
No sabemos si la separación de The Alice Cooper Band en 1974 fue una pesadilla para el propio Alice Cooper, pero parece claro que el otrora líder de la banda tenía mucho material onírico con el que jugar, porque su álbum de debut en solitario "Welcome to My Nightmare" ("Bienvenido a mi pesadilla"), publicado en 1975, fue toda una obra conceptual en torno a las diferentes pesadillas de un niño llamado Steven, que además vino acompañado de un programa de TV ("Alice Cooper: The Nightmare TV Special"), un tour a escala mundial y una película sobre la gira ("Welcome to My Nightmare concert film").
Alice Cooper quiso que la música de su disco en solitario tuviera, además de las habituales dosis de rock y hard rock, un mayor nivel de teatralidad que los discos de corte glam rock que había facturado con The Alice Cooper Band, y para lograrlo llamó a Bob Ezrin, que además de ser el productor habitual de la banda, venía de producir el disco conceptual Berlin (1973) de Lou Reed. Como ya hiciera también para el disco "Billion Dollar Babies" (1973) de The Alice Cooper Band, Ezrin reclutó a la banda de acompañamiento que había tocado en ambos discos, y tanto él como el guitarrista Dick Warner colaboraron con Cooper en la composición de muchas de las canciones.
El disco comienza con la canción titular "Welcome to My Nightmare" un clásico del sonido Cooper al que le añade el toque teatralizado que tan bien caracterizará al álbum. Es, sin duda, un buen aperitivo para Devil's Food ("la comida del diablo"), una de las piezas clave del disco, un tema rock en el que el famoso actor de películas de terror Vincent Price colabora con un siniestro monólogo marca de la casa, en un impactante guiño ambiental y cinematográfico que años después Michael Jackson repetiría con Price en "Thriller" (1983).

La segunda cara comienza con "Department of Youth", destacable himno rock de guitarras y teclados con el que agitar los brazos en alto en los conciertos, con unos espectaculares coros infantiles (interpretados por el Summerhill Children's Choir) de los que Alice Cooper se aprovecha para lanzarle una pulla sarcástica a un antiguo y edulcorado ídolo de adolescentes, y reconocido miembro de la iglesia mormona:
- "¿Quién tiene el poder?" - pregunta Alice.
- "¡Nosotros!" - contesta el coro de niños.
- "¿Quién os lo dio?" - pregunta de nuevo el cantante.
- "¡Donny Osmond!"- contestan los niños.
- "¿Queeeeé?"
En la espeluznante "Cold Ethyl" encontramos el tema más cercano a The Alice Cooper Band, con referencias necrofílicas bañadas por intensas guitarras cortantes. "Years Ago", "Steven" y "The Awakening" son los temas más calmados y extraños del disco, que remonta el vuelo con las afiladas guitarras de "Escape", un tema que ya había sido grabado un año atrás por The Hollywood Stars para su álbum "Shine Like a Radio" (aunque finalmente no llegaría a lanzarse hasta 2013) en el que Steven manifiesta su deseo de escapar de sus pesadillas, y vivir de nuevo en la tranquila y apacible realidad.

Cooper siempre defendió la valía y la importancia de esta obra musical, visual y conceptual, incluso cuando la pesadilla estuvo a punto de volverse en su contra durante el tramo de la gira que transcurrió por Australia. Allí, el ministro de Inmigración y Trabajo dijo que "No iba a permitir que un degenerado que pudiera influir poderosamente en los jóvenes y débiles mentales entrara en el país y montara ese tipo de exhibición". La respuesta de Alice Cooper fue tan brillante que va más allá de aquel suceso y nos hace plantearnos cuan injustos hemos podido llegar a ser al juzgar "Welcome to my nightmare" y el resto de su obra por su imagen tétrica y sus provocativos contenidos: "Nunca he hecho nada tan sangriento como El rey Lear o Macbeth, y eso se considera lectura obligatoria en todas las escuelas secundarias de Estados Unidos".