jueves, 17 de octubre de 2024

1386.- Gloria - Patti Smith



Gloria es un tema de garaje rock compuesto por el músico norirlandés Van Morrison, incluido en el álbum The Angry Young Them (1964) de su grupo Them, y como cara B del single de la canción Baby, Please Don't Go. Por su sencilla estructura de tres acordes, no pensaron que pudiera ser un hit, y sin embargo no tardó en eclipsar la canción principal del single en las emisoras de radio, y en convertirse en un auténtico himno rock con una enorme repercusión y trascendencia, a pesar incluso de no haber entrado en su momento en el Billboard Hot 100 estadounidense.

Versionada por cientos de bandas desde su publicación hasta la actualidad, la "versión" de Patti Smith es sin duda la más relevante. Y digo "versión" entre comillas porque lo que hizo fue convertirla en algo muy diferente y muy suyo, fusionándola con un poema llamado "Oath" que había escrito en 1970. De este poema original provenía la célebre y polémica frase: "Jesus died for somebody sins but not mine" ("Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos"). La mezcla entre las dos obras no fue premeditada, fue fruto de una improvisación en un día cualquiera de 1974, en una época en la que Patti Smith tocaba regularmente en el Max's Kansas City y otros pequeñas salas, con una banda de solo tres miembros. Patti Smith y el grupo se especializaron en interpretar canciones sencillas, de apenas tres acordes, que encajaban a la perfección con las improvisaciones poéticas que recitaba sobre la música. Y Gloria no solo cumplía con ese requisito básico, sino que encajaba a la perfección con "Oath".

Más adelante, incorporaron al guitarrista Ivan Kral y le compraron un bajo a Richard Hell un bajo, y estando en la sala de ensayos, Patti Smith tocó una sola cuerda, generando una solemne y oscura nota de mi, sobre la que empezó a recitar "Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos". A partir de ahí, y en las versiones posteriores, Gloria fue creciendo y construyéndose, hasta que más de la mitad de los versos fueron de Patti Smith y el resultado final distaba radicalmente de la versión original, resultando difícil considerarla una "versión" al uso del tema original de Van Morrison.

Para la versión de estudio, y habituados como estaban a tocarla en directo, grabaron varias tomas de la canción juntos y totalmente en vivo en la sala de grabación, eligiendo la que les pareció la mejor. Conscientes de la fuerza de Gloria, la situaron como canción de apertura del álbum Horses (1975) y la lanzaron como single promocional, con el tema My Generation en una versión en directo en la cara B. La recepción de la crítica fue casi unánime, y el autor original de la canción, aunque de manera tibia y a su manera, dio su aprobación a una Gloria totalmente diferente a su creación original ("No me deja anonadado como algunas cosas. Soy el tipo de tío que escucharía música soul negra o gospel negro... Pero si aparece algo como lo que está haciendo Patti Smith, tengo que aceptarlo como lo que es y disfrutarlo de esa manera").

miércoles, 16 de octubre de 2024

Crystal Planet - Mes Joe Satriani



Crystal Planet (1998) es el séptimo álbum de estudio del guitarrista estadounidense Joe Satriani, al que estamos dedicando el mes de octubre en 7días7notas.net. Publicado el 3 de marzo de 1998, fue el primer disco que Satriani lanzó con la compañía discográfica Epic Records (sus seis discos anteriores habían sido publicados por Relativity Records) y para la puesta de largo con la nueva compañía se decantó por un cambio importante en el sonido, ya que a diferencia de sus anteriores publicaciones, y aunque la guitarra eléctrica sigue estando en un absoluto primer plano, Crystal Planet es un álbum mucho más melódico que cualquier otro de los LPs que Satriani había publicado hasta la fecha.

Como si no quisiera asustar a sus seguidores más fieles a la primera de cambio, el disco arranca con Up in the Sky, una canción de poco más de 4 minutos en la que Satriani despliega todas sus armas clásicas, con un ritmo acelerado de hard rock afilado y apocalípticos solos de guitarra marca de la casa, en un tema en el que se nota además el buen hacer de un batería tan experimentado como Jeff Campitelli. Como en todos los discos de este genial guitarrista, el sonido y las canciones están trabajados y cuidados al extremo, y el sonido de riff pesado de House Full of Bullets es nítido y limpio, a la vez que contundente, con un gran trabajo de Stuart Hamm al bajo y con un Satriani en plena forma a las seis cuerdas.

Tras este feroz dúo de arranque, Satriani muestra las mejores credenciales del sonido melódico por el que aboga en Crystal Planet en la canción titular, alternando melódicos solos y feroces y crepitantes guitarras sobre una base rítmica de batería, bajo y sintetizadores totalmente desatados. Pero dónde de verdad empieza a verse la apertura a otros sonidos más melódicos y cercanos al pop es en la delicada balada instrumental Love Thing, en la que su virtuosismo con la guitarra brilla en un espacio comedido y aterciopelado.

El ritmo vuelve a subir de tono en Trundrumbalind, con cierto aire pesado y de jam session, y la única canción de un disco enteramente instrumental en la que, al comienzo, se escucha una voz humana algo distorsionada presentando el extraño nombre del tema. Más pausado es el comienzo de Lights of Heaven, que muta después también en un pegadizo ritmo de carretera y un melódico y luminoso solo. Llega después el turno de Raspberry Jam Delta-V, canción de extraño nombre que esconde un nuevo e impresionante despliegue del virtuosismo de la guitarra de Satriani, y una sucesión de efectivos parones, interludios atmosféricos y nuevos arranques con la guitarra, salteados a lo largo de sus más de cinco minutos.

Hablamos del mejor esfuerzo creativo de Satriani desde Surfing With the Alien (1987), y uno de los mejores trabajos de su carrera, y eso implica que todas las canciones rayan a un nivel altísimo, pero fue el intenso y acelerado rock melódico de Ceremony, con Satriani tocando una guitarra de siete cuerdas, el elegido para representar al disco como single, alcanzando el puesto nº 28 en la lista de Mainstream Rock del Billboard estadounidense. Y no fue la única canción que obtuvo repercusión fuera del disco, porque la excelsa A Train of Angels fue nominada a la Mejor Interpretación Instrumental de Rock en los Premios Grammy de 1999, en la que fue la novena nominación de Satriani en este prestigioso certamen y un más que merecido reconocimiento a un álbum al que la revista Guitar World consideró el mejor disco de rock instrumental de la historia.

Poco más queda por decir de Crystal Planet, un intenso y brillante disco que, como no podía ser de otra manera, recogió los frutos de la osadía y el talento que recorrían sus surcos, alcanzando el nº 50 del Billboard 200 de Estados Unidos y llegando al Top 100 hasta en cinco países más. Soy consciente de que me he dejado algunas buenas canciones en el tintero, y que debería haber comentado algo más del irresistible toque melancólico y arabesco de A piece of Liquid o de los intensos riffs pesados de Psycho Monkey, por poner algunos ejemplos, pero es imposible mencionar todas y cada una de las grandes canciones de un disco en el que Satriani asumió más riesgos creativos que nunca, sin dejar en ningún momento a un lado su particular estilo y su virtuosa técnica, pero atreviéndose a explorar sonidos delicados como el cristal y atmósferas como de otro planeta.

1380 - Paul Simon - 50 Ways to Leave Your Lover

1380 - Paul Simon - 50 Ways to Leave Your Lover

"50 Ways to Leave Your Lover", lanzada en 1975, es una de las canciones más emblemáticas de Paul Simon y pertenece al álbum Still Crazy After All These Years. Este sencillo se destacó no solo por su pegajosa melodía, sino por su ingeniosa letra, que mezcla el dolor del desamor con un toque de humor y ligereza.

La canción trata sobre un hombre que se enfrenta a una ruptura amorosa y reflexiona sobre las diversas formas en las que podría dejar a su pareja. Sin embargo, a pesar del título, la canción no menciona literalmente cincuenta formas de hacerlo. La estructura narrativa se desarrolla en torno a una conversación que tiene el protagonista con una amiga, quien le aconseja que la solución a sus problemas amorosos es simple: debe encontrar una forma de dejar a su amante y continuar adelante con su vida.

Lo que hace a "50 Ways to Leave Your Lover" memorable es su enfoque juguetón y desenfadado frente a un tema tan doloroso como una ruptura amorosa. En lugar de recurrir a la melancolía típica de las canciones de desamor, Simon utiliza una combinación de ritmos ligeros y coros pegajosos para comunicar una sensación de alivio y libertad ante la posibilidad de abandonar una relación que ya no funciona.

Musicalmente, la canción es una mezcla de folk y pop, con elementos del rock suave que caracterizaron gran parte de la carrera de Paul Simon. El ritmo distintivo de la batería, a cargo de Steve Gadd, es uno de los aspectos más destacados de la pieza, proporcionando una cadencia única y reconocible desde los primeros compases. La línea de percusión parece casi militar, lo que contrasta de manera interesante con la suavidad de la voz de Simon y los coros armónicos que acompañan la letra.

En cuanto a la letra, Simon utiliza juegos de palabras ingeniosos, particularmente en el estribillo, donde sugiere formas casi cómicas de terminar la relación: “Just slip out the back, Jack / Make a new plan, Stan / You don’t need to be coy, Roy / Just get yourself free”. Estas sugerencias simples y repetitivas no solo hacen la canción fácil de recordar, sino que refuerzan el tono ligero y optimista de la narrativa.

"50 Ways to Leave Your Lover" fue un éxito comercial, alcanzando el número uno en el Billboard Hot 100 en 1976. Su mezcla de humor, desamor y simplicidad melódica sigue resonando con audiencias de todas las edades. A través de esta canción, Paul Simon muestra su habilidad única para abordar temas complejos con una sensibilidad artística que es tanto accesible como profundamente personal.

Daniel 
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martes, 15 de octubre de 2024

1385.- All by myself - Eric Carmen

 

A finales de 1974, Raspberries todavía estaba en pleno apogeo como una de las bandas más importantes del power pop. Pero el líder del grupo con base en Cleveland, Eric Carmen, ya estaba componiendo lo que sería el primer gran éxito de su carrera en solitario, que comenzó quizás antes de lo esperado con la desaparición del grupo al año siguiente. Carmen, se formó como pianista clásico en el Instituto de Música de Cleveland, pero cambio el rumbo a los 14 años cuando escuchó por primera vez a los Beatles. “Me dije: 'Espera un momento, no tienen pianos. Será mejor que aprenda otra cosa, porque esto es lo que quiero hacer'”, recuerda. Pero sus dotes clásicas permanecerían y servirían como raíz de sus dos primeros éxitos en solitario, "All By Myself" y "Never Gonna Fall In Love Again", ambos grabados en su primera incursión posterior a Raspberrys, Eric Carmen , publicado en noviembre de 1975 en Arista Records.

“All By Myself”, como todas las canciones del álbum (y gran parte de la producción de Carmen's Raspberries), fue escrita en el piano Steinway Modelo O en la sala de estar de su apartamento en el piso 19 de The Watergate, un rascacielos con vista al lago Erie en el suburbio de Euclid, en Cleveland. Como parte de su rutina de escritura, Carmen se inspiraba escuchando su pieza musical favorita: el “Segundo concierto para piano” de Rachmaninoff. Recuerda: “Cada noche, alrededor de las 10:30 u 11, apagaba todo y me iba a sentar en mi sala de estar, donde no había nada más que dos sillas, un gran sistema estéreo y mi piano”. Comenzó a componer los primeros fragmentos de lo que se convertiría en un interludio clásico de 4,5 minutos dentro de “All By Myself”, escrito a lo largo de varios meses, añadiendo fragmentos en cada sesión. “Al final, pensé: ‘Esto es realmente genial. Ahora necesito una canción para ponerlo en el medio’”, dice. La letra llegó meses después, empezando por el título, que escribió en apenas 45 minutos.

¿Qué hace que esta canción sea tan buena? Además de estar realzada por la fama y el genio musical de Rachmaninov, yo diría que tiene una cualidad que es esencial para una canción memorable: un gran estribillo y una gran estrofa. ¿Cuántas canciones escuchas y no puedes elegir cuál es hasta que empieza el estribillo y piensas "ah sí, ésta, ¿cómo no la reconocí?" Porque en un montón de grandes éxitos, la estrofa no tiene nada de especial. En "All by Myself", en el momento en que empieza el piano, sabes lo que estás escuchando porque tiene esa inquietante melodía del siglo XIX (gracias, Sergei) y la progresión de acordes nos lleva a un viaje musical digno de su nombre. Y luego, cuando entra el estribillo, tiene esa cualidad irresistible que todos los buenos estribillos deberían tener, ya sabes, el tipo de estribillo que te hace no poder dejar de cantar, sin mencionar que, ¿quién puede resistirse a una canción sobre la trágica soledad? Aunque Carmen, al escribir la canción, pensó que el concierto de Rachmaninoff era de dominio público, el éxito de la canción llamó la atención de la familia del compositor, que le señaló que no era así. Carmen acordó pagarles a los herederos una regalía del 15 por ciento, pero sigue considerando la canción un regalo. “Siempre sentí que Rachmaninoff me había dado esos versos por amar tanto esa pieza”.

Canciones escondidas: Hercules and Love Affair - Blind (2008)

 


Andy Butler es la fuerza creativa de Hercules & Love Affair, comenzó su carrera musical como DJ a la temprana edad de quince años, trabajando en un 'leather bar' en Denver. A finales de la década de 1990, se mudó a la ciudad de Nueva York, EE. UU, donde conoció al músico Antony Hegarty (Antony and the Johnsons), y los dos se hicieron amigos, Butler se sumergió en la cultura de clubes de la ciudad de Nueva York, promoviendo fiestas y creando su propia música. El primer lanzamiento de Butler salió con el sello DFA, titulado "Classique/Roar" (2007), un esfuerzo conjunto con Tim Goldsworthy, con voces de Hegarty que tenían un sonido house temprano de Chicago. Luego, Butler lanzó el sencillo "Blind" en el Reino Unido en marzo de 2007, y la canción se convirtió rápidamente en un éxito. Después de haber entrado en el top 40 del Reino Unido, Pitchfork la nombró 'Mejor canción de 2008' y quedó en sexto lugar en la encuesta anual de Resident Advisor sobre las '30 mejores canciones del año'.


Nos detenemos ahora en Blind, lo primero que destaca es encontrar a Antony (de Antony and the Johnsons) cantando un melancólico tema de discoteca ligera con un fuerte atractivo radiofónico, en un principio puede chocar, fue criticado, pero en realidad la voz de Antony queda perfecta aquí, al diablo con los que odian, ella le da seriedad a una canción que podría haber sido ligera como una pluma, ella consigue transformala. Esta canción es bastante similar a otros lanzamientos de Hercules y Love Affairs sin la presencia Antony, y es una de sus pistas más bailable que podemos encontrar en el primer disco de la banda, pero quiero destacar esta canción, primero por la osadia de meter esa voz pero tambie porque aunque ha habido bandas de DFA como LCD Soundsystem y Rapture que han tenido mucha visibilidad con su sonido cruzado rock/disco durante años, quizás esta es la primera vez que el sonido más suave y groovy (y, sí, más gay) del nu-disco ha estado al alcance del público en general y es importante, porque los estilos musicales tienen alma, aunque no en la forma en que la mayoría de la gente usa la palabra. El alma del rock es la energía y la mentalidad sangrienta de la juventud, el alma de la música dance es el hedonismo inclusivo y la mente abierta. La música dance no solo trata sobre niños blancos drogados, cortes de pelo en forma de cuña, su alma es mucho más grande que eso, y si, 'Blind' es accesible, y eso no es pecado, significa que es inclusivo y de eso se trata la música dance. Y también descubrimos que es un gran tema emocionalmente, hace que los sentimientos del cantante parezcan épicos e intensos, lo cual también es importante porque no somos robots: necesitamos más que un ritmo para darnos ganas de bailar, la voz aquí existe para emocionarnos y excitarnos en los límites de las emociones humanas, y para hacer eso no puedes esconderte detrás de la moderación o la sutileza, necesitas el coraje para hacer todo lo posible. Pero esta no es la música dance del futuro, es la música dance del pasado ingeniosamente resucitada, laboriosamente cosida y brillante, es el monstruo de Frankenstein, si fuera hermoso y bailable y sirviera para el placer de tu fiesta. El análogo contemporáneo más cercano de este álbum no son, por lo tanto, discos de baile pioneros como Remedy o Discovery o incluso Sound of Silver: es el magistral pastiche de los Strokes, Is This It? . Al igual que ellos, Hercules y Love Affair anhelan audiblemente una era pasada, alcanzando su libertinaje prometido con cada frase y pose. Hercules and Love Affair es incansablemente escuchable (las canciones del grupo son demasiado buenas para ser clasificadas como tributos), pero aun así se define por la atracción inspiradora de una época dorada que ya pasó. Uno se pregunta qué sucedería si el grupo utilizara toda su energía, talento y poder para crear algo verdaderamente nuevo.

lunes, 14 de octubre de 2024

1384.- Edith And The Kingpin' - Joni Mitchell

 

Mitchell saltó a la fama a finales de los años 60 como hippie folkie, después de que estrellas más consolidadas como Judy Collins, Tom Rush y Buffy Sainte-Marie empezaran a hacer versiones de sus canciones. Poseedora de una voz de soprano muy bonita y una amplia gama de afinaciones alternativas para la guitarra acústica, Mitchell pronto se convirtió en una estrella menor por derecho propio, y se consagró como artista pop con su tercer álbum Ladies of the Canyon (que contenía el éxito Big Yellow Taxi y su propia versión de Woodstock, que también había sido versionada por Crosby, Stills, Nash & Young) y Blue , que no tuvo éxito en términos pop, pero la confirmó como una de las cantautoras más destacadas, una favorita de los estudios para siempre.

En realidad, no importa si The Hissing Of Summer Lawns no es el mejor álbum de Mitchell. Lo que importa es que cualquiera que se emocione con, digamos, Blue , como bien podría ser, puede encontrar este aún más emocionante si aún no lo ha escuchado. Mitchell es inusual entre los artistas importantes en el sentido de que poco de su mejor trabajo está entre sus más famosos, con la posible excepción del predecesor de este álbum, Court And Spark. Hejira , el magnífico disco que lo siguió, es más extraño, más exótico, más densamente envuelto en misterios. La gente piensa que Bowie o Prince fueron atrevidos. La gente tiene razón. Pero Mitchell arriesgó todo, perdió gran parte de ello, y no le importó un carajo. Ninguna gran estrella ha sido nunca tan valiente ante el declive de su estrellato. No hay Let's Dance en su catálogo, ni banda sonora de Batman. Si nunca hubiera escuchado otro disco de Joni Mitchell, me parecería una pieza bastante notable en sí misma. En el contexto de su obra, es menos un salto asombroso que un ascenso vertiginoso por el mismo camino que Court And Spark le había indicado. Fue en ese álbum donde comenzó su transformación de diarista/memoirista a compositora de cuentos imaginativos o retratos en canciones. En The Hissing Of Summer Lawns lo perfeccionó. Toda la inmadurez que le quedaba de aquellos engañosos días de ingenua hippie de ojos muy abiertos –siempre dotada de una observación aguda y un talento brillante– había desaparecido. Sus pares ya no eran guitarristas introspectivos (de alguna manera, Mitchell veía el alma humana en ese ombligo, donde muchos de sus contemporáneos encontraban pelusa). Eran la primera fila de músicos, novelistas, cineastas y artistas visuales (a los que ella también pertenecía) que llevaban sus escalpelos a una América cansada.

Una de las joyas que disfrutar en este disco es 'Edith And The Kingpin' una historia corta poética de proporciones épicas, nunca dejamos de sorprendernos por la estatura regia de la canción que recorre una ruta inesperada hacia el mismo conjunto de puntos de vista, que es la vida femenina vista tanto desde dentro como desde fuera. La camarera de 'The Jungle Line' es la hermana en el fondo de la piel de Edith, la de la lánguida y encantadora 'Edith And The Kingpin'. El Kingpin es un señor importante de poca monta, un potentado local, que ha elegido a Edith como su compañera de cama, la última de una serie de mujeres que "envejecen demasiado pronto", aturdidas por la cocaína y los terrores de su incumbencia. Elegida, Edith no tiene elección, tomada, debe tomar lo que se le da, es una mujer como vasalla, no más libre en su pueblo estadounidense que su equivalente que cae bajo la mirada del señor feudal de una aldea feudal, o más libre que la esposa lujosamente mantenida de la canción principal que camina por el perímetro de alambre de púas de su rancho como el animal enjaulado que es. ¿O sí? ¿Es que la libertad es imposible o que ella se encarcela a sí misma? “Él le dio su oscuridad para que se arrepintiera/Y una buena razón para que lo dejara… Aún así ella se queda con algún tipo de amor/Es la elección de la dama”.

domingo, 13 de octubre de 2024

Álbum Joe Satriani #mesSatriani

Álbum Joe Satriani #mesSatriani

El álbum "Joe Satriani" (1995), también conocido simplemente como "Satriani", marca un punto de inflexión interesante en la carrera del virtuoso guitarrista Joe Satriani. Conocido por su destreza técnica y su habilidad para crear melodías memorables en el ámbito del rock instrumental, este álbum refleja un cambio de enfoque hacia una exploración más orgánica y profunda de su sonido. Aunque no tuvo el impacto mediático de trabajos previos como "Surfing with the Alien" (1987) o "The Extremist" (1992), Satriani es una obra que destaca por su madurez musical y su equilibrio entre técnica y emoción.

Lanzado en 1995, este álbum surge en una época en la que la música instrumental comenzaba a quedar un poco rezagada frente a la explosión de géneros como el grunge y el alt-rock, lo que hacía que los guitarristas virtuosos tuvieran que adaptarse a una nueva realidad musical. Satriani, lejos de dejarse llevar por las tendencias del momento, optó por seguir evolucionando su estilo. El resultado fue un disco más introspectivo y atmosférico, con una mayor influencia del blues y el jazz en comparación con sus anteriores trabajos predominantemente de rock y metal.

Desde el inicio, el disco establece una atmósfera única con la pista "Cool #9", que presenta un groove relajado pero muy pegajoso, fusionando elementos de jazz, rock y blues. La melodía se despliega lentamente, con una línea de bajo hipnótica que sostiene la improvisación de Satriani en la guitarra. A lo largo de la canción, se puede apreciar cómo juega con diferentes texturas, empleando efectos y pedales que enriquecen el sonido, sin perder el control de la dinámica de la pieza. Este enfoque más orgánico, casi como una jam session controlada, es lo que diferencia a Satriani de sus trabajos anteriores.

A lo largo del álbum, Satriani explora una amplia gama de estilos y géneros. En "S.M.F.", el guitarrista regresa al rock más directo, con un riff potente y agresivo que recuerda su trabajo más icónico en "Surfing with the Alien". Sin embargo, aquí se percibe un mayor enfoque en la actitud y el feeling, en lugar de buscar la velocidad pura que caracterizaba sus primeras composiciones. La canción tiene una energía cruda que parece captar el espíritu del rock clásico, pero con el toque técnico que Satriani siempre aporta a sus interpretaciones.

Otro momento destacado del disco es la balada "If", una de las piezas más emotivas del álbum. Aquí, la guitarra de Satriani se convierte en la protagonista absoluta, cantando una melodía que podría equipararse a la voz humana. La calidez de su tono y la fluidez de su fraseo hacen que la canción se sienta profundamente conmovedora, demostrando que, además de ser un maestro técnico, también es capaz de transmitir grandes emociones a través de su instrumento. En "If", Satriani logra capturar una belleza melancólica que contrasta con las piezas más enérgicas del álbum.

En "Luminous Flesh Giants", el guitarrista se adentra en terrenos más experimentales, utilizando una amplia gama de efectos y distorsiones para crear un sonido casi psicodélico. La pieza es un ejemplo de su versatilidad como compositor y su deseo de explorar nuevas fronteras sonoras. Aunque no es una canción tan accesible como las demás, ofrece una muestra clara de cómo Satriani siempre ha estado interesado en empujar los límites de lo que puede hacer con la guitarra. El uso de modulaciones y texturas flotantes genera una sensación de inmersión, como si la música envolviera al oyente en una atmósfera completamente distinta.

Una de las características más notables del álbum "Satriani" es su producción, que se siente más cruda y menos pulida que en sus trabajos anteriores. Esto le otorga un aire más natural y humano al disco. Satriani trabaja en estrecha colaboración con el productor Glyn Johns, conocido por su trabajo con artistas legendarios como The Rolling Stones, Led Zeppelin y Eric Clapton. Esta colaboración es clave para el sonido del álbum, ya que Johns favorece un enfoque más directo y menos adornado, lo que permite que la guitarra sea el centro de atención sin depender tanto de trucos de estudio.

La decisión de mantener la producción más sencilla también está relacionada con la búsqueda de un sonido más auténtico y menos mecánico. Satriani, quien ha sido elogiado por su virtuosismo, parece haber tomado una decisión consciente de no depender exclusivamente de su velocidad y precisión técnica. En cambio, permite que las canciones respiren, dando espacio a los matices y dinámicas de su interpretación.

El álbum cuenta con una serie de momentos memorables que resumen la evolución de Satriani como músico. Canciones como "Look My Way" y "Home" continúan esta exploración más emocional y melódica, mientras que temas como "Down, Down, Down" introducen elementos de funk y blues que amplían el rango sonoro del disco.

