.jpg)
Este puede que sea el viaje (metafórico) más largo que hemos
hecho en 7dias7notas.net, porque en esta ocasión el disco de la semana
nos ha llevado hasta Japón, donde una banda llamada “Fishmans”, liderada
por el carismático Shinji Sato, logró con el álbum “Uchu Nippon
Setagaya” (1997), el reconocimiento internacional a un estilo
único que fusionaba magistralmente géneros como el dub, el pop y la psicodelia,
desarrollado y cuidado en cada uno de sus discos anteriores, pero que alcanzó
en el disco que hoy reseñamos la categoría de “obra maestra” de su discografía,
y que lamentablemente funcionó como brillante despedida, porque sería el último disco de estudio antes del fallecimiento de Shinji Sato a causa de una cardiopatía.
El disco abre con la etérea e hipnótica “Pokka Pokka”,
una pieza relajada y de arreglos minimalistas, dominada por una efectiva línea
de bajo y una suave percusión sobre la que la suave y melódica voz de Sato flota
y se entrelaza con el resto de los instrumentos. El arranque es de lo más
prometedor, pero lo que viene después es simplemente magistral, porque en “Weather
Report” los sintetizadores, la percusión y los innovadores efectos de
sonido generan un extenso y por momentos psicodélico paisaje sonoro de variadas
formas y texturas.
“うしろ姿 (Ushirosugata)” tiene
cierto aire de balada melancólica e introspectiva, y de nuevo la
instrumentación está cuidada al máximo, y la voz de Sato es delicada e
intimista. No menos cuidada es la producción de “In the Flight”, que
deriva hacia un folk de guitarra acústica, chasquidos de dedos y atmosféricos
sonidos ambientales, acompañando a la susurrante voz de Sato. Son dos
grandes temas, quizá un peldaño por debajo de los del arranque, y de la canción
que les sigue, porque “Magic Love”, con su ritmo hipnótico es una de las
piezas más emblemáticas del álbum. Con su ritmo de dub pop hipnótico y
pegadizo, su bajo vibrante y su efectiva melodía vocal, se convierte en toda
una explosión de energía dentro de un álbum marcadamente pausado e introspectivo.

Terminar con esta pieza cumbre ya habría sido impresionante,
pero aún nos reservan espacio y tiempo para una obra maestra más, porque los
casi nueve minutos de psicodelia acústica de “Daydream” son el cierre
perfecto para un disco que te sume en un agradable trance musical, que termina
con este onírico groove hipnótico y atmosférico, en el que la interpretación
vocal de Sato es especialmente sensible y conmovedora. Con los intensos
arreglos de cuerda y de guitarra con los que cierran la canción, y sabiendo a posteriori
que “Daydream” no era solamente el final del disco, sino el final de los
Fishmans con Sato, resulta aún más impactantes los últimos
minutos de un disco de producción impecable y generosos detalles sonoros, con los que construyen una experiencia auditiva memorable.
El impacto de “Uchu Nippon Setagaya” fue y es
incalculable, ya que no solo consolidó a Fishmans como pioneros de la
música pop japonesa, sino que el reconocimiento del disco traspasó las
fronteras de Japón, trascendiendo las barreras culturales y geográficas hasta
ser considerado internacionalmente como el mejor disco de pop japonés de la
historia. Nuestro limitado conocimiento de la música rock y pop japonesa nos
impide afirmarlo con esa misma contundencia, pero no tenemos ninguna duda de
que el viaje que supone la escucha de “Uchu Nippon Setagaya” es un
auténtico lujo musical.
No hay comentarios:
Publicar un comentario