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miércoles, 31 de mayo de 2023

Iggy Pop - Every loser (Mes Iggy Pop)

 




El legendario padrino del punk, Iggy Pop, regresa a la escena musical en 2003 con Every loser, su decimonoveno álbum de estudio en una larga trayectoria, probablemente equiparable a la de artistas igual de longevos como Bob Dylan, Elvis Costello, Bruce Springsteen o Neil Young, que también sigue en activo. Este lanzamiento es llamativo, pues se convierte en el primer gran estreno musical del 2023, además de que álbumes tardíos como "Post Pop Depression" volvieron la atención hacia él, y de que en este proyecto cuenta con una enorme cantidad de instrumentistas y colaboradores de renombre. Cada perdedor necesita una advertencia similar porque es, gracias a Dios, no solo 'otro' disco de Iggy Pop (este es su 19º álbum en solitario), sino un muy buen disco de Iggy Pop y está a la altura de los mejores. Está actualizado y listo para rockear. Iggy ha trabajado con muchos grandes músicos a lo largo de los años. Mientras que David Bowie es el más mencionado, Andy McCoy (Hanoi Rocks) y Steve Jones (Sex Pistols, Professionals y más) se encuentran entre la larga lista de co-conspiradores con los que ha unido fuerzas para hacer música. Para este álbum contamos con Duff McKagan (Guns n' Roses), Chad Smith (Red Hot Chilli Peppers) y Taylor Hawkins RIP (Foo Fighters). Todos ayudan a aumentar la energía y establecer el tono musical. El álbum está producido por Andrew Watt (responsable de los últimos lanzamientos en solitario de Ozzy), quien también toca la guitarra y hace un excelente trabajo en ambos aspectos.


La música de Iggy a veces es difícil de categorizar, ya que varía su estilo y ritmo musical. Este álbum no es una excepción con una mezcla de estilos, pero para los punks y rockeros comienza con Frenzy, una canción llena de bilis e ira y definitivamente no muy recomendable para las radioformulas, es un comienzo que eecuerda a los Stooges, no parece que Iggy (que tiene 75 años) se haya suavizado mucho. Strung Out Johnny ralentiza el álbum pero ciertamente no se anda con rodeos, trata temas de la adicción y las consecuencias, esta es una melodía sobresaliente e Iggy está vocalmente en buena forma, el tema toca parte de los dilemas amorosos sobre una notable combinación de New Wave y Post-Punk con ciertos aires góticos que recuerdan a los Joy Division. New Atlantis mantiene el ritmo lento y malhumorado mientras Iggy canta una carta de amor a su ciudad adoptiva de Miami, pero nos recuerda el aumento del nivel del mar que amenaza a la ciudad, así como a los gánsteres y otros maleantes, sirve además como una variación de Hard Rock que recuerda un poco a los Guns 'N' Roses. Los niveles de energía aumentan de nuevo con Modern Day Rip Off, una voz burlona y agresiva de Iggy nos mantiene enganchados y saltando (¿o debería ser pogo?) y toda la canción continúa mantiendo un cierto estilo personalizado del Glam Rock. 

Habiendo hecho latir nuestros corazones, Morning Show lo ralentiza de nuevo con una canción reflexiva sobre el envejecimiento y cómo seguir poniendo cara despreocupada, una maravillosa pieza de reflexión humana, una balada Garage Rock lo suficientemente sentimental como para equilibrar el caos anterior. The News For Andy, que viene a continuación, y My Animus Interlude, que se coloca antes de la pista final, 'The Regency', son piezas experimentales de tipo relleno, pueden entretenerte o puede que no. Vamos con Neo Punk que suena como toda la ola de 'punk' que surgió a fines de la década de 1990 y que había sido influenciada por los punks que vinieron antes, incluido, por supuesto, el propio Iggy, piense en Green Day Sum 41, etc., y tiene mucha energía y fuego para respaldarlo. Iggy realmente se está divirtiendo en este tema. All the Way Down me recuerda brevemente a la entrega vocal de Alice Cooper antes de desviarse hacia el territorio típico de Iggy, es una gran melodía con una excelente ruptura de guitarra que consigue sonar sórdido. En Comments, la voz de Iggy canta por encima de un acompañamiento de sintetizadores, guitarra y batería que brindan deliciosas ondas de sonido para crear un ritmo de principios de la década de 1980. The Regency es otra melodía no amigable con la radio, llena de ira y desesperacion, pero en algunos lugares el sonido me hace pensar en Teardrop Explodes, Iggy se burla de su camino a través de la letra como solo él puede hacerlo.

 

La voz de Iggy es capaz de transformarse para adaptarse al sonido de cada género y puede extenderse para ir desde graznidos cacofónicos hasta gruñidos monótonos. Si bien todas las canciones siguen una estructura de canción similar, Iggy Pop es capaz de crear un gancho dulce en cada una de estas canciones sin quitarle el protagonismo al elenco de apoyo, que muestr una actitud rebelde con impresionantes riffs y líneas de bajo tarareantes. A lo largo de estas pistas, se puede decir que "EVERY LOSER" es un resumen de la carrera de Iggy Pop, pues a nivel lírico, él mismo se encarga de refrendar su histórico lugar en la escena del Punk Rock, mientras que a nivel musical emplea ese sonido agresivo y crudo que tanto lo caracteriza, balanceando de vez en cuando con algo de Post-Punk, New Wave y Garage Rock. El apartado lírico no es el mejor, pues al revisar sus letras es fácil percatarse de que recurre a los típicos vicios del Punk, mucha mayormente en palabrotas y vulgaridades, las cuales pesan más sobre el ejercicio crítico; de igual manera, hay cierto desbalance en los temas más Hardcore, pues estos carecen de un gancho melódico que les lleve a buen puerto. Al final, Iggy Pop nos entrega un producto coherente que se sostiene gracias a su apartado instrumental, además es lo suficientemente disfrutable para sus fanáticos, aunque para el resto probablemente no trascenderá más allá.

domingo, 28 de mayo de 2023

Iggy Pop - Brick by Brick (Mes Iggy Pop)


Como muchos de los lanzamientos de Iggy Pop, 'Brick by Brick' de 1990 es una escucha inconsistente, redimida solo en esos momentos en los que la entrañable rareza de Pop se asoma a través del brillo del estudio. Líricamente, durante aproximadamente la mitad del tiempo, el pop está en un estado de ánimo maduro, casi religioso. En todo momento, Iggy reúne una colección de veteranos sólidos como una roca (Waddy Wachtel, Kenny Aronoff, John Hiatt, David Lindley), y agrega algunas armas jóvenes para algunos toques de guitarra, todo ensamblado por la marchita mano pop de Don Was. , quien deja un poco de lado sus inclinaciones de producción de finales de los 80. Un poco. Los golpes de caja omnipresentes de los 80 pueden chirriar a veces (aunque eso podría decirse de casi todos los lanzamientos de sellos importantes de 1983 a 1989). La portada de Brick By Brick es excelente. Abandonando el omnipresente retrato de Iggy, en su lugar contrató al dibujante de cómics más popular del momento, Charles Burns, para diseñar una explosión de tipos de monstruos callejeros, el tipo en el que Iggy siempre se ha deslizado. Los tonos coloridos son una explosión de colores primarios de la década de 1980 que se profundiza en un callejón oscuro hacia la nueva década desconocida.



"Home", es uno de los mejores sencillos en solitario de Iggy donde canta sobre la obligación de trabajar duro y pagar tus deudas, su necesidad de convencerte de eso es completamente injustificada, pero la pura desesperación en ella es un recordatorio de la batalla interminable de Iggy contra lo aburrido y lo aburrido. El estribillo "todo el mundo necesita una casa" es divertido, un guiño a la jerga pasada de moda, Iggy como bromea como tu padre, bueno casi porque es el jodido Iggy Pop. “Main Street Eyes” es una balada líricamente nerviosa, con toques de violín, hay un arco temático más amplio en este álbum, un buen viaje de ida y vuelta y estados de ánimo debido a algunas de las letras más desarrolladas de Iggy. "I Won't Crap Out" es otro ejemplo de su desafío desesperado. “Me alegro de estar loco, me mantiene intentándolo”, una promesa de melódica a maníaca que es una de sus mejores canciones del disco, a eso hay que sumar un rastro de algunas de sus habilidades de canto. El gran éxito fue la sorprendentemente tierna "Candy", un dúo brillante con la cantante de B-52, Kate Pierson, justo cuando su banda estaba en su mejor momento en las listas de éxitos. Oírlo te hace desear que Iggy hubiera probado un álbum completo de duetos, sin duda fue uno de los mejores singles de verano de esa década. La vigilancia sórdida de la gran ciudad mala en "Butt Town" recibe su crujido de Slash y Duff McKagan, que también transmiten hábilmente en dos peones al servicio del sexo más leal, "Pussy Power" y "My Baby Wants to Rock and Roll". ”, que podrían ser restos de Instinct , aunque mejor que la mayoría de Instinct . Esos chicos de Guns N' Roses tuvieron que disfrutar aquí, probablemente felices de salir del aburrimiento de esperar a que Axl Rose tomara una decisión, y ser protagonistas.


Hay un rockero de raíces tintineante del tipo que poblaba la radio universitaria en ese momento "The Undefeated", y la arrogante "Neon Forest" y un canto sólido en "Moonlight Lady", que mantienen las cosas en linea. Gran parte del álbum tiene a Iggy ofreciendo comentarios astutos sobre el alboroto con el que tiene que lidiar en las calles de Los Ángeles o Nueva York en las que vivía, o exaltaciones para aquellos que se quedan en la cuneta mirando las estrellas. Durante "Starry Night", una especie de tontería caribeña, él, por el contrario, realmente se enfrenta a los idiotas que pueblan nuestra rutina capitalista, al igual que leyendas similares como Lou Reed y Neil Young, quienes también lanzaron álbumes semi-regreso ese mismo año, Iggy usó una "crítica de Estados Unidos" como tema general, aunque lo hace con mucho más humor que esos dos contemporáneos: humor que a menudo se olvida. "Living on the Edge of the Night", es una versión de pantalla ancha de todo lo que sucedió antes, con sintetizadores de los años 80 extra atrevidos y ese título genérico, y deja un regusto extraño. Fue el último sencillo del álbum y realmente suena como un sencillo de 1989. Pero las poderosas baladas de barrido de sintetizadores estaban en sus últimas etapas en las listas en ese momento. Bandas nuevas y más ruidosas, que pronto elogiarían a Iggy al territorio de los estadistas mayores, surgían del subsuelo, mientras que "Living on the Edge of the Night" todavía estaba nadando en las piscinas más agradables del patio trasero de Butt Town.