Finalmente, el álbum cierra con "Z.Z.'s Song", una pieza relajada y optimista que parece un tributo a la simplicidad de las cosas cotidianas. Esta canción encapsula el sentido de calma y satisfacción que Satriani parece haber encontrado en su música en este punto de su carrera. No es una pieza virtuosística ni pretende serlo, pero es precisamente su simplicidad lo que la hace tan efectiva.

"Joe Satriani" es un álbum que refleja la evolución de un músico que, en lugar de conformarse con su virtuosismo técnico, decide explorar nuevas facetas de su arte. Aunque puede que no tenga los "hits" o momentos de lucimiento técnico de trabajos anteriores, es un disco que brilla por su profundidad emocional y su diversidad estilística. Satriani demuestra que, más allá de su increíble habilidad como guitarrista, es un compositor versátil y creativo, capaz de equilibrar emoción y técnica de manera magistral.

Daniel 
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1383.- Wish you were here - Pink Floyd



"Como quisiera que estuvieras aquí", dice el estribillo de "Wish You Were Here" en clara dedicatoria a su antiguo compañero Syd Barrett, que dejó el grupo en 1968 por problemas mentales derivados del excesivo consumo de drogas. y al que el resto de miembros de Pink Floyd dedican el disco conceptual "Wish you were here" (1975), y muy especialmente las canciones "Shine on you crazy diamond" y la propia "Wish you were here" que da título al álbum.

La canción surgió de un riff que David Gilmour compuso en el estudio 3 de Abbey Road con su guitarra acústica de doce cuerdas. Al escucharlo, Roger Waters vio un filón para una posible canción, lo memorizó y se fue al estudio contiguo para intentar desarrollarla. Un rato después, volvió con la letra completa y la melodía principal, para trabajar junto a Gilmour en lo que acabaría siendo "Wish you were here" tal y como la conocemos.

Comienza con el efecto de sonido de una radio, en la que alguien va cambiando de emisoras, hasta detenerse en una en la que suena el riff acústico de la canción. Para lograr el efecto de transición entre la canción de la radio y el sonido limpio de la canción principal, Gilmour tocó la intro acústica en la guitarra de doce cuerdas, procesada para sonar como si saliera de la radio, y la mezcló con un solo de guitarra acústica en sonido real, durante el que se filtró el sonido de una tos y una profunda respiración, que dejaron en la mezcla final para darle mayor realismo y naturalidad al sentido lamento de añoranza y soledad que es "Wish you were here".

sábado, 12 de octubre de 2024

1382.- Shine on you crazy diamond - Pink Floyd



«Shine on You Crazy Diamond» ("Brilla, diamante loco") es un extenso tema compuesto por Roger Waters, que en su versión completa está compuesto de nueve partes más o menos diferenciadas, y que vio la luz dividido en dos grandes cortes para abrir y cerrar el álbum conceptual "Wish you were here" (1975). La intención original era que ocupara toda una cara del disco, pero por su larga duración (con sus 26:11 minutos era la canción más larga grabada por Pink Floyd) no fue posible, y en lugar de recortarla, Roger Waters prefirió que se separara en dos partes, lo que generó suspicacias entre el resto de miembros del grupo, que achacaron la decisión de Waters a una intención de cobrar el doble de derechos de autor, al registrarla como dos canciones separadas cuando se trataba en realidad de una sola obra.

La Parte I (0:00 – 3:56) es una intro basada en un sintetizador, el sonido de dedos mojados recorriendo el filo de copas de vino rellenas de diferentes cantidades de agua (de una toma recuperada del proyecto anterior "Household Objects") y un lastimero solo de guitarra. La Parte II (3:55 – 6:28) empieza con un riff de guitarra, y en ella destaca un segundo solo de la guitarra de David Gilmour. La Parte III (6:29 – 8:43) comienza con un solo de sintetizador, y contiene un tercer solo de guitarra, esta vez con un marcado estilo blusero. En la Parte IV (8:44 – 11:10) Roger Waters asume la voz principal, con el resto de la banda y unas coristas femeninas apoyándole en los coros, antes de que en la Parte V (11:10 – 13:30) Gilmour recobre el protagonismo volviendo al riff principal de la canción con dos guitarras cruzadas, y con varios saxofones elevando la intensidad y la elegancia del tema, y poniendo fin al primer corte del disco.

El segundo corte, situado como coda final del disco, y lo que sería la Parte VI (00 – 5:00) de la canción si la entendemos como un todo, comienza con una línea de bajo que se va abriendo paso sobre el ruido de viento con el que termina la canción anterior ("Wish you were here"), al que se unen los teclados de Rick Wright y la guitarra rítmica de Gilmour. La Parte VII (5:01 - 6:03) es una sección vocal que vuelve a los patrones de la parte IV, hasta que se funde con la Parte VIII (6:04 – 8:59), un tramo muy progresivo en el que vuelven los riffs de guitarra, arropados por teclados, clavinet y guitarra rítmica. Esta parte contrasta con la lúgubre Parte IX (9:00 – 12:22), una especie de lenta marcha fúnebre, en la que durante unos segundos puede escucharse la melodía de "See Emily Play", un tema anterior de Pink Floyd escrito por Syd Barrett, miembro original que había abandonado el grupo cinco años atrás debido a graves problemas mentales, y al que el grupo dedicó la letra de «Shine on You Crazy Diamond».

Y cuentan que fue precisamente durante la grabación de esta canción, cuando apareció por el estudio un hombre de complexión gruesa y la cabeza y cejas completamente afeitadas. Al principio, ninguno de los miembros de la banda le reconoció, porque había ganado mucho peso y estaba bastante desmejorado, pero finalmente uno de ellos reparó en que se trataba de su antiguo compañero. Charlaron durante un rato y entonces Barrett dijo refiriéndose a «Shine on You Crazy Diamond»: "¿Cuándo grabo yo mi guitarra?". La respuesta fue "Lo sentimos, Syd, ya grabamos las guitarras". Tras ese rato, Barrett acabó marchándose, y ese fue el último día que le vieron con vida, en lo que fue el último y fugaz resplandor de un músico que una vez fue un diamante en bruto, y que lamentablemente acabó apagándose y cayendo en las garras de la locura.

viernes, 11 de octubre de 2024

1381.- Welcome to the Machine- Pink Floyd

 

Welcome to the Machine, Pink Floyd


     Wish You Were Here es el noveno álbum de estudio de la banda de rock británica Pink Floyd. Fue lanzado el 12 de septiembre de 1975 a través de la compañía discográfica Harvest Records en el Reino Unido y Columbia Records en los EE. UU. El disco se alimentó principalmente de material que Pink Floyd compuso mientras actuaba en Europa. Wish You Were Here se grabó en numerosas sesiones a lo largo de 1975 en los estudios EMI (ahora Abbey Road Studios) en Londres. Los temas líricos del álbum se refieren a la alienación y la crítica del negocio de la música. Al igual que su lanzamiento anterior, The Dark Side of the Moon (1973), Pink Floyd empleó efectos de estudio y sintetizadores durante la grabación. Los cantantes invitados incluyeron a Roy Harper, quien proporcionó la voz principal en Have a Cigar, y Venetta Fields, quien agregó coros a Shine On You Crazy Diamond. Para promocionar el álbum, la banda lanzó el sencillo doble cara A Have a Cigar / Welcome to the Machine.

Estamos ante el segundo álbum de Pink Floyd con un tema conceptual, principalmente bajo la dirección de Roger Waters. Refleja su sensación de que la camaradería que había rodeado a la banda estaba en gran medida ausente en aquel momento.​ El álbum es también toda una crítica al negocio de la música, y Welcome to the Machine es un fiel reflejo de esa cŕitica. La canción comienza con una puerta que se abre (descrita por Waters como un símbolo de descubrimiento musical y progreso traicionado por una industria musical más interesada en la codicia y el éxito) y termina con un partido, este último personificando "la falta de contacto y de sentimientos reales entre las personas".

Welcome to the Machine  trata de los productores y representantes de discos avaros que controlaban la banda, lo que contribuyó al colapso mental del fundador de Pink Floyd, Syd Barrett, a quien está dedicado todo el álbunm. El mundo que lo rodeaba era como una máquina: los fans, el grupo, la industria discográfica. Le decían qué hacer y cuándo hacerlo para que tuvieran éxito. El álbum Wish You Were Here gira en torno a Syd Barrett y lo que contribuyó a su colapso. Esta canción incluye un video musical muy poco común que solo se reproduce durante los conciertos. Presenta una representación particularmente visceral con cadáveres, ratas, muerte y olas de sangre. El video fue dibujado a mano por un viejo amigo de la banda, llamado Gerald Scarfe.

Disco de la semana 399: Most Things Haven’t Worked Out - Junior Kimbrough

Most Haven't Worked Out, Juniot Kimbrough




     Considerado uno de los músicos de blues más influyentes de la región montañosa de Mississippi, Junior Kimbrough es una rara avis en el mundo del blues. Hablamos de una figura profundamente inquieta y ferozmente independiente dentro de la comunidad del blues. La visión de Junior Kimbrough sobre la música pasa por el poder, sin adornos, del mensaje inquebrantablemente determinado que transmite el blues. Nada más que el sentimiento y adoración por el blues, ubicado en el centro de la música que nunca se ha desviado de la adoración, la inducción, la fábula y el destino hacia un destino incumplido pero siempre anhelado en el alma.



Durante los casi 30 años de carrera discográfica de Kimbrough, se limitó por completo a una pequeña familia de músicos independientes de Mississippi, dirigiendo valientemente su visión del blues a través de una notable gama de estilos de canciones rurales y música de raíces. En su voluntad de atraer a la más amplia gama de gustos de los oyentes con las mayores dificultades personales, su legado se remonta a un nivel de musicalidad y responsabilidad presente en el núcleo del sonido del blues, pero demasiado raro en el último medio siglo. Realizo sacrificios profesionales como permanecer en el norte del delta del Mississippi en busca de una base, y con el deseo latente de crear un legado musical diverso e inspirado topográficamente en su tierra. Incluso en su tierra natal, Mississippi, muchos fanáticos de la música solo conocen vagamente al guitarrista y cantante Junior Kimbrough. Sin embargo, Kimbrough es uno de los músicos más originales e intuitivos de la segunda mitad del siglo XX. Su vida y obra bien daría para un buen blues, Kimbrough vivió alrededor de unos cincuenta años en el Delta sin grabar un álbum. Estamos ante un hombre al que le encantaba tocar y se enorgullecía de su trabajo y de su tierra.

Inspirado por músicos como Charlie McCoy, Roosevelt Brown o Elmo Johnson, comenzó a tocar música en los años 60. A diferencia de muchos de sus predecesores, Kimbrough escribía su propia música y se apoyaba en sus propios músicos para la creación. Su forma flexible y siempre orgánica de tocar la guitarra eléctrica se entrelaza con las formas tradicionales de las canciones de blues, actualizándolas y dotándolas de un toque de modernidad, insuflando un nuevo y vibrante tipo de vida a las viejas canciones. En 2023, le llegaría el debido y necesario reconocimiento a Kimborugh, fue incluido en el "Salón de la Fama del Blues".


Para la recomendación de esta semana nos vamos a detener en uno de sus últimos álbumes grabados en vida, Most Things Haven’t Worked Out, realizado por Kimborugh en 1999. El artista tenía entonces 67 años.  Fue su tercer álbum para el sello discográfico Fat Possum Records y el último antes de su muerte en 1998. Todas las canciones del álbum fueron escritas por Kimbrough, quien no solía versionear el material de otros músicos. Optó por mantener sus errores y notas perdidas en las vías. Tres de las canciones fueron grabadas en su lugar de ocio y recreo en Mississippi. John Hermann ayudó a producir algunas de las canciones, y Kenny Brown fue el segundo guitarrista. La canción que da título al disco es instrumental.

Most things Haven't Worked Out es un más que recomendable disco para redescubrir la figura de un músico de blues que se alejó de los cánones tradicionales del blues, explotando la idea de interpretar viejo blues acompañado por un grupo moderno. Kimbrough, con su música, es capaz de hipnotizarnos, haciéndonos entrar en trance. El ambiente techno y los overdubs, como ya hiciera también R. L. burnside, dotan a su música de una pasión visceral. Lo que comienza sonando va adquiriendo un poder inesperado a través de la repetición y cambios engañosamente sofisticados de textura, tono y ritmo. Most Things Haven't Worked Out es un buen punto de partida para redescubrir a este genial artista, pues está considerado por muchos el mejor álbum de Kimbrough
 

jueves, 10 de octubre de 2024

1379 - Pink Floyd - Have a cigar

1382 - Pink Floyd - Have a cigar

"Have a Cigar" es una de las canciones más representativas del álbum Wish You Were Here (1975) de Pink Floyd, una crítica aguda y sarcástica a la industria musical y a su relación con los artistas. La banda británica, que ya había alcanzado un estatus icónico tras el éxito de The Dark Side of the Moon, usa este tema para expresar su descontento con el mercantilismo y la superficialidad del negocio musical.

Desde el inicio, la canción envuelve al oyente con una mezcla de rock progresivo y funk, sustentada en un riff de guitarra que es al mismo tiempo potente y envolvente. La producción es impecable, con capas de instrumentos que se entrelazan para crear una atmósfera densa y cautivadora. Uno de los aspectos más notables es que la voz principal no la interpreta ninguno de los miembros de Pink Floyd. Debido a las tensiones internas y al malestar vocal de Roger Waters y David Gilmour, se invitó al cantante británico Roy Harper para interpretar la canción. Harper logra capturar la ironía y el cinismo del tema de manera perfecta, lo que añade una capa adicional de distanciamiento entre la banda y el mundo que están criticando.

Líricamente, "Have a Cigar" es una burla directa a los ejecutivos de las discográficas, quienes muchas veces están más interesados en las ganancias que en la integridad artística. La letra, con frases como "The band is just fantastic, that is really what I think. Oh, by the way, which one's Pink?", resalta la ignorancia y el desdén de estos ejecutivos hacia los músicos. La banda siente que son vistos solo como productos, y la referencia a “Pink” como si fuera un miembro de la banda (cuando en realidad es el nombre del grupo) subraya esta desconexión.

Musicalmente, además del riff pegajoso de guitarra y bajo, el sintetizador juega un papel crucial. Richard Wright, el teclista de la banda, utiliza el Mini-Moog para crear un solo que eleva la canción, añadiendo un toque futurista que resalta el carácter satírico de la canción. Esta interacción entre los instrumentos da lugar a una pieza dinámica, donde cada miembro brilla en su ejecución.

En conjunto, "Have a Cigar" es una obra que no solo destaca por su virtuosismo musical, sino también por su contenido lírico, que expone una realidad incómoda: el choque entre arte y comercio. Pink Floyd utiliza esta canción para desafiar las normas de la industria musical y para recordarnos que, en muchos casos, los artistas son explotados por un sistema que prioriza el beneficio económico sobre la creatividad.

Daniel 
Instagram storyboy 

miércoles, 9 de octubre de 2024

1378.- Getsemaní - Camilo Sesto

En 1975 hubo varios momentos cumbres en la música española, pero quizás el mas destacado fue la puesta en escena de la ópera rock Jesucristo Superstar en su versión en castellano. Se trata de todo un atrevimiento en las últimas horas de la España franquista, política y moralmente conservadora y fuertemente apegada a la Iglesia Católica. El artífice fue Camilo Sesto que se entusiasma con la ópera rock cuando la ve en Londres. “La seguí de pie y de piedra me quedé. En ese momento me dije: ‘Esto se tiene que ver en España y la tengo que hacer yo, sólo yo’”, recuerda el cantante español. Para financiar la obra, al artista pone de su propio bolsillo 12 millones de pesetas, pero no solo fue dinero también mucho trabajo, para conformar al elenco, audiciona un total de 1.316 personas que, al decir de Jaime Azpilicueta, director teatral de la obra, “no sabían nada de musicales, pues en aquella época en España no se sabía de qué se trataba este género”, el papel de María Magdalena recae en Ángela Carrasco, dominicana de nacimiento y que desde 1972 vive en Madrid con varias incursiones en la televisión hispana. Teddy Bautista, quien personifica a Judas, es el vocalista del grupo rock progresivo Los Canarios, grupo que tiene entre sus hitos una original versión electrónica de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Fue él quien se encarga de los arreglos y dirección musical de la obra, aplicando con intensidad sus gustos rockeros y clásicos. La obra se estrena el 6 de noviembre de 1975 en el Teatro Alcalá de Madrid. La primera función se aplaza en variadas oportunidades, porque la atención mediática está puesta en la salud del dictador Francisco Franco, quien -finalmente- fallece el 20 de noviembre. La obra se extiende hasta febrero de 1976. La estricta censura franquista casi deja fuera de escena la “Canción de Judas”, que abre la obra, ya que considera que el personaje de Teddy Bautista trataba a Jesús “con poca deferencia, destacando su raza judía por encima de su divinidad”. A los riesgos políticos por sobre la obra, se suman también los ataques de fundamentalistas religiosos, los que se manifiestan de diversas maneras. Anuncios de atentados con bombas en el Teatro Alcalá, que nunca se cumplen, y ataques en los medios: la prensa de derecha llama a la obra “Anticristo Superstar”. Son cientos los detractores que protestan arrodillándose en las afueras del teatro para rezar, con rosario en mano, por la salvación de las almas de los protagonistas y de los espectadores que acuden a verla. Andrew Lloyd Weber, compositor de la música original de la obra, dice tras ver a Camilo Sesto y compañía que “de todas las producciones realizadas a lo largo del mundo, se trata de las más equiparable a la original».


