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martes, 17 de enero de 2023

0747.- Immigrant song - Led Zeppelin


Immigrant Song 
es la primera canción de "Led Zeppelin III" (1970), el tercer álbum de estudio de Led Zeppelin, y muy probablemente la mejor canción de ese disco. Fue publicada como sencillo ese mismo año, convirtiéndose en el primer tema de los Zeppelin en alcanzar el top 15 en las listas de ventas estadounidenses, pero cada vez que pienso en Immigrant Song no es su éxito o sus cualidades musicales lo primero que me viene a la cabeza, sino la escena de "School of Rock" (2003) en la que Jack Black la escucha mientras conduce su furgoneta. El sentimiento con el que la canta refleja perfectamente el subidón de adrenalina que los feroces gritos guerreros de la canción transmiten al escucharla.

Los guerreros no eran otros que los vikingos, pues la canción está dedicada a Leif Erikson (970 - 1020), un explorador vikingo conocido como "El afortunado", y protagonista de una teoría que le considera uno de los primeros europeos que llegó a América del Norte, siglos antes del descubrimiento de América. La letra hace referencia a la mitología vikinga ("El martillo de los Dioses" se convirtió incluso en un sobrenombre no oficial de la banda), mientras que los gritos emulan los de los vikingos, remando decididos en su búsqueda de nuevas tierras que conquistar. 

Acompañando a los icónicos gritos de un pletórico Robert Plant, la excelsa guitarra de Jimmy Page y la base rítmica del bajo de John Paul Jones y la batería de John Bonham son también tan poderosas como un barco lleno de fieros vikingos listos para el abordaje, creando una pieza irrepetible que combina a la perfección la fiereza con el ritmo, una barbaridad sólo al alcance del "martillo de los Dioses" de Led Zeppelin.

sábado, 24 de septiembre de 2022

0632.- Whole lotta love - Led Zeppelin



Whole Lotta Love es la canción con la que arranca Led Zeppelin II (1969), el segundo álbum de Led Zeppelin, y uno de los singles de la banda en ese año en los Estados Unidos (en aquella época, el grupo no publicaba singles en el Reino Unido), con Living Loving Maid (She's Just a Woman) en la cara B. Es una explosiva mezcla de rock y blues eléctrico, con una gran interpretación vocal por parte de Robert Plant y, sobre todo, un riff de Jimmy Page para la historia.

Mucho se ha hablado de las licencias que los grupos de la época, y en especial Led Zeppelin, se tomaban a la hora de tomar ideas de viejos temas de blues para la creación de las suyas propias. En el caso de Whole Lotta Love, hay partes de la letra que están sacadas de la canción de Willie Dixon "You Need Love", grabada por Muddy Waters siete años atrás. Small Faces la grabaron también como versión en 1966, con el nombre de You Need Loving, y en 1969 llegó el turno de los Zeppelin, que no acreditaron a Dixon en la canción, y en un juicio celebrado por los derechos en 1985 tuvieron que reconocer su autoría parcial en el tema y compensarle con un pago por los beneficios obtenidos por la canción.

Mas allá de los conflictos por la mayor o menor inspiración en el tema de Dixon,  lo que es innegable es que estamos ante una de las mejores canciones de la banda, la número 75 entre las mejores canciones de todos los tiempos según la revista Rolling Stone, y el mejor riff de guitarra de todos los tiempos para los oyentes de la BBC Radio 2 en 2014. El riff fue lo primero que compusieron para la canción, a partir de una grabación de treinta segundos que Page mostró al grupo en el verano de 1968, a partir de la cual fueron construyendo el resto de esta monumental canción.

miércoles, 15 de junio de 2022

531.- Communication Breakdown - Led Zeppelin



Communication Breakdown (Avería en la comunicación) es una de las canciones más significativas del álbum de debut de la banda inglesa de rock Led Zeppelin, publicado en 1969 con el nombre de la banda como título. La letra habla de un corte en la comunicación, pero se refiere en realidad a la dificultad del protagonista en lograr trasladarle a su amada todos los sentimientos y la excitación que ella le provoca:

En las estrofas se da rienda suelta al sentimiento ("Hey chica, hay algo que tú necesitas saber, Hey cariño quiero decirte que te quiero. Quiero tenerte entre mis brazos, nunca te voy a dejar marchar..."), pero al llegar al estribillo comprobamos que o bien no ha logrado decírselo, o sus palabras no han tenido el efecto deseado en ella (¡Avería en la comunicación, siempre es lo mismo, avería en la comunicación, me pone de los nervios!)

