

En las tensas sesiones de grabación de "Let it be" y en concreto en una discusión con Paul McCartney, se basó Harrison para la composición de "Wah-Wah", un intenso tema de guitarras, un instrumento por el que en este disco recuperó el interés que hasta entonces había perdido en beneficio del estudio del sitar. La triunfal cara A del disco cierra con la monumental y beatleliana "Isn't It a Pity", glorioso tema de más de siete minutos que está entre lo mejor del disco y de su discografía, y cuya composición se remontaba a 1966. Quizá consciente de la importancia de este tema, decidió incluir una segunda versión, que suena hacia el final del segundo vinilo.
La cara B comienza con "What Is Life", que Harrison compuso durante el trayecto en coche a una sesión de grabación de un disco de Billy Preston en el que estaba colaborando, y con la excelsa "If Not for You", una canción que Bob Dylan le regaló para el disco. La influencia del trovador de Minnessotta es grande a lo largo del álbum, y en "Behind That Locked Door", compuesta la noche anterior a la participación de Dylan en el Festival de la Isla de Wight tras el accidente de moto que sufrió en 1966, su amigo Harrison le transmite fuerza y ánimo. La cara B termina con "Let It Down", otro de los temas que aparecieron como bocetos primerizos en las sesiones de "Let it be", y "Run of the Mill", escrito posteriormente pero basado también en esa época, y en la deteriorada amistad entre los miembros de The Beatles y las constantes discusiones dentro de Apple Corps.

La cara D comienza con "I Dig Love", un interesante ejercicio de guitarra que surgió de un ensayo de Harrison con su guitarra slide. Tras ella, el siguiente plato fuerte de esta cara es la intensa "Art of Dying", el segundo de los temas que Harrison rescató entre sus composiciones de 1966 tras "Isn't It a Pity", que suena a continuación en su segunda versión del disco, antes de echar el cierre a una descomunal colección de grandes canciones con "Hear Me Lord", la última de las canciones rescatadas de las sesiones de "Let it be".
APPLE JAM

Para completar este deslavazado conjunto, la única canción provista de letra es "It's Johnny's Birthday", que copia el ritmo de "Congratulations" de Cliff Richard, una broma de menos de un minuto que fue grabada para el 30 cumpleaños de John Lennon. Cuesta no plantearse si, entre las más de 20 canciones que fueron descartadas para el disco, no habría otras que merecieran más ser incluidas. De éstas últimas, el propio Harrison acabó grabando algunas de nuevo, como "Try Some, Buy Some" (1973) o "You" (1975), y otras acabaron incluidas en discos posteriores ("Beautiful Girl" y "Woman Don't you Cry for Me" formaron parte de "Thirty Three & 1/3", y "I Live for You" se incluyó como extra en la reedición de "All things must pass" de 2001).
¿Habría sido aún mejor disco con estas canciones? En el fondo ya no importa, porque cada disco tiene su momento, y pretender rehacerlo sería como negar que, como todas las cosas, lo que se hizo en ese momento es lo que tuvo que pasar, y lo que pasó fue algo muy grande y extravagante, que alcanzó el primer puesto en la lista de discos más vendidos de numerosos países, entre ellos el UK Albums Chart y el Billboard 200 estadounidense, donde el álbum estuvo durante siete semanas en el primer puesto. Como último dato curioso, en 2011 se desveló que el disco había vendido hasta esa fecha más discos que los históricos Imagine (Lennon) y Band on the Run (McCartney) juntos, superando a los dos grandes enanitos de jardín que, durante años, relegaron las composiciones de Harrison al fondo del armario, y haciéndolo con la aparente tranquilidad y la calma con la que, sentado en su jardín, George Harrison nos mira desde la portada de All Things Must Pass.
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