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domingo, 22 de junio de 2025

1634 - Bob Dylan - Changing of the guards


1634 - Bob Dylan - Changing of the guards

Changing of the Guards es una de las canciones más enigmáticas y poéticamente densas de Bob Dylan, incluida en su álbum Street-Legal (1978). Con una duración de poco más de seis minutos, la pieza destaca por su riqueza lírica, su atmósfera épica y su estructura musical envolvente, marcada por coros gospel y arreglos de vientos. A diferencia de muchas de sus composiciones anteriores, esta canción parece sumergirse en un universo simbólico donde la historia, la mitología y la introspección se entrelazan.  
 
Desde el primer verso, Bob Dylan establece un tono casi apocalíptico: "Sixteen years / Sixteen banners united over the field". La referencia a ciclos de tiempo y batallas sugiere un cambio de era, una transición entre lo viejo y lo nuevo. Las imágenes son deliberadamente crípticas: reinas, mercaderes, ángeles caídos y perros que ladran a sombras. Algunos interpretan la canción como una reflexión sobre el fin de una etapa en la vida de Bob Dylan —quizá su divorcio de Sara Lownds o su propio agotamiento artístico tras años de gira (como la Rolling Thunder Revue). Otros ven una alegoría política o espiritual, donde los "guardias" representan fuerzas opuestas—el poder, el amor, la fe—en constante conflicto.  

El coro, "Changing of the guards", actúa como un mantra que refuerza la idea de inevitabilidad. Bob Dylan, conocido por su habilidad para reinventarse, parece anunciar otra transformación, tanto personal como colectiva. La línea "Eden is burning" evoca la pérdida de la inocencia, mientras que "Either get ready for elimination / Or else your hearts must have the courage for the changing of the guards" suena a un ultimátum: adaptarse o desaparecer.  

Musicalmente, la canción se aleja del folk acústico de Bob Dylan y abraza un sonido más cercano al rock sinfónico, con guitarras eléctricas, pianos y una sección de vientos que añade dramatismo. Los coros femeninos—característicos de Street-Legal—dan un aire casi celestial, contrastando con la oscuridad de la letra. Aunque la producción del álbum ha sido criticada por su saturación, en Changing of the Guards esto funciona a favor de la atmósfera grandilocuente que busca transmitir.  

A pesar de no ser un éxito comercial como Like a Rolling Stone o Blowin’ in the Wind, esta canción ha ganado estatus de culto. Su ambigüedad la hace atemporal, permitiendo múltiples lecturas: desde una crítica al capitalismo hasta una metáfora del renacimiento artístico. Incluso bandas como Patti Smith Group y Mercury Rev han versionado el tema, reconociendo su poder lírico.  

Changing of the Guards es una obra maestra de Bob Dylan que encapsula su genialidad para mezclar lo personal con lo universal. No es una canción para escuchar superficialmente; exige atención y reflexión. Como muchos de sus trabajos, resiste una interpretación definitiva, pero eso es precisamente lo que la hace fascinante: es un espejo donde cada oyente ve algo distinto. En un discografía repleta de hits, esta pieza sobresale como un testimonio de que Bob Dylan nunca dejó de desafiar—a su público y a sí mismo.  

Daniel
Instagram storyboy 

viernes, 6 de junio de 2025

Disco de la semana 433: Tributo a Sandro – Un Disco de Rock


Tributo a Sandro – Un Disco de Rock (Disco de la semana 433)

Un tributo que trasciende generaciones

En 1999, la escena del rock argentino se unió para rendir homenaje a una de las figuras más emblemáticas y complejas de la música popular: Sandro. El álbum Tributo a Sandro – Un Disco de Rock reunió a trece artistas de diversas corrientes para reinterpretar clásicos del Gitano desde el lenguaje del rock, el pop, el punk y la fusión. El resultado fue una obra ecléctica, potente y respetuosa que reafirmó el rol de Sandro como un pionero del rock en español, además de recordarlo como un artista visceral, escénico y moderno.

  • Sandro: el pionero inadvertido del rock en español

Roberto Sánchez, conocido por todos como Sandro, irrumpió en la escena musical a comienzos de los años 60, influenciado por Elvis Presley, Jerry Lee Lewis y el naciente movimiento beat. Fue uno de los primeros artistas latinoamericanos en adoptar la estética y el sonido del rock and roll, presentándose con su banda Los de Fuego en televisión, vistiendo cuero negro y moviéndose con una sensualidad hasta entonces desconocida en el panorama musical local. Su figura desató la fascinación de las jóvenes y el recelo de los sectores más conservadores.

A pesar de que luego orientó su carrera hacia la balada romántica, con éxitos masivos como "Rosa, Rosa", "Porque yo te amo" o "Penumbras", Sandro nunca perdió su raíz rockera. Su forma de interpretar, la entrega en el escenario, la construcción de una figura de culto y el control sobre su obra marcaron a generaciones de músicos que lo admiraron en silencio, por temor a ser malinterpretados en una época donde las etiquetas pesaban más que las influencias reales.

Este disco vino a reparar esa omisión, y lo hizo con arte, pasión y autenticidad.

  • El tributo: una lectura rockera del Gitano

Tributo a Sandro – Un Disco de Rock fue editado por BMG Ariola en 1999. Su propuesta era tan simple como potente: trece artistas de Argentina y otros países reinterpretan trece canciones del repertorio de Sandro. El criterio de selección incluyó bandas consolidadas, nombres emergentes y voces alternativas, lo que enriqueció la paleta sonora del proyecto.

1. Divididos – "Tengo"

La Aplanadora del Rock abre el disco con una versión cruda y vigorosa de este clásico de la esperanza amorosa. Mollo canta con pasión contenida mientras la banda despliega un riff distorsionado que refuerza la fuerza del deseo implícito en la letra.

2. Los Fabulosos Cadillacs – "Porque yo te amo"

Vicentico y su banda llevan esta balada a un terreno de reggae melancólico con aires de soul. La versión es contenida, introspectiva, elegante y muy respetuosa de la emotividad original.

3. Los Caballeros de la Quema – "Rosa, Rosa"

La canción más popular de Sandro recibe una lectura intensa, cargada de guitarras rockeras y una interpretación dramática de Iván Noble. La banda la transforma en una balada rock sin perder un án Noble. La banda la transforma en una balada rock sin perder un \xe1pice de su romanticismo.

4. Bersuit Vergarabat – "Una muchacha y una guitarra"

Bersuit reinterpreta esta canción con una mezcla de murga y candombe, dando un giro festivo a una canción de soñadores y trovadores. Una versión irreverente pero encantadora.

5. Attaque 77 – "Dame el fuego de tu amor"

El grupo punk no baja el voltaje y convierte este pedido desesperado de pasión en un grito cargado de guitarras afiladas y batería a todo ritmo. Una versión fiel al espíritu de Sandro pero con el sello de Attaque.

6. León Gieco – "Si yo fuera un carpintero"

Adaptando un clásico de Tim Hardin, Sandro popularizó esta versión en castellano. León Gieco, desde su sensibilidad folk, aporta una versión sentida, sutil, con guitarra criolla y armónica. Una joya sencilla y emotiva.

7. Erica García – "Quiero llenarme de ti"

La versión de Erica aporta una lectura femenina, sensual y alternativa. Su voz recorre la letra con un tono hipnótico sobre una base trip hop con guitarras ambientales. Uno de los momentos más originales del álbum.

8. Los Visitantes – "Trigal"

Una de las canciones menos versionadas de Sandro se transforma en una pieza psicodélica con aroma a tango y rock porteño. Los Visitantes logran una atmósfera bucólica y melancólica.

9. Aterciopelados – "Penas"

Desde Colombia, Andrea Echeverri convierte este tema triste en un bolero rockero lleno de reverberación, con su voz tan particular como emotiva. Una versión con vuelo propio.

10. Virus – "Atmósfera pesada"

La banda de los Moura, con su estética sofisticada, transforma este tema en una pieza tecnopop elegante, fría, perfecta. Ideal para una noche urbana de introspección.

11. Molotov – "Mi amigo el Puma"

Los mexicanos aportan el momento más desfachatado del disco. Guitarras podridas, voces filtradas y actitud punk-metal para esta canción de contenido críptico. Provocadora y feroz.

