explota terrenos más atmosféricos y ambientales en Salir de la maleza, en una canción en la que recita más que canta, hasta llegar al estribillo. El toque atmosférico lo ponen tanto el solo de guitarra inicial, como el gran crescendo final del tema, con toques de rock progresivo.

Todos estos temas sonaban sin cesar en el hilo musical de la tienda, mientras Nevermind y los heavies (parece el nombre de otro grupo rockero y suburbial) esperaban a que Rosendo les firmara el disco. Al llegarle por fin su turno, Nevermind le saludó educadamente y le extendió el cd recién comprado para que el músico pudiera firmárselo. La reacción de Rosendo fue mirar al ramo y, espontáneamente, decir sonriendo: "Anda, ¿y esto?" (que bien podría haber sido el título de una de sus canciones). Nevermind tuvo que aclarar el por qué de aquel ostentoso ramo, y dio pié con ello a que Rosendo acabara dedicando el disco no sólo a él, sino también a la destinataria de aquellas flores. "Y colorín, colorado", lo bueno de usar estas célebres palabras es que ya os habréis dado cuenta... Este cuento sobre Rosendo ya se ha acabado.

miércoles, 16 de junio de 2021

La música en historias: Deja Que Les Diga Que No! - #MesRosendo

Deja Que Les Diga Que No!, Rosendo


     El quinto álbum de estudio de Rosendo, Deja Que Les Diga Que No!, es publicado bajo la discográfica DRO debido a que la discográfica con la que trabaja el Maestro de Carabanchel, Twins, ha sido adquirida por DRO. El disco cuenta con la producción de Rosendo y de Eugenio Muñoz, ingeniero de sonido, productor con el que seguiría trabajando posteriormente y que se convertiría en mánager de Rosendo.

El disco es publicado en 1991, y el resultado es la consolidación de la meteórica carrera del artista, las claves, la madurez que ha ido adquiriendo Rosendo, unido al magnífico trabajo a la producción de Eugenio Muñoz, y a la aparición en escena de la potente discográfica DRO, que se ha hecho con sus servicios al ser comprada la discográfica que tenía sus derechos, Twins.

Rosendo, a la guitarra y las voces, se mete en el estudio con Miguel Jiménez (batería y coros), Rafa J. Vegas (bajo y coros), Gustavo di Nobile (teclado y coros) y la colaboración de Luis Ronaldo Martín con su colaboración con un solo de guitarra en el tema Go home.

El disco, tiene una producción exquisita, unos grandes arreglos con unas muy buenas melodías, unos teclados muy bien encastrados, y unas letras que llevan el sello de Rosendo, a veces vacilonas, a veces con la seriedad que requiere, con esos dobles o triples sentidos que sólo el Maestro de Carabanchel sabe darles y que juegan al despiste con el oyente. El resultado es un muy buen disco que apuesta por el rock and roll con un toque clásico 

Comienza el disco con el tema que da título al disco, Deja que les diga que no!, uno de los platos fuertes del disco, un medio tiempo con unos arreglos melódicos y unos sólos de guitarra impecables. Puede que..., tema donde los teclados cobran el protagonismo, acompañados de unos buenos arreglos de guitarra acústica. Salud y buenos alimentos, tema con sabor a puro rock and roll y que contiene esas típicas y enigmáticas letras de Rosendo que parecen no decir nada, pero que debemos escuchar con atención, pues es justo todo lo contrario. Unos golpes de cincel, tema donde Rosendo recupera su esencia de tiempos anteriores, con un sencillo tema pero con un sólo con efecto distorsionado que nos recuerda que Rosendo es uno de los grandes de las seis cuerdas. Mala vida, además de rock and roll, Rosendo también se acuerda del blues, y este tema, que se encarga de cerrar la cara A, es una buena muestra. Un pedazo de blues con una gran letra donde Rosendo, con su voz y guitarra es capaz de darle su toque personal.

