.jpg)
El debut de Judas Priest con Rocka Rolla, lanzado en 1974 por Gull Records, no es una muestra característica del estallido de heavy metal que los definiría en años posteriores, pero es una pieza esencial para entender su evolución musical. Bajo la producción de Rodger Bain (conocido por su trabajo con Black Sabbath), el álbum se sumerge en terrenos de hard rock y rock progresivo, reflejando una banda que apuntaba maneras, pero que aún buscaba su propia identidad sonora. El disco tiene además la particularidad de ser el único que la banda grabó con el baterista John Hinch, que dejó la banda antes de la siguiente grabación.
La grabación de Rocka Rolla se llevó a cabo en los Olympic Studios de Londres con un presupuesto muy limitado, grabando de noche para abaratar costes y tocando todos juntos simultáneamente en el estudio para ganar tiempo, lo que hizo de este disco una grabación prácticamente en directo, con los mínimos arreglos que posteriormente se consideraron necesarios. Esta circunstancia afectó a la calidad del sonido resultante, y es algo de lo que la banda manifestó después haberse arrepentido. Para colmo de males, en la selección final de los temas el productor rechazó incluir algunas canciones relevantes como Epitaph, The Ripper, Tyrant o Whiskey Woman (posteriormente reescrita como parte del tema Victim of Changes), que más tarde acabarían siendo piezas clave del disco Sad Wings of Destiny (1976).
.jpg)
Con Cheater vuelven a un rock más directo y agresivo, en un tema de riff poderoso y actitud rockera, La intensidad metalera se mantiene con creces con Never Satisfied, probablemente el tema más "Judas Priest" tal y como les conocemos, por sus riffs pesados y su intensa interpretación vocal. Tras un receso melancólico y emotivo (Run of the Mill), el disco encara su parte final con Dying to Meet You, una pieza concebida en dos partes diferenciadas, una primera en un tono oscuro y narrativo, y despegando musicalmente en la segunda parte (que iba a titularse Hero, Hero, pero finalmente se optó por unificar todo en un solo título).
Y, por último, llega el momento de la también destacable Caviar and Meths, un tema que podría haber constituido un segundo bloque progresivo para el álbum, pero la extensa pieza original fue finalmente recortada, quedando reducida a un formato de canción instrumental de atmósfera evocadora, que funciona a la perfección como cierre de un álbum que, pese a sus restricciones económicas y musicales, es un documento imprescindible para entender los primeros años de Judas Priest, y la mejor manera de comenzar el mes Judas Priest en 7dias7notas.net.
No hay comentarios:
Publicar un comentario