Si esperas a Iggy con una aproximación al sonido de los viejos títeres, te llevarás una decepción. El equipo de estudio de Was es súper profesional y está respaldado por slash and duff de Guns n Roses. Le dan a Iggy un respaldo sólido, aunque poco espectacular, con el que demuestra que es un vocalista mucho más versátil de lo que quizás se le atribuye. Mierda, incluso hay algunos números acústicos aquí. Esta fue la era de la explosión de CD donde todo el mundo pasó repentinamente de 10 canciones por álbum a 14 o más, lo que a menudo resultaba en relleno. En su mayor parte, Brick By Brick esquiva la trampa de esa era. Como es el caso de muchos rockeros boomers envejecidos que se han vuelto solitarios, el peso de las primeras expectativas y luego las inestables cifras de ventas se convirtieron en preocupaciones menos opresivas a fines de la década de 1980. E irónicamente, justo cuando Iggy llegó a ese punto relajado, se le ocurrió su disco en solitario más vendido. Allí estaba, de nuevo a la vanguardia, ya que la ironía se convertiría en el talismán de los 90 e Iggy se convertiría en el espíritu animal del rock alternativo.


miércoles, 24 de mayo de 2023

Iggy Pop - Instinct (Mes Iggy Pop)

 

Instinct, Iggy Pop

     Mediada la década de los 80, y a pesar de estar saboreando las mieles del éxito, Iggy Pop siente la necesidad de hacer un disco a su manera, con su propio sonido, pues a pesar del gran éxito comercial de su anterior álbum, Blah blah blah, coproducido por David Bowie y con un estilo más orientado hacia el pop rock y new wave, siente la necesidad de sacar a relucir su propio estilo. Para ello, aprovechando que tiene atado todavía un contrato con el sello discográfico A&M Records decide que ha llegado la hora de desquitarse, y para ello cuenta con la colaboración del guitarrista Steve Jones, el tecladista Shamus Beghan, el bajista Leigh Foxx y el baterista Paul Garisto. Para la producción Iggy decide contar con Bill Laswell, y su razonamiento para su elección es cuanto menos curioso: "Era una persona tan hecha polvo que pensé: Este es el tipo de gente que necesito. No era alguien muy razonable ni normal. No era una persona con quien la compañía de discos (A&M) podría tener una conversación agradable, era extraño, como un criminal, y pensé: puede ocurrir cualquier cosa. Encaja".

Iggy graba este nuevo disco en los estudios Sorcerer Sound y B. C. Studio de Nueva York, bajo la producción del citado Bill Laswell, quien además de ser bajista y propietario de un sello discográfico estadounidense, había estado involucrado en miles de grabaciones de estilos como el funk, World music, jazz, dub y ambient. El disco fue publicado por A&M Records el 20 de junio de 1988. Indudablemente la rebeldía de Iggy Pop tuvo sus consecuencias, pues el sello discográfico decide abandonar a Iggy Pop, quien a pesar de todo, con éste, su octavo álbum de estudio, consiguió alcanzar el puesto 11 en la lista estadounidense Billboard 200, y la canción Cold Metal, además consiguió una nominación al premio Grammy a la Mejor Interpretación de Hard Rock / Metal. La revista especializada Kerrang incluyó Instinct en el puesto 69 de su lista de Los 100 mejore álbumes de heavy metal de todos los tiempos

El sonido de Instinct cambia radicalmente con el sonido de su antecesor, Blah Blah Blah, apostando por un sonido mucho más crudo y agresivo que se mueve entre el hard rock, el heavy metal y el glam metal, los experimentos quedaron atrás. Iggy Pop, en cuanto a la temática del álbum, explora temas como la lucha por la supervivencia, la decadencia de la sociedad o la lujuria. Es cierto que comercialmente el disco no obtuvo el éxito de otros discos anteriores, pero consiguió lo que realmente perseguía Iggy, reconectar de nuevo con sus seguidore más fieles y ganar nuevos adeptos. 



En Instinct vamos a encontrar un conjunto de canciones compuestas por Iggy, excepto 4 que fueron co escritas junto al ex-Sex Pistols Steve Jones, llenas de poderío, energía y actitud que reflejan el regreso del artista a su orígenes. Canciones como Cold Metal, con un sonido de guitarras muy intenso y duro mientras nos habla sobre la atracción por el peligro y el deseo de vivir al límite; High on You, otro de los temas más destacables del disco por su ritmo frenético y que viene al pelo con la letra, pues nos habla de la euforia de estar enamorado; Power & Freedom, compuesta por Iggy Pop y Steve Jones, y que destaca por un gran ritmo pesado y un mensaje que nos habla del poder y la libertad individual; Instinct, la canción que da nombre al álbum, otro contundente tema que nos habla de los instintos primarios y la lucha por sobrevivir en un mundo caótico; o Squarehead, otra de las canciones compuesta a medias entre Iggy y Jones y que cierra de manera muy notable el álbum mientras aborda la diferencia en la sociedad. 

Instinct es disco más que recomendable, pues en él Iggy Pop recupera la energía y vitalidad de antaño con una gran explosión de pura energía, actitud y agresividad.

domingo, 21 de mayo de 2023

Iggy Pop - Blah Blah Blah (Mes Iggy Pop)

#mesIggyPop - Blah Blah Blah

El álbum "Blah Blah Blah" es el sexto álbum de estudio del músico Iggy Pop, lanzado en 1986. Este álbum fue producido por David Bowie, quien había trabajado previamente con Iggy en sus álbumes solistas de la década de 1970.

La historia detrás de este álbum se remonta a la colaboración de Iggy Pop con el guitarrista de Kiss, Ace Frehley, en el álbum de 1985 "Instinct". Durante la grabación de ese álbum, Iggy Pop y Ace Frehley comenzaron a escribir canciones juntos, y decidieron trabajar juntos en un álbum completo.

Iggy Pop contactó a David Bowie para que produjera el álbum, y Bowie aceptó. La grabación tuvo lugar en los estudios Mountain en Montreux, Suiza, y en los estudios Power Station en Nueva York. El álbum presenta una mezcla de estilos, incluyendo rock, funk y dance, y cuenta con colaboraciones de artistas como Nile Rodgers y Steve Winwood.

El álbum fue un éxito comercial moderado, con sencillos como "Real Wild Child (Wild One)" y "Cry for Love" llegando a los primeros puestos de las listas de éxitos. Aunque recibió críticas mixtas en el momento de su lanzamiento, "Blah Blah Blah" ha sido considerado un álbum influyente en la carrera de Iggy Pop y un ejemplo temprano de la fusión de rock y música electrónica.

Además de contar con la producción de David Bowie, el álbum también incluyó la colaboración del tecladista de los Talking Heads, Bernie Worrell, quien contribuyó a la creación de la mezcla de estilos que caracteriza al álbum.

El sencillo "Real Wild Child (Wild One)" fue un gran éxito comercial, tanto que se convirtió en el sencillo más vendido de Iggy Pop en su carrera en solitario. La canción fue una versión del tema "Wild One" de Johnny O'Keefe, y se convirtió en un himno del rock and roll de los años 80.

Otro sencillo importante del álbum fue "Cry for Love", una balada rock que alcanzó el puesto número 10 en la lista de éxitos del Reino Unido. La canción fue escrita por Iggy Pop y su guitarrista, Rob Duprey, y es considerada una de las mejores baladas de la carrera de Iggy Pop.

En general, "Blah Blah Blah" recibió críticas mixtas en su lanzamiento, con algunos críticos elogiando la fusión de estilos y la producción de Bowie, mientras que otros criticaron la falta de cohesión en el álbum. Sin embargo, a lo largo del tiempo, el álbum ha sido reconocido como un punto de inflexión en la carrera de Iggy Pop, y ha sido citado como una influencia en la música de artistas posteriores como Nine Inch Nails y Marilyn Manson.

El álbum "Blah Blah Blah" de Iggy Pop incluye las siguientes canciones:

1. "Real Wild Child (Wild One)": Como mencioné antes, este sencillo se convirtió en uno de los más grandes éxitos de la carrera en solitario de Iggy Pop. Es una versión del tema "Wild One" de Johnny O'Keefe, y presenta una mezcla de rock and roll y música electrónica.

2. "Baby, It Can't Fall": Esta canción tiene un estilo más suave y melancólico que otros temas del álbum. La letra habla sobre la necesidad de encontrar un sentido de propósito en la vida.

3. "Shades": Una canción de estilo más funk y dance, con un sonido influenciado por la música disco de los años 70. La letra habla sobre la idea de usar gafas de sol para ocultar el dolor emocional.

4. "Fire Girl": Una balada rock con una letra que habla sobre la atracción intensa hacia una mujer. La canción tiene un sonido más suave y melódico en comparación con otros temas del álbum.

5. "Isolation": Una canción más introspectiva, con una letra que habla sobre la soledad y la desconexión emocional. La música tiene un sonido más oscuro y atmosférico, con un uso prominente de sintetizadores.

6. "Cry for Love": Como mencioné antes, este sencillo fue otro gran éxito del álbum. Es una balada rock con una letra que habla sobre la lucha por encontrar el amor verdadero. La canción tiene un sonido más dinámico que otras baladas de Iggy Pop.

7. "Blah Blah Blah": La canción que da título al álbum tiene un sonido más pesado y agresivo, con una letra que critica la superficialidad de la cultura pop.

8. "Hideaway": Una canción de estilo más funk y dance, con un sonido influenciado por la música disco y soul de los años 70. La letra habla sobre la necesidad de escapar de la vida cotidiana.

9. "Winners and Losers": Una canción de estilo más punk rock, con una letra que critica la mentalidad de "ganadores y perdedores" de la sociedad.

10. "Tell It to Me": Una canción de estilo más hard rock, con una letra que habla sobre la necesidad de decir la verdad sin importar las consecuencias.

En general, "Blah Blah Blah" es un álbum muy diverso en términos de estilo y tema, y muestra la capacidad de Iggy Pop para experimentar con diferentes géneros musicales.


