martes, 9 de febrero de 2021

Un país, un artista: España - Joaquín Sabina

 

"Le toca al argentino, contar esta historia", como diría una de las letras de quien hoy en Un país, un artista creemos que es un referente de la música Española, estamos hablando de Joaquín Sabina... 

Así empezó la reseña sobre "Un país, un artista: España" nuestro compañero Storyboy. Pensamos, con gran criterio, o con dos copas de más, que el más indicado para hablar de música española era el único miembro de 7días7notas nacido fuera de España. Entusiasmado con la propuesta, Storyboy corrió a ponerse delante de su ordenador, y escribió las dos líneas que abren esta reseña, que he querido respetar íntegramente, como los cimientos o el plano de una casa que el anterior arquitecto no llegó a construir, pero que están ahí para marcar el camino a seguir.

Dice el propio Sabina que el nunca termina los discos, que a él se los quitan, y en este caso a Storyboy no le ha dado tiempo a continuar lo que empezó con "Le toca al argentino, contar esta historia...", en referencia a la letra de Dieguitos y Mafaldas, una de las canciones mas "argentinas" del Flaco, y en concreto con el momento en que Sabina canta eso de "le toca al gallego entonar este son..." El juego de las dos frases era la idea perfecta para desarrollar el artículo, pero cuando vio que no le daba tiempo, la frase que yo escuché fue otra distinta: "¡Calienta, que vas a salir!" Sale Diego y entra... No importa. Toda una responsabilidad sustituir al astro y tener que lanzar el penal con Joaquín Sabina bajo palos.

Así que, paradojas del destino, finalmente "le toca al gallego entonar este son..." sobre uno de los artistas más representativos de España, y no tanto por el hecho aleatorio y no elegido de haber nacido en un sitio o en otro, sino por la manera en la que, a través de sus canciones, ha descrito como nadie a los "españolitos de a pie", con sus filias y fobias, sus ilusiones y desengaños, sus luces y sus sombras. Nadie como él para describir a las princesas de barrio, los pandilleros suburbiales de Aluche o Entrevías, las barbies superstar de la M-30 y Vallecas, o los mismísimos Adán y Eva, convertidos en dos okupas compartiendo su amor en un piso abandonado de Moratalaz, y sometidos a un juicio final por una sociedad intolerante y reprimida.

Madrid es la ciudad en la que ocurren la mayor parte de estas historias, el lugar en el que encontró el ecosistema perfecto para su inspiración y sus andanzas. Ese Madrid al que inicialmente cantaba "Cuando la muerte venga a visitarme, que me lleven al Sur dónde nací, aquí no queda sitio para nadie, pongamos que hablo de Madrid", pero que con los años cambió a "Cuando la muerte venga a visitarme, no me despiertes, déjame dormir, aquí he vivido aquí quiero quedarme, pongamos que hablo de Madrid". Pero sus historias van más allá de los límites de la capital del país, para reflejar las preocupaciones y vivencias de toda una sociedad, poniéndose siempre del lado de los desfavorecidos y los perdedores, de los que huyen de El hombre del traje gris y vuelven cada día "de la oficina, dentro de una gabardina, con manchas de soledad", para por el contrario afilando su irónica pluma contra la superficialidad de los nuevos ricos ("Especialistas en nada, inventores del tebeo") y de la clase política corrupta ("La fe de que ha triunfado su tripa que ha engordado desde el día que un ujier le llamó su señoría...)

Que Sabina se ha ganado a pulso este título honorífico de artista más relevante de España en esta serie de artículos sobre músicos y países es un hecho irrefutable, y a la vez es una gran mentira piadosa. Y no es que sea yo el que ahora se ha tomado dos copas. Es que la trascendencia de la obra de Sabina va más allá de Madrid, pero también más allá de las fronteras de España. En Mentiras Piadosas hay un tema llamado Con la frente marchita, en el que Sabina hace por primera vez el tránsito desde el Rastro madrileño a la Plaza de Mayo de Buenos Aires, mezclando con maestría el "agüita del mar andaluz" con el Río de la Plata, y declarando su amor por una ciudad y un país a los que ha vuelto en muchas ocasiones a través de sus letras. Así que al final, después de todo, este artículo podrá tener su paradoja. No le tocó al argentino contar esta historia, pero esta historia acabó contando un viaje "De González Catán... A Tirso de Molina... ¡De España a la Argentina!

lunes, 8 de febrero de 2021

0039: Sweet Little Sixteen - Chuck Berry

 

Sweet Little Sxiteen, Chuck Berry


     En enero de 1958 la discográfica Chess Records publica el sencillo Sweet Little Sixteen de Chuck Berry. Dicho sencillo será utilizado junto a otros seis ya publicados anteriormente también como singles (Blue Feeling, La Juanda, Oh Baby Doll, Reelin' and Rockin', Rock and Roll Music y Low Feeling), y cinco nuevos, para publicar, también con Chess Records, el segundo álbum de estudio de Chuck Berry, One Dozen Berrys.

Tanto Sweet Little Sixteen, como los demás temas que componen este segundo disco de estudio de Chuck, son realizados en dos sesiones de grabación en el Sheldon Recording Studio de Chicago Illinios, la primera entre el 6 y el 15 de mayo de 1957, y la segunda entre el 29 y el 30 de diciembre de 1957. Chuck es acompañado en ambas sesiones de grabación por Hubert Sumlin a la guitarra eléctrica, Johnnie Johnsony y Lafayette Lake quienes se reparten las sesiones al piano, Willie Dixon al bajo y Fred Below y Ebbie Hardy que se reparten las tareas a la batería. 

El tema que nos ocupa, Sweet Little Sixteen, es grabado durante las sesiones que realiza Chuck en diciembre de 1957, y son Lafayette Lake, Fred Below y Willie Dixon los que realizan la gración del tema junto con Berry. El sencillo tiene un gran éxito, alcanzando el puesto número 2 en la famosa lista estadounidense Billboard Hot 100, y el puesto número 16 en las listas del reino Unido. La revista Rolling Stone clasificó esta canción en el puesto 272 de su lista "Las 500 mejores canciones de todos los tiempos" en 2004. 

Chuck Berry se inspira para escribir esta canción cuando se encuentra viajando de gira, y en dicha gira se encuentra a una adolescente que se había propuesto conseguir el autógrafo de todos los cabezas de cartel de la gira en la que Chuck estaba participando. Los Beach Boys se inspiraron en este tema para componer su famoso éxito Surfin' USA, acreditado en un principio a Brian Wilson. Pero a partir de 1966, y bajos las presiones del editor de Chuck Berry, éste tambíen sería acreditado junto a Wilson en la autoría del tema de los Beach Boys.


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domingo, 7 de febrero de 2021

0038: Rock and Roll music - Chuck Berry

 

Cuando salió al mercado One Dozen Berrys (1958), el segundo disco publicado por Chuck Berry, la industria discográfica tenía su mayor filón en la publicación de singles, y los discos de larga duración eran básicamente una compilación de los últimos singles mezclados con grandes dosis de canciones de relleno. En este caso concreto, y con la excepción de cinco temas ("Rockin 'at the Philharmonic", "Guitar Boogie", "In-Go", "How You've Changed" y "It Don't Take but a Few Minutes"), el resto de canciones de One Dozen Berrys habían sido lanzadas previamente al mercado en formato single. 

De ellas, temas como Reelin' and Rockin' o, especialmente, Sweet Little Sexteen, fueron grandes éxitos, pero es probablemente Rock and Roll Music el tema de este disco que más ha trascendido, y cuyo influjo más ha perdurado hasta nuestros días, ganándose por propio derecho un sitio privilegiado en el "Olimpo" de temas de Chuck Berry, a la diestra de Roll Over Beethoven o del mismísimo Johnny B Goode, su tema más reconocido, en parte gracias a las revisiones que del mismo se han hecho en películas (Regreso al Futuro) y discos de otros artistas de generaciones posteriores (especialmente divertida es la "versión" publicada por los Sex Pistols, que en realidad no es más que un ensayo en el que Johnny Rotten la interpreta sin saberse la letra).

En el caso de Rock and Roll Music, son especialmente conocidas las versiones de los Beatles y los Beach Boys, pero son también dignas de mención las de bandas de la talla de Manic Street Preachers, Bill Haley & His Comets o REO Speedwagon, entre otros. La querencia de otras bandas por este tema no es casual, ya que en la letra encontramos toda una declaración de intenciones y preferencias frente a otros estilos musicales, que convierten al tema de Chuck Berry en un auténtico mantra para todos los fervientes admiradores del Rock and Roll: "Solo déjame escuchar algo de esa música rock'n'roll, de cualquier manera que elijas. Tiene un ritmo de fondo con el que es imposible perderse, todas y cada una de las veces que lo pongas. Tiene que ser música rock and roll, si quieres bailar conmigo"


Gary Moore - Live At The Marquee (Mes Gary Moore)

 

Live At The Marquee, Gary Moore


     

     El 21 de septiembre de 1983 se publica bajo la discográfica Jet Records el primer álbum en directo de Gary Moore, Live At The Marque, con material extraído de la actuación del guitarrista en el citado club de Londres los días 5 y 6 de noviembre de 1980. Para aquellas sesiones Gary cuenta con la colaboración del vocalista Kenny Driscoll, ex lider de la formación Lone Star, el bajista de The Kinks Any Pyle, el baterista Tommy Aldridge y el teclista y ex compañero de Moore en Closseum II Don Airey.



Los temas que conforman el directo provienen de material de su disco en solitario Back on the Streets (1978); de su fracasado proyecto llamado G-Force, un proyecto con título homónimo que contó en sus filas con Gary Moore, el vocalista Willie Dee, el bajista Tony Newton y el baterista Mark Nauseef; y del disco Dirty Fingers, cuyo material se graba en 1980 y es publicado por Jet Records en 1983 aprovechando el despegue y tirón que empieza a tener Gary. Este último disco fue publicado sin autorización del guitarrista, pues consideraba que la producción del mismo no era lo suficientemente buena como para ver la luz. De la producción de este directo se ocupó Chris Tsangarides, productor con el que Gary grabaría varios discos más. 

Live at the Marquee es lanzado por primera vez en septiembre de 1883 para el mercado japonés junto al citado disco Dirty Fingers por la discográfica Jet Records que había comprado los derechos de autor de sendos trabajos. Dicho directo es un fiel reflejo de los estilos con los que andaba coqueteando Gary por entonces, hard rock, jazz rock, rock and roll ó incluso un estridente pop rock fruto de su proyecto G-Force. Otra de las cosas destacables de este disco es la formación que el guitarrista junta para la ocasión, todos músicos de primerísima línea, y es que Gary supo rodearse durante toda su carrera de músicos de primer nivel para sacar partido de su extenso material. El resultado no podía se otro que un excelente directo.

Abre el directo Back on the Streets, tema que da título a su segundo disco en solitario, Back on the Streets, un tema puro rock and roll y donde Gary y la banda despliegan todo el potencial que este tema tiene en vivo. Su chica le ha dejado en la calle, pero a él no le importa, pues las calles son un medio donde se desenvuelve con total naturalidad. Le sigue Run To Your Mama, tema publicado en Dirty Fingers, compuesto por Moore, un auténtico trallazo grabado en 1980 y donde ya empezaba a dar muestras del estilo que ocuparía sus siguientes años, el hard rock. Dancin, tema compuesto por el cuarteto de la aventura G-Force (Dee, Nauseef, Newton y Moore), un pegadizo tema que se mueve entre la delgada línea del pop y el rock. Cierra la cara A She's Got You, extraído también de G-Force, una magnífica balada donde Moore comparte tareas vocales con un soberbio Kenny Driscoll, quien dota al tema de un gran feeling, y donde Moore, Pyle, Aldridge y Airey están a la altura con su compenetración y desatan una locura instrumental durante la segunda parte del tema.



Abre la cara B Parisienne Walkways, una de las grandes joyas de la carrera de Gary,  compuesto por él y su amigo Phil Lynott e incluido en Back on the Streets. Para el que aquí escribe, es ésta la mejor interpretación en directo que jamás ha escuchado de este tema, la guitarra de Moore nos habla y en ocasiones hasta llora, brutal. La letra fue compuesta por Lynott, y para la melodía, Gary se basó en el tema de jazz Blue Bossa del trompetista Kenny Dorham. Un tema al que gran Lynott puso una letra con doble fondo, pues cuando cita la ciudad de París, también está haciendo referencia a la figura de su padre, Cecil Parris, al que conocería posteriormente, pues fue abandonado por éste. You, compuesta por Gary e incluida en G-Force, tema con un ritmo muy pegadizo y comercial donde vuelve a juguetear con un pop rock muy estridente. Nuclear Attack, incluido en Dirty Fingers y compuesto por Moore. Estamos ante otro de los grandes temas de Gary, buque insignia de su etapa con el hard rock y el heavy metal, un auténtico trallazo que mantuvo en su repertorio en vivo durante toda su etapa con este género. Cierra la cara B y este directo Dallas Warhead, compuesto por Moore y publicado por primera vez en éste directo. Este tema, es una auténtica maravilla de toque jazz rock, y donde durante casi 10 minutos la guitarra de Moore, la batería de Aldridge y los teclados de Airey nos regalan unos duelos y unos sólos épicos. 

Live at the Marquee es un excelente álbum donde Gary Moore, muy bien acompañado, nos demuestra con este directo lleno de fuerza, rabia, densidad y calidad desbordante, que era un animal en directo. 

sábado, 6 de febrero de 2021

0037: Tequila - The champs


Finales de 1957 y nos encontramos al cantautor Dave Burgess en Challenge Records intentando grabar un par de canciones bajo el sobrenombre "Dave Dupree", la popularidad de este cantante oriundo de California estaba pasando por uno de sus momentos más bajos y las radios no pasaban sus nuevas grabaciones, la situación era limite y la compañía de discos le citó y le dió una última opción para que sacara un single que por lo menos entrara en las listas de venta y no pasara sin pena ni gloria por las casas comerciales. Estaba cerca la Navidad y tenía en la recamara su última bala, decidió contactar con una banda que conocía, The Flores Trio para que lo acompañara en sus nuevas canciones que tenía preparadas para grabar. En esa sesión de grabación, Burgess y su banda de apoyo grabaron la pegajosa "Train to Nowhere,", "Night Beat" y "All Night Rock", de ellas fue la primera la única que les convenció, pero aun necesitaban un tema del mismo empuje para la cara b del single y el tiempo de grabación se había terminado, la orquesta poco a poco se fue retirando, mientras estaban esperando los músicos que quedaba se  pusieron a tocar una canción que hacia tiempo le rondaba en la cabeza al saxofonista Daniel Flores, era un gran bebedor de tequila (una bebida alcohólica que lleva el nombre de un pueblo de México donde el ingrediente clave son las margaritas, a menudo, se prepara como un trago, lamiendo sal, tomando la bebida y luego chupando una rodaja de limón)  y durante su ejecución soltaba la palabra “Tequila”, Burgess se quedó escuchando y pensó que ahí estaba la solución a su cara B.