Más árida y rockera que otras grandes obras posteriores de Led Zeppelin, en Communication breakdown destacan por igual todos los miembros de la banda, empezando por la intensa voz de Robert Plant, continuando por las fieras guitarras de Jimmy Page y las densas líneas de bajo de John Paul Jones y terminando con la contundente batería de John Bonham. Todos juntos entregan una pieza de hard rock rabioso y atemporal, posteriormente versionada por artistas del calibre de Iron Maiden o Wolfmother.

domingo, 22 de mayo de 2022

Led Zeppelin - Physical Graffiti (Mes Led Zeppelin)



"Ojalá se nos recuerde por Kashmir en lugar de por Stairway to heaven” dijo Robert Plant sobre una de las canciones estrella de Physical Graffiti (1975), el sexto álbum de estudio de la banda y su último gran disco. La revista de heavy metal Kerrang! lo calificó en un ranking de 1989 como el mejor álbum de heavy metal de la historia, pero Physical Graffiti, pese a estar repleto de intensos riffs marca de la casa, va mucho más allá de esa etiqueta estilística y toca una impresionante variedad de estilos musicales, que van del hard rock al rock and roll, y de las baladas orquestales a los intensos blues acústicos o a los sonidos étnicos de la ya mencionada Kashmir.

CARA A

El tremendo banquete que supone la escucha de Physical Graffiti comienza con un "pastel de natillas" (Custard pie), un dulce aperitivo con referencias sexuales implícitas en la letra, para acompañar al primero de los platos fuertes del disco: The Rover es uno de los mejores temas de la discografía de Led Zeppelin, una pieza de intenso hard rock construida sobre un riff monumental. Escrita originalmente en formato acústico, durante las sesiones de Houses of the holy fue tomando cuerpo pero no fue hasta Physical Graffiti cuando tuvieron la canción lista para ser lanzada. Plant se luce con la voz en este tema, como lo hace justo después Jimmy Page con la guitarra en In My Time of Dying, la canción más larga del disco con sus más de 11 minutos de blues eléctrico y hard rock. Basada en una canción tradicional y en la versión que de la misma hizo Bob Dylan, el gran mérito de los Zeppelin fue convertirla en una intensa suite de blues rock con diferentes secciones, y es un colofón brutal para una primera cara tan completa como intensa.

CARA B

Houses of the Holy es, como su nombre indica, la canción que iba a dar título al anterior disco de la banda, pero pese a ser una canción eléctrica y pegadiza, no sintieron que encajara en aquel álbum. Afortunadamente, sí que encontró su sitio dentro de la gran obra que es Physical Graffiti. También recuerda al anterior disco el tema Trampled under foot, con una marcada influencia funk y un gran solo de guitarra de Page, con efectos wah-wah incluidos. Surgió de una improvisación de John Paul Jones, y tanto Plant como Page colaboraron después en darle forma y acabarla. La letra se basa en la de Terraplane Blues de Robert Johnson, pero sustituyendo la temática de la infidelidad por la de la tentación sexual. Tras estas dos grandes canciones, llega el auténtico cataclismo del disco, una canción llamada inicialmente "Driving to Kashmir", y planeada en un primer momento como un instrumental en el que Jones tocaba el mellotron, acompañado por una orquesta de músicos de sesión que interpretaban arreglos orquestales de influencias arábicas. Robert Plant aportó una letra que había escrito durante un viaje por el desierto del Sáhara, y las piezas encajaron al instante en Kashmir, una grandiosa pieza de rock progresivo y sinfónico.

