viernes, 2 de junio de 2023

Disco de la semana 329: Chulahoma - The Black Keys

 


Siempre he sido bastante fan de The Black Keys por su fuerza y la diversión que trasmiten, es por eso que me he sorbido sus disco pero un buen día llego a mi conocimiento la existencia de un EP de The Black Keys que aún no había escuchado y que consistía en canciones escritas originalmente por Junior Kimbrough, tenia que poner solución así que les propuse que para empezar el mes de junio no íbamos a tener disco de la semana, sino que se transformaría en el EP de la semana, ellos al comprobar el artista que proponía me dieron su beneplácito y bueno, 7 canciones y casi media hora es un buen EP, hemos reseñado discos con menos canciones.

Lo primero es presentar a Junior Kimbrough, que fue una de las primeras influencias del pionero del rockabilly Charlie Feathers, y representaba la visión modélica e hipnótica del bluesman del Delta del Mississippi, a pesar de que su carrera no trascendió mas allá de su región hasta que a principios de los 90, cuando apareció en la película de 1991 'Deep Blues'. Junior Kimbrough nació y creció en Hudsonville, Mississippi, donde aprendió a tocar la guitarra escuchando discos de los bluesmen del Delta. En 1968, cortó su primer sencillo, 'Tramp', para el sello local Philwood. Durante los años 70 y 80, Kimbrough toco a lo largo del Mississippi, donde el periodista musical Robert Palmer lo descubrió a finales de los años 80. Palmer presentó a Kimbrough en su documental 'Deep Blues'. Esto le condujo a un contrato discográfico nacional con Fat Possum y lanzó su primer álbum de larga duración, 'All Night Long', en 1992. El disco fue aclamado por la crítica tanto de ambientes blues como de otras tendencias. Después de una oleada hiperactiva en 1992, Junior Kimbrough volvió a tocar por el Delta, grabando su segundo álbum, 'Sad Days, Lonely Nights', en 1993. Las cosas empezaron a no ir bien en 1997, y un año después Kimbrough regresó con 'God Knows I Tried'. Murió de un ataque al corazón el 17 de enero de 1998.

Muchos álbumes tributo parecen nada más que artistas que han perdido la inspiración y deciden extraer viejos discos por un falso sentido de lo nuevo, pero en Chulahoma: The Songs of Junior Kimbrough, Dan Auerbach y Patrick Carney, conocidos juntos como The Black Keys , canalizan el espíritu del difunto Kimbrough con inmensa dedicación y precisión, sin apropiarse nunca de las canciones pero logrando dejar su propia huella en ellas. En las breves notas que acompañan al álbum, Auerbach habla de su fascinación por Kimbrough que lo inspiró a dejar la escuela para trabajar en su técnica de guitarra y ese amor es evidente aquí con el trato cálido y expresivo que él y Carney le dan a algunas de las mejores canciones de Kimbrough, como la suave y bellamente sentida “Meet Me In The City”. La canción está llena de afecto y romance, como los que son raros en la música blues y The Keys, que no rehúyen lo extraño y psicodélico, la tocan con la delicadeza y el detalle que la música de Kimbrough merece. La versión de Black Key de "My Mind is Ramblin" es como las luces de la calle que brillan en una carretera mojada: una canción llena de imágenes nítidas y contrastes audaces. Todo en este EP es poderoso y conmovedor. Otro de los momentos brillantes del EP es probablemente el minuto 2:15 en "Have Mercy On Me" cuando Dan comienza a hacer un solo de guitarra (que llega a su clímax alrededor de las 3:15). Solo cierro los ojos, empiezo a mecer todo mi cuerpo al ritmo del tambor y dejo qu e el tono de su guitarra me transporte a lugares lejanos. El órgano que entra en el minuto 1:04 es impresionante y no demasiado autoritario como para quitarle la sensación de blues de la canción.


Al escuchar estas canciones, es evidente lo arraigadas que están en la mente y el alma de Auerbach, pero en lugar de recrear las canciones de su héroe, tomó la inspiración de su juventud y la usó para reinterpretar estas canciones a través de su propia voz, permitiéndoles solo coquetear brevemente con los originales crudos de Kimbrough. Es un tributo hermoso, a menudo extraño, a un gigante del blues moderno que es perfecto para una noche de sábado oscura, solitaria y tranquila; una noche en la que el propio Kimbrough probablemente habría estado en su Juke Joint, en Chulahoma, Mississippi, manteniendo las caderas y los corazones de su público moviéndose y palpitando. En lo que respecta a los Keys, Chulahoma es, con mucho, uno de sus trabajos más singulares y menos apreciados y se deslizará en sus corazones como Kimbrough se deslizó en los Keys. En ese sentido, si te gusta Chulahoma, asegúrate de respetar a la leyenda que inspiró el álbum tributo y echa un vistazo a algunos de los trabajos de Junior. Ninguno defraudará.

0883.- One of these days - Pink Floyd



"One of These Days" es la pista instrumental que da comienzo a "Meddle" (1971), uno de los mejores discos publicados por la banda británica Pink Floyd, y es junto a "Echoes" el tema más destacado y más progresivo del disco. Creada en su mayor parte a base de improvisaciones en el estudio y con la participación de toda la banda al completo, posee un sonido rotundo y fuertemente marcado por la línea de bajo de Roger Waters, y una atmósfera muy particular e hipnótica, a pesar de dejar un poco a un lado las estructuras psicodélicas de discos anteriores, para adentrarse con fuerza en terrenos más progresivos y rockeros.

Comienza con el mencionado bajo de Roger Waters, al que se van poco a poco uniendo el resto de instrumentos y efectos, haciendo que la tensión musical del tema vaya cada vez más en aumento. Pese a no tener letra, la canción incluye la voz distorsionada del batería Nick Mason diciendo "One of these days, I'm going to cut you into little pieces" ("Uno de estos días, te voy a cortar en pedacitos"). Más allá del impactante y poco tranquilizador mensaje, son la fuerza y la tensión de la música las que han hecho de "One of These Days" una de las canciones más aclamadas de la banda, y una pieza imprescindible en la mayor parte de sus conciertos.

jueves, 1 de junio de 2023

0882-. I'd love to Change the World- Ten Years After

 

I'd Love to Change the World, Ten Years After


     En agosto de 1971 se publica el sexto álbum de estudio de la banda británica Ten Years After, titulado A Space in Time. El disco es grabado en los Olympic Studios de Londres bajo la producción misma del grupo y publicado por el sello discográfico Chrysalis Records para el mercado europeo y por Columbia Records para Estados Unidos. Este trabajo se caracteriza por tener un sonido menos pesado que discos anteriores, incluyendo más guitarra acústica. El disco llegó a alcanzar el puesto 17 en la lista estadounidense Billboard 200.

De todos los temas, destaca sobremanera la tercera pista del álbum, I'd Love to Change the World, que combina un coro acústico y melódico con potentes riffs de guitarra ejecutados por el gran Alvin Lee. Este tema llegó a alcanzar el puesto número 10 en las listas de Canadá y el puesto 40 en las listas de Estados Unidos. Fue escrito por Alvin Lee y presenta un patrón de acordes inspirado en el folk para apoyar la melodía. El eco de las voces y la guitarra de Alvin Lee se mezclan para dar un gran aire a la canción.

La canción es un gran alegato sobre los grandes problemas que existían en aquellos años, la superpoblación, desigualdad económica, contaminación o la guerra, en especial la de Vietnam. Alvin Lee consideraba que esta canción sería igual de relevante con el paso del tiempo, ya que muchos de los problemas iban a seguir ahí. "Frikis" o "Peludos" fueron algunos de los calificativos que usaron los detractores para describir a una banda que había tocado en Woodsock y que aunque no quisieran reconocerlo, tenía mucha razón.

miércoles, 31 de mayo de 2023

Iggy Pop - Every loser (Mes Iggy Pop)

 




El legendario padrino del punk, Iggy Pop, regresa a la escena musical en 2003 con Every loser, su decimonoveno álbum de estudio en una larga trayectoria, probablemente equiparable a la de artistas igual de longevos como Bob Dylan, Elvis Costello, Bruce Springsteen o Neil Young, que también sigue en activo. Este lanzamiento es llamativo, pues se convierte en el primer gran estreno musical del 2023, además de que álbumes tardíos como "Post Pop Depression" volvieron la atención hacia él, y de que en este proyecto cuenta con una enorme cantidad de instrumentistas y colaboradores de renombre. Cada perdedor necesita una advertencia similar porque es, gracias a Dios, no solo 'otro' disco de Iggy Pop (este es su 19º álbum en solitario), sino un muy buen disco de Iggy Pop y está a la altura de los mejores. Está actualizado y listo para rockear. Iggy ha trabajado con muchos grandes músicos a lo largo de los años. Mientras que David Bowie es el más mencionado, Andy McCoy (Hanoi Rocks) y Steve Jones (Sex Pistols, Professionals y más) se encuentran entre la larga lista de co-conspiradores con los que ha unido fuerzas para hacer música. Para este álbum contamos con Duff McKagan (Guns n' Roses), Chad Smith (Red Hot Chilli Peppers) y Taylor Hawkins RIP (Foo Fighters). Todos ayudan a aumentar la energía y establecer el tono musical. El álbum está producido por Andrew Watt (responsable de los últimos lanzamientos en solitario de Ozzy), quien también toca la guitarra y hace un excelente trabajo en ambos aspectos.


