sábado, 23 de agosto de 2025

1696.- What a Fool Believes - The Doobie Brothers

 

What a Fool Believes, The Doobie Brothers


     San Francisco, finales de los setenta. nos encontramos con un lugar en plena efervescencia musical. En medio de este torbellino creativo, The Doobie Brothers, una banda que ya había sido capaz de conquistar las listas con su fusión de rock, soul y boogie, estaban a punto de dar vida otra gran canción: What a Fool Believes. Vamos a ver cómo un encuentro fortuito y una melodía pegajosa acabaron dando como redultado todo un referente de la música pop.

Corría 1978, y The Doobie Brothers estaban en una encrucijada. Tras el éxito de álbumes como Toulouse Street (1972) o Takin' It to the Streets (1976), la banda había evolucionado de su sonido rockero inicial hacia un terreno más suave, influenciado por el soul y el R&B. Michael McDonald, el tecladista y vocalista de voz aterciopelada, se había convertido en el timón creativo del grupo. Pero What a Fool Believes no nació en un ensayo de la banda, sino en un momento de inspiración casi accidental. McDonald relata que estaba jugueteando con una melodía en su piano cuando Kenny Loggins, amigo y colaborador ocasional, entró en escena. Ambos comenzaron a improvisar, y de esa chispa surgió la idea inicial de la canción. Loggins, sin embargo, no se quedó para terminarla, fue McDonald quien, junto al productor Ted Templeman, moldeó aquel boceto hasta convertirlo en una canción.

La letra, coescrita por McDonald y Loggins, es un relato agridulce sobre desamor y el autoengaño. Narra la historia de un hombre que se aferra a la ilusión de un amor pasado, incapaz de aceptar que su antigua amante ha seguido adelante. La canción tiene ese toque de soft rock de la época, pero con una profundidad que hace que destaque por encima de sus contemporáneas. Es como si McDonald hubiera destilado el dolor de una ruptura en una melodía que, a pesar de su tristeza, te hace querer bailar.

El proceso de grabación fue un ejercicio de precisión. Grabada para el álbum Minute by Minute (1978), la canción se benefició del talento de los músicos de sesión de élite que rodeaban a los Doobies. Jeff “Skunk” Baxter aportó un toque de guitarra sutil, mientras que el bajo de Tiran Porter y la batería de John Hartman crearon un consistente ritmo. Pero uno de los puntos fuertes de What a Fool Believes es el teclado de McDonald, con unos acordes que parecen flotar como nubes en un atardecer californiano. Templeman, conocido por su obsesión con los detalles, pulió cada capa hasta lograr un sonido que presentaba un perfecto equilibrio entre lo sofisticado y lo accesible.

Cuando la canción llegó a las radios en 1979, el impacto fue inmediato. Alcanzó el número 1 en la lista estadounidense Billboard Hot 100 y ganó dos premios Grammy: "Canción del Año" y "Grabación del Año". Este éxito, además de consolidar a The Doobie Brothers como gigantes del soft rock, supuso el cenit de la carrera de McDonald con la banda. Sin embargo, no todo fue color de rosa. La presión del éxito y las tensiones internas llevaron a la salida de McDonald poco después, dejando un legado agridulce.

No hay comentarios:

Publicar un comentario