El álbum Still Got The Blues de 1990 fue un cambio de juego abrupto y arriesgado que reavivó la tradición de la guitarra de blues británica, y es Gary Moore quien fue el encargado asumir ese riesgo. Fue en 1989, cuando empezaría a tomar forma un álbum de blues, si llegaba a publicarse ya que todo estaba muy en el aire. Bob Daisley (bajista de entre otros Ozzy Osburne) tenía entre ceja y ceja hacer un álbum de blues. " Esa idea fue planteada a la compañía discográfica por el manager de Moore, Steve Barnett. Según John Wooler, integrante del equipo de Virgin Records A&R, uno de los primeros pensamientos fue hacer un álbum conceptual de Fleetwood Mac con el productor de Blue Horizon , Mike Vernon, y tratar de que tocara parte de la banda original. Pero Moore pronto abandonó ese plan y se dedicó a formar un equipo de músicos con su propio nombre. Dentro de Virgin, la conversación se centró inicialmente en que se trataba de un proyecto paralelo, en otras palabras, no un álbum que contara como parte de los compromisos contraídos de Gary Moore para ello se acercó primero al bajista Andy Pyle, con quien había tocado en 1980, que tenía sólidas actuaciones de blues con varias bandas, incluidas Savoy Brown y Blodwyn Pig. Moore y Pyle se conocieron y comenzaron a trabajar en algunas ideas. La actividad luego se trasladó a un pequeño estudio en un granero reformado en Woodcray, Berkshire, no lejos de la casa de Gary en Henley. Andy trajo al ex baterista de Blodwyn Pig, Clive Bunker, y cuando eso no funcionó, recurrió a Graham Walker, que no era específicamente un baterista de blues, y el pianista Mick Weaver. Se pusieron a tocar algunos temas y de ahí nació el embrión del álbum. Steve Barnett llevó las demostraciones a Virgin. "La gente reaccionó muy bien dentro de Virgin a algunas de las canciones más comerciales", dice Wooler. “la gente no era muy experta en blues y pensaron que tal vez las canciones tenían un potencial mayor que un simple disco de blues. La interpretación era genial, por lo que aún atraería a los fans de la guitarra y podría atraer a un público más amplio ya que eran muy melódicas ". Con esta presentación Virgin decidió darle a Gary Moore la oportunidad de ser la cabeza del álbum. Tras muchos meses de trabajo el disco estaba listo, Moore estaba extremadamente nervioso por la reacción de los fans y los críticos. Temía defraudar a sus fans del rock y no impresionar a la comunidad del blues, que se burlaría de sus credenciales. Pero Bob Daisley ya le aviso que: "Esto va a ser lo más grande que hayas hecho". Qué razón tenía.
El lento inicio de Texas Strut sirve para coger impulso tras el “one, two, three, four de Moore y recorrer de nuevo la carretera, aroma total a ZZ Top que aquí rebosa toda su esencia, con sonido Stratocaster, un homenaje a los sonidos de blues blanco contemporáneo. Los guiños a “The Grange” de los barbudos tejanos está más que presente, sólo hay que escuchar el “ho ho ho” al minuto veinte de canción o el riff que suena a los tres minutos y quince segundos. Blues, country y rock se fusionan perfectamente. Orgía musical concentrada en casi cinco minutos. Trompeta, saxo y piano vuelven a aparecer en Too Tired y la espectacular batalla guitarrera junto a Albert Collins, que con su sonido Telecaster y pinzando las cuerdas con los dedos vuelve a crear un bonito contraste con el estilo de Moore. Con King of the Blues, te viene a la cabeza la icónica imagen de los locales de jazz y blues, con el humo en el ambiente y bourbon servido en las mesas. El teclado flota mezclado con los instrumentos de viento, los dedos de Moore se mueven ágiles sobre las seis cuerdas extrayendo gritos de placer apoyado por la imponente base de bajo y batería. As the years go passing by es un tema de casi 8 minutos ejecutado de forma lenta y melancólica, ideal para los nostálgicos días de lluvia gracias a la atmósfera que consigue crear Gary, consiguiendo hacer suyo esta composición de Deadric Malone, apodo de Don Deadric Robbey, y que ya habían grabado antes Fenton Robinson (1959) y Albert King (1967). Más que destacable el fantástico piano del veterano Nicky Hopkins que se funde con una gran exquisitez con los lamentos de la guitarra de Moore. Midnight Blues es otra pausada y bonita canción de tempo moderado, que como muy bien indica su título es muy apropiada para escuchar a medianoche, debido a su sonido elegante y relajado. Moore nos regala unos solos intimistas y muy personales, cargados de un sentimiento impregnado de nostalgia, con otro paseo de Moore por su Gibson Les Paul.
Pero no está todo dicho ya que en la edición especial
encontramos otros tres temas muy potentes, empezamos por That kind of Woman, esta vez es el ex-beatle George Harrison, el
que regala a Moore una canción diferente en el conjunto del disco, además de
que Harrison se encarga de un personalísimo slide y de los coros. All Your Love original de Ottis Rush,
es otro de los homenajes que Moore hace a los músicos que le han influenciado,
aportando una ligera versión alejada de la tosca producción de la original.
Dinámica y guitarrera canción. Cierra los extras con Stop Messin’ Around, original de Fleetwood Mac, escrita por su
mentor Peter Green un blues rock que ya tocaba Gary en sus directos desde
mediados de los 80.
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