La música de Iggy a veces es difícil de categorizar, ya que varía su estilo y ritmo musical. Este álbum no es una excepción con una mezcla de estilos, pero para los punks y rockeros comienza con Frenzy, una canción llena de bilis e ira y definitivamente no muy recomendable para las radioformulas, es un comienzo que eecuerda a los Stooges, no parece que Iggy (que tiene 75 años) se haya suavizado mucho. Strung Out Johnny ralentiza el álbum pero ciertamente no se anda con rodeos, trata temas de la adicción y las consecuencias, esta es una melodía sobresaliente e Iggy está vocalmente en buena forma, el tema toca parte de los dilemas amorosos sobre una notable combinación de New Wave y Post-Punk con ciertos aires góticos que recuerdan a los Joy Division. New Atlantis mantiene el ritmo lento y malhumorado mientras Iggy canta una carta de amor a su ciudad adoptiva de Miami, pero nos recuerda el aumento del nivel del mar que amenaza a la ciudad, así como a los gánsteres y otros maleantes, sirve además como una variación de Hard Rock que recuerda un poco a los Guns 'N' Roses. Los niveles de energía aumentan de nuevo con Modern Day Rip Off, una voz burlona y agresiva de Iggy nos mantiene enganchados y saltando (¿o debería ser pogo?) y toda la canción continúa mantiendo un cierto estilo personalizado del Glam Rock. 

Habiendo hecho latir nuestros corazones, Morning Show lo ralentiza de nuevo con una canción reflexiva sobre el envejecimiento y cómo seguir poniendo cara despreocupada, una maravillosa pieza de reflexión humana, una balada Garage Rock lo suficientemente sentimental como para equilibrar el caos anterior. The News For Andy, que viene a continuación, y My Animus Interlude, que se coloca antes de la pista final, 'The Regency', son piezas experimentales de tipo relleno, pueden entretenerte o puede que no. Vamos con Neo Punk que suena como toda la ola de 'punk' que surgió a fines de la década de 1990 y que había sido influenciada por los punks que vinieron antes, incluido, por supuesto, el propio Iggy, piense en Green Day Sum 41, etc., y tiene mucha energía y fuego para respaldarlo. Iggy realmente se está divirtiendo en este tema. All the Way Down me recuerda brevemente a la entrega vocal de Alice Cooper antes de desviarse hacia el territorio típico de Iggy, es una gran melodía con una excelente ruptura de guitarra que consigue sonar sórdido. En Comments, la voz de Iggy canta por encima de un acompañamiento de sintetizadores, guitarra y batería que brindan deliciosas ondas de sonido para crear un ritmo de principios de la década de 1980. The Regency es otra melodía no amigable con la radio, llena de ira y desesperacion, pero en algunos lugares el sonido me hace pensar en Teardrop Explodes, Iggy se burla de su camino a través de la letra como solo él puede hacerlo.

 

La voz de Iggy es capaz de transformarse para adaptarse al sonido de cada género y puede extenderse para ir desde graznidos cacofónicos hasta gruñidos monótonos. Si bien todas las canciones siguen una estructura de canción similar, Iggy Pop es capaz de crear un gancho dulce en cada una de estas canciones sin quitarle el protagonismo al elenco de apoyo, que muestr una actitud rebelde con impresionantes riffs y líneas de bajo tarareantes. A lo largo de estas pistas, se puede decir que "EVERY LOSER" es un resumen de la carrera de Iggy Pop, pues a nivel lírico, él mismo se encarga de refrendar su histórico lugar en la escena del Punk Rock, mientras que a nivel musical emplea ese sonido agresivo y crudo que tanto lo caracteriza, balanceando de vez en cuando con algo de Post-Punk, New Wave y Garage Rock. El apartado lírico no es el mejor, pues al revisar sus letras es fácil percatarse de que recurre a los típicos vicios del Punk, mucha mayormente en palabrotas y vulgaridades, las cuales pesan más sobre el ejercicio crítico; de igual manera, hay cierto desbalance en los temas más Hardcore, pues estos carecen de un gancho melódico que les lleve a buen puerto. Al final, Iggy Pop nos entrega un producto coherente que se sostiene gracias a su apartado instrumental, además es lo suficientemente disfrutable para sus fanáticos, aunque para el resto probablemente no trascenderá más allá.

0881.- Vincent - Don McLean


Don McLean se sintió atraído por la música folk desde muy joven y, mientras estaba en la universidad, comenzó a actuar en locales especializados en el género. La fama le alcanza con su segundo disco American Pie en 1971, del que se extraen sus dos grandes éxitos el homónimo American Pie (donde narra la tristeza por la muerte de los cantantes en El Día Que Murió La Música) y la canción que hoy traemos Vincent, que le convierten en una figura mundial que recorrerá todos los platós de televisión occidentales y dará numerosos conciertos.

Un 29 de julio de 1890, el famoso pintor Vincent Van Gogh, perdió la vida. Existe la versión de que intentó quitarse la vida, pero 21 años después, apareció otra versión deduciendo que la herida en el pecho fue producto de una bala perdida de René Secrétan, un adolescente quien junto con su hermano Gastón, se encontraba veraneando en Auvers. Como eran conocidos del pintor, no quiso incriminarlos y se echó la culpa del accidente. Pensando quizás que la herida no era grave, llegó a su domicilio en el sur de Francia, muriendo 2 días después. Don McLean se sintió conmovido por la lucha del pintor para mantener su cordura y por su deseo de ser amado y comprendido y que murió con apenas 37 años de trágica manera en el sur de Francia.  La canción lanzada en 1971 está inspirada en el pintor Vincent Van Gogh, una noche mientras el cantante contemplaba el cuadro del artista holandés Noche estrellada (Starry Night), que se encuentra en el Museo de Arte Moderno o MOMA de Nueva York, sintió gran curiosidad y quiso saber más sobre su obra. Después de haber leído su biografía, le puso letra y música a la excelente canción VINCENT, también conocida como Starry Starry Night, (el mismo nombre del cuadro de Van Gogh) la cual, por supuesto, es dedicada al artista y donde muestra las contrariedades del genio y pintor. Una de las estrofas dice: ”Ojos que conocen la oscuridad que hay en mi alma…” y otra que admira al artista “Vincent, este mundo nunca fue hecho para alguien tan bello como tú”. Vincent a menudo se conoce por su primera línea, “Starry starry night”, aunque la letra contiene referencias a otras obras del artista: "campos matutinos de grano de ámbar", "flores llameantes que brillan intensamente" y más, creo que es seguro decir que The Starry Night es la única obra de arte que la canción mejor resume. Los remolinos de color que se despliegan en la pintura se reflejan en los movimientos de una melodía nostálgica que parece hacer una pregunta en cada línea, y las notas de la guitarra acústica de McLean capturan la textura ondulante de las pinceladas de Van Gogh.

En los dos primeros estribillos hay referencias a la cordura de Van Gogh y luego a su suicidio. A lo largo de su vida, Van Gogh estuvo plagado de trastornos mentales, que incluían depresión severa, alucinaciones y delirios de que estaba siendo envenenado: fue diagnosticado como loco y encarcelado en un manicomio entre 1889 y 1890. Pero McLean se da cuenta de que el sufrimiento de Van Gogh solo empeoró con el confinamiento, durante el cual produjo muchas pinturas, incluidas "Irises" y "La noche estrellada" que inspiraron esta canción. “Cómo sufriste por tu cordura” se refiere al trastorno esquizofrénico que padecía Van Gogh. (Eventualmente "se quitó la vida como suelen hacer los amantes"). Sin embargo, a través de su arte, el artista trató de iluminar a otros, "para liberarlos". Las dos últimas líneas recuerdan un cuento de Oscar Wilde (su contemporáneo): “El ruiseñor y la rosa” que habla de la prenda poco apreciada de un amante. El ruiseñor sacrifica su vida cuando una espina atraviesa su corazón para que el rosal estéril pueda producir una rosa roja. Esto puede ser una alusión al famoso acto de van Gogh de sacrificar su oreja por un amor no correspondido y luego presentársela a una prostituta. También puede significar que sus obras artísticas fueron su regalo poco apreciado para el mundo. También sacrificó su vida después de haber tratado de mostrar y enseñar a otros, quienes “no querían escucharlo”.


martes, 30 de mayo de 2023

0880 - Don McLean - American Pie

0880 - Don McLean - American Pie

American Pie es una canción icónica escrita e interpretada por Don McLean, lanzada en 1971. Esta canción ha dejado una huella indeleble en la historia de la música popular y se ha convertido en un himno que evoca la nostalgia de una época y captura el espíritu de una generación.

Con una duración de más de ocho minutos, American Pie es una epopeya musical que narra una serie de eventos y cambios culturales significativos que tuvieron lugar en Estados Unidos desde finales de la década de 1950 hasta principios de la década de 1970. La canción es famosa por su rica y poética letra, que combina metáforas, referencias históricas y personajes emblemáticos de la cultura popular.

La canción comienza con la noticia de la trágica muerte de Buddy Holly, Ritchie Valens y The Big Bopper en un accidente aéreo en 1959, que se ha convertido en conocido como "El día en que murió la música". Este evento marca el inicio de una narrativa que recorre la historia del rock and roll, los movimientos sociales y políticos, y el espíritu de una nación.

A lo largo de American Pie, Don McLean alude a numerosos momentos emblemáticos de la historia estadounidense, como el asesinato de John F. Kennedy, los disturbios raciales, la Guerra de Vietnam y la contracultura de los años 60. McLean utiliza imágenes vívidas y alegorías para transmitir tanto la pérdida de inocencia como el anhelo de una era pasada.

La melodía de la canción es pegadiza y evoluciona a medida que avanza, creando un ambiente emotivo que refuerza la narrativa lírica. La voz suave y distintiva de Don McLean añade una capa adicional de profundidad y emoción a la interpretación de la canción.

American Pie se ha convertido en un clásico atemporal y ha dejado una marca duradera en la cultura musical. Ha sido versionada por numerosos artistas a lo largo de los años, pero la versión original de Don McLean sigue siendo la más querida y reconocible. La canción sigue siendo objeto de debate y análisis, con diversos intérpretes e historiadores tratando de descifrar su significado completo.

American Pie es una canción extraordinaria y conmovedora que captura el espíritu de una época y ofrece una mirada melancólica pero esperanzadora a la historia y la cultura de Estados Unidos. Su letra poética y su melodía inolvidable la han convertido en un hito en la música popular y un himno perdurable para generaciones de oyentes.

Daniel
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lunes, 29 de mayo de 2023

0879 - Grateful Dead - Playing in the band

0879 - Grateful Dead - Playing in the band

Playing in the Band es una icónica canción de la legendaria banda de rock estadounidense Grateful Dead. Fue escrita por Bob Weir y Robert Hunter, y se lanzó por primera vez en 1971 en su álbum Skull & Roses. Esta canción se convirtió rápidamente en un elemento básico de sus actuaciones en vivo y se mantuvo en su repertorio durante décadas.

Playing in the Band es un ejemplo perfecto del estilo musical único y característico de Grateful Dead. La canción comienza con un ritmo enérgico y pegadizo, impulsado por el baterista Bill Kreutzmann y el bajista Phil Lesh. La guitarra rítmica de Bob Weir proporciona una base sólida mientras el tecladista Ron "Pigpen" McKernan agrega texturas y capas con su órgano Hammond. La letra, escrita por Robert Hunter, es enigmática y evocadora, típica de su estilo poético.

Lo que hace que Playing in the Band sea verdaderamente especial es su capacidad para extenderse y explorar diferentes territorios durante las actuaciones en vivo. La canción se convierte en un vehículo para la improvisación, permitiendo que los músicos de Grateful Dead se adentren en largos pasajes instrumentales llenos de exploración musical. Estos momentos de improvisación en vivo son únicos en cada interpretación, lo que hace que cada versión de Playing in the Band sea única y emocionante.

Con su duración variable y su naturaleza impredecible, Playing in the Band se convirtió en una de las piezas centrales de los conciertos de Grateful Dead. La banda podía llevar a los fanáticos a un viaje musical, llevándolos a través de diferentes estados de ánimo y emociones a medida que la canción se desarrollaba. Estas interpretaciones en vivo a menudo involucraban a la audiencia, creando una experiencia colectiva y trascendental.

Playing in the Band de Grateful Dead es una canción emblemática que captura la esencia de la banda y su estilo musical único. Con su ritmo pegadizo, letras enigmáticas y largos pasajes de improvisación en vivo, la canción representa el espíritu aventurero y la conexión profunda que Grateful Dead tenía con su audiencia. Es un clásico atemporal que continúa deleitando a los fanáticos y mostrando la grandeza de esta legendaria banda de rock.


Daniel
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domingo, 28 de mayo de 2023

Iggy Pop - Brick by Brick (Mes Iggy Pop)


Como muchos de los lanzamientos de Iggy Pop, 'Brick by Brick' de 1990 es una escucha inconsistente, redimida solo en esos momentos en los que la entrañable rareza de Pop se asoma a través del brillo del estudio. Líricamente, durante aproximadamente la mitad del tiempo, el pop está en un estado de ánimo maduro, casi religioso. En todo momento, Iggy reúne una colección de veteranos sólidos como una roca (Waddy Wachtel, Kenny Aronoff, John Hiatt, David Lindley), y agrega algunas armas jóvenes para algunos toques de guitarra, todo ensamblado por la marchita mano pop de Don Was. , quien deja un poco de lado sus inclinaciones de producción de finales de los 80. Un poco. Los golpes de caja omnipresentes de los 80 pueden chirriar a veces (aunque eso podría decirse de casi todos los lanzamientos de sellos importantes de 1983 a 1989). La portada de Brick By Brick es excelente. Abandonando el omnipresente retrato de Iggy, en su lugar contrató al dibujante de cómics más popular del momento, Charles Burns, para diseñar una explosión de tipos de monstruos callejeros, el tipo en el que Iggy siempre se ha deslizado. Los tonos coloridos son una explosión de colores primarios de la década de 1980 que se profundiza en un callejón oscuro hacia la nueva década desconocida.



"Home", es uno de los mejores sencillos en solitario de Iggy donde canta sobre la obligación de trabajar duro y pagar tus deudas, su necesidad de convencerte de eso es completamente injustificada, pero la pura desesperación en ella es un recordatorio de la batalla interminable de Iggy contra lo aburrido y lo aburrido. El estribillo "todo el mundo necesita una casa" es divertido, un guiño a la jerga pasada de moda, Iggy como bromea como tu padre, bueno casi porque es el jodido Iggy Pop. “Main Street Eyes” es una balada líricamente nerviosa, con toques de violín, hay un arco temático más amplio en este álbum, un buen viaje de ida y vuelta y estados de ánimo debido a algunas de las letras más desarrolladas de Iggy. "I Won't Crap Out" es otro ejemplo de su desafío desesperado. “Me alegro de estar loco, me mantiene intentándolo”, una promesa de melódica a maníaca que es una de sus mejores canciones del disco, a eso hay que sumar un rastro de algunas de sus habilidades de canto. El gran éxito fue la sorprendentemente tierna "Candy", un dúo brillante con la cantante de B-52, Kate Pierson, justo cuando su banda estaba en su mejor momento en las listas de éxitos. Oírlo te hace desear que Iggy hubiera probado un álbum completo de duetos, sin duda fue uno de los mejores singles de verano de esa década. La vigilancia sórdida de la gran ciudad mala en "Butt Town" recibe su crujido de Slash y Duff McKagan, que también transmiten hábilmente en dos peones al servicio del sexo más leal, "Pussy Power" y "My Baby Wants to Rock and Roll". ”, que podrían ser restos de Instinct , aunque mejor que la mayoría de Instinct . Esos chicos de Guns N' Roses tuvieron que disfrutar aquí, probablemente felices de salir del aburrimiento de esperar a que Axl Rose tomara una decisión, y ser protagonistas.


Hay un rockero de raíces tintineante del tipo que poblaba la radio universitaria en ese momento "The Undefeated", y la arrogante "Neon Forest" y un canto sólido en "Moonlight Lady", que mantienen las cosas en linea. Gran parte del álbum tiene a Iggy ofreciendo comentarios astutos sobre el alboroto con el que tiene que lidiar en las calles de Los Ángeles o Nueva York en las que vivía, o exaltaciones para aquellos que se quedan en la cuneta mirando las estrellas. Durante "Starry Night", una especie de tontería caribeña, él, por el contrario, realmente se enfrenta a los idiotas que pueblan nuestra rutina capitalista, al igual que leyendas similares como Lou Reed y Neil Young, quienes también lanzaron álbumes semi-regreso ese mismo año, Iggy usó una "crítica de Estados Unidos" como tema general, aunque lo hace con mucho más humor que esos dos contemporáneos: humor que a menudo se olvida. "Living on the Edge of the Night", es una versión de pantalla ancha de todo lo que sucedió antes, con sintetizadores de los años 80 extra atrevidos y ese título genérico, y deja un regusto extraño. Fue el último sencillo del álbum y realmente suena como un sencillo de 1989. Pero las poderosas baladas de barrido de sintetizadores estaban en sus últimas etapas en las listas en ese momento. Bandas nuevas y más ruidosas, que pronto elogiarían a Iggy al territorio de los estadistas mayores, surgían del subsuelo, mientras que "Living on the Edge of the Night" todavía estaba nadando en las piscinas más agradables del patio trasero de Butt Town.