En enero de 1958 fue lanzado el single, con muchas buenas sensaciones, era el momento preciso para volver a ser reconocidos en las radios e intentar ser invitados a la Tv. La primera medida que tomó fue dejar su nombre y junto a la banda crear “The Champs”, pero "Train to Nowhere" no tuvo una gran recepción en las radios, y estaba pasando sin pena ni gloria desde su publicación, se acercaba el fin de su carrera como músico, pero como en una película le llegó una carta donde le mencionaban que, en gran parte de Cleveland, su single era todo un éxito gracias al lado B. La salvación fue "Tequila". Poco a poco los Dj's fueron poniendo en las radios y las fiestas esa melodía extremadamente divertida y ruidosa que despegó como una bala, hasta que un 28 de marzo de 1958 la canción llegaba al número 1 del Billboard donde se mantuvo 3 semanas seguidas, la banda no se lo podía creer. Aun en este siglo XXI empieza a sonar los primeros acordes del saxofón y un inexplicable movimiento empieza a recorrer tus piernas.


La música en historias: Los músicos de sesión XIX

 



     The Memphis Horns era un grupo, más concretamente una sección de instrumentos de viento estadounidense, considerada por muchos como la mejor sección de instrumentos de viento de la historia del soul. Comenzaron originalmente como un sexteto para ir reduciéndose con el tiempo y acabar como un dúo. El grupo se hizo famoso por sus innumerables colaboraciones y grabaciones para el mítico sello Stax Records, apoyando a otros artistas. Colaboraron prácticamente en todas las grabaciones del sello Stax que requerían de sección de viento. Isaac Hayes, Albert King, Otis Redding, Rufus Thomas ó Sam & Dave entre otros pudieron comprobar la enorme calidad de este grupo. Vamos con la decimonovena entrega dedicada a los músicos de sesión.



Wayne Jackson,
trompetista estadounidense nacido en West Memphis, Arkansas en 1941, y fallecido en 2016. Comenzó tocando la trompeta en los Mar-Keys, el germen de la famosa banda de apoyo de Stax, Booker T. & The MG's. Su trabajo en el sello Stax hará que acabe asociándose con el saxofonista Andrew Love, y juntos sean los creadores del famoso y característico sonido de viento del sello Stax. Después de llevar unos años trabajando para el sello Stax junto con Love y de realizar giras apoyando a The Doobie Brothers, Jimmy Buffet o Robert Cray entre otros muchos , se unen a los Memphis Horns. El grupo es autónomo y aunque no pertenece al sello Stax, realiza casi todas las grabaciones de grupos o artistas que graban allí y requieren de sección de viento. Luther Allison, Otis Redding, Aretha Franklin, Rob Thomas, Mark Knopfler, Bonnie Raitt, BB King, Billy Joel, José Feliciano y Peter Gabriel son sólo algunos de los artistas que pudieron disfrutar del sonido de Wayne jackson.



Andrew Love,
saxofonista estadounidense nacido en Memphis, Tennessee, en 1941, y fallecido en 2012. su interés por la música comienza desde bien niño, en la iglesia bautista en la que su padre ejerce como pastor. Después de seguir con su formación musical en la escuela secundaria y en la Universidad de Langston (Oklahoma), regresa a Memphis en 1965, comienza a trabajar en el sello Stax y se asocia con Wayne Jackson. Como hemos comentado anteriormente, los dos crean ese sonido característico de la sección de viento del sello discográfico. Después de trabajar como dúo grabando para multitud de artistas, los dos se incorporan a los Memphis Horns, y continúan su trabajo como músicos de sesión, apoyando a infinidad de artistas, Neil Diamond, Elvis Presley, Otis Redding, Lulu, Albert King, Joe Cocker, Keith Richards o Wilson Pickett son sólo algunos de ellos. Al Bell, copropietario del sello Stax, llegó a decir de Andrew, que a pesar de tener grandes saxofonistas a los que admiraba enormemente, ninguno le llegaba y le penetraba en el alma como Andrew Love.



Chad Cromwell,
baterista estadounidense nacido en Paducah, Kentucky en 1957. Con 3 años se muda con su familia a Memphis, y con 13 se muda a Nashville, Tennessee, donde permanece el resto de su infancia, y donde a la edad de 8 años comienza a tocar la batería mientras escucha discos en su habitación con unos cascos. Con 11 años ya toca en bandas de garaje del barrio donde vive. Su carrera despega en 1986, cuando empieza a grabar y hacer giras con Joe Walsh, y una año después empieza a colaborar con Neil young, con quien realiza varias giras y trabaja en varios discos, entre los que se encuentran Freedom (1989), Prairie Wind (2005), Living With War (2006) y Chrome Dreams II (2006). También ha participado en varios álbumes de Mark Knopfler, ha realizado una gira con Crosby, Still, Nash & Young, y ha trabajado con muchos otros artistas como Vince Gill, Diana Krall, Willie Nelson, Bozz Scaggs, Jackson Browne, Bonnie Raitt, Peter Frampton, The Beach Boys y Stevie Nicks entre otros. Además,, en el año 2000 formó  la banda Fortunate Sons junto con Michael Rhodes, Gary Nicholson, Kenny Greenberg y Reese Wynans.



Frank Ricotti,
vibrafonista y percusionista de jazz inglés nacido en Londres en 1949. Nacido en una familia donde se respira la música, decide seguir los pasos de su padre baterista, y se dedica a la percusión. Pronto llama la atención del maestro, saxofonista y compositor británico Bill Ashton, que le anima a proseguir con su formación musical. Ricotti se centra entonces en el vibráfono y desarrolla su  talento como compositor y arreglista tocando en la National Youth Jazz Ochestra, hasta que ingresa en el prestigioso Trinity College of Music en 1967, donde cursa sus estudios musicales hasta 1970. Desde finales de los 60 y hasta mediados de los 70 trabaja con Neil Ardley, Dave Gelly, Graham Collier, Mike Gibbs, Stan Tracey, Harry Beckett, Norma Winston, Godon Beck y Han Zimmer. También en esa época, y hasta principios de los 70, dirige su propio cuarteto de jazz. Es a partir de 1984, cuando se centra principalmente en su trabajo en como músico de estudio, colaborando con artistas como Status Quo, Freddie Mercury, Pet Shop Boys, Harvest, Meat Loaf, Rick Wakerman, Oasis, Tina Turner, Aztec Camera, Alphaville y Mark Knopfler entre otros. 



Carmine Rojas,
bajista, director musical y compositor estadounidense nacido en Brooklyn, Nueva York en 1953. Sus estilos abarcan rock, R&B, funk y jazz. Entre 1983 y 1987 acompaña a David Bowie por todo el mundo, y su bajo suena en varios éxitos del Duque (Let's Dance, China Girl, Mordern Love y Blue Jean entre otros). También, entre 1985 y 1986, realiza una gira como director musical y bajista de Julian Lennon. Entre 1988 y 2003 trabaja para Rod Stewart, desempeñando también el papel de director musical y bajista en sus giras, y participa coescribiendo temas en sus álbumes Vagabond Heart y A Spanner in te Works. Durante su extensa carrera musical también ha tenido tiempo de grabar, realizar giras y tocar junto a muchísimos artistas más, entre los que se encuentran Tina Turner, Keith Richards, Stevie Wonder, Ron Wood, Stevie Ray Vaughan, BB King, Mick jagger, Eric Clapton, Joe Bonamassa, Eric Johnson, Peter Frampton, Al Gree, Ian Anderson, Paul Rodgers, Steve Winwood, Billy Joel,Herbie Hancock, Lee Ritenour, Beth Harth, Sam Moore, Carole King, Michael Hutchence, Carlos Santana, Allen Toussaint, Glenn Hughes y Alphaville.

viernes, 5 de febrero de 2021

0036: Blue Train - John Coltrane

 


