
Otro le Travaladna (leyéndolo al revés se puede entender: Andalavartelorto) es el cuarto álbum de estudio editado por la banda de rock argentina Divididos, lanzado en el año 1995 por la discográfica Interdisc. El álbum fue grabado en 1995 entre los Estudios ION de Buenos Aires y los Sorcerer Sound de Nueva York, por la tercera formación de la banda (Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Jorge Araujo) y mezclado en Sound On Sound de Nueva York. El resultado fue un disco de bajo contenido comercial pero con un sonido muy experimental, y muchos aportes de Arnedo en voz, cansados del éxito tan explosivo que tuvo la banda con el disco «La Era de la Boludez», se buscó armar un trabajo experimental y «horrible por dentro» (según Ricardo Mollo) para poder quitarse de encima a la gente del mundo discográfico, y a esa fama tan irritante que la banda se había creado. No era de esperarse que luego de alcanzar la cima con «La Era de la Boludez» Divididos iba a afrontar ciertos inconvenientes y disputas internas. Más allá de presentaciones multitudinarias durante todo 1994 y el verano de 1995, se dieron una serie de peleas internas que llegaron a poner en duda la continuidad del grupo. Estos conflictos derivaron en el alejamiento de Federico Gil Solá y la incorporación del baterista Jorge Araujo, proveniente del grupo Monos con Navajas. En septiembre de ese año viajarían a Nueva York para grabar su cuarto larga duración «Otroletravaladna» (leer de atrás para adelante para encontrarle sentido), el título es un mensaje a la masificación comercial de su música, con la cual no se sentían del todo cómodos por ese entonces y los llevo a ignorar la veta comercial y editar un poco más experimental. La presentación oficial de este disco fue el 15 de diciembre de 1995 en un Obras casi lleno, debido a que el disco no tuvo tanto éxito como se esperaba. Este año recibieron el Premio Konex – Diploma al Mérito como una de las 5 mejores bandas de rock de la década en Argentina

Comienza con “Tomando mate en La Paz” es puramente Divididos, uno de los mejores momentos del disco y un clásico en los shows de Dividido. Musicalmente, la canción suele ser interpretada con una instrumentación austera y un ritmo marcado, lo que refuerza la sensación de tensión contenida. La voz de Ricardo Mollo suele transmitir una mezcla de calma superficial y una profunda sensación subyacente de inquietud. La brevedad de la canción contribuye a su impacto directo y a dejar una sensación de enigma en el oyente. Si bien la letra no es explícitamente política, se puede interpretar en el contexto de la historia argentina y latinoamericana, marcada por períodos de inestabilidad política y violencia. "La Paz" podría ser un anhelo o una ironía en este contexto. La canción también puede reflejar una sensación de resignación o de adaptación a un entorno donde la violencia es una presencia constante, aunque silenciosa. En “Volver ni a palos” encontramos la primera sorpresa del álbum un tango a lo Divididos, con resultado bastante satisfactorio, la letra es directa, visceral y cargada de una actitud de rechazo absoluto hacia una relación pasada. El título mismo lo dice todo: la frase coloquial "ni a palos" enfatiza la rotunda negativa a la idea de regresar, es una declaración de independencia emocional, un grito de liberación y un ejemplo del poderío musical de Divididos. Su energía y su mensaje directo la mantienen vigente y la convierten en un clásico que sigue resonando con nuevas generaciones. Basta fuerte contiene un solo de guitarra aplanador y una complejidad única. El estribillo, con su repetición insistente de "Basta fuerte", se clava en la mente del oyente como un mantra de resistencia. La forma en que Ricardo Mollo lo canta, con una mezcla de rabia y determinación, le otorga una fuerza innegable. "15-5" es una balada orquestada (el primer tema de Divididos con cuerdas), se caracteriza por su ritmo rápido y su energía desbordante desde el inicio. La canción no da respiro, impulsando al oyente con una fuerza arrolladora. El ritmo frenético contribuye a una sensación de urgencia y excitación, que se mantiene a lo largo de toda la canción.

En la segunda parte del disco podemos rescatar “Mimoso a marzo”, presenta una atmósfera más introspectiva, con una instrumentación y una letra que invitan a la reflexión. En comparación con muchos otros temas de Divididos, se desarrolla a un tempo más pausado, creando una sensación de calma y melancolía. La instrumentación es más sutil y atmosférica, con arreglos que contribuyen a la sensación introspectiva. Se pueden apreciar capas de guitarra con efectos, un bajo melódico y una batería que marca el ritmo de forma delicada. Su fuerza reside en su capacidad para generar una atmósfera particular y conectar con las emociones del oyente a través de la sutileza y la poesía. El "agua en Buenos Aires" funciona como una poderosa metáfora de las inundaciones que históricamente han afectado la ciudad y sus alrededores, pero también puede extenderse a la idea de negligencia, desidia o incluso corrupción ("tapa pa' tapar ignorargentinar"). Frases como "Va pa' atras el patriota petitero" señalan directamente a ciertos sectores de la sociedad que podrían ser responsables o indiferentes ante la situación. La mención de "ignorargentinar" es un neologismo fuerte que subraya la idea de una ignorancia autoimpuesta o una falta de atención a los problemas reales. Musicalmente, es probable que la canción conserve la energía y el sonido característico del primer Divididos, con riffs de guitarra directos y una base rítmica sólida que intensifica el mensaje de la letra. El "tatu carreta" (armadillo carretero) se convierte en una metáfora poderosa de la resistencia, la supervivencia en un entorno hostil y la carga pesada de la historia y la injusticia. La imagen del animal arrastrando su caparazón evoca la idea de llevar consigo un peso, ya sea personal, social o histórico. La canción resuena con las realidades de muchos países latinoamericanos, donde la desigualdad social y la explotación han sido históricamente presentes. El "tatu carreta" puede interpretarse como un símbolo de la lucha de los oprimidos. "Hace Que Hace" es un himno a la acción y al movimiento que se incrusta en el cerebro desde el primer riff. Divididos logra crear una canción con una energía contagiosa y un mensaje vitalista que celebra el "hacer" por encima de la inacción. El riff principal es icónico y la base rítmica impulsa la canción con una fuerza arrolladora. La letra, simple pero efectiva, se convierte en un mantra para la acción, invitando a "sudar la vida" y a no quedarse paralizado. El estribillo pegadizo es un llamado a la acción que resuena con fuerza. "Hace Que Hace" es una descarga de energía pura, una invitación a dejar de lado la contemplación pasiva y a lanzarse al movimiento. Es una de las canciones más emblemáticas y celebradas de Divididos, un recordatorio potente de la importancia de la acción en la vida. "Anda a Lavártelos" es una pieza funky y mordaz dentro del universo sonoro de Divididos. Con un groove contagioso y una base rítmica que invita al movimiento, la banda despliega una crítica social ácida e irónica hacia la evasión de responsabilidades y la hipocresía. La frase central, convertida en un latiguillo sarcástico, se clava en la mente del oyente como una reprimenda contundente. El lenguaje coloquial y directo acerca el mensaje, mientras que la elaborada sección instrumental añade riqueza y dinamismo a la canción.

"Anda a Lavártelos" no es solo un tema bailable, sino una sátira inteligente y punzante sobre la falta de compromiso y la tendencia a "lavarse las manos" ante los problemas. Es una muestra de la versatilidad de Divididos para abordar temas serios con un enfoque original y lleno de groove. "Abajo Solo" es una balada oscura y conmovedora que muestra una faceta más introspectiva y vulnerable de Divididos. La canción crea una atmósfera melancólica y desoladora a través de su tempo lento, sus arreglos de guitarra evocadores y una instrumentación que subraya la sensación de vacío. La letra, profundamente introspectiva y existencial, explora los sentimientos de soledad y desilusión con una honestidad brutal. La interpretación vocal de Ricardo Mollo, cargada de una intensidad emocional contenida, transmite el dolor y la desesperación de una manera sentida y profunda. "Abajo Solo" no es una canción fácil de escuchar, pero su honestidad emocional y su atmósfera opresiva la convierten en una pieza poderosa y resonante que explora las profundidades de la soledad humana. Es un recordatorio de que incluso las bandas más enérgicas pueden sumergirse en la oscuridad con una intensidad sobrecogedora.

Este álbum es raro por donde se lo vea siendo su álbum con menos exito comercial, y para mi gusto es uno de los peores, pero esto se entendie porque es un álbum experimental, en el momento de salida, se hizo un intercambio de baterista, quisieron hacer todo lo contrario a lo que hicieron en la era de la boludez, no querian componer un disco querian descomponerlo, por eso es tan diferente a todo lo que se vio en la discografia de divididos.