12. Javiera & Los Imposibles – "Así"

La banda chilena propone una versión minimalista y melancólica, donde Javiera canta con una mezcla de nostalgia y devoción. Una joya escondida del disco.

13. Bel Mondo – "Penumbras"

El cierre está a cargo de esta banda que le da un aire cinematográfico a uno de los temas más intensos de Sandro. Con arreglos envolventes y una voz suave, la versión transmite misterio y sensibilidad.

Más que un homenaje: un manifiesto

Este disco no fue un simple ejercicio de nostalgia. Fue un manifiesto: Sandro fue rock. Tal vez no por el género que eligió durante su etapa más popular, sino por su actitud, su valentía artística, su entrega al escenario, su independencia creativa y su capacidad de romper moldes. Sandro encarnó muchas de las virtudes que el rock venera: autenticidad, pasión, rebeldía, sensualidad, drama.

Para los artistas participantes, el tributo fue también una forma de legitimar sus propias influencias. En una época donde el rock argentino se encontraba explorando nuevas sonoridades y redescubriendo sus raíces, revisitar a Sandro fue un acto de madurez cultural.

Tributo a Sandro – Un Disco de Rock es una obra que supera el formato de disco homenaje. Es una declaración de principios, una relectura desde el presente de una figura cuya complejidad merece ser redescubierta una y otra vez. Sandro, el Gitano, sigue iluminando la música con su fuego inextinguible. Y este disco, a más de veinte años de su salida, sigue siendo una prueba de que su legado vive en cada nota, en cada versión, en cada artista que se atreve a cantarlo a su manera.


1618.- Das Model - Kraftwerk

Nadie está seguro del origen del término “krautrock”, que tiene una raíz despectiva por un potaje a base de col que comían los alemanes en la primera y segunda guerras mundiales. Es decir, es una denominación peyorativa que a nadie gusta, y menos a los protagonistas de este “movimiento”, y algunos de ellos prefieren kosmische musik como dijo Edgar Froese, de Tangerine Dream, o elektronische musik, más cercano a los abrevaderos electroacústicos. En un riquísimo y portentoso volcán musical teutón se desarrollaron las más interesantes manifestaciones de lo que se podría llamar una “freakattitude” que sirve para calificar una conducta creativa no convencional, que se experimentaba alegremente, sin temor a romper moldes, sin rockstars a la anglosajona y que incluso incorporaban desenfadadamente acentos del folk alemán en desplantes de ironía dadaísta. El virtuosismo era desplazado en favor de la experimentación, entre la psicodelia y la electroacústica, la improvisación y el jazz avantgarde, la música concreta y la electrónica modular analógica, en un momento en que empezaban a salir de las fábricas las bisabuelas de las computadoras personales. 

Concluía la década de los sesenta cuando dos estudiantes de conservatorio, Florian Schneider y Ralf Hütter, se conocieron en Dusseldorff en un curso de música improvisada. Ambos iniciaron un proyecto originalmente llamado Organisation, embrión de la banda que, poco después, aunque aún no lo sabían, se conocería como Kraftwerk. La formación la completaron posteriormente Wolfgang Flür y Karl Bartos. Con un cono naranja y blanco como distintivo, empezaron a tocar en universidades, galerías de arte y cafés ante un público entre desconcertado y seducido. Elegantes en su estética, impecables en sus formas, distantes y recelosos de la prensa: Kraftwerk maridaron la vanguardia con el pop comercial y crearon un sonido industrial hipnótico y seductor que celebraba el futuro digital que estaba por venir. Un elemento caracteriza principalmente a la formación: su continua investigación en las posibilidades de los medios electrónicos para generar música. En sus tres primeros trabajos (Krafwerk I, Krafwerk II y Ralf and Florian), instrumentales, popularizaron la música electrónica y anticiparon géneros como el house, techno, dance y trance. Las melodías pegadizas, los ritmos repetitivos –con cierta tendencia a una monotonía vital– y una estricta instrumentación minimalista cuajaron de manera definitiva en su cuarto álbum, Autobahn, que por primera vez incluía voz en sus canciones. Era una voz que se asemejaba a los mensajes radiofónicos, sencillos, simples.

«Das Model» (en su versión original en alemán) surgió de un poema que el colaborador artístico de la banda, Emil Schult, escribió sobre las modelos de alta costura que observó en una discoteca de Colonia. Algunas feministas afirman que la canción objetiva a su protagonista: una mujer que solo existe para la mirada masculina, sonriendo por dinero. Otras la defienden como una crítica a la sociedad de consumo que reduce a las mujeres a autómatas sin nombre. Como canción sobre un ser humano, sin duda es una rareza en el catálogo de una banda que se siente más cómoda abordando la arquitectura y la tecnología. Pero no hay debate sobre lo pegadizo del estribillo estridente y la melodía vibrante de la canción. (Para los aficionados a la música, probablemente se trate de un Micromoog al bajo, un Polymoog al líder y un Minimoog tocando la melodía que aparece en el minuto 1:30, pero la banda es bastante reservada con su equipo). Kraftwerk puede que desdeñara las listas de éxitos, pero sentó las bases del pop moderno.


viernes, 30 de mayo de 2025

Disco de la semana 432: Superunknown - Soundgarden

 


Superunknown es el cuarto álbum de larga duración de Soundgarden. El grupo fue, de hecho, uno de los referentes de la escena grunge de Seattle, ya que existía desde mediados de los 80, este álbum terminó siendo su apogeo comercial, y llegó unos años después que otras bandas grunge que eran, de hecho, varios años más jóvenes. Soundgarden siempre ha sido una banda a la que es difícil ponerle un sello. Se mueven en una delgada línea entre el hard rock y el heavy metal. Su segundo álbum, Louder than Love, se siente como un híbrido entre Zeppelin y Sabbath. Creo que la razón por la que me he encariñado tanto con este disco es porque es el álbum donde realmente encontraron un sonido propio. Sigo pensando que, de los cuatro grandes grupos grunge, Soundgarden fue, sin duda, el más singular. Se inclinaron más hacia afinaciones y compases poco convencionales, mientras que la magnífica composición de Chris Cornell pudo haber alcanzado su máximo esplendor en esa época. Cornell siempre pareció ser la principal fuerza creativa de la banda, pero con este lanzamiento tomó las riendas aún más. El álbum en el que el grunge tomó tanta presencia que algunos consideran que ni siquiera es metal alternativo ni grunge, sino solo grunge, incluso cuando la gran mayoría de las canciones muestran ser algún tipo de metal alternativo. Aun así, el grunge es el género principal del álbum y, por lo tanto, debería ser el foco principal. Soundgarden sin duda publicó el mejor álbum de estudio de grunge. Tristemente, o afortunadamente (dependiendo de cómo lo veas), Nirvana lanzó su legendario álbum MTV Unplugged el mismo año. Pero los logros que este álbum trajo a la mesa lo convierten en un álbum esencial incluso 30 años después.