Seguimos saliéndonos del rock, pero es que la ocasión merece la pena, estamos ante uno de los grandes discos de John Coltrane, quizás el mejor saxofonista tenor que ha dado el Jazz, nacido el 23 de septiembre de 1926 en un poblado llamado Hamlet en Carolina del Norte, su padre fue un sastre que lo motivó a tocar el clarinete. Su madre también tocaba el piano en casa, por lo que siempre estuvo rodeado de música. En 1947 John Coltrane conoció a Miles Davis y tocaron junto a Sonny Rollins en Manhattan. Luego tomaron caminos separados y Coltrane tuvo la oportunidad de tocar con uno de sus ídolos y colega de “Bird” Parker, Dizzy Gillespie. Fue en 1955 cuando volvió a reunirse con Davis hasta que la adicción de Coltrane a la heroína interfirió en su carrera. En ese periodo difícil, John hizo equipo con el pianista Thelonious Monk, a quien se refería como un “arquitecto musical de primer orden”. Sin embargo, Monk, que dirigía su propio grupo de jazz, terminó acoplándose al sonido de Coltrane. Con 32 años de edad, John Coltrane se rehabilitó en su casa, según le gustaba decir 1957 le trajo “por la gracia de Dios” un despertar espiritual que le guiaría a una vida más rica, completa y productiva cuyo primer episodio fue Blue Train que no es sólo uno de los grandes discos de Coltrane, sino uno de los más destacados del jazz de los 50 y, sin exagerar, de toda la historia del género.

 

El disco se abre con el tema que le da el título, una de las composiciones más recordadas y celebradas de John Coltrane, en la que, partiendo de una melodía de blues, desarrolla una asombrosa improvisación con sus inimitables “sheets of sound” pero, también, con Charlie Parker como principal influencia presente. En este tema participa el sexteto al completo, el trompetista Lee Morgan, el trombonista Curtis Fuller, el pianista Kenny Drew, el tono bop de Lee Morgan (que incluso tocaba con una trompeta deformada hacia arriba, como Dizzy Gillespie) y unos soberbios riffs de Paul Chambers. La música que nos ofrecen es puro jazz, con un sonido duro, pero a la vez amable al oído. Una muestra del mejor hard bop. Sus melodías ricamente líricas son instantáneamente identificables por los oyentes veteranos, así como por los aspirantes a estudiantes de saxofón. Pero las canciones del álbum también provocan vagos recuerdos incluso de aquellos no iniciados en el mundo del jazz. La icónica pista principal, uno de los temas más pegadizos de todos los tiempos de Coltrane, podría fácilmente pasar por música de fondo reconfortante en una fiesta ruidosa o servir como un acompañante de jazz para cenar en tonos tranquilos que no alterará las conversaciones a la luz de las velas.

El disco de la semana 211: The Doors - Waiting for the sun

THE DOORS se había formado en 1965 y llevaban apenas dos años antes de publicar esa joya titulada "Light My Fire" y a la vez convertirse en una de las bandas psicodélicas más exitosas de los 60. Los cuatro fabulosos de Estados Unidos, eran el siempre controvertido cantante y poeta extraordinario Jim Morrison, el teclista Ray Manzarek, el guitarrista Robby Krieger y el batería John Densmore, tuvieron una exitosa carrera de dos años con los primeros dos álbumes "The Doors" y "Strange Days" utilizando material que Morrison había traído propio transformándolo en una infusión psicodélica salvaje. El sonido único de THE DOORS se debió al hecho de que los miembros tenían antecedentes tocando distintos géneros de jazz, rock, blues y folk complementados por la contribución poética de Morrison. En los dos primeros álbumes se unieron de manera espontánea y cohesiva casi por arte de magia, WAITING FOR THE SUN fue un esfuerzo mucho más exigente. Los miembros de la banda no solo estaban agotados por la vorágine de los conciertos en vivo y las presiones de la fama instantánea, sino que el comportamiento errático de Morrison hizo que la grabación y el proceso creativo fueran casi imposibles.

 

Inicia el álbum con uno de sus grandes clásicos, Hello, I Love You, quizás uno de los éxitos más comerciales que haya grabado la banda, fue una de sus primeras composiciones y no entiendo cómo no se publicó en cualquiera de sus dos primeros álbumes, es un gran trabajo, empezando por el riff de apertura hasta la voz de Jim Morrison. Sumémosle que la melodía fue lo suficientemente pegadiza para que tuviera una gran difusión en la radio, cuando se lanzó como single, alcanzó la posición número uno en los Estados Unidos, disfruto mucho con esta especie de pop psicodélico suave. The Kinks demandó el tema aduciendo que era similar a All Day y All of The Night , pero al final la demanda no llegó a ninguna parte. Love Street es otra canción bastante ligera, aunque me parece superior a Hello, I love you. Detenerse a escuchar ese tambor estilo jazz que acompañados del órgano y el piano logran transportan a un lugar relajante y bonito. Las voces y la letra también son realmente geniales, estamos ante la canción más dulce que jamás hayan hecho los Doors, y eso no tiene por qué ser malo. Como curiosidad detrás de la canción existe una historia real. Pamela, la entonces novia de Jim, se compró una pequeña boutique de moda en esa misma calle, en un principio era una distracción para mantenerla fuera de las giras, pero terminó cerrándola por quiebra y dejando para la posteridad una excusa para este tema. Not to Touch the Earth podría catalogarse como la pista más inquietante de este álbum, la letra está plagada de imaginación apocalíptica aumentada por un órgano y una guitarra realmente inquietantes, como acompañamiento a los gritos de Jim en el medio y al final de la canción, un caos y creo que así es como querían que sonara. El tema fue escrito junto con Nico durante el romance que tuvo con Jim Morrison. Summer's Almost Gone es una de las pistas más subestimadas de The Doors, contiene una letra genial con algo de guitarra blues, órganos y batería de jazz, parece una brisa pasajera al principio, con una melodía simple y directa. La típica canción que no te das cuenta de que te gusta hasta que descubres las veces que te han pillado cantándola o tarareándola.


 

 

Wintertime Love, es realmente extraña y corta, ni siquiera parece una canción de The Doors. Un tema pop, hecha al estilo de un vals de trance, pero a diferencia de "Hello, I Love You", pero sin ese toque The Doors que todos amamos. The Unknown Soldier fue el primer sencillo lanzado a pesar de que es una de las pistas que suenan menos comerciales del álbum, la canción tiene un ambiente dominado por el teclado antes de irrumpir una marcha de tambores militar y algunos disparos de rifle. Fue una canción muy difícil de tocar en vivo durante los años de la Guerra de Vietnam y se convirtió en una de las favoritas entre los fans, no es raro ya que estamos ante una de las mejores pistas de The Doors. Para mí es muy grande publicar así una canción contra la guerra criticando a los millones que solo dan a la guerra un momento fugaz de su tiempo mientras desayunan. La frase de "No nacidos vivos, muertos vivientes" puede ser una crítica de la existencia mundana de muchas personas. La canción concluye en ambiente de celebración con el anuncio "La guerra ha terminado". Para muchos es la cima del álbum. Una gran canción dramática, que muestra los sentimientos de Jim sobre las fuerzas armadas, con la que su familia tenía mucho que ver y en teoría a lo que estaba destinado, así que aprovechó cada oportunidad para patear las tradiciones familiares en público


