jueves, 14 de agosto de 2025

1687.- Bicycle race - Queen

Es una canción popular. Obviamente, es ridícula. Quizás la recuerdes como una canción tonta sobre lo bonito que es el ciclismo. ¿Pero lo es? De verdad, parece un ejercicio de escritura automática. Una mezcla de referencias culturales, ruidos, ritmos y ese toque especial. Si alguna vez hubo una canción que representara lo mejor y lo peor de Queen, probablemente fue esta, es maravillosamente experimental, es voluble, nunca descansa, tiene ganchos impresionantes, tiene un solo exagerado, se mueve entre todo tipo de estados de ánimo, te invita a cantarla, en definitiva, se pasa 3 minutos haciendo de todo. También es estúpida, irritante, tonta, pegadiza, sin sentido y todas esas otras cosas que la gente probablemente odia de Queen. No hace falta decir que me encanta. Brian dice que a Freddie en realidad no le gustaba andar en bicicleta, al parecer estaban grabando en Montreaux, y el Tour de Francia pasó, y el resto es historia. Que las letras suenen tan improvisadas debería hacerte preguntarte cómo demonios acabaron incrustadas en un montón de música tan incansablemente creativa y cambiante. En realidad, es un microcosmos. De la misma manera que un álbum promedio de Queen abarca una enorme variedad de estilos musicales, este también. El estribillo tiene dos partes contrastantes: la serena calidez de Freddie y la exigencia armonizada, que a veces se enfrentan en frases individuales. La estrofa es un anticipo depurado de números posteriores con influencias funk, con un piano estridente y dos voces en duelo. El puente es una exhalación expansiva de toda esa tensión y contraste, pero en realidad cuenta para la siguiente tanda de estribillos descontrolados, que a su vez crecen y se desvanecen al ritmo de las campanas, una masa de campanas que crece lentamente. Y estas anuncian el solo de guitarra, un escuadrón de guitarras a toda velocidad, cada una resonando hacia arriba una tras otra. La carrera misma. Claro, la estructura regresa, pero aún así, parece que la canción termina sin terminar, con una voz persistente, a mitad de otro estribillo. Hay  muchísimo que descubrir en esta cancioncita estúpida, es indignante, una idiotez compleja, una pieza bizantina de pop superficial, y es maravilloso por ello.

Queen organizó una carrera ciclista en los alrededores del estadio de Wimbledon, en Inglaterra, para promocionar el sencillo. Se contrataron sesenta y cinco modelos profesionales para competir desnudas, con efectos especiales que ocultaban la desnudez en el vídeo original; se usó una foto de la carrera en la portada del sencillo, e imágenes de la misma se usaron para el vídeo, alquilaron 65 bicicletas para la carrera. En una historia posiblemente apócrifa, pero que se repite a menudo, cuando la compañía de alquiler descubrió para qué se usaban, se negaron a devolverlas a menos que la banda pagara por asientos nuevos. El álbum contenía un póster de las mujeres en la carrera ciclista. Se omitió en algunas copias para las tiendas que no lo quisieron vender, pero los fans podían pedirlo por correo si lo deseaban. Se añadió una braguita de bikini para cubrir el trasero en la portada del sencillo, y en algunos lanzamientos estadounidenses también se añadió un sujetador.


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