CARA C

Sólo con lo que ofrece el primer disco de Physical Graffiti ya podemos hablar, sin riesgo a caer en la exageración, de uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos, pero este gran "grafiti físico" aún esconde en su paleta de colores algunas tonalidades interesantes, como es el caso de In the light, que abre el segundo disco profundizando en la vertiente progresiva y psicodélica del grupo. Comienza con el exótico sonido de un arco de violín rasgando una guitarra acústica, y entremezclándose con el sintetizador de John Paul Jones, para dar paso después a la voz distorsionada de Plant, que a su vez será la antesala de una nueva demostración de hard rock de guitarras afiladas. Tras este tempestuoso arranque, llega la calma de Bron-Yr-Aur y Down by the seaside, temas acústicos que grabaron en una esotérica cabaña de Escocia durante las sesiones para Led Zeppelin III. Cierra esta tanda de manera brillante la compleja balada Ten Years Gone, en la que se llegaron a emplear hasta 14 pistas de guitarra, aunque no consigue alejar la sensación de que en esta cara del disco han bajado algo el listón.

CARA D

En la última cara del disco siguen apareciendo descartes de otros discos como Night Flight, rescatada de las sesiones de Led Zeppelin IV, un buen arranque a ritmo de órgano Hammond. Encontramos después una nueva composición llamada The Wanton song (la canción insensible), surgida de una improvisación en el estudio, a la que se le añadió en tomas posteriores una letra sobre la infidelidad y un solo de guitarra en el que se introdujo un eco que reprodujeron del revés, para que sonara por delante de las propias notas que lo generaban. Tras esta canción, volvieron a buscar en el baúl de las grabaciones para rescatar Boogie with Stu de entre las improvisaciones que realizaron junto a Ian Stewart, teclista de los Rolling Stones, para las sesiones de Led Zeppelin IV en 1971, en la misma sesión en la que grabaron el tema Rock and Roll. No sería la última repesca, porque Black country woman fue grabada por primera vez en 1972 para Houses of the holy, y descartada en ese primer momento porque un avión pasó sobre sus cabezas mientras la grababan. Para terminar, y aterrizar como es debido tras un vuelo musical tan intenso, la banda incluyó como cierre el frenético Sick Again, en el que destaca especialmente la intensa y rotunda batería de John Bonham y una letra que describe las relaciones del grupo con las LA Queens, nombre con el que se referían a las groupies.

LA PORTADA

Un artefacto de la potencia de Physical Graffiti no podía ser presentado en cualquier envoltorio, por lo que para la portada, una vez más, se esforzaron en la creación de algo que perdurara y resultara icónico. Lo encontraron entre el número 96 y el 98 de St. Mark’s Place en el East Village neoyorquino, un enclave relevante del movimiento hippy de los años 60 y del punk en los 70. Fue además el escenario elegido para grabar un video de los Rolling Stones (Waiting on a friend, grabado en 1981 en las escaleras del mismo edificio), y acogió los primeros shows de la Velvet Underground. Para convertir la fachada del edificio en la portada del disco, el ilustrador Mike Doud eliminó una de las cuatro plantas para que la fachada pudiera encajar en las dimensiones de la carpeta del vinilo.

En la funda original había huecos en las ventanas a través de las cuales se podían visualizar las fotos interiores, que aludían a canciones famosas de la banda como Black Dog o Stairway to Heaven. Como buena portada de Led Zeppelin, no escapa a las teorías e interpretaciones misteriosas. En este caso, se ha dicho que las dos puertas hacen referencia a los caminos mencionados en “Stairway to Heaven”. En la contraportada, dónde la foto aparece invertida, el portal iluminado permanece cerrado, mientras el otro muestra la puerta abierta a la oscuridad, en referencia al esoterismo y la brujería mística con la que jugaban los miembros del grupo. El hombre en las escaleras, que podría ser John Bonham, está sentado junto al camino oscuro. O quizá era Robert Plant el que estaba allí sentado, pensando si realmente serían más recordados por Physical Graffiti que por Led Zeppelin IV. En sus grandes momentos, el primero no palidece ante el segundo, aunque aquella escalera llevara al cielo y esta puerta conduzca a la oscuridad del infierno.