Spanish Caravan destaca por su atrevida intro de guitarra flamenca dejando uno de los momentos más virtuosos de Krieger. La canción se basa en la famosa pieza clásica de Isaac Albéniz “Asturias (Leyenda)” y demuestra las influencias flamencas de la banda en general. Tras la guitarra, la canción avanza hacia un órgano conducido por la oscuridad, convirtiéndose en una jam de rock progresivo. Una canción estructurada en dos partes: una sección romántica donde predomina la guitarra flamenca y una parte más áspera, con teclado y guitarra eléctrica. Cada una por separado es magnífica, las combinas y tienes una canción realmente fascinante y cautivadora con un sello muy particular. My Wild Love para mí es una de las canciones más extraña, un tema que solo contó con la voz principal de Morrison, los coros de los otros miembros de la banda, algunos aplausos de apoyo y algunos efectos sonoros acompañado de una letra muy inquietante. We Could Be So Good Together, es la otra pista creada con Nico, una canción con un gran riff de órgano junto con algunos rellenos de guitarra decentes de Krieger, pero se queda bastante mediocre dentro del tono del álbum. Yes, the River Knows, una de las pistas más hermosas de The Doors en general. La letra es muy buena y el piano un lujo al alcance de pocos. Para mí, es una de las canciones de The Doors más subestimadas que existen, poesía de Morrison con música delicada y cantada con el tono del mejor barítono romántico de Jim y ciertos ramalazos a The Beatles. Five to One que con sus 4:22 minutos es la canción más larga del álbum, un auténtico blues rock. Jugada muy interesante de Jim, una bravuconería, en tu cara, que mostraba a Jim como el bluesman con barba en el que se estaba convirtiendo. Una canción fuera de lugar en cuanto al sonido, pero un buen final para el álbum.

 


WAITING FOR THE SUN a pesar de estar un poco por debajo de los dos primeros álbumes es imprescindible, aunque muestre una versión más comercial de THE DOORS dejándose llevar por las fuerzas que los habían colocado en lugares altos, plagado de fuertes ganchos melódicos respaldados por los sonidos instrumentales únicos que acompañaban la idiosincrasia única de Morrison.

jueves, 4 de febrero de 2021

0035: Come fly with me - Frank Sinatra

 


El 6 enero de 1958 Capitol presenta la primera colaboración entre Frank Sinatra y Billy May, (este ultimo fue culpable de que el álbum tuviera un tono agradable, divertido y acompañó de manera muy elegante a la magnífica voz de Sinatra) se publica un exquisito álbum titulado Come Fly With Me. Concebido libremente como un diario de viaje musical, el álbum mezcla atrevidos temas de swing, con exuberantes orquestaciones en las baladas más tranquilas. Entre ellas destaca la canción que da título al álbum, una legendaria y genial composición especialmente pensada para Frank Sinatra, para su voz, para la clase de swing donde más brillaba, la base, una melodía insuperable de Jimmy Van Heusen con letra de Sammy Cahn, los dos eran muy famosos en la escena musical estadounidense y muy amigos del cantante al punto de que siempre le cedían alguna que otra pieza musical para sus discos, entre las que destacaron “High Hopes" y la archiconocida "Love And Marriage”. Come fly with me fue ideada por Van Heusen y tuvo su inspiración en su pasión por volar y pilotar aviones, a la que sumó a una exótica letra, anuncia el viaje que vamos a emprender durante el album, nombrando lugares como Perú, Acapulco o Bombay. No olviden que el album incluyen títulos tan sugerentes como "La isla de Capri" ... "Claro de luna en Vermont" ... "Otoño en Nueva York" ... "En el camino a Mandalay" ... "Abril en París" ...

 

La canción es magnífica desde el crescendo de los violines que imitan el despegue y el viento haciendo un sonido que emula el de los reactores de un avión, después te deja en una agradable sensación como si estuvieras flotando a kilómetros de altura, mientras se desliza suavemente la voz incomparable de Sinatra en un swing relajado que nació para ser historia. El interludio musical, después del primer "Let's fly, let's fly away!", es un estallido que saca lo mejor de la orquesta de Billy May y que posteriormente ha sido muchas veces imitado. ¿Y qué decir de ese final? Después de "angels cheer,'cause we're together..." y el chasquido de los dedos de Sinatra, la canción se encamina hacia una conclusión con un Sinatra espectacular hasta ese culminante y sensacional "Pack up, let's fly away!". Toda una invitación irresistible.

 

No es de extrañar que “Come Fly With Me” sea un álbum tan popular. Aprovechó el optimismo de los Estados Unidos de la era Eisenhower a la perfección ... una época en la que nada era imposible y el éxito estaba ahí para tomar mientras la economía de la posguerra se aceleraba. Para el propio Frank Sinatra, este álbum también significó un hito en su carrera. Después del éxito de “Come Fly With Me”, su posición en la cima por fin estaba asegurada. Puede parecernos increíble ahora recordar a Frank Sinatra como la leyenda musical en la que se convirtió, pero había pasado por momentos difíciles.

Canciones que nos emocionan: I'd Rather Go Blind - Etta James

 

I'd Rather Go Blind, Etta James


     I'd Rather Go Blind fue compuesto por la maravillosa Etta james, grabado en 1967 en los famosos FAME Studios de Muscle Shoals, Alabama, y publicado por el sello dscográfico Cadet en 1968 como sencillo ocupando la cara B, y acompañado en la cara A por Tell Mama.

Durante 1967, Etta James deja de lado durante un tiempo su adicción a la heroína, y aprovechando este hecho se marcha a los FAME Studios de la localidad de Muscle Shoals, para grabar algunos temas, de entre los que sale I'd Rather Go Blind. El hecho de elegir estos estudios en parte fue porque era un lugar ciertamente aislado y donde era difícil conseguir y acceder al alcohol y las drogas.

Este clásico de blues sureño cargado de una gran calidad emocional y poética es concebido por Etta durante una visita a la prisión para ver a su amigo Ellington "Fugi" Jordan, quién se encontraba allí recluido. En dicha visita Etta oye a Ellington cantar un esbozo donde se lamenta por estar encarcelado y no saber cuando va a salir. A continuación Etta escribe el resto de la canción junto a Jordan. Cuando llega el momento de acreditar la canción Etta, además de acreditar a Jordan y a ella, por temas fiscales decice acreditar también a su pareja en aquel momento, Billy Foster, quién era miembro del grupo de doo-wop The Medallions. En 1968 el propio Ellington Jordan lanza su propia versión de I'd Rather Go Blind apoyado por el grupo de funk rock psicodélico Black Merda

La canción alcanza el puesto número 10 en las listas de Billboard R&B, y el puesto número 23 en la lista Billboard Hot 100. Desde entonces este tema ha sido versionado en muchísimas ocasiones, siendo de las más destacadas, las realizadas por Chiken Shack, Little Milton, Koko Taylor, Rod Stewart, BB King, Paul Weller y Joe Bonamassa & Beth Hart entre otros. 

Something told me it was over (yeah)
When I saw you and her talking
Something deep down in my soul said, "Cry girl" (cry, cry)
When I saw you and that girl, walking now
Ooh, I would rather, I would rather go blind boy
Than to see you, walk away from me child, no
Ooh, so you see, I love you so much
That I don't want to watch you leave me babe
Most of all, I just don't
I just don't want to be free no, ooh ooh
I was just, I was just, I was just sitting here thinking
Of your kiss and your warm embrace, yeah
When the reflection in the glass
That I held to my lips now baby (yeah, yeah)
Revealed the tears that was on my face, yeah, ooh
And babe, baby (baby, baby, baby) I'd rather
I'd rather be blind boy
Than to see you walk away, see you walk away from me, yeah, ooh
Baby, baby, baby (baby, baby, bay)
I'd rather be blind now

miércoles, 3 de febrero de 2021

0034: Great Balls of Fire - Jerry Lee Lewis

 

Pertenezco a una generación que descubrió a Jerry Lee Lewis a través de la caracterización de Dennis Quaid en el biopic que, de su vida y obra, se realizó en el Hollywood de finales de los 80. Para escribir estas líneas, busqué información más detallada en google y, aún hoy en día, la primera entrada que aparece al escribir Great balls of fire es la del videoclip de la histriónica interpretación de Dennis Quaid en la película, moviendo los labios sobre la voz de Jerry Lee Lewis e incendiando su piano durante una interpretación de lo más enérgica.

