martes, 30 de noviembre de 2021

0334.- I'm a believer - The monkees

 


The Monkees fue posiblemente el primer grupo nacido de la mente avispada de algunos tiburones de la industria del entertainment televisivo y musical (el grupo fue creado originariamente para una comedia televisiva del mismo nombre que emitia la cadena NBC, y sus integrantes no se conocían ya que se hizo un casting con mas de 500 candidatos) Desde entonces, el fenómeno se ha ido amplificando y, si te paras a pensarlo grupos procedentes, no de las ganas adolescentes de montar una banda de música, sino de un plan marketing de masas concebido para retirarse a los 35, ha habido cientos, piensa en todos los Boy y Girl bands –suman entre todos ellos un porcentaje significativo del total de las ventas de discos-, y todos estos artistas lanzados al estrellato por programas reality de dudosa calidad –sin ir más lejos, Operación Triunfo aquí-, y te harás una idea del alcance de la plaga.

 

I’m a believer fue el mayor éxito de The Monkees, un grupo prefabricado que arrasó en las listas americanas y mundiales desde finales de 1966 hasta casi 1970. El éxito de dicha canción no era casualidad ni nada por el estilo, era producto de la pluma de uno de los destacados compositores que integraban el Brill Building neoyorkino, una auténtica fábrica de hits musicales, se llamaba Neil Diamond y había entrado a trabajar como compositor profesional para el Brill al terminar la escuela. La canción habla de algo tan familiar como misterioso: el momento preciso del flechazo amoroso. Es la descripción del sentimiento de soledad borrado por la irrupción de una figura, una mirada, que viene a cambiarlo todo, a ponerlo todo de cabeza y a desatar la sensación de euforia y de poder en el descubrimiento del hombre en uno de sus extremos: la felicidad. Representa la renovada fe del desilusionado ante esa emoción tan placentera como huidiza. I’m a believer está considerada uno de los sencillos más exitosos de su época y lideró las listas de venta en varios países del mundo poco después de su salida. Desde su publicación, I’m a Believer de The Monkees ha sido empleada en muchas películas, series de televisión y anuncios publicitarios. En el año 2001, el grupo de pop punk Smash Mouth lanzó una adaptación del tema que fue incluida en la banda sonora original de la película Shrek. La canción llegó al #1 de las listas el 31 de diciembre de 1966 y estuvo 7 semanas en lo más alto de las listas americanas. La canción sin embargo no fue la #1 de 1967, sino la número 5, por la particularidad con la que Billboard hacía sus listas anuales esos años, que además no iba de enero a diciembre, sino de diciembre a noviembre e incluso de noviembre a octubre, para poder cerrar su especial doble número de la revista la penúltima semana del año y tampoco era por ventas. I'm a Believer está incluida en el álbum More of the Monkees editado por Colgems Records a finales del año 1966.

Grandes éxitos y tropiezos: Rainbow

 

Rainbow


     Como cada semana, toca darnos una vuelta por la sección de Grandes éxitos y tropiezos de 7dias7notas, y en esta ocasión nos vamos a detener en la obra de Rainbow, la banda liderada Ritchie Blackmore. Es cierto que la banda del genial guitarrista nos ha regalado álbumes memorables, pero también nos ha dejado algún que otro disco con aires muy comerciales producto de su obsesión por conquistar el mercado estadounidense. No se hable más, una vez que estoy en la tienda virtual me pongo a buscar entre la infinidad de discos perfectamente ordenados por nombres y géneros musicales, y justo frente a mí observo una solapa de cartón que hace las veces de separador, la cual tiene dibujado un arcoíris y debajo la palabra Rainbow, así que sin más dilación me dirijo allí con la ardua misión de comprar material suyo. El problema surge cuando no disponemos de dinero suficiente para comprar todos, ¿Qué hacer entonces?, ¿Cual comprar y cual dejar?...

Estás tardando en comprarlo:



Rising
(1976)
, Segundo álbum de estudio de la banda, con Blackmore y Dio acompañados de Cozy Powell a la batería, Jimmy Bain al bajo y Tony Carey a los teclados. Un álbum que muestra la conexión y perfecta compenetración entre Blackmore y Dio en labores de composición, y nos regalan una obra maestra del género. Seis temazos entre los que se incluyen el que es para mí el mejor tema de toda su carrera, Stargazer. Tampoco podemos irnos sin llevarnos Ritchie Blackmore's Rainbow (1975), el disco debut de la banda. En un principio fue concebido para ser el estreno en solitario de Ritchie Blackmore. Disco que ya da muestras de la gran conexión que iban a tener Dio y Blackmore. Long Live Rock 'N' Roll (1978), el tercer disco de la banda y último que grabaría Dio con la misma. El disco no es tan homogéneo como Rising pero nos deja grandes destellos como Long Live Rock 'N' Roll todo un himno, o Kill the King y Rainbow Eyes. Tampoco está de más llevarse el directo On Stage (1977), contiene grabciones de conciertos en Japón y Alemania y es una muestra del gran potencial que tenía por aquel entonces la banda.

Si te queda pasta, llévate también:



Straight Between the Eyes
 (1982). En este trabajo, con Graham Bonnet en las tareas vocales, Blackmore decide dar un paso atrás, abandona los aires comerciales de sus anteriores trabajos y regresa a la senda del hard rock clásico, algo muy de agradecer. Si todavía te queda algo de pasta puedes llevarte también Down to Heart (1979), álbum donde Blackmore ya había iniciado un giro dándole a su sonido aires más comerciales, y Difficult to Cure (1981), donde el giro de sonido más comercial ya es evidente. En estos dos discos el vocalista es Joe Lynn Turner, y a pesar de su giro de sonido son buenos discos y sus temas han envejecido bien.

Vuelve a dejarlo en el expositor: 



Si apenas te queda dinero o simplemente no quieres gastarte todo, no te molestes en llevarte Bent Out of Shape (1983), del cual queda apenas ya algún que otro matiz del auténtico sonido Rainbow, y donde Blackmore abraza completamente la comercialidad transformando la banda en un grupo AOR (rock orientado al público adulto). Tampoco te lleves Stranger In Us All (1995), octavo y último álbum de la banda, grabado tras la enésima marcha de Blackmore de Deep Purple. Para su grabación se rodea de músicos desconocidos y cuenta con la colaboración de Candice Night, quien se convertirá en su cónyuge posteriormente. Un álbum extraño, Inconexo y falto de garra y personalidad. 

Si lo que buscas son canciones sueltas:  

Puedes comenzar con estas cinco canciones, indispensables para adentrarse en el mundo Rainbow: 

1- Stargazer

2- Catch the Rainbow

3- Long Live Rock 'N' Roll

4- Tarot Woman

5- Temple of the King

lunes, 29 de noviembre de 2021

0333: Soul Kitchen - The Doors

 

Soul Kitchen es una de las canciones más destacadas del homónimo álbum de debut de The Doors en 1967. A la sombra de temas como Break on through, Light my fire o The End tuvo menos recorrido mediático, pero este tema habría podido ser punta de lanza de cualquier otro LP de The Doors, además de estar lleno de matices y anécdotas que lo hacen todavía más interesante.

La letra de la canción se inspira en el restaurante Soul Olivia's en Venice Beach, California, en el que Jim Morrison solía quedarse hasta muy tarde, siendo habitual que el encargado del local o los camareros tuvieran que echarle para poder cerrar. De ahí viene que, en el estribillo, Morrison pida fervorosamente: "Déjame dormir toda la noche, en tu cocina del alma", o que en el tramo final haga referencia a que "los relojes dicen que es hora de cerrar, supongo que me tengo que ir ahora, pero realmente quiero quedarme aquí toda la noche".

Precisamente esa última frase convirtió a esta canción en icónica e imprescindible durante el final de los conciertos de The Doors. En una época en la que la policía de Los Ángeles ponía especial celo en que las actuaciones de los grupos de rock a los que consideraban problemáticos terminaran en el horario establecido, y mientras se desplegaban alrededor del escenario como medida disuasoria para que no se les ocurriera seguir tocando. En ese momento, y mientras el grupo estaba tocando Soul Kitchen, Morrison arengaba a las masas cambiando la frase por "Los policías dicen que es hora de cerrar, supongo que me tengo que ir ahora, pero realmente quiero quedarme aquí toda la noche".

domingo, 28 de noviembre de 2021

0332.- Light my fire - The Doors




Hace cincuenta años, The Doors lanzó un trabajo alucinante, en forma de su debut homónimo, que aún resiste la prueba del tiempo. Si intentas decirme que hay un álbum de rock hecho en los últimos veinte años que puede decir lo mismo, te diré que estás mintiendo. Olvídate de las tonterías. No dejes que ninguna escena reciente de jeans ajustados, promocionada por nadie te engañe. The Doors , fue y sigue siendo, un verdadero vudú azul.

En él encontramos tiempo y atemporalidad y quizás hay un sencillo en este álbum que conjugas ambas cosas ambas cosas a la perfección: "Light My Fire". Esta canción, publicada dos años después de "Like A Rolling Stone" de Dylan, se convirtió en uno de los éxitos pop más inesperados de su época. A diferencia de "Like a Rolling Stone", su longitud fue editada para adaptarse a algunos formatos de música pop como single. Aun así, fue la versión del álbum fue la que se convirtió en el gran pelotazo eterno que la mayoría recordamos en el rock clásico. Cuando se escucha en el contexto de este álbum completo, Light my fire fue un cóctel sonoro embriagador que mezclaba las fugas de órgano Bach de Ray con la guitarra estilo flamenco de Robby mientras Jim, el psicodélico Sinatra, cantaba y bramaba letras tan provocativas como “Tú sabes que Sería un mentiroso ". Break on through les puso en la picota, pero sin duda la canción que realmente llevó a The Doors a la estratosfera es, por supuesto, el exitoso sencillo Light My Fire. En retrospectiva, muchos ven la canción como la banda sonora perfecta para el verano del 67, cuando las cosas se estaban calentando en Estados Unidos en términos de los cambios sociales y políticos de finales de los 60. La popularidad se disparó y los llevó a presentarse a uno de los escenarios más apetecidos por los músicos, The Ed Sullivan Show. Los Angelinos tenían la canción más escuchada en EEUU, pero nuevamente surgieron dificultades, ya que debían eliminar la estrofa donde hacían alusión a lo erótico y las drogas: “If I was to say to you / Girl, we couldn’t get much higher” (“Si te dijera a ti / Chica, no podemos elevarnos mucho más”). La letra debía ser cambiada o no podrían salir a presentarse. El grupo aparentó aceptar y en plena cadena nacional Jim Morrison cantó tal cual lo que habían compuesto. ¿Consecuencias? No volvieron a pisar nunca más el escenario de Sullivan.

Los autores de la canción fueron Robbie Krieger y Ray Manzarek y surgio la idea una noche de 1966, cuando en una de las muchas actuaciones que daba el grupo en el Whisky a Go-Go el grupo tuvo que salir al escenario sin Jim Morrison que se encontraba sumergido en otro de sus viajes atemporales causado por las drogas, ambos eran conscientes del estado en muchas ocasiones de Jim. Krieger pensó en hacer una canción con una letra donde Morrison pudiera captar la indirecta, resultado, más de siete minutos de duración, la pista original no solo contenía uno de los ganchos líricos más memorables de The Doors, sino que también fue el vehículo perfecto para el arremolinado trabajo de órgano de Ray Manzarek,. The Doors ya parece un grupo salvaje incapaces de ser domados. Si el puente y los solos de esta canción no son uno de los momentos más épicos en la historia del rock que paren el tren que me quiero bajar.


La música en historias: Bloodflowers, el último chispazo de The Cure y el #mesTheCure

 

Cerramos el #mesTheCure con el que fue su último chispazo de gloria. De todos los discos posteriores a Wish (1992), es Bloodflowers (2000) el único que puede incluirse en cualquier lista en la que intentemos aglutinar los grandes discos de la banda liderada por Robert Smith. Ideado como una continuación de su obra cumbre Disintegration (1989), que a su vez estaba emparentado con Pornography (1982), Bloodflowers cierra una trilogía tan conectada que incluso fue puesta en escena por The Cure en los dos conciertos que cerraron la gira del disco en la sala Tempodrom de Berlín el 11 y 12 de noviembre de 2002. Durante más de tres horas, interpretaron los tres discos al completo, inmortalizando el épico momento en la grabación en vídeo "Trilogy" publicada poco después. 

En medio de la irrupción del britpop y el grunge, y con el grupo inmerso en una crisis de confianza tras el bajo nivel del disco anterior (Wild Mood Swings, 1996), Robert Smith quedó muy tocado por las críticas desfavorables, hasta el punto de idear Bloodflowers como un testamento final de la banda. Con el objetivo de marcharse con una obra a la altura de Pornography o Disintegration, The Cure puso toda la carne en el asador, y el resultado fue tan satisfactorio que, en contra de lo esperado, lo que hicieron estas Flores Sangrientas fue revitalizar la energía del grupo y de su compositor, devolviéndoles las fuerzas para seguir, en lugar de ser el vehículo de su planeada y lúgubre despedida. loodflowers no se quedó simplemente ahí, en una repetición del camino andado, sino que dio sentido completo a la trilogía. Donde Pornography y Disintegration profundizaban en la angustia por el paso del tiempo, Bloodflowers cierra el círculo con una marcada nostalgia por el tiempo ya pasado. Lo que más temía el Robert Smith de aquellos años ya ha ocurrido, y desde la madurez lanza la vista atrás mientras contempla las flores de su sangriento jardín.

Out Of This World es la primera flor del impactante ramillete del disco, y una de las mejores canciones de arranque desde aquel excelso Plainsong de Disintegration. Estamos ante un tema que combina de manera excelente el contraste entre una orquestación recargada y barroca con una base rítmica de guitarra acústica y unos teclados que recuerdan por momentos a The Beatles, un grupo en las Antípodas de The Cure en cuanto a positivismo y cercanía a la huerta de la alegría.

Le sigue Watching Me Fall, rabiosa y dura, y plagada de interesantes desarrollos instrumentales que por momentos chapotean en psicodelia. Quizá algo desmedida en sus 11 minutos de duración, en un momento en el que el disco casi acaba de comenzar. Imposible no pensar en que esta decadente historia, sobre un encuentro sexual en Tokio, habría quedado mejor al final del disco, como gran coda final o como paso previo a la Bloodflowers canción.

Maybe Someday fue, junto a Out of this World, lo más parecido a un single, al ser ambas elegidas para promocionar el álbum en las emisoras de radio, pero por decisión de Robert Smith no se publicó sencillo alguno de Bloodflowers. En el caso de Maybe Someday, la elección debió basarse en el aire pop de la canción, más asequible para el público general que otras piezas del disco que, en general, tuvo una tímida acogida por parte de la crítica y el público, pero el resultado fue diferente en función de cada país. El tema Coming Up, por ejemplo, aparecía sólo en la versión en vinilo, y en las versiones de CD para Australia y Japón,  y un tema como The Last Day of Summer, con marcado sonido "Disintegration", tuvo cierto recorrido en las emisoras de Polonia.

Musicalmente, el álbum se vuelve más introspectivo y austero con There Is No If, una de las canciones de amor más trabajadas a nivel de letras en todo el disco, y The Loudest Sound, destacable también por su descripción del silencio y la desgana que se apoderan de una pareja cuya relación ha caído en la rutina. Para que eso no le ocurra al disco, llega el turno de una canción como 39, que pone la necesaria dosis de sonido gótico al conjunto, antes de llegar a Bloodflowers, el tema que da título al disco, de nuevo centrada en el lamento por el final de una relación, que sin saber como ha pasado de "Estas flores nunca morirán" a "Estas flores siempre se marchitan".

Aún queda tiempo para una canción más, y no una cualquiera, porque Where the Birds Always Sing vuelve a llevarnos al terreno del medio tiempo y la orquestación creciente, que tan buenos resultados les dio en Disintegration, mientras el armazón de batería, bajo y guitarra acústica nos lleva con paso firme hacia el final de una obra que mereció más reconocimiento y que, ironías del destino, ha envejecido mejor que otros discos más valorados por los fans de The Cure. Será que bañadas en sangre, las flores soportan mejor el paso del tiempo, y se resisten a acabar marchitándose.

sábado, 27 de noviembre de 2021

0331 The End - The Doors


0331 The End - The Doors 

The End es una de las canciones más famosas en la historia de la música rock.
Es una canción del grupo estadounidense The Doors, cuyo líder Jim Morrison. 

