viernes, 20 de noviembre de 2020

El disco de la semana 200: Avalanch.- El Ángel Caído

 

El Ángel Caído,  Avalanch



     Asturias, año 1993, el joven guitarrista Alberto Rionda junto con el bajista Francisco Fidalgo y el vocalista Víctor García deciden formar una banda a la que se unen el baterista Alberto Ardines y Juan Lozano, pues en esos momentos estos dos últimos también están reclutando gente para su formación. Escogen como nombre del grupo Avalanch, un nombre que ya habían usado Ardines y Lozano para grabar junto con otros dos músicos un único álbum llamado Ready To The Glory

Son los comienzos de la banda, unos comienzos donde la formación va sufriendo cambios hasta llegar a 1997, cuando lanzan su primer álbum de estudio, La llama Eterna. Por entonces la banda está conformada por Juan Lozano (voz), Alberto Rionda (guitarra), Roberto García (guitarra), Fran fidalgo (bajo) y Alberto Ardines (batería). El disco es lanzado bajo el sello discográfico Búnker Estudios, y se edita también una edición en inglés (Eternal Flame). El estilo está orientado hacia el power metal, con unas letras que tratan sobre temas épicos y mitológicos. El grupo se embarca en una gira para promocionar el disco, pero mediada la gira, la banda decide prescindir del vocalista Juan Lozano y contactan con Víctor García que se une a ellos. 

Dos años después, en 1999, el grupo publica su segundo álbum de estudio, Llanto de un Héroe. El disco es publicado bajo la discográfica Mercury Records, y sigue en la línea del disco anterior, explorando el power metal, pero además lo combinan con toques de música clásica. Un disco donde vuelven a tratar temas épicos y medievales, donde el Cid Campeador, Don Pelayo o el inquisidor Tomás de Torquemada están presentes, teniendo también espacio para las leyendas asturianas. El grupo incluso hace un tema en honor a Jacques-Yves Cousteau. El grupo gracias a este trabajo se va asentando en el panorama nacional y se embarca en una gira por toda España. 

El grupo, que está de dulce, vuelve a meterse en el estudio y bajo la discográfica Xana Records publica en 2001 su tercer trabajo de estudio, El Ángel Caído, el disco recomendado para la ocasión por 7dias7notas. La banda está conformada en este momento por Víctor García (voz), Alberto Rionda (guitarra), Roberto García (guitarra), Francisco Fidalgo (bajo), Alberto Ardines (batería) e Iván Blanco (tecaldos). Concebido por Alberto Rionda, se convertirá a la larga en el disco más exitoso y vendido del grupo, donde el sonido del grupo sigue en la línea de los dos trabajos anteriores, el power metal, y la temática del disco gira en torno a temas bíblicos. 

La portada del disco es obra del dibujante Luis Royo, quien es conocido por sus ilustraciones erótico-fantásticas, y el álbum aunque no es un disco temático en sí, narra la historia de los orígenes del Ángel Caído y las consecuencias de sus actos en el planeta Tierra y de cómo esto afectó en la vida del hombre. El disco cuenta con la colaboración del vocalista de Saratoga y Stravaganzza Leo Jiménez en el segundo acto del tema Las Ruinas del Edén, y de la vocalista asturiana Tina Gutiérrez



El disco comienza con un tema instrumental, Hacia la Luz, que no llega a los dos minutos y que sirve de introducción para Tierra de Nadie, donde el grupo se lanza a todo trapo como un tren sin frenos que ya no parará hasta el final, y donde nos narran la ignorancia, y el racismo que sufren los inmigrantes. Turno para el tema que da título al disco, El Ángel Caído, con un comienzo con arreglos orquestales y unos riffs muy pesados pero más pausados. En cuanto a la temática abordan el rechazo a Dios y el dolor que provoca hasta en los ángeles condenados a la eternidad. Xana, una de las joyas del disco y que mantuvieron durante mucho tiempo en su repertorio en directo. Un guiño a Asturias, pues así son conocidas las ninfas de agua en la mitología asturiana. Un tema donde el amor y la muerte están presentes. La Buena Nueva es una bella introducción de poco más de medio minuto, el preámbulo de Levántante y Anda, con un comienzo muy agresivo, es uno de los temas más cañeros del disco, una llamada a levantarse contra los estamentos del poder eclesiástico. Alma en Pena, tema con un toque melancólico y nostálgico con unos coros femeninos buenísimos, y donde se hacen eco de los dolores y quebraderos que traen las mentiras. Corazón Negro, otro de los temas más potentes y agresivos del disco, con unos riffs de guitarra a una velocidad vertiginosa. En Delirios de Grandeza nos narran una leyenda que cuenta cuales son los verdaderos orígenes del amor. Antojo de Dios es una balada con una atmósfera triste y nostálgica brillantemente conseguida para hablarnos del dolor. Muy buenas las melodías y el sólo de guitarra de Víctor. El Séptimo Día, épica melodía con el piano y los teclados que no llega al minuto y que en realidad es la introducción para Las Ruinas del Edén, un tema con un aire muy apocalíptico dividido en tres partes donde se desarrolla un encuentro entre Dios y el hombre. Despues de discutir y lanzarse airadas protestas y reproches durante los tres actos que dura esta autentica joya, deciden separar sus caminos. Muy acertada la colaboración de Leo Jiménez en el segundo acto poniendo voz al hombre. El disco finaliza con Santa Bárbara, tema dedicado precisamente a la misma, que es la patrona de los mineros. Un brillante tema instrumental interpretado por Alberto Rionda, el broche perfecto para cerrar el disco.

Después de este álbum, y con la llegada del vocalista Ramón Lage sustituyendo a Victor García el grupo se orienta hacia un sonido más heavy metal y más progresivo, lo que convierte a El Ángel Caído en la obra culmen de su primera trilogía de discos y en disco imprescindible en la carrera de Avalanch y del heavy metal español.

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