Si esperas a Iggy con una aproximación al sonido de los viejos títeres, te llevarás una decepción. El equipo de estudio de Was es súper profesional y está respaldado por slash and duff de Guns n Roses. Le dan a Iggy un respaldo sólido, aunque poco espectacular, con el que demuestra que es un vocalista mucho más versátil de lo que quizás se le atribuye. Mierda, incluso hay algunos números acústicos aquí. Esta fue la era de la explosión de CD donde todo el mundo pasó repentinamente de 10 canciones por álbum a 14 o más, lo que a menudo resultaba en relleno. En su mayor parte, Brick By Brick esquiva la trampa de esa era. Como es el caso de muchos rockeros boomers envejecidos que se han vuelto solitarios, el peso de las primeras expectativas y luego las inestables cifras de ventas se convirtieron en preocupaciones menos opresivas a fines de la década de 1980. E irónicamente, justo cuando Iggy llegó a ese punto relajado, se le ocurrió su disco en solitario más vendido. Allí estaba, de nuevo a la vanguardia, ya que la ironía se convertiría en el talismán de los 90 e Iggy se convertiría en el espíritu animal del rock alternativo.


0878.- You Know, You Know - Mahavishnu Orchestra

 

You Know, You Know, Mahavishnu Orchestra


     Reunámos a 5 auténticos virtuosos de 5 países diferentes y juntémoslos en un estudio, el resultado no puede ser otro que la agrupación Mahavishnu Orchestra con su magnífico e influyente álbum debut The Inner Mounting Flame. Este disco, una gran obra de jazz fusión, fue grabada en agosto de 1971 por John McLaughlin a la guitarra (quien ya había tocado con Miles Davis y Tony Williams), el violinista Jerry Goodman, el tecladista Jan Hammer, el bajista Rick Laird y el baterista Billy Cobham, en los CBS Studios de Nueva York, bajo la producción de John McLaughlin, y publicado ese mismo año por el sello discográfico Columbia Records. Estamos ante un disco con un sonido innovador que combina con maestría elementos de jazz, rock y música clásica, y que además del gran álbum Bitches Brew de Miles Davis, ayudó a definir la fusión del jazz con el rock. El disco combina composiciones originales y arreglos de canciones tradicionales indias y occidentales.

Incluido en este álbum se encuentra You Know, Yow Know, tema instrumental acreditado a McLaughlin y que se caracteriza por su gran complejidad en la estructura musical. La canción comienza con un rabioso riff de guitarra que se convierte en la base y eje principal de la canción, y sobre ese riff la batería de Cobham y el bajo de Laird construyen un magnífico groove rítmico (Muy popular en el jazz, se llama así a la sensación y sentido del swing creado por la interpretación de la música interpretada por la sección rítmica de una banda: bajo eléctrico o contrabajo, guitarra y teclados).Durante la canción experimentamos varios cambios de tempo y ritmo, y presenta partes con solos de guitarra de McLaughlin espectaculares, donde deja muestras de su gran capacidad y habilidad técnica. No en vano, este tema se ha convertido en una de las canciones más icónicas de Mahavishmu Orchestra y de John McLaughlin, y en un claro ejemplo de la influencia de esta banda dentro de la música fusión.

sábado, 27 de mayo de 2023

0877 - Emerson Lake and Palmer - Are you ready Eddie


0877 - Emerson Lake and Palmer - Are you ready Eddie

"Are You Ready, Eddie?" es una canción cómica e improvisada de la banda británica de rock progresivo Emerson, Lake & Palmer. La canción se hizo famosa por su humor absurdo y por ser una burla hacia su ingeniero de sonido Eddie Offord.

La canción comienza con una introducción misteriosa del tecladista Keith Emerson, seguida de la letra repetitiva "Are you ready, Eddie?" del bajista Greg Lake. La canción continúa con la banda improvisando solos instrumentales mientras Lake hace alusiones a una supuesta "mujer maravilla".

El clímax de la canción es cuando Lake y Emerson comienzan a burlarse de Eddie Offord. Lake canta sobre la supuesta maravilla de Eddie, mientras que Emerson reproduce una grabación de Offord diciendo "¿Qué?", seguido de una carcajada de la audiencia. Los dos músicos continúan improvisando y haciendo referencias humorísticas a Offord.

"Are You Ready, Eddie?" es una muestra de la capacidad de Emerson, Lake & Palmer para improvisar y divertir a su audiencia. La canción muestra la habilidad de la banda para no tomarse demasiado en serio, y para crear música que sea divertida y única.

La canción también destaca el talento de los miembros de la banda. La improvisación de Emerson en el sintetizador y el órgano Hammond es impresionante, mientras que la habilidad de Lake para seguir la improvisación es evidente. La canción es un testimonio de la química entre los tres miembros de la banda y de su capacidad para tocar juntos y crear música innovadora.

"Are You Ready, Eddie?" es una canción divertida e improvisada que se destaca en la discografía de Emerson, Lake & Palmer. La canción es un ejemplo de la capacidad de la banda para improvisar y crear música única y divertida, y para no tomarse demasiado en serio. Además, la canción muestra el talento de los miembros de la banda y su capacidad para tocar juntos y crear música innovadora.

Daniel
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viernes, 26 de mayo de 2023

Disco de la semana 328: El Amor despues del Amor - Fito Páez



Disco de la semana 328: El Amor despues del Amor - Fito Páez

El amor después del amor es un álbum que ha dejado una huella indeleble en la historia de la música. Con letras poéticas, arreglos musicales ingeniosos y una voz inolvidable, Fito Páez logró capturar la esencia del amor en todas sus formas, no se si muchos de uds. sabran de quien estoy hablando. 
Para los que no lo conocen Fito Páez es un cantautor y músico argentino. Conocido por sus letras poéticas y su estilo musical ecléctico, Fito Páez ha logrado una destacada trayectoria a lo largo de décadas, pero nos vamos a centrar en uno de sus mayores éxitos, el álbum que lo ha puesto en el lugar que hoy se encuenta, y ya lo deciamos al principio de este post, El amor desuès del amor su séptimo álbum de estudio.

El álbum comienza con una de las canciones más icónicas de Fito Páez y que da nombre al álbum, "El amor después del amor", y el álbum consta de catorce canciones, de las cuales diez fueron lanzados como sencillos. Algunos hits de este álbum son "El Amor después del Amor", "Tumbas de la Gloria", "Dos días en la vida", "Tráfico por Katmandú", "A rodar mi vida", "Pétalo de Sal", "Sasha, Sissí y el Círculo de Baba" y "Un vestido y un amor".

El amor después del amor es un álbum que ha tenido una gran repercusión en la música en español desde su lanzamiento en 1992. En Argentina, el álbum vendió más de 600,000 copias y obtuvo el Premio Konex de Platino como uno de los mejores álbumes de la década de los 90. Además, fue nominado a los premios Grammy en la categoría Mejor Álbum de Rock Latino.

El impacto del álbum no se limitó solo a Argentina, sino que también tuvo un gran impacto en otros países de habla hispana, especialmente en Chile, México y España. En Chile, por ejemplo, el álbum obtuvo un disco de oro y un disco de platino, y varias de sus canciones fueron versionadas por artistas locales. En España, el álbum se convirtió en un éxito de ventas y logró posicionar a Fito Páez como uno de los artistas más importantes de la música en español en ese momento.

El éxito del álbum no solo se reflejó en las ventas y los premios, sino también en la influencia que tuvo en otros artistas y en la cultura popular. El amor después del amor fue un álbum que marcó un antes y un después en la carrera de Fito Páez y se convirtió en un referente para muchos artistas de la época y de las generaciones posteriores. Canciones como "El amor después del amor" y "11 y 6" se convirtieron en himnos generacionales y aún hoy en día son recordadas y cantadas por personas de todas las edades.

El álbum también tuvo una gran influencia en la música y la cultura pop en general. La mezcla de rock, pop y ritmos latinos que caracteriza al álbum se convirtió en una tendencia en la música en español, y muchos artistas comenzaron a experimentar con estos géneros y ritmos en sus propias producciones.

En conclusión, el impacto y la repercusión del álbum El amor después del amor de Fito Páez han sido significativos tanto en la música en español como en la cultura popular en general. El álbum ha sido reconocido como un clásico de la música latinoamericana y ha dejado una huella indeleble en la historia de la música en español.

Asi que los animo a buscar y escuchar este álbum de Fito Paéz, y para los que sabian de el, nunca esta de más volver a recordarlo. 

Daniel
Instagram: Storyboy

0876.- Long Cool Woman (in a Black Dress) - The Hollies



Con más de 60 sencillos y 26 álbumes a su nombre, será difícil encontrar a alguien que no haya oído hablar de The Hollies, cconocidos por su distintivo estilo de armonía vocal de tres partes, The Hollies fueron uno de los principales grupos británicos de las décadas de 1960 y 1970, con grandes éxitos a ambos lados del Atlántico. Formados en 1962 por Allan Clarke y Graham Nash, The Hollies saltó a la fama por primera vez en 1964 cuando su versión de Maurice Williams and the Zodiacs' Stay alcanzó el número 8 en la lista de sencillos del Reino Unido. Desde entonces, el grupo ha tenido más de 30 sencillos en las listas del Reino Unido, incluidos Long Cool Woman (In A Black Dress) , The Air That I Breathe , Bus Stop , I'm Alive , Carrie Anne y He Ain't Heavy, He's My Brother.