La revista Rolling Stone la colocó en su lista de 'Las 500 mejores canciones de todos los tiempos', ubicándolo en el puesto 336. 

También esta reconocida como una de los canciones con un solo de guitarra dentro de las “100 mejores solos de guitarra de todos los tiempos”, donde en ese sentido lo ubicaron en el puesto 93.

No sólo en el mundo de la música esta reconocida esta canción, sino también fue utilizada en la cultura pop, sobre todo por Francis Ford Coppola en películas de guerra clásica. Apocalipsis Now (1979).

Hay otra versión de esta canción donde Jim Morrison concluye el último verso diciendo “I want to fuck you”. Esto alude a un concepto freudiano llamado 'El complejo de Edipo' , que influye en esta sección particular de la canción, donde un individuo odia a su padre y tiene deseos por su madre (o viceversa).

The Doors compuso 'The End' durante un período de meses mientras lo interpretaban en vivo en un bar de Los Ángeles llamado 'Whisky a Go Go'. Pero en última instancia, la canción resultó tan controvertida (específicamente en referencia a la frase I want to fuck you antes mencionada) esta frase de la canción provocó que los despidieran del concierto. Esto ocurrió el 21 de agosto de 1966, luego de que llevaran dando conciertos allí aproximadamente tres meses.

A los miembros de The Doors, Jim Morrison, Ray Manzarek, John Densmore y Robby Krieger, se les atribuye la escritura de esta canción. Y 'The End' fue producido por su colaborador habitual, Paul A. Rothchild.

Daniel 
Instagram storyboy 

viernes, 26 de noviembre de 2021

0330 Back Door Man - The Doors

 

Back Door Man, The Doors


     El 4 de enero de 1967 el mítico grupo estadounidense The Doors debuta con la publicación de su primer álbum de estudio de título homónimo, The Doors. El disco es grabado por Jim Morrison (voz), Robby Krieger (guitarra), Ray Manzarek (órgano, piano y bajo) y John Densmore (batería) entre agosto y septiembre de 1966 en los estudios Sunset Sound Recorders de Hollywood, bajo la poducción de paul A. Rothchild y publicado por el sello discográfico Elektra Records

El disco se convierte en uno de los más importantes para la evolución del rock psicodélico, siendo elegido por la revista Q en el puesto número 93 de los mejores discos de todos los tiempo, el canal musical VH1 lo situó en el puesto número 60 y la revista Rolling Stone en el puesto número 42 de los 500 mejores álbumes de la historia.

Incluido en este álbum debut se encuentra la versión que del clásico de blues Back Door Man hicieron The Doors. La canción fue escrita por Willie Dixon en 1960, y había sido versionada por bluesmans como Howlin 'Wolf y John Hammond Jr. The Doors se decidieron ha realizar una versión de la canción después de que elguitarrita Robby Krieger descubriera y escuchara la versión que del tema había hecho John hammond Jr. 

En cuanto a la temática del tema, Willie Dixon lo compuso hhaciendo referencia a la frase "Back Door Man" (hombre de la puerta trasera), que en la cultura sureña hacía referencia a cuando un hombre tenía una aventura amorosa con una mujer casada, siempre usaba la puerta trasera para escapar antes de que el marido de la mujer infiel regresara a casa. Una temática muy recurrente en el ámbito del blues de la época.

Disco de la semana 251: Watermark - Enya

 


Enya es una artista irlandesa, que comenzó su carrera con el grupo Clannad en los primeros años 80 y realizó ya en solitario a mediados de esa década la banda sonora para una cadena de televisión británica sobre los celtas, que fue todo un éxito. A partir de ahí, la compañía WEA la contrata y edita en 1988 Watermark, un disco que desbancaría en las listas de éxitos a todo bicho viviente y se instalaría durante meses y meses en el número 1 de ventas. Y no sólo eso, se convirtió en un disco dormilón, dos o tres años después seguía entre los 50 más vendidos. Este álbum musicalmente era una joya, y puso a la llamada música new age en primer plano. Su primer single que sonó mucho, y se convirtió casi en un himno... se llamaba Orinoco Flow. Watermark es un álbum New Age accesible, pegadizo y etéreo, con voces femeninas EXCEPCIONALES, la música te hace flotar, los teclados a menudo emulan algunos encantadores arreglos de cuerdas rítmicas. Este álbum fue muy popular a finales de los 80, nio era raro escuchar algunos temas emitidos por emisoras de radio…. La definición perfecta es relajante,  la música te hará soñar, pero quizás también tengas la sensación de asistir a algunas ceremonias religiosas y la ternura y espiritualidad de Enya se transpone a sus arreglos musicales. Hay algunas partes de piano MUY pegadizas, además de algunas partes de flauta uilleann, que evocan sus orígenes irlandeses. ¡Simplemente siéntese, relájese y deje que los Ángeles bajen del Cielo!


 

El álbum comienza con “Watermark”, es corta, pero descaradamente intensa, una pista de piano que resume bastante bien el espíritu del álbum, la producción favorece los ecos y las buenas progresiones de acordes de sintetizador que son un elemento básico de la New Age. La escuchas y te sientes como si esta melodía estuviera en tu mente desde el principio, es como si siempre hubiera conocido esta increíble canción instrumental, suena dentro del corazón. "Cursum Perficio" es muy solemne, un poco gótico por el estribillo y muy emotivo, quizás las voces en latín no estén del todo conseguidas, pero las ligeras ráfagas de cuerdas y la forma en que las voces están en capas y cómo flotan por la pista es una delicia. Te da un tono bajo, luego un tono alto, una canción en la que merece la pena detenerse y disfrutar. "On your shore" revela la belleza infinita de la voz de Enya, una canción muy relajante, muy bonita, muy sencilla, pero ¿qué más necesitas? Cuando tienes una voz como esta, realmente no necesitas ninguna instrumentación original compleja y por eso se deja acompañar de un sintetizador levemente tambaleante, la voz de Enya desciende de los cielos y Dios sabe que no entiendo lo que está diciendo, pero me parece majestuoso. El clarinete que aparece en la segunda mitad para repetir la melodía principal es un toque genial que agrega aún más a la calidad pura y pastoral de su voz…… Me encanta. "Storms in Africa" nos deja una ligera percusión africana, sintetizador "futurista" bleepity bloopity, muestras vocales sin nada que contar y que se quedan en el "na na na"…..  pueden que no parezca mucho, pero todo junto ofrecen una pista rica en atmósfera que evita la estructura tradicional más que cualquier otra pista. La mejora palabra para definir “Exile” es Belleza, todo es armonía, felicidad, dulzura y lo mejor de la vida, es una canción que logra conmoverte, de nuevo la voz de Enya te envuelve y resulta majestuosa, y ese clarinete, ese clarinete que acaba haciéndose eco de su voz te remueve del todo. Masterpiece. "Miss Clare remembers" es una pequeña canción instrumental de piano y esto a mí me vuelve loco, muy parecida al tema que abre el disco, pero sin la grandilocuencia ni la grandiosidad pretendida en el primer, puede resultar ligeramente repetitiva

 

"Orinoco flow" fue la canción que puso a Enya en el mapa, es un tema musicalmente muy trabajado, la melodía del sintetizador entra, permanece un poco y luego ¡bam!, dos golpes de tambor contundentes y ese icónico "¡Navega lejos, navega lejos!" en su voz, continua la canción y la mantiene después de una pausa corta, pero ingeniosamente colocada (aquella en la que ella dice algo como "sube, sube"). Esta canción sobresale en el álbum no por su calidad, sino por lo vivaz y alucinante que es en comparación con el resto. "Evening falls" es uno de mis placeres culpables, gran culpa la tiene esa casa de campo donde pase parte de mi adolescencia mirando como el sol se ponía en el horizonte, lejos de casa, como dice la canción, es una canción perfecta para dejar correr la melancolía de tiempos pasados donde pensabas que no eras nada sin embargo lo tenías todo, Enya envuélveme de nuevo con tu voz y déjame que anochezca a tu lado, solo, pero a tu lado. Sublime. "River" puede ser la hermana pequeña de Storms in Africa, de nuevo la repetición se adueña del tema, pero resulta más estática y fría, canción fallida no nos engañemos, aun así, tenemos algún momento del sintetizador muy conseguido. “The longships” me hace pensar en el final del señor de los anillos y es simplemente perfecto, parece que tu alma va a salir a volar, es una pista más etérea y de ensueño que todo lo demás en el disco, con la voz y el sintetizador entrelazados de una manera genial y complementaria que en realidad no es la más accesible de escuchar. “Na Laetha Geal M'óige” cierra el álbum, una canción gaélica a la altura del resto de canciones, ella es posedora de la voz de la luna, se despide mirando hacia atrás, volviendo la vista a los tiempos de la juventud que ha desaparecido y no volverán, y de nuevo la melancolía te atrapa.