La cara B abre  con Borrachuzos, quién no se ha acordado alguna vez de la pandilla, "Clemente", "Juan" o "Alberto" cuando ha salido por ahí de fiesta. Sencillo tema de rock donde Rosendo vuelve a darle se extra y elevarlo a la categoría de temazo con esa alegre letra. Muy destacable el trabajo del bajo de Rafa J. Vegas en este tema. Pagando residencia, Con un oscuro comienzo de teclado, Rosendo nos deleita con el tema más oscuro y rabioso del disco, y que contiene un magnífico sólo de guitarra. Bacilo, vacila!, tema con aire y sabor a los Rolling Stones con una alegre letra. No es que sea de los mejores temas del disco, pero la alegre y original letra hace su escucha agradable. Tierra de nadie, nos vamos acercando al final con este lento tema donde los arreglos de teclados vuelven a pasar al primer plano, y que es la antesala del último tema de la cara B y que por tanto cierra el disco, Go home, una brillante crítica a los turistas con ese toque irónico y vacilón de Rosendo, y en contra de lo que indica el título, cantada en castellano. 

Deja Que Les Diga Que No!, según la crítica no estaba a la altura de trabajos como Loco por incordiar (1985) o Jugar al gua (1988), pero Rosendo, lejos de anclarse y estancarse, con este disco era capaz de reinventarse y seguía evolucionando y recorriendo su propio camino, y haciéndose si cabe más sí mismo, y este notable y más que recomendable disco era buena muestra de ello. 

domingo, 13 de junio de 2021

La música en historias: Jugar al gua - #MesRosendo

 




Sigue Rosendo sin encontrar su lugar en el Rock. Sus años con Leño no fueron fructíferos a nivel económico, pero sí lo fueron en cuanto a popularidad. El primer álbum de Rosendo Mercado en solitario fue un éxito rotundo, pero el segundo y el tercero fueron malos a nivel de ventas y de popularidad, sigue cotizando a la baja con este trabajo que con el anterior se disputa el dudoso honor de ser el peor trabajo de toda su carrera. Primer LP de Rosendo tras dejar RCA, pero más experimentos con gaseosa en una etapa de total libertad creativa en la que el cantante incluso toma las riendas de la producción. Autoproducido por Rosendo y el primero de Gustavo di Nobile que acompaño al rockero durante un tiempo. Libertad creativa para Rosendo que se ganó a pulso pero que no convence en ningún momento.


Arranca el disco con Bajo cuerda un rock and roll dicharachero y muy simpático donde no falta un piano bien entonado, no es la mejor presentación, pero conserva el espíritu desde el comienzo con esas guitarras que te retraen a tiempos más intensos, siguiéndole Manifiesta deprimente que no se olvida del toque ochentero de otras ocasiones con unos arreglos de sintetizadores para mi gusto algo forzados, pero ha merecido la pena solo por ese comienzo con la batería martilleando el ritmo. Sigue con Nada especial que hay que reconocer que no le pega demasiado, en su intento de probar distintos palos, creo que se la pega, seguramente su ritmo lento y cansino nos descoloca por completo, este no es el Rosendo que necesitamos, vuelve a perder los papeles como ya pasara en algunos momentos de su anterior trabajo “...A las Lombrices” (RCA, 1987), no sabemos si quiere ponerse romántico, misterioso o noctámbulo. Pero no perdamos los nervios porque su siguiente tema nos devuelve la esencia, Jugar al gua, no tiene la fama que otros temas suyos, pero debería, es un gran tema donde recuperamos el Rosendo irreverente, mordaz, áspero, y la música vuelve a su esencia, necesitamos a este Rosendo que se te clava dentro, una verdadera joya por reivindicar.

Sumisión es un hibrido que se queda en tierra de nadie, y es una pena porque tiene un gran potencial, pero ha dejado de rasgar la guitarra como siempre nos ha gustado y nos quedamos con ganas de más, de mucho más. Del pulmón es otro de sus experimentos que nos puede sacar de nuestras casillas o enamorarte, el solito se marca una especie de Reggae sin sonrojarse, la vida esta hecha para los valientes y para mi gusto es un acierto total, nos cuesta admitirlo ya hasta este momento nos ha regalado un sonido tan único, tan suyo, que se nos puede hacer cuesta arriba, pero detenerse en cada acorde y cada frase debería ser un ejercicio a realizar para descubrir que detrás de esos sonidos que otros han llevado al cielo, él también quiere colaborar y casi, casi que lo logra, no nos engañemos a este tipo le ha faltado maquinaria de marketing detrás sino lo hubiera petado. Pero para romperlo la siguiente canción,