Daniel
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miércoles, 17 de mayo de 2023

Iggy Pop - Zombie Birdhouse (Mes Iggy Pop)



"Zombie Birdhouse" es el sexto álbum de estudio en solitario de Iggy Pop, enmarcado dentro de lo que podríamos llamar su "segunda etapa", tras las acertadas colaboraciones con David Bowie ("The Idiot" y "Lust for life") y un no menos inspirado y recomendable "New Values". Tras esa fructífera primera etapa, y la publicación de "Kill City" con James Williamson (en lo que fue un reseñable disco, más en la línea de The Stooges que de lo que hasta entonces había hecho en solitario), Iggy bajó el listón creativo en un par de discos caóticos y desnortados ("Soldier" y "Party") en los que parecía querer experimentar a fondo, pero sin encontrar el camino adecuado. Y como dice el refrán, "a la tercera va la vencida", y fue con "Zombie Birdhouse" con el que logró dar en la diana creativa, que no en la del éxito comercial.

Grabado en una consola de 16 pistas en los estudios Blank Tape de Nueva York, y publicado en septiembre de 1982 por el sello "Animal Records""Zombie Birdhouse" se adelantó varios años al concepto de "publicación independiente" que tanto se valoró en la década de los noventa, como rasgo diferenciador de los artistas que no sucumbían al embrujo de las grandes multinacionales. La razón no era, en realidad, una cuestión de valores o de integridad musical, y se basaba más en que el bueno de Iggy estaba totalmente pelado económicamente, tras el fiasco de los dos discos anteriores. Según el propio Iggy: "Fue un álbum de cambio. Lo que más recuerdo y de lo que me enorgullezco es que vivía en Brooklyn porque no tenía bastante dinero para vivir en Manhattan, que es dónde grabábamos el disco, e iba a trabajar en metro como cualquier otro trabajador, cogido de la barra, a hacer mi disco. Me siento orgulloso de haberlo hecho una vez, pero no quiero repetirlo nunca más".

A diferencia de los dos discos anteriores, "Zombie Birdhouse" ha adquirido con el tiempo el estatus de disco extraño y legendario, una obra oscura y bizarra que combina el zumbido de los sintetizadores new wave y post punk con curiosos ritmos de estilo afro beat, y un enfoque de extraña poética de asociación libre en las letras. En conjunto, su encanto reside en que, sin ser una gran obra maestra desde el punto de vista musical, es un álbum que, como ya ocurrió en los discos con Bowie, se adelanta varias décadas a su tiempo, y eso es algo que se percibe ya desde el arranque de "Run Like a Villain", un sórdido y a la vez pegadizo rock and roll de apenas tres minutos (te deja con ganas de más, pero le aplican "fade out", seguramente por las restricciones de duración del formato vinilo) en el que menciona el título del álbum.

El filo electrónico del disco empieza a aparecer en "The Villagers", en la que se aprecia un sonido más cercano a alguno de los temas de "Lust for life", y aparecen los primeros "pseudo recitados" en mitad de la canción. "Angry Hills" tiene un sonido más abierto y comercial, con un ritmo de batería que es hasta bailable, y unos poco afortunados coros de fondo. Una pieza más cercana a lo que entregó en algunos tramos de "Soldier" o "Party", y sin ser mala, se queda en poco interesante.

La experimentación electrónica aumenta con el largo acople de sonido que acaba convirtiéndose en el ritmo de la oscura e interesante "Life of Work", en la que Iggy Pop adapta y transforma una canción de temática marinera en una triste reflexión sobre la vida de la clase trabajadora: "¿Qué haces con una vida de trabajo? Afróntalo por la mañana". En algunos tramos, los escuálidos y mecánicos teclados recuerdan a los Doors de su idolatrado Jim Morrison.

"The Ballad of Cookie McBride" es más accesible y llevadera, con un ritmo de fondo al que podrían haberle sacado más contundencia y partido. La melodía y la manera de cantarla recuerda, anticipándose, a la de algunas canciones de Primal Scream, más desde lo primario que desde el alarido. Una digna pieza de complemento, pero a años luz de "Ordinary Bummer", probablemente la mejor canción del disco, y junto a Run like a Villain, la única que podría entrar en una recopilación de los mejores temas de Iggy, si para esos discos no se tuvieran en cuenta los criterios de comercialidad de los que esta canción carece.

La cara B comienza con "Eat or be eaten", rítmicamente pegadiza y basada en sintetizadores y teclados acompañando a la guitarra rítmica. Hacia la mitad de la canción, Iggy se desentiende por momentos del ritmo para dar rienda suelta a una especie de "spoken word", para terminar tarareando en lo que parece realmente una sátira de canción, dentro de un disco que seguramente a Iggy le resultó muy divertido grabar. Bulldozer vuelve a la senda guitarrera, pero a la del oscuro art rock de discos como The Idiot. La diferencia está en que, de nuevo, la interpretación vocal de Iggy resulta extremadamente paródica y humorística, restándole mucho peso al tema.

En Platonic se toma las cosas más en serio, entregando uno de los temas más asequibles y hasta radiables del disco, con una sencilla combinación de teclados y guitarra rítmica y cierto toque new wave ochentero. El rock de guitarras ásperas y cortantes vuelve a mezclarse con la ruda experimentación y el art rock minimalista en The Horse Song. Cómo han cambiado los tiempos, porque el que antes "quería ser tu perro", ahora dice "sentirse como un caballo", antes de partirse literalmente de risa en el último verso de la canción, evidenciando que estaba realmente de vuelta de todo, y jugando al filo de la navaja con su carrera musical, que fácilmente pudo haber arruinado con la extraña "Watching the news" en la que lleva la experimentación y la rareza hasta el límite de lo que sus fans más acérrimos le permitirían. No lo arregla tampoco en "Street Crazies", la más tribal del disco, pero sorprendentemente carente de un mínimo de estructura o intención de construir o adecentar una canción, reafirmando que hace ya rato que el disco transitó hacia la locura más absoluta.

La acogida del disco fue, como no podía ser de otra manera, desigual. Parte de la crítica valoró estar ante el álbum más experimental de Iggy hasta el momento, mientras la otra parte valoró negativamente la extraña mezcla de proclamas, bromas, gruñidos y pseudo poesía del bizarro e incoherente conjunto final. Con estas credenciales, el álbum fue un fracaso comercial, pero como ya dijimos al principio, fue un fracaso de lo más interesante, por su audacia ante la falta de medios, sus mezclas a veces toscas, sus desarreglados y desnudos coros, su frescura primitiva y su sincera y fascinante irreverencia.

Después de semejante guantazo (tanto el que se llevaron como el que este disco supone para la industria más ortodoxa), Iggy no tenía ya margen de error. Ya no era tan joven, ni tan respetado, y en los bolsillos solo tenía agujeros. O se sacaba de la manga un disco serio y comercial, o ya no podría grabar nunca más, así que decidió gastar, una vez más, el comodín de la llamada y pedir a David Bowie que le produjera el disco Blah Blah Blah, una obra tan depurada como carente de riesgo, que actuó como auténtico salvavidas de la mítica "Iguana del Pop" en el tumultuoso y complicado mar artístico de los ochenta.

domingo, 14 de mayo de 2023

Iggy Pop - New Values (Mes Iggy Pop)

#mesIggyPop - New Values

El álbum "New Values" de Iggy Pop es considerado por muchos críticos y fans como un hito en la carrera del músico. Fue lanzado en 1979, después de una pausa de tres años en la que Iggy Pop había luchado contra sus adicciones y había trabajado para reconstruir su carrera musical.

El álbum presenta una combinación única de punk, rock y elementos de funk y soul, que lo hacen sonar diferente a cualquier otra cosa que Iggy Pop había hecho antes. Canciones como "Five Foot One" y "Don't Look Down" son ejemplos de la energía punk del álbum, mientras que temas como "I'm Bored" y "New Values" muestran una nueva madurez en las letras de Iggy Pop.

"New Values" es el tercer álbum en solitario del icónico músico Iggy Pop, lanzado en 1979. Fue grabado después de que Iggy se recuperara de una adicción a la heroína y se trasladara a Alemania, donde trabajó con el productor alemán, Michael Beinhorn. El resultado es un álbum que representa un nuevo comienzo para Iggy Pop, tanto en términos de sonido como de contenido lírico. A continuación, una descripción de algunas de las mejores canciones de este disco:

"Tell Me a Story" - Una canción enérgica y optimista que invita al oyente a sentarse y escuchar una historia. Iggy Pop canta sobre la importancia de la narración y cómo puede inspirar e influir en las personas.

"New Values" - El título de la canción y del álbum. Es una canción enérgica y rápida que celebra los valores nuevos y diferentes que Iggy Pop ha descubierto en su vida después de superar su adicción a las drogas.

"Girls" - Una canción sobre la obsesión de Iggy Pop por las mujeres. La letra describe a las mujeres como criaturas misteriosas y atractivas que son difíciles de entender.

"I'm Bored" - Una canción punk rock que expresa el aburrimiento y la insatisfacción de Iggy Pop con su vida y su carrera. La letra describe la sensación de estar atrapado en una rutina y la necesidad de hacer algo nuevo y emocionante.

"Don't Look Down" - Una canción que trata sobre la lucha de Iggy Pop con la adicción y su determinación por no volver a caer en ella. La letra describe la sensación de estar al borde de un precipicio y la importancia de mantenerse fuerte y no mirar hacia abajo.

"The Endless Sea" - Una canción más suave que habla de la búsqueda del amor y la felicidad. La letra describe la vida como un mar sin fin y la necesidad de encontrar un puerto seguro.

"Five Foot One" - Una canción enérgica y divertida que celebra la pequeña estatura de Iggy Pop. La letra describe cómo su tamaño pequeño no lo detiene y cómo siempre está listo para luchar.

En general, "New Values" es un álbum punk rock clásico que presenta la madurez y la evolución musical de Iggy Pop. Las letras exploran temas como la adicción, la lucha por la felicidad y la necesidad de valores nuevos y diferentes. La energía y la pasión de Iggy en cada canción hacen que el álbum, aunque no fue un gran éxito comercial en su momento, haya sido considerado un álbum influyente y significativo en la carrera de Iggy Pop. La crítica lo recibió positivamente y muchos lo ven como un punto de inflexión en su carrera, ya que fue su primer álbum después de superar su adicción a las drogas. Muchas de las canciones han sido interpretadas en vivo por Iggy durante años y algunas de ellas, como "Tell Me a Story" y "Five Foot One", se han convertido en favoritas de los fans.