 

jueves, 25 de noviembre de 2021

0329: Break on Through (to the other side) - The Doors


Break on through (to the other side), en español "Ábrete paso hacia el otro lado" era el tema de arranque de The Doors (1967), el primer disco de la breve pero intensa carrera del grupo de Los Ángeles. La letra firmada por Jim Morrison es toda una invitación a romper con las reglas establecidas, y a atravesar más allá, hacia un espacio o realidad alternativos, donde veremos las cosas de manera muy diferente.

El que fuera primer sencillo de la banda, tardo inicialmente en abrirse también paso hacia el otro lado, con un éxito discreto en las listas de ventas, pero que con el paso del tiempo se convirtió en uno de los temas más emblemáticos de la banda angelina. La rabiosa y a la vez psicodélica letra de Morrison, unida a la fuerza de la guitarra de Robbie Krieger y el solo de teclado de Ray Manzarek, se convierten en un artefacto explosivo y urgente, una atronadora salva con la que despertarnos del letargo en el que estamos sumidos, haciendo que abramos los ojos a lo que nos espera al otro lado de las puertas de la percepción, para comprobar al atravesarlas que "el día destruye a la noche, y la noche divide al día".

Break on through tuvo que resistir también los envites de la censura de la época, debido a la frase "She gets high" que se podía interpretar como "Ella tiene un subidón" desde su connotación de "colocarse" con el consumo de drogas. La versión del álbum original altera esta frase para que se escuche solamente "She gets" seguida de un soplido en el lugar donde debía ir "high", pero en las versiones en directo y en otras ediciones nadie pudo evitar que Morrison se abriera paso y llevara la canción hasta lo más alto de ese otro lado tan lisérgico y transgresivo.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

La música en historias: Wish - The Cure #mesTheCure


Al pensar en 1992, y no siendo muy aficionado a los Juegos Olímpicos, lo que me viene a la mente es que fue mi primer año en la Universidad. Enfrascado como estaba en tareas tan relevantes como conocer chicas y adaptarme al primer año universitario, me resulta curioso que hoy, desde la distancia del recuerdo y de un futuro que ahora vivo como presente, uno de los recuerdos más vívidos e intensos sea la escucha del disco Wish de The Cure, un mediodía de un viernes de finales de junio de aquel año, después de haber hecho el último examen del cuatrimestre.

Ese día comenzaban mis vacaciones. Mi madre y mi hermana estaban ya en la playa, y mi padre iba a recogerme después del examen, para hacer juntos el viaje en coche. Mientras esperaba en la puerta de la Facultad, una compañera que había conocido unos días atrás se acercó a despedirse, y me dio una cinta de cassette que había prometido grabarme, en la típica conversación sobre gustos musicales de la que no pensé que fuera a acordarse. Pero se acordó, y aquello hizo que en mi cabeza comenzara a generarse todo un "cuento de la lechera" sobre el trasfondo sentimental que pudiera estar oculto tras aquel cassette que tenía grabado el disco Wish de The Cure, el noveno álbum de estudio de la banda de Robert Smith, publicado solo dos meses atrás.

Al subir al coche de mi padre, tenía claro que aquel viaje comenzaría con Open (Apertura), la canción de corte rock y shoegaze con la que arrancaba el álbum, y que escucharíamos el disco de principio a fin, hasta llegar a End (Final), la canción que cerraba el círculo de la última entrega de Robert Smith & Cía. Mi padre, en una demostración de la santa paciencia que solo pueden tener los progenitores, no puso ninguna pega y sacó del reproductor de cassettes la cinta de Manolo Escobar que estaba escuchando. Y así, con un disco de un grupo de difícil digestión para mi padre, comenzó el viaje en coche a lo más profundo de Wish.

Sin ser conceptual, el disco incidía repetidamente en la temática del desencuentro de Robert Smith con la situación de presión mediática que el éxito de Disintegration había traído consigo, y ese desasosiego influenció a las nuevas canciones, que incluyeron muchos matices autobiográficos. Musicalmente, Smith estaba muy influenciado por el grupo My Bloody Valentine y la corriente shoegaze de finales de los ochenta en Reino Unido, caracterizada por un sonido de guitarras distorsionadas, con largos fraseos y fuerte reverberación, que impregnó la propuesta sonora de temas como Open, From the Edge of the Deep Green Sea, Cut o End.

El resto del disco se debatía entre la luminosidad y variedad de propuestas de Kiss me, Kiss me, Kiss me y la orquestación y complejidad de Disintegration, ya que en Wish tanto Dave Allen como el propio Robert Smith repitieron en la producción, puliendo un puñado de grandes canciones seleccionadas de entre los más de cuarenta temas compuestos inicialmente para el disco. Entre el grupo de canciones más luminosas se encontraban los dos primeros singles del disco, la intensa High, y la alegre y pegadiza Friday I'm in love, que me hizo pensar en si los astros estaban alineados en mi bando, o era mera casualidad que el día en que me había llegado este regalo en forma de cassette fuera precisamente viernes.

¿Y cómo comprobarlo? ¿Debía responder a mi compañera con una carta, como en Letter to Elise, la intensa y preciosista pieza de piano que se convirtió en tercer single? No tenía su dirección para hacerlo, y escuchando To wish impossible things (desear cosas imposibles) me di cuenta de lo absurdo de imaginar futuros deseados con todo un verano de distancia por delante. Eso me hizo despertar de mi sueño, mientras Robert Smith cantaba al desamor y a lo estúpido de desear cosas imposibles. En mi cabeza, la lechera tropezó, y el cántaro de leche se le resbaló entre los dedos. Intentó alcanzarlo sin éxito, y el cántaro se estrelló contra el pavimento de la calle por la que caminaba, dejando un reguero de leche derramada y los restos del cántaro hecho añicos.

Y menos mal que lo hizo porque, al salir de mi ensimismamiento, descubrí que tras la escucha de canciones tan góticas e introspectivas como Apart, o tan impregnadas de la tradicional tristeza de la banda como la propia To wish impossible things que sonaba en ese momento, mi padre estaba a punto de quedarse dormido al volante. Tan rápido como Wish llegó a lo más alto de las listas británicas y al número dos estadounidense, convirtiéndose en el mayor éxito comercial de la historia de la banda, pulsé "Eject" en el reproductor de cassettes, y metí de nuevo la cinta de grandes éxitos de Manolo Escobar. Al ritmo del "Porompompero" comprendí que Wish era un disco casi tan perfecto como complejo, no apto para escucharlo en cualquier situación, y propenso a generar en el oyente ensoñaciones tan intensas como imposibles.

0328 Friday On my Mind - The Easybeats

 

Friday on my Mind, The Easybeats


     A finales de 1966 el grupo australiano The Easybeats, liderado por los guitarristas Harry Vanda y George Young (hermano mayor de Angus Young y Malcolm Young), quienes a la postre se convertirán en los productores de los primeros discos de AC/DC y serán responsables directos junto a la banda de los hermanos Young de la concepción de su característico sonido, publican el sencillo Friday On My Mind, que se convertirá a la postre en un gran éxito mundial, el único de la banda australiana.

El tema es compuesto por Harry Vanda y George Young, producido por Shel Talmy, grabado en los IBC Studios de Londres, y publicado por el sello discográfico United Artists el 14 de octubre de 1966 en Reino Unido y el 17 de noviembre de 1966 en Australia. La canción se convierte rápidamente en un éxito mundial, alcanzando en Estados Unidos el puesto número 16 en la lista Billboard Hot 100, el puesto 1 en Australia y Países Bajos, el 6 en Reino Unido, alcanzando además unas excelentes cifras en otros varios países. 

La canción también fue incluida en el cuarto álbum de estudio de la banda, que editó dos ediciones diferentes en mayo de 1967, Good Friday para el Reino Unido, donde la canción no aparece, pero sí en la edición para Estados Unidos, que además se tituló como la canción, Friday On My Mind. Habría que esperar hasta octubre de 1970 para que Friday O My Mind se editara en Australia. 

Aunque la canción fue denominada durante mucho tiempo como un himno de la clase trabajadora, George Young comentaba que la canción tenía más que ver con su visión del mundo más que cualquier declaración de clase. Para la apertura de guitarra del tema se inspiraron en la actuación en un film del famoso grupo vocal formado en París, Francia, en la década de los años 60 Swingle Singers, donde interpretaban el estribillo que al final inspiraría el famoso riff de guitarra del tema. En cuanto a la letra, esta recordaba los tiempos en los que el grupo de Vanda y Young vivían en hostales en Sidney, Australia en sus comienzos, y de como salían el viernes porque era el comienzo del fín de semana y la gente hacía lo mismo con la intención de pasárselo bien.

martes, 23 de noviembre de 2021

Grandes éxitos y tropiezos: The Doors


 

En 7días7notas abrimos en esta ocasión las puertas de la sección de Grandes éxitos y tropiezos a The Doors. Es difícil equivocarse en la compra de un disco de Morrison & Cía, porque todos sus discos tienen cosas interesantes, y al atravesar las puertas de la percepción nunca se encontraron escalones en los que tropezar de manera ostentosa. Sin embargo, esas mismas puertas pueden también conduciros por caminos que, no teniendo la etiqueta de equivocados, si que pueden llevaros a lugares que no fueran los esperados. Así que, sin más demora, vamos de nuevo a la imaginaria y vieja tienda de discos de segunda mano en la que esta sección comenzó, a buscar discos de The Doors ¿Qué discos suyos deberíamos comprar? ¿Cuáles deberíamos evitar?:

Estás tardando en comprarlo:

Los seis discos de The Doors publicados en vida de Jim Morrison son realmente grandes discos, pero si hay uno que destaca por encima del resto es precisamente The Doors (1967), disco debut en el que estaban canciones de la talla de Break on Through (to the other side), Light my fire o The End, pero no nos quedaríamos tranquilos si no mencionáramos también aquí discos como Morrison Hotel (1970), un disco en el que apostaron por un sonido más pesado y rockero en temas de la talla de Roadhouse Blues, Peace Frog o Waiting for the sun, entre otras. No se queda atrás tampoco el brillante ejercicio de blues ebrio y taciturno del disco L.A Woman (1971), combinando la brillantez de piezas oscuras y decadentes (Cars hiss by my window, Hyacinth House) con algunos de los mejores temas de su carrera (L.A Woman, Riders on the storm)

Si te queda pasta, llévate también: 

Si os queda presupuesto, el siguiente disco al que tendríais que hincar el diente sería Waiting for the Sun (1968). La adicción al alcohol de Morrison avanzaba a marchas forzadas, al tiempo que aumentaba también el número de seguidores de la banda, gracias a temas tan rotundos como Hello, I love you o The Unknown Soldier. También incluye la canción Not to Touch the Earth, en realidad un extracto de una larga pieza conceptual llamada The Celebration of the Lizard, disponible en alguna de las últimas reediciones especiales del disco, y en el directo Absolutely Live. Y si el dinero sobrante os deja aún más margen, entonces sería el momento adecuado para incluir en el pack el disco Strange Days (1968), el siempre difícil segundo disco, que contiene joyas de la talla de People are strange, Moonlight Mile o, especialmente, When the music is over. 

Vuelve a dejarlo en el expositor:

Pensando en la estructura de este artículo, el disco elegido para la tarjeta roja era The Soft Parade (1969), pero estaríamos siendo unos árbitros demasiado rigurosos, porque aunque palidece en la comparación con sus otros cinco hermanos, no deja de ser un buen disco al que, siendo justos, dejaríamos seguir jugando con una amonestación verbal o una tarjeta amarilla. Si lo dejáis de nuevo en el expositor, os estaríais perdiendo canciones como Touch me, Shaman`s Blues o, sobre todo, el tema que le da título, un auténtico desfile de color y larga duración en el que manejan con maestría los cambios de ritmo, la psicodelia y la bohemia descarada en la que vivía inmerso su carismático cantante. Y como, al perdonar a este disco, dejaríamos huérfana esta sección, mencionaremos en su lugar dos de los tres álbumes que los miembros restantes de The Doors sacaron tras la muerte de Jim Morrison.  Decíamos, al principio, que algunas puertas llevaban a caminos inesperados, y tanto Other Voices como el posterior Full Circle dejan la sensación de haber dejado pasar la parada en la que los miembros supervivientes deberían haberse bajado del autobús, haciendo caso al compañero caído, cuando cantaba aquello de "Esto es el final".

Si lo que buscas son canciones sueltas:

Estas son las cinco canciones top que no pueden faltar en tu colección o en tu playlist:

1- Break on through

2- Light my fire

3- Riders on the storm

4- L.A Woman

5- The End

0327.- Black is black - Los bravos

 



El grupo nace de la fusión de dos formaciones, Los Sonor aportaron al guitarrita Antonio Martínez y al teclista Manolo Fernández, y Mike & The runaways aportó al carismático cantante Michael Volker Kogel, más conocido como Mike Kennedy, el bajista Miguel Vicens y el batería Pablo Sanllehí. Columbia se fija en ellos y los lanzó como Los Nuevos Sonor, pero ese nombre no tenia gancho y pronto decidieron cambiarlo. Para ello, a raíz del lanzamiento del que sería su primer single organizaron un concurso para que los fans les bautizaran, aunque en realidad el nombre ya estaba decidido de antemano, Manolo Díaz fue su ideólogo y a todos les gustó: Los Bravos, sonaba y se escribía de igual modo en diferentes idiomas, un par de actuaciones con fuerte carga mediática apoyados por Los 40 principales, hizo que pronto estuvieran en boca de todos hasta el punto de que la discográfica inglesa Decca tuvo un encuentro con ellos. La entrevista no fue fructífera, pero pudieron conseguir que al menos grabaran algunos temas de su repertorio, para ello viajaron a Londres, pero solo grabaron Mike en la voz y el resto del grupo en los coros. Los instrumentos fueron tocados por músicos profesionales del sindicato inglés ya que era una práctica habitual en la época. El resultado tuvo un éxito inesperado, “Black is black” y aunque el éxito internacional fue efímero, ya que los siguientes singles apenas tuvieron repercusión, el mercado nacional seguía rendidos al grupo, especialmente con singles como Los chicos con las chicas, que dio pie a protagonizar diversas películas, hasta que la fatalidad se cruzó en su camino. El 29 de abril de 1968 fue un día inolvidable para el bajista Miguel Vicens, contrajo matrimonio en la iglesia de San Juan de Malta de Palma con Norma Perriman, una encantadora joven británica. Al enlace acudió el grupo al completo, y tras el banquete, Manolo Fernández, teclista del grupo, emprendió, con su esposa Loti Beatriz Rey (con quien se había casado recientemente y de la que esperaba su primer hijo) el camino hacía el hotel de Valldemossa en el que se hospedaban, conduciendo su propio descapotable, pero la tragedia les sorprendió en el trayecto, al tratar de esquivar a un camión en una curva sufrieron un accidente brutal e irreparable. Ella falleció en el acto y él resultó con heridas leves. Aquello desencadenó una depresión brutal que provoco que semanas después Manolo Fernandez se suicidara. Era el principio del fin, poco después Mike Kennedy abandono el grupo con la intención de iniciar una carrera en solitario y aunque buscaron buenos sustitutos el éxito, al nivel que habían conseguido, no volvió a aparecer.

 

“Black is black” fue la canción que le dio fama a Los Bravos, un tema compuesto por Tony Hayes y Steve Wadey, al que arregla Ivor Raymonde, que grabado con músicos londinenses de estudio (se rumorea que entre ellos Jymmy Page que luego formó con Led Zeppelin), editado por Los Bravos y que Alain Milhaud convirtió en un éxito mundial. Fue el primer éxito español en las listas internacionales (Nº 2 en el Reino Unido y Nº 4 en las Billboard USA) y el primer grupo español que traspasaba fronteras. Se cuenta que una de las razones de su triunfo en USA se debió a que hubo bastantes oyentes, sobre todo durante las primeras semanas, que creyeron que el tema estaba interpretado por Gene Pitney, famoso cantante, cuya voz era muy parecida a la de Mike Kennedy, vocalista de la banda. Hay que reconocer que el tema está muy conseguido, empezando por ese arranque, un ritmo de batería y bajo al que se une una guitarra, el teclado y una sección de viento, a esa altura ya estamos moviendo el esqueleto, cuando aparece la particular voz de Mike y termina de poner lo que faltaba a la melodía.

lunes, 22 de noviembre de 2021

0326: A quick one while he's away - The Who


 
A Quick One, While He's Away, del disco A Quick One (1966) de The Who, es una suite de seis partes diferenciadas, que marca el inicio de un estilo en la composición de Pete Townshend que se alejaría de los esquemas standard de canción de los sesenta, para adentrarse con éxito en estructuras más complejas, que culminarían en elaborados discos conceptuales (Quadrophenia) e intensas óperas rock (Tommy).

Los 9 épicos minutos de A Quick One, While He's Away son precisamente eso, un adelanto en clave de mini ópera, de lo que después vendría con Tommy. La canción narra la historia de una mujer sin nombre, que vive en la añoranza del amor de su vida (Her man's gone), ausente durante mucho tiempo (Crying Town). La mujer acaba sucumbiendo a la presión de su círculo cercano, que la empuja a conocer a otras personas (We have a Remedy), y mantiene una relación con un maquinista ferroviario llamado Ivor (Ivor the Engine Driver). Transcurrido un año, su amor regresa inesperadamente (Soon be Home), y la mujer le confiesa su infidelidad. A estas alturas, no creo que sea "spoiler" contaros que, al final de esta historia épica y cambiante (You are Forgiven), ella obtiene el perdón de su amado.

Una historia de lírica intensa, que en lo musical es un generoso despliegue de recursos y cambios, que abarcan desde una introducción a capella, interpretada por los cuatro miembros de la banda, pasando por un tramo en el que Roger Daltrey cede el testigo de la voz cantante al bajista John Entwistle o una sección en la que aparece un armónico coro, hasta llegar a la última parte en la que es Pete Townshend el que canta el esperado perdón, mientras el resto de la banda repite la palabra chelo, en una broma que incluyeron tras serles negada la aparición de una sección de cuerda para ese último tramo de la canción. Para recordarle al productor que su negativa había dejado incompleta la canción, repitieron de manera irónica el nombre del instrumento en los momentos en los que debería haber sonado.

domingo, 21 de noviembre de 2021

0325 Tell it like it is - Aaron Neville


0325 Tell it like it is - Aaron Neville

Tell It Like It Is es una canción escrita por George Davis y Lee Diamond y originalmente grabada y publicada en 1966 por Aaron Neville. Y recientemente en el año 2010, la canción ocupó el puesto 391 en la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos de la revista Rolling Stone, nunca es tarde para ingresar en una lista, y menos en la de la revista Rolling Stone.

En 1966, Aaron Neville grabó y publicó la versión original de Tell It Like It Is en su álbum también titulado Tell It Like It Is bajo el sello discográfico Par-Lo Records. En noviembre de 1966, el tema se publicó como un sencillo que alcanzó el número 2 de la lista Billboard Hot 100 de Estados Unidos a principios de 1967 (detrás de "I'm a Believer" de los Monkees) y el número 1 de la lista Hot R&B/Hip-Hop Songs de Estados Unidos.  

La grabación original contó con un grupo de músicos incluía la participación de George Davis en los arreglos y tocando el saxofón barítono, Emory Humphrey-Thompson (Umar Shariff) en la trompeta, Deacon John en la guitarra, Alvin "Red" Tyler en el saxofón tenor, Willie Tee en el piano y June Gardner en la batería.

Daniel 
Instagram storyboy 








La música en historias: Kiss me, Kiss me, Kiss me - #MesTheCure

 



Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me es una amalgama de diferentes estilos y enfoques de composición, es como una mezcla heterogénea de Cure. Hay trozos de Alt-Rock, New Wave, Goth Rock, Synthpop e incluso algunas influencias de Funk y Dream Pop. Todas esas ideas pueden sonar como una receta para un desastre, pero Kiss Me se las arregla para mantenerse bastante arriba durante la mayor parte de su tiempo de ejecución. Estamos ante una oda maníaca a la pasión humana, con secuencias prolongadas de instrumentación onírica para calmar los párpados cerrados en un momento, luego canciones fuertes, ardientes y chillonas para encender el corazón y hacer que la sangre bombee.

 

El disco 1 es probablemente el mejor de los dos aquí para mí, aunque solo por poco. A pesar de ser un disco centrado en atmósferas maravillosas y composición pop, The Kiss abre el álbum con una muestra gótica intensa y deslumbrante de las habilidades de la guitarra en el álbum, donde los riffs simplemente gritan y chillan a lo largo de toda la canción sobre el bajo casi industrial de Gallup y el de Smith. carcajadas. Y luego el álbum tiene la audacia de saltar a Catch, una canción bellamente orquestada y soñadora. Y contra todo pronóstico, funciona muy bien. Torture es densamente agradable y vuelve a oscilar en el estado de amor tranquilo de "If Only Tonight We could Sleep", su encorvado deformado acompañado de una instrumentación de cuerdas de estilo asiático para darle una sensación exótica y onírica, otra pasada instrumental extendida para someter al oyente a un sueño profundo mucho antes de que surja cualquier voz entrecortada. para después trasladarte a la pura diversión en Why Cant I Be You. Todo mientras Smith aporta acentos de una sección de trompeta compleja de vez en cuando. Esto es algo que a Smith le gusta hacer muy a menudo, y aunque a veces puede ser como untar lápiz labial a un cerdo, aquí agrega mucha diversión a cada canción que está tocando, y Smith afortunadamente es parco con sus usos. "How Beautiful You Are", una canción que vuelve a traer un amor más apasionado yuxtapuesto al odio apasionado. La sensación surrealista pantanosa-lenta de "The Snakepit" serpentea tintineando en el estridente y estridente "Hey You !!!",

 


El disco 2 puede que no sea tan consistentemente bueno, pero comienza con dos de las canciones más increíbles que jamás hayan grabado. Just Like Heaven transmite una alegria tan pura que es difícil explicar el subidon que te mete y después And All I Want, una pieza de synthpop tan perfectamente contagiosa con la perfecta adicción de capas de guitarras ásperas. Soñadora y perdida "One More Time", de nuevo con una apertura instrumental alargada, suspira y casi llora de fragilidad. "Like Cockatoos" ahoga y borra el sueño anterior con una sensación acuosa, chapoteando, lo que lleva al saxofón aullante en "Icing Sugar" casi enteramente instrumental. La última parte del disco dos, ve el resurgimiento de un Smith más maníaco, especialmente enojado y odioso. La canción final "Fight" parece terminar en una especie de dolor emocional ardiente, lamentándose de que "a veces duele solo respirar, y luego parece que no queda nadie y lo único que quieres es dormir". donde un Smith especialmente enojado y odioso dice "eres como una babosa en el suelo, eres inútil y feo e inútil y feo, y tiemblo y tiemblo cuando pienso en cómo me haces odiar ... quiero destrozarte en pedazos ".


En general, este es un álbum pop casi perfecto. Es una pena que lo que hizo que esto fuera tan popular, el aspecto de doble LP, sea lo único que me decepcione. Pero todavía hay muchas de las mejores canciones pop de los 80 aquí.


sábado, 20 de noviembre de 2021

Disco de la semana 250: Are you experienced? - The Jimi Hendrix Experience



Siendo solo un crío, mientras en la radio o en un equipo de música sonaba un tema de cualquiera de los grandes guitarristas del momento (Van Halen, Gary Moore, Steve Vai, etc) siempre me llamó la atención que, inevitablemente, en las conversaciones siempre salía la coletilla de "es muy bueno, pero como Jimi Hendrix no hay otro". Tanto tuve que escucharlo, que fue también inevitable que, en cuanto pude hacerme con un disco suyo, me lanzara a la "experiencia" de comprobar que era lo que aquel guitarrista, compositor y cantante estadounidense había ofrecido a propios y extraños, para que todos coincidieran en otorgarle el cetro dorado del rey de los guitarristas, a pesar de que su carrera profesional duró solo cuatro años.

