Lou Reed quiso enfocar su tercer disco en solitario como un trágica "ópera rock" conceptual, y como tal, todas las canciones de Berlin giran en torno a una historia o temática determinada, en este caso la relación entre Caroline y Jim, una pareja de drogadictos en la capital germana. A lo largo de la historia, la triste vida de la pareja va pasando por sórdidos momentos de abuso de drogas, prostitución, violencia doméstica, depresión y deseos de suicidio.
La idea conceptual fue del productor Bob Ezrin (que posteriormente produciría también The Wall, el disco conceptual por excelencia), tras comentar a Reed que creía que sus canciones tenían grandes comienzos y desarrollos, pero adolecían siempre de un final, como en "Berlin", una canción del primer disco en solitario de Reed, de la que siempre había querido saber qué había pasado finalmente con la pareja protagonista, y con el disco Berlin se propuso que Reed contara la historia completa.
Con ese punto de partida, era lógico que el disco abriera, precisamente, con una revisión (más breve y solo con acompañamiento de piano) de la canción Berlin, y que “Stephanie Says” acabara convirtiéndose, hasta en dos ocasiones, en “Caroline Says”. La reconvertida canción de Reed ha tenido desde entonces una gran influencia y reconocimiento en el mundillo musical "underground", y como curioso ejemplo, la cantante mexicana-española Alaska tomó su nombre artístico de una célebre frase de esta dramática canción: "Hace mucho frío en Alaska".
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