Además, el álbum ha sido reeditado varias veces y ha sido incluido en varias listas de los mejores álbumes de rock de todos los tiempos. En resumen, aunque no tuvo una gran acogida comercial en su momento, "New Values" ha sido valorado por la crítica y por los fans como un álbum importante en la carrera de Iggy Pop y en la historia del punk rock.

Daniel
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miércoles, 10 de mayo de 2023

Iggy Pop - Lust for Life (Mes Iggy Pop)

 

Lus for life, Iggy Pop

De Iggy Pop, al cual estamos dedicando este mes de mayo, recuerdo dos momentos especiales ligados a mi juventud, el primero fue en la sala Aqualung de Madrid en abril de 1994, si no recuerdo mal, donde tuve la oportunidad de verle por primera vez en directo. Y la segunda fue la primera vez que vi la película británica Trainspotting (1996), dirigida por Danny Boyle, la cual nos narra la historia de un grupo de jóvenes de clase baja de Edimburgo y sus problemas cotidianos en un ambiente destructivo. Recuerdo que la primera escena, donde el protagonista Mark Renton y sus amigos corren por las calles perseguidos por la policía mientras suena Lust for Life de Iggy Pop, me voló literalmente la cabeza. Y es precisamente en Lust for Life donde nos vamos a centrar.

Lust for Life es el segundo álbum de estudio del músico estadounidense Iggy Pop. El disco fue grabado en los Hansa Studios de Berlín Oeste bajo la producción de David Bowie y Colin Thurston bajo el pseudónimo de Bewlay Bros (llamado así por la última pista de Hunky Dory de Bowie de 1971) y publicado el 9 de septiembre de 1977 bajo el sello discográfico RCA Records. Estamos ante la segunda colaboración entre David Bowie e Iggy Pop. Después de The Idiot, donde colaboraron juntos, Bowie lanzó su disco Low, donde Iggy colaboró en dicha gira como tecladista de Bowie. Al final de la gira, Iggy y Bowie se juntaron en Berlín para trabajar en Lust for Life

Iggy Pop, después de una etapa sumido en su adicción a las drogas, se unió a su amigo David Bowie en su gira Isolar Tour de 1976 y luego se mudó a Europa con éste con la esperanza de recuperar la sobriedad. Después de que The Idiot fuera compuesto principalmente por Bowie, Iggy insistió en tener más control sobre Lust for Life, componiendo el mismo a menudo sus propios arreglos. El disco acabaría convirtiéndose en uno de sus trabajos más icónicos. Si The Idiot marcó un alejamiento del sonido proto-punk de The Stooges en favor de un estilo más enfocado hacia el art rock, Lust for Life es un disco con un sonido muy crudo y más cercano a su antiguo estilo con la banda The Stooges

Lust for Life, tras su lanzamiento, recibió poca promoción por parte de RCA, pero eso no impidió que alcanzara el puesto 28 en las listas de ventas de discos del Reino Unido. El disco también fue muy bien recibido por la crítica especializada, destacando la enérgica participación de Iggy y su rol más importante en comparación con The Idiot. Estamos ante un disco menos experimental, donde podemos apreciar estilos como hard rock, proto-punk o new wave. Musicalmente el disco suena muy contundente, gracias a la gran sección rítmica que logran marcar el bajista Tony Sales y su hermano, el baterista Hunt sales, y los guitarristas Ricky Gardiner y Carlos Alomar, que ya tenían muchas tablas habiéndose formado en una banda de rock and roll pura y dura. Iggy demuestra en este disco estar a la altura de las circunstancias, siendo capaz de transmitir su pasión y energía a través de la música y abordando temas como las adicciones a las drogas, la decadencia o las malas decisiones.



Abre la cara A del álbum el tema que da título al mismo, Lust for Life, con un riff de Bowie muy característico y que se inspiró en el código Morse que abría las noticias de American Forces Network en Berlín. La canción trata sobre el estilo de vida que Iggy había llevado como adicto ala heroína. El título fue tomado de la película de 1956 del mismo nombre, que a su vez es una adaptación de la novela biográfica de Irving Stone de 1934 sobre el pintor holandés Vincent Van Gogh. Bowie coescribió la canción con Iggy componiendo la música en un ukelele. El tema fue escrito en un momento en el que ambos artistas estaban tratando de alejarse de sus adicciones. Sixteen es el único tema del disco que fue escrito única y enteramente por Iggy Pop. Some Weird sin es una canción más oscura y con un sonido más pesado orientado hacia el hard rock que nos habla sobre las malas decisiones y sobre las tentaciones que se cruzan en el camino. También trata temas como la decadencia en temas como The Passenger, la cual se inspiró en un poema de Jim Morrison donde veía "la vida moderna como un viaje en automóvil". Fue escrita por Iggy Pop mientras viajaba en el S-Bahn (tren subterráneo) en Berlín. La música fue escrita por el guitarrista Ricky Gardiner, quien había sido miembro de la banda de rock progresivo Beggars Opera. Se encontraba tocando su guitarra, mientras estaba sentado debajo de un árbol cercano a su casa, cuando se le ocurrió la secuencia de acordes del tema. Tonight es el tema que cierra la primera cara, un tema con un ritmo duro que vuelve a la temática sobre el abuso a la heroína, y que fue coescrita por Iggy y Bowie.

La cara B empieza con otro de los cortes optimistas del álbum, Success, canción que emplea la llamada técnica de llamada y respuesta y que nos habla sobre el éxito y su relación con el dinero y la fama, reflexionando sobre las expectativas y los sacrificios que se hacen para alcanzar dicho éxito. Turn Blue vuelve a hacer referencia al abuso de las drogas. No olvidemos que Iggy estaba en proceso de limpiarse del abuso de las mismas. Con casi siete minutos es la canción más larga del disco. Los orígenes de esta canción se remontan a una sesión de grabación fallida de Iggy y Bowie en mayo de 1975 cuando Iggy se encontraba totalmente enganchado a la heroína. Originalmente titulada Moving On, fue compuesta por Bowie, Iggy y por el vocalista, compositor y bailarín Warren Peace. Neighbothood Threat es un tema de corte neo-punk, con un ritmo más amable y melódico donde Iggy nos muestra sus influencias del funk y el soul mientras nos habla de la violencia en las calles y la necesidad de protegerse. Por último, Fall in Love With Me es el corte que cierra este gran disco, el cual surgió de un jam session improvisada de la banda. Para este tema la banda intercambió instrumentos, pues Tony Sales tocó la guitarra, Hunt Sales el bajo y Ricky Gardiner la batería.

lunes, 8 de mayo de 2023

Iggy Pop - The Idiot (Mes Iggy Pop)



"The Idiot" (1977) no fue solo el debut en solitario de Iggy Pop, fue además el primero de los discos creados en colaboración con David Bowie, que hizo las labores de producción y colaboró en la composición de los temas, por la época en la que ambos compartieron piso en Berlín, en un intento de alejarse de la vorágine y las adicciones en las que ambos estaban envueltos. "The Idiot", que toma su nombre de la novela de Fyodor Dostoievsky, está claramente emparentado en sonido con "Low" Heroes", los dos discos que David Bowie publicó ese mismo año, y es especialmente curiosa la evidente relación entre la portada de este último disco del "Delgado Duque Blanco" y el disco de Iggy, ya que en ambas aparece uno u otro adoptando poses similares, basadas en la pintura "Roquairol" de Erich Heckel.

El período berlinés de ambos músicos fue sobre todo fructífero en composición e ideas, y en la manera en la que se empaparon de las tendencias musicales alemanas del momento, pero en realidad la mayoría de los discos asociados a esa época no fueron grabados en Alemania. Es el caso de "The Idiot", que en su mayor parte fue grabado en el "Château d'Hérouville", en Francia, y solo algunas sesiones se realizaron en los Musicland Studios, en Munich, en sesiones "vampíricas" que empezaban cuando no quedaba ya rastro de la luz del día.

El disco no funcionó comercialmente como Iggy había imaginado, seguramente porque el público esperaba una continuación del sonido salvaje de The Stooges, en lugar de lo que "The Idiot" contenía, que no era, tampoco, exactamente como Iggy lo describía ("Una mezcla entre James Brown y Kraftwerk"). No lo era porque, en "The Idiot" hay mucho de Kraftwerk y de oscuros arreglos basados en sonidos mecánicos e instrumentos electrónicos, especialmente en temas como "Mass Production", pero poco o nada se distingue en el conjunto que pudiera ser mínimamente asociado al "Padrino del Funk".

La innovación musical fue, en su mayor parte, responsabilidad de Bowie, que compuso buena parte de la música y se encargó de coros, guitarra, piano eléctrico, sintetizadores y saxofón (presente en la excelsa y taciturna "Tiny Girls"), mientras que Iggy dotó a aquellas oscuras estructuras musicales de unas no menos intrigantes letras, escribiendo a medida que su compañero iba creando la música. Así surgieron, por ejemplo, "Sister Midnight" y "China Girl", los dos singles que se publicaron del álbum. Tanto le gustaban a Bowie aquellos dos temas, que el primero (que había escrito con anterioridad junto a Carlos Alomar y que ofreció a Iggy para el disco) fue una pieza habitual de sus conciertos, y no solo llegó a regrabar el segundo para su disco "Let´s dance" (1983), sino que también lo lanzaría como single.

"The Idiot" tuvo una gran influencia en multitud de bandas de post-punk, y en el sonido industrial y gótico que se desarrolló en los años ochenta. Bandas como Joy Division basaron buena parte de su sonido en las enseñanzas que estos dos músicos, adelantados a su tiempo, nos dejaron en cualquiera de los discos mencionados. En "The Idiot", además de los dos singles, hay joyas del calibre de "Nightclubbing", la última de las canciones que se grabaron para el disco, famosa por haber sido incluida en la banda sonora de Trainspotting junto a la célebre "Lust for life". Otros temas relevantes son "Funtime", originalmente titulada "Fun Fun Fun", Baby (a la que Iggy se refería como su "canción de amor" para el disco) o "Dum Dum Boys". 

Con el disco grabado, Bowie y Pop se trasladaron de nuevo a Berlín para que Tony Visconti, que estaba allí para producir el disco de "Heroes", les hiciera el favor de encargarse de las mezclas finales, en una labor que Visconti denominó "de salvamento más que de mezcla creativa". El resultado final fue la joya de art rock y post punk decadente que hoy conocemos, cuyos arreglos podrían considerarse de rock industrial en el sentido más estricto y literal de la palabra, y sin lugar a dudas una creación totalmente adelantada a su tiempo, y una tremenda patada en la boca de los que esperaban una nueva entrega del punk de The Stooges.

viernes, 24 de marzo de 2023

El disco de la semana 320 - Carne para la picadora - La Polla



Cuando propuse el disco "Carne para la picadora" (1996) como disco de la semana en 7dias7notas.net, me sorprendió que José María Hernández me dijera entre risas: "No lo conozco, yo me quedé en Revolución", porque fue gracias a él, a su hermano Koper y a un tercer culpable llamado Kina, que conocí a La Polla Récords. Está claro que, en mi círculo de amigos, los de Salvatierra (Álava) han ido perdiendo adeptos. Es verdad que desde aquellos míticos primeros discos ("Salve", "No somos nada" o el ya mencionado "Revolución") muchas cosas han cambiado, empezando por el nombre del grupo, que precisamente desde "Carne para la picadora" tuvieron que reducirlo a "La Polla" debido a un fallo judicial iniciado en 1991 contra la banda por uno de los técnicos de sonido, y terminando precisamente por el sonido del grupo, más limpio y mejorado en los últimos discos, lo cual no siempre ha sido del agrado de los seguidores más acérrimos y nostálgicos.

En discos previos a "Carne para la picadora" la intensidad de música y letras había perdido cierto fuelle, pero en esta nueva entrega, además de un sonido más limpio y trabajado, también traen consigo una intensidad recuperada, entregando un punk acelerado que en algunos temas llega a rozar el hardcore, y revitalizando de nuevo las letras con sus tradicionales temáticas, volviendo a retratar a una sociedad marcada por graves diferencias sociales, injusticias laborales, drogas, alienación de los medios, conflictos vecinales, violencia por todas partes y un panorama futuro desalentador. En lo musical, y en contra de lo que parece haberles sucedido a mis amigos, yo agradezco la pureza de sonido de discos como este, en el que con la misma contundencia de antaño, no tengo que esforzarme en entender lo que Evaristo está cantando, aunque como todo grupo con una trayectoria dilatada, flote en el ambiente la sensación de que los discos nuevos nunca serán como los grandes discos de antaño.

El disco comienza con el desgarrador grito a capella de “Carne para la picadora”, metáfora de como la droga acaba destrozando a las personas. Es la canción bandera del disco, y el mejor ejemplo de la fuerza que le van a imprimir a las canciones, y del rotuno pero cuidado sonido de punk rock moderno que tiene este disco. "Envidia cochina" es aún más punk si cabe, tanto en la música como en la ácida letra contra la figura del rey y la monarquía, y es quizá la más emparentada con el tipo de canción que hacían en sus comienzos.

Por el disco desfila un carrusel de personajes e instituciones que no escapan a la crítica mordaz e irónica del grupo, que no deja títere con cabeza, empezando por el sistema de selección laboral en "Amigo, si quieres currar", la manipulación televisiva y publicitaria en "Distorsión", o el modelo educativo, que lleva a los estudiantes a estudiar hasta la extenuación, para después poder acceder a un gris puesto de trabajo, en lo que parece una precuela de "Amigo, si quieres currar" y que comparte temática con el “Career oportunities” de The Clash.

El cambio de marcha y la mayor aceleración de algunos temas tiene un buen ejemplo en "Quinta criminal", que precede a la no menos acelerada "Jodiana", uno de los momentos cumbre del disco, y una de las composiciones más oscuras de su discografía, con frases tan rotundas y apocalípticas como la de "la verdad va descalza, pidiendo para comer”). No parece que haya una solución positiva para el mundo y la sociedad que denuncian, porque “La solución final”, con un toque más rockero que punk, es para ellos, "una cámara de gas, con los políticos adentro".

La manipulación que denuncian no se queda solo en la influencia de la "caja tonta" televisiva, sino que se adelantan diez años en el tiempo, y ponen sobre la mesa la deshumanización y el aislamiento al que los ordenadores e Internet podían llevarnos en "Incomunicado". De nuevo, la situación parece no tener remedio en la acelerada "Sin salida", y vuelven a la ácida crítica, planteando en clave punk rock que si la energía nuclear es "Tan segura y natural", las centrales deberían construirse en las zonas nobles de las ciudades, en lugar de llevarlas a las zonas más marginadas y rurales.

En el final del disco, vuelven por sus fueros más brillantes en "Cara de perro", retratando a la perfección al traicionero vecino que puebla los rellanos, las escaleras y las comunidades, escondido tras los visillos o la mirilla, alimentándose de las vidas de los demás para compensar lo triste que es la suya, y concienciado en denunciar cualquier conducta o situación que pueda alterar el buen funcionamiento de la sociedad. No menos ácida y acertada es “Gol en el campo”, en la que, a través de una ingeniosa letra futbolera, disparan también contra la corrupción social, política y mediática, todas ellas tapadas por el influjo de la pelota, el llamado opio del pueblo ("Justicia corrompida arbitra la contienda / patrón enloquecido despide libremente / y roban la pelota por la extrema derecha / atentos al remate que va directa a puerta”). Mientras suene tan actual, seguiremos siendo "carne para la picadora".

jueves, 22 de diciembre de 2022

Green Day - 21st Century Breakdown #MesGreenDay



Tras la intensa ópera punk rock de American Idiot (2004), Green Day pusieron toda la carne en el asador para su "continuación". Su siguiente disco, tras tomar oxígeno con el rock and roll urgente de su proyecto paralelo "Foxboro Hot Tubs""21st Century Breakdown" (2009) volvía a incidir en el aspecto conceptual y socio-político en las letras, y en darle de nuevo al conjunto una atmósfera de ópera rock basada en una estructura de tres "actos" y 18 temas dónde la intensidad y los cambios de ritmo volvían a ser los ingredientes predominantes. El hilo narrativo se basa en la historia de una pareja formada por Christian y Gloria, una especie de Romeo y Julieta del siglo XXI, en el marco sociopolítico del desencanto por la política de la administración Bush.

El objetivo era llevar la propuesta de American Idiot un paso más allá, y esa ambición se nota tanto en la variedad de estilos que salpican el disco, como en la instrumentación y los arreglos de los temas. Si American Idiot era básicamente punk rock de guitarra, bajo y batería con algún toque de teclados y  cierto aire de marcha militar en las piezas principales, 21st Century Breakdown es un gran collage de influencias que incluyen a Beatles, Clash, Ramones y Who, entre otros, y en el que incluyen mucha más variedad de instrumentos, con un mayor peso de piano y coros en buena parte de los temas.


PRIMER ACTO

El aire conceptual del disco se manifiesta ya desde el arranque, Song of the Century es apenas una intro a capella y con un efecto sonoro que simula que el sonido viniera de una radio antigua, dando paso a los acordes de teclado del comienzo de 21st Century Breakdown, canción titular y una de las canciones que más emparentan con la estructura musical de largas odas con efectivos cambios de ritmo de American Idiot. Es, sin duda, uno de los momentos más destacados del álbum, a la altura de lo mejor de su predecesor.

El ritmo no decae con Know your enemy, efectivo, contundente y pegadizo single con todas las credenciales típicas de la banda, y con ¡Viva la Gloria!, balada de piano y arreglos de cuerdas con la que presentan al personaje de Gloria. Hacia la mitad del tema, y tras un breve silencio, la canción muta en una nueva descarga marca de la casa, fórmula que repiten en Before the lobotomy, en esta ocasión con una intro melódica basada en una letanía acústica que no engaña a nadie, porque al escucharla sabes que va a explotar en algún momento, y lo hace tras (de nuevo) un breve silencio que es la antesala de un riff pesado y de una buena canción de complemento con influencias de The Who. Como contrapunto, Cristian's Inferno arranca muy punk, para derivar después en un estribillo para gritar en estadios, y es la intensa descarga de adrenalina que sirve de carta de presentación de Christian, a ritmo de Stooges o Ramones.
 
Tras dos temas correctos pero que carecen de la magia de los primeros, o de los de American Idiot, el primer acto cierra con Last night on Earth, una agradable y profunda balada con ciertas reminiscencias a Boulevard of Broken Dreams y al sonido de The Beatles. En conjunto, el primer acto podría ser calificado de notable, y hasta ese momento deja la sensación de estar saboreando un gran disco. Y no es que el segundo, o el tercero, sean malos, ni muchos menos, pero el disco da la sensación de ser excesivamente largo.


SEGUNDO ACTO

El segundo acto tiene la misma estructura que el primero, empezando por un tema efectivo y cambiante (East Jesus Nowhere) de cierto aire glam, reforzado después por un tema sorprendentemente refrescante y arriesgado (Peacemaker) en el que juegan con una melodía árabe y una energizante percusión, para después entregar tanto temas positivos y comerciales al estilo de bandas como Weezer (Last of the American girls), como intensos y acelerados trallazos de punk-pop (Murder City) que mejoran incluso a algunas canciones del final del primer acto.

A la altura de ¿Viva la Gloria? (Little Girl), la enésima canción de intro melódica que acaba tornando en rítmica y con pegadizo estribillo, y pese a su curioso e inesperado piano cabaretero, empieza a notarse cierta repetición de esquemas. Tan gemelos son los dos primeros actos, que el segundo termina de nuevo con una intensa balada épica con la que cerrar en lo más alto, y aún mejor, porque Restless Heart Syndrome es uno de los momentos álgidos del disco, en un lujoso despliegue de piano y arreglos de cuerdas, que hacen un impresionante acompañamiento a la banda y a la voz de Billie Joe Armstrong, que se atreve incluso con el falsete en algunos tramos.  


TERCER ACTO

En conjunto el notable se mantiene, y a estas alturas solo podemos achacarle a 21st Century Breakdown que la moraleja de la historia de Christian y Gloria no es otra que "el que mucho abarca poco aprieta".  A estas alturas, y con otro acto por delante, la propuesta se antoja excesiva, y ni las afiladas guitarras de garaje de Horseshoes and grenades pueden ya cambiar esa sensación en la escucha. The static age es un chorro de aire fresco entre tanta épica, y 21 guns es otro buen single marca de la casa, que vuelve a mostrar parecidos o reminiscencias del Boulevard of broken dreams que tanto éxito les dio en American Idiot, y probablemente habría sido un buen final de acto y de disco.

