Mostrando entradas con la etiqueta Ron Wood. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Ron Wood. Mostrar todas las entradas

viernes, 30 de junio de 2023

0911.- Stay with me - The Faces



"Stay with Me", incluida en "A Nod Is As Good As a Wink... to a Blind Horse" (1971),  el tercer disco de los británicos The Faces, alcanzó el número 17 en el Billboard Hot 100 de Estados Unidos, y el número 6 en la lista de singles del Reino Unido, en lo que fue el mayor éxito en Estados Unidos de la banda de Rod Stewart (voz), Ronnie Wood (guitarra), Ian McLagan (piano electrónico), Ronnie Lane (bajo) y Kenny Jones (batería), y uno de sus mayores hits en las Islas Británicas.

Escrita por Rod Stewart y Ronnie Wood, la letra describe a una mujer llamada Rita, a la que el protagonista de la canción le pide que se quede a pasar con él la noche, con la condición de que en ningún momento se enamore ni se plantee quedarse con él al despertarse a la mañana siguiente. En la voz de Stewart, y en las afiladas guitarras de un Ron Wood que acabaría fichando por los mismísimos Rolling Stones, la letra de este tema de sexo sin amor suena aún más rotunda y clara de lo que ya era por sí sola.

La versión de estudio se ha convertido, por derecho propio, en un joya de la música rock de los primeros años setenta, pero es también recomendable la versión que, más de veinte años después, Rod Stewart y Ron Wood grabaron en directo para el disco "Unplugged...and Seated" (1993) de Stewart, dentro de la serie de directos acústicos "MTV Unplugged" que la cadena televisiva estadounidense MTV grabó y publicó con un amplio abanico de grandes artistas. Los acústicos de Nirvana, Eric Clapton y el del propio Stewart fueron los más valorados, y la intensa interpretación de temas como "Stay with me" tuvo gran parte de la culpa de ese éxito. 

jueves, 27 de abril de 2023

0847.- Mandolin Wind - Rod Stewart



"Mandolin Wind", incluida en el disco de estudio "Every Picture Tells a Story" (1971), y aunque a la sombra de "Maggie May" que fue el auténtico boom de aquel disco, se ha convertido en uno de los temas clásicos del repertorio de Rod Stewart.

La canción es una reflexión sobre dolor por el amor perdido, y cómo con el paso del tiempo esos sentimientos y recuerdos se van aceptando e interiorizando, en un estilo de balada de folk rock nostálgica y melancólica, y que como su propio nombre indica, incluye mandolinas y violines, mezclados con las guitarras acústicas y la voz rasposa de Stewart, creando una atmósfera musical tan evocadora como efectiva.

Junto a la ya mencionada "Maggie May" y muchos de sus grandes éxitos, Rod Stewart la incluyó posteriormente en el disco "Unplugged and seated" (1993), considerado una de las mejores actuaciones de la serie de conciertos acústicos que la MTV grabó en los noventa con los mejores artistas del momento, de los que el "Unplugged in NY" de Nirvana quizá sea el mejor y más recordado. En ese disco, y acompañado de Ron Wood a la guitarra, Stewart volvió a dar vida e impulso a "Mandolin Wind", una de las grandes baladas clásicas del folk rock de los años setenta

jueves, 13 de abril de 2023

0833.- Can't you hear me knocking - The Rolling Stones



"Can't You Hear Me Knocking" ("¿No me oyes llamar?"es uno de los temas más brillantes del disco "Sticky Fingers" (1971) de The Rolling Stones, del que quizá se recuerdan más canciones tan icónicas como "Brown Sugar" o "Wild Horses", potentes y acertadas creaciones con una estructura más adecuada para ser lanzadas como singles, y derribar la puerta de las fórmulas radiofónicas con mayor suerte que la del protagonista de la canción, que se pregunta si la persona a la que llama insistentemente no puede oírle, o simplemente ignora sus llamadas.

Con sus más de siete minutos de duración, y su derroche de intensidad instrumental, "Can't You Hear Me Knocking" es seguramente la pieza más interesante y elaborada de "Sticky Fingers", y una de las canciones en las que más se nota la influencia del guitarrista Mick Taylor, que participó en varios de los mejores discos de los Stones, aportando un estilo de tocar que Ron Wood, aunque empaste mucho mejor con la forma de tocar de Keith Richards, nunca llegó a igualar. Ya desde el comienzo, en la intro de guitarra tanto Richards como Taylor afilan sus armas, como antesala del intenso riff con el que Richards hace que la canción sea irrepetible.

Los primeros tres minutos serían perfectamente "radiables", pero la gran virtud de esta canción es, precisamente, no detenerse en el límite de esa fórmula, y lanzarse en picado a una sección instrumental en la que los ritmos latinos de las congas de Rocky Dijon, acompañando a un largo e intenso solo de saxofón de Bobby Keys, le dan un aire de arrolladora jam experimental al más puro estilo Santana, en la que las guitarras de Richards y Taylor siguen descargando de fondo, con el órgano de Billy Preston sumándose generosamente a la fiesta. El colofón lo pone, como ya mencionábamos, el solo de guitarra de Mick Taylor, que quizá, y paradójicamente, duro poco en los Stones por interpretaciones tan brillantes como ésta, con las que llegó a hacer sombra al todopoderoso Richards, que seguramente no estaba dispuesto a que otro guitarrista llamara con más fuerza a la puerta.