"Ojalá se nos recuerde por Kashmir en lugar de por Stairway to heaven” dijo Robert Plant sobre una de las canciones estrella de Physical Graffiti (1975), el sexto álbum de estudio de la banda y su último gran disco, una obra repleta de intensos riffs marca de la casa en la que Led Zeppelin va mucho más allá de la concepción de un disco de rock, abriendo su paleta estilística a una impresionante variedad de estilos musicales, que van del hard rock al rock and roll, y de las baladas orquestales a los intensos blues acústicos o a los sonidos étnicos de Kashmir, su canción cumbre.
Llamada inicialmente "Driving to Kashmir", fue planeada en un primer momento como un instrumental en el que John Paul Jones tocaba el mellotron, acompañado por una orquesta de músicos de sesión que interpretaban arreglos orquestales de influencias arábicas. Robert Plant aportó entonces una letra que había escrito durante un viaje por el desierto del Sáhara, y las piezas encajaron al instante en Kashmir, una grandiosa pieza de rock progresivo y sinfónico en la que incluyeron una espectacular sección de orquesta de instrumentos de metal y cuerda.
Kashmir es para los miembros de Led Zeppelin "la canción definitiva" de la banda, el momento cumbre en el que lograron aunar lo mejor que cada uno de ellos podía ofrecer por separado al sonido de la banda, y una canción en la que lograron cotas máximas de intensidad sin la necesidad de moverse en los tradicionales arquetipos del heavy metal, una etiqueta de la que los cuatro músicos siempre intentaron huir. Y finalmente lo lograron, "conduciendo hacia Kashmir" y adoptando de manera brillante sonidos de la música de Marruecos y de Oriente Medio.
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