Julio Iglesias ganó sorpresivamente en el año 1968 el
Festival Internacional de la Canción de Benidorm con el tema "La vida
sigue igual", que compone durante su convalecencia tras un accidente automovilísticos,
lo que le valió la firma de un contrato con la sección latina de Columbia
Records, Discos Columbia. En febrero de 1969 participó en el Festival
Internacional Ciervo de Oro de la ciudad rumana de Brașov. Durante este año,
también grabó su primer disco «Yo canto», en los estudios DECCA en Londres e
hizo su primera gira en España. Participó en el X Festival Internacional de la
Canción de Viña del Mar, en Chile. También actuó en el Festival de la Canción
de San Remo y protagonizó su primera película, un filme autobiográfico que
llevaba por título el nombre de su primer éxito musical, La vida sigue igual, pero
faltaba el escaparate final el festival por el que han pasado miles de artistas
de talla mundial, nos referimos al Festival de Eurovisión, y fue en 1970, un
año en el que el madrileño se enfundó un traje azul chillón para cantar uno de
los temas más aclamados de la época, ‘Gwendolyne’, con la que quedó en cuarta
posición a pesar de que fue considerado el ganador moral de la edición y conquistó
a toda Europa.
La canción de ‘Gwendolyne’ le abrió las puertas de la fama,
y es que se mantuvo como el número uno en ventas durante nueve semanas y fue
elegida la mejor canción en el programa ‘El gran musical’. De hecho, tal fue su
éxito que Julio editó la canción en varios idiomas. El tema de Julio Iglesias
fue el más escuchado de todo el Festival de Eurovisión, y ello le llevó a que
las discografías se peleasen por él. Sin embargo, los problemas empezaron a
llegar para Julio, y es que el artista español tuvo que enfrentarse a
diferentes quejas por plagio, pues muchos asemejaban ‘Gwendolyne’ a ‘Je reviens
te chercher’, la canción que publicó Gilbert Bécaud dos años antes, en 1968. Unos
problemas que no hicieron que la canción desapareciese, sino que lo hizo su
vida sentimental, tal y como lo contó después el artista en sus propias
memorias, ‘Entre el cielo y el infierno’, asegurando que Gwendolyne fue su
primer amor: “Gwendolyne fue muy importante en mi vida. Mi primer amor en
libertad. Gwendolyne era hermosa, muy hermosa. Era de una familia noble de
exiliados rusos. Quizás la sobrina de un príncipe de tipo eslavo: con pómulos
marcados, ojos grises, rubia. Debo decir que jamás he amado a una mujer más
bella”. Fue precisamente ese amor olvidado el que hizo que Julio también
olvidase la canción. Igual que Gwendolyne desapareció de vida, también lo hizo
‘Gwendolyne’, una canción que casi nunca incluye en su repertorio y que quizás esta
tan asociada a ese primer gran amor que prefiere olvidarla para no remover heridas,
aun asi, en su biografía tuvo un recuerdo para ella, la canción y su amor
perdido. “Gwendolyne fue seleccionada para representar a España. De esa chica
rubia con la que iba a casarme no me quedaba más que una canción. Recuerdo el
Festival de Benidorm, Gwendolyne en el aeropuerto de París... Sus rasgos se han
borrado un poco en mi memoria, pero le debo esta canción que me ha permitido
darme a conocer en Europa, estar en Eurovisión, aunque no haya ganado. Por
todas estas razones, querida Gwendolyne, te doy las gracias"
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