La canción “Getsemaní”, una de las principales de la obra, obtiene tal la popularidad que, incluso, llega al número 1 del ránking en la radio Vaticana. La obra es grabada en un potente LP que publica el sello Ariola también en 1975. El acierto también se extiende al álbum que, a la fecha, lleva más de cien millones de copias vendidas en todo el mundo. En Getsemani Camilo Sesto despliega un impresionante rango vocal que abarcaba Camilo con una variedad de matices que iban de graves a agudos, de la brutalidad a la sutileza, del rock a la balada aunado a la magistral interpretación donde se mete en el personaje y transmite toda la angustia y el miedo del nazareno. Su Getsamaní, que extasiaba audiencias pías y paganas con la misma intensidad que a él lo rompía por dentro, lo dibujaba apartado de los suyos, aduladores como Juan, revolucionarios como Simón Zelotes, pusilánimes como Pedro. 


The Extremist - Joe Satriani (Mes Joe Satriani)

 


Satriani ha sido influyente y fue uno de los pocos artistas de guitarra instrumental que logró el éxito general, pero este es un caso en el que un buen número de sus imitadores nunca han mejorado el original, rara vez han conseguido igualar su virtuosismo con la guitarra, pero si es verdad que han ofrecido un mejor paquete. Dicho esto, sin embargo, hay muchos más imitadores que ni siquiera se acercan a ofrecer nada mejor. Hay una gran cantidad de álbumes en este idioma que no podría soportar escuchar dos veces. Enseñó a leyendas como Steve Vai y Kirk Hammett a ser los héroes de la guitarra que son hoy (aunque Hammett tiene carencias en muchas áreas). El trabajo de Satriani de 1989 en Flying In A Blue Dream fue muy bueno y recibió una fuerte promoción en los estados del sur e incluso incluyó una canción en la banda sonora de la película Say Anything  Sin embargo, en 1992 Satriani se superó a sí mismo, lanzando The Extremist , que seria su álbum más exitoso hasta la fecha. Temas como "Summer Song" recibieron rápidamente difusión en la radio, y todavía se usa en muchos anuncios de automóviles incluso hoy en día. "Cryin" y "Friends" también fueron éxitos menores, e incluso "War" tuvo difusión en los anuncios de los Power Rangers . En general, este álbum suele considerarse el siguiente mejor trabajo de Satriani, detrás del casi perfecto Surfing With The Alien. La mayor parte de la interpretación de guitarra en este álbum es inequívocamente brillante, con melodías fuertes y tonos creativos. También hay una variedad razonable de estados de ánimo en la composición. Satriani es claramente un maestro de su instrumento y sus composiciones se centran en la expresión emocional convencional más que en la velocidad o la energía. La música es más o menos una versión hard rock de la música new age, pero con un poco más de complejidad solista en línea con la fusión. El hecho de que este álbum sea tan popular muestra una de las verdades básicas sobre el mundo: a la gente le gusta una buena melodía.

Ya el tema de apertura me enganchó, Friends es un punto de partida sólido, que comienza con buen pie como un brillante tema de apertura. El sonido de la guitarra es maravilloso, hace la transición entre registros en el momento justo, moviéndose en líneas con una facilidad inexplicable. Superpuesto a pistas sencillas de batería y bajo, es una exhibición virtuosa de la habilidad y la musicalidad de Satriani. Su guitarra puede chillar, puede golpear, puede gemir, puede elevarse, y todo eso lo hace aún más hermosamente en el tema siguiente, el que da título al disco, The Extremist una canción increíblemente genial, increíblemente enérgica y valiente. Un gran riff de guitarra abre la canción, y sus líneas principales en el verso fluyen absolutamente perfectamente con el cambio en el riff detrás. Una gran canción típica de Satch, esta también incluye una armónica principal, interpretada por el propio hombre. Pero lo que pone a esta canción por encima del resto es la forma en que cambia el estribillo al final de la canción, a las 2:48 comienza como lo habíamos escuchado anteriormente, pero la segunda vez cambia la progresión de acordes y le da a la canción un gran clímax. War es una canción muy dura, y posiblemente la más agresiva de Joe Satriani, na vez más muestra un sólido trabajo de guitarra rítmica, acentuando las melodías principales con un buen riff constantemente. Hay un único defecto en esta canción, y es que la canción es relativamente larga y es bastante fácil perderse en ella, ahora bien, ¿por qué es eso algo malo? Porque parece que el verso se repite constantemente, pero eso no le resta mucho a la calidad de la canción. Cryin' es una balada lenta que sufre de una sección rítmica pobre, y ni siquiera la hermosa guitarra principal de Satch puede salvarla. Satriani definitivamente puede hacer canciones lentas como las que hemos visto otras veces (especialmente en Surfing With The Alien), pero esta parece que no recibió suficiente atención, no es suficiente la versatilidad de las líneas melódicas, las diferentes pronunciaciones, las diferentes inflexiones que crean esta balada sensual. Rubina's Blue Sky Happiness, una canción que se encuentra en el lado más simple de la composición pero que, sin embargo, se ha convertido en una de mis favoritas, puede que me enamore de su rasgueo despreocupado, sus hermosas líneas de bajo, la facilidad con la que la guitarra eléctrica encuentra su camino en un paisaje sonoro más bien acústico. Mientras escucho esto una y otra vez, cierro los ojos y dejo que la melodía resuene en mi oído, dejándome transportar a la carretera, al cielo azul que brilla ante mis ojos. El sol se pone, sonrío, enamorado de la fuerza impulsora de los tambores profundos y la agudeza melódica de la guitarra eléctrica.

 

Summer Song llego a sonar a menudo en la radio a principios de los 90 y todavía aparece en los anuncios publicitarios, el título de la canción lo dice todo, ya que realmente es otra canción tranquila que huele a buenos tiempos. En esta, se muestra un trabajo principal más pegadizo, y Satriani trae uno de sus mejores solos en el medio para redondear todo. Una canción de primera en todos los sentidos, y que no debe perderse. A continuación, tenemos la encantadora Tears In The Rain, un interludio de guitarra clásica que solo presenta acordes arpegiados con un teclado de fondo ligero. A continuación, vemos una vez más la versatilidad de Satriani con una canción que suena completamente diferente a todo lo demás en el álbum, pero que todavía suena como Satch, Why es mi favorita del álbum, con una guitarra principal duplicada a lo largo de la canción en una melodía muy desgarradora que nunca deja de sorprender. No hay un solo momento débil en esta canción, continúa desarrollándose y llega a un clímax justo en el momento perfecto. Satriani se adentra en un solo de guitarra y llega a su punto álgido, y baja las cosas con un ritmo de tapping plagado de wah que vuelve con un riff de una sola cuerda que se conecta perfectamente con el tema tipo coro que habíamos escuchado antes, solo que esta vez con una guitarra adicional agregada para una sensación más grande. Fácilmente una de las mejores canciones de Joe Satriani. Motorcycle Driver a veces puede pasarse por alto, y no debería ser así, es otra canción rockera con una sensación similar a Summer Song que se destaca por el estilo principal diferente en la canción. La mejor parte de esta pista es el excelente solo de guitarra de outro de Satriani que sobresale como un BMW 2007 en un depósito de chatarra. New Blues es una canción muy relajada que, una vez más, es diferente de todo lo demás en el álbum. Comienza con un blues muy suave por un rato, salta de inmediato con un solo de guitarra y hace que las cosas vuelvan a sonar agradables y ruidosas, pero finalmente nos lleva de regreso al blues relajado que amamos. Si bien no es la canción más destacada del álbum, sigue siendo una buena para cerrar el álbum.