Flojos de pantalón es una de las cimas de su discografía, temazo muy de Rosendo y con una letra muy "leñera" en el más amplio sentido de la palabra. Incluye el, posiblemente, mejor solo de guitarra del maestro de Carabanchel acompañada de una letra que podemos calificar al menos de curiosa y peculiar y que se presta a varias interpretaciones, me quedo con la crítica a la gente de ficción que vive su vida pendiente de la opinión de los demás, y me posiciono con la gente auténtica, con la gente de verdad, que vive su vida ajena a las modas y que intenta estar feliz consigo mismo… la gente Rosendo. Disfruten de la canción estrella del disco y uno de los clásicos inmortales del cantante madrileño. Claro está que no se la juega en este corte: ritmo, guitarras tensadas y el de Carabanchel sacándose las tachuelas de entre los dientes. Así, sí. Cosita es correcta, y eso es mucho en esta montaña rusa de disco, vuelve a la esencia y se agradece, la guitarra de nuevo mandando por encima de todos. Cierra el álbum y de nuevo nos sabe dejar un gran sabor de boca con Voluntad Pasiva, es cierto que le sobran algunas licencias, pero estamos en su etapa mas experimental, todo perdonable porque en posteriores albums sabría de nuevo sacar su estilo, pero hay que tratar de pasar por todos los sitios alguna vez en la vida y con talento, el viaje es siempre agradable.

miércoles, 2 de junio de 2021

La música en historias: Presentación #MesRosendo

 

Rosendo


     Acabado el mes de mayo, abandonamos definitivamente el color púrpura, un color que nos ha acompañado durante dos meses, primero con Prince y luego con Deep Purple, y regresamos a casa, concretamente a Madrid, de donde es el artista al que vamos a dedicar el mes de junio, considerado como uno de los mejores, si no el mejor representante del rock español, que abrió brecha y marcó el camino a seguir a tantos y tantos artistas y grupos de rock del país. No podía ser otro que el Maestro de Carabanchel, Rosendo.

Rosendo nace en 1954 en el municipio de Bolaños de Calatrava, Ciudad Real, y se cria primero en el madrileño barrio de Lavapiés y posteriormente en el de carabanchel, barrio en en el que vive desde entonces. A los 18 años, en 1972, abandona los estudios que está cursando en la Escuela Superior de Ingenieria (ICAI) de la Universidad Pontificia de Comillas, para dedicarse a la música, su gran pasión, y se enrola en el grupo Fresa como guitarrista. Fresa, con diversos cambios posteriores y la incorporación como cantante de José Carlos Molina, acaba derivando en el grupo llamado Ñu. Además de sus marcadas influencias de artistas como Jethro Tull, Canned Heat, Cream, Deep Purple o Black Sabbath entre otros, hay uno que le marcará defintivamente y se convertirá en su mayor influencia, el guitarrista irlandés Rory Gallagher, al que descubre allá por el año 1974. 

En 1977, tras desavenencias con José Carlos Molina, abandona Ñu y forma Leño. Leño, tras tres discos de estudio y uno en directo editados, se separa en 1983, habiéndose convertido en apenas 6 años en uno de los grupos más influyentes del rock español y del movimiento del rock urbano. En 1985, Rosendo iniciaba su carrera en solitario, la cual, tras 16 álbumes en solitario y 9 en directo publicados, le convierten como hemos comentado anteriormente, por derecho propio, en estandarte y santo y seña del rock español, influenciando a infinidad de artistas del rock patrio. Dada la importancia del Rosendo por toda su obra tanto en Leño como en solitario, y por lo que ha significado para la evolución del rock español, en 7dias7notas vamos rendir tributo al Maestro y a dedicar todo este mes en desgranar parte de su obra en solitario.

Siempre que intento explicar lo que Rosendo significa para mí, me viene a la cabeza la canción Si la tocas otra vez, que el grupo Platero y Tú dedicó al Maestro, y que está incluida en su álbum Hay poco rock & roll (1994), y que define muy bien lo que Rosendo significa y ha significado para mí y para otros tantos y tantos aficionados y apasionados por la música:

