The drifters alcanzaron la gloria con esta canción que
guarda entre sus líneas una de las historias más bonitas que se puede escuchar,
la historia de una pareja en un baile. Doc Pomus el autor de la canción narra
un hecho casi autobiográfico, durante gran parte de su vida a causa de la polio
estuvo postrado en una silla de ruedas, y durante la celebración de una boda le
dice a su esposa que es libre de bailar y socializar con otros hombres durante
la noche. Fue en esa boda mientras veía a bailar a su esposa con su hermano
cuando le llego la inspiración para relatar la situación, incluso en el segundo
verso hay un momento de debilidad cuando escribe "Si te pregunta si estás sola y puede llevarte a casa, debes decirle que
no, porque no olvides quien te lleva a casa y en cuyos brazos vas a estar, así
que cariño, guarda el ultimo baile para mí”. Algunos han criticado
"Save the Last Dance for Me" por ser sexista, con el narrador
masculino de la canción exigiendo que este último baile sea reservado para él,
aunque solo sea por el hecho de que está casado con esta mujer. Si bien es
cierto que podemos descubrir como las peticiones a su esposa, se hacen
principalmente en broma y al mismo tiempo llevan un trasfondo romántico, yo
creo que más bien es una canción sobre el amor, la confianza y la frustración. El
tema introduce unos ritmos latinos que fluye de forma magistral con la seductora
melodía de Mort Shuman.
El cantante principal de Drifters para esta canción fue Ben
E. King, (No olvidemos que The Drifters era un grupo que constantemente estaba
cambiando sus componentes) quien unos meses más tarde comenzó a componer éxitos
en solitario como " Spanish Harlem " y " Stand By Me " y
tiene la oportunidad de mostrar casi todo su rango vocal, tanto en el aspecto
emocional como vocal. La voz de Ben E. King se eleva sobre la melodía,
ofreciendo una sexualidad tímida y una ternura genuina, disfrutando de ver a su
pareja como baila con otra persona, sintiéndose completamente seguro de que
ella regresará con él cuando todo termine. Para The Drifters fue el chispazo final que ayudó
a cimentar su éxito comercial y más tras la salida de Ben E. King del grupo para
iniciar una carrera en solitario, es cierto que King todavía estaba en el grupo
cuando se grabó la canción, por lo que su ausencia futura ausencia requirió un
esfuerzo extra para evitar que The Drifters se perdiera el impulso que les
proporcionó el single, pero lo lograron lo suficientemente bien como para
anotar varios éxitos en el futuro como "Up on the Roof", "On
Broadway" y "Under the Boardwalk".
Esta fue la última canción que interpretó Leonard Cohen. El canadiense
acostumbraba a tocar esta canción al final de sus conciertos y aquel final de
su "Grand Tour" en Auckland, Nueva Zelanda, el 21 de diciembre de
2013, no iba a ser una excepción.
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