Como ya sabéis, en la sección de Grandes éxitos y tropiezos
solemos profundizar un poco más en el artista elegir, hablando de su obra y por
qué discos empezar, algo que te puede venir muy bien si estás empezando a
escuchar al artista de turno, y así tener una ayuda para saber por donde ir
empezando. También hablamos sobre que discos dejar para el final, pues además
de sus grandes trabajos, en 7dias7notas no somos ajenos a aquellos trabajos que
no tuvieron el impacto deseado o simplemente no llegaron a estar a la altura
del resto de su obra. El grupo que proponemos en esta ocasión es Siniestro
total. En 1981, cuatro amigos -Julián Hernández, Alberto Torrado, Miguel Costas
y Germán Coppini- deciden formar un grupo de música que años más tarde sería
reconocido como uno de los pioneros del movimiento ‘punk’ en España, desde su
primer álbum “¿Cuándo se come aquí?”, editado en 1982, la banda ha sufrido
diversos cambios en su formación, hasta llegar a la formación actual. Además de
sus ya decenas de álbumes oficiales publicados en España, Portugal, México,
Argentina Chile, etc, Siniestro Total ha colaborado con Álex de la Iglesia en
las bandas sonoras de las películas "El día de la bestia" y "800
balas". Siniestro total es la historia de una banda de currantes de la
música con más de 30 años de exitosa carrera en el rock nacional.
Estás tardando en
comprarlo: ¿Cuando se come aqui?
Estamos ante un disco magistral, a pesar de no ofrecer
filosofía profunda ni desarrollar conceptos que hagan pensar, tiene algo por lo
que muchos matarían: diversión sin límite y adicción desmedida. Porque, como
también hay ratos en los que simplemente queremos pasarlo bien con la música,
este disco reivindica su lugar en tu estantería. Se le puede achacar que es de
mal gusto, irreverente, vulgar, absurdo... Sí ¿y no es maravilloso? Y lo es
porque podemos disfrutar en nuestro idioma de los patrones del punk británico a
cinco años de su irrupción. Por supuesto había que darle el toque hispano.
¿Panderetas, muñeiras?..... Nada de eso. Un humor muy sui generis, un cachondeo
"descerebrado" que puede surgir del no tener qué contar. De acuerdo,
pero también hace falta ingenio y mala leche para cantar cosas como "Matar
jipis en las Cíes", "las tetas de mi novia tienen cáncer de
mama", "los esqueletos no tienen pilila" o incluso tirarse por
el post-punk más "oscuro" con "Nocilla, ¡qué merendilla!".
versos que hoy son imposibles. Conservadurismo, mojigatismo, no lo sé. Dejando
a un lado lo políticamente incorrecto de los temas (o no) hay que alabar el
disco. Y es que ha habido pocos en este país tan punkarras y tan directos. Sin
la ira antisistema de Eskorbuto, tampoco renuncian a la crítica política (a su
manera) como en esa "Fuera las manos chinas del Vietnam socialista".
Si te queda pasta,
llévate también: Bailare sobre tu tumba
Todo un clásico en la carrera de los vigueses, cuarto LP de
su discografía, un álbum editado en el año 1985, primero con Xavier Soto a las
guitarras, un disco donde continuaron virando, con muchas precauciones, eso sí,
su sonido, a favor de un Hard Rock algo más denso en comparación con su Punk
Rock ácido e hiper simple de sus dos primeros álbumes. Los gallegos continuaban
incidiendo en sus letras y en sus mensajes transgresores, sin demasiado
trasfondo, metiendo la directa en todos sus mensajes, eso sí, como decía
anteriormente, con mayor madurez en sus postulados musicales, con las guitarras
algo más protagonistas.
La cara A nos
dejaba algunos de los grandes imprescindibles de su carrera, como el tan
aclamado "Bailaré Sobre Tu Tumba", tema título, o los algo más
escondidos "Demasiado Lejos" o "¿Qué Tal Homosexual?",
mientras que en la cara B aparecían un puñado de versiones de temas míticos del
Blues Rock británico, como "Can't Get Enough" de Bad Company o
"Emilio Cao" de The Kinks, interpretados en vivo y siempre entendidos
bajo la personal perspectiva de los gallegos. Punk/Rock desde Galicia que acabó
marcando a una generación.
Vuelve a dejarlo en
el expositor: Policlinico nacional
Con este disco confirman que el nuevo libro de ruta de la
banda son el blues y el rhythm and blues. Lo cierto es que a pesar de momentos
de lucidez como la delirante “España se droga” con unos brillantes arreglos de
cuerda -“No señor está usted equivocado / no me inyecto hachís ni bebo caballo
/ nada con exceso rima con mesura / la droga dura, lo que dura, dura”- estamos
ante un trabajo bastante irregular. En cortes como “Depende” se acercan al hard
rock sin chispa y en otros como “Volanteiro cabrón” -en gallego- o “El regreso
del hijo del zombie Paco” consiguen robarnos más de una sonrisa pero falta
fuelle. Tras dejarnos claro que “Sólo los estúpidos tienen la conciencia
tranquila” y que son “Jóvenes, vírgenes y castos” -pero les invaden
“pensamientos puros y duros / como nuestra anatomía / y no puedo dejar de
fornicar”- llegan los saxos de Jorge Beltrán y los aires sureños de “Doctor
Juan”. Los pildorazos cargados de energía vienen después con “Y yo me callo” y
“Respeten nuestro dolor”, y la melancolía y los guiños a Cangas de Narcea
-Constante, el propietario del mítico bar Kwai de Madrid era oriundo de allí-
con “Melancólico (¡miserere!)”.
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