Desde el principio, Let Me Drown inculcó todo el conocimiento de un grupo entonces en la cima: la potente y melodiosa voz de Cornell, llena de soul, riffs potentes y una sección rítmica superior. Con un compás de 5/4 (aunque la banda, la cumbre del genio puro, afirmaba no saber ni siquiera teoría musical y lanzó instintivamente este género de riffs extremadamente raros, a menudo surgidos de la mente de Cornell, lejos de limitarse a las baladas), Cornell describió la letra de la canción como "arrastrarse de vuelta al útero para morir". Tiene un estribillo genial que aprovecha al máximo los registros agudos y graves de Cornell. My Wave es otro tema magistral que muestra a una banda al unísono, con una batería monumental de jazz/hard rock, un bajo sinuoso, ricos efectos de guitarra (wah-wah, abundantes solos psicodélicos) y la majestuosidad de Cornell y sus letras asertivas pero abiertas, que las convierten tanto en un elogio a la combatividad como en una crítica al éxito a toda costa (esta dualidad es el tema central del acertadamente llamado y contradictorio Superunknown), ademas tiene uno de los riffs de introducción más divertidos del disco. Definitivamente suena un poco a sencillo, pero descubrí que incluso las canciones más orientadas a los éxitos de este álbum no le hacen ningún favor a nadie. En cuanto a la letra, probablemente sea una de las más simples, pero funciona, sobre todo cuando eres joven, todavía me identifico con ella. Hay momentos en los que realmente no te importa lo que hagan los demás, siempre y cuando te dejen en paz. Fell on Black Days, lamentablemente hace honor a su nombre hoy, es la canción de Soundgarden que más he escuchado, la que, a los veinte años, me hizo reconocer definitivamente el talento de la banda, aunque antes me había limitado a apreciar algunos sencillos. Sobre unos acordes potentes notablemente obvios —que algunos compararon, con distintos grados de aprensión, con Nirvana— Cornell ofrece la balada oscura y potente definitiva: un texto de depresión combatida, una línea vocal lánguida y sobriamente elegante, un estribillo desgarrador ("¿Cómo podría ser feliz de que este pudiera ser mi destino?"), un truco de guitarra oriental, y Cameron dándolo todo (relanzando la canción regularmente con un relleno perfecto). Perfecta, es una de las mejores letras de Cornell, después de todos estos años, sigue siendo una canción a la que recurro a menudo cuando me siento desanimado. Entre las canciones mas pesadas ​​del álbum, Mailman inevitablemente ocupa un lugar destacado, a medio camino entre Black Sabbath y Pantera, confiados en su potencia, Soundgarden teje una red hipnótica: la voz de Cornell es inicialmente etérea, contrastando con la pesadez de la guitarra de Thayil, quien no duda en ofrecer un solo dantesco mientras el primero sigue cantando (una de las especialidades de la banda y, que yo sepa, una idea bastante innovadora para la época), antes de intensificarse a medida que se revelan diversos arreglos psicodélicos. El tema homónimo es el más directo, en Superunknown la guitarra abraza un hard rock y una psicodelia oriental totalmente conquistadora, el estribillo, a pleno pulmón, retoma el coro: "Alive in the Superunknown", un auténtico himno generacional. En esta etapa, Superunknown acumula así cinco temas definitivos, inmaculados, coherentes y, sin embargo, basados ​​en patrones muy diferentes.


Superunknown es el primer álbum de Soundgarden donde la influencia de The Beatles es evidente (así sin anestesia) y es que Head Down es el primer y mas claro ejemplo de ello. Esta canción, compuesta íntegramente por el bajista Ben Shepherd, tiene un gran toque psicodélico. Es una de las más largas del álbum y, en mi opinión, una de las más subestimadas, permite descansar y prefigura lo que escucharán en el siguiente álbum, Down on the Upside. Cantada con más suavidad, con una fuerte influencia de la psicodelia oriental y rozando el folk-rock ligeramente hippie con su guitarra acústica, ofrece un bienvenido descanso en medio de un álbum que quizás corría el riesgo de recargarse. No presentaré Black Hole Sun, el megaéxito mundial del grupo. Una balada apocalíptica bastante peculiar, pero lamentablemente uno de los temas más flojos de la banda, y un triste recordatorio de que durante los gloriosos 90, las bandas de rock a menudo dependían de las baladas para alcanzar el mainstream. Un hito generacional, como sea que lo llamemos, eso es lo que dice, es la canción que define a Soundgarden, como muchas de las canciones que definen a Soundgarden, Black Hole Sun no representa a la perfección el sonido esencial de Soundgarden. El toque psicodélico permanece muy presente en esta canción y es bastante famosa por el psicodélico video que la acompaña. Otro sencillo, Spoonman, tiene un enfoque muy diferente: un riff zeppeliniano al estilo de "Whole Lotta Love", hip-pegadizo, percusión variada y ruidos de cuchara para infundir una especie de locura, antes de que la sección rítmica no haga locuras y se beneficie de deslizarse por una de las montañas más efectivas que se encuentran a medio camino. Drogas, suicidio, acordes de alienación al son del hard rock desenfrenado. La música de Spoonman se remonta a la contribución de Chris Cornell a la película Singles, estrenada en 1992. Puedes escuchar la parte instrumental de lo que se convertiría en Spoonman en la película. La canción hace referencia a un artista callejero llamado Artis the Spoonman que actuó en Seattle. Con Limo Wreck, Superunknown toma un giro más vertiginoso, más cuaresmal, más sombrío, más melancólico. Sin excepción, se pueden trasladar al lugar de la creacion: ritmos asimétricos, arpegios retorcidos, armonías de guitarra o el arte de crear un sonido ambiental, es otra de las canciones de este álbum que merece un poco más de atención. Las letras de Cornell critican la avaricia y los excesos y es una de las mejores interpretaciones vocales de Cornell en el álbum. Hay un cierto resurgimiento del bajo en la introducción de The Day I Tried to Live, que también desemboca rápidamente en impredecibles convulsiones rítmicas. Potente, y otra prueba de la impecable configuración rítmica: Cameron es claramente uno de los mejores bateristas de rock, y con demasiada frecuencia se le pasa por alto. Cualquier persona con un mínimo de ansiedad puede reconocerse en la letra de esta canción. A menudo se la descarta como una canción negativa, pero en realidad tiene una perspectiva mucho más positiva de la que la gente parece percibir. A veces, el título simplemente lleva a la gente por el camino equivocado y no miran más allá. Puede que este personaje no haya tenido éxito en su búsqueda de la "vida", pero eso no significa que no lo intente en otra ocasión. 


Kickstand es un tributo a MC5 que Soundgarden toca, en todos los sentidos, es el más grave del álbum, una canción punk un poco rápida que podría considerarse relleno, pero siempre me ha gustado mucho. Con un minuto y medio, solía ponerla sola cuando necesitaba un impulso de energía. Fresh Tendrils, un tema doble y discretamente otra pieza fabulosa. Psique copla, estribillo luminoso, arreglos orientales, Cornell magistral. Tiene uno de los compases más extraños del álbum y un riff de introducción muy potente. Cameron contribuyó a la mayor parte de la canción. En 4th of July, que no es precisamente un himno patriótico, Soundgarden inició un riff que los Melvins de Bullhead no habrían rechazado (y Cameron también toca como Dale Crover, un break potente, un contratiempo principal), lento, pesado, macizo, lento. Una canción pesimista, supuestamente escrita sobre un viaje de ácido "en algún momento cercano al 4 de julio". Aunque no quedan sencillos para el final del álbum, hay mucho oro en el último tercio. Half también es una especie de motivación psíquica oriental. Claramente no es la cumbre del álbum, pero es una forma suave de cerrarlo antes del canto del cisne, Like Suicide, musicalmente más ligera de lo que su título podría sugerir, con su arpegio flotante y su línea vocal enérgica. Supuestamente Chris Cornell la compuso después de tener que matar a un pájaro herido con un ladrillo para acabar con su sufrimiento. Es una gran despedida para un álbum que aborda tantos temas personales como la ira, el aislamiento y la soledad.

La noticia del suicidio de Chris Cornell en 2017 me destrozó por completo. Siempre será uno de mis artistas favoritos. Obviamente, el hombre tuvo muchas dificultades, y este álbum es sin duda un vistazo a lo que pudo haber sido su psique. Superunknown es el disco más experimental de Soundgarden. Es un poco largo, pero nunca me pareció largo. Down on the Upside seguía siendo un buen álbum, pero se notaba que intentaban recuperar la magia. Superunknown debutó en el número uno del Hot 100 y tanto Spoonman como Black Hole Son ganaron premios Grammy. La victoria de Spoonman fue en la categoría de heavy metal, sobre la que Cornell obviamente bromeó en el podio: "No nos iremos de este escenario hasta que alguien nos diga que somos heavy metal". Recomiendo este álbum sin reservas si nunca lo has escuchado. Para mí, incluso más que Badmotorfinger. Esta es la obra maestra de Soundgarden. Es una inmersión profunda en las inquietantes profundidades de la depresión, el aislamiento, la soledad y la ira, a la vez que cuenta con suficientes canciones alegres y divertidas como para no resultar tan aterrador como sus colegas de Alice in Chains. Es el álbum grunge que recomendaría a quienes buscan algo más del género y, en general, es uno de mis álbumes favoritos de los 90.


domingo, 25 de mayo de 2025

Exciter: La Reinvención Íntima de Depeche Mode


Exciter: La Reinvención Íntima de Depeche Mode 

#mesDepecheMode

Mayo es el mes de Depeche Mode en este blog, y después de repasar algunos de sus trabajos más icónicos como Violator (1990), Songs of Faith and Devotion (1993) y Ultra (1997), es momento de adentrarnos en Exciter (2001), un álbum que marcó un giro radical en su sonido. Producido por Mark Bell (de Björk y LFO), este disco destaca por su minimalismo electrónico, alejándose de la densidad oscura de sus predecesores para explorar texturas más sutiles y atmosféricas.  