"Long Cool Woman (in a Black Dress)", es un rockabilly-noir que Allan Clarke escribió con el letrista Roger Cook sobre un agente del FBI, una redada y una mujer que llama su atención. Roger Cook relata como se gestó la canción, todo comenzó en junio de 1971, Allan Clarke de Hollies y yo estábamos en mi oficina en Park Street en Londres donde escribiamos canciones juntos. En algún momento decidimos que esta cancion debería estar ambientada en Nueva York durante la Prohibición del alcohol, a los dos nos encantaban las películas de Hollywood sobre chicos malos y policías que destrozaban barriles de cerveza y botellas de whisky en las calles, yo estaba en el piano vertical y Allan estaba a mi lado en una silla con su guitarra y despues de jugar un poco con las teclas, comencé a tocar un riff de blues melodramático y ligeramente siniestro con la mano derecha. Estaba en la tonalidad de do, mientras mi índice y mi dedo medio tocaban las notas de do y mi, mi pulgar se movía de sol a la, a si bemol y de nuevo a la, no es original, es un viejo riff de rock'n'roll, mientras que a Allan Clarke se le ocurrió una melodía en mi Fender Telecaster Sunburst junto con una secuencia de acordes simple. intercambiando ideas, Allan y yo pensamos que la canción debería cantarse desde la perspectiva de un agente del FBI que trabaja encubierto en un bar clandestino, quería que la letra tuviera el lenguaje de tipo duro que escuchas en las películas de gángsters, se nos ocurrieron líneas como "sentarse en un nido de hombres malos" y "gente que está haciendo algo malo" y quedó algo realmente brillante y que ha pasado a la historia de la forma mas casual.

Long Cool Woman (in a Black Dress) es la historia de un agente del FBI que de repente ve a una mujer le quita el aliento, esa figura "Era una mujer larga y genial con un vestido negro" y aunque la historia de la letra estaba ambientada en la década de 1920, la canción suena como un rock de los años 50, con ese acento y urgencia. A mediados de los años 60, los Hollies no grabaron mucho rock 'n' roll después de que los Beatles triunfaran.


jueves, 25 de mayo de 2023

0875 - Wild Night - Van Morrison

0875 - Van Morrison - Wild Night

"Wild Night" es una canción del cantante y compositor irlandés Van Morrison, lanzada en 1971. La canción fue el primer sencillo del álbum "Tupelo Honey" y tuvo un buen desempeño comercial, alcanzando el puesto #28 en el Billboard Hot 100 en los Estados Unidos y el puesto #20 en el UK Singles Chart en el Reino Unido. A lo largo de los años, la canción se ha convertido en uno de los mayores éxitos de Van Morrison y se ha incluido en muchas listas de las mejores canciones de rock de todos los tiempos.

En 1972, Van Morrison recibió el premio Grammy a la Mejor Interpretación Vocal Pop Masculina por su álbum "Tupelo Honey", que incluye la canción "Wild Night". La canción ha sido versionada por varios artistas a lo largo de los años, incluyendo a John Mellencamp y la cantante de R&B Alicia Keys. La canción ha recibido críticas positivas por su energía y su mezcla de estilos musicales, incluyendo el rock, el R&B y el soul.

"Wild Night" es una canción sobre disfrutar del momento y vivir la vida al máximo con la persona que amas. La canción ha sido un éxito comercial y ha recibido el reconocimiento de la crítica y la industria musical, incluyendo una nominación y un premio Grammy para Van Morrison. La canción sigue siendo popular y es considerada una de las mejores canciones de rock de todos los tiempos.

En 2019, la revista Rolling Stone clasificó "Wild Night" en el puesto #285 en su lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. 

Daniel
Instagram storyboy







miércoles, 24 de mayo de 2023

Iggy Pop - Instinct (Mes Iggy Pop)

 

Instinct, Iggy Pop

     Mediada la década de los 80, y a pesar de estar saboreando las mieles del éxito, Iggy Pop siente la necesidad de hacer un disco a su manera, con su propio sonido, pues a pesar del gran éxito comercial de su anterior álbum, Blah blah blah, coproducido por David Bowie y con un estilo más orientado hacia el pop rock y new wave, siente la necesidad de sacar a relucir su propio estilo. Para ello, aprovechando que tiene atado todavía un contrato con el sello discográfico A&M Records decide que ha llegado la hora de desquitarse, y para ello cuenta con la colaboración del guitarrista Steve Jones, el tecladista Shamus Beghan, el bajista Leigh Foxx y el baterista Paul Garisto. Para la producción Iggy decide contar con Bill Laswell, y su razonamiento para su elección es cuanto menos curioso: "Era una persona tan hecha polvo que pensé: Este es el tipo de gente que necesito. No era alguien muy razonable ni normal. No era una persona con quien la compañía de discos (A&M) podría tener una conversación agradable, era extraño, como un criminal, y pensé: puede ocurrir cualquier cosa. Encaja".

Iggy graba este nuevo disco en los estudios Sorcerer Sound y B. C. Studio de Nueva York, bajo la producción del citado Bill Laswell, quien además de ser bajista y propietario de un sello discográfico estadounidense, había estado involucrado en miles de grabaciones de estilos como el funk, World music, jazz, dub y ambient. El disco fue publicado por A&M Records el 20 de junio de 1988. Indudablemente la rebeldía de Iggy Pop tuvo sus consecuencias, pues el sello discográfico decide abandonar a Iggy Pop, quien a pesar de todo, con éste, su octavo álbum de estudio, consiguió alcanzar el puesto 11 en la lista estadounidense Billboard 200, y la canción Cold Metal, además consiguió una nominación al premio Grammy a la Mejor Interpretación de Hard Rock / Metal. La revista especializada Kerrang incluyó Instinct en el puesto 69 de su lista de Los 100 mejore álbumes de heavy metal de todos los tiempos

El sonido de Instinct cambia radicalmente con el sonido de su antecesor, Blah Blah Blah, apostando por un sonido mucho más crudo y agresivo que se mueve entre el hard rock, el heavy metal y el glam metal, los experimentos quedaron atrás. Iggy Pop, en cuanto a la temática del álbum, explora temas como la lucha por la supervivencia, la decadencia de la sociedad o la lujuria. Es cierto que comercialmente el disco no obtuvo el éxito de otros discos anteriores, pero consiguió lo que realmente perseguía Iggy, reconectar de nuevo con sus seguidore más fieles y ganar nuevos adeptos. 



En Instinct vamos a encontrar un conjunto de canciones compuestas por Iggy, excepto 4 que fueron co escritas junto al ex-Sex Pistols Steve Jones, llenas de poderío, energía y actitud que reflejan el regreso del artista a su orígenes. Canciones como Cold Metal, con un sonido de guitarras muy intenso y duro mientras nos habla sobre la atracción por el peligro y el deseo de vivir al límite; High on You, otro de los temas más destacables del disco por su ritmo frenético y que viene al pelo con la letra, pues nos habla de la euforia de estar enamorado; Power & Freedom, compuesta por Iggy Pop y Steve Jones, y que destaca por un gran ritmo pesado y un mensaje que nos habla del poder y la libertad individual; Instinct, la canción que da nombre al álbum, otro contundente tema que nos habla de los instintos primarios y la lucha por sobrevivir en un mundo caótico; o Squarehead, otra de las canciones compuesta a medias entre Iggy y Jones y que cierra de manera muy notable el álbum mientras aborda la diferencia en la sociedad. 

Instinct es disco más que recomendable, pues en él Iggy Pop recupera la energía y vitalidad de antaño con una gran explosión de pura energía, actitud y agresividad.

0874.- La Question - Françoise Hardy

Mick Jagger la llamó su "mujer ideal", Carly Simon siempre “trató de vestirse como ella”. Alexa Chung y Rei Kawakubo la citan como inspiración. La larga y prolífica carrera de Françoise Hardy ha trascendido el mundo de la música francesa, transformándola en un icono mundial de la música y la moda. Su alegre oda a la juventud "Le temps de l'amour" aparece en "Moonrise Kingdom" y, en su mayor parte, representa lo que la mayoría de la gente, incluyéndome a mí en un momento, reconoce de su vasta discografía. Sin embargo, su primer alejamiento de su característico estilo de pop pegadizo, pero desechable, sigue siendo mi favorito y su cima musical. Después de nueve años y más de 15 lanzamientos en el estilo pop francés del ídolo adolescente "Yé-yé" que ganó fama por primera vez con el éxito de 1962, Françoise Hardy decidió cambiar de marcha. Si bien algunos críticos pintan el cambio estilístico que ocurrió con La Question como una especie de cambio radical para Hardy, en realidad es menos un alejamiento audaz de la música pop y más un cambio sutil dentro del pop hacia una música más misteriosa, atmosférica y jazzística. En lugar del pegadizo pero genérico sonido pop de chicle de sus primeros discos, donde los límites de su técnica vocal a menudo se hacían evidentes por el material, la dinámica suave y el misterio espacioso de las canciones de este álbum ponen más énfasis en la personalidad de la cantante y al mismo tiempo cultivan un estado de ánimo palpable. Hardy canta en un estilo más entrecortado y susurrante, solo de vez en cuando eleva su voz al registro superior, ese contraste solo hace que la música sea más dramática y se sienta más, bueno, como esa mirada que tiene. Este estilo al que muchos denomina pop barroco es un estilo de música difícil de conquistar porque la idea misma es pomposa: ¡mezclar elementos clásicos con un descarado rock n' roll!, pero hubo un período mágico en el que este estilo de música se estaba filtrando y, para algunos, Francia es el lugar donde todo sucedió, es un sonido que esta presente en muchos discos. En el caso de La Question, hay un joven guitarrista extremadamente talentoso llamado Tuca (Valeniza Zagni Da Silva, una guitarrista que Françoise había conocido en una reunión de amigos) en el centro de todo, de quien se puede argumentar que es un factor tan importante para el éxito del álbum como el cantante de las canciones. Después de grabar un par de discos en Brasil, Tuca en el exilio graba este disco, y uno de los otros grandes discos de Francia en 1971, Dez anos depois. Pero ningún álbum está hecho solo por un guitarrista, asi que también disfrutas en esta grabación de pop barroco por excelencia, las cosas habituales que obtienes en los grandes álbumes franceses de la época: líneas de bajo fabulosas, arreglos de cuerdas completamente apropiados y, lo más importante, melodías sólidas. Entonces, lo que realmente hace que este álbum sea especial es el hecho de que Francoise Hardy es la cantante, y que ella misma había madurado hasta convertirse en una artista segura de sí misma a estas alturas.


Dentro de este disco destacamos "La Question" una cancion de extraña belleza donde el musica es tan importante como las palabras. Su desnudez nos revela la verdadera naturaleza de una intérprete que nunca quiso esconder su esencia, pero que no había podido exponerla en todo su esplendor, una hermosa meditación sobre lo que podría interpretarse como una relación moribunda, con Hardy cantando: "Je ne sais pas pourquoi je reste dans une mer où je me noie" ("No sé por qué me quedo en un mar en el que me ahogaré”), pero también confesando a su amante: “Tu es ma question sans réponse, mon cri muet et mon silent” (“Tú eres mi pregunta sin respuesta, mi grito mudo y mi silencio” ).


La Silueta: Un relato de música y muerte

 



"Empujado a un misterioso juego de música y muerte por las calles de la imaginaria ciudad de Babylon, el detective Norman Yuste deberá perseguir a un asesino en serie conocido como La Silueta, con la inesperada ayuda del dependiente de una vieja y solitaria tienda de discos. A través de la música, Norman irá acercándose cada vez más a la verdad oculta tras los asesinatos, y a los recuerdos de un pasado doloroso que durante años había mantenido enterrado."

Este es el argumento de "La Silueta", el primer libro que he escrito, tras muchos relatos cortos, reseñas y artículos, firmando como Nevermind en este blog. Como no podría ser de otra manera, la música es un "personaje" omnipresente a lo largo y ancho del libro, así que no hay lugar mejor que 7dias7notas para publicar de manera gratuita el primer capítulo del libro: "La nube negra". Ojalá no podáis dejar de leerlo, porque yo no pude parar de escribirlo.

LA NUBE NEGRA

Cientos de personas iban de un lado a otro, por el largo pasillo del centro comercial. Caminaban como autómatas desprovistos de su propia humanidad. Seres alienados por el poder de las marcas y la publicidad, consumiendo la basura incesante generada por la televisión y las redes sociales, al ritmo implacable del estridente hilo musical de la gran superficie, que no dejaba de escupir banales canciones fabricadas en serie. Así es como lo veía el Sr. Kite, mientras caminaba entre la gente, en aquel reducto estrafalario de lo que, para él, era una sociedad desquiciada y carente de toda conciencia.

No sabía, a ciencia cierta, cómo había acabado allí. Las últimas horas habían trascurrido en una negra nebulosa, en uno de sus ya habituales lapsos de memoria, y no recordaba bien el recorrido previo a su errático caminar actual. Antes de la “nube negra”, estaba seguro de que el director de su oficina le había llamado a su despacho y, tan fría como educadamente, le había comunicado el cese de la relación laboral. A sólo cinco años de la jubilación, la noticia le había caído encima como una losa, bajo la que ahora yacían los restos putrefactos de su carrera profesional, convirtiéndole en un desdichado zombi andante, una triste figura que deambulaba lastimosamente por el pasillo del centro comercial.

Al escuchar el frío y estudiado discurso del director, sintió en un primer momento cómo el aire le faltaba en los pulmones, y pensó que no sería capaz de mantener el control, derrumbándose allí mismo, en el flamante despacho en el que estaba siendo despedido. Pero no lo hizo. En lugar de eso, “aguantó el tipo con dignidad, y en el más completo de los silencios”, según las palabras del propio director, entrevistado por la policía sólo un día después, en el mismo despacho. “Escuchó resignado y con la mirada perdida, con una extraña expresión de vacío en el rostro. Cuando me levanté de mi asiento, él hizo lo propio, y sin mediar palabra alguna, se giró lentamente y salió del despacho. Y eso fue todo. Recogió sus pocas pertenencias y se marchó. No podíamos hacer otra cosa, cuando le daban esos episodios de ausencia era una persona inestable, diría que incluso incontrolable”.

La realidad no hablaba de dignidad, ni de resignación silenciosa, en la manera de tomarse el despido, sino simplemente de “ausencia”. El Sr. Kite no estaba ya realmente allí, en el momento posterior a que el director le anunciara su despido. Como mecanismo de defensa, y cual reflejo vaso-vagal que provoca un desmayo como medida de “desconexión” ante un estado límite, provocado por una infección y la consiguiente fiebre, el cerebro del Sr. Kite evitó la inminente crisis nerviosa concentrando todos los recursos mentales y sensoriales en un solo punto para, de alguna manera, distraer a su dueño de todos los demás estímulos disponibles, y poder así salvar aquella difícil situación sin agravarla. El punto crítico elegido, para tal fin, fue una grotesca mancha de grasa en la cara corbata del director, comprada (ironías del destino) precisamente en el centro comercial en el que ahora se encontraba el Sr. Kite. Tanto se concentró en aquella mancha, que no solo fue la última imagen que su frágil memoria guardó antes del vacío de la nube negra, sino que fue, además, la primera disponible en el momento de volver a la consciencia y observar a los cientos de personas de las que se encontraba rodeado. En ese momento, interrumpió su errante caminar y se detuvo delante del escaparate de una tienda de discos, presidido por un cartel enorme que decía “Liquidación total por cierre”, y pensó: “¿Qué más puede ir mal hoy?”. Entró en la tienda, y vagó por su interior como alma en pena, mirando con desgana los cd’s en las estanterías, y deteniéndose a continuación a mirar en uno de los cajones llenos de vinilos. Mientras rebuscaba, se topó con un vinilo que llamó su atención, y se detuvo a contemplar su portada. Era el disco “The rise and fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars” en cuya portada David Bowie aparecía solo, en plena noche, junto a la entrada de un portal en un frío callejón londinense. Esbozó una leve y extraña sonrisa, al pensar que así era, realmente, como se sentía en esos momentos. Sólo y a la intemperie, perdido en la fría noche de un mundo que giraba en dirección contraria a la suya.

- ¿Puedo ayudarle en algo? - preguntó una bella y joven dependienta de largos cabellos rubios y ojos del color de la hierba en otoño, que tras el cierre que anunciaba el cartel del escaparate, se llevaría seguramente su belleza natural a alguna de esas franquicias de ropa para adolescentes. O quien sabe si, tras algunos pequeños retoques de interiorismo, la franquicia no acabaría estando en el mismo lugar en el que aquel establecimiento daba sus últimas bocanadas de aire, antes de pasar a mejor vida en el cielo de las tiendas de discos, un lugar cuya existencia aún estaba por demostrarse, al igual que la del resto de los prometidos paraísos con los que el hombre mundano sobrellevaba la angustia de su inevitable temporalidad.

- ¡Cinco años, me quedaban cinco años! – contestó el Sr. Kite.

- Perdone, ¿Qué ha dicho? – contestó ella, extrañada por la respuesta de aquel hombre.

- No, no puedes ayudarme, ya es demasiado tarde – le contestó el Sr. Kite, mientras daba vuelta al vinilo, observando en la contraportada a David Bowie dentro de una típica cabina londinense. ¿A quién estaría llamando en aquel momento? ¿Y a quién podría llamar él ahora, si no tenía a nadie a quién llamar y pedir consuelo? Eran solo preguntas al aire, y sin mucho sentido, que se hizo a sí mismo mientras la dependienta volvía sobre sus pasos, maldiciendo por tener que aguantar a otro pirado más, y conjurándose para resistir los pocos días que le quedaban en aquel empleo. Tenía muchas de sus esperanzas puestas en una entrevista que había hecho días atrás, para trabajar en “Fashion”, una franquicia de ropa y complementos para modernillos y adolescentes, y la ilusión por ese posible nuevo empleo le daba las fuerzas necesarias para sobrellevar la anodina travesía hacia el cierre definitivo de su empleo actual.

El Sr. Kite miró con desgana como la dependienta se alejaba por el estrecho pasillo de la tienda de discos, y devolvió con cuidado el vinilo a su sitio en el cajón. Resopló por un instante, a la altura del umbral de la salida de la tienda, como si necesitara renovar el aire de sus pulmones, antes de sumergirse de nuevo en las profundidades del pasillo central del centro comercial, dónde cientos de autómatas continuaban su incesante trasiego de una tienda a otra, y luego a otra y… ¿Por qué no otra más?

En el centro de aquel gran pasillo, varias personas esperaban la llegada de uno de los dos grandes ascensores a los que daba acceso esa zona, para dirigirse a las plantas superiores o al aparcamiento subterráneo. De camino hacia los ascensores, metió su mano derecha en el bolsillo lateral del abrigo, y se sorprendió al sentir el contacto con un frío metal, que encontró allí donde debería haber estado el teléfono móvil. No necesitó sacar el objeto del bolsillo para saber que se trataba de una pistola. ¿Cómo había llegado un arma hasta el bolsillo de su abrigo? Sobresaltado, sacó la mano y se tocó nerviosamente la cara, tapándose la boca y apretándose la nariz con los dedos índice y pulgar mientras el resto de los dedos acariciaban su descuidada barba de dos días. Con la mano izquierda, rebuscó en el otro bolsillo, y encontró el móvil que hubiera esperado encontrar en el primero, pero con la excitación producida por el descubrimiento del arma, había olvidado completamente lo que quería hacer con él, y pensó que, en cualquier caso, no habría nadie al otro lado de la línea para poder ayudarle. Bowie ya hacía tiempo que habría abandonado aquella cabina, y era la única persona con la que querría haber hablado en aquel momento, y a ser posible a cobro revertido. Siguió caminando, hacia la zona de acceso a los ascensores, en la que varias personas seguían esperando, mirando al suelo o a las pantallas de sus teléfonos móviles con una mano, mientras con la otra sujetaban bolsas de plástico con los logos de las tiendas en las que las habían llenado de, a su juicio, innecesarios artilugios y complementos, adquiridos a precios descaradamente inflados por las marcas corporativas y sus agresivas estrategias de marketing.

El ascensor destinado a las plantas inferiores llegó casi al momento en que el Sr. Kite pasó a formar parte de la fila de “los que esperaban”. Las puertas automáticas se abrieron, como un gran telón descorriéndose a ambos lados del escenario de una gran obra teatral, mostrando un decorado de planchas metalizadas de color rojizo y un gran panel de botones luminosos en el lado izquierdo, con los que elegir la próxima parada, o el destino final del viaje. El grupo de personas fue entrando ordenadamente en el ascensor, seguidos por el Sr. Kite, y generando entre todos un leve y curioso ruido plástico, producido con el roce de las bolsas de las compras con los bordes de la entrada al elevador. Mirando al cuadro de botones, el desorientado Sr. Kite llegó a la conclusión de que todo lo acontecido, hasta ese momento, había tenido lugar en la planta tercera, porque los botones de las plantas segunda, primera y aparcamiento estaban iluminados en azul, marcando las próximas paradas. Respiró hondo de nuevo, y pidió amablemente a la anciana que tenía al lado que se apartara, para pulsar el botón de su destino. Y ese destino estaba, en realidad, marcado en rojo en aquel panel eléctrico, con cuatro letras blancas que formaban la palabra “stop”. El ascensor se paró en seco, generando una breve sensación sísmica en el interior del habitáculo, con el epicentro del temblor situado bajo los pies de sus ocupantes. Las bolsas de plástico volvieron a chocar entre sí, repitiendo aquel leve pero molesto ruido.

- Pero… ¿Qué hace, hombre? – le espetó un tipo de unos treinta años, dueño de un engominado y a la vez milimétricamente despeinado corte de pelo, unos estratégica y concienzudamente rotos pantalones vaqueros, una camiseta de licra ajustada a sus exagerados y artificiales pectorales, y unos grandes tatuajes de dragones y mujeres desnudas que le cubrían totalmente la piel de ambos brazos. Casi sin pensarlo, la respuesta del Sr. Kite a la pregunta fue sacar el arma del bolsillo del abrigo y encañonar al recauchutado treintañero, que en un acto reflejo soltó sus bolsas y extendió las manos para protegerse y cubrirse el rostro, girando la cabeza hacia un lado mientras gritaba:

- ¡Mierda, tío, controla, no lo decía en serio!

La anciana, a su lado, dio un respingo y gritó asustada, y el resto de los ocupantes del ascensor hicieron lo mismo unas milésimas de segundo después, como un coro góspel acompañando fielmente a su cantante principal. Instintivamente, el coro se aplastó contra la esquina opuesta del ascensor, apretándose unos contra otros y cubriéndose el rostro con las manos, tapándose los ojos para no mirar, y a la vez seguir mirando, en lo que para el Sr. Kite fue un ejemplo más de la incongruencia del ser humano, que ve sólo lo que quiere ver y se engaña a veces no queriendo verlo.

- Para mí ya es tarde, pero aún tengo tiempo de acabar con esta mediocridad antes de irme – masculló el Sr. Kite. Calculó que tendría seis balas, porque en las películas de acción las pistolas siempre tienen esa capacidad. Contó seis personas en el ascensor además de él, así que pensó que tendría más que suficiente. Sacó el móvil del bolsillo izquierdo, sin dejar de apuntarles con el arma, ajeno a los gritos y súplicas de todos ellos. Ya no les oía, porque su cerebro estaba ya concentrado de nuevo en un solo punto de emergencia, y las voces de aquellos desdichados habían pasado a formar parte de la nube negra. Buscó una aplicación de reproducción de música, seleccionó una de las listas disponibles y pulsó en la primera canción. Un lejano ritmo de batería fue haciéndose cada vez más audible a través del altavoz del móvil, que reproducía la entrada in crescendo de “Five Years” de David Bowie, que a cada segundo sonó con más fuerza en el interior del ascensor.

- ¡Mediocridad! - gritó el Sr. Kite, mientras movía el arma de un lado a otro, apuntando a las cabezas de las personas mientras decidía por quién empezar - ¡Tú! – dijo señalando al hombre de la camiseta ajustada y los tatuajes - ¿Cuál es el título de esta canción?

- ¡Por favor, tranquilícese, guarde el arma y no haga una locura! – dijo el hombre, balbuceando. De repente, aquel “musculitos” de pelo engominado había dejado de tutearle.

- ¡Que me digas el título de esta canción! Seguro que te pasas el día escuchando esa mierda de reggaetón en el coche, y no tienes ni idea de lo que está sonando. Lo siento mucho, amigo, pero ésta es la oportunidad que te doy… ¡Jugamos a todo o nada! – le contestó airado, mientras le seguía apuntando con la pistola.

- Yo…Yo… ¡No lo sé…! – dijo el hombre, mientras cerraba los ojos, de los que brotaban ya las primeras lágrimas, a punto de precipitarse por sus mejillas. Sabía perfectamente que, en manos de aquel loco, esa respuesta no le conducía a un destino favorable, y no quería mirar al mensajero de la muerte que tenía frente a sus ojos.