Sin embargo, cierran con una de esas canciones largas y cambiantes, que podrían recordarnos a American Idiot, pero American Eulogy es una larga e innecesaria amalgama de dos canciones power pop, tras un guiño a la canción de arranque (Song of the Century) en el primer tramo que resulta también innecesario, teniendo en cuenta que el último tema (See the light) es también una canción construida con el ritmo de teclado de Song of the Century, haciendo la función de "final que vuelve al principio" tan típica de los buenos discos conceptuales. Y ese quizá sea el mayor pecado de un disco que lleva por nombre "Desglose del siglo XXI": No haber sabido sintetizar mejor la propuesta de su segunda gran ópera punk rock, guardándose algunas canciones menores para otros proyectos, para hacer este desglose histórico y conceptual algo más llevadero. Una acertada selección de doce de las dieciocho canciones del disco, quitando un par de temas de cada acto, habría llegado incluso al sobresaliente, pero se quedó en un disco notable que, con los años, no ha podido quitarse de encima la pesada etiqueta de "proyecto fallido" o que no cumplió del todo con las expectativas que había generado, por no haber tenido en cuenta que, en la era del consumo digital rápido e inmediato, "lo bueno, si es breve, es dos veces bueno".

viernes, 9 de diciembre de 2022

Disco de la semana 305: American Caesar - Iggy Pop



Una mañana de un sábado cualquiera de 1993, o puede que incluso fuera ya 1994, dando una vuelta hacia el centro de Getafe, me topé con una tienda de alquiler de cd's de música. Lo creáis o no, ese fue un negocio que, breve y esporádicamente, algunos emprendedores acometieron en aquella época, pensando que podría llegar a ser tan lucrativo como lo habían sido los videoclubs. Aquella tienda no duró mucho, y al cabo de apenas unos meses me topé con una floristería, en el lugar dónde antes se alquilaban cd's de Nick Cave, The Rolling Stones o AC/DC, por poner algún ejemplo. Puede que en total no alquilara más que dos o tres cd's, y de todos ellos me he olvidado. De todos menos de uno, el que alquilé ese primer día: El "American Caesar" de Iggy Pop.

Poco sabía por entonces de quién era Iggy Pop, o de su brillante pasado con los Stooges. En esa época, dedicaba mi tiempo y mis esfuerzos a escuchar a Guns and Roses, y a mis grupos favoritos del incipiente brit pop: Oasis, Blur y Pulp, pero al entrar en aquella tienda, y ver a aquel tipo sin camisa y mirando amenazante desde la portada, supe que ese era un disco que no debía pasar por alto. Para no saltar al vacío directamente, y sin salvavidas, me permití al menos girar el cd antes de decidirme, para ver los títulos de las canciones, y me sorprendió que estuvieran ordenadas por números romanos, llevando la metáfora política e histórica del título un paso más allá. Pero lo que realmente me decidió a dar por fin aquel salto a ciegas fueron los títulos de algunas canciones: "América Salvaje", "Envidia", "Odio", "Jodidamente solo", "Enfermedad" o la propia "César" me dieron la seguridad de estar ante un álbum violento y diferente.

Al llegar a casa, y ponerlo en el reproductor de cd's, en poco más de un minuto di por bien empleado el precio del alquiler de aquel cd, y el temor a haberme equivocado con aquel salto al vacío desapareció como si acabara de tirar de la anilla del paracaídas, y éste se hubiera abierto al instante. Tras el minuto y siete segundos de Character, un primer tema instrumental basado apenas en unas leves notas de guitarra y un murmullo de fondo, las guitarras eléctricas explotan en el riff de Wild America, una canción tan salvaje como la América de carretera y marihuana que describe, el oscuro imperio de éste particular César americano.

La crítica social y política está presente en muchos temas, como en Mixin' the colors, en la que Iggy celebra la diversidad racial y cultural que ya, por aquel entonces, veía florecer en las ciudades norteamericanas. "Es lo que a Hitler no le gustaba..." comenta sobre el colorido collage interracial en el que se están convirtiendo las grandes ciudades del imperio estadounidense: "Por todas partes están mezclándose los colores, a algunos no les gusta pero a mí me da igual". De un sentimiento de satisfacción y de alegría (y color) pasa después al blanco y negro de Jealousy, en la que con su impresionante faceta de cantante de voz grabe y gutural nos confiesa la "envidia" que siente hacia un compañero de profesión que tiene "grandes éxitos y una limusina, dinero a espuertas y una novia que sale en Vogue". Para que negarlo, es imposible no sospechar que se esté refiriendo a David Bowie, y sentir que este tono oscuro y negativo le pega mucho más al disco y al amenazante César de la portada.   
Como lo hace también Hate, mostrando el "odio" que siente el enloquecido personaje, aunque la escucha de este tema, que instrumentalmente tiene momentos que recuerdan a los largos pasajes con los que The Doors nos adentraban en la espesa selva de The End, se me haya hecho siempre demasiado larga. It´s our love, que ostenta el título de ser la única balada pura del disco, descarga un poco de la tensión emocional de esta obra, mostrándonos a un César americano capaz de enamorarse y compartir noches de motel con su amada, mientras la "intermitente luz de un semáforo" se cuela por la ventana. Es solo una pequeña parada en un placentero oasis en el que dejar que los caballos puedan abrevar, porque al instante todo vuelve a explotar con el punk rock urgente y algo paródico de Plastic and Concrete.

Los mejores momentos del disco se reparten a partes iguales entre la introspección, la road movie y la descarga de decibelios. En el lado introspectivo, es imposible no destacar la genialidad y el lenguaje directo de Fuckin' Alone, en la que Iggy, acompañado de una guitarra acústica, nos confiesa lo cansado que está de sentirse solo, incluso en los momentos en los que está rodeado de una multitud de individuos de variado pelaje. De ahí vuelve a saltar a la carretera y al tono paródico en la pegadiza Highway song, con cierto tono a canción de cowboy taciturno. Tras esta cuidada broma, el décimo álbum de estudio de "La Iguana" pisa el acelerador y pone toda la carne en el asador. Cuentan que cuando presentó American Caesar a la discográfica, los directivos de Virgin Records se quejaron de la falta de singles potenciales. La respuesta de Iggy fue grabar dos temas más. La primera fue Beside you, una falsa balada firmada a dúo con Steve Jones (Sex Pistols), y aderezada con el contrapunto femenino de Lisa Germano en los coros (logrando lo que para los nostálgicos era lo más parecido a "Candy" que Iggy estaba dispuesto a darles).

La segunda, y no menos relevante, fue una versión del clásico Louie Louie, original de The Kingsmen, que ya fuera parte importante del repertorio de The Stooges. Para la ocasión, Iggy cambió la letra, haciéndola más actual y política, y con la ayuda de la banda de apoyo de American Caesar la hizo también musicalmente más áspera y rotunda. Pero entre una canción y otra, Iggy descarga toda la adrenalina del disco en tres brutales trallazos de punk garajero (Sickness, Boogie Boy y Perforation Problems) y una nueva entrega de oscura envidia imperial (Social Life), en uno de los tramos más impactantes del disco. Louie Louie suena a gran colofón del disco, pero tras la tormenta eléctrica, algunos cables siguen soltando chispas como base rítmica de Caesar, un ácido y divertido recitado del gran César, que no entiende esa nueva religión que traen los cristianos, mandando que les arrojen a los leones, mientras repetidamente ignora las voces que le advierten de la llegada de los "Idus de Marzo".

Ese es el auténtico y apoteósico final de American Caesar, pese a la errónea decisión de incluir una canción más, o de haberlo hecho en otra posición del disco. Girls of N.Y no es un mal tema, y está emparentado con Mixin' the colours, por su letra basada en la enumeración de las nacionalidades de todas las chicas que le gustaban a Iggy, pero poco aporta al conjunto a esas alturas de un disco imperial que, con las palabras finales del gran César, ya había dejado dicho todo lo que había que decir. En mi caso, aún me queda por decir que, muy a mi pesar, tuve que devolver aquel cd en los tiempos establecidos, pero lo hice justo antes de dirigirme a la estación de tren, para irme a Madrid a entonar el "Ave, César, los que van a comprar te saludan" en una tienda de discos del centro, de la que volví con mi propio ejemplar de American Caesar, que aún sigue mirándome amenazante desde la estantería.

martes, 26 de octubre de 2021

Grandes éxitos y tropiezos: Billy Idol


Con Grandes éxitos y tropiezos iniciamos una nueva sección en 7días7notas, en las que os ayudaremos a elegir los mejores discos de los grupos y artistas más relevantes de la historia de la música, casi como si os estuviéramos acompañando en una de esas viejas tiendas de discos de segunda mano, esas pequeñas y escondidas anomalías que aún pueden encontrarse dentro del Matrix en el que se está convirtiendo este mundo en el que vivimos. Para esta primera visita a nuestra imaginaria tienda virtual, hemos pensado en buscar discos de una figura clave de la MTV y el punk rock comercial de los 80. Hablamos de William Michael Albert Broad, más conocido como Billy Idol ¿Qué discos suyos deberíamos comprar? ¿Cuáles deberíamos evitar? En esta sección te haremos siempre estas recomendaciones:

Estás tardando en comprarlo:

Cualquiera de sus primeros discos encajaría en esta sección, empezando por "Billy Idol", su debut de 1981, con hits memorables como White Wedding o Hot in the City, o la brillante continuación que supuso "Rebel Yell" (1984) con canciones como Eyes without a face o la propia Rebel Yell. Pero si tenemos que decidirnos por un disco que, sí o sí, estáis tardando en comprarlo, ese sería sin duda ​ "Charmed Life" (1990), que combina a la perfección la fórmula de punk rock comercial de discos anteriores, con un claro paso adelante en madurez artística. Temas como Cradle of love, Pumping of Steel, Prodigal Son y la impactante versión del L.A Woman de The Doors le sitúan en el punto más alto de su carrera.​

Si te queda pasta, llévate también:

Con Charmed Life bajo el brazo, si os queda presupuesto podéis optar por alguno de los otros mencionados en la anterior sección, pero nuestra recomendación sería que te llevaras su disco de 1986 "Whiplash Smile". Los otros son grandes discos, pero también obras más dispersas y con algunos temas de evidente relleno. Eso no ocurre en Whiplash Smile, que aunque tenga menos temas conocidos por el gran público, es un disco sin fisuras y cuidada producción de principio a fin, y canciones como World's forgotten boy, To Be a Lover o Don't Need a Gun os harán saltar del asiento y practicar el air guitar al rimo enloquecido que marca Steve Stevens, su fiel guitarrista durante toda su carrera en solitario. En este capítulo también entrarían discos más recientes, Devil's playground (2005) y Kings & Queens of the underground (2014), ambos grandes discos en los que demuestra que, pese al largo período de inactividad que les precede, sigue estando en plena forma y con cosas que aportar.