Aunque Exciter no tuvo el mismo impacto comercial que sus obras cumbre, es un trabajo fascinante que refleja una banda en constante evolución, experimentando con sonidos orgánicos y electrónicos en una época donde el rock alternativo y el pop electrónico estaban en plena efervescencia.  

Tras el turbulento período de Ultra (grabado en medio de adicciones y la salida de Alan Wilder), Exciter llegó en un momento de relativa calma para la banda. Dave Gahan, ya recuperado de sus problemas personales, aportó una voz más madura y emotiva, mientras que Martin Gore continuó explorando temas espirituales y relaciones humanas en sus letras.  

La inclusión de Mark Bell como productor fue clave: su enfoque en sonidos glitch, beats hipnóticos y ambientes envolventes dio a Exciter una identidad única dentro del catálogo de DM. A diferencia de Violator (donde la electrónica era fría y pulsante) o SOFAD (dominado por guitarras y gospel), aquí predomina una paleta de sintetizadores orgánicos, ritmos desnudos y guitarras acústicas que se entrelazan con lo digital.  

1. "Dream On"  
El primer single del álbum es engañosamente accesible: un beat trip-hop y una guitarra acústica crean una base sencilla, pero la voz de Gahan transmite urgencia y melancolía. La letra ("Dream on, dream on, boy, and make it real") suena como un mantra de esperanza y desesperación. Un inicio prometedor.  

2. "Shine" 
Una de las joyas ocultas del disco. Con arreglos de cuerda y un bajo profundo, la canción tiene un aire cinematográfico. Gore canta con delicadeza sobre la fragilidad humana, mientras los sintetizadores crean un paisaje sonoro etéreo.  

3. "The Sweetest Condition"
Aquí la electrónica se vuelve más industrial, con un ritmo mecánico y distorsiones que recuerdan a Ultra. Gahan interpreta con sensualidad líneas como "I like the way you look, I like the way you breathe", dando un tono seductor a la oscuridad del tema.  

4. "When the Body Speaks" 
Una balada acústica con un toque casi folk. Gore y Gahan intercambian voces en una canción que habla de conexión física y emocional. Las guitarras y los pads atmosféricos la convierten en una de las piezas más conmovedoras del álbum.  

5. "The Dead of Night"
El tema más "arriesgado" del disco: un beat pulsante y letras explícitas ("Let me hear you moan") lo acercan al techno oscuro. No es la mejor canción de DM, pero muestra su voluntad de experimentar.  

6. "Lovetheme"
Un interludio instrumental con influencias de ambient y IDM. Funciona como un respiro antes de la segunda mitad del álbum.  

7. "Freelove" 
El segundo single es una de las canciones más redondas de Exciter. El bajo prominente y los coros de Gore crean una atmósfera sensual y melancólica. La versión del álbum es buena, pero la posterior "Flood Mix" (incluida en The Best Of) la llevó a otro nivel.  

8. "Comatose"
Gore vuelve a tomar la voz principal en este tema hipnótico, con un ritmo lento y sintetizadores que flotan en el espacio. Letras como "*I’m in a coma, but I’m still breathing*" reflejan una mezcla de ensoñación y desapego.  

9. "I Feel Loved"
El tercer single es una de las pocas canciones dance del disco, con un beat contundente y un bajo que recuerda al EBM. La letra ("Your light shines on my soul") contrasta con la producción fría, creando una dualidad interesante.  

10. "Breathe" 
Otra balada acústica, con Gore en voz principal. El ambiente es íntimo, casi como una canción de cuna electrónica.  

11. "Easy Tiger"
Un experimento en ritmos rotos y sonidos glitch. No es el tema más memorable, pero suma a la diversidad del álbum.  

12. "I Am You"  
Una canción minimalista y espiritual. Gore y Gahan cantan en armonía sobre la fusión de dos almas, mientras los sintetizadores se desvanecen lentamente.  

13. "Goodnight Lovers"
El cierre perfecto para el álbum. Una balada coral con aires de gospel electrónico, donde Gore y Gahan entrelazan voces en un himno sobre el amor como redención ("*You’ll be angels tonight*"). La producción minimalista, con pianos sutiles y un ritmo pulsante, le da un aire casi espiritual. Curiosamente, esta fue la única canción del álbum incluida en la gira *Exciter Tour*, demostrando su impacto en vivo.  

Exciter fue recibido con opiniones divididas. Algunos fans lo consideraron "demasiado suave" después de la intensidad de Ultra, mientras que otros lo celebraron por su madurez y experimentación. Comercialmente, no fue un fracaso (#9 en UK, #8 en EE.UU.), pero no generó hits masivos como sus predecesores.  

Sin embargo, con el tiempo, Exciter ha sido revalorizado. Su influencia se nota en artistas como Massive Attack, Radiohead (en su fase Kid A) e incluso en el posterior synth-pop de los 2010s. Canciones como Freelove y Goodnight Lovers siguen resonando en sus giras, demostrando que, pese a su recepción inicial tibia, este disco sembró semillas para su evolución futura."

Goodnight Lovers se convirtió en un momento destacado en sus conciertos, y su estilo hymnal anticipó el tono de álbumes posteriores como Playing the Angel (2005). Hoy, muchos fans la recuerdan como una de las canciones más emotivas de su catálogo tardío."  

Exciter no es el álbum más poderoso de Depeche Mode, pero sí uno de los más valientes. En lugar de repetir fórmulas, la banda optó por explorar nuevos territorios: electrónica ambiental, folk oscuro y beats glitch. No todas las apuestas funcionan, pero el resultado es un disco íntimo, sensual y atmosférico que merece una segunda escucha.  

Si Violator fue su obra maestra y Ultra su renacimiento, Exciter es el disco que demuestra que DM nunca dejó de evolucionar. En un mes dedicado a ellos, es justo celebrar también estos momentos menos obvios, pero igualmente fascinantes, de su carrera.  

Daniel 
Instagram storyboy 

1606.- Al alba - Luis Eduardo Aute.

 


Quisiera empezar esta reseña mencionando a Rosa León que comenzó su carrera musical a partir de los años setenta. Muchos la recordarán con su larga melena y gafas redondas, cantando con su guitarra canciones infantiles, por las que se hizo muy popular en la década de los ochenta, pero esa era sólo una de sus facetas, Rosa, que también compuso sus propias canciones, algunas realmente hermosas, o interpretaba las de otros, se caracterizaba, sobre todo en sus inicios, por un fuerte compromiso político y social. En 1975 grabó “Al alba” que su amigo Luis Eduardo Aute compuso para ella y le entregó como “una canción de amor”. Esta bellísima canción tiene unas significaciones y una historia muy particulares que ponen de manifiesto esa realidad, tantas veces repetida, de que "el arte es libertad", de que las canciones nacen y vuelan libres y abiertas a la sensibilidad, a la realidad social y a los sentimientos de quienes las escuchan, las interiorizan y las hacen propias. En su origen, para Aute, fue una canción de amor en la que expresa y nos comunica una dolorosa despedida al amanecer, pero para Rosa en 1975, tras quedar profundamente impactada –como lo estuvimos muchos miles de personas– por los fusilamientos franquistas del 27 de septiembre de 1975, pensó –o le estalló el sentimiento– de que aquella canción podría ser perfectamente una carta de amor que hubieran escrito cualquiera de aquellos fusilados a sus personas más queridas en vísperas de ser asesinados. Un sentimiento y una identificación que Rosa le atribuyó simbólicamente a la canción "Al alba" convirtiéndola en un desgarrador alegato contra la "pena de muerte". En sus versos se evocaban oscuros presagios y te dejaba una sensación de frío interior, así la cantante le dio su propia interpretación, más acorde con lo que consciente o inconscientemente quiso escribir el propio Aute. Y es verdad que toda la letra de “Al alba” está llena de símbolos, de imágenes que nos conducen hacia un mensaje final, escondido detrás de una bella canción de amor. Sea de la forma que fuera, cuando Rosa León cantaba “Al alba” en sus conciertos, la dedicaba (con valentía) a los condenados a muerte, presentándola como “los últimos pensamientos o la última carta que podía haber escrito cualquiera de los fusilados”. El tema esquivó la censura franquista gracias a la miopía de los funcionarios y a que Aute envió varias canciones para el examen. En ese grupo de temas, la mayor parte de ellos eran muy explícitos contra el Régimen y “Al Alba” fue vista como una sencilla canción de amor inofensiva. Terminó por convertirse en un himno de protesta y de esperanza por los nuevos tiempos democráticos en España.

