The Sounds of Silence fue escrita por Paul Simon tan solo unos meses después del asesinato de John Fitzgerald Kennedy en noviembre de 1963, volcando sus sentimientos al respecto en la que sería una de las canciones emblemáticas del dúo Simon & Garfunkel. Ambos la grabaron en una (austera) primera versión que incluía tan solo sus voces y la guitarra acústica de Simon, para el disco Wednesday Morning, 3 AM, que sería el disco de debut de una de las parejas musicales más famosas de la historia de la música.
Poco después, y para la publicación en sencillo, se grabó una nueva versión arropada por batería, bajo y guitarra eléctrica, que acabaría siendo la versión más conocida y la que llegó a lo más alto de las listas de éxitos de Estados Unidos, apareciendo también en el siguiente álbum del dúo, titulado precisamente Sounds of Silence, en honor a un tema que es brillante ya desde la aparente contradicción de su título (Los sonidos del silencio)
La letra nos introduce en la sensación de tristeza y desorientación vivida tras uno de tantos episodios sin sentido en la historia de la raza humana, combinando un arranque en tono lúgubre ("Hola oscuridad, mi vieja amiga, he venido a hablar contigo de nuevo") y de desesperanza ("gente hablando sin hablar, escuchando sin escuchar, escribiendo canciones que las voces nunca comparten") con un toque de himno solemne que va creciendo en intensidad a cada paso, hasta esa apocalíptica visión del futuro al que, en los momentos más tristes, creemos estar abocados sin remedio. Un futuro en el que falsos dioses de neón nos recordarán que "Las palabras de los profetas están escritas en las paredes del metro y en los pasillos de las viviendas, y susurradas en los sonidos del silencio".
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