A finales de los 80, se estaba desarrollando el germen de lo que en los 90 serían tendencias que influirían a toda una generación. Ocurrió con el grunge de Pearl Jam y Nirvana, el renacer punk de Rancid, Green Day y Off Spring y hasta con el impulso del hard rock de grupos como Guns and Roses y Metallica. En esa época de primeros pasos de lo que estaría por venir, en 1988 un nuevo grupo californiano de rock lanzó su disco de debut, que acabaría resultando tan adictivo como el nombre elegido por la banda, Jane's Addiction.
Nothing's Shocking retoma la sencillez y el minimalismo que tanto se echaron en falta en los sobrecargados sintetizadores que marcaron la mayor parte de entregas musicales de los artistas de éxito de los 80, y entrega una colección de temas de difícil clasificación. Son canciones de rock y metal del rock y metal, salpicadas de toques de Blues, Jazz, Funk y Soul, en una mezcla tan heterodoxa como original.Hablamos de un disco que muchos consideraron pionero en el cambio de la escena musical del momento, con la creación de lo que se dio a conocer bajo el término de "rock alternativo". Decir que lo inventaron ellos nos parece un poco excesivo, pero que Perry Farrell, Dave Navarro y compañía, en el final de una década marcada por la comercialidad, se anticiparon totalmente a la respuesta alternativa que vendría en la siguiente, es algo fuera de toda duda.

Vuelve el disco después al rock con "Standing in the shower thinking", antes de explorar de nuevo terrenos psicodélicos en “Summertime Rolls”. Tras "Mountain Song", una de las canciones del disco en la que más se pone de manifiesto la potencia de la guitarra de Navarro, nos regalan la llamativa e irreverente “Idiots Rule” en la que ponen en práctica un delirante ejercicio de pseudo funk setentero con personajes ilustres que lo dan todo en la sección de viento: Flea, bajista de Red Hot Chili Peppers, a la trompeta. Angelo Moorey, vocalista de Fishbone a la segunda trompeta. Y Christopher Dowd, teclista también de Fishbone, al trombón.

No quiero cerrar esta reseña sin hacer referencia al irónico título, sólo a sabiendas del disco que estaban entregando podían decirnos que "nada se está agitando", cuando estaban a punto de agitar el árbol del rock alternativo y hacer que cayeran al suelo todas las ramas secas y las manzanas podridas de una década desesperadamente enlatada en la comercialidad.
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