viernes, 15 de marzo de 2024

Disco de la semana 369: Payin' the Dues - The Hellcopters

 

Payin' th Dues, The Hellacopters


     Payin' the Dues es el segundo álbum de estudio de la banda sueca The Hellacopters, y el último que presenta a su guitarrista fundador Dregen antes de su salida de la banda para centrarse a tiempo completo en su otra banda, Backyard Babies. Fue grabado en febrero de 1997 en los Sunlight Studios de Esctocolmo, Suecia, bajo la producción del propio grupo, de Andrew Shit y de Tomas Skogsberg, y publicado el 1 de octubre de 1997 por el sello discográfico White Jazz Records. Fue lanzado simultáneamente tanto en CD como en vinilo, sin embargo la canción City Slang únicamente estaba disponible en la edición de vinilo. Las ediciones iniciales fueron de 2000 unidades de humo transparente y 2500 unidades de vinilo violeta. Posteriormente estuvieron disponibles dos ediciones adicionales en dos versiones diferentes de vinilo negro.

El disco obtuvo críticas positivas por parte de la prensa especializada, y la banda realizó un gira por Escandinavia para promocionar el álbum, que les llevó por Suecia, Dinamarca y Noruega. Payin' the Dues fue relanzado en Estados Unidos en octubre de 1999 con un disco adicional de pistas extras en vivo, la cuales fueron grabadas en The Starfish Room en Vancouver el 28 de mayo de 1999 y contaron con Scott Morgan como invitado especial. 

La banda había comenzado en sus inicios con un sonido que se movía entre un punk y un speed metal muy agresivos. Disco a disco y con el tiempo The Hellacopters fueron evolucionando hacia un rock and roll menos cacofónico, más clásico y más elegante, y Payin' the Dues marcó el inicio de esa transición, con un sonido y un estilo entre punk y el metal, y todo ello con una gran solvencia musical. De hecho estamos ante un álbum que apenas llega a los 30 minutos de duración, y no nos vamos a aburrir en absoluto con la descarga que nos espera. Todas las canciones están acreditadas a la banda, y vamos a poder disfrutar de temazos como You Are Nothin, Hey!, Where the Adcition o Soulseller.

Desde el primer acorde, el álbum desata una tormenta de riffs abrasadores, ritmos contundentes y melodías contagiosas que llevan a los oyentes en un viaje nostálgico a la época dorada del género. Desde el principio del álbum y hasta el final, la banda realiza toda una declaración de intenciones, con su energía implacable y su actitud desafiante. La voz ronca y poderosa del vocalista Nicke Andersson se eleva sobre la cacofonía de guitarras distorsionadas y la sección rítmica implacable, creando una sensación de urgencia palpable que se mantiene durante todo el álbum.

A lo largo de Payin' the Dues, el grupo demuestra su habilidad para fusionar influencias clásicas con un enfoque moderno y fresco. A lo largo de todo el disco canalizan la ferocidad del garage rock de los años 60, siendo capaces de añadir en otros momentos un toque de psicodelia y experimentación sónica. Otra de las cosas que hace que Payin' the Dues sea verdaderamente notable es su sinceridad y autenticidad, en un momento en que el rock comercial estaba dominado por sonidos pulidos y producciones excesivamente elaboradas, The Hellacopters optaron por abrazar la crudeza y la imperfección. Este enfoque se refleja en la producción del álbum, que captura la energía cruda y la intensidad visceral de la banda en su forma más pura.

A pesar de su lanzamiento hace más de dos décadas, su influencia se extiende mucho más allá de su país de origen, sirviendo como inspiración para una nueva generación de músicos que buscan mantener viva la llama del rock and roll. Payin' the Dues es un recordatorio de que, incluso en un mundo en constante cambio, nos queda el poder del rock and roll para emocionar, inspirar y liberar. Y una última reflexión, ante este gran trabajo uno tiene que preguntarse que hubiera pasado si esta banda en vez de sueca fuera estadounidense.

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