En 1978 Luis Eduardo Aute incluyó su tema en el álbum “Albanta” producido por Teddy Bautista, siendo intérprete de su propia canción a la que daba un aire diferente, como se ve en este vídeo de 1983, en el que actúa con el grupo de folk- rock Suburbano que durante mucho tiempo fue su banda de acompañamiento. Hablar de Luis Eduardo Aute es hablar de un referente cultural imprescindible en nuestro país, que además de por la música, transitó por la pintura, la escultura, el cine, la poesía y cualquier manifestación artística que se le pasara por la cabeza, porque le gustaba ser “aprendiz de todo y maestro de nada”. Era un hombre tan sensible como sincero, lo que se veía en esa mirada suya que me gustaba tanto como su voz y es que Aute, a lo mejor sin pretenderlo, tenía mucho de seductor.

viernes, 23 de mayo de 2025

Disco de la semana 431: Depedro (2008)

 


Según la teoría de los "Seis grados de separación" propuesta por el escritor húngaro Frigyes Karinthy en el cuento "Eslabones" de 1929, cualquier persona está conectada a otra a través de una cadena de conocidos compuesta por un máximo de seis enlaces entre ellos. Nunca me había parado a pensar si, en el caso de Jairo Zavala, el músico madrileño detrás del proyecto Depedro, esa teoría se cumplía, pero en los últimos días, diversas casualidades me llevaron a pensar en esa red de enlaces, y a sentir que era el mejor momento para reseñar su álbum Depedro (2008), una brillante fusión de folk, rock, música tradicional latina e influencias mexicanas y estadounidenses, fruto de su colaboración con la banda Calexico, de la que Joey Burns y John Convertino contribuyen en el disco, tomando las riendas de la producción.

Mi conocimiento del universo Depedro se reducía hasta ahora a un puñado de estrellas en forma de canciones, y el culpable de que las conociera es un buen amigo al que llamaré "Miguelito", como el título de una de las canciones del disco. Con Miguelito, años atrás me embarqué en un proyecto musical amateur que nos llevó a tocar en sitios tan variopintos como un colegio de Villaverde o la Plaza del Pilar de Zaragoza, entre otros. Las canciones que mi amigo me recomendaba de cuando en cuando eran mi, por entonces, única conexión con Depedro, tan ligera "Como el Viento", la gran canción con la que comienza el disco, un tema de suave y agradable melodía sobre la sensación de bienestar que se experimenta al tener cerca a la persona amada, y una de las canciones que ya conocía. La otra era "Te sigo soñando", una de las canciones más introspectivas y emotivas del álbum.

Mucho tiempo ha pasado desde que a "Miguelito" y a mí nos dio por tocar música, pero más allá de aquello, la amistad ha permanecido intacta, así que no me falló "La memoria" (mi canción favorita del disco) cuando me invitaron al cumpleaños de una amiga en común con Depedro (a la que llamaré "Llorona", por aquello de la debida confidencialidad y para tener la excusa para hablar de la impactante reinterpretación a dúo con Fuel Fandango del clásico mexicano) y en cuanto tuve la ocasión de hablar con él, le pedí que se hiciera una foto conmigo para enseñársela a mi amigo.

¿Qué puedo hacer por ti? podría haberme preguntado mi amigo cuando le escribí y le hablé de aquel encuentro, pero en lugar de eso lo que me dijo fue que él también había tenido ocasión de conocerle... Y eso fue tan inesperado como que, en un disco predominantemente en castellano y plagado de sabores musicales latinos, emerjan de cuando en cuando canciones como "Two parts in one", "Tomorrow" o incluso "Don't Leave me Now", un tema que combina letras en español con estribillo en inglés. Indagando en la información sobre el disco, entendí estas influencias al descubrir que había sido grabado en Tucson, Arizona, pero para lo que no encontré explicación fue para esa extraña sensación de que los eslabones de los grados de separación estaban uniéndose de manera sorprendente.

Y aún lo hicieron más cuando, poco después, quedé con otro amigo, al que llamaré "Comanche" por su oportuno peinado mohicano, para ir a la feria del disco de coleccionismo, y le conté como había coincidido con Depedro¿Conociste a Jairo? ¡Iba conmigo al colegio en Aluche! me dijo sonriente, y aquello ya fue el colmo de la teoría del Sr Karinthy. Al volver a casa, y mientras escuchaba las optimistas y evocadoras notas de "La brisa", llegué a la conclusión de que, a riesgo de estar "Equivocado" y sin ánimo de molestar ni de resultar pesado, merecería la pena aprovechar alguno de los eslabones de este extraño fenómeno para hacerle llegar a Depedro esta humilde reseña, y conseguirlo idealmente antes de "Diciembre", porque con el invierno todo se enfría, aunque haya canciones como la del mismo nombre que nos ayuden a pasarlo de manera más agradable.

Con estos locos pensamientos en la cabeza llegué al tramo final del disco, y aún tuve tiempo de descubrir buenas canciones como "Sobre una línea" o "Running scared", y ese broche de dorada sensibilidad que es "Perfect Time" (con Russian Red) con el que cierra en todo lo alto un disco que no anda muy lejos de la perfección, y a solo unos clics en Spotify o Youtube Music de que comprobéis que estoy en lo cierto. Mientras os decidís a escucharlo, yo voy a dedicar mi tiempo libre a escuchar más discos de Depedro. Con ese objetivo, fui a Wikipedia a consultar su discografía, para comprobar estupefacto que, en toda esta cadena de eslabones y coincidencias, aún me faltaba descubrir que tiene un álbum titulado "Casualidades"... Sin duda, ese será la siguiente parada del emocionante viaje a través del universo Depedro.

miércoles, 23 de abril de 2025

1574.- Small Hours - John Martyn

John era un romántico empedernido que cantaba con el corazón; ningún otro artista cantaba con tanta entrega y emoción. La gente se ha enamorado y desenamorado escuchando las canciones más perdurables, mágicas y de profunda sensibilidad que se han cantado a lo largo de sus más de cuarenta años de carrera, nunca se aferró a un sonido probado y donde se manejaba bien, siempre prefirió explorar, experimentar y abrir nuevos caminos. Sus melodías y letras, características de su estilo, son únicas, y su voz, impregnada de placer y dolor, alegría y miedo, amor y odio, expresa emociones como ninguna otra y puede hacer llorar incluso al hombre más fuerte. John Martyn nació como Ian David McGeachy el 11 de septiembre de 1948 en New Malden, Surrey, hijo único de dos cantantes de ópera ligera. Sus padres se separaron y John pasó su infancia en Glasgow, recuerda: «Salías y te mataban a patadas o te consideraban un maricón». John aprendió a tocar la guitarra a los quince años y, al terminar el colegio a los diecisiete, empezó a tocar en algunos clubes de folk locales bajo la tutela de Hamish Imlach, quien lo animó a tocar. John recibió influencias de diversos géneros musicales, incluyendo a Debussy, y pronto comenzó a explorar la música con su guitarra. Davey Graham fue uno de los primeros ídolos de John, al igual que Clive Palmer. En julio de 1968, John tocó en vivo para el programa de radio Night Ride de la BBC y pronto volvería a aparecer en el mismo programa con el lanzamiento de su siguiente álbum, The Tumbler, en diciembre de 1968. El flautista de jazz Harold McNair, que tocó en The Tumbler, se unió a John e interpretó varias canciones, entre ellas Dusty, Hello Train, Flying On Home, Seven Black Roses y The Easy Blues, que aparecería cinco años después en Solid Air. Woodstock fue una gran experiencia para John: «Hendrix vivía prácticamente al lado. Solía llegar todos los jueves en un helicóptero morado, se quedaba el fin de semana y se iba el lunes. Era increíble... un buen chico».

El máximo testimonio del proteico talento musical de Martyn se encuentra en One World , de 1977, un álbum producido por el fundador de Island Records, Chris Blackwell, grabado por Phill Brown (cuyo CV es asombroso, pero para elegir solo algunos nombres: Jimi Hendrix, Rolling Stones, Bob Marley, Pink Floyd, Joni Mitchell, Led Zeppelin, Little Feat, Talk Talk), y con Danny Thompson y Dave Pegg en el bajo, John Stevens y Andy Newmark en la batería, Steve Winwood en todo (pero más notablemente en el sintetizador), Rico en el trombón y el propio Lord Rockingham, Harry Robinson, arreglando las cuerdas. Imaginen una casa casi completamente rodeada de agua, una casa al borde de una gravera abandonada que se había inundado hasta convertirse en un lago. Esta era la casa de Chris Blackwell, donde se grabó One World. Una de las técnicas de grabación de Phill Brown para el álbum, por sugerencia de Blackwell, consistió en instalar un gran sistema de sonido al aire libre y colocar los monitores al otro lado de los establos, apuntando hacia el lago. Luego, usaron dos micrófonos al otro lado de la casa para captar el sonido del sistema de sonido exterior proveniente del lago, y dos más cerca del borde del agua para captar el chapoteo del agua en la orilla, así como el sonido distante y extremadamente ambiental de la guitarra proveniente del sistema de sonido. Fue esta configuración la que capturó las sobrenaturales Small Hours, con voces en vivo y todo, temprano una mañana de julio de 1977. Ola tras ola suave de la guitarra Echoplex de Martyn resuena en tus parlantes mientras un ritmo débil de una caja de ritmos marca el tiempo (súbela, sin embargo, y siente lo que le sucede al sonido del bombo), hasta que, tres minutos después, se cuela la voz de saxofón tenor de Martyn.


viernes, 11 de abril de 2025

Disco de la semana 425: Argus - Wishbone Ash

 

Argus, Wishbone Ash


     Para la recomendación de esta semana traemos bajo el brazo un álbum considerado considerado el punto culminante en la carrera de la banda británica Wishbone Ash: Argus, el cual presenta una mezcla perfecta de hard rock, folk y rock progresivo, con complejas estructuras y unas armonías, tanto vocales como con las guitarras, impresionantes. Las twin guitars, o guitarras dobles, de Andy Powell y Ted Turner es una de las características más destacadas del disco, y la interpretación de ambos en este trabajo es sencillamente maravilloso.

El álbum es grabado, entre enero y marzo de 1972, en los De Lane Lea Studios de Londres, bajo la produccin del productor inglés Derek Lawrence, y publicado el 28 de abril de 1972. Fue uno de sus trabajos más exitosos, llegando a alcanzar el puesto número 3 en las listas de ventas del Reino Unido. Aunque el disco no fue concebido como un álbum conceptual, se inspiró en la mitología griega, y combina rock progresivo, folk y hard rock. Otro de su puntos fuertes es su evolución en las guitarras, pues dieron un gran paso en la evolución de la armonización de las guitarras solistas, algo que ya hacían también Allman Brothers band, y que posteriormente adoptarían bandas como Thin Lizzy, Judas Priest o Iron Maiden ntre otras muchas bandas. Si bien el productor de sonido fue Derek Lawrence, el ingeniero de sonido fue el gran Martin Birch

La portada del álbum fue diseñada por Storm Thorgerson y Aubrey "Po" Powell, de la famosa empresa que se dedicaba a hacer portadas Hipgnosis. dicha portada presenta a un guerrero contemplando un paisaje en las Gargantas del Verdon, en la provenza francesa.  El traje del guerrero se inspiró en el vestuario de la película "Los demonios" de Ken Russell (1971) . Thorgerson y Powell pretendían que el guerrero empuñara una espada además de una lanza, y habían alquilado la espada utilizada en la película "Macbeth" de Roman Polanski , también de 1971. Sin embargo, mientras seleccionaban la ubicación para la sesión, les robaron la espada, por lo que las fotografías se tomaron sin ella. La persona vestida como el guerrero era un asistente de Hipgnosis, Bruce AtkinsSe rumorea que el guerrero de la portada fue la principal inspiración para el diseño del personaje de Darth Vader en "Star Wars"Andy Powell reconoció este rumor, aunque él mismo nunca confirmó su veracidad. Esta portada también hizo que Jimmy Page, de Led Zeppelin, contactara con Hipgnosis y les pidiera que diseñaran la portada de su álbum de 1973, "Houses of the Holy".

La edición original de Argus consta de siete canciones, todas compuestas por la banda y con las letras escritas principalmente por el bajista y vocalista principal de la banda, Martin Turner. Comienza el álbum con Time Was, con una introducción acústica suave y melancólica, liderada por las guitarras de Andy Powell y Ted Turner. A medida que avanza, evoluciona hacia un segmento más eléctrico y enérgico. Las armonías vocales y los solos de guitarra destacan y marcan el estilo característico de "guitarras gemelas". La letra, que contiene un aire nostálgico, reflexiona sobre el paso del tiempo, la pérdida de la juventud y la fugacidad de la vida. Le sigue Sometime World, un introspectivo tema que aborda reflexiones sobre escapar de estecaótico y decepcionante mundo. Ojo al sólo de guitarra de Andy Powell aquí, para enmarcar. Le sigue uno de los grandes éxitos del grupo, Blowin' Free, que trata sobre Annalena Nordstrom, la novia sueca del bajista Martin Turner de su anterior época con el grupo Empty Vessels. Andy Powell afirmaba que la canción fue una de las pimeras que escriberon, más concretamente en 1971 en el Whisky A Go-Go de Sunset. Sobre como se le ocurrió el riff de guitarra a Powell, éste afirmó: "Estábamos de gira con The Who y me gustaron algunas de las progresiones de acordes que estaba haciendo Pete Townshend, así que todo lo que hice fue tomar algunas de sus ideas que se le ocurrieron y acelerarlas". Las armonías entre Martin Turner y Andy Powell brillan aquí, y el doble solo de guitarra es un ejemplo perfecto del estilo que influiría a bandas como Iron Maiden y Thin Lizzy. 



La cara B abre con The King Will Come. Martin Turner se inspiró para esta canción investigando y estudiando la Biblia. Trata sobre la idea cristiana de que, cuando el mundo se acabe, quienes crean se salvarán. En una entrevista Powell explicaba: "LA gente se identifica mucho con esta canción. No puedo decir que seamos una banda praticularmente cristiana, pero hay una sensación en ella, de que es un sentimiento, un sentimiento universal. Es bastante fuerte para la época de la que proviene. Y a todos les encanta la introducción; sencillamente pone a todo el mundo de buen humor". Leaf and Stream es una tranquila y delicada balada escrita por el baterista Steve Upton. La canción tiene un enfoque más folk con unas armoníasmuy suaves, lo que nos da un respiro frente a los temas más intensos del álbum. Las letras parecen hablarnos de la simplicidad y la belleza del mundo natural. Warrior es una de las piezas con una aire épico y mitológico. Con un aire sombrío y marcial, las guitarras son capaces de crear una sensación de conflicto y lucha, y la voz de Turner nos transite poder y fuerza por un lado, y vulnerabiilidad por otro lado. La canción está considerada como parte de la trilogía implícita del lado B del disco, junto con "The King Will Come" y Throw Down the Sword", aunque la banda nunca confirmó que este álbum fuera conceptual. Cierra la cara B, y por tanto este álbum, Throw Down the Sword, que tiene una letra que habla sobre las consecuencias de una sangrienta batalla. Colabora en los teclados en esa canción John Tout, que fue teclista de la banda de rock progresivo Renaissance durante la década de los años 70. La canción, como buen cierre, es un mensaje de redención, un canto a la paz, de dejar artrá la violencia y dejar sanar las heridas.