Vuelve a dejarlo en el expositor:

Si tenéis Cyberpunk (1993) entre las manos, os aconsejamos que volváis a dejarlo donde estaba, y os dirijáis al mostrador de la tienda a pagar los otros discos, antes de caer en la tentación de llevároslo. El disco con el que Idol pretendía abanderar la llegada de un nuevo estilo de "punk cibernético" se quedó en un puñado de flojas canciones con pretenciosos arreglos disco, techno y new age con el que se pegó el mayor resbalón de su carrera. El potente single Shock to the system prometía algo mucho mejor que lo que el disco después ofrecía, y junto a, quizá, Wasteland o Love labours on, es de lo poco que se salva de la quema.

Si lo que buscas son canciones sueltas:

Estas son las cinco canciones top que no pueden faltar en tu colección o en tu playlist:

1- Rebel Yell

2- White Wedding

3- Dancing with myself

4- Speed

5- Shock to the System

viernes, 6 de agosto de 2021

Disco de la semana 237: Combat Rock, The Clash


Publicado el 14 de mayo de 1982, Combat Rock es el quinto disco de estudio de The Clash, y el último disco relevante de su emblemática e influyente carrera. Etiquetados como grupo punk, The Clash eran mucho más que eso, y este disco es el mejor ejemplo de ello. Sin llegar a poder compararse con los monumentales London Calling o Sandinista, Combat Rock es un disco ecléctico en el que nos regalan un interesante despliegue de dub, funk, rockabilly, rock y, por supuesto, punk.

Con la idea de entregar por tercera vez consecutiva un disco de larga duración (London Calling era doble y Sandinista triple) se encerraron en los Electric Ladyland Studios de Nueva York entre noviembre y diciembre de 1981, y acabaron produciendo 18 canciones para el disco. Finalmente decidieron convertirlo en un solo LP, que quedó como escueto resumen de la versatilidad de la banda en un momento de máxima fertilidad, que a la postre fue el zenit de una banda que empezaría poco después una lenta desintegración interna y transitaría hacia terrenos musicales mucho menos inspirados. Fue el último disco de la formación clásica de la banda, con Joe Strummer (voz, guitarra, armónica), Mick Jones (voz, guitarra. teclados), Paul Simonon (bajo, coros) y Topper Headon a la batería. Este último fue expulsado por sus problemas con las drogas, y las desavenencias entre Strummer y Jones dieron con los huesos de Jones en la cuneta.

Combat Rock se convertiría en poco tiempo en el disco más vendido de la banda, gracias en gran medida a la archiconocida y pegadiza “Should I Stay or Should I Go”, con grandes influencias de The Rolling Stones en el ritmo y las guitarras, pero también a la afilada crítica política de Know your rights, el tema que abre el disco, un certero y abrupto disparo que conjuga lo mejor del rockabilly con leves toques country y reminiscencias del surf rock de los Beach Boys.

Rock the Casbah completa el trío de ases de este disco, otro éxito rotundo de la mítica banda británica, y es además, junto a Overpowered by funk, el tema más sorprendente de un grupo al que, como decía anteriormente, se le cuelga la etiqueta de "punk". Quizá buscaran rebelarse contra esa visión reduccionista, y lo hicieron cambiando la "p" por la "f" y entregando dos curiosas y memorables piezas más cercanas al "funk" que al género con el que todo el mundo les asociaba.

La versatilidad y el abanico de estilos del disco va todavía más allá en temas de ritmo más cercano al dub rock y el reggae en Ghetto Defendant o Red Angel Dragnet (inspirado en la película Taxi Driver y en el asesinato de Frank Melvin, miembro de los Ángeles Guardianes, una conocida organización contra el crimen del Nueva York de los años setenta), o en canciones sorprendentemente melódicas como Inoculated City o Sean Flynn (sobre la misteriosa desaparición del hijo del actor Errol Flynn mientras cubría como fotógrafo la guerra de Vietnam).

La banda va incluso más allá en la experimentación jazz y el recitado de Death is a Star, y en la atmosférica e inspirada Straight to Hell, una de las joyas de este disco y de toda la discografía de The Clash, en una dura reflexión sobre la situación de muchos niños vietnamitas, hijos de soldados estadounidenses, que nunca llegarían a conocer a sus padres tras la guerra de Vietnam. La crudeza de la temática contrasta con la atmósfera calmada del tema, y el toque ecléctico lo pone el aire sutil y tribal de las percusiones.

Me queda por mencionar temas como  Car Jamming, quizá la menos sorprendente pese a su sólida base de rock and roll, y la escueta y anecdótica Atom Tan, el tema menos destacable de un disco inclasificable y cambiante, en el que la crudeza punk desaparece de la instrumentación, para mudarse al contenido de las ácidas y cortantes letras, con la guerra de Vietnam de inspiración y fondo en muchas de las canciones. No es punk, pero es mucho más. Es Rock de Combate.

viernes, 6 de noviembre de 2020

El disco de la semana 198: Sex Pistols - Never mind the bollocks here's the Sex Pistols


En “La zona punk”, artículo publicado en 7días7notas en 2019, y repescado esta semana para la ocasión, ya dediqué una historia personal al disco que hoy ocupa el trono del “disco de la semana”. En aquel artículo, narraba un paseo en bicicleta en el que encontraba un gran tesoro abandonado en el suelo, a un lado de la calle: “Y de pronto, mirando al suelo, vi un destello que reflejaba los rayos del sol de una manera extrañamente multicolor (...) Era una chapa de las que llevan un imperdible detrás, pero en la parte delantera emulaba la bandera del Reino Unido y en letras brillantes y coloridas podía leerse “Sex Pistols". Por aquel entonces, no tenía ni idea de quiénes eran los Sex Pistols..."

¿Y quiénes eran los Sex Pistols? Cuando por fin pude responder a esa pregunta, descubrí que ese grupo era, en el mundo del punk, como el francotirador certero que aparece en las películas de guerra. Mientras sus compañeros tienen que lanzar sucesivas ráfagas (discos) con sus fusiles automáticos para abrirse paso, el francotirador se parapeta en lo alto del campanario, y desde allí lanza un único y decisivo disparo (Never mind the bollocks…) con el que da directamente en el blanco. Y esta es la historia de ese único y brillante fogonazo, resumida en las doce piezas de metralla en las que estalló, al ponerlo en los tocadiscos de la época:

 

HOLIDAYS IN THE SUN

A mediados de los setenta, Inglaterra estaba sumida en una crisis que condenaba a los adolescentes al abismo del desempleo. Sin poder pagarse unas “vacaciones al sol”, muchos de ellos merodeaban por los alrededores de King’s Road, en el barrio londinense de Chelsea, dejándose caer por “Sex”, la tienda de ropa de Malcolm McLaren y Vivianne Westwood. Ambos estaban planeando la formación de un grupo, a partir de algunos componentes de The Strand, en el que ya estaban  Steve Jones y Paul Cook, que serían, respectivamente, el guitarrista y el batería de los Sex Pistols​. A ellos se unió al bajo Glen Matlock, que trabajaba ocasionalmente en la tienda. El último en llegar sería John Lydon (más tarde rebautizado por sus compañeros como Johnny Rotten), que apareció en la tienda con el pelo teñido de verde y una camiseta con la leyendaOdio a Pink Floyd”, encarnando a la perfección al personaje que el grupo necesitaba como frontman. Acababan de nacer los Sex Pistols, que a finales de 1976, empezaron a trabajaron con el productor Chris Thomas en las canciones de su disco de debut. Thomas se propuso dar al disco la claridad de sonido de los discos de rock, y fortalecerlo añadiendo varias capas de guitarras a la mezcla de las canciones, en contra de la simplicidad instrumental del género. Un buen ejemplo es Holidays in the sun, el último de los cuatro temas que la banda lanzó previamente como sencillos, que contiene un vistoso riff con ciertas similitudes con el de In the City, del grupo The Jam. La letra, inspirada en un breve viaje a Berlín, es un irónico alegato en contra de la existencia del muro, presentando a la Alemania del Este como su lugar favorito de vacaciones, en contra de la corriente popular que preferiría unas vacaciones al sol. Fue versionada posteriormente por bandas como Green Day o Skid Row.

 

BODIES

Las sesiones de grabación de Never mind the bollocks se llevaron a cabo ya sin Glen Matlock, y evitando al mismo tiempo la presencia de Sid Vicious en las mismas, debido a su pobre nivel con el bajo. En su lugar, crearon los temas a partir de una base rítmica formada por la guitarra y la batería, y fue el guitarrista Steve Jones quién finalmente añadiría las líneas de bajo, quedando la aportación de Sid Vicious reducida a su participación en Bodies, segundo corte del disco y tercer sencillo de la banda. La letra contiene un elevado número de palabras malsonantes, lo cual fue un nuevo motivo de polémica alrededor del disco, y cuenta la historia de Pauline, una groupie con problemas mentales que, tras ser internada en una clínica, quedó embarazada de un enfermero y acabó abortando. El tema fue versionado posteriormente por Stone Temple Pilots, Velvet Revolver y Manic Street Preachers.

 

NO FEELINGS

Violenta e imaginativa bofetada a una sociedad vacía y superficial, en la que Johnny Rotten escupe los versos con una rabia y enajenación que muchos han tratado de imitar, pero pocos han llegado a superar. La canción destila violencia y rechazo hacia todo lo que le rodea, sin dejar títere con cabeza: “Te pateo la cabeza, no tienes nada que decir, quítate del camino, porque tengo que escaparme. Nunca comprendes que me meo en ti, tú sube y mírame, y te golpearé dejándote moretones, te enviaré lejos, y no tengo sentimientos, no tengo sentimientos, no tengo sentimientos hacia nadie más, excepto para mí mismo.”