Jimi Hendrix comenzó a tocar la guitarra a los 15 años. Su padre intentó que su hijo tocara la guitarra como los diestros, ya que el uso de la mano izquierda se asociaba con el diablo, y a los niños zurdos les obligaban a "corregirse" en la escuela. Aquella absurda práctica permaneció vigente hasta mis tiempos de colegial por lo que, como zurdo "corregido", sentí todavía más empatía e interés por la cabeza visible de The Jimi Hendrix Experience, y del disco con el que decidí descubrirle: Are you experienced? (1967). Se trataba de su álbum de debut, que tuvo versiones diferentes en Reino Unido y Estados Unidos. Afortunadamente, la que llegó a mis manos fue la versión estadounidense, ya que en el Reino Unido aún mantenían la costumbre de no incluir en los discos las canciones publicadas como single, y no habría sido la misma experiencia sin canciones como Hey Joe, Purple Haze o The Wind Cries Mary, temas clave de su discografía que llegaron al Top 10 del Reino Unido como sencillos.

Are You Experienced fue producido por Chas Chandler (bajista de The Animals) y se grabó entre los meses de octubre de 1966 y abril de 1967, a lo largo de dieciséis sesiones de grabación en tres estudios diferentes de Londres. Hey Joe fue el primer single publicado (con Stone Free en la cara B), y también la primera de las canciones que se grabaron. La banda encontró tiempo entre actuaciones para juntarse en los estudios De Lane Lea y abordar un tema acreditado a Billy Roberts en 1962, pero que para muchos se basa en una canción tradicional de las Montañas Apalaches. La versión de Hendrix, además de tener a Noel Redding al bajo y a Mitch Mitchell a la batería, contó con el apoyo vocal del grupo The Breakaways. Con la primera canción, comenzaron también los primeros conflictos entre Hendrix y el productor. Cuando éste le pidió que bajase el volumen de su amplificador, Hendrix amenazó incluso con abandonar Inglaterra, pero Chandler se mantuvo firme y le entregó el pasaporte para que se fuera, y entonces Hendrix se echó a reír diciendo: "OK, has visto mi farol"

Love or Confusion, con influencias orientales, fue uno de los temas que se grabaron en los estudios de CBS, porque Chandler buscaba una mayor calidad de sonido que la que habían conseguido con Hey Joe y los temas de De Lane Lea. De aquella nueva tanda de grabaciones salieron también Foxy Lady (Con toques de heavy metal, grabada en una sola toma salvo algunos overdubs, e inspirada en Heather Taylor, que después se casaría con Roger Daltrey de los Who) y Third Stone from the Sun (tema de spoken word en clave rock y con tramos cercanos al jazz, sobre un extraterrestre que, tras evaluar a los seres humanos, decide que la única solución es su completa destrucción). La gran cantidad de guitarras Marshall que Hendrix empleó para estas grabaciones y el nivel de ruido que generaban, fueron toda una experiencia para los tímpanos de los ingenieros de sonido del estudio.

​Tras desavenencias con el dueño del estudio de CBS, decidieron volver a los estudios De Lane Lea, dónde empezaron a trabajar en nuevos temas, que finalmente pulirían en los estudios Olympic, donde de nuevo el alto volumen de la guitarra de Hendrix generó problemas, esta vez con el vecindario. De aquellas sesiones saldría el segundo sencillo Purple Haze, el tema que abre la edición estadounidense del disco.​ La complejidad y extravagancia de sus arreglos, y los múltiples efectos de guitarra con los que experimentaron, hicieron de este tema una de las cimas creativas de la carrera de Hendrix, y una de sus canciones más celebradas y reconocibles, pero para la época se trataba de un sonido tan novedoso como extraño, lo que motivó que al enviar la cinta para la remasterización, tuvieran que indicar en el embalaje que la distorsión allí grabada era deliberada y no debía ser corregida. A menudo se relaciona la letra de la canción con un viaje psicodélico, pero Hendrix por entonces no había probado aún el LSD, y el propio autor dijo haberse basado en un sueño y en una historia de ciencia ficción sobre un rayo mortal de color púrpura.

Ya entrados en enero de 1967, grabaron The Wind Cries Mary, la gran balada del disco, compuesta después de una discusión con su novia, Kathy Mary Etchingham. Tiene ecos de Curtis Mayfield y del folk de Bob Dylan. La canción, que sería su tercer single, es todo un ejercicio de overdubbing, mezclando hasta cinco guitarras en lo que finalmente parece ser una sola. El presupuesto iba menguando, por lo que salvo los overdubbings de guitarra, el resto del tema es una única y primera toma. En esas mismas fechas, grabaron Fire, un tema al más puro estilo soul-funk, a partir de una versión en directo.​ De vuelta una vez más a De Lane Lea, grabaron Manic Depression y I don't live today, uno de los primeros temas en los que Hendrix juega con el feedback y su característico efecto de guitarra wah wah, combinados con una letra oscura que contrasta con la luminosidad tribal de su ritmo.

Después llegarían Highway Chile (que junto a Stone Free y 51st Anniversary acabarían siendo incluidas como temas extras en una edición posterior), May This Be Love (la otra balada del disco junto a The Wind Cries Mary) y Are You Experienced?, la pieza psicodélica y post moderna​ que dió nombre a un disco en el que la diversidad de estilos es la nota predominante, combinando de manera brillante y novedosa hard rock, folk, psicodelia, free jazz, blues y R&B, en una mezcla cruda y directa que tiene como hilo conductor las distorsionadas guitarras de Hendrix.

La relevancia de Are you experienced? es tal, que es uno de los discos incluidos en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por su enorme valor histórico y cultural. La revista Rolling Stone la situó en el puesto nº 15 de la lista de 500 mejores álbumes de todos los tiempos, e incluyó además cuatro de las canciones entre las 500 mejores canciones de todos los tiempos (Purple Haze, Foxy Lady, Hey Joe y The Wind Cries Mary). ¿Y cuál fue mi veredicto tras aquella primera escucha? Mi opinión no es muy relevante, solo diré que coincide con la que de Horst Schmaltze, el ejecutivo de la discográfica Polydor al que Chandler entregó el disco, temeroso de cual fuera a ser su reacción ante una obra tan psicodélica y arriesgada. Horst escuchó el disco sin decir una palabra. Al finalizar la segunda cara, simplemente dijo: "Esto es genial. Es lo mejor que he escuchado jamás".

0324: Un sorbito de champagne - Los Brincos

 


Estamos ante la última gran canción de Los Brincos antes de que Juan y Junior dejaran la banda en 1966, tan bien les iban las cosas a Los Brincos que la noticia de su separación fue una bomba. Nadie se esperaba algo así. Los que conocían bien al cuarteto sabían que existían diferencias entre sus miembros, pero el gran público no estaba al tanto de nada, la crisis final de Los Brincos sucedió de forma muy rápida, no corrían buenos vientos entre los componentes de Los Brincos, porque existen entre ellos muchas divergencias. Se reprocha al grupo poca decisión para relanzar su carrera internacional, había un parte de integrantes que opinaban que los Brincos tienen que salir fuera, con todas sus consecuencias, a eso se suma que 'A mí con ésas', el último sencillo del conjunto supone un descenso en la capacidad de creación del cuarteto. Aun así Los Brincos habian conseguido entrar en el número treinta de las listas francesas y tienen grabadas, desde hace un año, una enorme cantidad de canciones. Pero el grupo se separó a finales de octubre del 66, las críticas crecieron tras su actuación en el festival de Benidorm de aquel verano, a raíz de lo cual Juan Pardo y Junior decidieron retomar las riendas del grupo a espaldas de su líder, Fernando Arbex. La maniobra fracasó, pues Arbex tenía registrada la marca Brincos, pero lo tenían decidido, sus carreras estaban fuera del grupo por las desavenencias con Fernando Arbex, e iban a formar el dúo Juan y Júnior, con la intención de conquistar el mercado internacional. Pero solo obtienen algunos éxitos y no de la dimensión de los que habían conseguido con Los Brincos ('Tres días', 'Anduriña', 'Nada', 'Bajo el sol'). Antes de separarse, Los Brincos rehacen la formación, Juan y Junior son sustituidos por Vicente Ramírez y Ricky Morales (hermano de Júnior). Más tarde, otro de los hermanos Morales, Miguel también estará con Los Brincos. Pero estos cambios despistan a las fans y las dividen. En los años setenta llega la separación. Fernando Arbex se dedica a la composición y a la producción. Organiza un grupo, Barrabás, que obtiene, por fin, un cierto éxito en las listas americanas. Los principales elepés del grupo son 'Los Brincos' (1966), 'Contrabando' (1968), 'Mundo, demonio y carne' (1970).baterista y líder del conjunto. Triste historia y final para el primer gran grupo del rock Español.