Wishbone Ash incursionó de manera muy notable en las principales corrientes del rock británico de principios de los años 70, pero al contrario que otras bandas como Yes, Pink Floyd, Led Zeppelin o Ten Years After, que se forjaron un arcado sello de identidad, nunca se decidió por un estilo o corriente concreta. En Argus la banda utilizó una amalgama única de todos esos estilos para crear su propio sonido. Esto sumado a los arreglos, con sus dos guitarristas principales y los espacios abiertos para improvisar, hace que el álbum destaque sobremanera, siendo el trabajo que mejor ha sido capaz de expresar la compleja visión del grupo. Y para terminar, no quiero dejar pasar una frase del bajista y fundador de Iron Maiden, Steve Harris, que para mí expresa claramente la importancia que ha tenido Wishbone Ash en el mundo de la música: "Creo que si alguien quiere entender los primeros trabajos de Maiden, en particular las guitarras de armonía, todo lo que tiene que hacer es escuchar el álbum Argus de Wishbone Ash ".

viernes, 14 de marzo de 2025

1534.- Black Betty - Ram Jam

 

Black Betty, Ram Jam


     En la década de los años 60 hubo un grupo llamado The Lemon Pipers, grupo que se caracterizaba por hacer un sonido basado en el pop psicodélico. Entre los miembros de ese grupo se encontraba el guitarrista Bill Bartlett, y nos vamos a centrar en Bill, que una vez acabada la aventura de los Lemon Pipers decidió formar un grupo llamado Startruck.

Durante su aventura en StartruckBill cogió un tema llamado Black Betty, el cuál era una composición de Leadbelly (1888-1949), cantante y compositor americano de blues y folk, un tema que tenia una duración de unos 59" al cuál le hizo unos arreglos y compuso la música. El tema lo editan con el sello perteneciente a la banda StartruckTruckStar Records, y tiene una buena acogida comercial a nivel regional. A partir del éxito cosechado con Black Betty varios productores le recomiendan a Bill Bartlett que forme un grupo para dar un salto cuantitativo a la vez que cualitativo. Es en ese momento cuándo Bill decide hacer caso a las recomendaciones y crea el grupo llamado Ram Jam, y lo primero que hace es reeditar el tema Black Betty. En la reedición de Black Betty con Ram Jam, Bill contó con los componentes de su antigua formación Startruck.

El single del tema se convierte a partir de su reedición en un exitazo para la formación, consiguiendo el puesto nº 18 en las listas de ventas en Estados Unidos, y el álbum homónimo de la banda donde se incluye dicho tema alcanza el puesto nº 40 en dichas listas. El tema también estuvo rodeado de cierta polémica, la letra del mismo habla sobre una mujer de étnia negra de Alabama que tiene un hijo salvaje, esto hizo que numerosos grupos en pro de los derechos civiles en Estados unidos consideraran que la letra del tema era racista pues faltaba el respeto a las mujeres negras.

sábado, 15 de febrero de 2025

1507- Peter Gabriel - Solsbury Hill


1507 - Peter Gabriel - Solsbury Hill

Peter Gabriel, conocido por su capacidad para contar historias a través de su música, nos regaló en 1977 una de sus piezas más personales y emotivas: "Solsbury Hill". Este tema, lanzado como su primer sencillo en solitario tras su salida de Genesis, no solo marcó el inicio de una carrera independiente llena de éxitos, sino que también se convirtió en un himno de liberación y autodescubrimiento. Escrita por el propio Peter Gabriel, la canción es una reflexión íntima sobre el cambio, la libertad y la búsqueda de uno mismo.

Desde el primer acorde, "Solsbury Hill" captura la atención con su estructura poco convencional y su ritmo envolvente. La guitarra acústica, tocada en un compás de 7/4, crea una sensación de movimiento constante, como si llevara al oyente en un viaje personal. La instrumentación, que combina elementos acústicos y eléctricos, es a la vez sencilla y sofisticada, permitiendo que la voz de Peter Gabriel, llena de emotividad, sea el centro de atención. Su interpretación vocal es sincera y cargada de matices, transmitiendo una mezcla de nostalgia, esperanza y determinación.

La letra de la canción es profundamente autobiográfica. Peter Gabriel escribió "Solsbury Hill" tras tomar la decisión de dejar Genesis, una banda en la que había sido el vocalista principal durante años. Aunque no menciona explícitamente este hecho, las metáforas y las imágenes que utiliza reflejan su proceso de liberación y su búsqueda de una nueva identidad. Frases como "My heart going boom, boom, boom" y "I was feeling part of the scenery, I walked right out of the machinery" evocan la emoción y el alivio de dejar atrás algo familiar para abrazar lo desconocido. El título de la canción hace referencia a un lugar real cerca de Bath, Inglaterra, que Peter Gabriel visitaba para reflexionar, añadiendo un toque de autenticidad a su narrativa.

Musicalmente, "Solsbury Hill" es una obra maestra que combina elementos del folk, el rock progresivo y la música experimental. La producción, manejada por el propio Peter Gabriel junto con Bob Ezrin, es limpia y detallada, permitiendo que cada instrumento tenga su momento para brillar. Los arreglos de vientos y la percusión sutil añaden capas de textura a la canción, creando una atmósfera que es a la vez íntima y expansiva.

A lo largo de los años, "Solsbury Hill" ha sido interpretada como un himno de transformación personal. Su mensaje de dejar atrás lo seguro para perseguir lo desconocido resuena con cualquiera que haya enfrentado una encrucijada en su vida. La canción no solo marcó un nuevo comienzo para Peter Gabriel como artista en solitario, sino que también se convirtió en un recordatorio poderoso de la importancia de seguir el propio camino, incluso cuando eso implica tomar decisiones difíciles.

"Solsbury Hill" es mucho más que una canción; es una experiencia emocional que invita a la reflexión y al crecimiento. Peter Gabriel logró capturar en esta pieza un momento crucial de su vida, transformándolo en un mensaje universal que sigue inspirando a quienes la escuchan. Su legado perdura no solo por su calidad musical, sino por su capacidad para conectar con las emociones más profundas del ser humano.

Daniel 
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miércoles, 12 de febrero de 2025

1504.- Songs From the Wood - Jethro Tull

 

Song From the Wood, Jethro Tull


     El lanzamiento del álbum Songs from the Wood en 1977 supuso el regreso a la forma y al estilo después de los ambiciosos proyectos y, para algunos oídos, menos exitosos, anteriores a este. El grupo cambió el sello discográfico de Chrysalis por el recién formado por Ian Anderson/Terry Ellis, llamado SST y relacionado con EMI, y formó equipo con el veterano productor Robin Black, el cual se hizo cargo de toda la ingeniería de sonido. El grupo aparecía con una formación renovada y revitalizada, ahora compuesta por el bajista John Glascock, el guitarrista Martin Barre que regresaba, y el polifacético compositor y provocador Ian Anderson además de del tecladista John Evan y el percusionista Barriemore Barlow. También sería incluído en este álbum Dee Palmer como miembro oficial de la banda después de ocho años de servir como arreglista orquestal de la banda. Palmer se había unido como segundo teclista a principios de 1976. El grupo se reforzó en otrs aspectos y contrató al diseñador de iluminación Bruce MacPherson para encargarse del diseño y la ejecución de los aspectos visuales de los próximos conciertos, con el objetivo de un espectáculo de luces integrado que fuera manejado y controlado. 

Songs from the Wood fue el  décimo álbum de estudio dela banda, grabdo ente septiembre y noviembre de 1976 en los Morgan Studios de Londres, bajo la producción de Ian Anderson, y publicado el 11 de febrero de 1977. El disco está considerado como una vuela a las raíces y el primero de tres álbumes de folk rock lanzados por la banda a finales de la década de 1970, seguidos de Heavy Horses (1978) y Stormwatch (1979). Inspirándose en el folclore inglés y la vida en el campo, el álbum marcó una reanudación del amplio estilo folk rock de la banda, que combinaba instrumentos y melodías tradicionales con tambores de hard rock , sintetizadores y guitarras eléctricas, todo ello dentro del complejo estilo de rock progresivo de la banda. 