 

The Extremist explora géneros, explora sonidos, explora la amplitud y profundidad de un solo instrumento. ¿Hasta qué punto se puede hacer funky una pista de rock instrumental en Why ? Subiendo y bajando entre notas, añadiendo tanto pedal, groove y descaro a una formación de rock clásico... parece que no hay punto de parada y es que el álbum entero es una maravillosa muestra de los muchos colores que puede tener la guitarra eléctrica, es un verdadero homenaje a la magia de la música y a la belleza que puede esconder un montón de cuerdas si las toca al máximo un verdadero maestro. A juzgar por la portada y la descripción del género, nunca me hubiera imaginado que este disco me fascinaría tanto como lo hizo. Realmente no me veía disfrutando de la música rock instrumental. Pero hay algo fascinante en la versatilidad de la guitarra eléctrica, las múltiples facetas que puede tener, las múltiples voces que puede adoptar. La belleza de un solo instrumento tocado con absoluta maestría, capturada en un solo disco de increíble profundidad y esplendor.

martes, 8 de octubre de 2024

1377.- Love Is the Drug - Roxy Music

 

Love is the Drug, Roxy Music


     Formada en 1971 en Londres, Inglaterra, Roxy Music fue una banda de rock inglesa que lanzó algunos de los álbumes más innovadores de la década de 1970. El éxito de la banda mostró la sofisticación art pop de Bryan Ferry, las habilidades musicales y de producción de Brian Eno, y de Phil Manzanera y Andy Mackay con Paul Thompson en la batería y Graham Simpson para el álbum debut. Posteriormente, Paul Thompson y Graham Simpson fueron reemplazadas en 1973 por John Gustafson y Paul Carrack. Bryan Ferry escribió la mayoría de las letras de sus primeros álbumes, y Phil Manzanera produjo algunos de sus álbumes además de ser el guitarrista de Roxy Music.

Siren es el quinto álbum de estudio de la banda, lanzado en 1975 por Island Records. Fue lanzado por Atco Records en los Estados Unidos. Siren produjo los sencillos Love Is the Drug y Both Ends Burning, que alcanzaron los números dos y 25 respectivamente en la lista de singles del Reino Unido. Love Is the Drug se convirtió en el sencillo más exitoso del grupo en los Estados Unidos, alcanzando el número 30 en ela lista estadounidense Billboard Hot 100. En 2003, Siren ocupó el puesto número 371 en la lista de los "500 mejores álbumes de todos los tiempos de la revista Rolling Stone". La portada del álbum muestra a la entonces novia del miembro de la banda Bryan Ferry, la modelo Jerry Hall, en las rocas cerca de South Stack, Anglesey. fue el fotógrafo Graham Hughes quien, en agosto de 1975, tomó la foto de portada directamente debajo del tramo central del puente en una ladera del lado sur. Trabajó a partir de bocetos producidos por Antony Price, con fotografías que mostraban a Hall adoptando varias poses. La idea de la ubicación fue de Bryan Ferry, después de ver un documental de televisión sobre los flujos de lava y las formaciones rocosas en Anglesey, en la costa de Gales, Reino Unido.

Love Is the Drug apareció por primera vez en el álbum de 1975 Siren. La canción entró en el Top 40 y recibió muchos premios musicales en el Reino Unido. Se convirtió en una canción icónica, una parte de la historia del rock británico que mejora la cultura británica construida sobre esa herencia musical. Además, Roxy Music lanzó la canción como sencillo, que alcanzó el top 3 del Reino Unido y se convirtió en su canción más exitosa hasta la fecha. Love Is the Drug es una canción sobre salir a la calle en busca de sexo casual y sin ataduras. En declaraciones a "The Wall Street Journal" el 27 de febrero de 2019, Bryan Ferry señaló: "La imagen que tenía en mente para la canción era la de un joven que se subía a su coche y se dirigía a la ciudad, buscando acción en un club"Ferry agregó que parte de Love Is the Drug se inspiró en el patois caribeño ( idioma hablado en el área del mar Caribe, principalmente en la isla de Jamaica, y otras partes del mundo)  de un amigo trinitense llamado Christian. "Trabajó para Roxy haciendo vestuario. Christian era un tipo muy divertido y relajado. Si alguna vez había un problema, Christian decía: 'No es un gran problema'. Me gustó la frase, así que la letra de apertura de la canción fue: No es gran cosa, Esperar a que suene, la campana No es gran cosa, El tañido de la campana". La canción comenzó como una canción instrumental compuesto por el saxofonista Andy Mackay, en un piano electrónico Wurlitzer. Según Mackay: "La canción que compuse no tenía letra ni ritmo... Cuando la toqué para la banda en el estudio, mi tempo era lento, con una sensación majestuosa y arrolladora, moviéndome en una dirección de ensueño y ambiental. Bryan y el baterista Paul Thompson querían empujar la canción, hacerla más bailable". 

Canciones escondidas: Deadbeat Summer - Neon Indian (2009)


Neon Indian de Austin, sobrenombre del compositor electrónico Alan Palomo, creó un synth-pop retro-psicodélico plagado de todo tipo de efectos de sonido, imbuido de disonancias y sonidos encontrados, este era el arquetipo de las canciones de Palomo, que ocasionalmente podía acercarse al power-pop convencional, pero en su mayoría sonaba como una parodia del pop. Algunos lo aclamaron como el próximo fenómeno del electro-pop, y otros lo han criticado como una estridente pérdida de tiempo dentro de nuestra pequeña burbuja musical de apuntar y hacer clic. Asi que, para que el oyente de música normal se ponga al día tendremos que obviar el revuelo en la blogósfera en torno a Neon Indian, que fue lo suficientemente grande como para que engrandara parte del escepticismo que rodea al artista. Es cierto que Palomo toma prestadas cosas en gran medida del pop centrado en los sintetizadores de la era de los 80, al mismo tiempo que empapa su música en una neblina de baja fidelidad que oscurece algunos de los muchos sonidos que introduce. Y sí, Palomo es un miembro destacado del género creado por blogueros y con un título absurdo conocido como “chillwave”, junto con Washed Out, Memory Tapes y otros, todos los cuales se caracterizan por este discreto y brumoso estilo ochentero: sonido influenciado y con mucho sintetizador.


En 2009, Palomo publica Psychic Chasms una deliciosa tarta de canciones pop psicodélicas que resalta las mejores partes de las actitudes revivalistas nostálgicas y de baja fidelidad que se han vuelto tan frecuentes recientemente. A pesar de su carácter alucinante, es sorprendentemente accesible, identificable y, lo más importante, divertido. Palomo sabe cómo crear una canción pop: cada canción (menos los interludios) sigue una estructura rígida de estrofa-estribillo-estribillo-solo/coda-y viste sus pistas con suficientes sintetizadores deformados, ritmos bailables y ganchos pegadizos para que mantenga alto el valor de Psychic Chasms, los sintetizadores voladores, los estribillos melódicos abrasadores y el enfoque claramente colorido que, aunque se promociona ocasionalmente como un tributo al pastiche synthpop, no cae en un papel tan inútil. Este álbum es engañosamente infeliz, uno podría evaluar fácilmente las letras y comprender que el propósito de crear un conjunto compacto de melodías veraniegas para sentirse bien no era la intención. Lo que tenemos aquí es un glorioso mecanismo de defensa, el silenciamiento poético de las muestras y las imperfecciones empalagosas transmiten exactamente lo que es enfermizamente dulce (énfasis en enfermizo) del manifiesto chillwave en primer lugar. Palomo llegó a una oda perfecta a los tiempos en los que todo debería ser completamente cuadrado y la existencia debería ser una brisa sin esfuerzo, y todo parece estar perfectamente en su lugar, junto con la dura comprensión de que la vida tiene otros planes y puede lanzar golpes fácilmente, inesperadamente y sin razón. Esta es la conmemoración ciega de aquellos tiempos inquietantemente turbulentos, experimentados a través de los espectáculos color de rosa de la retrospectiva.

El momento destacado del álbum es “Deadbeat Summer” que deja claro lo que le espera al oyente con Psychic Chasms: conducción, ritmos de caja de ritmos, ritmo, sintetizadores pop, un poco de guitarra distorsionada, chirridos y pitidos de 8 bits, voces confusas y monótonas y, en general, sonidos de los 80 actualizado para el siglo XXI. A Deadbeat summer se le ha pegado “(AM)” que son 25 segundos de felicidad nostálgica que descienden en un caos que suena como el mal funcionamiento de una Super Nintendo, lo que lleva a “Summer”, que está liderado por su alegre riff de bajo, sus sintetizadores gorjeantes, efectos Atari salpicados y la música de Palomo, un zumbido relajado sobre su propio hastío un verano hace algún tiempo. Inmediatamente se establece el tono y se hace evidente de inmediato que este es un álbum que te hace sentir esos días de pereza de años pasados.


lunes, 7 de octubre de 2024

1376 - Tom Waits - Better Off Without a Wife

1376 - Tom Waits - Better Off Without a Wife

"Better Off Without a Wife" es una canción del cantautor estadounidense Tom Waits, lanzada en 1973 como parte de su álbum Nighthawks at the Diner. Esta pieza, en la que predominan el jazz y el blues, es una mezcla perfecta de la singular estética musical de Tom Waits y su humor sardónico.