 

LIAR

Con la misma dosis de rechazo y de mala leche en la interpretación, ya rebosante en la canción anterior, la polémica generada por Liar está circunscrita al ámbito interno, y a las referencias al “mentiroso” del título, al que posteriormente Johnny Rotten puso nombre y apellidos, apuntando directamente a Malcolm McLaren, el manager del grupo: "Ahora quiero saber por qué tu nunca me miras a la cara, destruyes la confianza solo por placer, tu ego debería replantearse, tú sabes lo que yo sé. Sé a dónde vas, conozco a todos a quienes conoces, sé todo lo que dices y haces. Así que, cuando mientas, siempre estaré en tu camino. No soy el tonto de nadie y lo sé todo, porque sé lo que sé. Estás bajo sospecha, eres un mentiroso".

 

GOD SAVE THE QUEEN

El objetivo de los Pistols para su segundo sencillo parecía inalcanzable: Generar tanta o más controversia que la conseguida con Anarchy in the U.K. Y lo lograron con God save the Queen. El título de la canción coincidía con el del himno nacional británico, y la letra fue considerada por los sectores más conservadores del país como una flagrante burla hacia la corona británica y la Reina Isabel II. Frases como "Dios salve a la Reina, el régimen fascista te ha convertido en un idiota, una potencial bomba de hidrógeno", no dejaban mucho margen a una interpretación más suave. La portada del sencillo tampoco estuvo exenta de polémica. Jamie Reid, cuyas portadas de los singles de los Pistols se convirtieron en auténticos iconos punk, mostraba a la Reina con sus rasgos tapados con letras recortadas, que componían el nombre de la canción y el de la banda. El diseño ofendió a los trabajadores de Virgin, que inicialmente se negaron a prensar los discos. Cuando por fin accedieron, el sencillo llegó al número 2 de las listas británicas, pero siempre quedó el rumor de que se alteró el resultado, otorgando el número 1 al tema "I Don't Want to Talk About It" de Rod Stewart para no ofender a la Corona. El 7 de junio de 1977, el día del aniversario de la Reina, la banda esquivó la prohibición de tocar la canción en suelo británico, interpretándola en directo desde un bote que navegó por el Támesis. La canción ha sido versionada posteriormente por bandas como Anthrax, Motorhead o, en el mercado patrio, por el irreverente cantautor punk Manolo Kabezabolo.

 

PROBLEMS

El comportamiento polémico de los Sex Pistols les generó también problemas. A finales de 1976, la banda y sus acompañantes provocaron un escándalo en el programa televisivo Today de Thames Television. Fueron al programa para sustituir, en el último momento, a Queen, que cancelaron su aparición. Durante la entrevista, el presentador Bill Grundy se esforzó especialmente en provocarles, y cuando intentó flirtear con Siouxsie la gota colmó el vaso, y se enzarzaron en una acalorada discusión con el presentador, en la que no faltó una buena ristra de improperios a los que los telespectadores de la BBC de la época no estaban acostumbrados. La noticia corrió como la pólvora por los periódicos del día siguiente, lo cual les dio gran repercusión en todo el país, pero también provocó que las tiendas se negaran a vender sus discos, y que muchos de sus conciertos fueran cancelados por las autoridades locales. Para poder seguir con las giras de promoción del disco, tuvieron que actuar clandestinamente y bajo el pseudónimo de The S.P.O.T.S (Sex Pistols on Tour Secretly)

 

SEVENTEEN

Como curiosidad altamente recomendable, antes del lanzamiento de Nevermind the bollocks se publicó un disco pirata llamado Spunk, que contenía las versiones primigenias de muchas de las canciones del disco, desprovistas del envoltorio de la producción de Chris Thomas y con un sonido mucho más rudo y directo. No son pocos los que prefieren la urgencia e inmediatez de Spunk, antes de la elaborada producción del Nevermind. Un disco recomendable para ver cómo eran los Sex Pistols sin aditivos, en el que, por ejemplo, God save the Queen aparece con su nombre provisional (No future) y Seventeen aparece como I’m a Lazy Sod, (Soy un bastardo perezoso), un título mucho más adecuado y explícito, sacado del estribillo de la canción.

 

ANARCHY IN THE UK


El primer sencillo de los Sex Pistols, publicado en 1976, fue el único que publicaron para EMI, que les despediría solo un mes después de la polémica entrevista en el programa de Bill Grundy. Durante el proceso de grabación, las tensiones fueron evidentes con la discográfica por la controvertida letra de la canción, que EMI percibía como un insulto a la sociedad civil inglesa, por su marcado carácter político y nihilista. Contiene menciones a organizaciones como el IRA (Ejército Republicano Irlandés), UDA (Asociación en Defensa del Ulster) o la más sorprendente, el NME (New Musical Express), la revista de música más famosa del Reino Unido, a la que en un brillante juego de pronunciación comparaban con el “enemy” (enemigo). Las letras incitaban a la anarquía y la destrucción, como vía de escape al desencanto y la ira que los adolescentes del momento sentían ante la situación social del país. Malcolm McLaren la definió como “una llamada a las armas para los chicos que creían que el rock and roll les había sido arrebatado”. La portada inicial era una cubierta negra sin referencias al grupo ni a la canción, pero EMI consideraba que dificultaría la compra del disco en las tiendas. El disco acabó asociándose a un polémico e icónico póster, diseñado por Jamie Reid, que mostraba una bandera del Reino Unido destrozada y remendada con imperdibles, con los nombres de la canción y la banda sujetos con clips a la bandera.

 

SUBMISSION

La primera versión del álbum tenía sólo once temas, pero en el último momento la banda decidió incluir Submission en el disco. Al no estar pensada inicialmente para el álbum, el sonido de este tema no es tan unitario ni recargado como el del resto de canciones del disco. Sin embargo, aporta cierta calma sonora en un disco que no tiene momentos de pausa. Virgin no tuvo tiempo para suspender las primeras ediciones, por lo que en ellas se incluyó la canción en un sencillo aparte. Otras versiones posteriores, ya con los doce temas, tuvieron algunos errores de contraportada, omitiendo Submission o mencionándola como Belsen was a gas, una canción que nunca llegó a formar parte del disco.

 

PRETTY VACANT

Otra canción que causó revuelo fue Pretty Vacant, no tanto por su letra, sino por la peculiar pronunciación de Johnny Rotten en la palabra "vacant" (desocupado). Su exagerada acentuación en la sílaba "cant" la hacía sonar como "cunt" (vagina). Fue el tercer sencillo del grupo, con el que se presentaron por primera vez en el programa Top of the Pops. Glen Matlock declaró que el famoso riff de esta canción se inspiró en la canción "SOS” de Abba. A su vez, Joey Ramone les copiaría el riff para el tema “What a wonderful world” y los Clash harían lo mismo para su frenética "I'm so bored with the USA". En la foto, el single de Pretty Vacant que está expuesto en el Museo de Londres, como ejemplo de la repercusión de este "grupo de un sólo disco" ha tenido en la historia reciente de la ciudad y el país.

 

NEW YORK

El título de esta canción, quizá la menos atractiva del disco, sirve de excusa para comentar la gira que el grupo realizó por Estados Unidos en 1978, y que culminaría con la disolución de la banda. Desde el comienzo todo fueron problemas, empezando por los retrasos motivados por la reticencia de las autoridades estadounidenses a dejar entrar en el país a los miembros de la banda con antecedentes. Esto supuso la cancelación de los conciertos previstos en el norte del país, quedando la gira reducida a los conciertos del Sur y de la llamada “América profunda”, en lugares en los que los Pistols no fueron bien recibidos.​ La gira, mal planificada, fue además un rosario de peleas internas. Los problemas de Sid Vicious con la heroína eran cada vez mayores, y la relación de Johnny Rotten con Steve Jones y Paul Cook estaba cada vez más deteriorada. Durante un concierto en San Francisco, en mitad de una versión del “No fun” de los Stooges, Johnny Rotten dejó de cantar y se dirigió al público para decir: "¿Para qué sigo con esto?". Al final de la canción, dio por terminado el concierto con un irónico “¿Habéis sentido alguna vez que os han estafado? Buenas noches”, antes de tirar el micrófono y largarse del escenario. Cada uno de los integrantes del grupo tomó entonces caminos separados, siendo Sid Vicious el único que escogió New York como próximo y, a la postre, fatal destino. ​

 

EMI

La discográfica EMI fue la primera con la que firmaron contrato, y con la que sacaron el sencillo de Anarchy in the U.K. La canción que cierra el disco relata la tensión entre la discográfica y el grupo, y cómo la relación termino en despido. Los Pistols habían firmado un contrato de dos años, pero durante un viaje a Holanda para una serie de conciertos, los miembros de la banda desfasaron en exceso, y el episodio llegó a oídos del periódico Evening News. Cansados de tanta polémica, y con la perspectiva de que God save the Queen empeoraría aún más las cosas, los directivos de EMI rescindieron el contrato, sólo un mes después de haberles fichado. Los conciertos de Holanda fueron también los últimos de Glen Matlock con la banda, siendo reemplazado por Sid Vicious. Poco después, los Pistols dieron una conferencia de prensa, anunciando que firmaban con A&M Records. Tras la firma, se dirigieron a las oficinas de la discográfica, en las que la fiesta se les fue nuevamente de las manos. Sid Vicious destrozó un inodoro con el pie, produciéndose un corte con el que fue dejando un rastro de sangre por los pasillos, mientras Johnny Rotten insultaba y discutía con los empleados, y Steve Jones intentaba ligar en el lavabo de señoras. Pocos días después, A&M rompió también el contrato.​ Al final de la canción, Johnny Rotten dice “Hello, EMI, goodbye A&M" describiendo lo efímero de las relaciones contractuales con ambas discográficas, y termina la frase con una burlesca "pedorreta" vocal, una especie de onomatopeya del "¿Qué cojones importa?" con la que pone punto y final al disco.

La banda acabó firmando con Virgin Records, con quien publicarían este Never mind the bollocks, el mejor disco punk de la historia según la revista Kerrang, y el 41 en la lista de los 500 mejores discos de todos los tiempos según la revista Rollingstone.​ Todo un tesoro escondido, que tuve  la suerte de encontrar detrás de aquella pequeña chapa de colores, que me mostró el camino hacia esta gran banda de "punk" de los setenta, y su histórica influencia en tantas bandas posteriores.