lunes, 3 de octubre de 2022

0641.- David Bowie - Letter to Hermione

Esta es la carta de amor de Bowie a una antigua novia, Hermione Farthingale, su primer amor verdadero, una joven que estudió ballet clásico y participó como bailarina en las películas; Inspector Clouseau (1968), La Carga de la Brigada Ligera (1968), El gran vals (1972), sólo por poner algunos ejemplos. Bowie se enamoró perdidamente de la actriz, bailarina y modelo durante una relación de 12 meses antes de llegar a lo grande, y se quedó desconsolado cuando ella lo dejó. La pareja se conoció en enero de 1968, en el plató de la obra de la BBC The Pistol Shot, que ambos protagonizaban, y pasaron solo unas semanas antes de que él se mudara con ella a South Kensington, Londres. Se dijo que el padre abogado de Hermione estaba decepcionado de que su hija de 19 años se estableciera en casa con el chico de clase trabajadora de Brixton. Como cualquier pareja joven que comienza junta, el dinero escaseaba y la pareja luchaba para llegar a fin de mes. Hermione dice: “Nos enamoramos, nos llevó unos cinco minutos como máximo. Era un muchacho, parecía ridículamente joven, aparentaba unos ocho años. De hecho, cuando salimos por primera vez con él, me molestó un poco y tuve que recordarme constantemente que en realidad tenía 21 años.


 "Letter to Hermione" no es solo una canción triste de ruptura, es una canción de ruptura realmente triste. Marc Spitz, el último biógrafo de Bowie, llama a la canción "quejumbrosa y literal", Nicholas Pegg la llama "dolorosamente íntima". Aquí, por fin, creemos que Bowie se quitó la máscara; aquí está el verdadero Bowie, derramando su corazón acompañado de una guitarra, tanto que la canción debería haber sido acreditada a David Jones. Es comprensible, porque Bowie sigue siendo una criatura tan desconocida que cualquier grieta visible en la pared vale la pena salir. Pero, ¿consideramos algo como “Letter to Hermione” una canción de Bowie esencial y “dolorosamente íntima” principalmente porque creemos que es verdad? ¿No es suficiente su belleza formal, la tierna melodía de los versos, el barrido de la guitarra de Bowie?. Porque la canción no es para nada un diario en bruto, sino que tiene tanto artificio y destreza como “Space Oddity”: está estructurada pulcramente con una introducción y un final de guitarra en espejo que encierran tres estrofas (la primera detalla lo desolada que es “Bowie”), el segundo nota los rumores que está recibiendo sobre cómo le está yendo a “Hermione”, y el tercero especula sobre su nuevo amante y su felicidad). En medio de cada verso, Bowie, con una confianza desesperada, sugiere que "Hermione" lo extraña ("Lloras un poco en la oscuridad") y responde con una breve línea de cuatro sílabas ("bueno, yo también"). Y como señala James Perone, dado que la canción es una "letra", descarta los estándares típicos de las "canciones de amor", evitando, en su mayor parte, los ganchos melódicos cortos en favor de frases largas y serpenteantes.


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