El auténtico Jerry Lee Lewis grabó en 1957 Great Balls of Fire para la discográfica Sun Records, un tema escrito por los compositores Otis Blackwell y Jack Hammer, y el sencillo se convirtió de inmediato en un éxito de masas, llegando a vender un millón de copias en la primera semana de publicación en Estados Unidos. Siguiendo con los guiños cinematográficos, y por aquello de saborear el auténtico café en lugar de recurrir a sucedáneos, cabe destacar que el propio Jerry Lee Lewis y interpretan Great balls of Fire en la película Jamboree, de 1957, en la que también aparecen artistas de la talla de Fats Domino o Frankie Avalon.

Jerry Lee Lewis destacó especialmente por su arrogante personalidad y la fuerza que transmitían sus interpretaciones al piano en directo, y es miembro de pleno derecho de ese reducido y elitista grupo de auténticos pioneros del rock and roll, del que también formaban parte Chuck Berry o Little Richard, entre otros. Tuvo siempre la etiqueta de rival alternativo o aspirante al trono de Elvis Presley, pero los frecuentes y sonoros escándalos que protagonizó en su vida privada acabaron por lastrar su carrera. Afrontó la siguiente década al abrigo de la música country, y décadas después logró de nuevo el merecido reconocimiento, gracias tanto al ingreso en el Rock and Roll Hall of Fame en 1986 como, especialmente, a la repercusión de la película Great Balls of Fire de 1989, esa que hizo que, aún hoy, al escuchar la canción, no pueda evitar ver a Dennis Quaid rociando de alcohol el piano y encendiendo una cerilla con gesto desafiante. En ese momento mágico, sabes que irremediablemente todo va a arder.


martes, 2 de febrero de 2021

0033: Twenty Flight Rock - Eddie Cochran

 

Twenty Flight Rock, Eddie Cochran


     Twenty Flight Rock es una canción escrita por Ned fairchild y Eddie Cochran. El tema aparece por primera vez en 1956 en la comedia cinematográfica The Girl Can't Help It, donde Eddie Cochran intepreta éste rock and roll dándole una aire rockabilly. Posteriormente el tema sería lanzado como sencillo en 1957.

En 1956 se graba una primera versión del tema en los Gold Star Studios de Los Ángeles, donde Eddie Cochran se hace cargo de las tareas vocales y la guitarra, y es acompañado por Connie "Guybo" Smith al contrabajo y Jerry Capehart golpeando un cartón. Entre mayo y agosto de 1957 Eddie vuelve a grabar en los mismos estudios el tema, ésta vez acompañado por Perry Botkin Sr. a la guitarra ritmica, Connie "Guybo" Smith al contrabajo y los Johnny Mann Chorus a los coros.

El tema es lanzado como sencillo por el sello Liberty Records en noviembre de 1957, ocupando la cara A y acompañado en la cara B por el tema Cradle Baby. La letra del este marchoso rock and roll nos habla de un novio que va visitar a su novia la cual tiene su apartamento en el piso 20 de un edificio, con tan mala suerte que el ascensor no funciona, y cuando por fín el novio llega al apartamento lo hace completamente agotado. Si bien en Estados Unidos el tema alcanzó un éxito moderado, fue en Europa donde se hizo muy popular y mantuvo buenas ventas durante un largo periodo de tiempo.


The Gary Moore Band - Grinding Stone (Mes Gary Moore)

Grinding Stone


 

     Nos situamos a finales de 1971, ese año Gary Moore graba con Skid Row su segundo álbum de estudio, 34 Hours, y realiza giras apoyando a grupos como The Allman Brothers band y Mountain entre otros. En ese periodo se da cuenta de las limitaciones que supone estar con Skid Row y decide dejar la banda entonces. Consigue un contrato con CBS Records y contrata músicos de apoyo, su idea: lanzar su carrera en solitario. Para ello forma su propia banda, denominada The Gary Moore Band, y contrata a  John Curtis (bajo) y Pearse Kelly (batería, percuión), Frank Boylan (bajo), Philip Donnelly (guitarra rítmica) y Jan Schelhaas (teclado), todos ellos experimentados músicos de sesión con los que se pone manos a la obra para grabar el material de su primer trabajo, un material grabado enteramente por él, y para la producción recurre al genio de Martin Birch.

El resultado es Grinding Stone, trabajo acreditado a The Gary Moore Band, aunque realmente podemos decir que es su primer disco en solitario. Un álbum donde Gary quizás todavía algo inseguro sobre que dirección de estilo tomar, decide regalarnos una ecléctica mezcla de blues, rock y jazz rock, si bien predomina durante todo el disco un sonido blues muy personal que Gary imprime. Este primer disco es el gran olvidado de Gary, pues con apenas 19 años nos demuestra dos cosas, su gran virtuosismo y que es capaz de componer y de tocar además varios estilos como blues, rock o jazz rock, los cuales le acompañarán a lo largo de su extensa carrera.



El disco se compone únicamente de 6 temas, siendo Grinding Stone el que abre la traca, un frenético rock instrumental con aires jazzisticos, donde deja claro que una de sus grandes influencias es la del genio Allan Holdsworth. Una pieza perfecta para interpretar en vivo y recrearse en improvisadas jam sesions, otra de las pasiones de Gary. Time to Hell, un potente tema con sabor a rithm & blues donde podemos escuchar la voz de Gary y donde vuelve a lucirse con su instrumento, la guitarra. Sail Across The Mountain, un medio tiempo donde Gary baja revoluciones y sorprende con una magnífica interpretación vocal. Según la revisión favorable que hizo de éste disco Billboard, consideró que éste era el mejor y más aprovechable tema del álbum, y con la que no puedo estar más en desacuerdo, pues siendo un buen tema, en mi opinión se ve ampliamente superado por Grinding Stone, Boogie My Way Back Home ó Spirit, las auténticas joyas de éste trabajo. The Energy Dance, tema donde curiosamente se luce el tecladista Jan Schelaas con unos teclados muy psicodélicos a la altura del sonido que imperaba en la época. Spirit, que con sus más de 17 minutos, es la auténtica joya del disco, y no llega a ser puramente instrumental pero casi. El tema comienza con una primera parte más jazzistica y psicodélica, y una segunda parte más progresiva con blues rock de alta calidad, y donde suenan unas percusiones y unos teclados con ritmos latinos al más puro estilo Santana. Este tema nos da pistas sobre la dirección que acabaría  tomando después de éste disco, uniéndose a la formación de jazz fusión y jazz rock Colosseum II. Cierra éste interesante disco Boogie My Way Back Home, un maravilloso blues rural tocado en formato semiacústio y que acaba desembocando en un frenético boogie rock, y donde nos demuestra que su amor con el blues no le vino de repente en los años 90, ya lo tenía dentro muchísimo antes. 