 

Un sorbito de champagne fue quizás su ultimo canto de cisne, una balada romántica, en la que se canta a un amor pasado difícil de olvidar. Un sorbito de champagne, canción que nunca se publicó en un LP, se convirtió en uno de los mayores éxitos del grupo y se situó en lo más alto de las listas de ventas del país. ​Fue número uno de la lista de Los 40 Principales la semana del 25 de julio de 1966. Se trata del segundo número uno de la lista en la historia, tras Monday, Monday y el primero de la historia en lengua castellana.

viernes, 19 de noviembre de 2021

0323: Sunny Afternoon - The Kinks


Sunny Afternoon, incluida en el disco Face to face de The Kinks, es una canción hermanada en temática con el Taxman de The Beatles, denunciando los altos niveles de impuestos aplicados por el gobierno británico de la época. A diferencia del toque rockero y áspero de la canción de los de Liverpool, la canción de The Kinks da un giro hacia el music hall y el cabaret, una línea de progresión en la que profundizarían después en sus discos conceptuales más reconocidos (The Village Green Preservation Society, Arthur y, en menor medida, Lola vs. Powerman).

La canción nace en un momento en el que Ray Davies afrontaba una enfermedad pasajera. La sensación de sentirse mal y estar encerrado en casa sin hacer nada le llevó a escribir la letra, sobre un aristócrata en decadencia que se había peleado con su novia tras una noche de borrachera. La grabación del tema fluyó de manera rápida y sencilla, cuando el bajista empezó a tocar unos breves y divertidos ritmos clásicos, y Nicky Hopkins, que estaba tocando el piano en esa sesión, le siguió el juego al mando de las teclas, generando el embrión de lo que sería la desenfadada atmósfera musical de la versión definitiva.

El decadente y alcohólico aristócrata no estaba, a pesar de todo, exento de carisma. Lanzado como single el 3 de junio de 1966, Sunny Afternoon alcanzó el nº 1 de la listas de singles del Reino Unido y de Irlanda en poco más de un mes. En Estados Unidos no llegó tan alto, quedándose en un honroso puesto 14 del Billboard Hot 100. No está nada mal para la historia de un tipo sin horizonte ni esperanza, sumergido en el mar de la pereza en una tarde soleada.

jueves, 18 de noviembre de 2021

0322 For What It's Worth - Buffalo Springfield

 

For What It's Worth, Buffallo Springfield


     El 5 de diciembre de 1966 la banda de rock canadiense - estadounidense Buffalo Springfield, formada por Stephen Stills (voz, guitarra, teclados), Neil Young (voz, armónica, guitarra, piano), Richie Furay (voz, guitarra rítmica), Bruce Palmer (bajo) y Dewey Martin (batería), publica su álbum debut de título homónimo, Buffalo Springfield. El disco es grabado bajo la producción de Charles Greene y Brian Stone entre los Gold Star Studios de Los Angeles, California y los Columbia Recording Studio en Holliwood, California. El disco es publicado por el sello discográfico Atco Records y llega a alcanzar el puesto número 80 en la lista estadounidense Billboard Top Pop Albums.

En marzo de 1967 se lanza una reedición del álbum donde se incluye la canción For What It's Worth, la cual había sido lanzada como sencillo por Atco Records el 23 de diciembre de 1966. La canción es grabada en los estudios Columbia Square de Hollywood, y logra posicionarse en el puesto número 7 en la lista Billboard Hot 100, por lo que se decide incluirla en dicha reedición del disco debut de la banda. 

La canción fue escrita por Stephen Stills, quien el mismo relata que se basó para escribirla en los disturbios del toque de queda ocurridos en Sunset Strip en West Hollywood, California, en noviembre de 1966. La canción, en pro de la contracultura, trata de reuniones de jóvenes que protestaban contra las leyes de toque de queda y el cierre de la discoteca Pandora's Box de West Hollywood. Stills no se encontraba allí cuando cerraron dicha discoteca, pero se enteró porque sus compañeros del grupo se lo contaron. Stills tenía en en mente escribir una canción sobre la situación de los niños en el sudeste asiático y de como la situación se desmoronaba. Pero aquel día según bajaba  caminando a Sunset desde su casa, y observó como una gran multitud de jóvenes habían organizado un funeral a modo de protesta frente al Pandora's Box por el cierre del mismo y contra las leyes del toque de queda. Luego observó como la policía antidisturbios se posicionaba al otro lado de la calle con sus cascos y sus escudos frente a un gran número de jóvenes que se encontraban de pie en la calle, de forma pacífica, sin realizar ningún tipo de acción violenta. Sin embargo, aunque aquellas manifestaciones habían surgido de forma pacífica, acabaron surgiendo problemas.  Fue entonces cuando Stills se preguntó "¿Por qué están haciendo esto?", por lo que decidió que la canción original que tenía en mente sería For What It's Worth, y trataría sobre estos sucesos en West Hollywood.

Los sucesos en los que Stills se basó para escribir la canción se sitúan a mediados de 1966, los residentes y las empresas locales de West Hollywood se habían quejado y presionado a las autoridades del condado por la forma en que los jóvenes iban a los clubes de música de la zona, ya que causaban grandes congestiones de tráfico y molestias de ruído a altas horas de la noche. Las autoridades decidieron entonces aprobar unas estrictas leyes que incluían el toque de queda en la zona a partir de las 10 de la noche. La multitud de jóvenes, que únicamente querían disfrutar de la música, sintieron que esas restrictivas nuevas leyes infringían sus derechos civiles.

miércoles, 17 de noviembre de 2021

0321: Yo soy aquel - Raphael

 


Nació el 5 de mayo de 1943 en Linares, Jaén, su nombre, Miguel Rafael Martos Sánchez todos le conocemos como Raphael. Con su familia, se mudó a Madrid con tan solo nueve meses de edad y empezó su carrera como cantante a los tres años, recibiendo el sobrenombre del “Ruiseñor de Linares” y “El divo de Linares”. Un año después se unió a un coro infantil y a los nueve años fue reconocido como la mejor voz infantil de Europa en un concurso de Salzburgo, Austria. Raphael empezó su carrera profesional cómo cantante con el sello discográfico Philips. Para distinguirse asimismo adoptó la grafía «ph» del nombre de la compañía y se «bautizó» como «Raphael». En 1962 ganó tres primeros premios del Festival Internacional de la Canción de Benidorm con las canciones Llevan, Inmensidad y Tu conciencia.

 

Yo soy aquel es una canción compuesta por Manuel Alejandro que interpretaba Raphael y fue con la que representó a RTVE en el Festival de la Canción de Eurovisión 1966. La canción alcanzó la séptima posición entre 14 participantes, habiendo recibido nueve puntos (5 de Portugal, 3 del Reino Unido y 1 de Yugoslavia). Su puesto no desmerece el éxito y popularidad que tuvo la canción durante aquel año, de hecho, fue el disco más vendido en España en 1966 en cifras absolutas, y es que esta canción de amor rasgado, hay que sumarle su gran presencia vestido de negro, su forma de retorcerse ante el micrófono girando la mano como quien desenrosca una bombilla eran motivos suficientes para calar en la sociedad de aquel momento

 

Puede resultar muchas cosas, pero lo que es indudable es su calidad vocal, unida a una gran capacidad histriónica y expresiva, han sabido conquistar al público de todo el mundo hispano por más de cuatro décadas y no solo al hispano, fue numero uno en Japon con el tema con el tema Escandalo, pero antes, el 25 de octubre de 1970 se presenta en el famoso "Show de Ed Sullivan", de la cadena televisiva estadounidense CBS, cantando en vivo en español, inglés e italiano, volviendo a aparecer en el mismo a los pocos meses. En 1967 cantó en el Madison Square Garden de Nueva York de la mano de Brian Epstein (manager de Los Beatles). Actuó en los teatros más importantes, como el Carnegie Hall de Nueva York, el Opera House de Sydney, el Bolshoi y el Rossia de Moscú, el Olympia de París, el Palladium de Londres, se puede decir que tras su paso por Eurovision Raphael fue la primera estrella española global. Pronto fue conocido en Italia, Francia, Alemania, Japón o Australia. . Y siempre será recordado con lo de Yo soy aquel que cada noche te persigue…., su canción más emblemática al igual que El tamborilero lo es de los especiales televisivos de Navidad.