El álbum de Can de 1973, Future Days, tiene como puesta en
escena bocinas y sirenas antiaéreas que se desvanecen en las profundidades de
una caverna acuosa, remando por el túnel, con estalactitas goteando, Fuego que
quemaba las hojas de los árboles mojados y el calor tembloroso del radar se sentía
a través del suelo. Aves jugando con el agua de una manguera de jardín rociada
perezosamente sobre hojas grandes y llenas, joyas brillando desde la acera,
voces apagadas de amigos hablando al otro lado de una puerta en una tarde
calurosa y atontada; agua de una boca de riego que chisporrotea en la calle…. esos
son los primeros minutos. En Future Days
encontramos a un grupo que sonaba mucho más relajado en una serie de temas
extendidos y marca el tercer año en estas listas del Krautrockers alemanes
aunque es su cuarto álbum y el último que presenta al vocalista Damo Suzuki.
Esta vez no hay ninguna historia loca sobre su grabación, lo cual es una pena,
pero el álbum es interesante en la dirección más ambiental que toma.
Centrándose en, como dice el crítico Anthony Tognazzini, “crear paisajes
sonoros nebulosos y expansivos dominados por ritmos filtrados y capas
evocadoras de claves”.
Existen muy pocas canciones perfectas en el mundo, y
Moonshake es una de ellas, como curiosidad empiezo diciendo que el título es
simplemente perfecto, no se me ocurre mejor manera de describir la música aquí,
especialmente el extraño solo de efectos de sonido que aparece en el medio de
la pista. Esta es también la única pista que realmente permite a Suzuki estar
en el centro de atención, pero incluso en esta hay momentos sin voz que
permiten que dominen las extrañas travesuras de la guitarra y las teclas. Future
Days es un álbum sobre la noche, así que tiene sentido que una de las
cualidades definitorias de la noche sea una canción tan hermosa pero sencilla
como es. La forma en que Damo Suzuki canta con nostalgia en un estilo que es
tan suyo, pero que no ha sido mencionado antes en la discografía de la banda,
la escasez del arreglo sin dejar de crear una sensación de tamaño, la belleza
abrumadora... todo encaja. Moonshake es pop en la forma en que mejor sabe hacer
pop, pop maravilloso, divertido, perfecto y muy adictivo. Es una locura que sea
una canción tan básica: el instrumento más destacado es la batería, y la
sección central está formada por un interesante collage sonoro. El bajo y la
batería avanzan pesadamente mientras la guitarra de Michael Karoli suena a su
alrededor como un extraterrestre funky alrededor de un poste, (cierto, es una
imagen extraña), Suzuki susurra algunas tonterías características de una manera
que de alguna manera es pegadiza. Es un fabuloso ejemplo de 3 minutos de cuán
singular, inventivo y tremendamente efectivo es Can. Trato de ponerle este tema
a mis amigos cuando vienen a casa y a casi todos les encanta, eso si es una
lástima de la versión cortada que encontramos en el album Future Days, la forma
en que se desvanece en la versión del álbum da para una serenidad total atento
a la forma en que el ritmo te encierra en un estado hipnótico de calma.
Cualquier versión cortada de la canción será genial, pero nunca podrá ser tan
buena como la original.
No hay comentarios:
Publicar un comentario