Grinding Stone es un disco muy recomendable, el gran olvidado de la carrera del guitarrista irlandés, prácticamente imposible de encasillar, pues Gary entremezcla sonidos como el blues, blues rock, rock, jazz ó boogie rock, estilos que manejaria a la perfección durante su extensa carrera, demostrando en aquél entonces además la enorme creativiad que atesoraba éste jovencito de 19 años.

lunes, 1 de febrero de 2021

0032: Jailhouse Rock - Elvis Presley

 


Jailhouse rock, que luego se convertiría en el título de su tercera película, la primera con MGM (Metro-Goldwyn-Mayer), se grabó un 30 de abril de 1957. Fue la toma número 6 la elegida por RCA para que fuese la Cara A de un single que se publicó el 24 de septiembre de 1957, con "Treat Me Nice", también de Jerry Leiber & Mike Stoller, en la Cara B. Este dúo es el responsable de composiciones como Houng Dog o Stand By Me en compañía de Ben E. King.


Elvis quería adentrarse en la actuación cinematográfica y desligarla de su carrera musical, algo que nunca conseguiría, sin embargo las canciones en esta película son una parte esencial del argumento, algo que pocas veces ocurrió en su cine. A finales de 1957, las pantallas de cine se llenaron de "El Rock de la Cárcel", la película fue dirigida por Richard Thorpe, quien también haría lo propio en otra cinta protagonizada por Elvis, El idolo de Acapulco. La primera escena que se filmó fue precisamente la secuencia del baile de Jailhouse Rock y está considerado como el primer videoclip de la historia. Ahí es nada. 

Pero es que además de su impacto en las pantallas de cine, las radios no paraban de radiar uno de los temas más pegadizos que jamás se hayan realizado: Jailhouse Rock. La canción arrasó y fue el noveno número uno del cantante en las listas americanas a la que Elvis dio, como casi siempre, el toque especial la encumbró de rock, a un tema que por la letra y donde se produce, una cárcel, algunos críticos han considerado siempre de temática gay. Jailhouse Rock" tiene una de las intros más memorables en la historia del rock: dos acordes de guitarra con golpes de caja. La intro dura apenas seis segundos, pero el patrón se repite a lo largo de los versos, estableciendo un firme gancho musical que sigue siendo la envidia de los compositores. La canción tiene lugar en una cárcel y cuenta como un alcaide permite una fiesta. 


Se han hecho innumerables versiones entre las que destacan las realizadas por Bruce Springsteen, Rod Stewart, Queen, además de un largo etcétera de artistas que han rendido tributo a uno de los temas legendarios de la historia del rock. Su popularidad en España también fue muy alta, no solo la versión del propio Elvis, en particular Los Teen Tops hizo una muy aceptable versión en castellano, también Miguel Ríos hizo una estupenda versión, aunque bastantes años más tarde cuando ya tenía su carrera consolidada.




La música en historias: Presentación Mes Gary Moore


 


     Se acabó enero y con él se marcha David Bowie, el genial artista que nos ha acompañado durante todo el mes y cuya compañía hemos disfrutado enormemente. Para el mes de febrero hemos elegido un artista que poco o nada que ver tiene con David Bowie, menos en una cosa, al igual que el Duque, éste artista, cual camaleón, siempre mostró inquietud por diferentes estilos musicales, sin importarle los resultados, pues unas veces estos le acompañaron y otras no tanto. Si a esto le sumamos que en este mes de febrero se cumple el décimo aniversario de su fallecimiento, teníamos claro en 7dias7notas que debía ser él quien ocupara nuestra sección mensual dedicada a desgranar la obra del artista de turno. Bienvenidos al mes dedicado a Gary Moore.

Gary Moore se interesó pronto por la guitarra, y gran parte de culpa de ello la tuvo el salón de baile que regentaba su padre, Bobby Moore, donde estuvo en contacto permanente con la música desde bien pequeño. Con 10 años obtiene su primera guitarra, una guitarra acústica marca Framus usada, y con 14 su primera guitarra eléctrica, una Rosetti modelo Lucky Squire, de la cuál siempre decía que era muy mala, hasta el punto que en una actuación se le rompió la parte de atrás mientras tocaba. Con 16 años se marcha de casa y se establece en Dublín, hecho que marcaría su futuro.

Es en Dublín donde gracias a su talento con la guitarra se une a un proyecto, desconocido por la mayoría de la gente, llamado Granny's Intentions, con el que debuta grabando Honest Injun, interesante álbum de blues rock con tintes folk y psicodélicos. Esta banda graba tres pistas del disco antes de que dos de sus miembros, John Hockedy (guitarrista) y Noel Bridgeman (batería) decidan abandonar. El resto de la banda regresa a Irlanda y deciden fichar a Gary Moore para completar el disco, el cual es acabado de grabar en los estudios Decca Records de Londres, y lanzado por Deram Records en 1970. Éste proyecto contó, además de con los mencionados Hockedy y Bridgeman, con Johnny Duhan (voz), Peter Cummins (bajo, fluta), John Ryan (piano, órgano, teclados), Pat Nash (batería) y Gary Moore (guitarra). Sin embargo, el proyecto estaba como quién dice, muerto antes de empezar. 

Después de la fallida aventura de los Granny's Intentions, Gary se une a un grupo llamado Skid Row, junto a Noel Bridgeman (batería), Brendan Shields (bajo) y Phil Lynott (voz). con Lynott mantendrá una amistad que durará hasta la muerte de éste y con el que escribirá grandes páginas de la historia del rock irlandes. Con Skid Row, Gary se adentra en los sonidos del rock psicodélico y permanece en la banda hasta 1972, fecha en la que consigue publicar su primer álbum en solitario bajo el nombre de The Gary Moore Band. En 1974 se muda a Inglaterra, donde vuelve a coincidir con Phil Lynott y sustituye en la banda de éste, Thin Lizzy, al guitarrista Eric Bell durante algunas actuaciones en vivo tras la marcha de éste. 

Pero Gary es culo inquieto, y se marcha de Thin Lizzy para embarcarse en el proyecto de la banda Colosseum II, la banda de John Hiseman, una gran banda de jazz rock y jazz fusión y donde permanece hasta 1977. A mediados de 1977 es llamado otra vez por Lynott para suplir al guitarrista Brian Robertson de su banda Thin Lizzy, con la cuál participa en una gira por Estados Unidos teloneando a Queen, y al año siguiente participa en la composición y grabación de Black Rose, uno de los mejores álbumes de Thin Lizzy y del rock irlandés de la historia. 

Es en 1978 cuando decide lanzar su carrera en solitario y con ayuda de amigos de Colsseum II y Thin Lizzy publica su segundo disco de estudio, Back On The Streets. Se  daba el pistoletazo de salida a una carrera donde Moore siempre investigó y jugó con otros sonidos, pues además del rock psicodélico, rock y jazz rock, también tocó hard rock, heavy metal, blues, blues rock y hasta coqueteó con la música electrónica. Si bien la discografía de Gary Moore es muy extensa, durante éste mes vamos a centrarnos en su carrera en solitario, y viajaremos a través de su discografía por los diferentes estilos musicales por los que se interesó. Quienes le conocían decían de él que era una persona ciertamente gruñona e irritable, y que era difícil trabajar con él, en parte atribuido a su exigente perfeccionismo, pues no dejaba nada al azar y consideraba que si él salía cada noche a darlo todo por el público que había ido a verle y pagaba por sus discos, no esperaba menos de los demás que le acompañaban y tocaban con él.

domingo, 31 de enero de 2021

0031: Peggy Sue - Buddy Holly

 

Peggy Sue, Buddy Holly


    El 20 de septimbre de 1957, bajo el sello Coral Records, se publica el tema Peggy Sue, grabado por Buddy Holly. Posteriormente, el 15 de noviembre de 1957, también se publica en el Reino Unido.

El tema fue escrito por Jerry allison, baterista de The Crickets, la banda de acompañamiento de Buddy Holly, y por Norman Petty, músico y porductor de discos que solía trabajar con Buddy Holly and The Crickets. La grabación del tema se produce entre el 20 de junio y el 1 de julio de 1957, y durante estas sesiones se encuentran presentes Norman Petty, que se encarga de la producción, y Buddy Holly acompañado del baterista Jerry Allison y del contrabajista Joe B. Mauldin, miembros de The Crickets, el grupo de compañamiento de Buddy.