Desde el comienzo, la canción establece un tono relajado e íntimo, con Tom Waits acompañándose en el piano mientras presenta la idea de que es mejor estar solo que atado a una pareja. Su interpretación se siente casi como una conversación con el público, especialmente por el estilo de grabación en vivo del álbum, que captura las risas y reacciones de los asistentes. Esto refuerza el ambiente de un club nocturno en el que Tom Waits está compartiendo sus reflexiones con una audiencia cercana y participativa.

El tema central de la canción, la soledad voluntaria, está lleno de ironía. Tom Waits, con su voz grave y raspada, declara que es más fácil y más libre no estar casado, evitando las complicaciones que vienen con el compromiso. La letra está llena de humor y cinismo, al describir los pequeños placeres de la vida soltera, como no tener que compartir la cama, no tener que preocuparse por las obligaciones familiares y poder disfrutar de una vida bohemia sin restricciones. Sin embargo, también hay una sensación subyacente de melancolía, como si este aparente "contento" con la soledad fuera una fachada que esconde una verdad más triste y profunda.

Lo interesante de la canción es cómo Tom Waits maneja las contradicciones: por un lado, celebra la libertad de la soltería, pero por otro, parece también reconocer la soledad que puede acompañar a esa vida. En una sección particularmente memorable, Tom Waits bromea con la audiencia, diciendo que "siempre he sido romántico con las mujeres, quiero decir, después de todo, me he enamorado de muchas toallas de baño". Este tipo de humor autodepreciativo es característico de Waits, quien a menudo mezcla lo absurdo con lo poético.

Musicalmente, "Better Off Without a Wife" tiene un arreglo sencillo pero efectivo. El piano lleva el ritmo, mientras que la voz de Tom Waits se desplaza entre el canto y el habla, dando la sensación de estar escuchando a un narrador urbano contando historias en un bar. La canción no tiene complicados solos ni cambios bruscos, lo que refuerza el carácter íntimo y casual de la pieza.

"Better Off Without a Wife" es una joya dentro del repertorio de Tom Waits, que muestra su habilidad para combinar humor, cinismo y una aguda observación de la vida cotidiana. Aunque a primera vista parece una simple oda a la soltería, también revela una complejidad emocional que invita a la reflexión.

Daniel 
Instagram storyboy 

domingo, 6 de octubre de 2024

Flying in a Blue Dream - Joe Satriani (Mes Joe Satriani)



Comienza el mes Satriani con su disco de 1989 "Flying in a Blue Dream" ("Volando en un Sueño Azul"), el tercer álbum de estudio del virtuoso guitarrista estadounidense, lanzado a través de Relativity Records. Para muchos de sus seguidores, es uno de los mejores trabajos de su larga carrera discográfica, junto a los también geniales "Surfing With the Alien" (1987) y "The Extremist" (1992). En "Flying in a Blue Dream", Joe Satriani está en su mejor momento creativo, y se atreve con nuevas e innovadoras vías de composición y con elaboradas exploraciones musicales, lanzándose incluso a cantar en varios temas. Si bien el resultado vocal es simplemente correcto, pero encajó a la perfección con el tipo de propuesta musical que este genial guitarrista compuso para el disco, que en conjunto fue calificado por la crítica como un álbum "poderoso y triunfal".

Los temas de "Flying in a Blue Dream" son composiciones de blues rock y hard rock con estructuras complejas y muy elaboradas, en los que encontramos multitud de impactantes efectos de guitarra, y la canción titular, con la que abre además el disco, no es una excepción a esa regla.  Es un tema que ha perdurado como uno de los más conocidos e imprescindibles de su repertorio en directo, y lo mismo podría decirse de "The Mystical Potato Head Groove Thing", que mantiene la intensidad y el buen tono de la primera parte del disco.

Con "Can't Slow Down" llega la primera sorpresa del álbum, por ser el primero de varios temas en los que Satriani añade voz al conjunto, en una rareza que se repetirá de nuevo en las canciones "Strange", "I Believe" (una de las canciones más destacadas del disco, para la que contó con la colaboración del batería Simon Phillips), "Big Bad Moon", "The Phone Call" y "Ride".

La versatilidad de instrumentos y estructuras, unida a la variada colección de estilos con los que Satriani juega, sin perder con ello el sabor a blues y rock del conjunto, hacen de "Flying in a Blue Dream" un disco plagado de temas que sorprenden positivamente por el uso de instrumentos como la harmónica de "Headless" (una versión alternativa del tema "The Headless Horseman", ya incluido en el disco "Not of This Earth" de 1986), la guitarra estilo banjo de "The Feeling" o la técnica de golpeteo de la guitarra de "Day at the Beach (New Rays from an Ancient Sun)" y "The Forgotten (Part One)"

"Flying in a Blue Dream" es hasta la fecha el segundo disco de Satriani con mejores resultados en las listas de ventas, gracias a su puesto 23 en el Billboard 200, una lista en la que logró permanecer durante 39 semanas. Y no solo por eso, sino porque hasta cuatro de los singles extraídos del disco llegaron a entrar en el Billboard estadounidense, de las cuales "One Big Rush" y "Big Bad Moon" entraron en el top 20, mientras que "Back To Shalla-Bal" llegó al puesto 31 y "I Believe" se quedó en el puesto 36. Sin duda, es uno de los mejores discos con los que comenzar un mes entero dedicado a lo más destacado de su discografía, un viaje que seguro será como "volar en mitad de un gran sueño de color azul".

1375.- Cortez the killer - Neil Young

Neil Young es uno de los grandes artistas de todos los tiempos en lo que se refiere al arte de la composición de canciones. Ya sea el proto-grunge de su trabajo con Danny Whitten y Crazy Horse, el folk inquietante de sus creaciones acústicas o incluso la sabiduría madura de sus trabajos más contemporáneos. Uno de sus mayores logros es, sin duda, el álbum Zuma de 1975, fue el album que vio a Crazy Horse resurgir después de la muerte de Danny Whitten, y con el nuevo guitarrista Frank Sampedro, este fue un regreso a la palestra tanto para Young como para la banda. Curiosamente, Zuma también es un álbum bastante deprimente, y en muchos puntos, Young habla de las infidelidades de su exnovia, Carrie Snodgress, imbuyendo al disco con una sensación palpable de desamor, algo que todos hemos experimentado en distintos grados a lo largo de los años.


Posiblemente la canción más destacada del álbum es el tema "Cortez the Killer", con un trabajo de guitarra largo y solemne al principio, es de las favoritas de los fans de Young. Cabe destacar que el título de la canción está inspirado en el conquistador Hernán Cortés, el hombre que conquistó México y partes de las Américas para España en el siglo XVI. El título también evoca la muerte del gobernante azteca Moctezuma II, quien murió luchando contra las fuerzas de Cortés. La letra aparece en el minuto 3:23 y el primer segmento describe a Cortés y sus “galeones y cañones” llegando a las costas del Nuevo Mundo. Young explica que aquí vivió Moctezuma, el emperador azteca que estaba lleno de sabiduría y era increíblemente rico, pero que su civilización estaba condenada a pesar de sus logros y serenidad. Young también dio un giro inesperado en el último verso, salta de la tercera persona a la primera persona y de repente habla de una mujer sin nombre: “Y sé que ella vive allí / Y me ama hasta el día de hoy. / Todavía no puedo recordar cuándo / o cómo perdí mi camino”. En el momento de escribir esto, Young se había separado recientemente de Snodgress, y muchos comentaristas creen que esta parte del poema trata sobre ella. La canción se desvanece a los siete minutos y medio, lo que se ha atribuido a un fallo en un circuito eléctrico, que provocó que la consola del estudio se quedara sin energía. Esto significó que se perdió el resto de la parte instrumental y un verso final. Se dice que cuando el productor David Briggs le dio la noticia a la banda, Young respondió con indiferencia: "De todos modos, nunca me gustó ese verso". Aunque la identidad de este misterioso último verso nunca ha sido revelada oficialmente, en 2003, Young añadió un par de líneas al final de la canción durante su gira por Greendale en 2003, cantando: “El barco se está rompiendo en las rocas / Playa arenosa... tan cerca”. Si este fuera el misterioso verso final, se podría argumentar que la canción es casi con certeza una alegoría del final de la relación de Young y Snodgress, independientemente de lo que afirme el típicamente opaco Young. En la biografía de Young escrita por Jimmy McDonough, Shakey , le preguntó al cantante canadiense si alguna de sus canciones era autobiográfica, a lo que Young respondió: “¿Qué diablos estoy haciendo escribiendo sobre los aztecas en 'Cortez the Killer' como si estuviera allí, deambulando? Porque solo leí sobre eso en unos pocos libros. Un montón de cosas las inventé porque me vinieron a la mente”.