miércoles, 24 de marzo de 2021

0083: Donna, donna - Joan Baez

 


Nacida en Staten Island (Nueva York) el 9 de enero de 1941 como Joan Chandos Báez y conocida con el nombre artístico de Joan Báez, tuvo una infancia donde predominaba un ambiente religioso, humanista y antibelicista, pautas que desarrollaría en su carrera como compositora, cantante y activista en favor de la justicia, la paz y la defensa de las causas sociales. La afición por la música le vino cuando le regalaron un Ukelele con el que aprendió a tocar las canciones que sonaban en la radio y fue ya con 13 años, tras acudir a un concierto de Pete Seeger, del que mas de una vez ha dicho que fue una experiencia que nunca olvidaría, cuando decidió dedicar su vida a tocar folk.  Se dio a conocer en el Festival de Folk de Newport (Rhode Island), en 1959, donde cantó un par de temas haciendo dúo con Bob Gibson, gracias a esta actuación consiguió un contrato con Vanguard Records, discográfica con la que grabó al menos una docena de álbumes. El primero se tituló “Joan Baez” (1960), se trata de un trabajo de folk compuesto por trece canciones populares arregladas por Joan e interpretadas con la única ayuda de su guitarra, una maravilla del folk acústico gracias a un canto hermoso y una interpretación excelente de la guitarra, acompañado de letras clásica y antiguas. Su debut estuvo bastante lejos del camino de activismo y letras políticas que desarrollaría durante su carrera, pero entendemos que es la primera piedra y merece tener su espacio aquí. Además, nos encontramos con un álbum que para muchos amantes del folk se convirtió en uno de los que no pueden faltar en su discoteca. 

 

Donna, donna pertenece a este álbum, es el corte séptimo del álbum donde también podemos disfrutar de una versión del “House of the rising sound” que llevo al estrellato a “The animals”, pero nos queremos detener esta dulce balada, casi una nana infantil que Joan Baez canta de forma magistral y que ya en los años sesenta durante los movimientos estudiantiles se convirtió en casi un himno de la lucha debido a la metafórica letra de esta nana. Cuenta la historia de un ternero atado camino del matadero y una golondrina que revoloteaba en el cielo libre y orgullosa. El granjero se burla diciendo que lo que le ocurre es por elegir ser víctima y no aprender a volar. Esta sencilla historia arropada por el canto insustituible de Joan Baez, sumado al hermoso y puro sonido de la guitarra, nos trasmite un toque de tristeza, pero también una especie de acusación inflexible que penetra en el tiempo y la distancia. La canción concluye con una observación irónica sobre la impotencia de los terneros y lo fácil que es terminar con sus cortas vidas. La última línea, sin embargo, da una pista de que esta canción no habla de un ternero y una golondrina, sino de la libertad. El ternero en la canción representa el cuerpo y el impulso del deseo. El cuerpo que nos empuja al deseo de placer, riqueza y honor, el cuerpo no es más que el esclavo de estos deseos. El ternero que va camino al mercado para ser sacrificado es una metáfora del viaje del cuerpo hacia la muerte. El ternero (es decir, el cuerpo) está afligido porque se ha apegado a la vida y al placer y teme lo desconocido del otro mundo. La golondrina es el alma, que vuela lejos y libre de ese cuerpo sin miedo a lo que el futuro le depare, pero todo es espiritual. La estrofa final es una enseñanza para todos los hombres, si permanecemos sin escuchar al alma, serás fácilmente atado y asesinado, vivirás esclavizado a tus deseos y tu cuerpo morirá sin comprender el propósito de tu vida.  “Joan Baez” está incluido en el libro 1001 canciones que hay que escuchar antes de morir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario