Escrita por Mick Jagger y Keith Richards, tiene una carga mucho más política y de reivindicación social que el resto de canciones del disco, con una letra que condensa dos historias diferentes, ambas inspiradas en episodios reales. Por un lado, el incidente de un policía de Nueva York disparando a un chico en el corazón por error ("Tú, rompecorazones, con tu 44..."), y por otro, la muerte por sobredosis de una chica de diez años en una acera de una calle cualquiera de la ciudad.
Musicalmente, destaca por su sonido de reminiscencias funk y una brillante interpretación de clarinete de Billy Preston, creando una atmósfera que la revista Rolling Stone describió como "R&B urbano". Jim Horn se encargó de los arreglos de viento, tocando el saxofón junto al habitual Bobby Keys, omnipresente en casi todas las grabaciones y actuaciones de la banda, mientras que entre Mick Taylor y Keith Richards se repartieron las diferentes guitarras que suenan a lo largo del tema. Richards tocó también el bajo en lugar de un Bill Wyman cada vez más alejado de la banda, y que tocó en solo tres temas del disco.
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