El tema se iba a titular originalmente Cindy Lou, en honor a la hija de la hermana pequeña de Buddy, Pat Holley Kater. Cuando Jerry Allison se entera, le pregunta a Buddy si podría cambiar el título del tema por el de Peggy Sue, en honor a una chica con la que estaba saliendo, Peggy Sue Gerron, y con la que había discutido. La intención de Allison era salvar la relación con su novia Peggy, cosa que consiguió, y además de salvar la relación se casó con ella una año después, en 1958, aunque se acabarían divorciando 9 años después.

Jerry Allison estaba teniendo problemas para grabar el ritmo de de la batería de la canción, pues no acababa de coger el tempo en el que había sido escrita. Para motivarle, el productor Norman Petty le dijo: "Si no lo haces bien en la siguiente toma, cambiaremos el nombre de la cación de nuevo a Cindy Lou"; ni que decir tiene que aquello espoleó y motivó lo suficiente al baterista y grabó la toma siguiente satisfactoriamente. Inicialmente el tema estaba únicamente acreditado a Norman Petty y Jerry Allison, Buddy Holly sería acreditado como coguionista después de su muerte ante la insistencia de jerry Allison. El tema tiene un curiosidd, fue el primer éxito acreditado a Buddy Holly sin su banda, en aquellos tiempos las canciones de Holly eran publicadas por los sellos Coral Records y Brunswick Records, ambos pertenenientes a Decca Records, y la primera edición con Coral sólo se le acreditaba a él, mientras que una posterior con Brunswick acreditaba también a The Crickets.


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La música en historias: Finaliza el Mes David Bowie

 


Finaliza el #MesDavidBowie, y mientras paseo por un bulevar cercano a mi casa, tengo la sensación de que, para abarcar toda la obra del Duque Blanco, tendríamos que haberle dedicado el #trimestreDavidBowie, para poder profundizar en muchos otros discos relevantes de su extensa discografía. Al final del bulevar, me detengo en un pequeño recodo de la calle, desde el que se accede a una zona de pistas de skate, en la que el gris de las rampas de cemento está salpicado de pintadas de grafiteros. Pienso en la portada de Lodger (1979), el tercer disco de la trilogía berlinesa, con un Bowie caracterizado como si se hubiera desplomado desde gran altura o, por qué no, como si se hubiera caído de un patinete en una de esas cuestas de áspero cemento. Lodger no era tan áspero ni tan atropellado como la portada sugería, y no llegaba a las cotas de experimentación de los dos discos anteriores, pero aportaba de nuevo un buen puñado de canciones al "universo Bowie".

Al caer la tarde sobre las solitarias pistas de skate, el lugar empieza a tornarse algo inquietante. No vivo en un barrio peligroso, pero las sombras que proyectan las luces de las farolas al iluminar las afiladas rampas hacen que mi imaginación se dispare y mi mente se ponga en alerta ante la posibilidad de encontrarme con monstruos terroríficos como los de Scary Monsters (1980), considerado por muchos como el último gran disco de Bowie, tras el que su patinete se lanzó en caída libre por una de esas escarpadas rampas del destino. Y hablando de patinetes, como no recordar que, precisamente, la primera vez que vi a Bowie fue montado en unos patines, en el vídeo promocional de "Day in day out", el single de lanzamiento del fallido Never let me down (1987), uno de sus desvaídos discos de los ochenta. El bajo tono general del disco no impide que, en mi caso, y quizá asociado a esa potente imagen de un Bowie con cazadora de cuero, patines y guitarra eléctrica, cantando sobre la difícil vida de una madre en los suburbios de la gran ciudad, la canción siga teniendo mi indulto permanente.

Ya en los 90, Black tie, white noise (1993) fue uno de los primeros discos con los que estrené mi primer equipo de sonido en CD, y aunque seguían siendo escasas las vetas doradas que se podían encontrar en sus discos, el brillo de "Jump they say" mantenía la esperanza en que la llama de los geniales discos de los setenta volviera a prender en algún momento. Lo hizo, de manera más o menos intermitente, en esa extraña pero meritoria obra conceptual llamada Outside (1995), protagonista de una de mis primeras citas con mi futura mujer. Paseando por el centro de Madrid, pasamos por delante de una tienda de discos, y le pedí que me acompañara a su interior por tan solo unos minutos. Al fin y al cabo, si iba a convertirse en la mujer de mi vida, tenía que empezar a acostumbrarse al mayor y más sano de mis muchos vicios. 

De allí salí con ella de la mano, y con Outside bajo el brazo. ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Pues ya puestos, que Bowie hubiera mantenido el pulso firme de discos como The Buddha of Suburbia (1993), Earthling (1997)Heathen (2002), frente a discos más apagados y desiguales como Hours (1999) o Reality (2003). Que el tiempo se hubiera detenido eternamente en ese inesperado gran retorno que fue The Next Day (2013), y que una estrella negra no hubiera anunciado nunca el final de su vida y de su obra en Black Star (2016). Pero el tiempo sigue su rumbo de manera inexorable, y ya es noche cerrada en las pistas de skate del barrio. Un perro ladra a lo lejos, y se oye el ruido de alguien dando una patada a lo que parece una lata de refresco vacía. Los monstruos terribles se acercan, y es el momento de regresar a casa. Al volver sobre mis pasos, y por sólo un segundo, juraría haber visto por el rabillo del ojo una delgada silueta enfundada en una cazadora de cuero, alejándose patinando al mismo tiempo que el #MesDavidBowie llega a su fin.

sábado, 30 de enero de 2021

0030: Everyday - Buddy Holly

 


Nacido en Texas el 7 de septiembre de 1936, gran parte de la leyenda de Holly es tristemente absorbida por su famosa muerte, un momento en la historia conocido como “el día en que murió la música”. Involucrado en un accidente de avión junto a Ritchie Valens y The Big Bopper, Holly murió tristemente en el apogeo de su fama. Solo tenía poco más de 20 años, pero, a pesar de su corta edad, había comenzado a ser aclamado en todo el país y más allá. A medida que la nueva generación del rock 'n' roll pasó a primer plano, fue tomando fuerza la música pop y Holly fue un miembro fundacional en la fiesta de bienvenida a este estilo musical, aunque solo haya publicado tres LP en su desgraciadamente corta carrera.

 

'Everyday', fue publicada a finales de 1957 una vez que ya se había separado del grupo The Crickets y en pleno despegue, en los créditos aparece como autores Charles Hardin y Norman Petty. Charles Hardin es en realidad Buddy Holly: su verdadero nombre era Charles Hardin Holley. Este tema sirvió como cara B de posiblemente la canción más conocida de Holly, 'Peggy Sue', pero, tras el paso de los años, la canción se ha convertido en un clásico por sí solo. En una época en la que la instrumentación en la música comercial aún estaba encontrando su camino, Holly cuenta con un bajo acústico, una guitarra acústica, voces y un estaño teclado glockenspiel llamado Celesta. Sin embargo, es la percusión es lo más curioso dentro de la canción, ya que se improvisaron palmadas sobre la rodilla para llevar el ritmo de la canción.

 

La letra nos habla de cómo el amor es más vertiginoso que una montaña rusa, cada vez es más fuerte y que está a la espera de que se tenga el valor de declararse. Puede que tenga que esperar para alcanzar ese momento verdadero, pero sabe que le llegará. Ocupa el puesto 238 en la lista de la revista Rolling Stone de las "500 mejores canciones de todos los tiempos".