Fuiste tú
Rock n' roll callejero bebiendo blues
Para mí
El primero en decir lo que yo sentí
Es igual
Ahora he dado la vuelta y puedo cantar
Y explicar
Que tu vieja guitarra me hace soñar
Y tú
Tú puedes seguir así
Y debes ser siempre así
Dónde estás
Es difícil seguir sin mirar atrás
Y he pensado
Que aunque nada es igual nada ha cambiado
Sigue así
Con un micro debajo de tu nariz
Es igual
Ahora he dado la vuelta y puedo cantar
Y tú
Tú puedes seguir así
Y debes ser siempre así
Si la tocas otra vez
Te prometo que esta noche yo
Nunca la olvidaré
Si la tocas otra vez
Me calientas la cabeza
Y no puedo parar
Si la tocas otra vez
Te prometo que esta noche yo
Nunca la olvidaré
Si la tocas otra vez
Me calientas la cabeza
Y no puedo parar los pies
El tren ya no pasa
Y tú sigues ahí
Bebiendo y fumando en ese Madrid
Nunca cambiaste tu manera de vivir
Me contaste tu vida
¡que más puedo yo pedirte a tí!
Si la tocas otra vez
Te prometo que esta noche yo
Nunca la olvidaré
Si la tocas otra vez
Me calientas la cabeza
Y no puedo parar
Si la tocas otra vez
Te prometo que esta noche yo
Nunca la olvidaré
Si la tocas otra vez
Me calientas la cabeza
Y no puedo parar los pies
Si la tocas otra vez
Te prometo que esta noche yo
Nunca la olvidaré
Si la tocas otra vez
Me calientas la cabeza y no puedo
¡¡¡no puedo!!!

Aunque en 2018 Rosendo decide retirarse de los escenarios, su compromiso por el personal y la música cuando se le ha necesitado es innegable, no en vano, cuando empezó a golpearnos duramente esta maldita pandemia, el Maestro decidió arrimar el hombro y abrió un canal en Youtube bajo el nombre Rosendo Mercado 2.0. La finalidad del mismo según el propio Rosendo era, al igual que otros tantos compañeros de profesión, mandar fuerza y ánimo en forma de regalo musical y aportar su granito de arena para ayudar a sobrellevar de la mejor manera posible tantos y tantos días de aislamiento que hemos sufrido. Una canal en el que podemos disfrutar de diverso material inédito, en forma de vídeos de conciertos, ensayos y entrevistas que hasta ahora no habían visto la luz. Así que poneros cómodos porque empieza el mes dedicado al Maestro.

viernes, 9 de agosto de 2019

El disco de la semana 139: Leño, Leño

Leño, Leño (1979)










     Corría el año 1979, apenas un año después de su formación, y Leño sacaba a la luz su primer disco en estudio, titulado Leño. Acababa de echar a rodar un grupo que en plena transición democrática marcaría el camino para todas las siguientes generaciones del rock español. Leño con un sonido basado en el blues rock, el hard rock y el rock progresivo se convertirían además con sus letras en precursores y estandarte del llamado Rock urbano, que es basicamente una corriente musical que surgió en España aproximadamente en 1973, al final de la dictadura. Si bien originalmente el rock urbano se basaba en los sonidos blues rock, hard rock y rock progresivo, posteriormente y sobre todo durante los ochenta también se abriría a otras tendencias como el punk o el hardcore.

     Cuenta la leyenda que a finales de 1977, en el seno del grupo Ñu, el cuál lideraba José Carlos Molina, se produce una discusión entre sus integrantes, a raíz de la cuál Rosendo Mercado, guitarrista de la banda pronuncia estas palabras: "Chico, hasta aquí hemos llegado...." y abandona la formación. 
Unos días depués Rosendo se junta con un viejo conocido que había estado en la antigua formación de Ñu cuando esta se conocía como Fresa, el bajista Chiki Mariscal, y con el ex batería del grupo Coz Ramiro Penas (formación que sería el germen de la formación Barón Rojo) y juntos forman Leño.

    El nombre del grupo estaba claro, Leño, pues al parecer era lo que José Carlos Molina le decía a Rosendo sobre sus composiciones en Ñu: "Las canciones que haces son un Leño, tío". Aunque sobre esto José Carlos defendía otra versión, que el nombre se lo inventó él, pues cada vez que él hacía una composición heavy Rosendo siempre le decía: "¡Vaya leño de canción que has hecho!". De cualquier forma acababa de nacer Leño y nadie podría parar lo que serían capaces de hacer hasta su separación, en 1983.



