Every Picture Tells a Story es para mí algo más que el tercer disco de estudio de Rod Stewart, publicado el 28 de mayo en 1971 en Mercury Records, y uno de los mejores discos de su carrera. Es algo más porque, cuando lo encontré en un viejo armario de casa de mis abuelos, junto con una copia del Dark Side of the Moon de Pink Floyd. Siendo solo un niño, no sabía aún gran cosa de Gilmour y Waters, y aún menos de Rod Stewart, pero sentía ya gran atracción por el formato de música en vinilo, y durante mucho tiempo guardé aquellos discos como oro en paño, junto a mis primeras adquisiciones de discos propios. Y fue por aquellos tiempos cuando cometí el gran error de mi vida de coleccionista de discos, porque en un inexplicable arrebato, un (mal) día me desprendí de Every Picture Tells a Story en una tienda de vinilos de segunda mano.
Con el tiempo, y lamentando aquella absurda decisión, me hice con otra copia en otra tienda de discos, pero como le pasaba a Eric Spitznagel en su libro "En busca de los discos perdidos", en el que se embarcaba en la difícil búsqueda de los discos de su juventud (no otra copia, sino exactamente los que tuvo y en algún momento perdió o vendió) siempre me quedó la sensación de que no era lo mismo. En mi caso, soy consciente de que sería imposible recuperar exactamente el mismo disco, y me consuelo escuchando a su sustituto, y la verdad es que, lógicamente, las canciones suenan igual de bien en mi tocadiscos. Al fin y al cabo, siguen siendo las mismas, y con la misma exitosa mezcla de rock, country, folk y blues que Stewart aplicó al que probablemente sea su mejor obra.
El disco comienza con la canción que le da título, la animada y acústica "Every Picture Tells a Story", con la participación vocal de Maggie Bell, y compuesta a la par por Rod Stewart y Ron Wood, su gran amigo y excompañero en The Faces, que toca la guitarra en varios temas del álbum. De hecho, todos los miembros de The Faces aparecen colaborando en algún momento del disco. Tras este primer momento álgido, es momento para la calma en la melancólica "Seems Like a Long Time", compuesta por Theodore Anderson, en la que la voz de Stewart está acompañada en esta ocasión por Madeline Bell en el estribillo.Llega después el turno para un par de versiones de clásicos del rock y el blues, empezando por el country blues de "That's All Right / Amazing Grace", una versión del viejo tema de Arthur Crudup, y una canción tradicional estadounidense que fue el primer single publicado por Elvis Presley, y terminando por una revisión del "Tomorrow Is a Long Time", un tema descartado por Bob Dylan para su disco The Freewheelin' Bob Dylan (1963), con el que concluye la cara A de Every Picture Tells a Story.
La cara B comienza con "Henry" que no aparecía en los créditos de algunas de las primeras ediciones del disco, y la verdad no recuerdo si aparecía en aquella copia del armario de mis abuelos, pero sí que está en el vinilo que me compré después. Este breve pasaje instrumental se omitió también en algunas ediciones en CD, o se incluyó como intro en la misma pista que "Maggie May", el auténtico hit del disco.
"Maggie May" es un tema mítico de la discografía de Rod Stewart, por más que este la considerara inicialmente una canción menor y la publicara como cara B de "(Find a) Reason to Believe", una gran versión de un tema de Tim Hardin de 1966, y el sencillo de lanzamiento de Every Picture Tells a Story. No contaba Stewart con que el público hiciera de "Maggie May" la canción que triunfara de aquel single, llevándola al nº1 de las listas de ventas de Reino Unido y Estados Unidos, donde fue pinchada en las radios en lugar de la canción principal del single, que dicho sea de paso, es también muy buena. Como lo es "Mandolin Wind", con un estilo tradicional similar al de "Maggie May", con la que conforma un tándem poderoso y uno de los mejores arranques de cara B que se pueden escuchar en un disco.Every Picture Tells a Story cierra con una impactante versión en clave de blues rock eléctrico y abrasivo del "(I Know) I'm Losing You" de The Temptations, que fue también publicada como single, y la ya mencionada "(Find a) Reason to Believe", que iban a ser las dos canciones estrella del álbum, y a las que "Maggie May" y "Mandolin Wind" adelantaron sorprendentemente por la derecha, para ser las canciones que, con los años, más se recuerdan de un disco que fue nº1 en el Reino Unido durante seis semanas, y durante cuatro en Estados Unidos.
Como dice el título del disco, "cada foto tiene una historia", y la imagen que yo tengo en el recuerdo de Every Picture Tells a Story es la del momento de descubrirlo en aquel armario de mi infancia. Pero esa historia ya os la he contado, así que cierro aquí esta reseña y me voy a escucharlo tranquilamente mientras sigue avanzando el #MesRodStewart y llegan nuevas historias sobre discos de Rod Stewart en 7dias7notas.net