domingo, 15 de mayo de 2022

Led Zeppelin - Houses of the Holy (Mes Led Zeppelin)



El quinto álbum de Led Zeppelin fue toda una ruptura con la trayectoria seguida en los discos anteriores, empezando por el título, que por primera vez no es homónimo. Tras Led Zeppelin I, II, III y esa obra maestra que todo el mundo bautizó como Led Zeppelin IV, Houses of the Holy tenía la difícil papeleta del ¿Y ahora qué? El reto era tan grande como la Calzada del Gigante que aparece en la portada del disco, diseñada por los genios de Hipgnosis, habituales diseñadores de las portadas de Pink Floyd, y el "ahora" de Led Zeppelin en 1973 consistió en un alejamiento consciente de las estructuras de blues, para abrirse a estilos tan variopintos como el reggae o el funk.

Pero tranquilos, que no estamos hablando de un cambio radical, sino de un enriquecimiento de su paleta de sonidos, y de una experimentación aplicada con tino y en su justa medida, sin perder en ningún momento su esencia como banda de rock. Como ya era habitual en los discos anteriores, todos los instrumentos y voces fueron grabados por los cuatro miembros del grupo. Y quizá es eso lo que más destaca en The Song Remains The Same, la manera tan engrasada de sonar como banda, en un arranque que mantiene sus credenciales rockeras y su potente base rítmica, con la batería de John Bonham y el bajo de John Paul Jones al servicio de los intensos riffs y la distorsión de la guitarra de Jimmy Page, y de la intensa voz de Robert Plant

The Rain Song tiene un marcado sabor acústico en las guitarras y en el piano interpretado por John Paul Jones. Estamos ante un tema más suave y melódico, aderezado por unos intensos arreglos de cuerda. Es un buen preámbulo para Over the hills and far away, uno de los temas estrella del disco. Comienza con la guitarra acústica de Page dándole un tono folkie, para mutar después y adentrarse en terrenos eléctricos, con uno de los riffs más característicos de la banda. Hasta aquí, el disco transita una línea cercana a lo que podíamos encontrar en los discos anteriores, pero con The Crunge rompen literalmente el molde, y la voz de Plant se mueve y serpentea sobre una base cercana al soul funk de James Brown. Ya sea como parodia, o como un intento real de abordar ese estilo, el resultado es una auténtica rareza en la discografía de la banda.

El pegadizo riff de Dancing Days nos devuelve en parte a la senda de la normalidad, y sin embargo no mejora al anterior tema. Jimmy Page vuelve a enchufar su guitarra y a llevarnos de regreso al rock. No es una de las canciones de Led Zeppelin que me llevaría a una isla desierta, o mejor dicho, a las fría costa de la Calzada del Gigante en Irlanda del Norte, pero cumple su labor "analgésica" entre las dos grandes experimentaciones del disco. El "¿Y ahora qué?" se convirtió para muchos en "Qué es esto?" en D'yer Maker, en la que el reggae se cuela en una pieza de rock. Pese al rechazo y la incomprensión inicial, es justo reconocer el gran trabajo de John Bonham en la batería, y el valor de la banda para arriesgarse y buscar nuevos horizontes en su música.

Cualquier debate al respecto queda apagado enseguida, con las primeras notas de piano de No Quarter, la auténtica joya de un álbum que brilla en conjunto a gran altura. Da igual si, hasta llegar a este punto del disco, has sido defensor del cambio o detractor del mismo, cuando suena el riff de Page y la voz distorsionada de Plant, sabes que la magia ha vuelto. No se había ido realmente, pero cuando aparece en esta forma es cuando más se les disfruta. Es tan épica y tan sinfónica que, para que negarlo, ésta sí que me la llevaría a la Calzada del Gigante, a pasear entre las majestuosas piedras inmortalizadas en la portada del disco. Y aún me quedaría un rato absorto ante semejante obra maestra de la naturaleza, escuchando como The Ocean pone el acertado y rockero punto final a otra gran obra, creada también por las manos de unos gigantes, a los que todos conocemos como Led Zeppelin.