![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgcPot_Eg6mT-J6ju8E93mFTn4ySlueiNlZvxEDPzfGV-LNCR_0QYdH9BCqSf1QvAvWH49TyIYRTMZyhv_r3sH50Nb1-rdP-LTAvF5G-9Us4baa9bCE2Vi4bqob3R8iDlO2CSAMqqd-I_jxJp8fGRXgYcJUqstEliEkUEsbBsIwQEXxGkrJy718g4q3rse/w291-h291/burning.jpg)
"Over the Hill" comienza con unos suaves acordes de guitarra acústica, instrumento por antonomasia del folk, y la inconfundible voz áspera del cantautor británico, desgranando de una manera simple y conmovedora sus pensamientos sobre lo efímero de la vida y sobre un amor que ha quedado atrás, recordándolo sin amargura y relativizándolo desde la aceptación de lo inevitable que es que todo cambie y tenga un final.
Esa visión diáfana solo llega cuando, en nuestras vidas, llegamos a lo alto de la colina, y podemos ver con claridad lo que hay tras ella. En "Over the Hill", John Martyn nos traslada a ese momento de aceptación única, a través de un sonido y un mensaje tan evocadores como etéreos, creando una atmósfera en la que consigue sumergirnos, o sería más correcto decir elevarnos, hacia esa imaginaria colina sobre la que nos habla en una canción atemporal y conmovedora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario