viernes, 30 de mayo de 2025

1611.- Don't Look Back - Boston

 

Don't Look Back, Boston



      En 1978, la banda estadounidense de rock Boston lanzó su segundo álbum, Don’t Look Back. Incluída en este disco, se encuentra la canción homónima que da título al mismo.  Escrita por el líder, guitarrista y principal compositor de la banda, Tom Scholz, se convirtió en uno de los mayores éxitos de Boston.

Don’t Look Back fue la última canción escrita y grabada para el álbum homónimo, el    cual fue publicado el 2 de agosto de 1978 bajo el sello Epic Records. Según Tom Scholz, que aparte de ser autodidacta era ingeniero graduado del MIT, "la canción surgió de un momento de inspiración en el que todo encajó”Scholz no grabó un demo previa, sino que llevó directamente al estudio los acordes, la melodía y el arreglo, plasmándolos en la cinta maestra. Este enfoque espontáneo capturó el sonido característico de Boston: una combinación de guitarras potentes, producción impecable y unas grandes melodías.

El tema fue interpretado principalmente por Scholz, quien tocó la mayoría de los instrumentos, incluyendo las guitarras en las secciones de coro y partes intermedias, y el bajo, con una breve participación del bajista Fran Sheehan en algunas notas. El guitarrista Barry Goudreau, por su parte, se destacó con los solos de guitarra en la introducción y el cierre, los cuales Scholz elogió por su virtuosismo. La voz principal y los coros estuvieron a cargo de Brad Delp.

Don’t Look Back es un ejemplo perfecto del estilo de Boston, una mezcla de “producción prístina, guitarras orquestales gigantescas y voces estupendas”. La canción abre con un riff de guitarra distorsionado, creado con dispositivos diseñados por Scholz, quien se enorgullecía de no usar sintetizadores en el álbum. La canción destaca, por una parte por la poderosa voz de Brad Delp, y por otra parte, la línea de bajo melódica y la batería sólida, que proporcionan una base rítmica sólida y robusta, mientras que los “riffs abrasadores” y los pasajes melódicos equilibran los momentos de hard rock con momentos más suaves, especialmente en una pausa instrumental alrededor de los 3 minutos. 

Don’t Look Back es un canto a la superación y a vivir el presente sin aferrarse al pasado. Frases como “Don’t look back, a new day is breakin’” y “The road is callin’, today is the day” transmiten un mensaje de renovación y esperanza. La canción trata sobre mirar hacia adelante y aprovechar al máximo el tiempo en la Tierra, una idea que conecta con audiencias de todas las generaciones. Este mensaje universal, combinado con su energía rockera, hizo que el tema se convirtiera en un favorito en la radio y en un clásico del rock. El sencillo alcanzó el puesto número 4 en la lista estadounidense Billboard Hot 100 en octubre de 1978, consolidándose como uno de los mayores éxitos de Boston. Sin embargo, Scholz expresó su descontento con la presión de la compañía discográfica Epic Records para lanzar el álbum antes de que estuviera completamente listo, lo que resultó en un disco que él consideraba “ridículamente corto”. Esta premura marcó el inicio de una tensa relación con la discográfica que duró ocho años.

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