Incluído en el álbum se encuentra el tema que da nombre al ábum, Songs From the Wood, escrita por el líder del grupo Ian Anderson. Fue inspirada en la tradición folclórica inglesa, y su creador, Ian Anderson consideraba esta como una de sus mejores canciones de Jethro Tull. La canción recibió bonanzas de la crítica especializada y fue lanzada como sencillo en Nueva Zelanda en 1977. La canción, más concretamente, se inspiró en un libro de cuentos populares ingleses que le habían regalado a Ian Anderson. Él explicó: "Escribí 'Songs From the Wood' basándome en elementos del folclore y cuentos fantásticos y tradiciones del entorno rural británico. Nuestra encargada de relaciones públicas, Jo Lustig, me había regalado un libro sobre el folclore inglés como regalo de Navidad, y lo hojeé y encontré un montón de ideas, personajes, historias y cosas interesantes que decidí convertir en una serie de canciones". La canción comienza con voces a capela antes de que aparezcan la flauta y las guitarras acústicas. Después, entra el resto de la banda. Cuando le preguntaron sobre la canción unos año más tarde, concretamente en 2015, Anderson dijo: "Esta, la canción principal de nuestro álbum de 1977, era descaradamente cursi. Es folk rock decorativo. Ensalza abiertamente las virtudes del campo y los valores que quieres transmitir a través de esto a otras personas. Supongo que es country rock, pero en el sentido británico. Todo está entregado con una buena cantidad de música fuerte. Hay grandes riffs de guitarra y mucha flauta también. Y se enoja un poco, pero con un propósito"Clasificó la canción como una de sus 10 mejores canciones de Jethro Tull.

domingo, 9 de febrero de 2025

1501.- Warszawa - David Bowie

Antes de grabar "Warszawa" (Varsovia), Bowie había estado en la ciudad una vez en su vida, durante unas horas. Había pasado por Polonia en mayo de 1973, viajando de Moscú a Berlín Occidental, pero no había bajado del tren. En abril de 1976, Bowie e Iggy Pop tomaron un tren de Zúrich a Moscú, de nuevo vía Polonia. Según la biografía de Iggy Pop escrita por Paul Trynka: Vieron pueblos todavía marcados por agujeros de bala y un paisaje marcado por cráteres de bombas sin reparar; al acercarse a un tren de mercancías en Varsovia, presenciaron a un trabajador descargando carbón pieza por pieza en el aguanieve gris y gélido. En Varsovia, el tren se quedó detenido durante unas horas en Dworzec Gdański (estación de trenes de Gdansk), por lo que Bowie salió a dar un paseo por el distrito Żoliborz de Varsovia, en lo que entonces se llamaba Plac Komuny Paryskiej (Plaza de la Comuna de París) (desde entonces ha sido rebautizada con su nombre original, Plac Wilsona). Años más tarde, los fans polacos de Bowie contarían su paseo, casi paso a paso. Bowie se detuvo en una tienda de discos y compró algunos LP del conjunto de canto y danza folk Śląsk , uno de los cuales incluía la composición de Stanisław Hadyna "Helokanie". De estas escasas impresiones Bowie hizo un mundo, o al menos una ciudad. El himno melancólico de más de seis minutos que abre la parte “nocturna” de Low no le puso el nombre de Moscú, una ciudad de la que había tenido alguna experiencia, ni de Berlín, su futuro hogar, sino de Varsovia, una ciudad que sólo había vislumbrado. Tal vez Varsovia fuera sólo un lienzo más vacío, o tal vez algo en la ciudad resonó en Bowie durante su breve paseo. Acababa de salir de Los Ángeles, una ciudad de sueños profesionales; había crecido en un Londres que experimentaba una breve segunda infancia; había hecho su arte a partir de invenciones: cantantes de rock imaginarios, distopías de cómic alegremente violentas. Varsovia tenía poco de esto. Lo que Varsovia tenía era el residuo férreo de la historia: fue casi arrasada durante la guerra, una gran parte de su población asesinada en campos de exterminio, en levantamientos fallidos, en represalias. Para Bowie, era una ciudad caída, una ciudad conquistada, una ciudad abandonada a los espías y al invierno.

La canción que Bowie bautizó con el nombre de Varsovia comienza con un sonido lento, el sonido de una campana fúnebre tocada por un niño al piano.  Los instrumentos eran principalmente el pequeño grupo de sintetizadores que Bowie y Eno habían traído a las sesiones (EMS y Minimoog de Eno, Chamberlin de Bowie) junto con la pequeña colección de ARP del estudio (y posiblemente alguna guitarra tratada). Tanto los sintetizadores como el piano tocan las octavas A o C que suenan continuamente por debajo de gran parte de la pieza; el Chamberlin hace las veces de sección de viento. Como la música de “Warszawa” es obra de una orquesta sintética, un puñado de máquinas que hacen las veces de docenas de instrumentos, sus voces son un coro de la voz manipulada de un solo hombre. Bowie canta las primeras líneas con su habitual voz de barítono. Luego, comenzando con “cheli venco”, Bowie cantó en una cinta que Visconti había ralentizado dos semitonos: reproducida a velocidad normal, la voz de Bowie se había convertido en la de un niño. El punto culminante creativo de Low , “Warszawa” es una de las obras más sublimes de Bowie, y su influencia se sentiría durante años. Ian Curtis estaba tan obsesionado con la canción que le puso su nombre a su grupo de punk. “The Electrician” de Scott Walker parece inspirada en el inicio sonoro de “Warszawa” (la mayoría de las contribuciones de Walker a Nite Flights , un disco de los Walker Brothers de 1978, son reacciones a Low y “Heroes” ).


jueves, 6 de febrero de 2025

1498.- The Chain - Fleetwood Mac

 

The Chain, Fleetwood Mac


     El 4 de febrero de 1977 la banda de rock británica Fleetwood Mac publica su undécimo álbum de estudio, Rumors. Fue grabdo entre febrero y agosto de 1976 en los Criteria Studios de Miami, los Record Plant Studios de Los Angeles, En el Zellerbach Auditorium de Berkeley y en Wally Heider's Studio 3 de Hollywood. El disco fue producido por el grupo y por Ken Caillat y Richard Dashut, y publicado bajo el sello discográfico Warner Bros. Records. Las sesiones de grabación se llevaron a cabo mientras los miembros de la banda lidiaban con rupturas amorosas y luchaban contra el consumo excesivo de drogas, los cuales dieron forma a la dirección y las letras del álbum. La idea era hacer "un álbum pop" que ampliara el éxito comercial del álbum Fleetwood Mac de 1975. Rumours contiene una mezcla de instrumentación eléctrica y acústica, así como ritmos acentuados, guitarras y teclados. Sus letras tratan sobre relaciones personales y a menudo problemáticas. Su lanzamiento se pospuso por demoras en el proceso de mezcla del material del disco. El álbum se convirtió en el primer álbum número uno de la banda en la lista de álbumes del Reino Unido y también encabezó el Billboard 200 de Estados Unidos. Recibió certificaciones multiplatino en Australia, Canadá, Dinamarca, Nueva Zelanda, el Reino Unido y los Estados Unidos.

Fruto de estos problemas y tensipones en el seno de la banda nace The Chain, que además es la única canción del disco en la que todos los miembros, colaboraron y aprecen acreditados, Stevie NicksLindsey BuckinghamChristine McVieJohn McVie y Mick FleetwoodLa canción tiene una estructura básica de rock, aunque tiene dos partes distintas: la estrofa principal y el estribillo. También podmeos apreciar influencias del hard rock , el folk y el countryStevie Nicks escribió la letra sobre Lindsey Buckingham cuando su relación se estaba desmoronando. Buckingham y Nicks comparten la voz principal en la canción. Se juntaron fragmentos de distintas tomas de estudio para formar la canción. La línea de bajo que suena aproximadamente a los 3 minutos de la canción fue escrita de forma independiente por John McVie, quien originalmente planeaba usarla en una canción diferente. Originalmente esta canción comenzó como una canción completamente diferente de Christine McVie llamada Butter Cookie (Keep Me There)", que está disponible en la edición ampliada de Rumours . El comienzo de la canción no funcionaba, pero a la banda le encantó el final de Mick Fleetwood y John McVie, que ahora estaba grabado. Entonces, contaron hacia atrás desde la línea de bajo, usaron el bombo como metrónomo, Nicks accedió a dar las letras de los versos, Buckinghan y Christine McVie escribieron la música y la letra del estribillo y Lindsey agregó la guitarra sobre el final. Así nació The Chain como la conocemos.