Es curioso que cuando el mercado
musical se vuelve más rockero con la llegada del punk y más variado en
propuestas, es cuando Rory decide realizar un disco con influencias fuera de
ese estilo, ha dejado de autoproducirse el disco como siempre había hecho, para
colaborar en dicha producción con el bajista de Deep Purple, Roger Glover,
quién sin duda realiza un espléndido trabajo en el estudio. Como músicos
Gallagher cuenta con Gerry McAvoy al bajo, Lou Martin a los teclados y Rod
de’Ath a la percusión, teniendo él todo el protagonismo a todos los niveles.
Nunca su voz suena mejor, nunca su forma de componer es tan certera y como
siempre, su guitarra dispara demoledores riffs, gran parte de culpa la tiene Roger
Glover que le da a Rory una producción de estilo más 'rock' (era más conocido
por producir Deep Purple y Black Sabbath) que funciona muy bien en pistas duras
y funky como Moon child y Do you read me pero flojea cuando Rory quiere para
centrarse en el blues, en otras canciones su banda suena como Thin Lizzy y se
vuelve menos interesante. Manteniendo la bandera del blues rock ondeando a
finales de los setenta con carisma y considerable habilidad, Calling Card es un
sólido Rory Gallagher, una personalidad notablemente consistente y tan
agradable como un largo dia de sol que te acaricia la cara y te hace un pelin
de daño, y es que no solo se detiene en su rock blues, este álbum contiene
brillantes momentos de jazz, verdadero bluesrock y mucho más material
excelente.
Lo primero que te sorprende
cuando empieza a sonar la primera canción de Calling Card
, Do you Read me, es la pureza de sonido, y solo con los primeros
acordes tienes claro que te va a tocar disfrutar, porque todo suena puro, desde
la banda, a la voz de Gallagher y sobre todo cuando han pasado dos minutos esa
guitarra que solo él sabía cómo domarla y llevarla por donde más le gustaba, ¿y
que encontramos? una grandiosa entrada rockanrollera, Rory nos regala un perfecto
blues rock con un sonido tan setenta que te mete directamente en la época.
Country Mile, sigue la línea de la
anterior, en esta ocasión el Blues Rock se acelera e incluye un solo de
guitarra que solo por eso la canción ya merece la pena, pero no solo tenemos
esto, ojo detente en Lou Martin y en sus grandes momentos con el piano, y sobre
todo el final de la canción, una sobrada arrogante.
Moonchild es tocar por momentos la cima, el cielo se roza con las
yemas de los dedos, parece una canción sencilla, pero no lo es, probablemente estamos
ante la canción más icónica de Rory y el material del que están hechos los
héroes de la guitarra, para ello basta una melodía rockera con un ritmo
asombroso y un solo de guitarra increíble al final, todo llevado con un ritmo
rápido que se adapta a un viaje nocturno por carretera y que anticipa el tipo
de solos que se convertirían en algo común en el rock de los ochenta, una
brutalidad de tema que en su riff parece enseñar por donde deben ir los tiros
en esto del hard-rock.
Calling Card
es un tema inclasificable, un tema demoledor de blues-rock con esencia
jazzística, una canción que a nivel de composición resulta insuperable, bonita,
deliciosa, mítica, seductora, otoñal… el bajo y los teclados vistiendo de gala
el tema, y un Rory vocalmente perfecto, da la excusa perfecta para que el
oyente se sitúe en un pub irlandés bebiendo cerveza aderezado por el piano de
Lou Martin que contribuye en gran medida a la atmósfera de la canción, que es
una de las más destacadas del álbum. Llega el momento de la pausa, Rory nos
entrega
I´ll admit your’re gone el
titulo ya es demoledor, triste y sus primeras notas no van a la zaga, nos
regala un tema folk con esencia “sixtie”, una canción dominada por la hermosa
voz de Gallagher y su guitarra acústica slide que le da un toque de blues, la sensibilidad
y la delicadeza se desborda a raudales.
Con Secret Agent retoma Gallagher el camino del hard-rock, estamos ante
un temazo para cargar pilas y desnucarse moviendo la cabeza al ritmo que marca
la música, en ella podemos encontrar grandes riffs y la sección rítmica es muy potente,
sin duda la influencia de Glover se siente aquí más que nunca, ya que la
guitarra aullante, el órgano poderoso y los platillos pesados recuerdan al Deep
Purple clásico. Jackknife Beat es un
ritmo relajado marcado por la colorida interpretación de Gallagher y el bajo de
McAvoy, vuelven los toques de jazz para una pieza tranquila y evocadora, sus más
de siete minutos es suficiente para pasar por distintos estados. Edged in Blue es una de las canciones
más subestimadas de Gallagher, una balada conmovedora bellamente ejecutada que
saca a la luz uno de los elementos más importantes de la música de Gallagher:
la emoción. No exagero cuando digo que algunas de las mejores piezas de
guitarra de Gallagher se incluyen en esta pista, un tema que con las escuchas
va enamorando y a día de hoy es uno de mis favoritos. Para terminar, tradición,
Barley & Grape Rag es una
canción tradicional irlandesa que versiona Rory a su propio rollo, metiéndole
una guitarra muy Bluegrass y una harmónica que responde a cada verso que canta.
Funciona muy bien como despedida por su sencillez y porque notamos con cada
frase Rory está disfrutando.
En resumen, Calling Card es
definitivamente uno de los mejores álbumes de Gallagher y posiblemente uno de sus
mayorer logro. Seguiremos desgranando discos de Rory Gallagher que con su ropa
de trabajador en el escenario se convertia en un anonimo héroe de la guitarra, un
vecino con los pies en la tierra y si eliminamos toda la pirotecnia y la
bravuconería de su forma de tocar la guitarra, una cosa destaca por encima de
todo en la música de este hombre: emoción igualada solo por unos pocos en el
negocio de la música.
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