     El 12 de febrero de 1978 Leño debuta en directo en la sala Alcalá Palace de Madrid como teloneros de Asfalto, y en mayo de ese mismo año publican su primer sencillo, Este Madrid / Aprendiendo a escuchar, el cuál a día de hoy es material de coleccionista. En mayo de 1979, y después de unos ajetreados meses donde el grupo ha estado concierto tras concierto, graban su primer álbum en directo, de nombre Leño, el disco recomendado para esta semana, grabado en apenas 72 horas y publicado por la discográfica Chapa/Zafiro. Si bien durante la grabación del disco  el bajista Chiki Mariscal decide abandonar la formación y regresar a Ñu (donde formó parte en sus origenes bajo el nombre Fresa), por lo que es sustituido por el bajista Tony Urbano. Todas las composiciones son grabadas al bajo por Chiki menos El Tren que ya es grabado por Tony.

      De ahí que en la portada de álbum original podemos observar a   Rosendo Mercado y Ramiro Penas sentados y a Chiki Mariscal abandonando el lugar mientras por el otro lado entra Tony Urbano. El disco contaría con la producción de Teddy Bautista que además de aportar su colaboración a los teclados también aporta el ya mítico sólo de armónica que aparace en el tema El Tren.
Leño es un álbum que maracaría el sonido característico de la banda, basado en el rock y el blues rock con tintes progresivos y hasta psicodélicos. 

     Abre la traca de este memorable disco Castigo, un tema de más de 10 minutos donde Leño demuestra que no tienen nada que envidiar a ningún power trío de la época de renombre, un tema prácticamente instrumental pues no tiene apenas letra,  donde Chiki y Ramiro están magníficos y donde Rosendo nos da un Master con su guitarra eléctrica.

     Le sigue El oportunista, un tema que abre con el conocido pasodoble El gato montés, toda una crítica en toda regla a esos empresarios y a toda esa gente que solo se arrimaron a las bandas rockeras y heavys cuando olieron negocio. la letra es toda una declaración de intenciones "...me he clavado un alfiler en el pescuezo, me he juntado con los punks, soy muy moderno, ahora me meo en el metro, nada me importa, y le pego hasta a mi padre, soy un pasota......"

     El Tren, con un metafórico contenido que habla de la droga y de su consumo, "...ví rostros deshechos de satisfacción, si controlas tu viaje serás feliz". Como comenté anteriormente sobre este tema, la armónica en el tema corre por cortesía de Teddy Bautista el cuál se marca un solo memorable que pone la guinda a este himno del grupo.
Este tema fue compuesto por Rosendo y José Carlos Molina cuando ambos estaban en Ñu, por eso Ñu decidió grabarla años más tarde con otro nombre y mucha gente pensó que estaban haciendo una versión de Leño cuando en realidad era un tema escrito por ambos.



     Este Madrid, todo un alegato contra la contaminación. Célebre es ya el estribillo "....es una mierda este Madrid que ni las ratas pueden vivir". Un de sus temas más famosos y uno de los máximos exponentes del llamado rock urbano que abanderaría este grupo.

     La Nana, un tema de más de siete minutos, donde lo que empieza como una nana en toda regla acaba desembocando en toda una pieza instrumental de rock progresivo donde Leño vuelve a demostrar la calidad instrumental que atesoraba.

     Sodoma y Chabola, un tema donde vuelven a poner la voz de alarma ante las desigualdades sociales, con un tema con tintes funk y envuelto de un poderoso sonido hard rock.

     El disco cierra con un corto tema instrumental llamado Se Acabó, con Rosendo en acústico tocando una deliciosa pieza con tintes folklóricos, demostrando Leño que si son capaces de tocar piezas con una fuerza y energía salvajes también son capaces de emocionarnos con delicadas piezas instrumentales.

     Leño, es el título homónimo y primer disco publicado por la banda, y es que Rosendo y compañía abrirían el camino para toda esa legión de bandas que aprovecharían la brecha abierta por ellos y darían continuidad a su trabajo. En 1983, apenas cinco años después de su formación y tras tres disco publicados en estudio y uno en directo, Leño decide poner punto y final, y lo hace con la gira organizada por Miguel Ríos "El rock de una noche de verano", dando su último concierto completamente gratuito en el Parque del Oeste de Madrid.
Según los miembros de la banda habían llegado a un callejón sin salida a nivel creativo, eso sí Leño lo dejaba en lo más alto, ahí queda eso.