El Sr. Kite apretó con fuerza la empuñadura del arma para afianzarla. El sudor en sus dedos y en la palma de su mano hacía que se le resbalara. Cerró también los ojos por un segundo, tras el cual apretó con fuerza el gatillo. El disparo resonó dentro del ascensor cerrado, y al instante los gritos histéricos de los ocupantes llenaron el reducido espacio y se clavaron como cuchillos en sus tímpanos. El cuerpo del treintañero cayó al suelo como un fardo, junto a las bolsas de plástico que había arrojado al suelo unos segundos antes, salpicadas de miles de gotas de sangre, como si un incómodo sarampión se hubiera adueñado de ellas. El Sr. Kite abrió los ojos y miró nerviosamente a su alrededor, y levantó después la voz por encima de los gritos histéricos del resto de ocupantes del ascensor. La anciana tenía manchas de sangre del treinteañero por todo el rostro, y parecía en grave riesgo de sufrir un desmayo, por lo que el Sr. Kite retomó apresuradamente su discurso:

- ¡Era “Five Years”, de David Bowie! ¿Pero qué narices le está pasando a este mundo? ¡Está en un disco que se debería enseñar en la escuela! – dijo mientras apuntaba el arma hacia la anciana, para continuar con su macabro concurso - ¡Vamos con la siguiente… un rotundo tema de rock y psicodelia, con uno de los mejores solos de guitarra del disco, llevado hasta el límite en la apoteosis final del tema, hasta hacernos creer que el mundo va a estallar… ¡Y hoy lo va a hacer por fin! - dijo a modo de épica introducción radiofónica, mientras en el móvil seleccionaba “Moonage Daydream”. Fueron tan solo los primeros acordes, porque la anciana puso los ojos en blanco antes de poder dar una respuesta, en un claro indicio de estar a punto de desmayarse. La ejecutó casi al tiempo en que la anciana perdía la consciencia, por lo que la mujer tuvo un tránsito casi indoloro hacia la otra vida. Tras esta “piadosa” muerte, llegaría el turno de “Starman”, errada por una estudiante de diminutos pantalones vaqueros cortos y trenzas de colores en el pelo. "El hombre de las estrellas está esperando en el cielo, le gustaría venir a conocernos, pero cree que eso nos destrozaría las mentes" - dijo el Sr. Kite, parodiando el tono de un exaltado predicador, mientras el cerebro de la chica estallaba de un disparo a bocajarro. Misma suerte corrió un hombre claramente obeso, cercano a los cincuenta y con un llamativo y poblado bigote, que no supo reconocer “Ziggy Stardust”, y al que acompañó al más allá su mujer, dueña de una exagerada permanente pelirroja, que en ninguna de sus largas sesiones de peluquería había escuchado “Sufragette City” en el hilo musical del centro de estética de ese mismo centro comercial. Fue la última canción que escuchó en su vida, antes de que la caída de su cuerpo sin vida fuera amortiguada por el blando e inerte cuerpo de su marido, que la esperaba para siempre en el suelo del ascensor.

Y así llegó el momento cumbre, en una escena dantesca dentro de un ascensor con las paredes totalmente salpicadas de sangre, y con los cuerpos de las cinco víctimas esparcidos por el suelo. Dos personas se miraban fijamente entre el amasijo de cadáveres, en un duelo que recordaba a los del “far west”, si en el salvaje y lejano oeste hubieran existido los ascensores. El Sr. Kite apuntaba al otro, con el arma todavía humeante, y una última bala por disparar. El otro, un universitario con gafas de pasta y pelo cortado a cepillo, con la cara manchada de una mezcla de sangre ajena y lágrimas propias, respiraba profunda y entrecortadamente, sin dejar de mirar fijamente al arma de su contrincante, en un intento de concentrarse en un punto concreto para no sucumbir a la locura que le rodeaba, como horas antes había hecho su adversario ante la inesperada y traumática noticia de su despido. La guitarra acústica de “Rock and Roll Suicide” rompió el macabro silencio. El cañón del arma apuntó al chico, como la flecha de una ruleta, que acabara de pararse en la casilla de la bancarrota. El asesino arqueó las cejas y, esbozando una macabra media sonrisa, dijo:

- ¿Y bien? ¿Sabes que canción es?

El chico le miró fijamente y controló, como pudo, su respiración acelerada, encontrando en algún lugar de su cerebro la calma necesaria para jugar la que podía ser su última carta en la vida, antes de responder:

- "Demasiado viejo para perder, demasiado joven para elegir, y el tiempo espera pacientemente tu canción, caminas fuera de la cafetería, pero no has comido nada y has vivido demasiado, eres un suicida del rock and roll" 

El asesino bajó la mirada, y un segundo después hizo lo propio con el arma, visiblemente abatido por la inesperada derrota. Todo había terminado, o eso creía él. La novia del estudiante, conocedora de su enfermiza puntualidad, esperaba preocupada por su inesperado retraso, y en un ejercicio de oportuna impaciencia, le llamó por teléfono en ese preciso instante, desde algún punto del abarrotado centro comercial. La canción que el universitario tenía seleccionada como tono de llamada sonó dentro del ascensor, desde el interior de la cazadora del muchacho. Visiblemente aturdido, el Sr. Kite no reaccionó a la misma velocidad que el chico, que sacó el móvil del bolsillo y, mirándole directamente a los ojos, dijo:

- ¿Y tú, sabes qué canción es ésta?

El Sr. Kite cerró los ojos un segundo y soltó una bocanada de aire y de resignación. Volvió a abrir los ojos de nuevo, y mirando al suelo dijo: “¡Ostia puta! ¿Qué más puede ir mal hoy?”, al tiempo que apuntaba con la pistola hacia su propia cabeza, para que una sola bala se enfrentara, definitivamente, a la nube negra.


El libro completo está disponible en Amazon Kindle, tanto en formato kindle como en tapa blanda y tapa dura. Aquí tenéis el enlace directo por si queréis leerlo completo:

La Silueta: Un relato de música y muerte eBook : Yerón, Nacho: Amazon.es: Tienda Kindle



martes, 23 de mayo de 2023

0873.- Cosmic dancer - T.rex


Marc Bolan es la figura central de T. Rex, sus letras son un poco enfermizas, y su interpretación es genuinamente funky y, sin embargo, también un poco inquietante, con su estilo y su marca deliciosamente oscura de misticismo hippy, fue mas que audaz. Si bien su carrera presentó una producción enloquecedoramente desigual (así como un libro de poesía superventas titulado The Warlock Of Love ), su obra cumbre fue Electric Warrior. T. Rex ya había logrado el éxito en el Reino Unido, sin embargo, Bolan quería llegar al otro lado del Atlántico. Saliendo a la carretera con los nuevos miembros Steve Currie en el bajo, y el baterista Bill Legend instigando al percusionista Mickey Finn, la banda comenzó a grabar pistas sobre la marcha en Londres, Nueva York y Los Ángeles. Si bien los sencillos lanzados en ese momento insinuaban un sonido más audaz para el grupo, la maravilla completa de Electric Warrior solo se hizo evidente en su lanzamiento. Su portada personifica la peligrosa promesa del poder del rock, con Bolan empuñando un arma eléctrica ante un depósito de municiones de amplificadores.


"Cosmic Dancer" es una pieza musical bellamente elaborada que muestra la combinación única de T.Rex de glam rock, folk y influencias psicodélicas, la canción abre con una suave melodía de guitarra acústica, estableciendo un tono soñador e introspectivo. La voz de Bolan es suave y melódica, atrayendo a los oyentes con una sensación de vulnerabilidad y mística. Líricamente, "Cosmic Dancer" es poética y enigmática, reflejando el estilo introspectivo y algo místico de Bolan. La letra evoca una sensación de añoranza y escapismo, con referencias a imágenes celestiales y un deseo de bailar y conectarse con algo más grande que uno mismo. El coro, "Bailé para salir del útero, ¿es extraño bailar tan pronto? Bailé para entrar en la tumba, pero de nuevo, una vez más", es particularmente brillante. Musicalmente, la canción presenta un arreglo exuberante con capas de guitarras, percusión sutil y toques atmosféricos que crean un rico paisaje sonoro. El uso característico de T.Rex de aplausos y coros agrega un toque de estilo glam rock a la pista, dándole una energía contagiosa que es difícil de resistir. "Cosmic Dancer" ha perdurado a lo largo de los años y sigue siendo un favorito de los fans, su calidad atemporal y resonancia emocional continúan cautivando a los oyentes, lo que la convierte en una pista destacada en la discografía de T.Rex. Estamos ante una canción fascinante y evocadora que muestra el sonido único de la banda y la destreza lírica de Marc Bolan. Su atmósfera de ensueño, letras poéticas y melodía contagiosa lo convierten en un tema destacado que ha resistido la prueba del tiempo.


lunes, 22 de mayo de 2023

0872 - Get it on - T. Rex



T. Rex obtuvo su mayor éxito y reconocimiento con el disco "Electric Warrior" (1971), y la canción "Get it on", compuesta por su líder Marc Bolan, fue el segundo nº 1 de la banda en el Reino Unido. Tras el éxito del tema "Hot Love", y durante una gira por Estados Unidos, Bolan estaba dándole vueltas a una idea sobre una canción, y pidió al baterista Bill Legend que le ayudara reproduciendo un ritmo que tenía en su cabeza, desde que tiempo atrás intentara una versión del tema "Little Queenie" de Chuck Berry, en el que se basó también para el característico riff de "Get It On".

La canción se grabó en los estudios Trident de Londres, con Tony Visconti a la producción, inmortalizando de manera brillante un disco que, retrospectivamente, pasa por ser el momento creativo más alto de la carrera del malogrado Marc Bolan que, entusiasmado con el resultado de la canción, le envió una copia en primicia a su amigo John Peel, el famoso discjockey radiofónico responsable de las "Peel Sessions", pero la falta de entusiasmo que éste mostró por la recién grabada "Get it on" supuso el final de la amistad entre ambos, hasta el punto de que solo volvieron a hablarse una vez más, antes de la muerte de Bolan en un accidente automovilístico en 1977. Sin duda, Peel se equivocaba con su indiferencia hacia la canción, porque a la postre sería recordada como el tema más representativo y reconocible de T. Rex.